El Gobierno no ve con malos ojos la ayuda europea de 115 millones con los que los olivareros marroquíes harán la competencia a los españoles
Año nefasto para los productores de aceite de oliva españoles. Un producto que está llamado a ser emblema del campo español y motor de exportaciones enfila un 2023 asediado por la sequía y el aumento de los costes productivos, que amenaza con llevarse por delante a muchos productores. Mientras, el Gobierno de Pedro Sánchez defiende que la Unión Europea haya entregado 115 millones de euros en ayudas a los productores de aceite de oliva marroquíes en apoyo al «desarrollo ecológico» del sector en el país vecino. Unas ayudas que entre los productores españoles ven como un impulso a la competencia contra sus aceites.