Sentado entre turistas, en la playa de Bidart, Iñaki Urdangarin fue quitándose ropa, también los calzoncillos. Y lo hizo casi como el juez Castro fue despojándole de sus coartadas. El marido de la infanta Cristina afrontará el año próximo el juicio donde piden 23 años de cárcel para él
Ramón Arroyo
Es el imputado más famoso de España. Iñaki Urdangarin, duque de Palma, marido de la infanta Cristina, afrontará el próximo año el juicio del caso Nóos. En este último verano antes de sentarse en el banquillo, acusado de corrupción, Urdangarin pasa unos días de vacaciones en Bidart (en el País Vasco francés) junto a su madre y sus hijos. Los turistas que acuden a la playa pública, muchos de ellos españoles, lo ven casi cada día con poca ropa, incluso quitándose los calzoncillos.
Urdangarin afrontará tras el verano su curso más difícil. Hasta 23 años de prisión piden para él, por varios delitos de prevaricación, malversación y falsedad documental, que habría cometido al desviar dinero, unos seis millones de euros, procedentes de contratos con varios gobiernos autonómicos para beneficio propio.
Con el duque de Palma se sentarán en el banquillo su antiguo socio y ahora enemigo, Diego Torres, y el exministro y expresidente de Baleares, Jaume Matas, que actualmente cumple condena en la prisión de Segovia por otro delito.
Durante esos días de descanso en Bidart, también estuvo la infanta Cristina. Ella es la pieza que falta por decidir de cara a ese juicio. Acusada de blanqueo de dinero por el juez José Castro, la Audiencia de Palma de Mallorca acordará este otoño si también la esposa del duque se sienta, con su marido, en el banquillo.
183/82/2014 interviu