HABLAMOS DE ALONSO GUERRERO?

Las últimas noticias de la Realeza. Monarquía vs. República
¿Cuánto reinarán Felipe VI y Letizia?


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Mensajepor Invitado » Mar 06 Ene, 2015 4:22 pm

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"Espero que vea la luz"
El exmarido de la reina Letizia quiere publicar una novela sobre su matrimonio

Alonso Guerrero hizo unas inquietantes declaraciones que, con total seguridad, habrán armado un buen revuelo en Zarzuela.

"Tengo una novela sobre el tema, que espero vea la luz algún día."


El escritor Alonso Guerrero, exmarido de la actual reina Letizia, declaró en una entrevista concedida a Asturias24 y de la que se hace eco Sálvame que tiene una novela sobre la relación que mantuvo con esta, y que tiene previsto publicarla "algún día".

Guerrero presentó recientemente en Madrid su último libro, Un día sin comienzo. Aprovechando la ocasión, hizo unas inquietantes declaraciones que, con total seguridad, habrán armado un buen revuelo en Zarzuela.

Cuando el periodista le pregunta por el motivo por el cual no se ha indagado más sobre su historia de amor con la esposa de Felipe VI, responde: "También es un misterio para mí. Supongo que soy una persona que prefiere escribir sobre lo que le ha ocurrido, en lugar de que lo cuenten otros. De hecho, tengo una novela sobre el tema, que espero vea la luz algún día".

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HABLAMOS DE ALONSO GUERRERO?

Mensajepor Invitado » Vie 12 May, 2017 7:10 pm

Alonso Guerrero y su exmujer y aventajada alumna, la reina Letizia.

EX MARIDO DE LETIZIA ORTIZ
La reina también se casó con su profe: así da sus clases Alonso Guerrero

Es tutor de una clase de Bachillerato en un instituto madrileño, en el que imparte Lengua y Literatura. Suele leer poemas en clase y proyectar películas a sus alumnos, quienes comentan a EL ESPAÑOL que todavía no le han puesto mote.

Lara Fernández @larafernandeztv

Como Emmanuel Macron (39 años), la reina Letizia (44) también se enamoró de su profesor. A día de hoy sólo el flamante nuevo presidente francés tiene a su lado a quien fuera su maestra, Brigitte (64), 24 años mayor que él y reconvertida en primera dama desde el pasado domingo. Por su parte, Alonso Guerrero (55), el otrora preceptor -y marido- de Letizia, siguió su camino tras su divorcio de la hoy reina. Se enamoró de nuevo, volvió a casarse -con una profesora llamada María del Carmen Astero- y siguió dando clases, esta vez en un instituto de Alcalá de Henares. El curso pasado, sin embargo, decidió dar un giro a su vida.

Fue en 2016 cuando se hizo con una plaza en la convocatoria de Concurso de Traslados.



Gracias a la puntuación que obtuvo, pudo mudarse profesionalmente al instituto de Secundaria Beatriz Galindo, ubicado en el madrileño barrio de Salamanca, el mismo en el que impartió clases de Literatura el poeta Gerardo Diego. El historiador Antonio Domínguez Ortiz también fue profesor del centro -existe una placa en la entrada que lo recuerda-.

Fachada del instituto Beatriz Galindo, en el que es profesor Alonso Guerrero.

En el instituto, Guerrero imparte la asignatura de Lengua y Literatura a bachillerato principalmente, aunque este año también se ha encargado de algunas de tercero de la ESO que se han desdoblado y requerían por tanto una mayor dotación de docentes. Además, es tutor de 2E de bachillerato. Su metodología, según ha podido saber EL ESPAÑOL, dista de las meras lecciones convencionales en la medida en la que lo permite su asignatura. A Guerrero le apasiona la literatura y por eso busca innovar continuamente y, lo que es más importante, inculcársela a sus alumnos.

"Suele leer poemas y a veces nos pone películas", explica a EL ESPAÑOL una de las avezadas estudiantes de tercero de la ESO a las que Alonso imparte clase este curso. "Es muy ameno, pero eso no quiere decir que no sea exigente en los exámenes", apunta otra compañera de Bachillerato. En estos momentos, es El Quijote el que protagoniza las clases que esta semana imparte Guerrero, tal y como ha podido saber este medio de fuentes educativas.

Alonso Guerrero da clases de lengua y literatura a Bachillerato y algún curso de secundaria.

ImagenImagen de una de las clases del instituto en las que da clase Guerrero.
En general, y aunque apenas ha completado su primer curso en el centro de paredes rojizas de la zona alta de Madrid, Alonso Guerrero se ha granjeado una muy buena opinión entre sus pupilos. Un dato significativo que da muestra de la simpatía que despierta, al menos por el momento, es que los colegiales aún no se refieren a él con un mote, algo muy típico en estas etapas. "Todavía", bromea la misma alumna en conversación con EL ESPAÑOL.

Otra de las evidencias que le otorga su condición de docente novel en el instituto Beatriz Galindo es el hecho de que no todos los alumnos del centro conocen a Guerrero. Su discreción también ha tenido mucho que ver. "Nunca habla de su vida. Es muy serio y discreto. Sabemos que es escritor pero en sus clases ni siquiera nos habla de sus libros", apunta otro de sus alumnos de secundaria.

De hecho, hasta hace bien poco, los estudiantes que conocen de su existencia no supieron que detrás de su profesor se escondía el primer marido de la actual reina de España. "Fue un shock", comenta un alumno. Este significativo dato, una vez que se extiende entre los corrillos, provoca un radical cambio de actitud en algunos de los estudiantes. Afloran los nervios, el titubeo y las dudas sobre si seguir revelando información sobre el que consideran "un buen profesor al que se nota que le encantan los libros".

Si sus alumnos tuvieran que ponerle una pega a Guerrero ésta tendría que ver con el tipo de obras que les aconseja leer. "A mí me encantan los libros juveniles de Blue Jeans y de Federico Moccia, y así medio en broma se empeña en que los aparquemos. No le gustan y prefiere que leamos otras obras más serias y nos recomienda libros que para nosotros son un poco difíciles de leer", se lamenta otra de sus pupilas de secundaria.

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Mensajepor Invitado » Lun 26 Feb, 2018 8:07 pm

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El exmarido de Letizia publica un libro con detalles de su matrimonio con Letizia Ortiz

Lo prometió y Alonso Guerrero publicará en marzo El amor de Penny Robinson.


La entrevista de Alonso Guerrero, el primer marido de la reina Letizia, es una de las más buscadas, pero el escritor ha guardado silencio desde que se anunció el compromiso de su exmujer con el ahora rey Felipe VI. El escritor presenta ahora una novela que esconde en sus páginas cómo fueron los años de su vida con la periodista Letizia Ortiz, aunque los personajes y nombres son ficticios.

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Con el título El amor de Penny Robinson, Guerrero cuenta los detalles de "un caso real sin precedentes": "la transformación de un hombre con una vida sin sobresaltos en un personaje mediático a quien, por el hecho de haber estado casado con la que iba a convertirse en Reina de España, la prensa del corazón persigue para arrancarle los pedazos no solo de lo que pueda contar, sino de lo que es", según dicta la editorial Almuzara, encargada del lanzamiento del libro.

La novela saldrá a la venta el próximo 9 de marzo y consta de 208 páginas en las que cuenta "lo que vivió y, sobre todo, cómo lo vivió". La reseña del libro avanza que Alonso Guerrero "necesitaba convertir lo que vivió en un argumento, pero sin renunciar a que los que van en busca de algo más que un testimonio encuentren una obra literaria".

Literatura sobre la Reina

Guerrero, que nunca ha hablado sobre su matrimonio, anunció a principios de 2015 que estaba preparando un libro, ya que según él, es la mejor forma que tiene para contar las cosas. "Supongo que soy una persona que prefiere escribir sobre lo que le ha ocurrido, en lugar de que lo cuenten otros. De hecho, tengo una novela sobre el tema que espero que vea la luz algún día", dijo en una entrevista al ser preguntado por el silencio sobre su vida personal.

Tampoco es el primer libro que el entorno de doña Letizia escribe sobre ella. Ya lo hizo su primo David Rocasolano en 2013 con Adiós, Princesa, una especie de biografía que incluía detalles y fotografías personales de su familia.


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El amor de Penny Robinson

Mensajepor Invitado » Lun 26 Feb, 2018 8:19 pm

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"Casado con la que iba a ser Reina de España": el ex marido de Letizia publica una novela sobre "cómo lo vivió"

Alonso Guerrero, ex marido Letizia cuando aún no era Letizia, trae una novela-bomba bajo el brazo. Se llama 'El amor de Penny Robinson' y el párrafo con la que se presenta deja claro desde dónde enfoca: "Esta novela narra un caso real sin precedentes: la transformación de un hombre con una vida sin sobresaltos en un personaje mediático a quien, por el hecho de haber estado casado con la que iba a convertirse en Reina de España, la prensa del corazón persigue para arrancarle los pedazos no solo de lo que pueda contar, sino de lo que es. Da la casualidad de que quien vivió esta anomalía es escritor. Ahora escribe el relato de lo que vivió y, sobre todo, de cómo lo vivió". El libro sale el próximo 9 de marzo y los teléfonos ya queman. En divinity.es hemos hablado con la editorial. "¿Que si va a dar entrevistas? No lo sé aún, tengo que hablar con él", dicen, conscientes de que nunca las ha concedido a pesar de haber tenido varios talonarios encima de la mesa.

La expectación no para de crecer y la pregunta es obligada. ¿De verdad son 'personajes de ficción'? "Sí, sí, es una novela literaria con personajes de ficticios, que comienza cuando a un hombre le cambia la vida por haber estado casado con quien se casó. Una vez dicho esto, luego está lo que piense cada uno: el lector es el que tendrá que sacar sus propias conclusiones", explica José María Arévalo, jefe de prensa de la editorial Almuzara, con base en Córdoba y unos 1500 libros en catálogo.

El hombre del que se habla en el texto de presentación (y autor en cuestión) es Alonso Guerrero (1962), en la actualidad profesor de lengua y literatura en el instituto madrileño Beatriz Galindo, ubicado en el madrileño barrio de Salamanca. Sin embargo no fue en ese centro donde conoció a la que sería su esposa, sino en el Ramiro de Maeztu donde ella era alumna.

Tras una relación de una década, Guerrero y Ortiz se casaron el 8 de octubre de 1998, una boda de la que no ha trascendido rastro gráfico a pesar de haberse llegado a ofrecer medio millón de euros por una de las fotos. El matrimonio finalizó al cabo de un año y tres meses.

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Cuando llegó el anuncio del enlace con el futuro Felipe VI, él ya había rehecho su vida con una profesora de matemáticas llamada María del Carmen Astero. Letizia, por su parte, había tenido otra pareja, el periodista y voz del Mundial de motos David Tejera, quien también se ha mantenido en un discreto segundo plano.

En principio, la tirada es de 3000 ejemplares y el precio es de 12.95 euros, pero desde la editorial no descartan que haya más ediciones. Fue una agencia literaria la que les ofreció el borrador y, a partir de ahí, decidieron comprar los derechos y el editor y el autor comenzaron a perfilar la obra definitiva. El subtítulo de la obra tampoco es casualidad. Dice: 'Querían saberlo todo de él porque querían saberlo todo de ella'. El jefe de prensa nos lo comenta: "A ver, todo lo que hay en ese libro es un consenso entre la editorial y el autor. No ponemos nada que el autor no quiera".

La nota de prensa también incide en este punto: "La novela es una ficción que pudo convertirse en realidad, pero también una realidad que necesita la ficción para parecer creíble. Pocas veces hemos asistido a una incursión en la magia inexplicable, a menudo trágica, que cambia la vida de los elegidos por el azar. El autor ha declarado que necesitaba convertir lo que vivió en un argumento, pero sin renunciar a que los que van en busca de algo más que un testimonio encuentren una obra literaria".

Y sigue: "El amor de Penny Robinson’ es una epopeya moderna. El autor, es decir, el protagonista, comparte las preguntas con el lector, puesto que al lector podría haberle ocurrido lo mismo. Dentro de esa huida sin fin hay pasajes de una vida que el personaje principal recupera, o que, más bien, las circunstancias le sirven en bandeja. Es la única compensación para alguien que vive y corre con una certeza en el pensamiento: la de que, haga lo que haga, está condenado de antemano".

La editorial no ha querido dar más datos para no "gastar balas". Es decir, quieren esperar a que estas 208 páginas estén en las librerías para comenzar la promoción real. Eso sucederá entre el 9 y el 12 de marzo, con lo que habrá que esperar para saber si Guerrero decide hablar sobre la que también es una etapa importante de su propia vida.

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boda de Letizia Ortiz con Alonso Guerrero en Almendralejo

Mensajepor Invitado » Lun 26 Feb, 2018 9:34 pm

1ª boda escribió:

Fotos de la boda de Letizia Ortiz con Alonso Guerrero en Almendralejo


la censura de la monarquia es ridicula no se porque no dejan ver esas fotos

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Mensajepor Invitado » Mié 28 Feb, 2018 3:35 pm


Crónica Rosa: El libro del exmarido de Letizia

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Mensajepor Invitado » Jue 01 Mar, 2018 11:46 pm

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EL PASADO SIEMPRE VUELVE
El exmarido de Letizia, alérgico a la fama, da un paso al frente: así es Alonso Guerrero

Se prometió que su historia con la reina de España quedaría sepultada. Fue el exesposo paciente; su boca estuvo sellada, hasta ahora. JALEOS ha ahondado en el Alonso más desconocido hablando con su entorno y 'viajando' a su pasado.


"Nunca nos habla de su vida privada, ni nosotros nos atrevemos a preguntarle, aunque conozcamos algunas cosas. Es un buen profesor, se nota que siente devoción por lo que hace y se puede decir que ama las palabras", asegura a este medio un alumno del instituto de Secundaria Beatriz Galindo sobre uno de sus profesores, Alonso Guerrero Pérez (55 años). "Un hombre serio, formal", apostilla este joven. En el citado centro el que se convirtió en marido de una concienzuda Letizia Ortiz (45) imparte la asignatura de Lengua y Literatura a bachillerato, principalmente, y a algunos suertudos de ESO.

Los alumnos lo aprecian, tardaron en hacerse con su particular modo de enseñar, sí, pero ahora siempre lo seleccionan como uno de sus docentes predilectos. Allí solo atesoran buenas anécdotas y ejemplos de compañerismo que, imploran a este medio, prefieren que no vean la luz. "A Alonso nunca le gustó que se hablara de él", subraya a JALEOS alguien que lo frecuenta diariamente. Mantienen que tras el anuncio de El amor de Penny Robinson Guerrero continúa con su vida corriente, nada ha cambiado.

En esa línea de profesor anónimo, persona leal y silente, se ha mantenido en estos trece años en los que Letizia Ortiz pasó a ser reina, relegando su apellido y su profesión de periodista. "Nunca la nombra, la verdad es que tan solo hace referencias a algún libro suyo", aclara una fuente a este medio. Cuánto ha vivido Alonso y cuán valioso es su silencio.

2003, el año en que Alonso perdió el anonimato

Aquel noviembre de 2003, cuando se hizo público el anuncio de compromiso de Felipe VI (50) y Letizia, los ojos de medio mundo cayeron brutalmente sobre él. Aquel escritor extremeño, novelista y, sobre todo, contador de historias, veía arrasado involuntariamente su terreno más íntimo. Atropellaron su privacidad simplemente por haber sido novio y marido de la que estaba llamada a convertirse en la reina de España.

"Un profesor de Literatura y escritor de Almendralejo al que Letizia había conocido cuando le daba clases en el Instituto Ramiro de Maeztu", perfilaban miles de medios. La noticia sorprendió a Guerrero con su vida ya recosida, enamorado de una profesora con la que residía en un modesto piso de Guadalajara. Él había pasado página, reseteado aquella historia que más que determinante fue efímera. Eso sí, en sentimientos, que no en reverberación, para su desgracia. Desde aquellos convulsos días su empeño no ha sido otro que volver a las sombras del anonimato.

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Él, profesor; ella, una alumna aventajada que un día sintió un pellizco de amor por su 'profe'. Poco a poco, la relación fluyó y Letizia y Alonso se convirtieron en pareja. Su mayor punto de unión, la cultura; su diferencia de edad, una nimiedad. Pasaron siete años hasta que en 1998 sellaron su amor pasando por la vicaría. Se casaron en Almendralejo y venían de una convivencia larga en la que Alonso insufló su pasión por la literatura a la joven Letizia. Como prueba, la edición especial del libro El Doncel de don Enrique el Doliente, de Larra, que la reina le regaló a Felipe en aquella célebre pedida de mano. Aquel volumen se convirtió en best seller y el gesto en una huella encriptada de su pasado con Guerrero. Bueno, no solo eso: de aquel amor perduró el amor de Letizia por el gazpacho y el jamón extremeño.

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El casorio tuvo lugar en el salón de actos del Ayuntamiento de Almendralejo. La pareja quería que Manuel Jesús Morán, entonces alcalde del PP, íntimo amigo del novio, oficiara la ceremonia. Letizia lució un espectacular vestido de Victorio y Lucchino y un bello ramo de novia de la floristería Lady. No obstante, el destino quiso que el amor se terminara y, apenas un año después, el matrimonio se disolvió.

Felipe, el 'culpable' de la exposición de Guerrero

El tiempo cicatrizó y Alonso quedó prendado de una extremeña, María del Carmen Astero, profesora de matemáticas en un instituto de Alcalá de Henares, discreta, hacendosa. Una horma para su zapato. El 'problema' vino con Letizia, que fijó sus ojos en los del por entonces Príncipe de Asturias. Lo que vino después todos lo conocen. Todos menos Alonso, que desde aquel 'amor real' solo vía algún telediario. Eso, cuando encendía la tele. Guerrero sufrió los 'daños colaterales' de la nueva ilusión de su exmujer; receló aun más su vida, pero por primera vez no la manejaba él. Con fotógrafos en la puerta de su casa, Alonso tuvo que echarle arrestos a la situación y, tal como recogió La Otra Crónica de El Mundo, llamó a sus padres para ponerles sobre aviso y para, de paso, pedirles que quemaran todo su pasado con esa mujer vestida de blanco que, rodeada de fotógrafos, mandaba callar a su futuro marido. Quizás ese fue el único gesto 'enrabietado' que se permitió Guerrero, en la intimidad. Públicamente, silencio.

Pero su hermetismo no era capaz de taponar el ruido. Los programas de televisión no tardaron en echarle el guante y tentarlo para que contara su historia de amor con la prometida Letizia. Sin embargo, nunca hubo dinero suficiente para que el escritor narrara aquello. "Más que suculentas, siempre han sido frecuentes", ha asegurado en más de una ocasión Alonso acerca de las tentativas que le ofrecían.

Una vida labrada en el esfuerzo

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Su éxito debía estar alejado de todo ventajismo. No se podía permitir desvirtuarse de una carrera profesional labrada con esfuerzo y parabienes en el ámbito de la literatura. Porque él, por encima de su historia con la reina Letizia, lucha por verse destacado como escritor, y sus libros publicados lo avalan. En 1982 ganó el premio Felipe Trigo de narraciones cortas con Tricotomía, y en 1987 el Navarra de novela con Los años imaginarios. Muestras de sus incursiones en el cuento son El hombre abreviado (1998), Fin del milenio en Madrid (1999) y De la indigencia a la literatura (2004). La novela también le llevó a experimentos como Los ladrones de libros (1991), El durmiente (1998), El edén de los autómatas (2004), Doce semanas del siglo XX (2007), o la narración futurista Un palco sobre la nada (2012). Además de una reflexión sobre el oficio de escribir ha resultado la guía La muerte y su antídoto (2004). Sus últimos libros han sido una novela sobre los atentados del 11-M en Madrid, Un día sin comienzo (2014), y la narración El mundo sumergido.

Todas ellas, creaciones alejadas de cualquier posible vinculación con su vida personal o mera alusión a la silente historia que vivió con Letizia. Pese a ello, siempre ha sobrevolado la duda de que en algunas publicaciones se hubiera permitido plasmar pasajes de aquellos años, como en El hombre abreviado. Sin embargo, ningún rumor fue tan escandaloso como el que está circulando estos días con la próxima publicación del libro El amor de Penny Robinson. En dicho trabajo Alonso narra la "transformación de un hombre con una vida sin sobresaltos en un personaje mediático a quien, por el hecho de haber estado casado con la que iba a convertirse en reina de España".

Hay quien piensa que Alonso se ha desprendido de esa coraza que, lejos de hacerlo libre, lo aprisionaba. A la espera de sus palabras y de la publicación del libro -el próximo 9 de marzo-, lo que parece innegable es que Alonso Guerrero vuelve a las librerías y a la primera fila del mundo editorial con más fuerza y determinación que nunca. ¿Se leerá doña Letizia el trabajo de su exmarido?

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Mensajepor Invitado » Sab 03 Mar, 2018 2:50 am


NUEVA TRAICIÓN A LA REINA LETIZIA DE SU EX MARIDO ALONSO GUERRERO

El ex marido de la Reina Letizia saca a la venta un nuevo libro novelado El amor de Penny Robinson donde contaría con personajes de ficción sus experiencias vitales con la esposa del Rey Felipe VI. Si lo comparamos con las que vivió David Rocasolano y que dejó plasmadas en su libro Adiós Princesa, la casa real española ni la familia real tendrían que estar preocupados ni nerviosos

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Mensajepor Invitado » Sab 03 Mar, 2018 3:25 am

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La Reina Letizia, en brazos de Alonso Guerrero, durante su relación.



‘YO ACUSO LA CASA REAL JAMÁS ME HA OFRECIDO DINERO

El ex marido de la Reina Letizia escribe en exclusiva para LOC las razones que le han llevado a publicar ‘El amor de Penny Robinson’, una novela inspirada en su vida desde que se anunció el compromiso de su ex con el futuro Rey.

Alonso Guerrero, ex marido de Letizia, explica en LOC los motivos que le han empujado a escribir un libro novelando cómo vivió la boda de su ex con el entonces Príncipe.


ALONSO GUERRERO


"Comencé a escribir El amor de Penny Robinson casi 10 años después de que la que había sido mi esposa se convirtiera en prometida del Príncipe de Asturias. La ‘Anunciación’, como la llamó alguno de mis amigos. Al cabo de ese tiempo, la prensa amarilla dejó de perseguirme, aunque no hubo posibilidad de que se olvidara de mí...

...pues mantenía una línea inaprensible de torres de vigilancia, algo parecido al ojo de Mordor, sobre todos los que habíamos formado parte de su vida. Algunos intentamos pasar inadvertidos. ¿Es posible decir algo normal sobre un asunto como ése, en los términos que tales publicaciones exigían? Exigían, en efecto. La prensa rosa nunca quiere sacarte información, quiere arrancarte pedazos de carne. Lo digo en la novela. En una ocasión declaré que, antes que otros escribieran sobre mí, prefería hacerlo yo. El presente texto, y la novela que acabo de publicar, son pruebas de ello. Cuento los días y meses siguientes al hecho que a tanta gente interesó, en aquel noviembre de 2003. Lo único que puedo ofrecer es una tragicomedia. Para mí lo fue, y la clave consiste en que a cualquier hombre de este país podría haberle ocurrido lo mismo. Tuve la dudosa suerte de ser yo, y al menos aquello me proporcionó un argumento. Se ha dicho que la trama de El amor de Penny Robinson es una mezcla de ficción y realidad. Cierto: una mezcla de lo que ocurrió y de lo que podría haber ocurrido. Les aseguro que lo primero resulta más increíble que lo segundo.

Confío en que los que lean la novela encuentren una identidad. Toda persona que, de pronto, se convierte en un personaje siente cierta extrañeza, sobre todo si se trata de un personaje distinto del que esa persona hubiera querido encarnar. A partir de ahí, el problema no radica en tal diferencia, sino en la rapidez con que sobreviene todo. No se trata de algo azaroso, ni insospechado. Se trata de algo premeditado. Uno pasa a ser una víctima, porque le piden palabras que no son suyas, declaraciones que van a ser tergiversadas, iluminaciones oscuras y rasgos que no posee, sino que añade quien lo entrevista. Este país ha creado una figura –el famoso, llamémoslo así– que, de pronto, atrae la mirada de todo el mundo, sin la necesidad de que todo el mundo comprenda lo que mira.

La novela es una amalgama de acción y existencialismo. Creo que no hay otra forma de abordar un problema en el que uno tiene tantas implicaciones. Quizá Henry James hubiera fraguado algo distinto; yo he preferido simplemente exponerme, porque explicar, racionalizar un punto de partida tan radical, que comprende a la familia, a los amigos, a tanto cazador que quiere cobrar su pieza, son planteamientos demasiado contradictorios para quien siempre se ha considerado un narrador literario. De todo se puede hacer literatura, pero en este caso he intentado ocultar lo que no fuera anecdótico. La anécdota se convierte en determinante, en decisiva. Pasa en la vida de cualquiera, pero más aún en la del protagonista de mi novela –Alonso Guerrero–, un hombre al que arrebatan la capacidad de defenderse. O casi.

Tras la prensa vienen las redes sociales, los foros, esa multitud de solitarios que se niegan a hablar si se desprenden de su careta. Hemos llegado a un mundo de máscaras donde la verdad no es que sea imposible, es que ni siquiera es necesaria. Los foros montan un juicio paralelo del que la única forma de salir es no entrar, no participar en ellos. Los foros sólo requieren una premisa: no saber de qué se habla. Nunca he pertenecido a una red social. En ninguna se ha hablado de mí, sino de mi caso. El amor de Penny Robinson es la narración de ese caso hecha desde dentro y a la vista de todas sus hipérboles y contradicciones. Quiero aclarar algo que siempre se me atribuye: jamás la Casa Real me ha ofrecido dinero por guardar silencio. Si lo hubieran hecho, no habría aceptado, igual que no he aceptado otras muchas cosas. Mi silencio es una elección propia.

He utilizado anteriormente la palabra víctima. No lo soy en absoluto, pero no he podido evitar ser, al menos, un observador aventajado en relación a los acontecimientos que cuento en el libro. Repito que no posee un argumento que yo haya tenido que inventar. Sólo narro lo que viví y cómo lo viví. La ficción únicamente aporta consecuencias más o menos audaces a todo aquello. Es decir, la ficción es lo que puedo compartir con quienes me lean, porque la realidad es intransferible, incluso cuando se disfraza. Si no se entienden esas consecuencias, entonces me gustaría que quien lea el texto asuma lo que sienten las cincuenta personas vigiladas y perseguidas por el millar de revistas y televisiones que hay en este país. También lo digo en la novela.

Ha habido periodistas y tertulianos que me han defendido. Pocos, pero existen. Les agradezco, junto con su apoyo, su punto de vista, mucho más cercano a la comprensión de lo ocurrido. También aparecen en la novela. Considero al lector mucho más inteligente que yo. Sé que sabrá leer entre líneas. Los personajes son fácilmente identificables para quien esté un poco al tanto de los pequeños vodeviles que acontecen en los medios de comunicación, sobre todo en la televisión. Lo que muestro son los síntomas del caso de psiquiatría social que he vivido, en el cual los medios entretienen con lo más brutal de los personajes que aparecen en ellos. No sé por qué.

En la novela hay ficción, no mentiras. El lector se encontrará con lo que me ocurrió, ni más ni menos. He tenido que escribirla porque me ha empujado a ello la necesidad de sacar conclusiones y entenderlas. En lugar de volver al personaje en que quisieron convertirme, he preferido volverme yo mismo un personaje, se comprende que novelístico. Aparezco con mi propio nombre. Lo que experimentaron, por no decir sufrieron mi familia, mis amigos en aquellos noviembre, diciembre, enero, febrero de 2003 y 2004 fue tal como lo relato.

Recuerdo que muchas de aquellas persecuciones se hicieron con francotiradores, sin sacar periodistas a la calle, sino mediante un asedio continuo desde las pantallas de televisión y las páginas de las revistas. Coincidieron con la promoción de un libro y la reedición de un relato. En las presentaciones de aquellas obras apenas pude aludir a lo que significaban, a lo que yo había puesto en ellas, por razones demasiado obvias. Son esas razones las que ahora sustentan El amor de Penny Robinson. Vivimos en un país en el que la soledad propia se medica con las vidas ajenas. Cotilleos y calmantes. Esa es nuestra receta. El fenómeno es vertical, se da de arriba abajo. Son los que nos dirigen los que recetan esos calmantes, o los comparten.

Para concluir, me gustaría que se entendiera que todo es una sátira. A veces, una sátira triste, una astracanada con la que sería necesario iniciar un debate, o una reflexión sobre el papel que desempeñan ciertos medios de difusión que sólo difunden una necesidad artificial e indiscriminada de explotar –igual que se explota una granja de pollos, exactamente igual– las partes de las vidas de los demás que les resultan útiles.

Pasa en otros países, desde luego, pero no con la misma virulencia ni tanto descaro como en éste. No pretendo, con la publicación de El amor de Penny Robinson, originar una toma de conciencia. Si lo hiciera estaría más cerca de la candidez que de la fantasía. No obstante, la noción de vida privada está pasando de moda. Las vidas privadas se consumen, ya no se respetan, y quienes las consumen son siempre los demás, no quienes las viven, sobre todo si caen bajo los fogonazos de las cámaras. El único ámbito en que aún se respetaba la privacidad –el de la literatura– está desapareciendo. Decía Quevedo que el suyo era un siglo en que se escribían epitafios tanto para los vivos como para los muertos. Echen, por favor, un vistazo a su alrededor”.


LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO SÁBADO 3 DE MARZO DE 2018

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Mensajepor Invitado » Sab 03 Mar, 2018 3:41 am

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Alonso Guerrero se casó con una profesora de matemáticas extremeña como él. A la derecha, en una imagen de archivo.



ALONSO GUERRERO
LA VIDA NORMAL DEL EX MARIDO DE LETIZIA

En los 15 años que se han cumplido tras el anuncio del compromiso de los Reyes, el primer marido de Doña Letizia apenas ha variado su día a día. Continúa en el piso de 70 metros de Guadalajara donde residía. Volvió a las aulas del Ramiro de Maeztu, donde conoció a la Reina, y en septiembre cambió de colegio.

MARINA PINA


ALONSO GUERRERO (55) SE REFUGIÓ EN el piso de 70 metros en el que vivía con su segunda mujer cuando conoció el compromiso de su primera esposa, Letizia Ortiz (45). Profesor de literatura de instituto, las cámaras tardaron poco en ubicarle cuando se supo que Don Felipe había escogido a una periodista divorciada como futura esposa. Y le encontraron. Estaba en su casa de Guadalajara, un piso en el centro de la ciudad de dos plantas, donde vivía con la también profesora –de matemáticas– María del Carmen Astero Martín (54). El tercer protagonista de la historia de amor del entonces Príncipe de Asturias sólo recibió a CRÓNICA en su casa. En el perfil del primer marido de la Reina se retrataba a un hombre sencillo y educado, que prometía hacer de la discreción su máxima desde el momento en que su ex entró en la Casa Real.

“Sólo escribo sobre lo que me apetece. No voy a meterme en ese asunto [en referencia a su ex mujer]. No por nada, sino porque no me inspira”, afirmó ante las páginas del dominical de EL MUNDO. Durante estos años, Guerrero ha sido consecuente con esa afirmación y ha continuado con una vida sin nada extraordinario.

En octubre se cumplirán 15 años del anuncio del compromiso de los Reyes. Tres lustros desde que Alonso Guerrero vio su nombre en los telediarios y las cosas han cambiado poco para el profesor. Continúa dando clases a diario. Dejó el instituto de Alcalá de Henares donde ejercía como profesor para reencontrarse con su pasado en las aulas donde surgió el amor con Letizia.


EL COLEGIO DE LETIZIA

Así, tras la boda de los actuales Reyes, Alonso recuperó su cátedra en las clases de Bachillerato en el instituto Ramiro de Maeztu. En los pasillos de ese colegio público, Alonso conoció a Doña Letizia, cuando ella llegó al centro con 15 años procedente de otro colegio público. En el último curso de la Reina, el profesor y la alumna comenzaron una relación que, 10 años después, el 8 de octubre de 1998, culminó con una boda en Almendralejo (Badajoz). Una ceremonia civil ante 90 invitados. El matrimonio duró un año.

Todo eso debió rememorarlo Guerrero cuando pidió regresar al Ramiro de nuevo. Quizá por ello, en 2016 solicitó un nuevo cambio de plaza. Dejó el colegio donde conoció a su primera esposa y el pasado septiembre comenzó a dar clase en el instituto Beatriz Galindo, situado en la calle Goya de Madrid. En el tiempo libre que le dejan sus actividades como profesor, Guerrero siempre se ha dedicado a escribir. Lo último conocido de su obra fue Un día sin comienzo, un libro en el que noveló el 11-M.

En esa ocasión, Guerrero acaparó varios titulares, más por su faceta de ex marido de la Reina que por la de escritor. El nombre del autor, de hecho, siempre va vinculado a su condición de ex y no a su prosa, algo que, según su entorno, le contraría aunque acepta.

Pese a ello, Guerrero se mantenía firme en su decisión de no hablar sobre la Casa Real, algo que le llevó a rechazar cheques en blanco por traicionar a la Reina. Su silencio podría responder, además de una cuestión de lealtad, a la relación que todavía mantiene con Doña Letizia y con Don Felipe. Alonso ha coincidido en varios actos literarios con los Reyes, quienes en todos ellos se han acercado a hablar con él y se han interesado por su vida en Guadalajara, su terreno en Almendralejo y sus clases. En una ocasión, la Reina le preguntó por el alcalde de Almendralejo que ofició su enlace y que es amigo de juventud del escritor, dando muestra de la normalidad en la relación.


PROTAGONISMO INUSUAL

Como Alonso desvela en exclusiva en este suplemento, Casa Real nunca le ha ofrecido dinero por su silencio. La relación es correcta y cuando el autor acude a actos de los Reyes, se le invita como indica el protocolo y sin dar mayor importancia. Por ello, no se ha pedido a Zarzuela autorización ni opinión a la hora de publicar El amor de Penny Robinson, el libro donde Guerrero rompe la promesa que hizo hace 15 años.

En las páginas de LOC, Guerrero da a entender que prefiere contar su historia antes de que otros sigan hablando de él. Por eso el protagonista de la novela responde a su nombre. Una justificación que se sostiene, ya que la ambición económica no está detrás de un hombre que no ha variado su vida en estos 15 años de personaje público. Sigue empadronado en el piso donde le encontró CRÓNICA en 2003, continúa pasando temporadas en Almendralejo, donde su mujer también disfruta, ya que Alonso encontró el amor por segunda vez en brazos de una extremeña con la que no tiene hijos. Un vecino de Guadalajara asegura que tras la expectación inicial, ahora Guerrero “lleva una vida normal, ya nadie le reconoce por ser el ex de la Reina”. Esta vez, el escritor ha elegido ser el protagonista.


LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO SÁBADO 3 DE MARZO DE 2018

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HABLAMOS DE ALONSO GUERRERO?

Mensajepor Invitado » Sab 03 Mar, 2018 1:55 pm

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SU BODA EN ALMENDRALEJO
Los secretos de la boda de Letizia y Alonso Guerrero que el escritor no revela en su novela

Veinte años después del matrimonio del profesor y la entonces alumna aparece 'El amor de Penny Robinson', con evocaciones de aquella etapa de la reina.


"Todo Almendralejo estaba muy ilusionado con la boda de mi amigo Alonso y Letizia, fue un día que nunca se nos olvidará a los que estuvimos allí y les deseamos lo mejor", ha asegurado a este medio el dueño del hotel Espronceda, en Badajoz. Allí pasaron la mágica noche de bodas Alonso Guerrero (55 años) y la reina Letizia (45) aquel día de 1998 en el que decidieron convertirse en marido y mujer.

Veinte años después, el próximo martes, se publicará el libro El amor de Penny Robinson, en el que Guerrero narrará "lo que vivió" en su relación con la por entonces joven periodista. Un amor que se deshizo al año de aquel casamiento. Queda por saber si en ese relato literario el novelista se explayará en detalles del gran día de su boda o, simplemente, lo abordará de puntillas. Mientras esa publicación llega, JALEOS ha 'viajado' a esa localidad para investigar desde dentro cómo fue ese importante día en las vidas del escritor y de la que estaba a pocos años de subirse al trono.

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La suite nupcial del hotel Espronceda donde durmieron Alonso y Letizia.

Aquel soleado día los habitantes de Almendralejo estaban especialmente inquietos y nerviosos; Alonso, muy querido allí, por fin se casaba con esa presentadora de televisión de la que siempre hablaba con admiración desbordada. "Se los veía muy enamorados y venían mucho por aquí antes de la boda. Para mí se convirtieron en amigos y hemos pasado buenos ratos juntos. Ese día también fueron unos magníficos huéspedes. No hace falta que diga que tuvieron la mejor habitación. ¡Es que solo puedo hablar cosas buenas!", apunta esta fuente hotelera. Después de siete años de noviazgo, veía cómo su amigo 'sentaba la cabeza' y lo hacía en su 'casa', en su hotel.

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El cuarto de baño del que disfrutó la pareja en Almendralejo.

"Las familias de ambos estaban muy compenetradas"

Con un vestido de Vitorio y Lucchino, una trenza como peinado y como ramo un bouquet comprado en una floristería local, Letizia brilló. Los enamorados organizaron una boda sencilla, discreta, sin grandes dispendios. El convite, más de lo mismo. Celebraron una boda civil íntima a la que tan solo acudieron cerca de 90 testigos."Las familias de ambos estaban ese día que no cabían de orgullo, yo los vi muy compenetrados a todos", subraya esta fuente. En el salón de actos del ayuntamiento había algún que otro detalle nupcial, pero reinaba la sobriedad típica de estos enlaces consistoriales. Para el 'sí, quiero' los contrayentes depositaron sus esperanzas en otro gran amigo, el por entonces alcalde de Almendralejo, Manuel Jesús Morán.

El acto, que no se hizo de rogar, terminó en el restaurante El Paraíso, a escasos metros del salón de actos del ayuntamiento. Junto a los novios, en la mesa presidencial, los padres de ambos, Paloma Rocasolano (65) y Jesús Ortiz (67), y Juan Francisco Guerrero y Dolores Pérez.

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La entrada del desaparecido restaurante 'El paraíso'.

En la actualidad ese lugar ya no existe, cerró años más tarde, pero JALEOS ha llamado a su teléfono, que aún se encuentra disponible en la página web. Lo atiende una mujer solícita que nos informa de los cambios. Huelga decir que ella estaba al tanto de aquella célebre boda. Almendralejo es una ciudad, pero con espíritu de pueblo. Todo se sabe. "El Paraíso ya cerró, ahora se llama de otro forma, pero hemos conservado gran parte de la carta de aquel restaurante", avanza.


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El menú: solomillo, cochinillo y arroz de perdiz

Esta cocinera nos enumera las especialidades que podrían haber degustado Alonso y Letizia. "Yo no estuve en esa boda, pero sí te puedo decir que ese sitio era emblemático y tenía como especialidades el solomillo a la brasa, el cochinillo y el arroz con perdiz. Por supuesto, comida extremeña. En toda boda que se precie se debe comer esto", informa esta mujer.

Tras la comida, la fiesta no se hizo esperar. En ese día de felicidad todos bailaron, brindaron y tomaron miles de fotos con la intención de capturar en el tiempo aquella mágica unión. Eso sí, ninguna trascendió a los medios. Sin embargo, tal como se publicó, un día antes de anunciarse el compromiso de Felipe VI con Letizia Ortiz, Alonso habría llamado a sus familiares para que destruyeran esas instantáneas. Tras esto, alguien debió de no hacerle mucho caso y habría intentado ganarse 600.000 euros a costa de ofrecer una de las exclusivas más jugosas. Habladurías aparte, Almendralejo vivió la ruptura de Alonso y Letizia casi como una derrota personal.

"Nadie podía imaginarse que terminarían, pero, bueno, así es el amor. Durante mucho tiempo estuvimos muy agobiados en el pueblo porque vino mucha prensa y periodistas curiosos a investigar. Fueron meses muy duros y ahora solo queremos pasar página, olvidar lo malo y quedarnos con lo bueno", zanja la conversación con este medio el dueño del hotel Espronceda. Hubo cosas agridulces, sí, pero termina por admitir que gracias a la gran publicidad que le otorgó esa boda su hotel pegó un empujón considerable: "Ellos aquí siempre tendrán su casa. ¡Qué mínimo!".

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HABLAMOS DE ALONSO GUERRERO?

Mensajepor Invitado » Sab 03 Mar, 2018 2:10 pm

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El ex marido de Letizia se ha separado de su pareja y otras nueve cosas que no sabes de Alonso Guerrero


Silvia Armesto

Diez años mayor que la alumna Letizia, a la que sedujo a base de amor y literatura, este profe era marchoso de joven pero ahora es hogareño. Se ha separado de su pareja; y sus alumnos, que aprueban fácil con él, le han puesto un mote (muy feo) inspirado en Juego de Tronos . Hay otras muchas cosas del ex marido de Letizia que tal vez ignorabas.

Sabemos que publica un libro que promete ser un best seller. Y a falta de más datos se supone que cuenta (en forma novelada) cómo se sintió tras saber que Letizia, que ya era su ex, se casaba con el príncipe de Asturias. Estamos hablando de Alonso Guerrero, el hombre más importante, junto con Felipe de Borbón, en la vida de la Reina. En torno a este profesor de literatura se ha creado un misterio tal vez acrecentado por la falta de naturalidad del aparato del Estado al ocultar ciertos documentos (públicos, por definición), relativos por ejemplo a los registros de su matrimonio civil con la periodista Letizia Ortiz.

No debemos ignorar que algunos de sus libros anteriores fueron un tostón en opinión tanto de expertos como legos. Tampoco debemos olvidar que el 'plan de marketing' del libro editado por el ex ministro Pimentel se basa en el morbo de saber qué intimidades, a poder ser de alcoba, puede contar este caballero que enamoró a la alumna de 17 años del Ramiro de Maeztu, el instituto donde enseñaba. La sedujo, fue su novio y se casó con ella. Diez años de relación.

Dicho esto, nos preguntamos ¿qué méritos reunía ese hombre, tan distinto a Felipe VI, para que ella se fijara en él? Que una adolescente entregue su corazón a un profesor no es extraño. Pero el primer marido de Letizia, el hombre que contrajo matrimonio con ella en un salón de bodas de Extremadura, de Almendralejo, hace muchos, muchos años, guarda más secretos.



  1. Cuando estudiaba filosofía y letras en la Universidad de Cáceres le gustaba disfrutar de la marcha nocturna de la ciudad. Se apuntaba a todas las juergas y no tenía hora para volver a casa. Con el tiempo se volvió mucho más serio, reservado y hogareño.

  2. Mantiene un precioso y fortísimo acento extremeño que se refuerza y aflora cada vez que viaja a su tierra. Nació en Mérida en 1962 (diez años mayor que la estudiante a la que sedujo).

  3. Sigue teniendo casa en Alcalá de Henares, aunque se separó de su pareja, la profesora de matemáticas con quien había rehecho su vida tras su ruptura con la Reina. Casi nadie lo sabe, pero cuando abandonó el Instituto donde ambos daban clase para impartir la asignatura de literatura en el Beatriz Galindo de Madrid, la relación de pareja se rompió.

  4. La mujer que sucedió a Letizia en el corazón de Alonso Guerrero es delgada y de facciones angulosas como ella, aunque con más curvas. Es rubia y tiene unos cuarenta y cinco años. Su nombre es Carmen Astero, es profesora y sus alumnos la adoran.

  5. Alonso Guerrero probablemente lo ignora, pero en Alcalá de Henares algunos de sus alumnos le pusieron un mote similar al de uno de los personajes de Juego de Tronos, pero mucho más salvaje: el f….reinas, algo premonitorio, habida cuenta de que Letizia era solo princesa por aquel entonces. También le llamaban El Letizio.

  6. Su libro 'El hombre abreviado', un tostón escrito cuando estaba casado con Letizia, se consideró premonitorio de su separación. Su personaje, Lorenzo Gutemberg, era abandonado por una mujer tan bella como ambiciosa, María. Esa mujer le espeta en el bufete de abogados donde van a firmar el divorcio esta frase: "No puedo consentir que me ames. Ni siquiera tú puedes permitírtelo y lo sabes". Corrió la leyenda, falsa, de que algunos funcionarios con aspiraciones cortesanas, hicieron desaparecer sus libros de las estanterías de las bibliotecas.

  7. Coincidió con su ex en público en el año 2010, cuando Letizia ya estaba casada. La entonces princesa fue la invitada de honor a los actos de celebración del 70 aniversario del Instituto Ramiro de Maeztu, donde estudió segundo y tercero de BUP. Allí conoció a Alonso Guerrero, profesor de literatura por aquel entonces. En aquella ocasión la princesa de Asturias no salió de la segunda planta, donde un batallón de señoras de la limpieza trabajaron durante semanas para embellecer la zona ante la visita de Letizia y Esperanza Aguirre, para borrar todas las pintadas o grafitis que decoraban las paredes, algunas con inusitada maldad. La entonces princesa no se movió del lugar estipulado por los servicios de protocolo para su visita. No hubo sorpresas pero sí hubo quien casi sufre una taquicardia pensando en lo que podría haber ocurrido si hubiera decidido bajar a la planta inferior. No solo se hubiera topado con la cruda realidad, un edificio que necesitaba urgentemente una mano de pintura, si no a su señor ex marido charlando con otros compañeros. Letizia se limitó a caminar por encima de Alonso Guerrero durante todo el acto.

  8. Tiene mano ancha con sus alumnos. Sería capaz de aprobarlos a todos con tal de que leyeran. Su mayor obsesión es transmitirles el amor por la lectura. ¡Bravo!

  9. Aunque pasar de la segunda página de sus libros suele ser un calvario, su cultura y su riqueza de vocabulario están muy por encima de lo común, incluso para un profesor de literatura. Su prosa es muy barrroca y usa y abusa de las subordinadas. Hasta sus bromas son gongorinas y algo rebuscadas. "Sois más pesados que un collar de extintores", dijo en una ocasión a sus alumnos.

  10. No padece el temor tan común entre los escritores al llamado folio en blanco. Es constante en su ritmo de trabajo, y escribe a un ritmo ligero, bastante más deprisa que otros literatos. Le sobra práctica. Fue un Mozart de la literatura en versión pacense. Empezó a escribir con solo ocho años. Y aunque no es prolífico publicando, no ha dejado de hacerlo desde entonces.

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HABLAMOS DE ALONSO GUERRERO?

Mensajepor Invitado » Dom 04 Mar, 2018 3:06 am

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“¿Quiere una exclusiva? No soy monárquico. Pero creo que estoy en un país que se roba tanto que jamás podrá existir una república”


ALONSO GUERRERO
ENTREVISTA EN EXCLUSIVA CON EL EX MARIDO DE LETIZIA

EL EX MARIDO DE LA REINA LETIZIA ANTE SU NOVELA AUTOBIO GRÁFICA

MARTÍN MUCHA


Aveces la lluvia es una tregua. A veces anuncia una tempestad mayor. Alonso Guerrero cree en la belleza de un diluvio. Alonso es un tipo que ha guardado mucho silencio. Es uno de sus tesoros, de lo que conserva como esencia de su yo. Guerrero es un hombre especial. Como escritor, ha lanzado un grupo de novelas que la crítica ha recibido con fruición. Se presenta en el Café Gijón con los hombros encogidos, gabardina, bufanda gris. Camina como un escritor que se dirige a hablar sobre lo que nunca ha hablado. De su pasado, presente, del futuro de su novela. Alonso Guerrero publicará en unos días El amor de Penny Robinson (Editorial Almuzara). Es una obra autobiográfica escrita a ritmo de persecución. El personaje principal se llama Alonso Guerrero. Él. Su voz es grave y mantiene siempre un tono calmo. Llueve y la terraza del Café Gijón es un refugio. Se ve solitario rodeado de sillas de hierro forjado. Y las gotas que caen. Como las palabras que soltará, lentas y vitales. «Mi silencio es mío», repetirá una y otra vez durante la conversación. Guerrero es el ex esposo de Letizia Ortiz. Y viene a contar su verdad, la literaria y la humana, aunque en su caso sean una. «Aunque a nadie le interese escucharla», dice como cobijándose en sus propias frases. Las manos las tiene gastadas, no como las del soberbio profesor de literatura que es, más bien como el labrador que fue su padre. Vamos a hablar de su obra. Pero es que, en este caso, su novela es su vida. Lo que vivió-sufrió-sintió cuando supo que su ex mujer iba a ser la futura reina de España. Adiós silencio.

    —No hay mejor argumento de una vida literaria que la suya… Comienza con una historia macroniana al revés. La alumna que se enamora del profesor. El maestro que se hace su pareja. Se casan. La vida se tuerce y se divorcian. Ella se vuelve a casar. Y se convierte en princesa. Después en reina…

    —Yo a Letizia nunca la tuve en clase. Fue una persona a la que conocí en el instituto donde trabajaba. Y sí, visto desde este punto de vista puede ser todo eso. Todo lo demás es una casualidad.


    —Casualidad de esas increíbles…

    —Es el azar más bien.


    —Creo que es más que eso. En su novela suelta una frase más que emblemática: «Era un peón en la partida, pero había sido atacado con el movimiento de una reina»

    —Ten en cuenta que cuando yo escribí la novela ella aún no era reina. Siempre me refiero a ella como princesa. Pero leída ahora, la frase parece profética.


    —Su novela es de escapada como El conde de Montecristo

    —La gran diferencia es que esta es una tremenda sátira. Cosa que El conde de Montecristo, no. Aunque a veces lo parece por las distintas personalidades de Edmundo Dantés. Mi novela es un vodevil. Hay que mirar esto con la distancia de la comedia. La gente entiende mejor el humor que la tragedia.


    —En su obra puntualiza que a nadie le interesa lo que tenga que decir… Que nadie le quiere encontrar porque nadie sabría qué preguntarle. Eso es una mentira…

    —Una de las premisas de la novela es que a nadie le interesa la verdad. Las grandes verdades, a la sociedad en que vivimos, no interesan. ¿Por qué? Obligan al compromiso. Y nadie se compromete.


    —Retomando esa palabra. En noviembre de 2003 se anuncia el compromiso real. Es el inicio de lo que pasa en la novela y en su existencia. Su vida iba a cambiar…

    —Había pasado el día en el campo. Y lo vi en la televisión. Me extrañó. Me cayó, no como una losa, sino como una interrogación tremenda. Ni siquiera pensé en la situación en que yo me colocaba sino en lo que había pasado. En cómo había pasado. Después se contestaron todas esas preguntas. Era absolutamente argumental. Eso debía llevarlo a una novela. Lo dice la contraportada del libro. «Es la historia de una persona que se convierte en personaje». Eso le ha pasado a mucha gente con todo esto. Gente que nada tenía que ver con la oficialidad ni con la monarquía ni con la nobleza… Saltan a ser perseguidos. Y quizás yo sea el menos importante.


    —«Pierde su vida de un zarpazo», relata. Eso es un corte radical. ¿Así sintió que su exmujer se transformase en princesa?

    —No es que ese anuncio supusiera la pérdida de mi vida. Inició la persecución de la prensa. Me pareció apocalíptico. No se me puso un micrófono para que dijera lo que pensaba. Se me arrancaban las respuestas. De qué sirve la verdad si va a ser tergiversada. Siempre.


    —Su boda fue sencilla, de 90 personas, los muy cercanos. Y pasó a ser motivo de deseo…

    —Fue algo hiperbólico. Circulaba tanto dinero por esas imágenes. Pero yo sabía que no se iban a vender y no se han vendido. A mí me ofrecieron 300.000 euros por una foto.


    —¡300.000 por una sola foto!

    —¿A costa de qué? Nunca he necesitado el dinero. He sido una persona muy frugal. Puedo decir que no va con mi naturaleza vender una foto. Por el dinero que sea. Más si es una foto privada. Y lo que es privado pertenece a uno, por definición. Y sigo sin planteármelo. Mi silencio es mío.


    —Toda esa gente que ha vivido lo que ha vivido usted, según reflexiona, se droga o se divorcia… O se suicida. Definitivamente se ha divorciado y está aquí… ¿El resto?

    —Mi única droga es la lucidez. Ni he pensado en suicidarme.


    —¿Es una droga el divorcio? Hay quienes lo viven permanentemente.

    —El divorcio es una lección.

Pausa para las fotografías. La luz roja incendia su rostro. Pregunta por su novela. Soy de los pocos que la ha leído completa. Ni siquiera se plantea la posibilidad de ser best-seller. «Soy un escritor minoritario y lo seguiré siendo». Mira a la cámara. A veces parece que va a esbozar una sonrisa como si recordar fuera eso. Un acercamiento a la felicidad. A esa que le dieron cada una de las mujeres de su vida. Sí, Letizia también. Pero no adelantemos acontecimientos. «Creo que he hecho una novela de carne y sangre. Era el argumento más vital que he tenido». La lluvia casi atraviesa el frágil techo de lona. Pero seguimos.

ME OFRECIERON 300.000 EUROS POR UNA FOTO [DE NUESTRA BODA]… PERO JAMÁS… MI SILENCIO ES MÍO”


    —Stevenson es su eje político y vital. Tiene un poema que se llama Happy Thoughs [pensamientos alegres] que habla de la felicidad, de ser felices como reyes…

    —Dudo que eso exista. Eso forma parte de los cuentos de hadas. No creo que la realeza sea excesivamente feliz. La felicidad se busca por caminos privados.


    —Stevenson luchó a favor de la monarquía en Hawai.

    —Tenía al rey de espectador y de oyente.


    —Y se enamoró de una princesa mestiza. Mitad de un mundo. Mitad del otro. Su caso otra vez al revés.

    —Lo describe en un cuento. Se enamora de una princesa y contrae lepra. Y le pide al diablo de la botella librarse del mal. El amor verdadero es intocable, siempre.


    —Hablando de la felicidad. Cuando le entrevistamos hace 15 años [Crónica, 9/11/2003] sobre el enlace real, sólo dijo que le deseaba a los dos la felicidad…

    —Lo normal.


    —¿Ha vivido la felicidad?

    —Muchas veces.


    —¿Qué es para usted?

    —Cuando rozas algo que se parece a la intensidad y hace que la vida valga la pena. La felicidad me la han dado las mujeres y la literatura.

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    SOBRE SU LIBRO. «He hecho una novela de carne y sangre. Era el argumento más vital que he tenido».

    —Su novela es un recorrido por distintos tipos de ellas y las engloba con esta frase: «Las mujeres de mi vida me criticaron por mirar el mundo desde un andén».

    —Sí. Mirar el mundo desde un andén es la posición de alguien que está a punto de irse. Siempre al borde de tomar ese tren. Las mujeres tienen celos de eso. El escritor siempre vive esperando que llegue algo.


    —Siempre se dijo que Letizia lo dejó y más…

    —No puedo contestar.

Alonso Guerrero marca los tempos con las manos. Sus uñas las tiene extremadamente cortas. De vez en cuando aprieta las manos. Las pone unas sobre la otra. Encima de la mesa están colocadas las pruebas de la novela más deseada. Dos frases de ella que parecen escritas para este momento. «Les concedes una entrevista y te escriben un epitafio. Luchas por la posteridad, como Aquiles, y te cae encima la actualidad». Guerrero escribe tratando de explicar la condición humana. Sobre lo que pasó desde que se convirtió en el ‘ex-critor’ y no en el escritor a secas que es. «Era una promesa de 41 años», tecleó. «Y sigo siendo una promesa con 55», explica hoy. Su biografía se puede repasar así. Nació en Extremadura en 1962. Es licenciado en Filosofía y Letras. Ha publicado 15 obras. Esta es la decimosexta. Ha hecho vida laboral en Madrid. Conoció a una muchacha que le encandiló. Vivió con ella. Se casó en 1998. Hace justo dos décadas. El matrimonio no llegó a los 24 meses. Ese mismo año, cuatro meses antes de la boda, publicó una novela llamada ‘El hombre abreviado’. Tiene dedicatoria. A Letizia. Todo eso junto le hizo carne de programas del corazón. A él que este músculo sólo lo usaba para escribir y amar

MI RELACIÓN CON ELLA Y CON EL REY ES ABSOLUTAMENTE NORMAL… ME HAN INVITADO A ACTOS A LA ZARZUELA, ALGUNA CENA CON AMIGOS... LA GENTE ES MAJA’’


    —Calle Pareja de Guadalajara. Había guardia permanente de fotógrafos en su casa a partir del compromiso real...

    —Y mis padres sufrieron un asedio. Querían testimonios sobre la monarquía que nunca obtuvieron.


    —¿Ordenó que destruyan los recuerdos de ese momento como dice en su libro? ¿De su boda?

    —No. No ordené que hicieran nada. De hecho no hay nada destruido. Son cosas que se conservan. ¿Por qué lo iban a destruir? Pertenecen a la privacidad de cada uno.


    —Y 300.000 es mucho dinero…

    —Aunque se hubiese pagado no creo que se hubiese publicado nada.


    —¿Por qué Penny Robinson?

    —Es la parte más íntima de la novela. Fue una de las primeras niñas de las que me enamoré. Yo era un chico que iba desde mi escuela a casa rápido para ver el episodio [es una de las protagonistas de la serie Perdidos en el espacio].


    —Si se observa con perspicacia, su Penny es Letizia. Incluso se puede hallar fotos donde se parecen...

    —No tiene nada que ver. Es un icono de mi infancia.


    —«Penny se me aparecia en sueños. Con aquel flequillo que nunca crecía y los ojos incendiados en la pubertad», escribió. Muchas veces vamos en busca de ese primer amor idealizado toda la vida…

    —Creo que las mujeres son la parte más enigmática de la creación. Soy lo que ellas me daban. Siempre eran un espejo, la medida de todas las cosas. No sé si he creado personajes femeninos interesantes… Pero lo he intentado.


    —En su obra, las mujeres siempre tienen el poder.

    —Sí. Es un poder basado en la fascinación. Soy un personaje femenino al que las mujeres siempre han atraído mucho. Me miro en ellas.

La lluvia obliga a cambiar de lugar. Nos podemos quitar los abrigos. Alonso está en buena forma. El pelo cano. La camisa azul es algo ajustada. Mide unos 175 centímetros. Estamos a 10 minutos caminando del instituto donde trabaja, uno de los más prestigiosos del país. «Para mí el mejor». Es el Beatriz Galindo, uno de los pocos colegios públicos donde se puede cursar el bachillerato internacional. Guerrero no vive tampoco lejos. «A pocas paradas de metro». Se casó de nuevo. «Me divorcié hace seis años». Hace hincapié en esto para que a ella no la acosen... La vida de Alonso transcurre apacible entre clases de literatura y escribir. Hasta ahora.

    —Me gustan dos personajes de su novela. Uno es Laura, la gran traidora. Otro Nené, la gran seductora… ¿Quiénes la inspiran?

    —Existen pero no tiene sentido explicar quiénes son. A Laura no la considero traidora. Ninguna mujer me ha traicionado.


    —La describe como alguien que tras un divorcio es capaz de todo.

    —Son las circunstancias. Las mujeres son más consecuentes con su personalidad que los hombres.


    —No seré el primero que al leerla y sepa que hay dos fotos desnuda de Laura, imagine que hay dos fotos de la reina desnuda. ¿Se hizo con ese fin?

    —No lo hice con una intención. El lector debe leer entre líneas.


    —Para despistar pone el año de las fotos: 1986. Años antes de que conociera a Letizia.

    —La conocí en 1989.


    —Hay un momento en que Penny se convierte en princesa. Yo creo que en todos sus personajes femeninos hay algo de Letizia.

    —Es una tesis bastante arriesgada. Tendrá que escribir un ensayo.


    —Su libro habla de la belleza y sus dramas, por eso creo que Nené también es ella. «Su piel, su sonrisa, no podían permitirse retrasos ni depresiones, porque la belleza es una mariposa enamorada de una vela encendida».

    —La belleza siempre está al borde del precipicio. Al borde de la combustión. A veces es peligrosa.


    —Se puede establecer el paralelismo con esta Letizia cambiada. Distinta. A la que le achacan todo. Operaciones, delgadez…

    —Le dejo toda la libertad a la gente que opine. Yo no opino nada sobre eso. Solo lo presencio.


    —Un espectador privilegiado. Conoce el antes....

    —Estoy ya tan lejos como cualquier persona.


    —Hay tantos guiños que contar… como por ejemplo que en su libro sale tres veces la palabra «princesa»…

    —Pocas me parece…


    —Y cinco, la palabra «reina»; cuatro veces, «rey»; y «monarquía» una sola vez…

    —No es a propósito. No tengo esa consciencia. El texto es superior a mí. Solo pienso en la estructura y en los sentimientos.


    —Aparecen en los momentos justos y precisos. Tanto así que, al final del libro, reaparece la palabra «princesa».

    —En la última frase. Porque inicia la epopeya de este personaje.


    —Que es usted.

    —Que soy yo.


    —Escribe: «Los hombres de 40 y tantos siempre sufrimos cuando nos enamoramos de chicas de 30». Coinciden los años de usted y ella cuando se anunció el compromiso...

    —Es una frase elegíaca y punto. No somos tan diferentes.


    —¿Cree que le preguntarán más veces si Penny Robinson es Letizia?

    —No creo que lo hagan. Porque tampoco lo voy a decir.


La novela está escrita desde el máximo respeto. Lo saben sus protagonistas. Lo sabe Alonso. Lo encontrará el lector. Es un relato de persecución donde él se ve obligado a huir. Y en esa fuga lo pierde y lo gana todo. Es una obra para rememorar lo que sucedió. Con Alonso Guerrero. Con sus recuerdos.

“DE FELIPE VI NO ME PUEDO PRONUNCIAR SOBRE SUS LABORES Y FUNCIONES INSTITUCIONALES, PERO SOBRE ÉL SÍ DEBO DECIR QUE ES UNA BUENA PERSONA”


    —¿En su desesperación realmente tiró su móvil en una cuneta?

    —Sí


    —¿Y lo encontraron los malos?

    —Sí y eso indica lo cerca que estaban.


    —¿Le pagaron para que no salga en televisión?

    —Nunca me han pagado nada. Jamás. No lo hubiese aceptado. Mi silencio es mío.

    —Por dignidad…

    —No lo he hecho para ser digno. No lo haría por Letizia Ortiz ni por ninguna mujer con la que he estado. No hay diferencia entre unas y otras. Se trata de mi vida. De mi silencio, de mi privacidad.


    —¿Letizia alguna vez le habló de ser reina o princesa?

    —Nunca.


    —He imaginado que la próxima novela se titularía La llamada. ¿Letizia volvió a llamar?

    —Sí, sí. Claro que sí.


    —¿Nos cuenta más?

    —Mi relación con ella y con el rey es absolutamente normal. Hemos contactado. Me han invitado a actos a la Zarzuela.


    —¿No era una relación de odio?

    —¿Por qué? No lo entiendo.


    —Se habló siempre del hombre despechado.

    —Qué va. ¡Qué va!


    —Letizia ha leído la novela. ¿Qué le parece?

    —No voy a hacer ese tipo de publicidad. La única publicidad de esta novela es el argumento.


    —¿Qué tal en el Palacio Real?

    —Fue en alguna cena con amigos. Hubo más de una. La gente es maja. Como en cualquier otro sitio.


    —«Me indignaba más haber murmurado frases mediocres sobre Dostoievski que insultantes contra el rey de España», ha escrito.

    —Sabía que iba a sacar esa frase. Debo decir que mi vida siempre está más cerca de la literatura.


    —Es el ex marido de una reina. Es un hecho fáctico…

    —Es muy fácil serlo. Y más cuando uno no ha dejado su vida.


    —Es casi como un título nobiliario en sí mismo.

    —Yo diría que es una anécdota


    —Del que sale una novela de 208 páginas. Es más que una anécdota.

    —No crea.


    —¿Letizia le avisó antes de comprometerse?

    —Me enteré por la tele


    —¿No antes?

    —Me llamó. Pero no me dijo lo que iba a pasar. Me advertía de las posibles molestias que yo podría padecer. Pero no me contó más. Ella supuso que yo podría deducirlo. Y yo soy corto para esas cosas. No deduje ni que se iba a casar. Creo que ni siquiera tenía que haberme llamado. Y sin embargo lo hizo.


    —Muy inteligente por su parte…

    —Es un gesto con sensibilidad.


    —¿Qué piensa de la monarquía? No lo respondió hace 15 años...

    —¿Quiere una exclusiva? No soy monárquico. Pero creo que estoy en un país que se roba tanto que jamás podrá existir una república.


    —¿Del rey qué puede decir?

    —Sobre Felipe VI no me puedo pronunciar sobre sus labores y funciones institucionales, pero sobre él sí debo decir que es una buena persona.


    —Ahora entiendo el hombre del que se enamoró Letizia. Es usted un buen tipo…

    —Estupendo. —y ríe.


    —Es de los escritores que viven las palabras, que son más importantes que el abolengo.

    —Bueno, aquí estamos.

Da la mano con fortaleza para despedirse. Rechaza una última cerveza. Hay bruma de escapada y las calles de Madrid tienen brillo de rocío. Parte en dirección norte. Encoge los hombros. Es quien ha escrito esto: «¿Por qué es Penny su paradigma de mujer? No era mi paradigma de mujer, era mi paradigma de infancia, pero expliqué, de una forma inevitablemente bobalicona, que el flequillo de esa chica había sido lo único irracional en aquella infancia embriagada por la brisa apolínea de la literatura». Esconde sus manos maltratadas en la chaqueta. Hunde la cabeza entre los hombros y la bufanda. De repente hay una extraña falta de ruido. «Silencio de extremaunción», le hurto a Guerrero, quien ha escrito la palabra silencio 38 veces en su novela. «Después volvió a agazaparse en su silencio, que era un modo de asentir todo...».


EL MUNDO. CRÓNICA. DOMINGO 4 DE MARZO DE 2018

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HABLAMOS DE ALONSO GUERRERO?

Mensajepor Invitada » Dom 04 Mar, 2018 12:48 pm

No va a gustar este libro , no habra nada de escabroso , habla sobretodo de el acoso de esta prensa basura , tantos años acechandole , acoso inutil no han obtenido nada , de ciertos foros.
No ha dicho ni esta boca es mía en todos estos años a saber las cantidades que podría haber
ganado de plató en plató! Y no lo hizo.
Ha sido un caballero, y eso es innegable, durante muchos años.

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HABLAMOS DE ALONSO GUERRERO?

Mensajepor Invitado » Lun 05 Mar, 2018 10:16 pm


EL EX MARIDO DE LA REINA LETIZIA HABLA: "EL LIBRO EL AMOR DE PENNY ROBINSON ES UNA TRAGICOMEDIA"
Alonso Guerrero, ex marido de la Reina Letizia, consorte del Rey Felipe VI, hace unas declaraciones a los medios donde explica por qué escribe el libro, El AMor de Penny Robinson, una novela de ficción donde los personajes son mitad reales y mitad inventados. Afirma que la Casa Real no le ha vetado ni ofrecido nada a cambio de no publicar la novela, próximamente a la venta el dia 9 de marzo en España




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