A VER SI ALGUN/A COLEGA ABRE 1 HILO PARA HACER 1 HOMENAJE...

Sólo tú eres el responsable de lo que aquí se diga.

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DE POR MI QUEDA CERRADO..

Mensajepor DE POR MI QUEDA CERRADO.. » Dom 10 Oct, 2010 2:14 pm

.... ESTE HILO EN EL QUE MI INTENCION ERA QUE FUERA EXCLUSIVAMENTE DEDICADO A MIGUEL HERNANDEZ.

Pero alguien quiso CARGARSE EL HILO NOMBRANDO A OTRA PERSONA QUE NO PELEO LA GUERRA CIVIL ESPANOLA Y QUE SOLO ERA 1 PELEON CALLEJERO QUERIENDO ILEGALIZAR EN 1 DEMOCRACIA A LOS GRUPOS QUE NO COMULGABAN CON EL Y SU GRUPITO.

Quiero expresar mi agradecimiento a "arriba la copla" por haber colgado 1 voz desconocida para mi: Lola Montenegro,bonita voz y apropiada musica para acompanar los poemas del poeta de Orihuela. Tambien a los que colgaron otros videos como la voz del mismo Hernandez,el maestro Morente y la voz de Serrat. Siento de todo corazon no volver a participar mas en este homenaje que alguien se ha empenado en destruirlo.

Hoy en http://www.abc.es (pagina cultura) lei 1 articulo sobre Miguel Hernandez en el que se comenta que nunca fue apreciasdo por Lorca y otros poetas de la generacion del 27.
Por lo que se de Lorca,se que Lorca detestaba a los comunistas y Miguel Hernandez fue 1 comunista pero como ya dije mas arriba, durante la guerra civil su lucha COMO LA DE OTROS FUE: SALVAR A LA II REPUBLICA DEL FACISMO.

Vuelvo a expresar mi agradecimiento a "arriba la copla" y tod@s l@s que han contribuidos a recordar al poeta de Orihuela y al REVENTON QUE SE HA QUERIDO CARGAR ESTE HILO PUES.....DE POR MI..... QUE LE ENTRE LAS VIRUELAS LOCAS.

Con pena, cierro este hilo,no volvere mas a escribir en este tema del centenario de Miguel Hernandez.

Saludos,Assia

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Mensajepor Invitado » Dom 10 Oct, 2010 3:33 pm

EL VERDADERO HOMENAJE A MIGUEL LO DIÓ PALOMINO CON SU VIDA EN SU LUCHA ANTIFASCISTA.

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Mensajepor Invitado » Dom 10 Oct, 2010 3:44 pm

El grupo del "pollo" iba armado tambien y provocando a los facistas


ESTO ES DENUNCIABLE

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Mensajepor Invitado » Dom 10 Oct, 2010 3:51 pm

ANTES DEL ODIO

Cerca del agua te quiero llevar,
porque tu arrullo trascienda del mar.

Cerca del agua te quiero tener,
porque te aliente su vívido ser.

Cerca del agua te quiero sentir,
porque la espuma te enseñe a reír.

Cerca del agua te quiero, mujer,
ver, abarcar, fecundar, conocer.

Cerca del agua perdida del mar,
que no se puede perder ni encontrar.

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Mensajepor abierto » Dom 10 Oct, 2010 4:12 pm

Con pena, cierro este hilo,no volvere mas a escribir en este tema del centenario de Miguel Hernandez.


no sabía que eras moderadora ... pero ... el hilo te quedó abierto.

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miguel

Mensajepor miguel » Dom 10 Oct, 2010 6:20 pm

Miguel Hernández


En Orihuela, un pequeño pueblo del Levante español, rodeada del oasis exuberante de la huerta del Segura, nació Miguel Hernández el 30 de octubre de 1910. Hijo de un contratante de ganado, su niñez y adolescencia transcurren por la aireada y luminosa sierra oriolana tras un pequeño hato de cabras. En medio de la naturaleza contempla maravillado sus misterios: la luna y las estrellas, la lluvia, las propiedades de diversas hierbas, los ritos de la fecundación de los animales. Por las tardes ordeña las cabras y se dedica a repartir la leche por el vecindario. Sólo el breve paréntesis de unos años interrumpe esta vidad para asistir a la Escuela del Ave María, anexa al Colegio de Santo Domingo, donde estudia gramática, aritmética, geografía y religión, descollando por su extraordinario talento. En 1925, a los quince años de edad, tiene que abandonar el colegio para volver a conducir cabras por las cercanías de Orihuela. Pero sabe embellecer esta vida monótona con la lectura de numerosos libros de Gabriel y Galán, Miró, Zorrilla, Rubén Dario, que caen en sus manos y depositan en su espíritu ávido el germen de la poesía. A veces se pone escribir sencillos versos a la sombra de un árbol realizando sus primeros experimentos poéticos. Al atardecer merodea por el vecindario conociendo a Ramón y Gabriel Sijé y a los hermanos Fenoll, cuya panadería se convierte en tertulia del pequeño grupo de aficionados a las letras. Ramón Sijé, joven estudiante de derecho en la universidad de Murcia, le orienta en sus lectura, le guía hacia los clásicos y la poesía religiosa, le corrige y le alienta a proseguir su actividad creadora. El mundo de sus lecturas se amplía. El joven pastor va llevando a cabo un maravilloso esfuerzo de autoeducación con libros que consigue en la biblioteca del Círculo de Bellas Artes. Don Luis Almarcha, canónigo entonces de la catedral, le orienta en sus lecturas y le presta también libros. Poco a poco irá leyendo a los grandes autores del Siglo de Oro: Cervantes, Lope, Calderón, Góngora y Garcilaso, junto con algunos autores modernos como Juan Ramón y Antonio Machado. En el horno de Efén Fenoll, que está muy cerca de su casa, pasa largas horas en agradable tertulia discutiendo de poesía, recitando versos y recibiendo preciosas sugerencias del culto Ramón Sijé que acude allí a visitar a su novia Josefina Fenoll. Desde 1930 Miguel Hernández comienza a publicar poemas en el semanario El Pueblo de Orihuela y el diario El Día de Alicante. Su nombre comienza a sonar en revistas y diarios levantinos.


Primer viaje a Madrid y Perito en lunas

Poseído por la fiebre de la fama, en diciembre de 1931 se lanza a la conquista de Madrid con un puñado de poemas y unas recomendaciones que al fin de nada le sirven. Aunque un par de revistas literarias, La Gaceta Literaria y Estampa, acusan su presencia en la capital y piden un empleo o apoyo oficial para el "cabrero-poeta", las semanas pasan y, a pesar de la abnegada ayuda de un puñado de amigos oriolanos, tiene que volverse fracasado a Orihuela. Pero al menos ha podido tomarle el pulso a los gustos literarios de la capital que le inspiran su libro neogongorino Perito en lunas (1933), extraordinario ejercicio de lucha tenaz con la palabra y la sintaxis, muestra de una invencible voluntad de estilo. Tras este esfuerzo el poeta ya está forjado y ha logrado hacer de la lengua un instrumento maleable. En Orihuela continúa sus intensas lecturas y sigue escribiendo poesía. También sus amigos le preparan alguna actuación en público. En el Casino de Orihuela recita y explica su "Elegía media del toro". Otra vez, en abril de 1933, es en Alicante donde interpreta la misma elegía después de una docta charla de Ramón Sijé sobre Perito en lunas. La prensa local se hace eco del acontecimiento literario alimentando en el joven poeta el ansia y sed de celebridad.


Segundo viaje a Madrid

Un día, al salir de su trabajo, en una notaría de Orihuela, conoce a Josefina Manresa y se enamora de ella. Sus vivencias van hallando formulación lírica en una serie de sonetos que desembocarán en El rayo que no cesa (1936). Las lecturas de Calderón le inspiran su auto sacramental Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras, que, publicado por Cruz y raya, le abrirá las puertas de Madrid a su segunda llegada en la primavera de 1934. Allí se mantiene con un empleo que le ofrece José María de Cossío para recoger datos y redactar historias de toreros. En Madrid su correspondencia amorosa no se interrumpe y la frecuente soledad inevitable en la gran ciudad le hace sentir nostalgia por la paz e intimidad de su Orihuela. Las cartas abundan en quejas sobre la pensión, rencillas de escritores, intrigas, el ruido y el tráfico. Así es que en cuanto le es posible vuelve a su pueblo para charlar con los amigos, comer fruta a satisfacción y bañarse en el río. Aunque lentamente, va creándose en Madrid su círculo de amigos: Altolaguirre, Alberti, Cernuda, Delia del Carril, María Zambrano, Vicente Aleixandre y Pablo Neruda. Entre ellos trata de vender algunos números de la revista El Gallo Crisis, recién fundada por Ramón Sijé, pero tienen que constatar que ésta no gusta a muchos de sus nuevos amigos. Neruda se lo confiesa abiertamente: "Querido Miguel, siento decirte que no me gusta El Gallo Crisis. Le hallo demasiado olor a iglesia, ahogado en incienso". Ramón Sijé teme perder a su gran amigo para sus ideales neocatólicos, pero pronto tienen que constatar que el ambiente de Madrid puede más que los ecos de la lejana Orihuela. Pablo Neruda insiste en sus ingeniosos sarcasmos anticlericales: "Celebro que no te hayas peleado con El Gallo Crisis pero esto te sobrevendrá a la larga. Tú eres demasiado sano para soportar ese tufo sotánico-satánico". Si Ramón Sijé y los amigos de Orihuela le llevaron a su orientación clasicista, a la poesía religiosa y al teatro sacro, Neruda y Aleixandre lo iniciaron en el surrealismo y le sugirieron, de palabra o con el ejemplo, las formas poéticas revolucionarias y la poesía comprometida, influyendo, sobre todo Neruda y Alberti, en la ideología social y política del joven poeta provinciano. Superada esta crisi, Miguel Hernández es ya un poeta hecho y comienza a crear lo más logrado y genial de su obra.


La Guerra Civil

El estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 le obliga a tomar una decisión. Miguel Hernández, sin dar lugar a dudas, la toma con entereza y entusiasmo por la República. No solamente entrega toda su persona, sino que también su creación lírica se trueca en arma de denuncia, testimonio, instrumento de lucha ya entusiasta, ya silenciosa y desesperada. Como voluntario se incorpora al 5º Regimiento, después de un viaje a Orihuela a despedirse de los suyos. Se le envía a hacer fortificaciones en Cubas, cerca de Madrid. Emilio Prados logra que se le traslade a la 1ª Compañía del Cuartel General de Caballería como Comisario de Cultura del Batallón de El Campesino. Va pasando por diversos frentes: Boadilla del Monte, Pozuelo, Alcalá. En plena guerra logra escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos días tiene que marchar al frente de Jaén. Es una vida agitadísima de continuos viajes y actividad literaria. Todo esto y la tensión de la guerra le ocasionan una anemia cerebral aguda que le obliga por prescripción médica a retirarse a Cox para reponerse. Varias obritas de Teatro en la guerra y dos libros de poemas que han quedado como testimonio vigoroso de este momento bélico: Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939).


El poeta en la cárcel


En la primavera de 1939, ante la desbandada general del frente republicano, Miguel Hernández intenta cruzar la frontera portuguesa y es devuelto a las autoridades españolas. Así comienza su larga peregrinación por cárceles: Sevilla, Madrid. Difícil imaginarnos la vida en las prisiones en los meses posteriores a la guerra. Inesperadamente, a mediados de septiembre de 1939, es puesto en libertad. Fatídicamente, arrastrado por el amor a los suyos, se dirige a Orihuela, donde es encarcelado de nuevo en el seminario de San Miguel, convertido en prisión. El poeta -como dice lleno de amargura- sigue "haciendo turismo" por las cárceles de Madrid, Ocaña, Alicante, hasta que en su indefenso organismo se declara una "tuberculosis pulmonar aguda" que se extiende a ambos pulmones, alcanzando proporciones tan alarmantes que hasta el intento de trasladarlo al Sanatorio Penitenciario de Porta Coeli resulta imposible. Entre dolores acerbos, hemorragias agudas, golpes de tos, Miguel Hernández se va consumiendo inexorablemente. El 28 de marzo de 1942 expira a los treinta y un años de edad.

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Mensajepor Invitado » Sab 30 Oct, 2010 6:11 pm

Besarse, mujer,
al sol, es besarnos
en toda la vida.
Asciende los labios,
eléctricamente
vibrantes de rayos,
con todo el furor
de un sol entre cuatro.
Besarse a la luna,
mujer, es besarnos
en toda la muerte:
descienden los labios,
con toda la luna
pidiendo su ocaso,
del labio de arriba,
del labio de abajo,
gastada y helada
y en cuatro pedazos.

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Mensajepor Invitado » Dom 31 Oct, 2010 6:33 pm

'Nanas de la cebolla' para Miguel y Marcelino

Los artistas evocan al sindicalista durante el homenaje al poeta en el Cervantes

PAULA CORROTO MADRID 31/10/2010 00:00

"La vida siempre rima. Hoy es un día en el que ha ocurrido algo poético". La actriz Blanca Portillo definió ayer con estas palabras la coincidencia del homenaje al poeta Miguel Hernández en el Instituto Cervantes de Madrid, situado en la plaza de las Cibeles, y el funeral público al defensor de los trabajadores Marcelino Camacho, que empezó a la misma hora, las doce del mediodía y a sólo unos metros de allí, en la castiza Puerta de Alcalá. "Este homenaje poético es un regalo que el pueblo le ha hecho a Camacho", aseguró también la actriz Pilar Bardem.

Desde hacía meses, el Instituto Cervantes y la Unión de Actores habían planeado una lectura continuada de los poemas de Miguel Hernández para celebrar el centenario del nacimiento del poeta. La pretensión era conmemorar la lucha del escritor y enseñar su obra "a todo el mundo, incluso los más pequeños", como explicó la directora del Cervantes, Carmen Caffarel.

La pretensión era conmemorar la lucha del escritor y enseñar su obra

Ayer, sin embargo, se encontraron con "una mañana lluviosa, una mañana de muerte", según señaló el presidente del sindicato de actores, Jorge Bosso. Esta circunstancia provocó, al principio, ciertos temores en la organización. Algunos participantes, como el poeta José Caballero Bonald y la actriz Concha Velasco, no llegaban y el reloj corría. El público, que rondaba la mediana edad, se mantenía a la espera. Al principio el goteo de participantes fue lento, pero, poco a poco el acto cobró forma y lo que en un principio iba a tener un solo protagonista, se convirtió en un recuerdo emocionado a dos figuras que dieron su vida por los derechos de los trabajadores.

Con el acertado verso final "que tenemos que hablar de muchas cosas,/ compañero del alma, compañero", de La elegía a Ramón Sijé, recitado por la voz en off del actor Paco Rabal, dieron comienzo las lecturas. Pilar Bardem, visiblemente conmovida, inició su participación con un gesto hacia Marcelino Camacho: "Hoy Madrid despide a un hombre bueno, un hombre al que ni le doblegaron ni le domaron. Para él, el poema de Miguel, Para la libertad". Tras su lectura, la actriz confesó a este periódico que se trataba de uno de sus poemas favoritos.

Recuperación del poeta


"Soy una abierta ventana que escucha,/por donde va tenebrosa la vida./ Pero hay un rayo de sol en la lucha/ que siempre deja la sombra vencida". Este poema, Eterna sombra, fue el que atacó Luis Eduardo Aute. Para el músico fue el azar, que revoloteó durante todo el día, el culpable de que le tocara leer su poema favorito. Como a Blanca Portillo, que llevó al escenario Nanas de la cebolla y que dedicó a Marcos Ana, poeta y compañero de prisión de Hernández.

Aparte de la lectura, algunos de los participantes reivindicaron en su discurso la figura del alicantino. Fue el caso de la dramaturga Lourdes Ortiz, quien recordó cómo en su época universitaria llegó a la política a través de la poesía de Neruda y Hernández. "Después, durante mucho tiempo, se le ha dejado de lado. Ahora es bueno que se le recuerde, sobre todo para que llegue a los jóvenes", afirmó antes de leer Canción última.

"Ahora es bueno que se le recuerde, sobre todo para que llegue a los jóvenes"


El actor Juan y Medio destacó que la primera vez que leyó al poeta, "me cogió del pecho y me sacudió. ¿Cómo es posible que tenga ese lenguaje tan clásico y a la vez tan moderno?". El actor hizo un guiño a la ironía y recitó Umbrío por la pena, ese poema que acaba con el sarcástico verso "¡cuánto penar para morirse uno!".

La familia de Miguel Hernández tuvo una presencia destacada durante el homenaje. Al escenario subieron su nuera, Lucía Izquierdo, su nieta, María José Hernández, y su sobrina Rosa Moreno Hernández. La primera recordó a Josefina Manresa, la mujer del poeta, que siempre le habló de su marido como "la persona más humana y transparente que había conocido jamás". Del hijo del poeta señaló que nunca asumió que "le hubieran privado, primero, de su padre, y después de un poeta tan grande que no sabemos lo que nos hubiera dado".

El público también tuvo sus minutos en el escenario. Iñaki González, profesor del instituto Leonardo Da Vinci, que se había trasladado a Madrid desde Alicante, leyó con voz entrecortada la Elegía a Ramón Sijé, después de recordar al sindicalista Camacho "como uno de los grandes hernandianos".

El camarero del Café Gijón, José Bárcena, trajo a la memoria las tardes del poeta en este conocido café donde tanto charló con "su amiga o algo más" Maruja Mallo, "pintora excéntrica y verbenera que le sumergió en la vida de bohemia de Madrid". En el homenaje también hubo música y teatro. Aunque, sobre todo, hubo un recuerdo a Miguel y Marcelino, dos defensores de los trabajadores.

"Se está pasando por alto ‘Viento del pueblo’"


La nuera de Miguel Hernández, Lucía Izquierdo, manifestó ayer a ‘Público’ su “emoción” por cómo estaba transcurriendo la celebración del centenario. “Sobre todo porque son las asociaciones culturales las que se están dejando la vida en ello sin tener casi recursos”, afirmó. Aseguró también que al poeta no le gustaban demasiado los homenajes, aunque “seguro que estaría muy feliz al ver que el pueblo está con él”. La única contrariedad, según ella, es que “se está pasando por alto ‘Viento del pueblo’ y ‘Un hombre acecha’, que son sus grandes homenajes a la libertad”. Izquierdo resaltó que “Miguel siempre ha sido un poeta incómodo para el poder, pero tendremos que hacer una reflexión sobre por qué está ocurriendo esto”.




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