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Guerra de egos entre Iglesias y Sánchez

Mensajepor Invitado » Vie 10 Ene, 2020 12:56 pm


Es la mañana de Federico. Federico a las 8: Guerra de egos entre Iglesias y Sánchez. FFederico analiza la guerra de egos entre Iglesias y Sánchez mientras el TS confirma la inhabilitación de Junqueras. Viernes 10 de enero de 2020.


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Morales pagó 1,3 millones de euros a Podemos

Mensajepor Invitado » Lun 13 Ene, 2020 2:23 pm


Es la mañana de Federico. Federico a las 7: Morales pagó 1,3 millones de euros a la consultora de Podemos. Federico analiza cómo Morales pagó 1,3 millones a la consultora de Podemos por unos vídeos para las redes sociales. Además, el gobierno de Sánchez. Lunes 13 de enero de 2020.


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Sánchez desembarca en la Fiscalía

Mensajepor Invitado » Mar 14 Ene, 2020 6:53 pm


Es la mañana de Federico. Tertulia de Federico: Sánchez desembarca en la Fiscalía. Federico analiza con Rosell, Tomás Cuesta y Cacho las consecuencias del nombramiento de Delgado y qué pretende Sánchez con el mismo. Martes 14 de enero de 2020.


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Sánchez tiene un plan para España "a 30 años

Mensajepor Invitado » Mié 15 Ene, 2020 2:51 pm


Es la mañana de Federico. Federico a las 8: Sánchez tiene un plan para España "a 30 años. Federico analiza el primer Consejo de Ministros y el encargo de Sánchez a Iván Redondo para "modernizar" España los próximos 30 años. Miércoles 15 de enero de 2020.


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El CGPJ debe pronunciarse en contra de Delgado

Mensajepor Invitado » Jue 16 Ene, 2020 1:48 pm


Es la mañana de Federico. Tertulia de Federico: Los motivos por los que el CGPJ debe pronunciarse en contra de Delgado. Federico analiza con Luis Herrero, Landaluce y Cristian Campos la deliberación del CGPJ sobre Dolores Delgado sobre la que deben pronunciarse. Jueves 16 de enero de 2020.


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El Gobierno quiere intervenir la libertad de elección de los padres

Mensajepor Invitado » Vie 17 Ene, 2020 3:37 pm


Es la mañana de Federico. Tertulia de Federico: El Gobierno quiere intervenir la libertad de elección de los padres. Federico analiza los ataques del Gobierno a la libertad de elección de los padres y otros asuntos con Fernando Lázaro, Pepe Gª Domínguez y Albiac. Viernes 17 de enero de 2020.


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Mensajepor Invitado » Dom 19 Ene, 2020 2:59 am



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La conexión ZP-Caracas-Podemos

Mensajepor Invitado » Lun 20 Ene, 2020 12:41 pm


Es la mañana de Federico. Federico a las 7: La conexión ZP-Caracas-Podemos. Federico analiza las nuevas informaciones sobre la financiación venezolana de Podemos, la trampa del pin parental y otros asuntos de la actualidad. Lunes 20 de enero de 2020.


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Sánchez asume en TVE el discurso de Podemos y las tesis del separatismo

Mensajepor Invitado » Mar 21 Ene, 2020 3:38 pm


Es la mañana de Federico. Tertulia de Federico: Sánchez asume en TVE el discurso de Podemos y las tesis del separatismo. Federico analiza con Tomás Cuesta, Francisco Rosell y Dieter Brandau la entrevista a Pedro Sánchez en TVE, el juicio contra Trapero y otros asuntos. Martes 21 de enero de 2020.


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Sánchez quiere reformar el Código Penal para contentar a ERC

Mensajepor Invitado » Mié 22 Ene, 2020 2:54 pm


Es la mañana de Federico. Tertulia de Federico: Sánchez quiere reformar el Código Penal para contentar a ERC. Federico analiza con Luis Herrero, Marhuenda y Ellakuria la reforma del Código Penal que propone Sánchez para contentar a ERC y Junqueras. Miércoles 22 de enero de 2020.


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Sánchez promociona su Gobierno en Davos

Mensajepor Invitado » Jue 23 Ene, 2020 1:53 pm


Es la mañana de Federico. Federico a las 7: Sánchez promociona su Gobierno en Davos
. Federico analiza el viaje de Pedro Sánchez a Davos donde ha presumido de su gobierno con la extrema izquierda de Podemos. Jueves 23 de enero de 2020.



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Ábalos se reunió en secreto con la Nº 2 de Maduro

Mensajepor Invitado » Vie 24 Ene, 2020 1:22 pm


Es la mañana de Federico. Tertulia de Federico: Ábalos se reunió en secreto con la Nº 2 de Maduro. Federico analiza la reunión secreta entre Ábalos y la Nº 2 de Maduro y sus explicaciones con Maite Rico, Pepe Gª Domínguez y Raúl Vilas. Viernes 24 de enero de 2020.


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Mensajepor fedeguico » Vie 24 Ene, 2020 11:22 pm

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Mensajepor Invitado » Sab 25 Ene, 2020 8:47 pm

ya ..... que se puede esperar .... si lo sacaron de un circo.

:loker :loker :loker

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Federico, pequeño Stalin, y César Vidal

Mensajepor Invitado » Dom 26 Ene, 2020 1:08 pm

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Federico, pequeño Stalin, y César Vidal

Luis Bru.

La audiencia no sabe nada del acoso que viene sufriendo César Vidal, ni de los graves problemas de salud que le ha provocado. Para las buenas gentes que siguen el programa Es la noche de César y que, fielmente, están escuchando la radio el 12 de julio de 2013 nada de lo que aquí se ha contado ha sucedido. Para todos ellos, César Vidal y Federico Jiménez Losantos son un tándem sólidamente ahormado, con plena sintonía, con libros conjuntos, si bien en algunos Losantos ha puesto poco más que la firma. César Vidal es la solvencia de Es.Radio y, en buena medida, de Federico, que en el terreno intelectual se ha movido errático en su vida. César es un valor seguro que nunca falla.

Esa terrible y liberadora noche del 12 de julio de 2013, viernes, César Vidal se despide. Fue una despedida muy comedida y elevadamente elegante. No podía ser de otra forma, tratándose de César Vidal. Pero uno intuye un fuerte sufrimiento contenido. No por la frustración de una amistad que ha sido un fraude, pues eso seguramente está descontado, sino porque es el adiós a la audiencia (será temporal pues reaparecerá con su muy seguido programa La Voz en internet). Vidal es un rara avis. Siente un profundo respeto por los oyentes e incluso me atrevería a decir que cariño. Esto es excepcional en este atribulado y prostituido mundo del periodismo. Por lo normal, los oyentes son números de audiencia, despreciados en cuanto son habitualmente objeto de manipulación. Vidal trata de ilustrar y de aprender, pero no se le pasa por la cabeza utilizar, engañar o manipular. Vamos a ver la distancia moral entre los comportamientos de César Vidal y de Federico Jiménez Losantos.

En ese despedida, que pilla a los oyentes descolocados y que representa para ellos una completa sorpresa y una inmensa tristeza, César Vidal dio gracias a todo el mundo: al equipo, a los colaboradores, a los oyentes y a Dios. También deseó buena suerte a todo el mundo. César Vidal se va pero no quiere entrar en razones que serían dolorosas y tendrían efectos corrosivos en un proyecto que se hunde en la mediocridad y se tambalea a merced de una gestión nefasta. Nada más terminar de leer el editorial comenzó a llamar gente, desconsolada, llorando y preguntando qué pasaba. La centralita se colapsó. No creo que se haya producido nada similar en ningún otro caso y eso indica una corriente impetuosa de simpatía y cariño de doble dirección circulando por un cauce labrado durante años.

Esa despedida va a desatar la ira de fuerzas tenebrosas que llevan también años actuando y que bien podrían considerar que se han cobrado su presa y actuar con algún atisbo de magnanimidad o, al menos, con el desdén de la suficiencia. Lejos de ello, Es.Radio, Libertad Digital, Juan Espandiú, 13, se va a convertir en una checa liberal; una contradicción pero que, al fin y al cabo, Federico la arrastra incontinente.

Francisco Marhuenda llama a Losantos “mi bolchevique”. A Federico no le molesta. El turolense es un presunto liberal en la teoría y un bolchevique en la práctica. Es el propio Losantos el que se lo llama a sí mismo y presume de ello. En su libro “La dictadura silenciosa”, donde cuenta su salida del comunismo estalinista y, por último, del maoísmo, sin muestra alguna de arrepentimiento, sentimiento del que Losantos carece por completo, pues considera que nunca se equivoca, los que lo hacen son los demás; es decir, que cuando él fue comunista es, poco menos, lo que se debía ser. En ese libro, dice que los métodos comunistas que aprendió son un instrumento eficaz para la defensa de la libertad. Una parte de la derecha le ha comprado el argumento y no es extraño escuchar: ‘Federico sabe cómo criticar a la izquierda porque viene de ellos’, lo que implica asumir una especie de déficit de legitimidad. Que los métodos comunistas son eficaces conlleva que Federico se autoconcede un amplio campo de indulgencia para el relativismo, para la mentira, para la dialéctica amigo-enemigo, para la persecución del disidente y del fraccionalista, para la consideración de que el fin –su interés- justifica los medios, entre los que se cuenta la demolición personal. César Vidal lo va a comprobar en sus propias carnes y ¡de qué manera!

En el décimo tercer Congreso del PCUS, celebrado en mayo de 1924, Stalin aplicó a Trotsky el calificativo leninista de “fraccionalista”. Hacia fines de ese año, Stalin, con la ayuda de Kamenev y Zinoviev –el ala izquierda del partido y que se encargaban del trabajo sucio-, había creado la herejía del “trotskismo”. Así, en enero de 1925 Stalin pudo apartar a Trotsky del control del ejército con la aprobación unánime del partido. Los militantes del PCUS fueron informados de que la participación de Trotsky en la revolución había sido mucho menor de lo que él afirmaba. Empezó a borrarse su cara de las fotografías y se reescribió la historia hasta hacerle desaparecer.

Al día siguiente de la despedida de César Vidal, Javier Somalo, con una virulencia que parece estudiada, arranca la fotografía colgada en el pasillo de los fundadores y la estampa contra el suelo. La historia ha empezado a reescribirse para borrar por completo a César Vidal de la narrativa de Es.Radio, como si nunca hubiera existido. Su nombre es inmediatamente borrado de la web. Se afirma en una nota pública que se ha marchado a la francesa. Se le expurga de la fonoteca y se llega a pretender desposeerle de su twitter y su facebook, para que deje de existir. Losantos es Stalin y ha tomado a César Vidal por un hereje fraccionalista. El día 17, en una crónica dictada desde Libertad Digital, El Confidencial aduce como razón la peregrina de que “César Vidal se ha cansado de estar a la sombra de Jiménez Losantos”. Pretensión de demolición: las razones del disidente siempre han de ser aviesas.

Por supuesto, Federico ni tan siquiera se pone en contacto con César Vidal. Ni una llamada, ni un correo electrónico. Nada de nada. Lo que se va a desatar, en la lógica estalinista, es una purga en toda regla: todo el que ha tenido contacto con César Vidal tiene que pagarlo porque está infectado. Losantos aplica el principio de responsabilidad colectiva propio del totalitarismo. No se juzgan hechos de las personas sino su pertenencia a un colectivo. El “vidalismo” es la herejía decretada por el último bolchevique travestido de liberal. Javier Somalo y Dieter Brandau son su Yagoda y su Beria, puestos al frente de la OGPU losantiana. Al grupo de los depuradores –en este tipo de momentos siempre emergen los más mezquinos- se suma Daniel Rodríguez Herrera. Ha sido premiado. Ahora es subdirector de Libertad Digital y fue vicepresidente del Instituto Juan de Mariana, una fundación liberal muy relacionada con el chiringuito mediático de Losantos. Uno de los posibles métodos de tortura de Daniel es que le huelen las axilas a varios kilómetros a la redonda.

A Adriana Rey, subdirectora de Es la Noche de César, la mandan a picar piedras; con un micrófono a patear la calle. En el clima de terror que se ha impuesto Adriana se apresura enseguida a publicar en twitter que estaba muy feliz con Dieter Brandau. Por supuesto, sabía que quien despedía o te conservaba el puesto de trabajo era Dieter. Al cabo de un tiempo, se marchó de Es.Radio o la largaron. Se casó y vive en el extranjero.

Antes, como una vejación añadida, puenteando a César, habían eliminado a Lorenzo Ramírez, un tipo extraordinario y muy buen profesional. Alberto Recarte malmetió contra él y Losantos no sólo lo despidió – con la oposición de César Vidal durante un año – sino que también puso en la calle a su mujer que era una bella persona. Recarte lo odiaba porque Lorenzo en uno de los programas de César criticó que se importaran productos agrícolas de Marruecos en vez de consumirse los españoles y precisamente Recarte estaba haciendo esos negocios con los marroquíes. La conducta sectaria le cuadra al delincuente corrupto de las tarjetas black.

Como guinda de la purga infame, también despidieron a Galyna Kalinnikova que, simplemente, se ocupaba de cargar los programas en internet desde la época de COPE. Ni Losantos ni Somalo ni Dieter perdonan el “vidalismo”, ni aunque sea tan técnico y mecánico. Algo habrá hecho mal Galyna.

La pieza mayor con la que las dosis de ensañamiento se elevan es Miquel Roselló. Éste es un tipo estupendo. Además de muy trabajador y muy competente, es muy buena persona. Peor, los más inocentes son los más peligrosos, esa es un principio clave para todo chequista. A Miquel se le llega a ofrecer mantenerle el puesto de trabajo si confiesa su culpa, si reconoce que se había equivocado mucho teniendo una visión positiva de César Vidal. Como en la inquisición, el reconocimiento de culpa le podía salvar de la hoguera. En los juicios estalinistas de Moscú, tras la autoinculpación los acusados desaparecían del escenario y eran eliminados. En un gesto de dignidad extraordinaria -tan poco habitual, que si no lo confirmaran todas las fuentes lo consideraría increíble – dijo que prefería marcharse a someterse. Lo despidieron. Se fue a vivir a Canarias.

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Miquel Roselló dejó reflejado en su blog lo vivido en aquellos días de terror chequista. He aquí, íntegro, su testimonio:

“Ya no trabajo en Libertad Digital, tras la marcha de César Vidal la empresa se ha desprendido de una serie de colaboradores y trabajadores entre los que me encuentro. Quiero aclararlo porque, aunque estemos ya en septiembre, continuo recibiendo mensajes preguntándome por qué ya no estoy en Libertad Digital. Y creo que se merecen una explicación.

El viernes 12 de julio por la noche, mientras estaba tomando unas hamburguesas con unos amigos durante mis vacaciones en Mallorca, empecé a recibir llamadas y mensajes algo desconcertantes. Querían saber por qué César Vidal se había despedido y en un primer momento pensé que se referían al cierre de temporada. Estaba equivocado, y me costó creerlo. Ese mismo fin de semana intercambié algunos mensajes con César sobre lo acontecido y le devolví el control único de las cuentas de Twitter y Facebook. Se las di sin pensarlo mucho. Consideraba entonces y sigo considerando ahora que una cuenta en Twitter o en Facebook es algo personal e intransferible, así que, del mismo modo en que Ana Pastor se llevó consigo su cuenta de Twitter cuando abandonó TVE, me parecía lógico que César Vidal hiciese lo propio al salir de EsRadio. Al margen de este breve y aparentemente intrascendente episodio de las contraseñas (más adelante explicaré por qué), la marcha de César me dejó tan anonadado como a cualquier oyente de la emisora. Tras dos temporadas difíciles el camino llegaba a su fin. Todos sabíamos que César estaba a disgusto, pero nadie imaginaba que aquello fuera a terminar así y de manera tan repentina. “Al contrario de la noticia que publicó Libertad Digital al día siguiente, César Vidal no se despidió a la francesa, envió una carta a Federico Jiménez Losantos antes de decir el adiós definitivo. El contenido de esa carta y las razones de César las desconozco, por lo que no las encontrarás aquí, debéis buscarlas en lo que él mismo ya ha dicho o en sus memorias que se publicarán en otoño.

“También pude escuchar su último editorial pero no las tertulias. La prudencia me llevó a pensar que tal vez habían tenido algún tipo de problema técnico o la persona encargada de subir los podcasts estaba de vacaciones. Pero la espera fue vana porque alguien en Libertad Digital decidió censurar esas tertulias. Lo que Federico Jiménez Losantos denunció que había hecho la COPE con su fonoteca lo ha terminado haciendo también a sus oyentes de EsRadio.

“Al reincoporarme unos días después empecé a notar silencios y situaciones extrañas. Con Adriana Rey, hasta entonces subdirectora del programa de César Vidal, tan solo hablé brevemente por teléfono sin que llegara a mencionarme al que hasta hacía unos días había sido el director de nuestro programa y cuya salida había armado un escándalo importante entre los oyentes habituales. Todo apuntaba que la vuelta al trabajo iba a ser lo más parecido a una noche de cristales rotos en la que a mí me iba a tocar el papel de comerciante judío. Y así fue. Pude ver con mis propios ojos como la gran fotografía de César Vidal que había en el pasillo central junto a los otros dos fundadores de EsRadio, Federico Jiménez Losantos y Luis Herrero, había sido arrancada dejando unos desconchones en la pared. Era como si César Vidal nunca hubiese existido, lo más parecido al damnatio memoriae que practicaban los antiguos romanos. Según me contaron, el encargado de arrancar el retrato fue el propio Javier Somalo, director de EsRadio. Entre esconder la imagen de César y censurar sus últimas tertulias la situación me recordó a las prácticas narradas en la distopía 1984 o la fijación de Stalin por borrar a Trotsky de las fotografías.

“Espantado por lo anormal de la situación hablé con algunos amigos, todos ex trabajadores de Libertad Digital, para contarles lo que estaba pasando. Le quitaron hierro al asunto y dieron por seguro mi despido. “Tratarán de acojonarte para que largues de plano si tienes las contraseñas de Twitter, a estas alturas es lo único que les interesa. Luego te pegarán una patada en el culo”, me dijo uno de ellos. Fue tal cual. Al día siguiente el silencio lo impregnaba todo. Libertad Digital nunca ha sido una redacción especialmente animada, pero aquel día parecía un cementerio. Daniel Rodríguez se acercó a mí y me pidió de muy buenas maneras el e-mail con el que, hace varios años, abrí esa cuenta, evidentemente para quitársela a César por la puerta de atrás. Le dije que no me acordaba, y era la verdad, no me acordaba, pero de acordarme no se la hubiese dado porque, insisto, esa cuenta de Twitter era personal de un presentador de radio con su fotografía y su nombre. Cada uno de los 20.000 seguidores que tenía en aquel momento seguían a César, no a la franja horaria que ocupaba. De hecho ahora le siguen muchos más. Era Daniel tan la voz de su amo que hasta me dio pena. Por Dani siempre he tenido afecto personal y gran admiración profesional. Libertad Digital no sería lo que es sin él. Dani vive por y para el periódico, es el alma técnica de aquel digital y además un buen periodista. Me apena que lo utilicen de la manera en que lo vienen haciendo desde hace tantos años.

“La tarde del día siguiente empezó de forma similar hasta que Dieter Brandau, con sus andares como de chulo de feria, vino a verme a mi mesa para llevarme al despacho de Javier Somalo, que esperaba sentado detrás de la mesa demacrado, desafiante y con cara de vinagre. Allí, fui testigo paciente de lo que los trabajadores de Libertad Digital conocen como “puritadas” o lo que algunos también llaman “gestapos”. Lo de “puritadas” viene porque en cada sesión entre los dos se fuman media lata de Café Creme (sí, como siempre han sido jefes todavía no se han enterado de que está prohibido fumar en las oficinas). Lo de “gestapo” no creo que haga falta que lo explique, habla por sí mismo. La “puritada” busca, como ya me habían prevenido, atemorizar al empleado y predisponerle a hacer lo que ellos quieren.

“En dicha reunión me ofrecieron “pactar mi despido” o “arrepentirme”. Yo, que estoy a bien con mi confesor, consideré que no debía arrepentirme de nada de lo que ya había dicho en mi Twitter personal, pero tampoco pactar mi despido, aunque entiendo que cualquier empresario puede despedir a un trabajador si así lo tiene a bien. Aquella reunión me pareció surrealista, continúo sin entender qué hacía allí el director de los servicios informativos (Brandau) y el subdirector del digital (Dani) tratando un asunto de la radio con un trabajador contratado por Cronos Multimedia (productora de la antigua televisión de LD). Tal vez con mi “arrepentimiento” (esa fue la palabra) tan solo pretendían salvar mi alma corrupta, aquello me recordó a un tribunal del Santo Oficio.

“Tal y como estaba el ambiente laboral en la casa -y fuera de ella-, el trabajo era el trabajo y estaba dispuesto a hacer lo que me pidieran como hice desde el primer día que entré a trabajar en Libertad Digital en el ya lejano año 2007. Así se lo hice saber. No tenía nada de lo que arrepentirme, pero mostré disposición a hacer lo que ellos considerasen oportuno. En aquella empresa he hecho de todo, desde tráfico de materiales de la televisión (películas, documentales, etc.) a colaborar en el programa de César, pasando por sustituir al jefe de opinión, hacer la parrilla de programación, supervisar la continuidad de la tele, locuciones, traducciones y un larguísimo etcétera que incluye, a modo de anécdota, el transporte de cintas de vídeo en mi moto para que Dieter las colocase en emisión como falsos directos. También he filtrado miles y miles de SMS en las tertulias y hasta en el programa Debates en Libertad de Javier Somalo, que se emitía en diferido los sábados por la noche. Ese fue uno de los incontables absurdos que llevaron la televisión a la quiebra. No entraban apenas mensajes (cinco o seis la mejor de las noches), pero tenían a un empleado de guardia para pasarlos e inventarse el resto. Todo por el ego del hombre éste. Volviendo sobre el tema que me estoy desviando, la reunión-puritada terminó y me dijeron que analizarían la situación y ya me dirían.

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“Se tomaron dos días para “decirme” lo que yo ya sabía, al término de los cuales Luis Rodríguez, el director gerente, se puso en contacto conmigo para que fuera un poco antes de empezar mi jornada laboral. Mis papeles del despido ya estaban preparados, firmé y al día siguiente lo dejamos todo arreglado. Al salir me crucé con Javier Somalo y bajó la cara. Sorprendente cambio de actitud, de la arrogancia a la vergüenza en 48 horas. Algo muy suyo por cierto. Todos los que han salido de ahí han tenido un cruce similar con él.

“No me pude despedir de muchos de mis compañeros por lo enrarecido de la situación, así que quiero aprovechar ahora para enviar un abrazo a los compañeros y amigos, todos grandes profesionales, que todavía trabajan en Libertad Digital. De otros sí que me pude despedir, en público o en privado, en voz alta en la calle a resguardo de oídos indiscretos o entre susurros en algún rincón de la redacción. Incluso alguno me ha escrito atemorizado por lo que pueden hacerle si le lleva la contraria “a los jefes”. Los jefes son, por si no había quedado del todo claro, Dieter Brandau y Javier Somalo. Esa situación de temor y delación es algo de lo que no eres plenamente consciente hasta que estás fuera de la empresa y tu alquiler ya no depende del cambiante humor de estos dos.

“Ya me habían dicho otros ex empleados de la casa que el despido de Libertad Digital se vivía más como una liberación que como una experiencia traumática. En muchos casos esa liberación ha venido acompañada de buenos empleos, mucho mejores de los que tenían en Libertad Digital. No digo nombres porque el que conozca este mundillo ya sabe de quien hablo. El mercado ha terminado premiando el mismo talento que la pareja del purito castigaba con saña para que nadie advirtiese su mediocridad. A pesar de la fuerza de los hechos, de ver como muchos ex de Libertad Digital estaban haciéndolo muy bien por ahí, seguía pensando que estar en Libertad Digital, el periódico de los liberales, era estar “mi casa”. Creí eso hasta el día después de salir de allí. Hace unos días leí un artículo de Daniel Lacalle en el que, refiriéndose al trabajo en France Telecom, escribía “no hay nada más inhumano que la frustración y desesperación de vivir la pesadilla kafkiana de un trabajo burocrático, tedioso y sin sentido”.

“Uno de los aspectos más frustrantes de trabajar en Libertad Digital era comprobar con estupor como cualquier iniciativa, cualquier indicio de proactividad eran paralizados inmediatamente por Dieter Brandau y Javier Somalo. Bastaba con que hicieses algo bien para que dejases de hacerlo en el acto y te pusiesen a hacer lo contrario o a que te pudrieses en el tedio de copiar y pegar teletipos “cambiando el titular”, que es lo que Somalo y Brandau entienden por periodismo. A menudo tomaban la idea ajena, se apropiaban de ella y luego se ponían la medalla delante de Recarte o de Losantos. No les culpo. Ninguno de los dos son periodistas en sentido estricto. Uno porque es, según dicen, antiguo técnico de sonido de Radio España devenido director de un diario en la red por obra y gracia del otro, que sí tiene el título de periodista… y punto. Más allá de verle leer el teleprompter en los telediarios de LDTV y de repetir como un papagayo en su programa de radio lo que Losantos había dicho tres horas antes, Dieter no conoce este oficio, fundamentalmente porque nunca ha necesitado ejercerlo. Desde hace unos años, además, van de “directivos audiovisuales” (especímenes, por cierto, que Losantos odia de obra y palabra) y eso les ha quitado de todo lo demás. Y como curiosidad para los oyentes y lectores fieles, ninguno de los dos es liberal. Están, como dice un buen amigo con su habitual retranca madrileña, “en algún lugar entre el vacío del espacio profundo y el facherío vociferante del fondo sur del Bernabeu”.

“A pesar de todo, quiero transmitir mi enhorabuena a Dieter Brandau, quien por fin ha conseguido presentar uno de los tres programas “pilares” de EsRadio. Tanto purito, tanto atormentar al personal y tanto esperar a Losantos a las 12 en punto en la puerta del estudio para acompañarle hasta la puerta del coche tiene ya merecida recompensa. Cierto es que recibe la medalla de bronce, y no la de plata como probablemente se esperaba. Quizá la de plata –el programa de la noche- esté reservada para Somalo cuando consigan aventar de una vez a Luis Herrero. No creo que “el del bigote” les cueste demasiado. César Vidal o Javier Rubio eran obstáculos mucho mayores y mirad donde están ahora unos y donde están los otros. Por el camino han tenido que soltar mucho lastre, unos eran amigos y otros, simplemente, trabajadores. Se cuentan por decenas los despidos en Libertad Digital y, pese a la nefasta gestión que se lleva desde hace años, sus gestores son los mismos y no creo que cambien. Lo de Libertad Digital es el caso del bombero pirómano llevado a su máxima expresión. Desde fuera se podría decir que ocurre algo parecido a lo que critican en la clase política: recortan por abajo y castigan al productivo mientras mantienen sus privilegios de casta dirigente y se blindan ante el fracaso.

“Bueno, creo que he abusado de vuestra paciencia. Ya termino, lo haré con una cita del único artículo de Dieter Brandau que he conseguido encontrar después de buscar un buen rato en internet: “De lo que estoy seguro es de que jamás olvidaré el lema con el que nació Libertad Digital (Que nadie opine por ti, ni siquiera nosotros)”. Bien, haciendo honor al lema de aquella casa a la que entregué tantos años, esfuerzos y dedicación, le pese a quien le pese yo opino por mí mismo. Abierto quedo a vuestros comentarios y a las preguntas que queráis hacerme. Soy libre, y no tengo intención de dejar de serlo”.

Tengo para mí que el 12 de julio de 2013, con la marcha de César Vidal, se puso fin a Es.Radio y desde entonces todo es prórroga y ampliación de capitales y sólo queda la mentira. He dicho antes que Federico Jiménez Losantos no conoce el arrepentimiento porque eso sería reconocer que se equivoca y lo suyo es una moral de circunstancias y la arisca prepotencia del oso en su guarida, pero quizás sea de justicia hacer una excepción. Desembarcó con una extraña conversión a la derecha propugnando que ésta se hiciera abortista hasta los tuétanos y abanderara el horrendo crimen. Osado, proclamó que Manuel Azaña había de ser la referencia histórica de la derecha liberal. Ese tipo de groseros errores, de los que se desdice con la soltura del irresponsable, son la regla. La excepción, la única, tiene que ver con esta historia de traición y deslealtad, de puñaladas por la espalda. Desde aquel 12 de julio de 2013, van para seis años, ni la más mínima comunicación de ningún tipo de Federico Jiménez Losantos hacia César Vidal. Empero, cerca de un año después de aquel viernes 12 de julio de 2013, en una reunión, Federico Jiménez Losantos dictó sentencia y se arrepintió: “la cagamos cuando dejamos que se marchara César Vidal”. Las fuentes presenciales transmiten la cita como textual. Es posible que fuera una reflexión crematística, a la vista de los malos resultados económicos de la empresa, pero quiero pensar que había un sincero reconocimiento de culpa, no por la traición a la amistad, pues Losantos es incapaz para ella, pero sí por la añoranza de la solvencia, de la ilustración, de la racionalidad y de la bonhomía, que todo esto aportaba César Vidal a manos llenas.

Esta historia, abierta, acaba bien. Puede afirmarse que Federico Jiménez Losantos, Javier Somalo y Dieter Brandau salvaron la vida de César Vidal. Una semana después de aquel 12 de julio de 2013 de despedida estaba preparado un atentado contra él cuando estuviera en su casa. Pero para ese momento estaba ya en Miami. Esa historia, poco conocida, pondrá el colofón y será desentrañada a “La traición de Losantos contra César Vidal en Es.Radio”, que pronto verá la luz en Amazon, para disfrute general.




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