Mensajepor Invitado » Mar 29 Nov, 2022 3:35 am
Oskar Lafontaine: "Europa está pagando el precio de la cobardía de sus propios líderes"Conversamos con Oskar Lafontaine sobre el declive económico de Alemania, la guerra de poder entre Rusia y la OTAN en Ucrania, y por qué exige la retirada de las tropas estadounidenses de Alemania. Pregunta: ¿qué sucede después de la voladura de los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2?Oskar Lafontaine: La voladura de los dos gasoductos es una declaración de guerra a Alemania y es patético y cobarde que el gobierno federal quiera ocultar el incidente bajo la alfombra. Ella dice que sabe algo pero no puede decirlo por razones de seguridad nacional.Hace tiempo que los gorriones lo silban a los cuatro vientos: o bien EE.UU. hizo el ataque directamente o al menos dio luz verde para ello. Sin el conocimiento y consentimiento de Washington, la destrucción de los oleoductos, que son un asalto a nuestro país, paralizan nuestra economía y van en contra de nuestros intereses geoestratégicos, no hubiera sido posible. Fue un acto hostil contra la República Federal, no solo contra ella, sino también, lo que una vez más deja en claro que debemos liberarnos de la tutela estadounidense.
En su nuevo libro "¡Ami, es hora de irse!" pide la retirada de las tropas estadounidenses de Alemania. ¿No es eso poco realista? Por supuesto, eso no sucederá de la noche a la mañana, pero el objetivo debe ser claro: la retirada de todas las instalaciones militares y armas nucleares estadounidenses de Alemania y el cierre de la base aérea de Ramstein. Tenemos que trabajar persistentemente para lograrlo y, al mismo tiempo, construir una arquitectura de seguridad europea, porque la OTAN dirigida por los Estados Unidos está obsoleta, como bien ha reconocido el presidente francés, Emmanuel Macron, mientras tanto. Esto se debe a que la OTAN ya no es una alianza defensiva, sino una herramienta para hacer cumplir la pretensión de Estados Unidos de seguir siendo la única potencia mundial. Pero debemos formular nuestros propios intereses y de ninguna manera son congruentes con los de los EE.UU.
Usted dice que los estadounidenses son los responsables de volar los oleoductos. ¿Crees seriamente que renunciarían a Alemania sin luchar?No, eso va a ser peliagudo, pero no veo otra alternativa. Si nosotros y los demás países europeos continuamos bajo la tutela de los Estados Unidos, nos empujarán al precipicio para proteger sus propios intereses. Así que tenemos que expandir gradualmente nuestro alcance, preferiblemente junto con Francia. Al igual que Peter Scholl-Latour, pedí una unión franco-alemana hace muchos años. Entonces también podría integrarse la defensa de los dos estados, como núcleo de una Europa independiente. Para usar una expresión ahora trillada: estamos experimentando los dolores de parto de la fase de transición de un orden mundial unipolar a uno multipolar. Y aquí surge la pregunta si tenemos un lugar propio en este nuevo orden mundial o si nos dejamos arrastrar a los conflictos de Washington con Moscú y Beijing como vasallos de Estados Unidos. Solo podemos perder aquí.
Tenemos que analizar eso nuevamente. La influencia estadounidense en la política y los medios alemanes es inmensa. ¿Cómo pretende ganar margen allí?También funcionó con cancilleres como Willy Brandt, Helmut Schmidt, Helmut Kohl y Gerhard Schröder. Al menos en algunos conflictos, tenían en mente los intereses alemanes y no los arrojaron por la borda en obediencia anticipada. También necesitas columna vertebral cuando estás a la cabeza de un país. La imagen del canciller Scholz parado como un colegial junto al presidente estadounidense Biden cuando anunció que Nord Stream 2 no llegaría a nada fue humillante. Y luego está el ministro de Asuntos Exteriores alemán que repite como un loro la propaganda estadounidense y el ministro de Economía que quiere “servir como líder”. Más complacencia no es posible.
¿A qué tipo de juego están jugando Baerbock y Habeck? En lo que respecta a la Sra. Baerbock, me gustaría protegerla. Ella no juega un juego. Ella es probablemente así de simple. Y Habeck está completamente abrumado en su oficina.
En su libro usted cita a Maquiavelo: “No es quien primero toma las armas quien instiga el desastre, sino quien lo fuerza.” ¿Se refiere al conflicto de Ucrania? Por supuesto, también me refiero al conflicto en Ucrania, que comenzó a más tardar con el golpe de estado en Maidan en Kiev en 2014. Desde entonces, Estados Unidos y sus vasallos occidentales han estado armando a Ucrania y preparándola sistemáticamente para la guerra contra Rusia. Ucrania se convirtió así en miembro de facto, no de jure, de la OTAN. Esta historia es estudiadamente ignorada por los políticos occidentales y los principales medios de comunicación.
Sin embargo, fue una violación imperdonable del derecho internacional que el ejército ruso invadiera Ucrania. La gente muere todos los días y todos, ya sea Moscú, Kyiv o Washington, que tienen la responsabilidad de que todavía no haya armisticio, tienen una gran carga de culpa. Durante más de 100 años, el objetivo declarado de la política estadounidense ha sido evitar que las empresas y la tecnología alemanas se fusionen con las materias primas rusas a cualquier precio. Está perfectamente claro que, si se tiene en cuenta la historia, estamos frente a una guerra de poder de EE. UU. contra Rusia que se ha preparado durante mucho tiempo. El hecho de que el SPD en particular traicionó el legado de Willy Brandt y su política de distensión y ni siquiera insistió seriamente en el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk,
¿Y? ¿Estados Unidos logró sus objetivos de guerra? Sí y no. Han tenido mucho éxito en romper las relaciones entre la Federación Rusa y la UE. También han logrado dejar de lado a la UE y Alemania como sus potenciales rivales geoestratégicos y económicos por el momento. Ahora están determinando las políticas de los estados de la UE incluso más que antes del conflicto de Ucrania, también gracias a los políticos complacientes en Berlín y Bruselas. Pueden vender su sucio gas de fracking y la industria de defensa de EE. UU. está haciendo un gran negocio.
Por otro lado, no han tenido éxito en "arruinar Rusia", como dijo la Sra. Baerbock como uno de sus portavoces, derrocando a Putin e instalando un gobierno títere en Moscú para tener un mejor acceso a las materias primas rusas, como en el caso de Yeltsin. tiempo. Y tengo la impresión de que los EE. UU. se han dado cuenta ahora de que aquí están mordiendo granito. A pesar de las entregas masivas de armas a Ucrania y el envío de numerosos "asesores militares", la potencia nuclear de Rusia no puede ser derrotada militarmente. Además, las sanciones occidentales están demostrando ser un boomerang, dañan a los estados occidentales más que a Rusia y conducirán a la desindustrialización, el desempleo y la pobreza.
¿Entonces va a bajar a partir de ahora? Necesitamos urgentemente asegurarnos de que el conflicto de Ucrania termine. Y eso solo sucederá si EE. UU. abandona su plan de poner de rodillas a Rusia antes de que lleve a China contra su pecho. Para ello necesitamos una iniciativa europea y debe venir de Francia y Alemania.
Si no lo hacemos, y si no llegamos pronto a un acuerdo con Rusia sobre nuestras importaciones de materias primas y energía, entonces la economía en Alemania y Europa se irá por el desagüe y los partidos de derecha en Europa se volverán más y más fuertes.
Oskar Lafontaine, nacido en Saarlouis en 1943, fue alcalde de Saarbrücken, primer ministro del Sarre, presidente del SPD, candidato a canciller y ministro federal de finanzas a lo largo de su vida política. En marzo de 1999 renunció a todos sus cargos políticos anteriores en el SPD debido a las críticas al curso de gobierno de Gerhard Schröder. Fue presidente fundador del partido DIE LINKE, que surgió por iniciativa propia del PDS y Trabajo Electoral Alternativo y Justicia Social (WASG), presidente de la facción de izquierda en el Bundestag alemán y principal candidato en las campañas electorales del estado del Sarre. en 2009, 2012 y 2017 Desde marzo de 2022, ha liderado el grupo parlamentario del Partido de Izquierda en el parlamento estatal de Saarland desde 2009.
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