EL CASO JUANA RIVAS
Re: EL CASO JUANA RIVAS
Juana Rivas devuelve a sus hijos a su ex marido en una comisaría italiana
ANDALUCÍA
25 OCT. 2018
Juana Rivas ha entregado en la tarde de este jueves a sus dos hijos, de cuatro y 12 años, al padre, Francesco Arcuri, después de que la justicia italiana haya emitido una orden para que lo hiciera, aunque ella ha garantizado que continuará en este país los próximos días.La entrega de los niños se ha producido en dependencias de la Policía italiana en Cagliari (Italia) en la tarde de este jueves, según han indicado a Europa Press fuentes del equipo jurídico de Francesco Arcuri. Esta madre de Maracena (Granada) ha sido condenada en España a cinco años de prisión y seis sin la patria potestad de sus hijos por sustracción de menores, después de que hace dos veranos incumpliera las resoluciones judiciales que le obligaban a entregarlos al padre, al que acusa de malos tratos. La sentencia no es firme y ha sido recurrida por su defensa. La semana pasada ella volvió a Italia para estar con sus hijos y el domingo decidió no devolvérselos al padre, tras lo que le denunció por supuesto maltrato a los niños. Su expareja, el italiano Francesco Arcuri, ha negado reiteradamente haber maltratado a sus hijos y en los últimos días ha emprendido distintas acciones para solicitar que Juana Rivas se los entregara atendiendo al régimen de visitas fijado por el juzgado.Juana Rivas volvió a prestar declaración este jueves ante la Policía italiana en relación a la denuncia de malos tratos hacia los niños y un día antes, el miércoles, se reunió en Cagliari con el cónsul general de España en Roma para pedirle que se investigue este asunto ante la "vulnerabilidad extrema" en la que a su juicio se encuentran. El equipo que asesora a esta madre de Maracena (Granada) ha señalado en un comunicado remitido a Europa Press que, tras las "últimos episodios" ocurridos, el tribunal civil que lleva el tema de la custodia ha fechado la escucha del hijo mayor, de doce años, para el 13 de noviembre, pero mantienen que esto no es acorde con las "exigencias de protección y de inmediatez" que "los hechos denunciados requieren".
ANDALUCÍA
25 OCT. 2018
Juana Rivas ha entregado en la tarde de este jueves a sus dos hijos, de cuatro y 12 años, al padre, Francesco Arcuri, después de que la justicia italiana haya emitido una orden para que lo hiciera, aunque ella ha garantizado que continuará en este país los próximos días.La entrega de los niños se ha producido en dependencias de la Policía italiana en Cagliari (Italia) en la tarde de este jueves, según han indicado a Europa Press fuentes del equipo jurídico de Francesco Arcuri. Esta madre de Maracena (Granada) ha sido condenada en España a cinco años de prisión y seis sin la patria potestad de sus hijos por sustracción de menores, después de que hace dos veranos incumpliera las resoluciones judiciales que le obligaban a entregarlos al padre, al que acusa de malos tratos. La sentencia no es firme y ha sido recurrida por su defensa. La semana pasada ella volvió a Italia para estar con sus hijos y el domingo decidió no devolvérselos al padre, tras lo que le denunció por supuesto maltrato a los niños. Su expareja, el italiano Francesco Arcuri, ha negado reiteradamente haber maltratado a sus hijos y en los últimos días ha emprendido distintas acciones para solicitar que Juana Rivas se los entregara atendiendo al régimen de visitas fijado por el juzgado.Juana Rivas volvió a prestar declaración este jueves ante la Policía italiana en relación a la denuncia de malos tratos hacia los niños y un día antes, el miércoles, se reunió en Cagliari con el cónsul general de España en Roma para pedirle que se investigue este asunto ante la "vulnerabilidad extrema" en la que a su juicio se encuentran. El equipo que asesora a esta madre de Maracena (Granada) ha señalado en un comunicado remitido a Europa Press que, tras las "últimos episodios" ocurridos, el tribunal civil que lleva el tema de la custodia ha fechado la escucha del hijo mayor, de doce años, para el 13 de noviembre, pero mantienen que esto no es acorde con las "exigencias de protección y de inmediatez" que "los hechos denunciados requieren".
Re: EL CASO JUANA RIVAS
Gracias Etiopia: me hubira gustado que hubieras dado tu opinion sobre esa carta del nino de 12 anos. Ayer, cuando lei el articulo colgado por Invitado, no quise opinar porque se muy poco sobre este caso. No obstante, me parece muy extrano esa carta de 1 nino de 12 anos.
EL CASO JUANA RIVAS
Juana Rivas despide a su abogado tras criticar al Centro de la Mujer de Maracena
La maracenera lo ha anunciado a través de un comunicado. El letrado, José Estanislao López, denunció ayer que o cesaban las "injerencias" del entorno de su cliente o se plantearía abandonar la causa
El abogado José Estanislao López deja de ser el representante legal de Juana Rivas en España. Pese a que fue el letrado quien ayer dio un ultimátum al Centro de la Mujer de Maracena en el que pedía que o cesaban las "injerencias" y"atajos a la legalidad" o se plantearía abandonar la causa, finalmente ha sido la propia Juana Rivas quien ha decidido prescindir de sus servicios. ¿Los motivos? Las discrepancias surgidas sobre la forma de gestionar su situación tras las declaraciones del jurista.
En un comunicado, Rivas dice haberse visto "obligada" a adoptar esta decisión, pese al "buen trabajo" realizado hasta ahora por el letrado y el "cariño" que le profesa, después de que éste haya empezado a "ir por libre".
El abogado puso ayer de manifiesto las "injerencias" del entorno de Rivas, que según dijo en agosto de 2017 ya propició "equivocaciones" en la gestión de su causa, y se mostrara "totalmente opuesto" a cualquier actuación que suponga "atajos o caminos" que la lleven fuera de la legalidad. Además, advirtió que si continuaban estas "injerencias no deseadas ni queridas", se plantearía incluso dejar la defensa.
En el comunicado, Rivas mantiene que en una conversación con su hasta ahora abogado el pasado 24 de octubre, le dejó "muy claro" que su voluntad es "la de seguir trabajando en equipo y unidos".
"Es la única manera que veo para ganar esta carrera de fondo, porque cada uno tiene un papel crucial, y él en estos momentos no lo está valorando", agrega Rivas.
Dice no entender por qué el letrado, pese al "brillante trabajo" desempeñado, ha realizado "en estos momentos especialmente duros" para ella pronunciamientos "que no se corresponden con lo sucedido".
"Jamás en estos días he hecho nada sin el previo consejo de mis letrados en España y mis letradas en Italia, los cuales trabajan en estrecha colaboración con el Centro de la Mujer de Maracena y siempre en el marco de la más estricta legalidad, para la mejor defensa de los derechos de mis hijos, los cuales no están siendo protegidos por la Justicia Italiana", concluye.
Juana Rivas se desplazó recientemente a Italia, donde permanece estos días, para ver a sus hijos y analizar su situación judicial.
Una vez allí y tras pasar el fin de semana con los niños, el domingo pasado decidió no entregarlos al detectar un hematoma en el menor de cuatro años que ella atribuye a presuntos malos tratos por parte del padre, al que denunció.
Finalmente entregó el jueves a los niños en una comisaria de Cagliari, la capital de Cerdeña, en cumplimiento de una resolución judicial, tras reunirse con el cónsul español en Italia para pedirle que medie en su causa.
Ultimátum del abogado de Juana Rivas al Centro de la Mujer de Maracena
El 'déjà vu' de Juana Rivas: retiene a sus hijos en Italia
Re: EL CASO JUANA RIVAS
Juana Rivas, "manipuladora" y con "funcionamiento mental patológico" según la perito imparcial italiana
Juana Rivas "muestra una gran capacidad manipuladora" sobre sus hijos, y un "grave funcionamiento mental patológico asociado a desorganización del pensamiento". Sufre "una emocionalidad lábil" y "no es capaz de procesar sus experiencias". Ha "triangulado" a su hijo mayor en el "conflicto" con su ex marido, Francesco Arcuri, convirtiendo al crío, de 12 años, en "recipiente de las ansiedades maternas". La madre de Maracena tiene, en fin, una comprensión "de la realidad deficiente", y es "totalmente inconsciente del daño psicológico generado" por ella misma a sus hijos, de 4 y 12 años, apartándolos de su padre entre 2016 y 2017 -hechos por los que ha sido condenada en España a cinco años de cárcel-. Los durísimos entrecomillados son obra de la psicóloga encargada de valorar quién debe quedarse a los niños por el magistrado de Cagliari que juzga la causa. Se llama Ludovica Iesu, es doctora en Psicología, su dictamen es presuntamente imparcial y ha elaborado un demoledor informe tras realizar 32 entrevistas y pericias durante cinco meses, entre febrero y julio de este año. Sus conclusiones, a cuyo contenido ha tenido acceso EL MUNDO: que es Arcuri quien debe cuidar a los niños porque Rivas es "incapaz de comprender las emociones profundas de sus hijos" y llega incluso a "confundir sus propias necesidades con las de sus hijos". Por todo ello, recomienda que los niños se queden de forma estable con el padre y que la madre sólo los vea en vacaciones.
El alcance del informe no es, conviene aclarar, habitual en las pericias regladas en España. Lo que en este país suele despacharse en ocasiones en pocos días ha llevado aquí cinco meses y 177 páginas de minuciosa reconstrucción del nacimiento, auge y destrucción de la relación de Rivas y Arcuri, y del efecto de todo ello sobre sus hijos.Y entrevistas, tanto de la perito del juez como de los de cada una de las dos partes, con los niños y sus padres, familiares de ambos lados, profesores y pediatras de los niños, psicólogos que les han tratado antes... Hasta se han realizado varios encuentros y dinámicas de juego de los niños con cada uno de sus padres.Arcuri, "aunque muestra rasgos narcisistas y dificultad para transmitir sus emociones, es un padre preocupado de las necesidades de sus hijos y dispuesto a escuchar (como surge de los testimonios de profesores, pediatra y educador en casa )", reza el informe, que entra después en el conflicto que mantiene G., el hijo mayor, con el padre: "En interacciones con su hijo G. demostró habilidad para contener la agresión verbal, a pesar de la frustración que su hijo tiene" Para la psicóloga, el crío, de 12 años, sufre lo que en Italia aún se llama síndrome de alienación parental, y en España se denomina "interferencia": la inclusión instrumental de los hijos en el conflicto entre los padres, obligándoles a tomar partido por una de las partes. Para la defensa de Rivas, no hay evidencias científicas de la existencia de dicho concepto -"no está aceptado por la comunidad científica internacional", sostienen-, y por ello G. habría referido aún abusos de su padre al juez italiano en la vista del pasado martes. La psicóloga, en este aspecto, se alinea con Arcuri y cree que el hijo, separado de su padre junto a su hermano pequeño durante 13 meses entre 2016 y 2017, está tomando partido por la parte que percibe como más débil, su madre, pero que ésta "confunde sus propias necesidades con las de sus hijo. El informe llega a señalar que Rivas "manifestó gran capacidad manipuladora contra los menores" por ejemplo cuando, al ir a declarar ellos ante los peritos, "los presentó como 'amigos' de la madre, proponiendo una mistificación de la realidad".El perito de Rivas lo rebateLas conclusiones de Iesu son rebatidas, también duramente, por Miguel Lorente, forense de la Universidad de Granada, en un informe solicitado por Juana Rivas. Lorente asegura que la psicóloga ha obviado, "hasta parecer molesta", la violencia supuestamente sufrida por Rivas por parte de su ex marido. La acusa también de subjetiva a la hora de valorar el caso, de hacerlo con base a prejuicios -Arcuri fue condenado por agresión a su mujer en 2009 y posteriormente tuvieron al hijo pequeño-.También de obviar cartas en las que el padre admite los malos tratos y promete cambiar. Acusa a la psicóloga, además, de obviar los malos tratos sufridos por Rivas a la hora de calibrar a esta "como mujer patológica". Además, le acusa de haber cometido errores metodológicos a sabiendas para favorecer a Arcuri. Sin embargo la psicóloga Ludovica Iesu, encargada por el juez de la pericia, en efecto no entra a valorar si se produjeron los episodios denunciados por Rivas, pero se permite señalar que "cree necesario aclarar que las declaraciones de G. [el hijo mayor] sobre una agresión del padre a él parecen más conectadas a un conflicto parental que no a una experiencia real del niño".'
Inconsciente del daño que causa'
Acerca del estado mental y emocional de Rivas, el informe es devastador: "La señora es totalmente inconsciente del daño psicológico que ha generado la separación de los niños de un año de su padre". Cuando se le preguntó por ese periodo respondió que "estaban bien". "Se ha demostrado incapaz de comprender el estado emocional de los niños, y para entender una condición psicólogica diferente de la suya". También se le acusa de dificultar constantemente el vínculo de los hijos con el padre: "Los ejemplos de la no protección de la figura paterna por la madre son numerosos. No reconoce ninguna calidad, aunque sea básica, al señor Arcuri". Llega el informe a presentar a Rivas como una persona dependiente y necesitada de algún tipo de tutela: "Siempre necesita una referencia externa que tome decisiones en su lugar. En el pasado ese papel fue desempeñado por el señor Arcuri", sostiene la psicóloga, que vincula a Rivas "desorganización del pensamiento" dado que su "narración pierde conexiones lógicas y manifiesta una importante labilidad emocional y una prueba de la realidad deficiente. Más aún. Enumera la psicóloga varios extremos declarados por Rivas y contradichos luego por la realidad. La perito no enuncia la palabra mentira, pero hacia ahí se dirige. Por ejemplo, aseguró en sede judicial que un profesor de G. le había asegurado que perdería el curso a causa de absentismo escolar, y acto seguido el profesor lo desmintió.Por ejemplo, que su hijo pequeño D. estaba sufriendo daños por parte de su padre, cuando "los pediatras han dejado claro que el niño en absoluto estaba en situación peligrosa". Por ejemplo, manifiesta que un doctor determinado le sugirió "robar" a sus hijos, dicho doctor lo niega en sede judicial. Incluso refiere que llamó en determinadas ocasiones y a determinadas horas a sus hijos, y después los registros telefónicos lo desmienten, apunta el demoledor informe. La defensa de Rivas niega estos extremos y asegura que están retorcidos y forzados por Iesu.
https://www.elmundo.es/andalucia/2018/1 ... b4689.html
Juana Rivas "muestra una gran capacidad manipuladora" sobre sus hijos, y un "grave funcionamiento mental patológico asociado a desorganización del pensamiento". Sufre "una emocionalidad lábil" y "no es capaz de procesar sus experiencias". Ha "triangulado" a su hijo mayor en el "conflicto" con su ex marido, Francesco Arcuri, convirtiendo al crío, de 12 años, en "recipiente de las ansiedades maternas". La madre de Maracena tiene, en fin, una comprensión "de la realidad deficiente", y es "totalmente inconsciente del daño psicológico generado" por ella misma a sus hijos, de 4 y 12 años, apartándolos de su padre entre 2016 y 2017 -hechos por los que ha sido condenada en España a cinco años de cárcel-. Los durísimos entrecomillados son obra de la psicóloga encargada de valorar quién debe quedarse a los niños por el magistrado de Cagliari que juzga la causa. Se llama Ludovica Iesu, es doctora en Psicología, su dictamen es presuntamente imparcial y ha elaborado un demoledor informe tras realizar 32 entrevistas y pericias durante cinco meses, entre febrero y julio de este año. Sus conclusiones, a cuyo contenido ha tenido acceso EL MUNDO: que es Arcuri quien debe cuidar a los niños porque Rivas es "incapaz de comprender las emociones profundas de sus hijos" y llega incluso a "confundir sus propias necesidades con las de sus hijos". Por todo ello, recomienda que los niños se queden de forma estable con el padre y que la madre sólo los vea en vacaciones.
El alcance del informe no es, conviene aclarar, habitual en las pericias regladas en España. Lo que en este país suele despacharse en ocasiones en pocos días ha llevado aquí cinco meses y 177 páginas de minuciosa reconstrucción del nacimiento, auge y destrucción de la relación de Rivas y Arcuri, y del efecto de todo ello sobre sus hijos.Y entrevistas, tanto de la perito del juez como de los de cada una de las dos partes, con los niños y sus padres, familiares de ambos lados, profesores y pediatras de los niños, psicólogos que les han tratado antes... Hasta se han realizado varios encuentros y dinámicas de juego de los niños con cada uno de sus padres.Arcuri, "aunque muestra rasgos narcisistas y dificultad para transmitir sus emociones, es un padre preocupado de las necesidades de sus hijos y dispuesto a escuchar (como surge de los testimonios de profesores, pediatra y educador en casa )", reza el informe, que entra después en el conflicto que mantiene G., el hijo mayor, con el padre: "En interacciones con su hijo G. demostró habilidad para contener la agresión verbal, a pesar de la frustración que su hijo tiene" Para la psicóloga, el crío, de 12 años, sufre lo que en Italia aún se llama síndrome de alienación parental, y en España se denomina "interferencia": la inclusión instrumental de los hijos en el conflicto entre los padres, obligándoles a tomar partido por una de las partes. Para la defensa de Rivas, no hay evidencias científicas de la existencia de dicho concepto -"no está aceptado por la comunidad científica internacional", sostienen-, y por ello G. habría referido aún abusos de su padre al juez italiano en la vista del pasado martes. La psicóloga, en este aspecto, se alinea con Arcuri y cree que el hijo, separado de su padre junto a su hermano pequeño durante 13 meses entre 2016 y 2017, está tomando partido por la parte que percibe como más débil, su madre, pero que ésta "confunde sus propias necesidades con las de sus hijo. El informe llega a señalar que Rivas "manifestó gran capacidad manipuladora contra los menores" por ejemplo cuando, al ir a declarar ellos ante los peritos, "los presentó como 'amigos' de la madre, proponiendo una mistificación de la realidad".El perito de Rivas lo rebateLas conclusiones de Iesu son rebatidas, también duramente, por Miguel Lorente, forense de la Universidad de Granada, en un informe solicitado por Juana Rivas. Lorente asegura que la psicóloga ha obviado, "hasta parecer molesta", la violencia supuestamente sufrida por Rivas por parte de su ex marido. La acusa también de subjetiva a la hora de valorar el caso, de hacerlo con base a prejuicios -Arcuri fue condenado por agresión a su mujer en 2009 y posteriormente tuvieron al hijo pequeño-.También de obviar cartas en las que el padre admite los malos tratos y promete cambiar. Acusa a la psicóloga, además, de obviar los malos tratos sufridos por Rivas a la hora de calibrar a esta "como mujer patológica". Además, le acusa de haber cometido errores metodológicos a sabiendas para favorecer a Arcuri. Sin embargo la psicóloga Ludovica Iesu, encargada por el juez de la pericia, en efecto no entra a valorar si se produjeron los episodios denunciados por Rivas, pero se permite señalar que "cree necesario aclarar que las declaraciones de G. [el hijo mayor] sobre una agresión del padre a él parecen más conectadas a un conflicto parental que no a una experiencia real del niño".'
Inconsciente del daño que causa'
Acerca del estado mental y emocional de Rivas, el informe es devastador: "La señora es totalmente inconsciente del daño psicológico que ha generado la separación de los niños de un año de su padre". Cuando se le preguntó por ese periodo respondió que "estaban bien". "Se ha demostrado incapaz de comprender el estado emocional de los niños, y para entender una condición psicólogica diferente de la suya". También se le acusa de dificultar constantemente el vínculo de los hijos con el padre: "Los ejemplos de la no protección de la figura paterna por la madre son numerosos. No reconoce ninguna calidad, aunque sea básica, al señor Arcuri". Llega el informe a presentar a Rivas como una persona dependiente y necesitada de algún tipo de tutela: "Siempre necesita una referencia externa que tome decisiones en su lugar. En el pasado ese papel fue desempeñado por el señor Arcuri", sostiene la psicóloga, que vincula a Rivas "desorganización del pensamiento" dado que su "narración pierde conexiones lógicas y manifiesta una importante labilidad emocional y una prueba de la realidad deficiente. Más aún. Enumera la psicóloga varios extremos declarados por Rivas y contradichos luego por la realidad. La perito no enuncia la palabra mentira, pero hacia ahí se dirige. Por ejemplo, aseguró en sede judicial que un profesor de G. le había asegurado que perdería el curso a causa de absentismo escolar, y acto seguido el profesor lo desmintió.Por ejemplo, que su hijo pequeño D. estaba sufriendo daños por parte de su padre, cuando "los pediatras han dejado claro que el niño en absoluto estaba en situación peligrosa". Por ejemplo, manifiesta que un doctor determinado le sugirió "robar" a sus hijos, dicho doctor lo niega en sede judicial. Incluso refiere que llamó en determinadas ocasiones y a determinadas horas a sus hijos, y después los registros telefónicos lo desmienten, apunta el demoledor informe. La defensa de Rivas niega estos extremos y asegura que están retorcidos y forzados por Iesu.
https://www.elmundo.es/andalucia/2018/1 ... b4689.html
EL CASO JUANA RIVAS
La justicia italiana concede la custodia exclusiva de los hijos de Juana Rivas a su expareja
El juez decide que Francesco Arcuri tendrá a los dos menores y acusa a la madre de los niños de "manipuladora"
El tribunal civil de Cagliari (Italia) ha concedido la custodia exclusiva de los hijos de Juana Rivas a su expareja, Francesco Arcuri. En una sentencia notificada este miércoles, el juez establece que los dos niños vivirán con su padre y que podrán pasar con la madre parte de las vacaciones de verano. El fallo, al que ha tenido acceso EL PAÍS, es un nuevo varapalo para la granadina, a la que el juez hace referencia en términos muy duros.
Según el juez, Rivas ha mostrado “una gran capacidad manipuladora en la relación con los menores” y “muestra un funcionamiento psíquico gravemente patológico, asociado a una desorganización mental”. La sentencia establece que, en periodo ordinario, la granadina podrá estar con los niños un fin de semana alternativo en Italia y un fin de semana cada cinco en caso de que viva en España o en cualquier otro país fuera de Italia.
Es el segundo revés judicial en apenas una semana para Rivas, que se encuentra estos días en Italia. El pasado 14 de marzo, la Audiencia Provincial de Granada ratificó la condena de cinco años de cárcel para Juana Rivas por la sustracción de sus dos hijos menores de edad cuando en mayo de 2016 viajó con ellos a España y, al no llevarlos de regreso a Italia con su padre como habían acordado, desobedeció numerosas órdenes judiciales. Tras recibir un último requerimiento en julio de 2017 para que entregara los niños a Arcuri, Rivas desapareció durante un mes con los menores, que ahora tienen 5 y 12 años de edad. Comenzó un año de desacatos judiciales que acabó a final de agosto de 2017 cuando finalmente los niños se reunieron con su padre y volvieron a Italia, donde permanecen desde entonces en Carloforte, una pequeña isla al sur de Cerdeña. Allí viven con el padre y pasan muchos fines de semana con su madre en Cagliari, capital de Cerdeña.
Rivas contó en 2016 que había huido porque su pareja la maltrataba. Puso una denuncia que nunca ha prosperado. El juez italiano cita de hecho en este último fallo la sentencia del tribunal de Granada de 2009 que condena a Arcuri por maltrato “en el ámbito familiar” a tres meses de prisión. Pero no analizó la denuncia posterior de Rivas, que sigue pendiente en Italia. Fuentes conocedoras del caso afirman que los jueces no han hecho ninguna gestión policial o judicial al respecto.
El tribunal basa la decisión para retirarle la custodia en “una pluralidad de conductas” de Rivas: la violación del derecho de custodia en 2016 y un “segundo comportamiento similar” en octubre de 2018, cuando se quedó con los hijos un par de días más de los que marcaba el régimen de visitas. “El perjuicio para el equilibrio psicofísico de los menores por una solución diferente es evidente”, señala el juez.
Este último juicio arrancó en 2017. Durante el proceso en el tribunal civil de Cagliari, Juana Rivas y Francesco Arcuri se han encontrado en numerosas ocasiones y han tenido que enfrentarse a distintas sesiones conjuntas. De hecho, el juez estableció una agenda de entrevistas entre padre, madre e hijos que incluía todas las variaciones posibles y que se prolongó durante varios meses a principios de 2018.
Valoración de los abogados
“Francesco Arcuri está satisfecho con la sentencia y le parece positivo que el tribunal haya dictado que la señora Rivas se someta a cursos de tratamiento de apoyo a la maternidad. No obstante, el padre de los niños, a la vista de los antecedentes, tiene sus reservas sobre los viajes de los niños a España con su madre”, explica Enrique Zambrano, abogado de Arcuri en España. Subraya que la sentencia establece unas condiciones de viaje muy restrictivas a España, como la entrega de documentos, o la obligación de avisar de su estancia a diversas instituciones. María Eugenia Álvarez, abogada de Rivas en el proceso italiano, confirmó que “Juana está muy triste porque no es lo que esperaba pero al menos tiene un derecho de visita bastante amplio”. Para Álvarez, conseguir que los niños vinieran a España ya es un éxito considerando la fuerte condena penal que acaban de emitir contra ella en Granada.
EL CASO JUANA RIVAS
Juana Rivas, la gran manipuladora: la heroína fallida desenmascarada por la justicia italiana
Un tribunal acaba de entregar la custodia exclusiva de sus dos hijos a su ex pareja, Francesco Arcuri. Asegura que padece un "funcionamiento psíquico gravemente patológico asociado a una desorganización del pensamiento".
“Todo mi apoyo a Juana Rivas en su lucha para proteger a sus hijos. Los niños también son víctimas de la violencia machista”, decía en Twitter el 25 de julio de 2017 la todavía presidenta andaluza, Susana Díaz. Por aquel entonces, Juana Rivas había saltado a los medios de comunicación españoles como la madre que había emprendido una lucha heroica por mantener a sus dos hijos alejados de su padre, el italiano Francesco Arcuri, condenado a tres meses de prisión por maltrato hacia ella.
El por entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también se posicionó a su favor. “Hay que ponerse en el lugar de esta madre (...) A las personas conviene atenderlas, comprenderlas y luego viene todo lo demás”. Numerosos políticos, tertulianos y las organizaciones feministas sin excepción apoyaron a Rivas, que después fue acusada de sustraer a sus dos niños tras esconderlos durante un mes en Maracena (Granada).
Pero en los dos últimas semanas, esta española de origen granadino ha recibido dos reveses judiciales que desvirtúan su figura. Atrás parece quedar ya aquella frase de ‘Todos somos Juana Rivas’ que se escuchó en manifestaciones o se leyó en miles de estados de las redes sociales.
El pasado 14 de marzo, la Audiencia Provincial de Granada ratificó la condena de cinco años de cárcel para Juana Rivas por la sustracción de sus dos hijos. Sólo el Tribunal Supremo (TS) puede impedir ahora que entre en prisión.
En mayo de 2016, Rivas viajó con ellos desde Italia, donde residían, hasta España. Al no devolverlos al país transalpino con su padre, como habían acordado ambos progenitores, ella incumplió diversas órdenes judiciales. Juana Rivas desapareció durante un mes con los niños después de recibir un último requerimiento desde Italia en julio de 2017.
Ahora ha sido la Justicia italiana la que ha vuelto a quitarle la razón a la granadina. La Sección Civil Primera del Tribunal de Cagliari (Italia) ha concedido la custodia exclusiva de los hijos de Juana Rivas a su expareja, Francesco Arcuri, y le exige que se someta a cursos de tratamiento de apoyo a la maternidad.
Francesco Arcuri, expareja de Juana Rivas, llegando a un juzgado de España.
El tribunal, formado por tres jueces y presidido por el magistrado Ignazio Tamponi, sentencia que los dos niños, de 5 y 12 años, vivirán con su padre y que podrán pasar con Juana Rivas parte de las vacaciones de verano y un fin de semana cada 15 días siempre que ella resida en Italia, o uno de cada cinco en caso de que viva en España o en cualquier otro país.
El fallo, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, describe a una mujer “con gran capacidad manipuladora en la relación con los menores” y subraya que “la única solución” para los intereses de los niños es estar con su padre, al que se le perfila como “comprensivo”, “responsable” y con interés de permitir que sus hijos puedan seguir manteniendo relación con la mujer que los trajo al mundo.
En una isla al sur de Cerdeña
Juana Rivas devolvió a sus dos hijos a Arcuri en agosto de 2017. Desde entonces, los dos menores residen con su padre en Carloforte, una pequeña isla al sur de Cerdeña, donde Rivas tiene casa y hasta el momento los niños pasaban muchos fines de semana con ella. Ahora sólo lo podrá hacer según el régimen establecido por el tribunal de Cagliari.
La granadina explicó en 2016 que había huido hasta España porque su pareja le pegaba. En aquel momento interpuso una denuncia que no prosperó judicialmente. En la sentencia del Tribunal de Cagliari se cita, precisamente, el fallo de un tribunal de Granada de 2009 que condenaba a Arcuri a tres meses de prisión por maltrato “en el ámbito familiar”.
Sin embargo, en este último fallo no se tiene en consideración una denuncia posterior de Rivas hacia Arcuri que se encuentra parada en un juzgado italiano pendiente de diligencias.
En este nuevo fallo, la Justicia italiana basa su sentencia en “una pluralidad de conductas” de Juana Rivas Rivas. En concreto, cita la violación del derecho de custodia en 2016 y otra situación “similar” en octubre de 2018, cuando se quedó con los hijos un par de días más de los que marcaba el régimen de visitas.
En la sentencia, los tres jueces que han entregado la custodia a Arcuri realizan severas afirmaciones sobre Juana Rivas. Aseguran de ella que tiene “una gran capacidad manipuladora en la relación con los menores” y que “justifica” su propio comportamiento por ser víctima de violencia de género.
Francisca Granados, asesora de Juana Rivas y directora del Centro de la Mujer de Maracena (Granad).
"Comportamiento inconsciente"
También se recoge que esta madre granadina “ha demostrado con su comportamiento ser absolutamente inconsciente del daño que ha causado” a los niños al separarlos de su padre. “Muestra un funcionamiento psíquico gravemente patológico asociado a una desorganización del pensamiento”.
La abogada de Rivas, María Eugenia Álvarez, va a presentar un recurso a una sentencia que considera “absolutamente injusta” porque, según ella, está basada en los postulados de la defensa de Arcuri.
“No ha tenido en cuenta la vida pasada de esta familia y de todos los maltratos que han tenido la madre y los niños. Al menos hemos conseguido que Juana siga manteniendo la patria potestad sobre sus hijos y que puede llevárselos a España durante las vacaciones, lo que demuestra que se fía de ella. Pero hay que seguir luchando”.
El letrado en España de Francesco Arcuri, Enrique Zambrano, explica que su cliente “está satisfecho” con el fallo y considera “positivo” que su ex se someta a un programa de reaprendizaje de la maternidad. Precisamente, en la resolución judicial del tribunal italiano se asegura que “la relación de [x] con la madre parecía patológica porque carecía de reciprocidad y se basaba en el control y el deseo del menor de complacerla”.
Una de las personas que nunca ha dejado de apoyar y de creer en Juana Rivas es Francisca Granados, directora del Centro de la Mujer de Maracena y en contacto permanente con ella. “Se han dicho salvajadas de ella en ese fallo. Pero estoy segura de que esto no va a quedar así y de que la figura de esa mujer, que sólo quiere el bien de sus hijos, no va a quedar manchada”.
EL CASO JUANA RIVAS
"Una tal" Paca Granados, la consejera del desastre judicial de Juana Rivas
Jueces, abogados y amigos avisaron a la madre de Maracena de que desbordar la legalidad era un error... Excepto su consejera áulica, la directora del Centro de la Mujer de Maracena
"¿Pero tú sabes quién soy? Te lo digo con respeto, ¿tú sabes con quién estás hablando?", espetaba Francisca Granados, Paqui, de buenas a primeras, aún hace pocos meses, a los periodistas que simplemente la llamaban para interesarse por el devenir procesal del caso Juana Rivas.
"¿Sabes que yo no soy una cualquiera, que tengo mi título de Derecho?", soltaba a bocajarro, tal vez preparando su propia defensa (y no sólo la de su representada) para lo que vendría después: un desastre judicial para Rivas, quien ahora, de no remediarlo el Supremo y un tribunal italiano, podría dejar a la otrora 'madre coraje de Maracena' en la cárcel, con un régimen draconiano para ver a sus hijos, sin la patria potestad sobre ellos por espacio de seis años e incluso a tratamiento para reaprender a ser madre.
Francisca 'Paqui' Granados, hablando en nombre de Juana Rivas.
Granados no sólo era la portavoz y alter ego de la madre ante los medios: abogados que en los momentos álgidos del caso, con los niños en paradero desconocido, intentaban ayudar a Rivas y la aconsejaban pactar -y llegó a haber algún principio de acuerdo-, se encontraban con la negativa de ambas. De la madre, "más preocupada por la violencia de género que de sus hijos", sostiene ahora el juez italiano, pero también de la directora del Centro de Atención a la Mujer y responsable de Igualdad en Maracena. De ahí, después, la cárcel, la terapia y el alejamiento de sus hijos.
Campaña mediática
Dos son las durísimas alusiones a Granados en las últimas sentencias del caso. La primera, del Penal 5 de Granada, la hizo suya la Audiencia Provincial al ratificar los cinco años de cárcel a Rivas por sustraer a los dos niños de su padre durante más de un año.
En el relato de la declarada insumisión de la madre a devolver a los niños, incluso ante las repetidas requisitorias de la Justicia, narra el juez: "La acusada toma parte en una campaña mediática, con rueda de prensa incluida, al frente de la cual aparece una tal Francisca Granados Gámez, quien adoptó la función de portavoz y asesora legal de Juana, llegando a manifestar el 25 de julio [de 2017] que los menores no habían sido entregados».
Eran los días de vino y rosas de la reivindicación para una luchadora, desde los años 80, por los derechos de la mujer. España entera, aparentemente, se negaba a devolver a los hijos de Juana a Italia, a Francesco Arcuri, padre supuestamente maltratador. Incluso Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, tuiteaba: "Todo mi apoyo a Juana Rivas en la lucha por proteger a sus hijos. Los niños también son víctimas de la violencia machista".
Tuit de Susana Díaz en apoyo de Juana Rivas en julio de 2017.
Siempre al lado de Rivas, siempre gesticulante, siempre con el eslogan a punto, Paqui Granados, nacida en Benalúa de las Villas en los años 60, parecía el cerebro de la operación ante la opinión pública. Rivas se había puesto en sus manos en mayo de 2016, e incluso según algunas versiones ella la habría aleccionado a denunciar por malos tratos a Arcuri el 12 de julio de ese año, en una estrategia que se ha revelado suicida: alegar sin prueba alguna violencia machista -con la condena por malos tratos a Arcuri de 2009 como único apoyo en esencia-, y a partir de ahí desbordar la legalidad. Una especie de 'procés' de género.
Cuando PSOE, Podemos e IU peleaban por ella
Sin devolver a sus hijos hasta más de un año después, envuelta en una campaña mediática que intentaban rentabilizar políticamente PSOE, Podemos e IU (que destinó el dinero de la huelga del 8-M al caso), Rivas ponía los cimientos para la catástrofe posterior: la denuncia por malos tratos era enviada a Italia sin que se le otorgara crédito alguno -aún queda por llegar un previsible rosario de archivos desde el otro lado del Mediterráneo-, y a la madre de G. y D. le caía encima todo el peso de la Justicia.
El propio juez de Granada, Manuel Piñar, se lo dijo a Rivas a posteriori, cuando su defensa, varias veces cambiante ante la influencia de Granados, llegó a alegar que la madre había estado mal asesorada desde el principio: "Pues haber elegido mejor a sus abogados", le espetó el magistrado, mencionando sin mencionar a "Paqui", que asesoró legalmente a la mujer como licenciada en Derecho, pero sin estar colegiada como abogada, como evidenció una denuncia contra ella por intrusismo profesional del Colegio de Abogados granadino. La denuncia fue archivada, pero ella no dejó ni por un momento su estribillo: la habían denunciado "por ser mujer", iban contra "la igualdad entre hombres y mujeres".
La segunda alusión a Granados llegaba ayer desde Italia y esta vez era velada: Juana Rivas, dice el juez, "no es capaz de tomar decisiones" sobre sus hijos por sí misma, luego el papel de Granados en el desaguisado se agrandaría... De no ser por lo que deslizan fuentes de la causa: "En realidad, Paqui ha sido fundamental, pero no tomaba las decisiones: era una palmera de lo que Juana quería. Si Juana se negaba a esto o a aquello, Paqui lo que hacía era darle cobertura legal, pero no era ella la que mandaba: era Juana".
¿Y qué opina el abogado de la contraparte, el letrado de Francesco Arcuri? Habla Enrique Zambrano, que apunta en muchas más direcciones en esta suerte de hoguera de las vanidades en que se terminó convirtiendo el caso: "A mi modo de ver, Granados podría tener la misma o incluso menos trascendencia que determinados personajes mediáticos de todos los órdenes, en especial televisivos, que encumbraron por un lado a Rivas como madre coraje y a mi representado como el ogro de la historia. Afortunadamente, hemos ido poniendo las piezas en su sitio. Aun espero la rectificación de todos".
"Y tú, ¿sabes lo que es la violencia machista? Eso de la violencia de género... ¿cómo lo ves?", le lanzaba a botepronto Granados al periodista, por teléfono. "Porque sí, los periodistas sois todos muy imparciales, pero no hay acto sin ideología, no lo hay, que lo sepas, ¿eh?", remachaba.
EL CASO JUANA RIVAS
El juez, a Juana Rivas: "Pero señora, ¿nadie le dijo que estaba cometiendo un delito?"
El magistrado Manuel Piñar, que condenó a la madre de Maracena a cinco años de cárcel por sustracción de sus hijos, le afeó en pleno juicio lo evidente del delito cometido y la emplazó a buscar mejor consejo legal: "Para otra vez, elija mejor a sus abogados"