Mensajepor Maxi » Mié 07 Feb, 2018 2:01 pm
Máxima es una mujer muy guapa y tiene una estatura imponente. No solo eso, además es fotogénica, da bien en las fotos, cosa que no ocurre con todas las mujeres guapas. Hasta ahí. Las muecas, los gestos poco naturales y la impostación echan a perder su imagen.
El problema es que no es una persona pulcra, más bien al contrario. Le van más las prisas y las soluciones al momento y eso se nota mucho. Las más de las veces aparece con un aspecto poco aseado y sin duda sin pasar por la ducha o el baño, que dadas las características de su pelo y su piel, debería ser diario con los productos adecuados, nada que esté lejos de su bolsillo. Cuando se presenta con el cabello grasiento y sin cepillar ya puede llevar la ropa más bonita y las joyas más deslumbrantes: la suciedad y el desarreglo arruinan cualquier outfit.
Su piel deja más que evidente el hecho de no seguir una rutina férrea de limpieza y de cuidados básicos y diarios (mañana y noche); tiene la cara apergaminada, la piel apagada y con unas arrugas muy profundas, impropias de su edad. Cuando aparece en su coche oficial con taconazos, modelazos, joyones, el pelo estropajoso y grasiento, el maquillaje en pegotes y en estratos viejos, no hay nada que remedie una decadencia lamentable, ni el mayor de sus pamelones cubre nada. Tampoco conoce las reglas de la adecuación en el vestir; ya son clásicos sus arreglos de mañana como si en vez de a una pescadería o a un hospital fuese a un cóctel a las ocho de la tarde.
Luego está su gusto por la ostentación, impropio de una señora bien educada y discreta. Otro factor que arruina la imagen de Máxima. Eso es la guinda del pastel que la hacen completamente hortera y muy ridícula.
