LA PRENSA EN CRISIS

Un lugar con buen talante y pluralidad democrática donde se debate lo más relevante de la política y la actualidad nacional e internacional.

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Mensajepor Invitado » Vie 20 Abr, 2012 4:40 pm

El Gobierno autoriza la privatización de las televisiones autonómicas

El texto del anteproyecto modifica la Ley de Comunicación Audiovisual para permitir a las comunicades la gestión indirecta o mixta.

El Ministerio de Industria, Energía y Turismo ya tiene listo el anteproyecto de Ley de modificación de la Ley General de la Comunicación Audiovisual que permitirá la privatización de las televisiones autonómicas, un documento al que ha tenido acceso Vozpópuli y que según fuentes del sector ha sido elevado al Consejo de Ministros de este viernes por lo que durante la comparecencia de la ministra de la Presidencia y Portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, se conocerá si finalmente ha sido aprobado por el órgano de Gobierno en el día de hoy.

El texto, en la exposición de motivos, pone de manifiesto que la medida busca “flexibilizar la gestión de los canales públicos de televisión autonómica” ante la “situación económica” y la necesidad por parte del conjunto de las Administraciones de “acometer actuaciones que faciliten la consolidación presupuestaria y el saneamiento de las cuentas públicas”, por lo que se “aconseja dotar a las comunidades autónomas de mayor flexibilidad en la prestación de su servicio de comunicación audiovisual”. Según las cifras que maneja la patronal de las televisones privadas UTECA el coste de las 13 televisiones públicas autonómicas anual es de unos 2.000 millones de euros.

http://vozpopuli.com/tecnologia-y-medio ... utonomicas

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no hay libertad

Mensajepor no hay libertad » Dom 22 Abr, 2012 1:35 am


El reportaje que el pasado mes de abril publicó Libertad Digital sobre las emisiones de radio en Andalucía debería hacer reflexionar al conjunto de la sociedad española... y no sólo a quienes trabajamos en medios de comunicación. Permítanme que presente los datos en forma resumida. En Andalucía existen hoy 713 emisoras de radio. De ellas 497 (casi el 70%) son públicas; es decir, dependen del político que esté en el poder en cada momento, y solo 216 (aproximadamente el 30%) son privadas. Pero ¡vaya usted a saber por qué! Casi el 57% de ellas –en concreto 122– están en manos del grupo PRISA. Dado que quienes gobiernan en Andalucía y el grupo PRISA tienen algo más que unas simples afinidades ideológicas, resulta –simple y llanamente– que el control que, de una u otra forma, ejerce el Partido Socialista sobre lo que los andaluces pueden escuchar es casi absoluto.

No diré que el hecho me haya sorprendido. Pero debo confesar que nunca creí que la situación fuera tan grave. No basta, sin embargo, con lamentarse por lo que está ocurriendo. Hay que plantearse también por qué ha sucedido y sobre todo, si es posible arbitrar algún mecanismo que permita solucionar un problema tan grave que pone en peligro los principios mismos de la democracia. Porque si los que no están de acuerdo con el gobierno no pueden crear un medio de comunicación con ideas diferentes –y es lo que claramente ocurre en Andalucía– la representación política tiene mucho más de farsa que de realidad.

Pero no son quienes gobiernan hoy en la región los únicos responsables de esta situación. Es cierto que un periodo muy largo en el poder permite crear unas redes clientelares y de intereses económicos que resulta muy difícil romper. Pero el Partido Socialista andaluz mantiene un control férreo de las emisoras de radio porque la ley se lo ha permitido. Es evidente que han abusado de su posición. Pero el origen del problema no está tanto en quienes hacen mal uso de los poderes que la ley les otorga, como en quienes han aprobado y mantenido estas leyes. Decía David Hume que las normas jurídicas deben redactarse pensando en que quienes hacen uso de ellas pueden ser personas muy poco honorables. Y el mundo está lleno de este tipo de personas. Por esta razón, lo que hay que hacer es crear un sistema de frenos y contrapesos que les impida abusar de su posición.

Volvamos al tema de las emisoras de radio. ¿Puede alguno de ustedes explicarme por qué en este triste país es imprescindible tener el favor del gobierno de turno para poder emitir por las ondas información, música o entretenimiento? Se me dirá que lo que ocurre es que el espacio radioeléctrico es limitado y tiene que ser controlado por el poder público. Pero esto es sólo parcialmente cierto. Y, además, existen formas mucho más eficientes y objetivas de asignar el espacio radioeléctrico, introduciendo la posibilidad de utilizar subastas y permitiendo la transmisión de los derechos, como se permite la compra y la venta de cualquier bien económico.

Lo que realmente ocurre es que los políticos nunca han estado dispuestos a renunciar al gran poder que el actual sistema les otorga. Los resultados, sin embargo, están a la vista. Y si no se cambia el modelo, será muy difícil evitar situaciones tan lamentables como la que describen los datos que en Libertad Digital hemos presentado. Las normas jurídicas que amparan el monopolio y limitan la libertad de expresión pueden y deben ser modificadas. No deberíamos esperar más.

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Mensajepor Invitado » Vie 04 May, 2012 5:49 pm

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CON UNA INDEMINIZACIÓN DE 30 DÍAS POR AÑO TRABAJADO
Intereconomía ofrece un ERE voluntario a todos sus trabajadores

La crisis mediática ha obligado a los administradores del Grupo Intereconomía a ofrecer un plan de bajas incentivadas para todos sus trabajadores que, de momento, no tienen garantizado cobrar la nómina de mayo. El pasado viernes, los gestores se reunieron con representantes de los trabajadores que carecen de comité de empresa y les informaron de la situación extrema que vive la empresa.

En una asamblea celebrada en la tarde de ayer, los representantes (tres de Intereconomía Corporación y otros tres del segundo canal, Intereconomía Business) informaron a sus compañeros de las condiciones de la empresa. El Grupo que dirige Julio Ariza va a rebajar un 10% las nóminas de todos los trabajadores. Aun así, no se les asegura que puedan cobrar. Los representantes intentaron negociar una bajada por tramos, según las nóminas, pero la empresa se negó.

La gran ‘novedad’ de la reunión de los representantes de los casi cuatrocientos trabajadores de Intereconomía Corporación e Intereconomía Business el pasado viernes con la empresa es que ésta ya ha abierto la puerta a un plan de bajas incentivadas para todos ellos con una indemnización de 30 días por año trabajado y un máximo de 18 meses, un tope al que casi ningún trabajador llegaría por ser un Grupo joven. La empresa pretende dejar todo el mes de mayo para que los interesados se vayan apuntando.

El Grupo Intereconomía tiene casi 800 trabajadores, aunque La Gaceta lleva su propia negociación puesto que sí tiene un Comité de Empresa. Hay empleados del periódico que llevan dos meses sin cobrar y ninguno ha recibido la última paga extra, y exigen recibir primero esas nóminas antes de aceptar la rebaja del sueldo del 10%.

En la reunión con los representantes se aseguró que la empresa va a “intentar pagar todos los atrasos”, aunque no ofrecieron un calendario. También los colaboradores y autónomos que trabajan con Intereconomía llevan sin cobrar facturas desde enero.

La deuda del Grupo con proveedores es, según algunas fuentes, de 30 millones de euros, algo que está pesando sobre la compañía.

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Mensajepor Invitado » Lun 07 May, 2012 8:15 pm

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'El Mundo' presenta un ERE para entre 170 y 190 trabajadores

Aduce las pérdidas provocadas por la caída de la publicidad

El diario El Mundo ha presentado este lunes ante las autoridades laborales un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supondrá entre 170 y 190 despidos de trabajadores de la empresa, a causa de las pérdidas provocadas por la caída de la publicidad.

La Memoria técnica presentada hoy por la empresa ante la Dirección General del Trabajo del Ministerio especifica que serán entre 141 y 156 los trabajadores del diario que se verán afectados por el expediente, aunque a ellos se sumarán otros profesionales del área corporativa y de revistas hasta sumar unos 180 afectados.

La negociación entre la compañía y los representantes de los trabajadores, que continuará durante un mes hasta las conclusiones definitivas del expediente, ha permitido la posibilidad de bajas voluntarias con derecho a veto de la dirección.

En la memoria económica del ERE se explican sus causas y se vincula el mismo a la caída de la inversión publicitaria según han explicado a Efe fuentes de la editora.

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lloro

Mensajepor lloro » Lun 16 Jul, 2012 9:19 pm


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MAN

Mensajepor MAN » Mar 07 Ago, 2012 6:20 am



El de ahí arriba es el último número de la revista MAN, fechado para julio y agosto. Grupo Zeta ha suspendido la publicación para analizar su viabilidad. Será difícil que resucite. Hasta donde sé, nadie espera que lo haga (y la redacción ha sido desmantelada).

MAN fue la primera revista en la que ejercí un cargo de responsabilidad en lo que viene siendo el mundo del diseño, así que le tengo el cariño del que pudo aprender y equivocarse y experimentar en sus páginas.

Las revistas masculinas han sido durante unos años un modelo casi agotado, pero algunas cabeceras se las han arreglado para ofrecer productos de calidad que no están funcionando mal en quiosco. Un Grupo Zeta en descomposición no ha podido dar a MAN el apoyo económico y editorial que le permitiera reinventarse, y ha sobrevivido durante años gracias al empeño de su menguante equipo de trabajadores. Olé por ellos.

En sus mejores momentos, MAN supo ser una revista de referencia. Repasando sus casi 300 portadas, aparece un enorme catálogo de jóvenes estrellas hoy híperconsagradas. Nadie le podrá quitar el mérito de inventarse la mítica marca editorial “Especial Brasileñas” –su eslogan “Si eres hombre te va a gustar” es ya un lugar común– y el lugar de honor entre las fantasías adolescentes de los años 90.

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level!

Mensajepor level! » Mar 02 Oct, 2012 4:00 am




García Serrano sustituye a Dávila al frente de "La Gaceta"

La Gaceta, el diario de Intereconomía, sigue inmerso en sus cambios en la plantilla. Tras la marcha de Carlos Dávila de la dirección del periódico, con rumbo a la cadena del grupo para encargarse de los mandos del programa La Espuela, ahora ya tiene repuesto.

Según ha podido saber El Semanal Digital, Eduardo García Serrano será el nuevo director de La Gaceta. En el staff directivo, Maite Alfageme continúa siendo directora adjunta, y José Javier Esparza (responsable del Con otro enfoque de Intereconomía TV) se incorpora también como director adjunto.

El Grupo afirma en un comunicado que "los nuevos responsables del diario mantendrán la línea de dirección que ha logrado la consolidación de La Gaceta en tiempo récord como referente en presencia e influencia en el escueto abanico de la prensa española nacional, y al mismo tiempo, afrontarán con ilusión, creatividad y buen criterio los nuevos retos que exige el momento político, social, y periodístico que atraviesa España".

Asimismo, subraya que "si alguien pensaba que La Gaceta iba a convertirse en un periódico domesticado, se equivoca completamente. Nuestro grupo tiene unas convicciones a las que no va a renunciar. Son las convicciones de nuestro público y estamos dispuestos a defenderlas contra todas las presiones".


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P.J bipolar

Mensajepor P.J bipolar » Lun 08 Oct, 2012 2:23 am

Solo queda cantar aquello de:

Ay, ¿quién maneja mi barca, quién?
Que a la deriva me lleva, ¿quién?
Ay, ¿quién maneja mi barca, quién?
Que a la deriva me lleva, ¿quién?

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airbag

Mensajepor airbag » Lun 08 Oct, 2012 2:43 am

"Lo mismo que le digo una cosa le digo la otra"

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Mensajepor Invitado » Lun 08 Oct, 2012 3:17 am

'El País' y el capitalismo de casino

Cada vez que un periódico anuncia un ERE o cierra, se suceden las condolencias ante una fatalidad que generalmente se presenta casi como una "catástrofe natural": daños inevitables ante el "diluvio" de Internet.

Estos análisis, abrazados con entusiasmo por las cúpulas empresariales incapaces de enderezar el rumbo, dejan a todo el mundo muy tranquilo porque las responsabilidades se trasladan a un ente de naturaleza sobrenatural, ante el que nada puede hacerse. Pero no sirven para entender la crisis de la prensa, que acaba de dar un salto cualitativo en España al golpear a 'El País', el gran periódico de referencia que acaba de anunciar un ERE que afectará a más de 130 trabajadores y que supondrá el despido de algunos de los mejores periodistas de España.

La caída de 'El País' no es una catástrofe natural, sino un ejemplo de libro de cómo una mala gestión puede arruinar incluso a la institución periodística más sólida que ha tenido nunca España. Internet y el supuesto cambio de paradigma son sólo actores muy secundarios del drama.

La crisis de la prensa suele abordarse de forma aislada, como si no tuviera ningún tipo de conexión con la crisis sistémica del capitalismo, a pesar de que el nexo es evidente. El 'capitalismo de casino' alejó a las empresas de su 'core business' a la búsqueda de pelotazos sin relación con su negocio original; la expansión se financió con crédito barato y apalancamientos inverosímiles que generaron una bola de nieve de deuda impagable, y las decisiones fueron tomadas por un reducido grupo de directivos que pensaban sólo en el corto plazo y en su propia retribución, que solía crecer incluso a costa de los intereses generales de la compañía, de sus accionistas y de sus trabajadores.

Finalmente, cuando la burbuja pinchó, los bancos se hicieron con el control de la empresa –los créditos imposibles de cobrar se convirtieron en capital–, los ejecutivos se aseguraron retiros dorados y los trabajadores pagaron la fiesta con su despido.

Este mismo esquema general, muy explicado en el mundo anglosajón, es el que ha llevado al abismo al Grupo Prisa y a su buque insignia. Hace años, uno de los periodistas estrella de 'El País' escribió una columna advirtiendo de la "ludopatía bursátil" y era tan evidente lo que estaba sucediendo en la propia casa que el director decidió censurar el artículo, asustado: no hacía falta citar ningún nombre para que su lectura llevara inevitablemente a pensar en la dirección del grupo, encabezada por Juan Luis Cebrián.

La expansión derivada del 'capitalismo de casino' llegó en el caso de Prisa a generar una deuda de 5.000 millones de euros, equivalente a la que suman todos los clubes de fútbol españoles. Esta deuda descomunal generada por razones que nada tienen que ver ni con el periodismo ni con 'El País', dejó a la cúpula de Prisa sin oxígeno cuando la crisis global cerró los mercados y hundió los ingresos en todas las áreas de negocio.

Fue entonces cuando Wall Street olió la sangre y el polémico financiero Nicolas Berggruen se ofreció para el rescate. La revista satírica 'Mongolia' publica este mes un artículo sobre el agresivo 'modus operandi' de los 'hedge funds' del hombre que en 2010 facilitó la inyección de 650 millones en Prisa que ayuda a entender la auténtica naturaleza de la crisis del gran diario español.

Cebrián tenía los mercados cerrados y una deuda de 5.000 millones sin la ayuda ya de Jesús de Polanco. Y Berggruen tenía que gastar con urgencia 650 millones si no quería perder la comisión de los inversores que se los habían prestado para una gran operación.

Este acuerdo se ha entendido muy mal: Liberty no es el accionista de referencia de 'El País'. Fue sólo el instrumento creado para una operación financiera que, una vez perpetrada, suponía en la práctica la disolución del vehículo.

El pacto fue redondo, pero siguiendo la misma lógica de las grandes operaciones del 'capitalismo de casino', no era necesariamente bueno para Prisa, sino sólo para los ejecutivos que la realizaron. Dentro de la empresa de comunicación, se beneficiaron básicamente Matías Cortés, que pasó una factura millonaria por el asesoramiento jurídico, y, sobre todo, Cebrián, que se blindó durante tres años con un salario estratosférico –en 2011, se embolsó 14 millones de euros, pese a que Prisa perdió 450— y bonus extra por el acuerdo.

Del lado de los inversores, Berggruen facturó también una suculenta comisión en lugar de tener que devolver el dinero con los intereses generados. Y se aseguró una retribución del 7% de sus acciones durante tres años, pese a que los accionistas de Prisa de toda la vida hace más de un lustro que no perciben dividendo y que sus viejas acciones valen apenas el 2% del valor que tenían cuando empezaron a cotizar. A Berggruen no debe de importarle demasiado si Prisa acaba hundiéndose: el negocio ya lo ha hecho.

La última fase del 'capitalismo de casino' también es aplicable a 'El País': ante la evidente imposibilidad de devolver la deuda –pese a todas las desinversiones y la inyección de Liberty y de Telefónica, sigue superando los 3.500 millones–, la banca acreedora ha transformado los créditos en capital y ya es accionista de referencia.

Ahora, la mayoría de las acciones de Prisa no son de la familia Polanco, sino de la banca acreedora –destacan el Banco Santander, Caixabank y HSBC– y de los fondos de Wall Street. En esta situación, lo habitual –y así ha sido– es que la banca sitúe a uno de los suyos en los puestos de mando –Fernando Abril-Martorell– y aplique una lógica nueva. Y en el nuevo terreno de juego, los mejores periodistas pierden todo el valor que justificaba su retribución y pasan a ser sólo un engorroso gasto del que urge desprenderse.

A este marco general típico del 'capitalismo de casino', 'El País' suma algunas peculiaridades propias, como la obsesión del consejero delegado por borrar la memoria del fundador y fulminar a los periodistas veteranos, así como el empecinamiento, sin precedentes en ningún gran medio internacional, por degradar el valor de la marca propia: durante años, Cebrián ha repetido en todo tipo de foros públicos que los periódicos –y singularmente 'El País'– están muertos y que ya ni siquiera influyen, origen de un ciclo de autodestrucción que acaba conduciendo a la profecía autocumplida.

Esta antipublicidad alimentada por el primer ejecutivo tiene necesariamente un impacto devastador en las tarifas que pagan los anunciantes. Y con un agravante: en el sector de la prensa, la burbuja que pincha –el equivalente de las 'subprime' en la crisis global– es precisamente la de la publicidad, cuyos elevados precios sólo tenían sentido antes de la eclosión de las redes sociales, cuando los medios tradicionales disponían del monopolio para hacer llegar mensajes a los ciudadanos.

Los ingresos de un periódico dependen sobre todo de dos fuentes: la publicidad y la venta en quiosco. Si la publicidad se hunde, lo lógico sería proteger al máximo la otra fuente, pero 'El País' optó además por regalar en Internet el 100% de sus contenidos, con lo que los ingresos de la segunda pata se han hundido simultáneamente a los de la primera. Por una regla elemental: no tiene sentido pagar por exactamente los mismos contenidos que se regalan. Antes, llevar 'El País' debajo del brazo era una muestra de estar bien informado. Hoy, como continuamente subraya su propio consejero delegado, es más bien una muestra de estar desinformado: aún no te has enterado de que se regala.

A pesar del hundimiento de su cuenta de resultados –como consecuencia de las controvertidas decisiones empresariales tomadas–, 'El País' ha generado beneficios de forma ininterrumpida en todos y cada uno de los 36 años de historia, incluido el primer semestre de este terrible 2012. Y sólo con la retribución que se embolsó Cebrián en 2011 –entre fijo, bonus y extraordinarios–, 'El País' podría contratar a 400 nuevos redactores bajo las condiciones de su ya maltrecho convenio colectivo.

Y sin embargo, Prisa va a presentar el martes un ERE para despedir a más de 130 trabajadores.

No hay ninguna duda de que la culpa es del "diluvio" de Internet.

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Perdona Compañera, estamos en Directo (A3 y T5)

Mensajepor Invitado » Lun 15 Oct, 2012 2:56 am



Ana Rosa y Susanna Griso se pelean en directo por los sucesos

Tanto Espejo público como El programa de AR están prácticamente igualados en audiencia. Ambos son magacines matinales y siempre tienen entre sus contenidos conexiones en directo de reporteros que cubren temas de actualidad, en muchas ocasiones de sucesos.

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Los sin tele

Mensajepor Los sin tele » Lun 15 Oct, 2012 3:10 am

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Los sin tele

José Antonio Pérez


Cada vez me encuentro con más gente que, en mitad de una conversación, me suelta aquello de “no tengo tele”. Y no es porque no puedan pagarla; hablo de gente que sí tiene smartphone y nikes y Levi´s y coche. Hablo de gente que no tiene tele porque ha elegido no tenerla, y que no duda en proclamarlo orgullosamente a la primera de cambio, como si carecer de este electrodoméstico fuese bueno en algún sentido. Como si eso les hiciera mejores personas. Más cultas. Más libres.

Yo sí tengo tele. Es una Sony Bravia, negra como el alma humana, que enciendo casi todos los días. Tengo la sensación, sin embargo, de que mi consumo audiovisual es más bien escaso. Eso pienso cada vez que me veo inmerso en una conversación sobre tal o cual serie, ¿en serio no la has visto?, ¡tienes que verla, es una pasada!

Lo más raro es que, a veces, quien dice esto no tiene televisión.

Movido por el desconcierto, decidí indagar un poco en esta tipología humana solo para descubrir que, tal y como sospechaba, algunos de ellos son grandes consumidores de productos televisivos. Los hay que siguen con verdadero fervor todo tipo de series extranjeras. Los hay que no se pierden un programa de divulgación científica. Hay frikis de los documentales, obsesos de los reportajes y hasta activistas del infotament. Todo a través de Internet.

La conclusión evidente es que, en realidad, esa gente no tiene nada en contra de la televisión como medio; su problema es con el electrodoméstico. Pero, en un análisis más profundo, uno se da cuenta de que no se trata solo de eso. Lo que les molesta, lo que realmente genera rechazo en ellos es el modelo de negocio. La mayoría de los Sin Tele adora los (buenos) contenidos televisivos, lo que no tolera es la rigidez horaria propia del medio ni los frecuentes cortes publicitarios, esos mismos cortes que hacen posible la industria televisiva.

Eso explicaría que no tengan tele, de acuerdo, pero no justifica el tono de superioridad moral con que lo declaran. Después de todo, también el microondas es muy cómodo y nadie se enorgullece de no tener horno. Sospecho, por tanto, que, además del rechazo a la imposición horaria y a la publicidad, en Los Sin Tele subyace una especie de objeción de conciencia basada en la mala fama del medio. Tengo la sensación de que, cuando una de estas personas oye la palabra “televisión”, lo que acude a su mente es una retahíla de sinvergüenzas amontonados en un encuadre de Telecinco. O un Urdaci borracho de dinero público deformando la realidad a petición de su amo. Piensan quizá en Bertín Osborne marcando huevada gringo-andaluza, o en la idiotez de la Esteban, ese omnipresente rostro de la decadencia cultural, o en Paz Padilla anunciando el cese del terrorismo etarra (sí, esto ocurrió en nuestro plano espacio-temporal). Todas esas imágenes yuxtapuestas, es cierto, le animan a uno a aprender inglés o alemán y sacarse un billete de ida. Pero son solo una parte de la realidad. La más grande, sí. Pero una parte.

Existe un curioso sesgo cognitivo por el cual, cuando uno escucha la palabra “televisión”, nunca piensa en Los Soprano o en Flying Circus o en Salvados o en El Orgullo del Tercer Mundo o en Érase una vez la vida o en Cosmos o en La Noche Temática. ¡Eso son rarezas!, te dirán. ¿Pero acaso no es una rareza Ensayo sobre la ceguera? Nadie piensa en Frases de niños 2, de Pablo Motos, cuando escucha “literatura”, y también es un libro. ¿No es una rareza Una historia verdadera o Elephant o La pianista? La excelencia cultural siempre es excepción. También en la tele.

Quizá, en el futuro, ese electrodoméstico que preside casi todos los salones acabe desapareciendo. Quizá las grandes empresas mediáticas reinventen el negocio, y todos los contenidos que produzcan usen internet como pantalla principal, sin horarios y sin necesidad de ser financiados por esas molestas piezas de veinte segundos. Y quizá entonces esa palabra que tanta aversión genera en algunos quede desterrada al erial de los conceptos olvidados, con casete y rebobinar y periódico. Una cosa es segura: quedan décadas para eso.

Si, a pesar de todo, quieres prescindir de un electrodoméstico por motivos éticos, intelectuales o estéticos, mi consejo es que vendas el lavavajillas. No distorsiona la realidad, cierto, pero consume un montón de agua.


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Enric

Mensajepor Enric » Mar 30 Oct, 2012 1:07 am

Con todos mis respetos

Enric González


El nacimiento de mi hija fue complicado. Clara y Lola, su madre, tuvieron que permanecer un cierto tiempo en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Dexeus. Resultó que la Seguridad Social solo cubría el parto y el resto me correspondía a mí. La factura ascendió a 12 millones de pesetas, lo que entonces costaba un piso. Me era imposible pagar. El diario El País, que entonces dirigía Juan Luis Cebrián, se hizo cargo del asunto. El mismo diario, con el mismo director, me pagó cursos en Esade y me procuró una beca en Estados Unidos.

No quiero olvidar esas cosas.

Incluso teniéndolas presentes, ahora comparto la opinión universal sobre Cebrián. A mí también me causa horror y una cierta repulsión. Pero prefiero pensar que está enfermo y que la cura a su enfermedad no puede pagarse con dinero. No debe ser, como pensé hace unos años, un simple caso de ludopatía bursátil. Si fuera así, habría recuperado ya la lucidez. Dudo que lo suyo tenga remedio. Es una lástima.

Después de 27 años en El País, creo que debo irme. La decisión de despedir a un tercio de la redacción me permite acogerme, sin negociaciones particulares, a la indemnización que se establezca para el colectivo. El País ha hecho por mí mucho más que yo por él y hasta no hace mucho confiaba en que pese a la crisis, la general y la del sector, lograría superar sus disfunciones. Ya no confío. Conviene, sin embargo, subrayar algo: en 1976 trabajaba en la Hoja del Lunes de Barcelona y cuando llegó a mis manos el primer ejemplar de El País pronuncié una frase lapidaria: “Esto no dura seis meses”. Como se ve, carezco de dotes proféticas.

Desconozco quién figura conmigo en la lista de los que se van. Solo sé que son compañeros y amigos. Igual que casi todos los que se quedan. Por eso quiero suponer que me equivoco de nuevo y que El País, que seguirá contando tras los despidos con bastantes de los mejores periodistas de España (e, inevitablemente, con unos cuantos personajes lamentables), aún valdrá la pena.

He escrito estas líneas con vergüenza. Que yo deje un empleo carece de interés. Que más de diez docenas de periodistas sean despedidos de un periódico que baña en oro a sus directivos y derrocha el dinero en estupideces es bastante grave. Que en España haya millones de personas sin trabajo y con muchísimas dificultades para llevar una vida digna, mientras algunos se enriquecen a costa de la miseria ajena, es una tragedia.

Perdonen el desahogo. No volverá a ocurrir

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ketamina

la gente pesada muere despacio

Mensajepor ketamina » Mar 30 Oct, 2012 2:35 am

En el artículo "Los sin tele" debería enterarse que los medios audiovisuales incluidas las series de HBO, y todas las novedades se visualizan antes on line o por descarga, en paises más industrializados lo saben y se paga por ello, directamente la descarga, el ancho de banda, etc. Pero sigue mucho mamut que no se ha dado cuenta de que los audiovisuales tienen otros soportes que no son ni el papel, tanto la prensa como los libros, ni el televisor como electrodoméstico si no el ordenador, el android etc..




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