
Carta a las satánicas Ayuso y Monasterio: ¡Ya podéis tiraros con una rueda de molino a una fosa oceánica!
Enrique de Diego.

Empezasteis con un crimen ritual, con un genocidio protocolario, matando a mansalva en vuestras UCIS, donde ya no se vive el juramento hipocrático, intubándolos con respiradores y quemándoles a los ancianos los pulmones con oxígeno puro, mientras se empleaban a fondo, con total frivolidad, las enfermeras haciendo coreografías y los médicos de Dr. Mengele, de matarifes de las SS. Y después, so inútiles, de error en error hasta ser llevadas del ronzal, yeguas mansas, a la timo vacuna, arma letal biológica que destruye el sistema inmunológico innato (Geert Vandem Bosche), infectando a los timo vacunados, propagando la epidemia (Luc Montagnier) y extendiendo la proteína Spike por todos los órganos vitales, los testículos y los ovarios, aniquilando a los madrileños, dejándoles sin futuro, extinguiéndoles.
Sois idiotas, sois imbéciles, sois un par de canallas tratando como cobayas a los madrileños; como conejos llevados al matadero, a una muerte segura. En Estados Unidos ya se ha puesto cara al sacrificio: Maddie de Garay, hija de médicos, que participó en el experimento Pfizer, 86% de efectos adversos, y ni aún se paró, lo que es la codicia humana, un niño de 13 años de Michigan y Robert Michael, un médico de Miami que se quedó sin plaquetas, una enfermedad autoinmune terrible. Y vosotras dos, tontas del bote, no paráis. Lo único que se te ocurre Isabel Díaz Ayuso de los cojones o de los ovarios secos es organizar la timo vacunación en los centros de El Corte Inglés, la muerte de rebajas, en el Banco de Santander, escoria del globalismo con Ana Patricia Botín, mierda del Club de Bieldeberg, y Acciona. Y tú, Rocío Monasterio, tan católica, tan hipócrita, tan satánica, asistes complaciente al ritual genocida.
Este es el genocidio de la estupidez que ejercitáis como ritual satánico, la transvaloración completa, llamáis a la muerte, salud, a la esterilización, vacuna, y os quedáis tan frescas y tan anchas; nada es verdad, todo es mentira, y los hombres, como borregos, son los simples datos de una estadística funeraria. Hijas de pvta, ¿en qué os diferencias de Pedro Sánchez, par de alcornoques? Más os valiera que, con una rueda de molino atada os tirarais al mar, pero a un mar muy profundo, a una fosa oceánica, que ni ante los niños os paráis, guarras.
LEE Y FIRMA AQUÍ el manifiesto contra el genocidio de los niños españoles