Letizia ya tiene la última carta de Érika Un mes después de la trágica desaparición de su hermana Érika, Letizia ya tiene en su poder la carta que la infortunada joven le escribió en la que, según fuentes de la investigación de las que se hizo eco El País en su edición del 4 de marzo, explica la difícil última etapa de su vida. A pesar del impacto emocional que supone recibir un mensaje de este calibre, también contribuye a entender en parte lo sucedido.
Érika era una mujer joven, con una hija preciosa, se había enamorado de nuevo y tenía un buen futuro por delante. No parecía que hubiera razones para su bajísimo estado anímico y de ahí la angustia y también la desesperación de sus familiares más directos que, abatidos por la pena, se preguntaban una y otra vez ¿por qué?
Sólo para los suyosComo se recordará a primera hora de la mañana del 7 de febrero, cuando Roberto García descubrió el cuerpo sin vida de su novia, el suceso pasó a manos del juez, quien se incautó todas las pruebas que se recogieron en el piso donde vivía Érika.
Ya entonces se dijo que se habían encontrado cinco cartas y se pensó que Érika habría dirigido una de ellas al juez y las otras a sus familiares.
Sin embargo, el periodista Jesús Duva publicaba en el diario El País que no había tal misiva para el magistrado, sino que la hermana pequeña de la princesa de Asturias había escrito a sus padres, Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano, a sus hermanas Letizia y Telma, y al padre de su hija, Antonio Vigo, a quien le corresponde cuidar de la pequeña Carla, quien con sólo seis años necesita una especial atención para asumir, con las explicaciones adecuadas para su corta edad, que mamá ya no está con ella.
No han trascendido detalles sobre el contenido de las cartas, aunque lógicamente estarán cargadas de emoción y son ya un tesoro de valor incalculable para los suyos.
Cuando Letizia se ha encontrado entre sus manos con las últimas palabras de su hermana pequeña, la conmoción habrá sido inevitable.
Se querían entrañablemente y cabe pensar que, a lo largo de estas terribles cuatro semanas, la Princesa habrá repasado una y otra vez los últimos encuentros con Érika, buscando un gesto o una palabra reveladora del verdadero estado anímico de su recordada hermana.