Galicia: de lo político y de lo social. Mayoría política y fondo sociológico.
23 octubre 2012
Es claro que cuando te has presentado a unas elecciones y no has conseguido el objetivo marcado, los análisis que realizas pueden estar trufados con el componente emocional característico de la autojustificación en la derrota, la tradicional búsqueda de culpable a tus males, que, como decía Ortega, es característica estructural que parece caminar impertérrita en nuestro ADN de españoles. Procurando vencer este impulso hay que atender exclusivamente a datos de hecho de manera que las valoraciones, que siempre son algo emocionales, sean las mas ajustadas posibles a ese llamado mundo de lo real, en el que vive lo que Krishnamurti -creo- llamaba la dictadura del hecho.
Es un hecho que Feijoo, el candidato del PP, basó su campaña en dos ejes: A) los números globales de Galicia como Comunidad Autónoma en términos comparativos con otras endeudadas hasta las cejas, singularmente Andalucía y B) En que ofrecía una alternativa de gobierno frente al bipartito o tripartito, es decir, la izquierda del PSOE y los nacionalistas de extrema izquierda, ahora integrados por el tradicional BNG y la nueva Izquierda en la que milita un clásico del nacionalismo comunista gallego: Beiras, que a sus setenta y bastantes años decidía recuperar el papel de político activo. Era mas el voto del miedo (¡que vienen ellos!) que otra cosa. quizás tambien el voto del mal menor….
Pues el primer pilar ha funcionado. Y lo ha hecho aun cuando se han revelado datos en la campaña de ocultación de facturas, de desplazamientos de unos gastos de un ejercicio a otro, de falta de contabilización de facturas y desembolsos que de ser ciertos alterarían esa supuesta bondad. Pero en todo caso han pasado desapercibidos, es decir, no ha hecho mella en la campaña. Se ve que la generalidad no le interesa que se falseen o no cifras macroeconómicas de la Comunidad. Quizás a los pequeños y medianos empresarios les importe mas En concreto nos reunimos con algunos de distintas partes de Galicia -no cito por prudencia- y nos aclararon que existían facturas suyas sin siquiera ser registradas en la Xunta y que eso les creaba problemas insolubles de financiación, por lo que sus palabras referidas a esa gestión de Feijoo no eran precisamente de alabanza.
Pero, insisto, con todo y eso ha funcionado. ¿Incluso aun cuando un 82 por 100 de los gallegos opinan que la situación es mala o muy mala? Pues, sí. En el acto de cierre en Vigo, cuando me preguntaba en voz alta por la situación de Galicia, un hombre mayor, enjuto, muy delgado de rostro y cuerpo, vestido con traje y camisa blanca sin corbata, con el aspecto de ser hombre de negocios del sector primario, respondió en alta voz: “Miseria, es lo que tenemos hoy en Galicia, miseria”. Quizás alguno se sorprenda al saber que las mas de 500 personas que en ese momento abarrotaban el salón -previsto para 250- respondieron a esa afirmación con un sonoro y profundo aplauso. Pues, como digo, aun a pesar de esos pesares, que no son pocos, la estrategia funcionó. Sobre todo en gentes de determinado nivel socioeconómico.
¿Y cual es la realidad gallega? No puedo hablar mas que de la que he podido comprobar por mí mismo. Hemos recorrido unos 8.000 kilómetros y hemos contactado con colectivos muy variados: autónomos, funcionarios, mariscadores de las diferentes rías, pequeños y medianos empresarios de diversos sectores, agricultores y ganaderos… en fin una muestra aceptable de la economía gallega. Siento decir que el resultado es demoledor. No quiero extenderme en pruebas concretas de este aserto. Todo se andará. Pero lo que quiero decir, sin mas ánimo que el de expresar mi visión y mi experiencia de los hechos comprobados, es que Galicia no va bien, ni mucho menos. Eso sin tener en cuenta que el paro gallego es mas perjudicial que el de otras zonas, que el nivel de industrialización es mínimo, que el campo y la agricultura retroceden a marchas forzadas, que hay sectores empresariales a punto de desaparecer, que no crece la población, que es deficitaria en el fondo de pensiones…En fin, cosas que todos sabemos en la teoría y que yo he comprobado en la realidad diaria.
Esta mañana temprano,después de descansar en una noche mas que en dos de las vividas en campaña, he reflexionado sobre Galicia y sinceramente no me siento optimista en su futuro. Lo veremos poco a poco y en lo que se pueda ayudar ayudaremos, pero el empecinamiento de algunos en ciertas políticas provocan eso que aquel hombre enjuto gritó en altavoz. Pero con independencia de estos factores económicos me preocupa el sendero confuso del tema identitario gallego y en particular el tratamiento de la problemática lingüística. Es asunto para otro día, porque merece mayor extensión en su descripción y problemática propia, pero dejo aquí la constancia de mi intuición: creo que se está siguiendo un camino equivocado y que puede acabar provocando una fractura social en una tierra que jamás la ha tenido por ese motivo. Quisiera equivocarme, pero mucho me temo que si no se cambian las cosas ese sendero es inevitable. Algunos no lo ven, pero eso no quiere decir nada. Hoy tenemos en España un gravísimo problema en el País Vasco y en Cataluña. Problemas de tal envergadura que las soluciones se presentan extremadamente complejas y difíciles. No quisiera que Galicia se convirtiera en caja de resonancia. Algunos creen que lo sucedido en Cataluña ha ayudado a Feijoo en estas elecciones autonómicas. No conviene olvidar que en determinados aspectos el PP gallego parece querer imitar ciertos comportamientos de otros lugares…Solo un detalle: el Programa electoral del PP estaba redactado exclusivamente en gallego, como si en nuestra tierra no existiera una mayoría de castellanohablantes que quieren leer y hablar ene esa lengua que, además, es la vehicular del Estado y la que hablan quinientos millones de personas en el mundo. Insisto: convertir al idioma en un signo identitario no solo es rebajar el alma gallega a un lugar ínfimo en relación con su grandeza, sino, además, un error serio que confío y espero que no nos acabe costando un cierto disgusto. Algún gallego, cuando esto le comento, y lo hago con muy pocos, me dice que no, que no tengo de qué preocuparme, que eso no sucederá en Galicia nunca…Recuerdo con tristeza esas frases referidas a territorios en os que hoy van a gobernar personas que ni siquiera son capaces de condenar la muerte de casi mil inocentes. Determinados separatismos se parecen mucho a un negocio por encima de cualquier otra consideración. No es difícil estimular determinadas emociones en el ser humano. en fin, como digo, asunto para otro rato.
La segunda estrategia no ha funcionado, porque mas de 120.000 personas han dejado de votar a Feijoo, hasta el extremo de que, como decía en un artículo anterior, si no llega a ser por el gigantesco derrumbe del PSG y del BNG Feijoo habría perdido la mayoría absoluta. Pero como lo que cuenta son los resultados en escaños, lo cierto es que ha revalidado y aumentado su poder en Galicia. ¿Político y social o solo político? Pues que cada uno juzgue por si mismo y conceda a ese dato, a esos 120.000 votantes del PP que n0 han querido votar a su partido, el valor que quieran. Al fin y al cabo caben interpretaciones emocionales. Pero un hecho es claro: no han votado y no han tenido miedo a ese bi/tripartito. Lo mas curioso es que la izquierda tampoco ha tenido miedo de la revalida de la derecha porque incluso mas personas, creo que rondando las 150.000, tampoco han votado a ningún partido de izquierdas. Y al final, la abstención y los votos en blanco constituyen una cifra abrumadora.
Ya se que estas cosas interesan poco porque al final, en un pais que valora la superficie mas que el fondo y que mide el poder real por la cantidad de poder formal, el que gana gana y punto final. Y en eso, desde ese punto de vista, estoy de acuerdo. Ganó Feijoo en numero de escaños. Sin la menor duda. Mayoria nítida. Lo que circula por el fono de Galicia puede ser, solo digo que puede ser algo distinto. Pero como hay cuatro años por delante...