Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio

Las últimas noticias de la Realeza. Monarquía vs. República
¿Cuánto reinarán Felipe VI y Letizia?


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Mensajepor Invitado » Vie 20 Mar, 2020 2:09 am


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Mensajepor Invitado » Vie 20 Mar, 2020 1:05 pm

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¿Dónde pasan la cuarentena Juan Carlos y Sofía? La respuesta de Casa Real

Es uno de los grandes enigmas de la crisis que ha provocado el coronavirus, que interesa aún más resolver tras el escándalo de las cuentas opacas del Rey emérito y la drástica decisión de don Felipe


Son muchas las preguntas que están sin respuesta sobre la Casa Real, no solo por la crisis que ha provocado en toda Europa el Covid-19, sino porque en nuestro país se ha unido a las informaciones que vinculan a don Juan Carlos a varias cuentas opacas en el extranjero y la decisión drástica que tomaba el rey Felipe para desmarcarse de él, eligiendo convenientemente el domingo por la noche para informar a los ciudadanos vía comunicado, en un momento -muy criticado- en el que toda la atención mediática estaba centrada en los estragos que está causando el coronavirus.

Y una de esas preguntas que no tienen aún respuesta -ni visos, en principio, de tenerla- es dónde se encuentran confinados el rey Juan Carlos y la reina Sofía. Un misterio que, en el caso del Rey emérito, tiene una especial relevancia. Desde Vanitatis hemos querido seguir los cauces oficiales para poder confirmar si ambos se encuentran confinados en el palacio de la Zarzuela, tal y como tendrían que hacer, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Y la respuesta, además de ser tajante, nos deja con las mismas dudas: "No disponemos de esa información".

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on Juan Carlos y doña Sofía, en el funeral de Jean de Luxemburgo.

Unas palabras que nos sorprenden, ya que tanto don Juan Carlos como doña Sofía siguen perteneciendo a la Casa Real, por lo que la información de dónde se encuentran debería estar a disposición de todos los ciudadanos, al igual que tenemos la de la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, quienes están confinadas en el llamado Pabellón del Príncipe, su residencia habitual, situada a un kilómetro del palacio de la Zarzuela.

De quien podemos tener una idea más clara es de la madre de Felipe VI, quien acudía el 6 de marzo a la iglesia del Cristo de Medinaceli. Ya entonces las autoridades sanitarias aconsejaban extremar las precauciones y no viajar, por lo que es muy poco probable que se encontrara en otro lugar que no fuera la capital cuando se decretó el estado de alarma.

Ahora bien, la situación del rey Juan Carlos es distinta. La últimas fotografías que hay de él datan del 27 de febrero en el Bernabéu. Una fecha en la que veíamos el coronavirus como algo bastante lejano que no iba a afectar al día a día de los españoles, por lo que podría haber salido de Madrid y estar en algunos de los varios refugios que tiene a su disposición, no solo en nuestro país, sino también en el extranjero. Por eso, sería muy importante que Zarzuela informara de dónde se encuentra, para tranquilidad del país.

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Última imagen del rey Juan Carlos, el pasado 27 de febrero en el Bernabéu.

Desde Vanitatis sí hemos podido descartar que don Juan Carlos se encuentre en su refugio gallego, la casa que su amigo Pedro Campos tiene en Sanxenxo. Allí, el Rey emérito dispone de una habitación, en la que se instala en época de vacaciones y regatas. Pero, además de que la regata programada para el pasado fin de semana, a la que estaba previsto que asistiera, se suspedía unos días antes, la casa permanece cerrada y sin ningún movimiento que indique que hay algo de vida en su interior.

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El rey Juan Carlos, el verano pasado en Sanxenxo.

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Mensajepor Invitado » Sab 21 Mar, 2020 3:21 am

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EL PERDÓN DE DOÑA SOFÍA A SU MARIDO CON EL QUE PERJUDICA A LA CORONA. Desplantes continuados a lo largo de su reinado, amantes, Botswana, Corinna... Después de tanto tiempo distanciados, la reina emérita sorprendía este año mostrando su apoyo público a su marido. Justo cuando Felipe VI conocía ya las cuentas opacas de su padre en el extranjero


...Y DOÑA SOFÍA
PERDONA AHORA

Mientras el Rey Felipe, tras enterarse de que era beneficiario de una cuenta opaca de su padre, trazaba el mayor ‘cordón sanitario’ contra Juan Carlos I, la emérita se prodigaba feliz y en público con él, después de años distanciados.

EDUARDO ÁLVAREZ


EN NINGUNA INSTITUCIÓN son tan relevantes los gestos y lanzan tantos mensajes sus integrantes a través del lenguaje no verbal como en la Corona. De ahí que sorprenda la actitud de la Reina Sofía a lo largo del último año ahora que cabe reinterpretarla desde una nueva óptica, la que ofrecen las explosivas revelaciones que han provocado un tsunami en Zarzuela.

El pasado 6 de marzo, cumpliendo con una tradición de la Familia Real española, le tocó acudir a la madrileña Basílica de Jesús de Medinaceli. La preocupación por el coronavirus, todavía algo tibia, privó a los fieles del besapiés de rigor, pero ella pudo rezar ante la venerada imagen. Llegó y salió del templo exhibiendo una gran sonrisa. A pesar de la que estaba cayendo. Desde hacía días los Borbones estaban en las portadas de periódicos de medio mundo ya que se vinculaba por primera vez con documentos a Don Juan Carlos con dos cuentas millonarias radicadas en paraísos fiscales. Corinna Larsen, su ex amante, había sacado la artillería pesada de su venganza aireando que nuestro ex Jefe del Estado les había donado 65 millones de euros a ella y a su hijo mientras aún reinaba.

La sonrisa de Doña Sofía podía formar parte de esa extraordinaria “profesionalidad” que su esposo le reconoció –sin que a ella le hiciera mucha gracia el elogio– y que tanto han valorado siempre los españoles. Una reina lleva la procesión por dentro. Así es y así debe ser, aprendió Sofía desde pequeña. Hija, nieta, hermana de reyes... Conoce de sobra su oficio y sus servidumbres. Lo que hoy llama la atención es que en esa aparición pública, igual que en otras recientes, luciera su alianza de compromiso. Ese anillo que dejó de ponerse en los tiempos en los que Don Juan Carlos y Sofía no podían ni verse.

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Los Eméritos, en febrero, en la capilla ardiente por Plácido Arango.

Luciendo el anillo, Doña Sofía parecía querer decir a los cuatro vientos que respaldaba a su marido, que confiaba en él. Se ponía de su parte. No en vano, la Emérita hacía más de un año que le había perdonado. Después de duras etapas de incomunicación total, de humillaciones públicas por parte de él, aceptó la reconciliación personal que le pidió el ex Monarca, ya en su ocaso.

El perdón de Doña Sofía se produjo poco antes del 80º cumpleaños del Emérito, el 5 de enero de 2018. A los pocos meses empezaron a exhibir una renovada cordialidad que no pasó desapercibida. “Estoy mejor que nunca con Juanito”, reconoció feliz la madre de Don Felipe a un antiguo colaborador de Zarzuela, tal como reveló en exclusiva LOC el pasado agosto.

Pero ahora ese perdón, esas muestras de apoyo públicas... no se entienden y perjudican a la Corona. Porque Doña Sofía no podía estar ajena al gran daño que el Emérito había causado a su hijo Felipe VI desde el momento en el que éste conoció, en marzo del año pasado, que, junto a sus hermanas, aparecía sin su consentimiento como beneficiario de al menos la fundación panameña Lucum, que habría recibido 100 millones de dólares en 2008 de la casa real saudí, y por la que el Emérito está en el punto de mira de la Fiscalía Anticorrupción suiza, tal como adelantó el diario británico The Telegraph.

Según el durísimo comunicado de la Casa del Rey del pasado domingo que condena al ostracismo al Emérito, Don Felipe, de inmediato, trasladó los hechos a las autoridades correspondientes y emprendió los trámites notariales para desvincularse de cualquier cuenta offshore de su padre. Éste, a la desesperada, 11 días después de que los abogados de la peligrosa ex princesa mandaran sus documentos explosivos a Zarzuela, se reunió en Londres con ella para intentar un pacto de no agresión mutuo que, como sabemos, no fructificó.

No quedó ahí la cosa. Cabe recordar que, semanas después, en mayo, Zarzuela anunció la jubilación de Don Juan Carlos, que se materializó el 2 de junio. Desde ese día, dejaba de formar parte de la agenda institucional. Se ignoraba entonces que Don Felipe había decidido apartarlo, consternado por el irreparable daño causado.

Y, sin embargo, mientras todo eso ocurría en Zarzuela, como decíamos Doña Sofía se mostraba cada vez más feliz con Don Juan Carlos, casi inseparables. Es imposible no cuestionar esta actitud con lo que ahora conocemos.

La reconciliación entre los Reyes Eméritos se produjo poco antes del 80º cumpleaños de él. Llevaban varios años en los que prácticamente no se dirigían la palabra y Zarzuela se las veía y deseaba cuando tenía que programar algún acto conjunto. Antes de abdicar, Don Juan Carlos había llegado a amagar con el divorcio. Estaba loco por Corinna y no le importaban las apariencias. Los españoles conocían ya la existencia de la rubia mata hari. El Gobierno, con Rajoy al frente, pero también el jefe de la Casa del Rey y otros dirigentes políticos le hicieron desistir de la idea, que seguía siendo considerada una bomba para la estabilidad y la continuidad de la Monarquía. Don Juan Carlos veía así cómo se repetía su historia. Ya en 1992 había planteado la ruptura para poder casarse, o al menos mantener una relación no secreta, con otra de las mujeres de su vida, la mallorquina Marta Gayá. Por supuesto, se le dijo al Rey, en plena forma todavía, que no, que eso era un suicidio para la institución.

Cuando se produjo la abdicación de Don Juan Carlos, éste sentía una animadversión casi patológica hacia la consorte. De los muchos instantes de la histórica jornada de proclamación de Felipe VI el 19 de junio de 2014, es imposible olvidar el momento en el que saludaron desde la balconada del Palacio de Oriente en Madrid los cuatro Reyes. En un momento, Doña Sofía tuvo un gesto de cariño y de cercanía con su marido, consciente de lo que representaba para él abdicar. Don Juan Carlos, por su parte, fue incapaz de romper la frialdad.

En los cuatro años siguientes, apenas compartieron actos. Doña Sofía sufrió las mayores humillaciones públicas. Pero no perdió la compostura ni dejó de ejercer su labor institucional a pesar de la cascada imparable de noticias que se sucedieron, con todo tipo de detalles sobre las infinitas amantes de Rey. En especial, se supo todo sobre la relación con Corinna. Cuando entre la ambiciosa ex princesa Sayn-Wittgenstein-Sayn y el Emérito ya no quedó nada más que odio, Don Juan Carlos retomó su estrecha relación con Marta Gayá. Volvieron a convertirse en confidentes y a realizar escapadas como la que hicieron en agosto de 2017 a Irlanda, tras la invitación de su buen amigo el banquero mexicano Allen de Jesús Sanginés, que también se ha visto envuelto en escándalos fiscales. El Emérito no pisaba Marivent, donde cada verano se podía ver en qué estado de soledad se encontraba Doña Sofía, que resistía con la dignidad que podía las habladurías.

El 80º cumpleaños del Emérito, que había sufrido recientemente intervenciones médicas, desilusiones amorosas y se sentía algo solo y preocupado por su salud, reunió en Zarzuela a decenas de miembros de la extensa familia Borbón y también a familiares de Doña Sofía, como el rey Constantino, que llevaba años enfadado con su cuñado por el mal trato a su querida hermana. Aunque aquel día destacó la ausencia de la Infanta Cristina, de su marido y de sus cuatro hijos. La benjamina de los Reyes no acudió tras el veto de Zarzuela a Iñaki Urdangarin, que ya había sido condenado en primera instancia por el caso Nóos.

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SONRISAS DESPUÉS DE MUCHAS LÁGRIMAS
A los Eméritos se les vio especialmente relajados y bien avenidos el pasado 12 de mayo, en la Caja Mágica, donde disfrutaron de la semifinal entre Rafa Nadal y el griego Stefanos Tsitsipas en el Mutua Open de Madrid. Pocas semanas antes en Zarzuela había estallado el mayor de los tsunamis.


Sorprendentemente, pocos días después los Eméritos, junto a la Infanta Elena, se desplazaron a Ginebra para celebrar el 50º cumpleaños del ex duque de Palma. Estaba claro que Don Juan Carlos y Doña Sofía habían hecho las paces y se habían vuelto a unir en medio de tantas adversidades familiares. Fue aquella también la ocasión para la reconciliación de él y su yerno.

Pero nunca se había visto tan unidos a los Eméritos como el año pasado. Desde que tuvo lugar el conocimiento de Don Felipe de su inclusión como beneficiario en una cuenta opaca, sus padres se han prodigado en apariciones públicas.

En abril, se desplazaron a Alemania para pasar un fin de semana con las Infantas Elena y Cristina, y la suegra de ésta, Claire Liebaert, con el fin de animar en un partido de balonmano a uno de los hijos Urdangarin, Pablo, que entonces competía en el TUS Burgdorf, club filial del TSV Hannover-Burgdorf, en la Bundesliga alemana. Tan sorprendente como la reconciliación con su mujer resultaba el acercamiento cordial a la madre del ex duque, que ya cumplía condena en prisión.

Poco después, en mayo, se volvió a ver a los Eméritos en su salsa en Madrid almorzando primero con Rafa Nadal –en cuya boda volverían a coincidir en otoño– y después animándole en la Caja Mágica mientras disputaba un partido.

En julio, la Reina, a la que no se recordaba animando a Don Juan Carlos en las regatas desde los tiempos felices de Palma, se plantó en Sanxenxo, donde él ha tenido su guardia pretoriana estos años, y compartieron un fin de semana de regatas y de entregas de premios, prodigándose gestos de cariño.

Días después, el ex Jefe del Estado, que llevaba años sin veranear en Palma, pasó unos días con su mujer en Marivent, justo hasta que llegaron Don Felipe y Doña Letizia y el Emérito voló a Finlandia. En esa estancia especial, los Eméritos visitaron el centro deportivo de Nadal en Manacor. Don Juan Carlos ya sabía que iba a tener que ser sometido a una seria operación cardiaca a finales de agosto. Cuando se produjo, toda la Familia Real le arropó en Madrid, en especial su mujer.

Siempre juntos, acudirían también a las tristes despedidas de la Infanta Pilar, en enero, o del empresario Plácido Arango, días atrás, igual que habían hecho a la muerte de Rubalcaba el pasado mayo.

Habrá que esperar a la próxima aparición de Doña Sofía para ver si sigue llevando la alianza que le regaló Don Juan Carlos. Pero el respaldo que le ha prestado estos meses, ahora que sabemos lo que sabemos se convierte en otro boquete en la estrategia ejemplarizante que sigue su hijo, Don Felipe, él que siempre ha sido su ojito derecho.


LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO SÁBADO 21 DE MARZO DE 2020

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Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio

Mensajepor Invitado » Jue 14 May, 2020 9:49 pm


Las 4 bodas de Juan Carlos y Sofía en Atenas (en 1 solo día)

Aniversario de boda real del rey emérito Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia en Atenas, los actuales reyes eméritos de España. Se celebró en Atenas hace 58 años con la asistencia de 127 miembros de casas reales y se cumplen 58 años de aquel evento real.

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Re: Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio

Mensajepor Maritxu » Dom 17 May, 2020 4:09 pm

La tristeza de la reina Sofía: muere su primo Pablo, al que estaba muy unida


Para la reina Sofía, la muerte de Pablo supone una gran pérdida. Su relación era excelente y con él solía coincidir en muchas ocasiones durante sus habituales viajes a Londres y Grecia

ACTUALIZADO: 17/05/2020 15:53
El confinamiento de la reina Sofía se ha teñido de luto. Su primo hermano, Pablo Brandam, con el que tenía una excelente relación, ha fallecido a los 72 años.

Pablo era hijo de la princesa Catalina de Grecia, Lady Brandam , hija de Constantino I de Grecia y hermana de Alejandro I, Jorge II, Pablo I de Grecia (padre de la reina Sofía) , Elena, reina madre de Romania y la princesa Irene , duquesa de Aosta.

Aunque la muerte de Pablo se produjo el pasado 9 de mayo, no ha sido hasta este pasado sábado 16 de mayo cuando la web oficial de la Casa Real de Rumanía ha hecho pública la noticia.

"Su Majestad el Custodio de la Corona anuncia con gran tristeza el fallecimiento del primo más joven del Rey Miguel I, Paul Bandram. Hijo de su alteza real, la princesa Catalina de Grecia y Dinamarca (la hermana menor de la reina madre Elena) y de Richard Brandram, un oficial del ejército británico, Paul Brandram nació el 1 de abril de 1948 y pasó toda su vida en la ciudad de Londres, en el campo financiero y bancario. Su Majestad, Margarita y sus hermanas conocían bien al primo de su padre, que era cercano a las primeras hijas del rey, Margarita y Elena. Paul Brandram fue invitado a menudo por su tía, la Reina Madre Elena, a Villa Sparta en Florencia, en ocasiones, cuando vio al Rey Miguel, a la Reina Ana y a toda la familia. Su Majestad Margarita, que vivía en Villa Sparta, pasó las vacaciones con la princesa Catalina y su hijo, Paul. Paul Brandram era una personalidad discreta, generosa y profundamente conectada con su familia. Su Majestad y el Príncipe Radu enviaron una carta de condolencia a la esposa del hombre desaparecido, la Sra. Katherine Brandram.¡Que Dios lo descanse en paz!”

Para la reina Sofía, la muerte de Pablo supone una gran pérdida. Su relación era excelente y con él solía coincidir en muchas ocasiones durante sus habituales viajes a Londres. Han sido numerosas las veces que la madre de Felipe VI se ha hospedado, al igual que su primo Pablo y otros miembros de la familia, en el lujoso hotel Claridge’s, donde han coincidido. Pablo era también un habitual de las reuniones familiares de las que la reina emérita disfruta cuando viaja a Grecia.

Pablo Brandam nació el 1 de abril de 1948 en Londres. Casado en dos ocasiones, su primer matrimonio fue con Jennifer Steele, hija de un militar británico, en 1975. De su matrimonio nacieron sus tres hijos. Se divorció en 1993, y volvió a contraer matrimonio en el año 2009 con Katherine H.Moreton.


Cuando su hija mayor contrajo matrimonio en el Condado Británico de Warwickshire, con Humphrey Voelcker, en la Iglesia de Ettington, al evento no faltó su familia materna, entre los que se encontraron sus amados primos, los reyes de Grecia, la Reina doña Sofía, y la princesa Irene.

La noticia de la muerte de Pablo Brandam llega en un momento complicado para las despedidas fúnebres. La pandemia provocada por el coronavirus mantiene a todos en cuarentena y sin libertad de movimientos. Según pudo confirmar Vanitatis, a pesar de su afición por los viajes, sobre todo a Grecia y Reino Unido, tal y como comentábamos, a la madre de Felipe VI el estado de alarma le sorprendió Madrid. La emérita se encuentra en el palacio de la Zarzuela, su residencia oficial. Cumpliendo a rajatabla con las indicaciones de las autoridades sanitarias, ya que a sus 81 años se encuentra en el grupo de riesgo, Sofía permanece encerrada en palacio y cuenta con la compañía de la princesa Irene.

Desde hace décadas, las dos hermanas viven juntas y en estos tiempos de crisis se hacen compañía la una a la otra.

Ambas comparten aficiones, como la música clásica o la arqueología, y también una preocupación: la salud de su hermano, que se encuentra a más de 3.000 kilómetros de distancia. El rey Constantino vive desde hace unos años en Grecia, país al que volvió tras ser desterrado. Allí reside junto a su esposa, la reina Ana María, hermana de Margarita de Dinamarca, en una casa en la zona del Peloponeso, tal como revela a este medio la Casa Real griega.

Las malas noticias han llegado finalmente no del miembro familiar que temían, su hermano, sino de su querido primo Pablo.

https://www.vanitatis.elconfidencial.co ... m_2597927/

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Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio

Mensajepor Invitado » Sab 30 May, 2020 1:25 am

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BAJÓN Don Juan Carlos, este febrero en el funeral de Pácido Arango, con bastón y sujeto del brazo de uno de sus escoltas. El Rey Juan Carlos tiene ya 17 intervenciones quirúrgicas a sus espaldas. Este 2020 ha sido muy duro para él. Ha perdido a su hermana la infanta Pilar y también a su amigo Plácido Arango.


REY JUAN CARLOS
SE RESISTE A SER SÓLO EL EMÉRITO

El martes se cumple un año desde que el Rey protagonizara su último acto. En este tiempo se ha acercado a Doña Sofía y ha logrado ser campeón del mundo. Su pesar: el repudio de su hijo por los escándalos

CONSUELO FONT


ESTE MARTES, 2 DE JUNIO, SE CUMPLE un año de esa corrida de toros en Aranjuez donde el rey Juan Carlos (82 años) se cortó la coleta institucional, retirándose de la vida oficial por la puerta de atrás. No hubo pompa, ni homenajes, sólo un prolongado aplauso en los tendidos.Un adiós de perfil muy bajo para el Monarca que condujo el camión de la Transición a la democracia, –como él se define– en que destacaron las ausencias del Rey Felipe, Doña Letizia y sus hijas, y también de la Reina Sofía, que se marchó a Grecia a celebrar el 79 cumpleaños de su hermano Constantino. Únicamente le acompañaban en el palco la Infanta Elena, la niña de sus ojos con Froilán, y su hermana Doña Pilar, fallecida este pasado enero, con su hija Simoneta. Días antes, el 27 de mayo, Don Juan Carlos había anunciado su inesperada decisión, que desconocían muchos de sus allegados, en una carta dirigida a Don Felipe. “Hoy te expreso mi voluntad y deseo de dar este paso y dejar de desarrollar actividades institucionales a partir del próximo 2 de junio. Tomo esta decisión desde el gran cariño y orgullo de padre que por ti siento, con mi lealtad siempre. Un grandísimo abrazo de tu padre”, se despedía.

Este año trascurrido como jubilado ha sido probablemente uno de los más amargos de su vida, sobre todo por ese repudio que llevó a cabo su hijo Don Felipe el domingo 15 de marzo, cuando en un duro comunicado renunció a la herencia de su padre y a todo dinero no transparente, despojándole asimismo de su asignación de 194.232 euros. Fue tras publicarse que la fiscalía suiza investigaba el origen de un ingreso de cien millones de dólares hecho por la monarquía saudí a la fundación Lucum, supuestamente vinculada a Don Juan Carlos, donde figuraba también como beneficiario el Rey Felipe sin su conocimiento. Algo de lo que, según revelaba el comunicado de Zarzuela, el Monarca se enteró en abril de 2019, y le llevo a renunciar ipso facto ante notario a toda herencia paterna, lo que seguramente aceleró la jubilación de Don Juan Carlos mes y medio después.

A la dolorosa ruptura con su hijo, sumó en verano de 2019 un grave contratiempo de salud, con esa delicada intervención de corazón el 25 de agosto en la clínica Quirón de Madrid, donde le implantaron un triple bypass aortocoronario. Tras una semana de hospital, la convalecencia fue larga, sobre todo porque el organismo del anciano Monarca, que ha sufrido 17 intervenciones quirúrgicas, está muy deteriorado y padece serios problemas de movilidad. Nuevamente, el 8 de enero de 2020, el destino volvía a golpearle duro con la muerte de la Infanta Pilar a consecuencia de un cáncer de colon diagnosticado en febrero, un revés difícil de superar para Don Juan Carlos, pues su hermana mayor era su gran apoyo y confidente.


REENAMORAMIENTO’ DE SOFÍA

Cuando abandonó la clínica Ruber, donde falleció, tras darle su ultimo adiós, se le veía hundido, tanto que apenas podía sostenerse en pie y entre un escolta y la propia Reina Sofía tuvieron que ayudarle a entrar en el coche. Precisamente su acercamiento a Doña Sofía, con la que ha limado asperezas, ha sido uno de los escasos datos positivos de este aciago año. Han comenzado a comportarse casi como un matrimonio normal, pues se les ha visto viajar en familia, almorzar con amigos e incluso compartir unos días en verano en Marivent, algo que no sucedía desde la abdicación del emérito. Incluso en julio, Doña Sofía le acompañó de regata a Sanxenxo, algo inédito, pues la localidad pontevedresa se ha convertido en su santuario, donde aún puede disfrutar de una de las escasas pasiones que le quedan, la vela, en un barco clase 6m adaptado a su escasa movilidad. Algo que le proporcionó otra de sus grandes alegrías en 2019 al conquistar en agosto el campeonato del mundo en Finlandia.

Un estímulo que también se ha venido abajo a raíz de declararse la pandemia, que ha obligado a Don Juan Carlos a confinarse desde marzo en sus habitaciones de Zarzuela, en plena crisis con su hijo Don Felipe, aislado de sus amigos, y sin posibilidad de disfrutar de sus hobbies, como viajar, acudir a un restaurante, o disfrutar de una corrida de toros. Pero sobre todo escaparse a navegar a Sanxenxo, su paraíso, donde la gente aún le para para pedirle selfies, y amparado por su corte de amigos regatistas, encabezada por su íntimo Pedro Campos, en cuyo chalet se aloja, todavía sigue siendo El Rey.


LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO SÁBADO 30 DE MAYO DE 2020

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Mensajepor Invitado » Vie 05 Jun, 2020 5:36 pm

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La reina Sofía reaparece después de tres meses confinada por el Covid-19

La madre de Felipe VI se ha reunido este miércoles con el Patronato de la Fundación que lleva su nombre para aprobar las cuentas generales del año 2019.

Después de pasar tres meses de ausencia debido la pandemia provocada por el coronavirus, la reina Sofía (81 años) ha reaparecido este miércoles en una reunión con el Patronato de la Fundación Reina Sofía, que ha tenido lugar en el Palacio de la Zarzuela, para aprobar las cuentas generales de 2019 de la organización.

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En las instantáneas que ha aportado Casa Real se puede ver que en este encuentro la madre de Felipe VI (52) ha llevado a cabo todas las recomendaciones de las autoridades sanitaria para evitar la propagación del coronavirus. Todos los asistentes han lucido una mascarilla que les cubría gran parte de la cara, y ya sentados en la mesa han mantenido la distancia de seguridad.



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Juan Carlos, alejado de la vida pública

Mientas la reina Sofía ha reaparecido este miércoles por primera vez durante tres meses, desde que se decretó el estado de alarma en España; el que todavía se mantiene alejado del foco mediático ha sido el rey Juan Carlos (82). Una ausencia que coincide, además, con el primer aniversario de su decisión de retirarse de la vida pública y de la actividad institucional.

Su alejamiento de la esfera pública, "una firme y meditada convicción", como le trasladó a su hijo en la carta con la que le comunicó su decisión, coincide con el sexto aniversario de su abdicación y con la crisis sanitaria por el coronavirus, que también ha obligado al anterior jefe del Estado a permanecer recluido durante semanas.

La decisión tomada el pasado 2 de junio de 2019 causó profundo impacto, puesto que suponía la 'jubilación' definitiva del que fue jefe de Estado durante casi 39 años, aunque no aventuraba lo que meses después iba a suceder.

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Mensajepor Invitado » Sab 27 Jun, 2020 3:33 am

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ELCARRUAJE QUE UNIÓ A SOFÍA Y JUAN CARLOS APARECE CUANDO YA TODO LES SEPARA

EDUARDO ÁLVAREZ


¿QUÉ?

EL CARRUAJE DE BODAS.

Es juguetón el destino, cabroncete, vamos. Y, así, justo cuando en España todo hace pensar en el inminente abandono por parte de Don Juan Carlos del Palacio de la Zarzuela –y con ello en la separación de Doña Sofía–, en un intento más de la Corona por desvincularse de su pasado de escándalos, en Grecia se ha localizado el formidable carruaje en el que, ya como marido y mujer, los entonces Príncipes de España recorrieron las principales arterias de Atenas, el día de su boda. Fue el 14 de mayo de 1962. La primogénita de los entonces soberanos helenos se casaba con el primogénito de los Barcelona, titulares de los derechos al trono de una dinastía con tanta solera como los Borbón que, sin embargo, había caído en desgracia. Seis caballos tiraron del magnífico carruaje desde el que los contrayentes saludaron a miles de efusivos atenienses que todavía profesaban bastante afecto por su monarquía.


¿DÓNDE?

TATOI.

El carruaje, una gran pieza de tanta belleza como valor histórico, acaba de aparecer junto a otros tres coches de caballos en el antiguo establo del Palacio Real de Tatoi, levantado a finales del siglo XIX en una hermosa finca a unos 20 kilómetros de la capital griega. Propiedad personal de la familia real, que usaba el recinto como villa de recreo, y que alberga las tumbas de los miembros de la dinastía, fue expropiado por el Estado tras la proclamación de la república en 1974 y el consiguiente exilio de Constantino, hermano de Doña Sofía, junto a los suyos. La Justicia europea obligó hace unos años a las autoridades helenas a indemnizar a la familia real por haberle arrebatado este palacio y otros bienes. Pero Tatoi ha quedado en manos del Estado. Y, ante la inquina que en las últimas décadas han cultivado respecto a la monarquía los sucesivos Gobiernos de Atenas, en especial los socialistas, Tatoi quedó de la mano de Dios, completamente abandonado y en un lamentable estado de deterioro, con todos los bienes históricos que albergaba echados a perder. Sólo han empezado a cambiar las cosas en el último año y medio, desde el triunfo del primer ministro conservador Kyriakos Mitsotakis, quien ha prometido rehabilitar Tatoi y coquetea con la idea de convertirlo en un museo que reconcilie a los griegos con su pasado monárquico. Las obras recién iniciadas permitirán recuperar piezas como este carruaje.


¿QUIÉN?

ENRIQUE DE ARTOIS.

El carruaje se construyó en Francia con idea de coronar a Enrique de Artois, Conde de Chambord, nieto de Carlos X, el último rey Borbón del país galo, como Enrique V, tras la derrota imperial en la guerra franco-prusiana, en 1870. No se produjo nunca aquella entronización. Adquirió después el carruaje el rey Jorge I de Grecia y durante décadas sirvió para pasear a ilustres miembros de la realeza, incluidos Juan Carlos y Sofía el día de su doble boda, a la que no siguió desde luego un matrimonio de cuento.


EL MUNDO / LOC / SÁBADO 20 DE JUNIO DE 2020

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Mensajepor Invitado » Sab 11 Jul, 2020 3:10 am


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Mensajepor Invitado » Sab 01 Ago, 2020 3:15 am

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DOÑA SOFÍA
EL TRISTE Y DOLOROSO VERANEO DE LA GRAN VÍCTIMA DEL ESCÁNDALO

Instalada ya en Palma, como cada verano, la madre de Felipe VI intenta así ofrecer una imagen de cierta normalidad en su agosto más complicado. Lleva apartada de la agenda institucional de la Corona desde que se conocieron las cuentas opacas de Juan Carlos I, con quien hoy mantiene una relación muy cordial.

EDUARDO ÁLVAREZ


COMO SI FUERA uno de los seis personajes en busca de autor de Pirandello, la Reina Sofía se encuentra en busca de su nuevo sitio. Es la gran damnificada por toda la tormenta perfecta en Zarzuela provocada por el escándalo sin fin de las cuentas opacas de Juan Carlos I. Porque el hecho de ser su consorte la deja en una posición muy delicada de cara al incierto papel que va a desempeñar en el futuro dentro de la institución monárquica.

Por lo pronto, aunque haya tardado bastantes más días que otros años, algo que se comprende por la delicada situación que atraviesa todo el país por el coronavirus, Doña Sofía se trasladó a principios de esta semana a Palma de Mallorca para disfrutar del periodo estival, en un intento por ofrecer cierta imagen de normalidad. La Reina Madre se encuentra en el recinto de Marivent junto a su primogénita, la Infanta Elena, y su hermana, la princesa Irene de Grecia. Las tres fueron vistas en una terraza, lo que sirvió como confirmación de un secreto a voces: la intención de Doña Sofía de mantener su tradición de cada verano, poniendo buena cara al mal tiempo, algo que hace de forma envidiable como esa “gran profesional” que es. Así la describió Don Juan Carlos en sus conversaciones con José Luis de Vilallonga, aunque se sabe que el apelativo no hizo mucha gracia a la afectada.

LOC ha intentado sin éxito que desde la Casa del Rey se informe de cuándo llegaron las tres ilustres turistas a la capital balear. Pero lo que más sorprende es que la institución considere el de Doña Sofía como un “desplazamiento privado”. Son este tipo de circunstancias las que confirman lo mucho que le queda aún por avanzar a Zarzuela en transparencia y en mejora de la estrategia de comunicación ahora que está inmersa en una profunda catarsis.

Para empezar, Doña Sofía es uno de los seis miembros que siguen formando parte de la Familia Real. Y lejos de tratarse de un viaje privado con destino más o menos secreto dentro o fuera de nuestro país –como el que hará pronto al parecer a Grecia para reunirse con su hermano–, la Reina Madre se ha desplazado a la que es residencia oficial estival de la Familia Real. De ahí que lo razonable sea que la Casa del Rey informara con absoluta normalidad del viaje. Pero es que, además, en un momento tan complicado para el turismo nacional, la propia institución debiera haber sido la más interesada en publicitar la llegada de Doña Sofía a Palma como parte del compromiso de la Corona con la promoción de las islas y la atracción de turismo.

Por ello, además de disfrutar de unas semanas de descanso, parece recomendable que Doña Sofía realizara algún acto con carácter institucional a la espera de la llegada a Palma de los Reyes y sus hijas, que se producirá el fin de semana del 7 y 8 de agosto. Los días posteriores mantendrán un contacto directo con los sectores económicos y sociales más afectados de la isla por la pandemia. Pedro Sánchez despachará también con el Monarca en Marivent. Don Felipe y Doña Letizia no realizarán ninguna escapada secreta al extranjero como hacían antes cada mes de agosto.

Desde que el primer día del estado de alarma saltó el escándalo de las cuentas off shore de Don Juan Carlos, Zarzuela ha arrinconado también a Doña Sofía, con el objetivo de potenciar la imagen de una Familia Real reducida a los Monarcas y sus dos hijas, Leonor, Princesa de Asturias, y la Infanta Sofía.

De ahí que, desde principios de marzo, sólo hayamos visto hasta esta semana dos imágenes de la Reina Madre. Las dos –tanto la publicada el 5 de junio como la más reciente del 16 de julio, día en que tuvo lugar el homenaje de Estado por las víctimas del coronavirus– son de reuniones en Zarzuela del Patronato de la Fundación Reina Sofía, una de las pocas organizaciones de las que la Reina Madre no se ha desvinculado desde la abdicación de su marido, en junio de 2014. Dos actividades, sin embargo, de las que las cuentas digitales oficiales de la Casa del Rey no informaron, evidenciándose todavía más que estaban al margen de la agenda institucional de la Corona, en la que Doña Sofía de pronto parece no tener sitio.

A nadie se le escapa que la madre de Felipe VI es, a su pesar, protagonista también del plan global que está trazando la Casa del Rey para desmarcarse del todo de Juan Carlos I y que, entre otras medidas, pasa por su salida del Palacio de La Zarzuela, algo a lo que el Gobierno de Pedro Sánchez está urgiendo desde hace semanas al actual Monarca. En Moncloa se desesperan porque creen que éste no está actuando ni suficientemente rápido ni con la contundencia que las circunstancias exigen. De ahí que no dejen de presionarle en público, el último de nuevo el presidente Sánchez durante su entrevista del pasado lunes en Telecinco.

Periodistas bien informados sobre la monarquía como José Antonio Zarzalejos han expresado que la salida del Emérito de Zarzuela supondría también la de Doña Sofía. Algunas fuentes indican sin embargo a LOC que eso no será así, y que la madre de Don Felipe y su hermana, la princesa Irene, seguirán residiendo en los apartamentos privados del palacete que ocupan desde hace más de medio siglo.

En todo caso, a falta de que se materialice la decisión que sea, es cierto que uno de los aspectos que se han valorado al abordar el abandono de su vivienda del anterior Jefe de Estado es que supondrá la separación con fuerte carga simbólica de Don Juan Carlos y Doña Sofía. Una paradoja especialmente triste. Porque hoy ya se sabe que al menos en dos ocasiones, siendo Rey, él intentó divorciarse, algo que le impidieron tanto sus consejeros áulicos, como los presidentes del Gobierno de turno y su propio hijo, Don Felipe, por el daño reputacional que un paso así iba a causar a la Corona. Y, aunque ya no es ningún secreto para el conjunto de los españoles que el matrimonio está roto desde hace décadas, se ha querido hasta ahora contra viento y marea mantener cierta visibilidad de unidad familiar justamente por preservar la naturaleza familiar de la institución monárquica. La salida de Juan Carlos I de Zarzuela para que pase sus últimos años de vida en otro lugar mientras su mujer sigue residiendo en Palacio darían al traste con esa última ficción dinástica.

Para Doña Sofía resulta muy doloroso que se emborrone el legado histórico de su marido. Y, además, según ha sabido LOC de fuentes muy próximas a Zarzuela, la relación de ambos es ahora mismo bastante buena, muy cordial. No se ha resentido por toda la catarata de hechos y revelaciones publicados por la prensa en los últimos meses.

Y es que hay que subrayar que a la Emérita estas informaciones no le han cogido de sorpresa. Don Felipe –y cabe suponer que, con él, toda la Familia Real– se enteró de la existencia de las cuentas opacas con fondos procedentes del rey de Arabia Saudí y de otros sátrapas del Golfo en marzo del año pasado. De inmediato, el Monarca lo puso en conocimiento de las autoridades correspondientes, empezando por el Gobierno. Pero en los meses siguientes, antes de que el escándalo le llegara a la ciudadanía, Doña Sofía demostró en un buen número de actos públicos que se había reconciliado con su marido –en el plano estrictamente personal– y que se encontraba con él “mejor que nunca”, tal como confirmó un allegado a LOC. A los Eméritos se les vio sonrientes y animados en varios eventos que dejaban a las claras esa recuperada sintonía, después de tantos años amargos en los que les costaba hasta dirigirse la palabra.

Doña Sofía mantiene hoy la cordialidad con su marido, a la espera de que se conozca su destino vital, y mientras algún autor en Zarzuela escribe qué relato protagonizará la que sigue siendo una Reina tan querida por los españoles en el futuro de la Corona.


LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO SÁBADO 1 DE AGOSTO DE 2020

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Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio

Mensajepor Invitado » Mar 04 Ago, 2020 7:59 pm


El rey Juan Carlos se va de España y la reina Sofía se queda

El rey Juan Carlos I abandona España anunciándolo su hijo el rey Felipe VI, y emite un comunicado la casa del Rey para hacerse público. El diario ABC afirma que el padre del actual monarca ya está en República DOminicana pero la reina SOfía está en España, no le acompaña porque ya pasa sus vacaciones en Mallorca, a la espera de que los reyes Felipe y letizia junto a sus hijas las infantas, acudan a la isla para pasar unos dias de vacaciones antes de las suyas privadas

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Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio

Mensajepor Invitado » Jue 06 Ago, 2020 3:33 am

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La reina Sofía, fotografiada en Mallorca tras la histórica decisión del rey Juan Carlos

La madre de don Felipe llegó hace unos días a la isla balear y allí espera a los Reyes y a sus hijas, que aterrizarán este fin de semana

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Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio

Mensajepor Invitado » Sab 08 Ago, 2020 12:49 pm

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Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio

Mensajepor Invitado » Jue 20 Ago, 2020 2:44 am

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La reina Sofía reaparece, por fin, en Palma de Mallorca para disfrutar de una tarde de paseo y compras

Es la primera vez que la madre del rey Felipe VI se deja ver tras la explosión informativa por la marcha de don Juan Carlos fuera de España y después de que se confirmara que este se encuentra en Abu Dabi

Al fin hemos visto a la reina Sofía. La madre de Felipe VI ha estado 'desaparecida' desde que recalara en Marivent hace ya bastantes días manteniéndose apartada de toda la controversia generada tras la marcha de su marido, el rey Juan Carlos, fuera de España. Ni siquiera la reina emérita ha acompañado a su hijo, don Felipe, y su nuera, la reina Letizia, durante sus visitas por las Baleares. Se esperaba que doña Sofía acompañara a su hijo y a la esposa de este en su última parada en Ibiza, donde se daba la coyuntura perfecta para que la reina Sofía se dejara ver, por fin, acompañándoles.

Hasta hoy. Doña Sofía ha salido de Marivent y lo ha hecho con la mayor naturalidad que le permiten las circunstancias. La reina emérita ha paseado por el centro de Palma ante el asombro de los viandantes. Lo ha vuelto a hacer refugiada tras su mascarilla, como ya hizo en su primera y única salida en la isla nada más aterrizar, y arropada por sus imprescindibles: su hermana Irene y su amiga Tatiana Radziwill y el esposo de esta, el doctor Jean Henri Fruchaud. Para la ocasión, doña Sofía ha optado por un look muy veraniego de pantalón blanco acampanado y un blusón de estampado floral muy alegre y favorecedor.

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Es la primera vez, además, que doña Sofía se deja ver tras el comunicado de la Casa Real del pasado lunes 17 de agosto en el que confirmaron que don Juan Carlos se encuentra en Abu Dabi. Desde ese momento mucho se ha hablado sobre cómo estaría llevando la madre de Felipe VI esta situación y también en qué forma le afectará. A pesar de ello, la reina emérita se ha dejado ver tranquila y relajada, siempre desde su impoluta posición, pero sin hacer ningún tipo de declaración. La reina y su grupo han merendado juntos y paseado por las calles más comerciales de la isla a vista de todos.

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En este verano atípico y duro en Marivent, la reina emérita se ha descolgado totalmente de las apariciones públicas de la familia real y no la vimos en ningún momento junto a su hijo, Letizia y sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, con las que sí ha compartido tiempo en la intimidad de su residencia estival en Palma.

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Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio

Mensajepor Maritxu » Jue 20 Ago, 2020 8:43 pm

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