DISEÑO INTELIGENTE

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Sultan

DISEÑO INTELIGENTE

Mensajepor Sultan » Sab 20 Oct, 2007 8:39 pm

“”””””Quien afirme hoy que el Universo fue creado hace poco más de 4.000 años o que los tiranosaurios compartieron la Tierra con los hombres desde el principio de los tiempos se encontrará, al menos en Europa, con un gran número de personas que le rebatan con vehemencia. Sin embargo, muchos de los que defienden las teorías científicas modernas lo hacen basándose en la credibilidad que les transmite un sistema determinado, y tendría serias dificultades para argumentar su postura o llegar por sí mismos a las conclusiones con las que construyen su imagen del mundo. Una postura no muy distinta, en el fondo, de la de los religiosos”””””””””
Señores del publico quiten lo de los tiranosaurios porque están haciendo el ridículo.
MAMARRASSCHOS DEL PUBLICO EL ROLLITO ES COMO ESTAN COLOCADOS LOS HUESOS.
En otro hilo hace tiempo puse lo siguiente:
“”En Francia los neocon (teoría de la creación) han hecho un parque jurásico o algo asín, asegún estos personajes y la Biblia, el mundo se creó en una semana hace unos 5 000 años.
En dicho “parque” los hombres y los dinosaurios viven juntos. Dicen que los científicos se equivocan con el rollo de los fósiles, que no se pueden afirmar al 100% la edad de los mismos, por lo tanto, la Biblia dice la verdad.
La Biblia y los creacionistas MIENTEN. No es necesario ninguna prueba carbono para demostrar lo mentirosos que son… jajajajajajajajajajajaj.
Señores de la mentira por mas que la repitan un millón de veces, mentira se queda (a no ser, claro está, en la manada de ignorantes y analfabetos)
Señores creacionistas lo que demuestra sus mentiras no es la edad de los fósiles, sino, como están colocados… vamos, que es cierto al 100%, no hay tu tía, los dinosaurios no vivieron con los hombres.”””
SI LO QUIEREN MAS CLARO LES HAGO UN MAPITA JAJAJAJAJAJAJAJ

Gusto o Ciencia
El debate científico sobre la edad de la Tierra ilustra la ardua tarea para lograr conocimientos fiables
DANIEL MEDIAVILLA - Madrid - 19/10/2007 22:29
Quien afirme hoy que el Universo fue creado hace poco más de 4.000 años o que los tiranosaurios compartieron la Tierra con los hombres desde el principio de los tiempos se encontrará, al menos en Europa, con un gran número de personas que le rebatan con vehemencia. Sin embargo, muchos de los que defienden las teorías científicas modernas lo hacen basándose en la credibilidad que les transmite un sistema determinado, y tendría serias dificultades para argumentar su postura o llegar por sí mismos a las conclusiones con las que construyen su imagen del mundo. Una postura no muy distinta, en el fondo, de la de los religiosos decimonónicos que calculaban la edad de la Tierra basándose en la Biblia, una fuente, para ellos, de la mayor credibilidad.

El argumento lo defendía George Bernard Shaw en el prefacio de su obra Androcles y el león. Para el escritor irlandés, si un clérigo le hubiese dicho a Guillermo el Conquistador que el sol se encontraba a 77 millas de distancia, Guillermo le habría creído porque con su mentalidad medieval sentiría que esa cifra era razonable. Sin embargo, decía, “un monarca moderno, sabiendo tan poco sobre el tema como el rey normando, habría enviado al clérigo al asilo. Sin embargo, aceptará sin dudar la última estimación de 92 millones de millas”. “Lo que él cree puede ser cierto, pero esa no es la razón por la que lo cree; lo cree porque de algún modo misterioso la cifra es atractiva para su imaginación”, explicaba y añadía: “La creencia es literalmente una cuestión de gusto, y los gustos son cuestión de modas”.
El planteamiento puede ser cierto para casi todos nosotros y, sin embargo, echar un vistazo a algunas de las controversias del pasado muestran cómo se ganaron nuestra credibilidad los que prefirieron mirar a la naturaleza en busca de la verdad en lugar de asumir la revelación sin masticar.
La edad de la Tierra
Hace tan sólo 100 años no se sabía qué edad tenía la Tierra y la Biblia había sido hasta entonces una de las principales herramientas para calcular cuándo tuvo lugar el inicio de los tiempos. Así, Newton dató el día de la creación en el 3.998 a.C. y el obispo irlandés James Ussher llegó a proponer en el siglo XVII una fecha exacta: el 23 de octubre del 4.004 a.C.
A partir del siglo XIX aparecieron planteamientos más fundamentados. El físico inglés William Thomson, más conocido como Lord Kelvin, calculó la edad de la Tierra en 100 millones de años. “Asumió que al principio, el planeta había sido un globo de material líquido y después estimó (empleando la segunda ley de la termodinámica) el tiempo que habría necesitado para llegar a la temperatura actual”, explica Cherry Lewis, investigador de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y autor del libro The Dating Game. Esta estimación coincidía con la realizada por otros geólogos como John Joly, que fijó la edad de la Tierra en una cifra similar a la de Kelvin con otro ingenioso método. Partió de un mar original de agua dulce y calculó cuánto tiempo habría sido necesario para que el mar alcanzase los niveles actuales de salinidad.
Darwin necesitaba tiempo
Los resultados de Kelvin no eran convenientes para otras teorías científicas, entre ellas la de la de la evolución por selección natural propuesta por Charles Darwin. En su viaje por el mundo a bordo del Beagle, el naturalista británico había observado cómo las distintas condiciones ambientales y geográficas habían dado lugar a distintas especies. Pero para que su teoría funcionase y los pequeños cambios sufridos por los animales en cada generación pudiesen dar lugar a la gran cantidad de especies que existen, Darwin necesitaba que la edad de la Tierra fuese mayor que la calculada por Kelvin. “Como dijo Thomas Huxley, el principal defensor de Darwin, ‘la biología toma su tiempo de la geología’”, recuerda Lewis.
Huxley ya había defendido las teorías de Darwin en un debate con el obispo de Oxford, Samuel Wilberforce, en 1960. Entonces, el prelado llegó a preguntarle al científico si descendía de un mono por parte de padre o por parte de madre. Años después, tuvo un nuevo encuentro de alto nivel para defender a su amigo, pero en este caso frente al científico británico más prestigioso de la época: Lord Kelvin. Éste defendía que, con la edad de la Tierra que él había calculado, sólo el diseño inteligente habría permitido la enorme diversidad biológica. Como cuenta el profesor de la Universidad de Northern Illinois (EEUU) Joe Burchfield, el gran prestigio de Kelvin y la falta de argumentos concluyentes por parte de Huxley hicieron que, por el momento, el Lord obtuviese la victoria.
Pero la situación cambió cuando, en los últimos años del siglo XIX, el matrimonio Curie y Henri Becquerel descubrieron la radiactividad. Este proceso echó por tierra los métodos empleados hasta ese momento para conocer la edad del planeta. Por un lado, se supo que en la Tierra había elementos que generaban calor, con lo que calcular su ritmo de enfriamiento sin tener en cuenta esta característica invalidaba los resultados. Por otro, se supo que los elementos radiactivos se degradaban durante siglos a un ritmo que se podía medir. Era una herramienta perfecta para datar rocas.
Meteoritos para datar la Tierra
Por curioso que parezca, la edad de la Tierra no se estimó con rocas de este planeta, sino a través de meteoritos. “Las rocas en la Tierra han sufrido un proceso de reciclaje que resetea su reloj geológico”, afirma Cherry Lewis. Por el contrario, se cree que los meteoritos no han cambiado desde los orígenes del sistema solar. Gracias al sistema de datación por uranio-plomo desarrollado por Arthur Holmes, la edad del planeta estimada alcanzó en los años 20 los 3.000 millones de años, superando incluso la del Universo que, por entonces, se estimaba en 1.800. Finalmente, en 1956, a través de fragmentos de un meteorito caído en Arizona, la edad de la Tierra se fijó en 4.550 millones de años.
Durante años, mediante técnicas que han logrado su credibilidad porque cualquier persona podría reproducir en cualquier lugar y porque siempre existe la posibilidad de poner a prueba todos los resultados, se logró conocer una fecha que dio espacio para la evolución de Darwin o la teoría de las placas tectónicas.

Hoy, otras formas igual de ingeniosas para lograr información siguen cambiando la visión del mundo. Una de ellas tiene que ver con el conocimiento del clima del pasado. Como sucedió con la edad de la Tierra, los científicos han sido capaces de leer la historia del planeta en los insospechados lugares donde ésta suele estar escrita. Uno de ellos son las muestras de hielo recogidas en la Antártida. En estos cilindros helados, el grosor de las distintas capas acumuladas con el paso del tiempo permite conocer las precipitaciones en un periodo determinado y el aire atrapado en los copos de nieve que caían ha proporcionado mucha información sobre cómo era la atmósfera en el momento en que se formó el hielo. Así se pudo obtener información sobre el clima antiguo para compararlos con el moderno y comprender que algo no marchaba bien.
Es posible que muchas de las personas preocupadas por el cambio climático no tengan muchos más argumentos que la fe para justificar su preocupación y que, como decía Shaw, lo que decidimos creer sea cuestión de gusto, pero habría que tener en cuenta que hay unos gustos mejores que otros.

saludos el sultán

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publico

Mensajepor publico » Lun 29 Oct, 2007 12:02 am

"El creacionismo es anticientífico y antirreligioso"

Profesor de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de California. El biólogo español critica las teorías del ‘diseño inteligente’.

El planeta Tierra fue creado por Dios en siete días, y todas las especies fueron colocadas por el Creador tal y como son ahora. Esta corriente de pensamiento, que ningún científico con la cabeza sobre los hombros estaría dispuesto a apoyar, está siendo estudiada en algunas escuelas estadounidenses en igualdad de condiciones con la teoría de la evolución de Darwin. Combatirla es el motivo principal de Darwin y el diseño inteligente, del biólogo español afincado en Estados Unidos Francisco J. Ayala. Si el currículum de Ayala sorprende por su densidad ­–ha sido presidente de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, Medalla Nacional de las Ciencias en EEUU y asesor de Bill Clinton– Darwin y el Diseño Inteligente (Alianza, 2007) sorprende por su claridad. La evolución de los seres vivos no sólo queda explicada con pruebas, sino que, además, el autor explica cómo la ciencia ha llegado a ellas después de años de esfuerzo conjunto.

¿Por qué este libro y por qué ahora?

Por el movimiento creacionista, fundamentalista y antievolucionista que está resurgiendo en EEUU, y se está extendiendo. Es una desdicha que un movimiento que es anticientífico, y a mí manera de entender, antirreligioso, esté tomando auge entre los cristianos de buena fe.

Evolución y fe llevan mucho tiempo conviviendo sin problemas. ¿Qué está pasando?

Los grandes teólogos del cristianismo como Santo Tomás de Aquino y San Agustín, ya decían que la Biblia no es un libro de texto, sino un libro religioso. Un argumento que usan los creacionistas es la aparente contradicción de la Biblia con la ciencia, pero es que la Biblia no es un libro científico. Por eso la religión y la ciencia sobrevivían apaciblemente juntas, y ahora han venido estos movimientos…

¿Quién está detrás del diseño inteligente y por qué están teniendo tanto éxito?

Principalmente, tres o cuatro autores; sólo uno de ellos (Michael Behe) es un científico, es bioquímico. El argumento de Behe se basa simplemente en su incapacidad de entender cómo la selección natural puede explicar la evolución. Como no puede hacerlo, entonces la tiene que explicar Dios como diseñador. La razón del éxito es que estas ideas se venden muy bien. Los creyentes pueden encontrar muy atractivo que para explicar la complejidad de los organismos tengamos que recurrir a Dios. Las ideas son atrayentes, hasta que uno las empieza a mirar en detalle. En los detalles es donde aparece el demonio.

Para combatir este movimiento en su libro usted no ha recurrido tanto a la confrontación como a la presentación de pruebas, a la divulgación científica.

Y hasta cierto punto, aunque no es mi especialidad, a la divulgación teológica también, porque hay principios teológicos que demuestran cómo el diseño inteligente es contrario a la teología cristiana.

Es llamativo cómo determina usted que el diseño inteligente no es tan inteligente; los seres vivos estamos llenos de fallos…

Un ejemplo es el de la mandíbula humana, que no es lo bastante grande para albergar todos los dientes; nos tienen que sacar las muelas del juicio y, a veces, enderezar otros. ¿Le vamos a echar la culpa de ese diseño, no ya imperfecto sino disfuncional, a Dios? Mucho más serio, en muchos sentidos, es el canal de la natalidad de las mujeres, que no es lo suficientemente grande para que pase la cabeza del niño, ya que la cabeza se ha ido expansionando a través de la evolución. Millones de mujeres mueren en el parto, y millones de niños que no han hecho nada malo mueren antes de nacer. Alguien que hubiera diseñado una cosa así, que llevara a la muerte de muchos fetos, sería calificado de abortista. Con arreglo al diseño inteligente, lo que implica es que Dios es el principal abortista del mundo.

El espectro de creencias religiosas de Estados Unidos es muy distinto al de Europa. ¿Aun así usted cree que el diseño inteligente puede extenderse por el continente?

Sí, se está extendiendo. Más en países anglosajones como Australia o Inglaterra que en países centroeuropeos o de lengua latina, pero se va extendiendo porque, repito, es una postura muy atractiva. De pronto, dicen, tenemos una explicación de la existencia de Dios. No se dan cuenta de las implicaciones que tiene, que para mí son una blasfemia. Es echarle la culpa a Dios por lo que no la tiene. Cuando un león toma posesión de un harén de hembras, lo primero que hace es matar a todas las crías para que las hembras entren en celo y las pueda fecundar. Eso es una crueldad terrible. ¿Ha diseñado Dios este comportamiento?

El tema científico de mayor actualidad es ahora mismo el cambio climático. A las voces mayoritarias que nos avisan de él se oponen otras que, incluso, niegan su existencia...

Bueno, hay un problema con el periodismo, que es el fair treatment, el tratar a todas las ideas por igual. Si hay un científico que habla en contra de la teoría de la evolución se le da tanto espacio como a uno que la defiende; lo que pasa es que hay cien mil científicos que defienden la evolución por cada uno que no.

¿Cómo vive las confrontaciones con los partidarios del diseño inteligente?

Pues como ocurrió en el último juicio reciente, en el estado de Pensilvania, con un juez que no sabe nada de ciencia, y que es cristiano practicante y además nombrado por Bush. Pero oye a las dos partes, se convence de dónde está la razón y escribe una sentencia fortísima en contra del diseño inteligente y el creacionismo. Esto es lo que pasa cuando nos enfrentamos en un ambiente neutral, por así decirlo, como es un juicio en un distrito federal. La otra manera en la que me enfrento a ellos es por escrito, no hacemos confrontaciones públicas, porque en el diálogo frente al público lo que cuenta es la retórica. Si un señor que está ahí dice que no hay evidencia para esto y yo digo que sí, ¿cómo se lo demostramos al público? Yo digo que sí, él dice que no, y a ver quién lo dice mejor y de manera más convincente. Ahí cuenta la retórica, no los conocimientos ni la validez de la ciencia.

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Sultan

Mensajepor Sultan » Lun 05 Nov, 2007 2:08 am

ISABEL PIQUER - NUEVA YORK - 04/11/2007 20:38


Homer Jacobson no salía de su asombro. El artículo que había escrito hace 55 años en American Scientist sobre los orígenes de la vida aparecía en varias páginas web creacionistas para apoyar las tesis contra la teoría de la evolución. Jacobson, un profesor de química retirado, pidió la semana pasada a la revista que retirara su escrito y quiere retractarse públicamente. Su gesto ilustra el creciente malestar de la comunidad científica ante la elaborada utilización de algunas de sus teorías para corroborar argumentos totalmente opuestos.

Jacobson, de 84 años, comentó a The New York Times que se dio cuenta de la manipulación cuando decidió buscar información sobre sí mismo en Google, y descubrió varias citas de su trabajo en páginas creacionistas como darwinismrefuted.com y evolution-facts.org.

Las páginas se centraban en dos párrafos de su artículo, Información, Reproducción y el origen de la vida. Trataban de la imposibilidad de los aminoácidos de formarse espontáneamente sin energía y del inicio de la vida bajo condiciones muy específicas. Hoy Jacobson afirma que fue un error no mencionar que esas fuentes de energía seguramente existieron hace miles de millones de años.

"Era un artículo modesto que no iba a cambiar el debate, de todas formas", explica Jacobson en una entrevista telefónica con Público, desde su casa de Tarrytown, en el estado de Nueva York. “Pero me molestó que emplearan unos argumentos erróneos para apoyar sus tesis. Los párrafos que mencionaban estaban equivocados. Uno era pura conjetura y el otro era, simplemente, incorrecto, y por eso me pareció más honesto retractarme”, añade el científico.

En darwinismrefuted, una página web creacionista de inspiración musulmana, la teoría de Jacobson aparece junto a una larga lista de citas científicas que explican la interacción entre el ADN y las proteínas y concluye afirmando que “la vida no ha podido surgir por accidente” y, por tanto, es obra divina. En la carta en la que Jacobson se retracta, que saldrá publicada en el número de noviembre/diciembre de American Scientist, el químico retirado asegura sentirse “avergonzado por haber sido el origen de estos errores”.

Firmes convicciones

Jacobson, que lleva una vida apartada y tranquila desde que se jubiló hace dos décadas, no pensaba crear polémica y se ha visto algo sorprendido por la repercusión de su gesto —“una tormenta en un vaso de agua”, afirma—, lo que no disminuye la firmeza de sus convicciones: “Sigue habiendo muchas dudas sobre el origen de la vida, con Dios o sin Dios, y el debate es legítimo. Mi artículo era neutral. Pero de lo que no hay duda es de la validez de la teoría de la evolución; demasiadas pruebas científicas la corroboran”.

No es la primera ni la única vez que los creacionistas se han arropado en los flecos de la ciencia, utilizando artículos de especialistas para ajustarlos a sus teorías. El pasado septiembre, The New York Times publicaba un artículo sobre el profundo malestar de un grupo de científicos por aparecer en el pseudodocumental Expelled: no intelligence allowed (expulsados: no se permite la inteligencia) en contra de la enseñanza de las teorías de la evolución.

El creacionismo, inspirado en dogmas religiosos, asegura que la Tierra y los seres vivos proceden de un acto de creación divina. Los movimientos antievolucionistas, como el diseño inteligente, luchan por sustituir con sus teorías las clases de biología evolutiva en las escuelas de Estados Unidos, con significativas victorias, especialmente en el sur.

Sus campañas pueden ser sofisticadas y masivas. Harunyahya.com, uno de los enlaces de darwinismrefuted, distribuyó este verano por iniciativa de su fundador —un escritor turco llamado Adnan Oktar— un Atlas de la creación, una lujosa edición de 800 páginas a todo color, a científicos de todo el país, así como a miembros del Congreso estadounidense, para denunciar la crisis de la teoría de la evolución.

saludos el sultán

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Sultan

Mensajepor Sultan » Vie 18 Ene, 2008 7:56 pm

Esto es parte de mi segundo mensaje en este foro
“”””””””En Francia los neocon (teoría de la creación) han hecho un parque jurásico o algo asín, asegún estos personajes y la Biblia, el mundo se creó en una semana hace unos 5 000 años.
En dicho “parque” los hombres y los dinosaurios viven juntos. Dicen que los científicos se equivocan con el rollo de los fósiles, que no se pueden afirmar al 100% la edad de los mismos, por lo tanto, la Biblia dice la verdad.
La Biblia y los creacionistas MIENTEN. No es necesario ninguna prueba carbono para demostrar lo mentirosos que son… jajajajajajajajajajajaj.
Señores de la mentira por mas que la repitan un millón de veces, mentira se queda (a no ser, claro está, en la manada de ignorantes y analfabetos)
Señores creacionistas lo que demuestra sus mentiras no es la edad de los fósiles, sino, como están colocados… vamos, que es cierto al 100%, no hay tu tía, los dinosaurios no vivieron con los hombres.
¿A que viene esto?, sencillo , rollito gringo, pensamiento neocon, se construye una “verdad” en base a una mentira inicial.
La teoría de la conspiración está desarrollada en una mentira inicial TITADINE CON CORDON DETONANTE.””””””””

"Los eslabones de Darwin no existen"
'Público' sigue junto a un científico la conferencia en que el doctor Tom Woodward rebate las teorías evolucionistas
"Cómo se explica la aparición de fósiles marinos en alta montaña?" Turno de preguntas tras la primera conferencia del doctor Tom Woodward en Barcelona rebatiendo los postulados de Darwin sobre la evolución.
Woodward no ha querido defender en su discurso la teoría del creacionismo, porque sólo pretende "poner en evidencia los conocimientos actuales que ponen en tela de juicio el darwinismo". Y responde a la pregunta: "Existen dos teorías: la de que se debe a movimientos de rocas a lo largo del tiempo, o aquella en la que yo creo, que es la del Diluvio Universal". No se oye ningún murmullo en la sala de la Fira de Barcelona donde

Pero vayamos por partes. Presenta la conferencia Antonio Martínez, oftalmólogo y miembro de la Asociación de Médicos y Cirujanos por la Integridad Científica (PSSI en sus siglas en inglés), organizadora de la gira por España de este movimiento antievolucionista que ha cuajado con fuerza en algunos sectores de Estados Unidos. "Nos hemos planteado la idoneidad del darwinismo clásico en el que fuimos educados", dice Martínez, para abrir boca.

Alguien no está de acuerdo. Alfonso Peres, un científico inquieto, ha venido para comprobar qué razones esgrimen, pero conforme Woodward avanza en su ponencia, lo van invadiendo los nervios. "Es un debate vano", me dice, con educación, en voz baja. "No hablan desde un punto de vista científico. Podríamos estar dándole vueltas a esto tres años y no avanzaríamos nada".

Woodward sigue con su discurso: "Los eslabones que propone Darwin no existen. La aparición humana fue abrupta, súbita, porque no hay restos que certifiquen ninguna evolución". Afonso se pellizca la barbilla, incrédulo: "Los registros fósiles no deben probar nada, no son una biblioteca", comenta. "Hay lo que hay. No se puede reconstruir un periódico entero con sólo dos trozos de páginas rotas..."

Mezcla de conceptos

Woodward explica ahora que el propio Darwin admitía fallos en su teoría y rebate las tesis de la mutación genética aleatoria como base de evolución alguna. "No puede decir eso", se queja el científico evolucionista. "Está mezclando lo que decía Darwin con las teorías neodarwinistas: Darwin nunca habló de mutación y no conocía ni el ADN ni el genoma..."

"El origen de la vida de Darwin...", habla Woodward. "No, no, no", rebate Alfonso. "Darwin nunca habló del origen de la vida, lo veía demasiado complicado y en su época [mediados del siglo XIX] no tenía medios para estudiarlo. Siempre fue consciente de que su teoría presentaba fallos".
Pero lo que más indigna a Alfonso es el tono de la conferencia. "Venía a ver qué tipo de argumentos aportan en su discurso y me quedo tranquilo. Lo que me preocupa es que veo mucha mala intención", me explica. " Expone cuestiones confusas, muchas medias verdades que me temo que no provienen de la ignorancia sino de las ganas de confundir".
Claro que no todos coinciden con Alfonso. Al contrario, en la sala se le ha escuchado con mucho interés. Miquas, un joven estudiante de medicina, agradece las explicaciones de Woodward. "Se da por sentada la teoría de la evolución. Yo soy cristiano y mi fe me lleva a compartir las tesis creacionistas, que no están demostradas como tampoco lo están las tesis contrarias".

Materia creada por Dios

Otros asistentes, como Marcel y Cecília, evangélicos practicantes, dicen todo lo que Woodward no quiso decir: "Creemos que somos materia creada por Dios, con sentimientos, espíritu e inteligencia que nos distingue de los demás animales". Así de claro lo tienen. El hombre parece dispuesto a aceptar que en vez de un diluvio se produjo un corrimiento de tierra a partir de terremotos. "Qué dices terremotos, fue un diluvio y ya está", le espeta indignada su mujer.

Al final todos se van contentos a casa. La mayoría han escuchado lo que querían, que el hombre no viene del mono de Darwin. Y es que las verdades a veces escuecen demasiado.

Bueno yo ya me los veía aterrizar, son del rollito pepon, vamos… neocon (por decirlo suave)… también niegan el cambio climático.
Discutir con la fe , es inútil… están ciegos. Mejor es seguirles la corriente.
Entonces me pregunto y pregunto El Noé ¿era un chapuzas?
Cuando el diluvio universal, calculó mal el tamaño de la barca… y decidió hacer el mismo la selección natural… animales como el mamut o mayores se quedan en tierra.
Luego de cuarenta días el agua comienza a retirarse, creando terremotos y corrimientos de tierra, esto provoca que la osamenta se seleccione naturalmente por tamaño y especies fosilizándose en una especie de biblioteca natural, donde los fósiles están perfectamente ordenados, ni juntos ni revueltos… como dios y los gringos, mandan.

saludos el sultán

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Invitado

Mensajepor Invitado » Dom 20 Ene, 2008 12:50 am

IER YANES - Madrid - 18/01/2008 21:31


“Este libro de texto contiene material sobre la evolución. La evolución es una teoría, no un hecho, relativo al origen de las cosas vivas. Este material debería ser abordado con la mente abierta, cuidadosamente estudiado, y considerado críticamente”. Los escolares del condado de Cobb, en Georgia (EEUU), encuentran esta frase en su libro de texto de Biología, impresa sobre una pegatina orlada de negro como si tuvieran entre las manos un peligroso cartucho de dinamita o, aún peor, un paquete de tabaco, y con la palabra “evolución” remarcada.

En el país de las advertencias anti-demanda, donde los mecheros explican que debe retirarse el dedo del pulsador del gas antes de echar el encendedor al bolsillo, no resulta tan extraño encontrar estos famosos disclaimers en todo objeto de uso cotidiano. Esta admonición en particular es el fruto de una corriente de pensamiento que cuenta con numerosos adeptos en la primera potencia científica del mundo. Quienes la suscriben afirman que el mundo se creó en seis días, tal como cuenta el libro bíblico del Génesis; que hace unos 6.000 años Dios anestesió a Adán para arrancarle una costilla con la que modelarle una compañera para su solaz y esparcimiento; que un ingeniero naval autodidacta de nombre Noé armó un Titanic de madera y repartió pasajes a todo bicho viviente –excepto a los dinosaurios–; y que una gota fría de inusual virulencia modeló valles y montañas tal como hoy los conocemos. Son los creacionistas.

El movimiento no es un fenómeno nuevo, como tampoco es tan vieja la aceptación de los principios de evolución y selección natural. La publicación de El origen de las especies por Charles Darwin no fue un súbito arrebato de iluminación, sino un estudio exhaustivo y sistemático sobre un concepto, el de evolución, que ya surgió de forma rudimentaria en la Grecia clásica. Pensadores como Tales de Mileto, Anaxímenes o Anaximandro intuyeron un gradualismo en la aparición de los seres vivos. El tercero incluso se atrevió a sugerir que los humanos procedían de alguna otra clase de animales. Todavía por entonces se postulaba que la materia bruta de la vida era el agua o el aire, y no fue hasta 1859 que el francés Louis Pasteur invalidó la teoría de la generación espontánea, desterrando la idea de que los pulgones nacían de las gotas de rocío, o que la carne en descomposición creaba larvas de mosca.

Ese mismo año aparecía la obra crucial de Darwin, añadiendo un adoquín a la senda para entender el mapa del universo biológico. El inglés se apoyaba en las propuestas de otro pionero, Alfred Russell Wallace, descubridor de la idea de selección natural, refutando al tiempo la hipótesis del francés Jean-Baptiste Lamarck, quien afirmaba que la variación de los organismos era adaptativa; por ejemplo, que la jirafa tenía el cuello largo porque sus antepasados habían estirado la cabeza para alcanzar las copas de los árboles.

Darwin, objeto de escarnio

La obra de Darwin fue ridiculizada desde el primer momento. Un caso clásico español es la etiqueta del Anís del Mono, propiedad del empresario de Badalona Vicente Bosch, que se burló de las teorías del naturalista inglés plasmando su efigie sobre el cuerpo de un simio antropoide. El darwinismo no fue dogma de fe; a lo largo del tiempo las debilidades del bosquejo teórico debieron enfrentarse a la crítica científica, que aportó nuevas hipótesis para encajar un paradigma. Un ejemplo es el equilibrio puntuado de Niles Eldredge y Stephen Jay Gould, enunciado en 1972, que resolvía la escasez de formas transicionales en el registro fósil –uno de los más prominentes peros al darwinismo– proponiendo que la evolución avanzaba a grandes saltos.

En el periodo transcurrido desde 1859 hasta el siglo XXI, la teoría de la evolución no se ha preservado como una escuela de ateísmo fundada por la figura inamovible del barbudo de gesto severo, sino que ha madurado como un magnífico ejemplo de esfuerzo científico colaborativo que ha picado de las leyes de la herencia formuladas por el monje austro-checo Gregor Mendel, del descubrimiento del ADN y de muchas otras disciplinas; y donde detrás de un corpus científico armado por términos como neodarwinismo, genética de poblaciones o evolución molecular, Darwin ocupa el lugar del abuelo: venerable, pero ya superado.

España ocupa el puesto 9 de 34 países en grado de aceptación de la evolución; EEUU, el 33

A pesar de ello, no es otro sino el naturalista inglés quien ha permanecido como diana preferente del pimpampún acientífico. En la década de 1920 las críticas al darwinismo cuajaron en la forma moderna del creacionismo, movimiento arraigado en grupos fundamentalistas cristianos de EEUU que lograron minar la enseñanza de la evolución en las escuelas de aquel país hasta la década de 1960. Una sentencia judicial en 1975 dictó que la intrusión del creacionismo en las clases de Ciencia violaba el precepto constitucional de separación entre Iglesia y Estado, a lo que los creacionistas respondieron fundando la Ciencia de la creación, a saber, un motete pseudocientífico para escurrirse en las aulas. Nueva demanda en 1987, y nueva prohibición. Y nueva salida: los creacionistas se refundaron a sí mismos en el llamado Diseño Inteligente (DI), especulación presuntamente despojada de connotaciones religiosas y basada en algo denominado la complejidad irreducible de los organismos, lo que para los defensores del DI demuestra que los seres vivos responden al plan de un diseñador inteligente que, aclarados los términos, no es otro sino el ente anteriormente conocido como Dios.

Así, hasta hoy. En 2005 una tercera sentencia judicial, en Pensilvania, expulsó el DI de las clases de ciencias, pero el creacionismo y sus encarnaciones no se han amilanado. Un estudio publicado en 2006 en la revista Science revelaba que el porcentaje de estadounidenses que aceptaban la evolución había descendido del 45% en 1985 al 40% en 2005. El 39% rechazaba la evolución abiertamente, aunque descendiendo también desde el 48% de 20 años antes. En este estudio comparativo de 34 países, EEUU ocupaba el penúltimo lugar en aceptación de la evolución, sólo por delante de Turquía, mientras que España alcanzaba un honroso noveno puesto, por delante de Alemania o Italia.

Aunque la literalidad del Génesis sólo es defendida por el grupo más recalcitrante, el aparente recrudecimiento de las varias versiones del creacionismo es más que una sensación. En varios Estados de EEUU Darwin es casi un proscrito; en Florida, hasta ahora, el programa educativo de Ciencias ni siquiera mencionaba la palabra evolución; el presidente George Bush hace guiños al DI –en 2005 defendió su enseñanza tête à tête con el evolucionismo–; y uno de los candidatos republicanos a las elecciones del próximo noviembre, Mike Huckabee, es creacionista confeso. En un debate en 2007, declaraba: “Si alguien quiere creer que desciende de un primate, mejor para él”.

Luz madrileña en las tinieblas

Este rebrote ha llevado a la Academia Nacional de Ciencias de EEUU (NAS) a publicar un libro, una versión revisada y extendida de una obra divulgativa lanzada en dos ocasiones anteriores. Bajo el título Ciencia, evolución y creacionismo, sus páginas exponen los argumentos que diferencian la teoría científica de la creencia basada en la fe. El libro se dirige al público en general, pero en especial a educadores y educandos, ya que el postulado que subyace es que “no tiene por qué haber conflicto entre las pruebas de la evolución y la creencia en Dios”, ya que “ciencia y religión conciernen a diferentes aspectos de la experiencia humana”; “la fe religiosa no se puede rechazar por evidencia empírica”.

Son palabras del cerebro privilegiado detrás de todo ello, el de un madrileño afincado en EEUU desde 1961. Francisco J. Ayala es uno de los científicos evolucionistas más prominentes del mundo. Ha presidido la American Association for the Advancement of Science (editora de la revista Science), fue asesor del ex-presidente Bill Clinton y actualmente compagina sus clases con una campaña a favor de la investigación con células madre embrionarias y con una activa defensa de la enseñanza de la evolución. Y aunque un último dato no sea necesario para justificar su papel como director del panel que firma el libro de la NAS, sí le hace doblemente idóneo para aventurarse con la antorcha de la razón en la caverna del creacionismo: en su juventud fue sacerdote dominico. Pero si esto le postula como el mejor candidato para acercar la ciencia a los sectores ultrarreligiosos, también podría causar el efecto contrario, convirtiéndole en un renegado.

Francisco J. Ayala: «Ciencia y religión son experiencias diferentes y no son incompatibles»
“Los creacionistas consideran renegados a todos los católicos”, explica Ayala a Público en conversación telefónica; “son, junto con los científicos, quienes más les disgustan”. La afirmación de Ayala hace referencia a que la Iglesia católica acepta el darwinismo y se ha desmarcado del DI. “En EEUU quienes defienden el creacionismo son sobre todo los evangélicos, pentecostales y adventistas del séptimo día, que forman más de un 25% de la población. Hay que tener en cuenta que un 88% de la población se considera muy religiosa y un 65% asiste semanalmente a los servicios. En realidad hay sólo media docena de autores que escriben sobre creacionismo y DI, pero son poderosos porque cuentan con muchos fondos de apoyo”, dice Ayala.

Aunque se abstiene de detallar sus creencias actuales, ha acumulado experiencia sobre esta falsa dicotomía entre ciencia y religión. “A mi universidad [la de California en Irvine] llegan estudiantes católicos con esta presunta idea de oposición entre ambas cosas. Yo les digo: ve a preguntar a tu sacerdote. Después vuelven aliviados, dándome la razón. En cambio a los evangélicos, por ejemplo, sí les obligan a elegir. Y cuando estudian ciencia, normalmente acaban perdiendo su religión”.

El fundamentalismo cristiano no es el único que sostiene mitos de creación. “Surge con fuerza en el mundo musulmán, promovido desde Turquía por un millonario”, apunta Ayala. Y ahora que los creacionistas desembarcan en Europa –esta semana se abrió un ciclo de conferencias sobre DI en Barcelona–, el científico insiste en que “la única manera de combatir al creacionismo es la educación”. “Y en eso tienen un papel necesario ustedes, los medios, que a veces dedican más espacio al horóscopo que a la ciencia”, concluye.

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Invitado

Mensajepor Invitado » Dom 20 Ene, 2008 12:55 am

Entonces me pregunto y pregunto El Noé ¿era un chapuzas?
Cuando el diluvio universal, calculó mal el tamaño de la barca… y decidió hacer el mismo la selección natural… animales como el mamut o mayores se quedan en tierra.
Luego de cuarenta días el agua comienza a retirarse, creando terremotos y corrimientos de tierra, esto provoca que la osamenta se seleccione naturalmente por tamaño y especies fosilizándose en una especie de biblioteca natural, donde los fósiles están perfectamente ordenados, ni juntos ni revueltos… como dios y los gringos, mandan.


Quienes la suscriben afirman que el mundo se creó en seis días, tal como cuenta el libro bíblico del Génesis; que hace unos 6.000 años Dios anestesió a Adán para arrancarle una costilla con la que modelarle una compañera para su solaz y esparcimiento; que un ingeniero naval autodidacta de nombre Noé armó un Titanic de madera y repartió pasajes a todo bicho viviente –excepto a los dinosaurios–; y que una gota fría de inusual virulencia modeló valles y montañas tal como hoy los conocemos. Son los creacionistas.


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Carlos

Mensajepor Carlos » Jue 07 Feb, 2008 9:53 am

Si se busca un debate sobre el creacionismo, hay que empezar por hablar a la misma altura que la teoria de la evolucion y no criticando las creencias de los demas, burlandose de ellas y tachando de estupidos e ignorantes a los que tienen otra opinión.

Aclarado este punto, decir que la teoria de la evolucion es eso, una teoria y no un hecho, que consiste en microevolucion (pequeños cambios en una especie) y macroevolucion (cambio de una especie a otra). Se supone que la macroevolucion ocurre después de millones de años, aunque nunca se ha visto. Lo que si se ha visto es la adaptación y los limites en la estructura genetica, o lo que es lo mismo, la incapacidad de producir los cambios geneticos necesarios para transformar una especie en otra.
En los ultimos 15 años se han reunido pruebas que apoyan la teoria de la creación instantanea.
¿Habeis oido hablar de los halos de polonio? El hallazgo de polonio 218 en un halo sin que aparezca tambien el halo de uranio parece indicar que la roca fundida se solidifico dentro de los 30 minutos de la formacion del polonio 218, y como la unica fuente conocida de polonio 218 es la desintegracion del uranio, la unica fuente aparente de ese polonio sería la creacion directa.
La situacion se pone más interesante con los halos de polonio 214. La vida media del polonio 214 es de 164 millonesimas de segundo. Esto significa que la roca tuvo que haberse enfriado en menos de una milesima de segundo despues de la creacion del polonio 214. No existe ningun proceso natural que pueda enfriar y solidificar una roca con tanta rapidez.

En la teoria de la evolucion solo se ha demostrado cientificamente que las especies evolucionan, no la parte que cuestiona o niega por completo la existencia de un creador sobrenatural. Sin embargo, y a pesar de que no ha sido comprobada y es practicamente imposible hacerlo utilizando el metodo científico, debemos creer que la vida se origino desde una sopa primigenia inerte de la que surgio el primer organismo vivo, que con el paso del tiempo muto para generar todas las especies que conocemos hoy. Creer en eso, según ustedes, es ser mas inteligente.

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Sultan

Mensajepor Sultan » Jue 07 Feb, 2008 3:53 pm

Si se busca un debate sobre el creacionismo, hay que empezar por hablar a la misma altura que la teoria de la evolucion y no criticando las creencias de los demas, burlandose de ellas y tachando de estupidos e ignorantes a los que tienen otra opinión.




Hola carlos yo busco cualquier debate científico (para eso contamos con la máxima autoridad científica que anda por la red).
En cuanto al polonio… no se que quieres decir ¿? Pero estoy seguro que alguien ha parado las orejas.
Como es un debate muy amplio, para que vamos a discutir la teoría de los demás, cuando mi teoría de los COME MIERDA PLAYEROS (que tuvo mucho éxito años atrás) está siendo validada por science y la genética.
Te cuento la historia del hombre… a mi me la contó un indio gualichero cuando era gurí grande, y yo me burlé de el… pero el loko me la metió doblada y junto con el Darwin me hicieron razonar.
Me preguntó para donde iba y yo le dije al viejo mundo, mas allá del mar.
No entendía lo de viejo mundo y mas o menos se lo expliqué como pensaba que era (o como los “europeos” creemos que fue) que era nuevo mundo no solo por Colon, sino, porque el hombre apareció en África, conquistó el viejo mundo y luego pasó a América.
El gualichero se puso como loco, me dijo de todo menos que era guapo, me dijo que el hombre venía del agua y la playa (vamos la rivera, ya sea mar o rios) una panzada de reír y el aguardiente hizo el resto… pero me dio tiempo a preguntarle como lo sabía, me dijo que lo soñó.
En cuanto llegué a Europa, me di cuenta que el indio gualichero decía la verdad o al menos no iba desencaminado en cuanto que el hombre mas o menos llegó a América y Europa al mismo tiempo CUANDO SE LES ACABÓ LA PLAYA.

LA HISTORIA DEL HOMBRE
Un bicho amonado se bajó de los árboles por los grandes lagos africanos y un grupo encontró refugio y alimentos en el mar Rojo, en la playa.
Hace unos 100.000 años perdió el pelo (y el rabo) y ya había conquistado el litoral del mar Rojo, la comida era abundante, la mierda de la playa (lo que tira el mar) mas moluscos y esos bichos (aún no sabían pescar).
Cuando los alimentos comenzaron a escasear, en lugar de evolucionar (conquistar nuevos ecosistemas) aplicaron la ley de la naturaleza, la del mínimo esfuerzo (la evolución gasta mucha energía).
Como había mucha playa (alimento, refugio) siguieron conquistando playa primero la península Arábica y el cuerno de África, para el Mediterráneo y Europa no podían pasar (clima extremo, glaciares, vamos… inhóspito) seguían conquistando playas y cuando estas se acabaron siguieron con las islas y los valles con grandes con ríos.
En su búsqueda de playas cruzaron el estrecho de Bering y siguieron por las playas de América.
Al mismo tiempo el hombre comenzó a evolucionar y conquistar nuevos ecosistemas llegando a Europa por el este y por las playas del mediterráneo que el clima había mejorado.
También había aprendido a navegar y se pegaba sus viajes a América del Sur y Australia.
Esa es mas o menos la historia resumida del hombre vamos diríamos EVOLUCION.
Tenía razón el indio gualichero, no hay viejo mundo, ni nuevo mundo, sino, de un bicho playero que cuando se quedó sin habitat, vamos sin “medio” se lanzó a la conquista del mundo mas o menos de forma espontánea.
Vamos mas o menos …que el hombre llegó a América y a la “vieja” Europa por un tiempo y el rollito de la conquista es de las playas al interior de los continentes y no de un continente a otro.
Primero playas y cuando se acabaron, fueron a América y a la mesopotamia y grandes valles para luego pasar al interior de los continentes.
Mas o menos, al mismo tiempo como civilización espontánea.
La verdad es la verdad dígala Agamenón, su porquero o el sultán de urotero.

Saludos el sultán

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Carlos

Mensajepor Carlos » Vie 08 Feb, 2008 5:42 am

Es posible que no me haya explicado bien porque al parecer no has entendido nada, o tal vez prefieres seguir burlandote de los "ignorantes". Los radiohalos de Polonio demostrarian la creación instantanea y hasta la fecha, ningun cientifico ha sido capaz de contradecir los hallazgos del doctor Robert Gentry, ninguno de los mejores expertos en la materia han podido encontrar una falla en sus investigaciones. Para ellos es un "pequeño misterio que sencillamente no podemos explicar".
La teoría de la evolucion esta llena de agujeros por todas partes, no han sabido explicar o demostrar como se produjo la generacion espontanea, tampoco existe el eslabon de ninguna especie que demuestre la mutacion que experimento a lo largo de millones de años, asi que no entiendo por que debemos creer ciegamente en una teoria y desechar las demas.
Me gustaria que vieran este video donde queda claro que el creacionismo no es solo una cuestion de fe, sino que por el contrario, existen gran cantidad de pruebas y datos cientificos que lo avalan.


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Sultan

Mensajepor Sultan » Vie 08 Feb, 2008 3:25 pm

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A ver Carlos, yo no me burlo de los ignorantes, mas bien, me burlo de la gente como vos, milongueros.
Un científico encuentra en el granito unas partículas con un comportamiento extraño, como los demás científicos no saben dar una explicación … el científico y los mamarrachos dicen que es la prueba que confirma su teoría, pasando de otras miles de pruebas que dicen lo contrarió.
Asegún vos y los creacionistas las montañas se hicieron en menos de treinta segundos.
Acá te pongo una prueba de lo milongueros que sois.( y no se necesita microcopio nuclear para poder vicharlo)
Esos pliegues (acordeón) en el granito, no lo hizo dios, es mas, en estos momentos se está haciendo.
Cuando un continente o masa continental choca con otra la piedra se arruga formando acordeones… en otras palabras montañas…….. y esto no se hace en 30 segundos ni en unos pocos miles de años.
Luego mas adelante les pondré el sentido inverso … como las montañas desaparecen... y eso tampoco se hace en 30 segundos…. por mas que dios tenga rayo lazer y esas pijadas.

saludos el sultán

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Sultan

Mensajepor Sultan » Sab 09 Feb, 2008 10:13 pm

Bueno, aprovechando lo de nuevo y viejo mundo, que mosqueó tanto al gualichero, les pongo un ejemplo de montaña haciéndose (creciendo) y de montaña palmando. (decreciendo) y todo esto en el “nuevo mundo”.
Poniendo como ejemplo América, tenemos que el continente se desplaza hacia el oeste, chocando con la placa oceánica, haciendo que todo el litoral del pacífico se arrugue, creando las montañas que están en pleno esplendor y creciendo.
Por el contrario en la zona atlántica las montañas están palmando, decreciendo por los fenómenos climáticos y meteorológicos, y al no tener presión dejaron de crecer.
Ejemplo de volcán joven y poderoso Cotopaxi (Ecuador) y de volcán muerto, que ya cagó fuego vamos su último fuego, ya duerme para siempre su sueño el otrora poderoso y temido volcán (pero me imagino que sería poderoso y temido por los cañones que lo adornan) Monte sexto dirección este oeste.(Uruguay)
Y todo esto no se hace en treinta segundos.
saludos el sultán
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no entiendo

Mensajepor no entiendo » Sab 09 Feb, 2008 10:21 pm

Y todo esto no se hace en treinta segundos.


¿que demuestra que no se haga en 20 segundos?

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Invitado

Mensajepor Invitado » Sab 09 Feb, 2008 10:34 pm

las piedras.
se están haciendo.
saludos el sultán

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no entiendo

Mensajepor no entiendo » Sab 09 Feb, 2008 10:49 pm

quien esta haciendo las piedras? ellas mismas? son inteligentes?

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Invitado

Mensajepor Invitado » Sab 09 Feb, 2008 11:14 pm

No, no son inteligentes... las leyes de la naturaleza.(o de la madre tierra, pacha mama)
por la presión, la piedra en estado liquido(de las entrañas de la tierra) empuja y crece al solidificarse, también lo hace de forma violenta como es el caso de los volcanes activos.
Nada se crea, nada se destruye, todo se transforma.

saludos el sultán




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