Los Mossos imputan a Murillo por “posesión de explosivos” porque tenía un petardo en casaEl informe describe minuciosamente todo el arsenal de armas intervenido a Murillo, tanto en el interior del vehículo que conducía cuando fue detenido, como en el interior de su casa. La única mención a los explosivos aparece al final de la lista de los efectos incautados en su casa: “un petardo casero con unos cuantos centímetros de mecha“.
Pero ni siquiera este artículo justifica la acusación de tenencia de explosivos, ya que a efectos judiciales no tienen esta consideración ni los derivados de la pólvora ni los materiales pirotécnicos. Aunque se trate de un “petardo casero”
Pistolas de aire comprimidoManuel Murillo fue detenido el pasado 19 de septiembre cuando abandonaba su casa al volante de un vehículo. El atestado de la Policía autonómica especifica que Murillo “no ofreció ningún tipo de resistencia a la detención, si bien en un registro superficial de su vehículo se han encontrado, entre otras cosas, los siguientes objetos”.
A continuación cita una carabina marcha Chiappa modelo Little Badger del calibre 22 (su precio ronda unos 200 euros), una pistola de tiro olímpico Pardini modelo K2S (de aire comprimido), tres “visores telescópicos de precisión”, cinco proyectiles de calibre 22 y un cuchillo de doble filo de la marca Santa Eulalia.
Los medios que defienden la tesis del “magnicio” sostienen que Murillo poseía “cuatro rifles de altísima precisión” capaces de acertar en un blanco a una distancia de 1.500 metros. En realidad, entre la 16 armas de fuego que le intervinieron los Mossos no hay ni una sola propia de un “francotirador”. Más concretamente, no posee ningún arma capaz de hacer blanco a más de 400 metros de distancia.
Como ha informado OKDIARIO, este arsenal incluye tres pistolas y revólveres inutilizados, cuatro pistolas de aire comprimido, una escopeta de aire comprimido Hatsan 4.5, dos carabinas de calibre 22 que disparan balines, una ballesta casera y un rudimentario “lanzapatatas”, que dispara dardos caseros y hortalizas. Ninguno de estos artículos resulta muy adecuado para cometer un “magnicidio”.