Los regres y los progres

Un lugar con buen talante y pluralidad democrática donde se debate lo más relevante de la política y la actualidad nacional e internacional.

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jaja

Mensajepor jaja » Jue 31 Oct, 2013 8:29 pm

Gran Primo

MANUEL JABOIS



TRAS ANALOZAR los datos de 60 millones de llamadas, la NSA avisa de que llega el invierno. Los coches oscuros de los ministros parecen Cadillacs Sedan deslizándose por Madrid; los ilumina el rato justo de sol, que es el que da carisma. Empieza a abrigarse todo un poco, quizás exageradamente. A Rajoy, nada más sentarse en el escaño, lo arropan los fotógrafos como cada miércoles; recuerdo que la primera vez, con la inocencia del nuevo, pregunté si le había salido un grano. «Usted, aléjese un instante», me pide un señor. Ha sido saberse espiados y los españoles empezar a impostar para quedar bien en Wisconsin. Recuerda a aquel testigo que tras una explosión de gas explicó el suceso a la perfección fuera de micrófono, pero al encenderse la lucecita carraspeó, solemne, y se arrancó: «Estando yo a las 19.00 horas…».

Como la actualidad trae misterios había curiosidad parlamentaria por saber qué iba a decir Rubalcaba, que es todo un Bilderberg. Al líder socialista le acompaña fama de urdidor y de gran depositario de la información española, como una especie de Aleph. Hace años se enzarzó en un pasillo del Congreso (se lo tuvo que llevar Bono del brazo, como en el instituto) con Floriano, al que llamó «paranoico» porque el PP le echaba en cara las escuchas de Sitel. González Pons se fue diciendo que Rubalcaba había dicho «yo oigo todo lo que dices y veo todo lo que haces», lo cual es un drama tratándose de Floriano: pocos planes peores que espiarlo. Gracias a la polémica pudo verse a Cospedal en plena forma: sentada en una terraza de Marbella, con la playa al fondo y blusa blanca, denunció vivir en un Estado Policial. Parecía Cayo Lara hasta en la blusa.

Visto el tono de Rajoy, que llegó de la cumbre como aquellos españoles que volvían más adultos de los cines de Perpignan, Rubalcaba tendió la mano flaca y compartió preocupaciones con el Gobierno. Actitud de hombre de Estado, en el argot. O estadista: estadista es cuando le das la razón a tu rival. Pierdes siempre las elecciones, pero se respeta tu altura moral. Es como una especie de piperío político. «No esperaba menos de usted», respondió el presidente del Gobierno. Y se sonrieron. En las películas ése es el instante en que los americanos, en la furgoneta de reparto de pizzas, tiran los auriculares, frustrados: los han pillado.

La estrategia del Gobierno y el PSOE pasa por ser «común» y consiste en «tomarse en serio» este asunto: hay consenso en la «preocupación» y postura conjunta en adoptar, en el futuro, las «decisiones que sean mejores». Si se pretendía el encriptamiento del mensaje éste comenzó a realizarse con éxito. Hasta le preguntaron a Gallardón por las placas franquistas y hubo que ver otra vez al ministro contabilizando chapas. Podría pensarse que a España se le espía desde los 80 y todo ha sido un gran disimulo, un enorme teatro para despistar a la superpotencia, que nos cree obsesionados con Franco, el fútbol y Gibraltar cuando en realidad lo que nos interesa es la ciencia, pero no se deja investigar para no dar pistas.

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Jumanji

Mensajepor Jumanji » Lun 04 Nov, 2013 7:17 pm

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Rubén Díaz Caviedes: ¡Es una estampida!

Rubén Díaz Caviedes


Qué carreras, oigan, y qué brincos por las escaleras. Parecía el salto de la reja, no me digan que no. De no ser porque la mitad galopaba partiéndose el culo jovialmente por los pasillos del Congreso hasta parecería que había entrado en la cámara, qué sé yo, Tejero. O los monos de Jumanji. O José Bono declamando en verso sus memorias, esas tan nutridas que vienen en tres tomos como tres cajas de campurrianas. Así salían los diputados el otro día del Congreso de los ídem, sin dejar siquiera que Jesús Posada le diera finalmente al martillito, cloc, y levantase formalmente una sesión que más parecía golfa que integrada por altas dignidades del Estado. Era jueves por la tarde, el viernes había puente y sus señorías se iban de allí con poco señorío y mucho viento fresco, que perdían el avión o el AVE o aquello que pierdan normalmente los parlamentarios en estas situaciones, aparte del recato. Echando virutas, como quien dice, y poco menos que atropellándose los unos a los otros. Como verán en este vídeo, algunos hasta votaron de pie y dando saltitos en el escaño, como quien se está haciendo mucho pis, para poder coger carrerilla y salir corriendo de allí como salía el correcaminos, brlú mic-mic, dejando tras de sí una nubecilla. Otros no se anduvieron con tanta leche y se fueron antes de la estampida y sin votar, directamente. Total, para qué.

Pongámonos estupendos. Se acordarán, digo yo, de aquello que le pasó a la pobre Pompeya Sila, la segunda mujer de Julio César, según las Vidas paralelas de Plutarco. Cuando Pompeya ofició en su casa la ceremonia anual en honor de Bona Dea se le coló en las celebraciones un hombre, extremo prohibido en aquella liturgia en particular, que para más escándalo resultó ser el joven benjamín de un influyente linaje de los Claudios cuyo cognomen era Pulcro, que significa «apuesto». No fue culpa de Pompeya y el hombre hasta resultó absuelto de la acusación de querer comerle el tigre a la esposa del primer hombre de Roma, pero César se divorció a raíz del escándalo aduciendo aquello tan famoso de que, incluso siendo inocente, «la mujer de César no debe estar ni siquiera bajo sospecha». Caesaris uxor non satis honeste, etiam ut videretur, que dice el aforismo latino que cuajó a colación de esto y al que se recurre con frecuencia para hablar de ejemplaridad. La mujer de César no solo debe ser honesta, sino que además debe parecerlo.

Y hablando de parecer cosas. Según el último barómetro de opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas, de septiembre de este año, el 47% de los españoles califica la situación política del país como «muy mala», un colectivo que sumado al de los que creen que es «mala» a secas rebasa el 80% de los encuestados, cuatro de cada cinco ciudadanos. Para esos mismos ciudadanos los peores problemas de España, después del paro y la economía, son «la corrupción y el fraude» y «los políticos en general, los partidos y la política» —a diferencia, por cierto, de «el Gobierno y partidos o políticos concretos», algo que resulta preocupante para una proporción reveladoramente pequeña de los encuestados—. Para los ciudadanos, en otras palabras, unas siglas específicas o quien mande puntualmente en las instituciones no supone ningún problema, sino que este es inherente a la condición política española. Y es muy gordo, además, porque preocupa ya solo por detrás del paro y la economía, posición récord en toda la historia de la democracia que hasta hace unos años, para hacernos una idea, ocupaba el terrorismo. Dos décadas atrás, y ahí está el CIS por si quieren verlo, la corrupción y el fraude preocupaban bastante menos y los políticos apenas aparecían en las primeras diez posiciones del triste ranking.

¿Significa esto que la clase política es el tercer problema del país? No, ni mucho menos. Significa que lo parece, que es bastante distinto y menos grave, pero no inocuo, especialmente si no está el horno para bollos. Después de que la gente pierda la confianza en los políticos —no en sus políticos, sino en los políticos— sabemos todo lo que viene: la apatía y la abstención electoral o peor aún: el voto delirante a los políticos que dicen que no lo son, de los que en España todavía no hay muchos, pero todo se andará. Por eso hacen mal los diputados nacionales si creen que además de serlo no convendría que lo parecieran, en particular cuando nadie ya da un duro por ellos y muchos electores estarían dispuestos a darle su voto a quien fuera con tal de quitárselos de en medio —incluyendo a otros peores que ellos que, sin embargo, parecieran mejores y cuidasen más las formas—, dejándonos seguramente a todos —a todos— en una situación peor que la actual. Por eso nótese que no decimos que «les» convendría, sino que «convendría» a secas. Porque convendría a todo el mundo, y no solo a ellos.

Por esa razón, creo yo, los ciudadanos haríamos mal en no censurar este tipo de meadas fuera del tiesto, por más que digan quienes lo dicen que son cuestiones superficiales, para empezar muchos de los propios diputados, pero no solo ellos. Iñigo Sáenz de Ugarte, por poner un ejemplo, explica en una columna de opinión que «las pullas e insultos recibidos por los diputados no fueron más que otra andanada de la antipolítica y del resentimiento de los ciudadanos por los privilegios, tanto los reales como los de ficción, de los que gozan los diputados», añadiendo que «lo que debería importar es lo que hagan los diputados mientras estén en el Congreso, no la dignidad del cargo, expresión patéticamente antigua muy empleada tras ver estas imágenes» y que «la reputación de un sistema político no se puede medir por esos treinta segundos» de estampida en el Congreso, «sino por lo que ocurrió en las diez horas anteriores». Con todo lo que esto tenga de verdad —de hecho todo salvo lo de las «pullas e insultos», porque digo yo que habrá también espacio para quien repruebe estas cosas sin recurrir a las burradas—, cabe hacerse una pregunta, que siempre es algo muy sano, y plantearse qué fue primero, si el huevo o la gallina. Si debemos ser comprensivos y consentir este tipo de escenas para no incurrir en la antipolítica, una forma de pensar inquietantemente pujante en nuestro país, o si debemos censurarlas precisamente porque este tipo de imágenes deterioran gratuitamente la imagen de la política, cimentando y contribuyendo a esa misma antipolítica.

Ante la duda, yo voto por lo segundo y por que los diputados practiquen esa criticada «dignidad del cargo» que, por más que suene propósito en sí mismo, no deja de ser un comportamiento que simplemente consiste en evitar su contrario. Cuando un político no abandona el Congreso con dignidad lo hace, como el otro día, saltando por encima de sus compañeros y corriendo como los fraggles cuando venían los goris, una situación donde lo relevante en sí mismo no es que haga lo primero, sino que no incurra lo segundo. Por eso importa, o me importa a mí, la dignidad del cargo: porque no consiste en hacer algo concreto o comportarse virtuosamente de cara a la galería, sino simplemente en no hacer todo lo contrario. Parece justo, o en todo caso inevitable, que un partido pierda la confianza de los ciudadanos si incumple sus promesas electorales tras llegar al poder o que lo haga otro, pongamos que en la oposición, por instalarse en la inacción. Por lo que verdaderamente importa, vamos. Pero que unos y otros quemen la confianza que en ellos depositan los españoles, tan escasa como valiosa cuando caen chuzos de punta, en escenas tan gratuitas como la del otro día, es, o me lo parece a mí, simplemente inaceptable.

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Mensajepor Invitado » Jue 14 Nov, 2013 5:31 am

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Luis Roldán, exdirector general de la Guardia Civil


¿Pero los políticos saben escribir? Historias de 'negros' literarios (I)
No deja de ser curioso que, ante la avalancha de memorias políticas que vivimos –o padecemos, según los gustos–, no se hable de los periodistas o escritores a sueldo que han colaborado –dejémoslo ahí– con los protagonistas. Contrasta, una vez más, con el caso anglosajón, en el que la participación de 'negros' literarios se da por descontada.

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arenita
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Mensajepor arenita » Jue 14 Nov, 2013 9:41 am

La cosa es que si fueran Azaña o similar, estaríamos hasta contentos.

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Mensajepor Invitado » Dom 15 Dic, 2013 3:49 pm

LOS PROGRES....

Los curas de San Carlos Borromeo piden al Papa la excomunión de Mariano Rajoy por las cuchillas en las vallas de Melilla

La Comunidad del Centro Pastoral San Carlos Borromeo de Madrid ha remitido una carta al Papa pidiendo la “excomunión ‘ferendae sentenciae’ de Mariano Rajoy y” de los miembros de su Gobierno declarados católicos que respaldan el uso de cuchillas en las vallas fronterizas de Melilla para disuadir la entrada de inmigrantes en España.

Los autores del escrito confían en que el Gobierno retire las cuchillas. En caso de que no lo hagan y la Iglesia no los excomulgue, podrían iniciar una peregrinación hasta el Vaticano para presentar su petición directamente al papa.


LOS REGRES.....

El sacerdote Jesús Calvo, en ‘La Ratonera’: “Hasta que la gente no lo pase peor, España no se enderezará”

- Los curas de San Carlos Borromeo han pedido la excomunición de Mariano Rajoy por la existencia de cuchillas en las vallas fronterizas de Melilla, ¿qué opina?

Eso no tiene nada que ver con el sacerdocio. Un sacerdote auténtico y tradicional defendería la pena capital y preguntaría quién manda a esos señores saltar una valla cuando no tienen ningún derecho. En España se dan derechos al que no los tiene. Lo que tendrían que pedir esos curas es la excomunición del Rey y de todos esos políticos que introdujeron el aborto en España y que están fuera de la moral católica. Si los mártires levantaran la cabeza, ¿reconocerían la Iglesia actual?

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Mensajepor Invitado » Dom 22 Dic, 2013 3:54 am

Pero alguna vez tuvisteis de eso?


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Javier Solana: «En este país estamos perdiendo la decencia»

Enric González


Javier Solana (Madrid, 1942) se licenció en Ciencias Físicas en 1964 y ese mismo año ingresó en el PSOE. Trabajó cinco años en universidades estadounidenses, regresó a España en 1971, obtuvo una cátedra en 1975 y en 1974 participó en el congreso socialista de Suresnes. Fue el único ministro que, con distintas carteras, permaneció en todos los gobiernos de Felipe González. En 1995 se convirtió en secretario general de la OTAN, cuyas fuerzas bombardearon poco después objetivos militares y civiles serbios. Luego, hasta 2009, fue el máximo representante diplomático de la Unión Europea. La siguiente conversación se desarrolló en la sede madrileña de la escuela de negocios ESADE, donde Solana es profesor y presidente de ESADEgeo, el Centro de Geopolítica y Economía Global.

Usted ahora es profesor.

Enseño en muchos sitios, en España y fuera de España. Y enseño fundamentalmente cómo está el mundo, lo que podríamos llamar geopolítica. Algunas veces me adentro un poco en geoeconomía, pero no soy economista.

En ESADE se concentra en lo que llaman gobernanza, ¿no?

Sí, la geopolítica consiste, entre otras muchas cosas, en buscar los equilibrios de poder globales, pero en el mundo en el que estamos carecemos de gobiernos globales, y todo lo que llamamos gobernanza (feamente, lo llamamos así por no llamarlo gobierno) necesitamos construirlo. Es lo que he tratado de estudiar y establecer, a lo largo de mi vida, en la Unión Europea, y ahora lo enseño. Otra cosa que me gusta es mostrar el contexto a gente que no se dedicará a la política. Aquí se enseña a personas que serán líderes de un tipo o de otro, personas que estudian ciencias, economía, negocios… Sabrán mucho del texto, dominarán las relaciones públicas, la contabilidad y no sé qué más, pero conviene explicarles en qué mundo, es decir, en qué contexto van a vivir.

seguir leyendo...

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Assia
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Mensajepor Assia » Dom 22 Dic, 2013 4:14 am

Que poca verguena tiene este tio.! No he leido todo el articulo largo,pero que hable el, de ''decencia.'' Ya hay que ser bastante CINICO.!

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Mensajepor Invitado » Mar 24 Dic, 2013 8:50 pm

Uno de los momentazos del año



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El espíritu de las Navidades pasadas

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Mensajepor Invitado » Jue 23 Ene, 2014 1:55 am

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La diputada socialista María del Carmen Sánchez indica el sentido de la votación de su grupo


Sanción a los díscolos del PSC: ¿es democrática la disciplina de voto?

Eduardo Madina: "El PSC se encuentra cómodo en la diversidad pero sus miembros deben respetar la disciplina interna"

Elena Valenciano afirmaba, en una carta a las diputadas del PP, que el aborto "va más allá de tal o cual partido político"

Los grupos parlamentarios franceses o británicos dan libertad de voto a sus diputados



La Constitución española hace un par de dictados, a priori indiscutibles, al respecto. El primero aparece en el artículo 67 que establece que "los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo". El segundo, en el artículo 79, dicta que "el voto de senadores y diputados es personal e intransferible".

Sin embargo, en nuestro país –uno de los pocos de Europa- por encima de la Carta Magna están las directrices de partido cuyo incumplimiento implica sanciones económicas y, como acaba de suceder en el Partido de los Socialistas de Cataluña, castigos como la retirada de cualquier responsabilidad en el grupo parlamentario.

Así lo establecen reglamentos como la Normativa Reguladora de Cargos Públicos del PSOE que, en su artículo 4, instituye que "los miembros del Grupo Parlamentario (...) asumen y estaÌ�n obligados a acatar la DeclaracioÌ�n de principios y resoluciones aprobados en el Congreso Federal del Partido" o "los acuerdos adoptados por los órganos de dirección".

Y ese podría ser el caso concreto del PSC, cuyo grupo parlamentario decidía ayer suspender de todos sus cargos a Joan Ignasi Elena, portavoz en la comisión de cultura del Parlament, Marina Geli y Núria Ventura, los llamados "díscolos". No tendrán responsabilidades en el partido ni sus atribuciones parlamentarias, más allá del salario y, por supuesto, la posibilidad de participar en las votaciones del Parlament, como condena por haber votado contra lo decidido por el Consell –máximo órgano entre Congresos- que en noviembre aprobó con el 84% de los votos no dar pasos a favor de la consulta soberanista.

"Lo que ellos decidan, bien decidido estará" se pronunciaba en el Congreso de los Diputados el secretario general del grupo parlamentario socialista. Eduardo Madina, que valoraba la cuestión desde fuera, apuntaba que "aunque el PSC se encuentra cómodo en la diversidad, sus miembros deben respetar la disciplina interna". Argumento –o argumentario- que hace dos días se traducía en palabras de la número 2 de partido, Elena Valenciano, en un "en democracia se hace lo que decide la mayoría".


El debate sobre el aborto: "Más allá del partido"

Entonces, ¿de qué hablaba la vicesecretaria general del PSOE cuando, en diciembre, en referencia a la contrarreforma del aborto pendiente de la tramitación parlamentaria enviaba una carta abierta a las diputadas del PP? En la misiva que publicó en su perfil de Facebook, Valenciano apelaba a su "condición de mujeres conscientes de la gravedad del problema" a las que proponía un diálogo "desde el respeto a la conciencia y a la posición política de cada una".

Se cuidaba Valenciano de hacer referencia a la disciplina de voto aunque la conclusión de su carta a las féminas del grupo popular no dejaba lugar a dudas: "Esto va más allá de tal o cual partido político: se trata de la dignidad y la libertad de todas las mujeres".


600 euros: el precio de la discrepancia

Pero más allá de la actualidad sobre el acatamiento de las normas internas que en este momento tienen a la izquierda en el punto de mira, la disciplina es característica –si no condición- de la derecha. Son pocos los que se atreven a discutir las directrices del partido en el PP. Y los que lo hacen pagan.

Es el caso de la diputada Celia Villalobos –a favor de la libertad de voto en el caso del aborto-, a quien su partido ya impuso una sanción económica por romper la disciplina parlamentaria al votar a favor del matrimonio homosexual en el año 2005. Las multas pueden llegar hasta los 600 euros en el caso del Partido Socialista.

Se da la circunstancia de que, en ese sentido y en comparación con otras democracias de Occidente, la española es una partitocracia singular. Relacionado probablemente con el sistema de listas abiertas que no se da en el nuestro, los partidos de países como Reino Unido o Francia dan libertad de voto a sus diputados. Uno de los casos más recientes es el de Estados Unidos, donde el presidente Barak Obama no sólo tuvo que pelear contra los republicanos, sino que tuvo que convencer a los miembros de su propio partido de las bondades de uno de sus proyectos estrella: la reforma sanitaria.

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Mensajepor Invitado » Mié 12 Feb, 2014 3:52 am

Liñares al alcalde de Lugo: “Un cacique es un gestor de la cercanía”

■ El exconcejal de Lugo expresó al alcalde su admiración por la forma de gobernar de Baltar
Imagen Una mafia empresarial a la caza de contratas municipales
Imagen “Fui corrupto por Conde Roa”, confesó su ex ‘número dos’
Imagen “Ya está la factura del reloj del alcalde. Son seis mil euros y pico”


A finales de enero de 2012, con Rajoy instalado en el Gobierno, en pleno proceso de ceses de altos cargos socialistas, el presidente de la Confederación Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, recoge sus cosas. Ahora va muchas tardes a la finca de su chalé de A Ponte, en Lugo, que junto con su piso aparece descrito por los investigadores como lugar de encuentro con gente de Vendex. Telefonea a su mentor, Orozco. Liñares (el hilo del que empezó a tirar la juez en 2010 hasta desenrollar el grueso ovillo de la Pokémon), le cuenta que, como es una persona con “espíritu de paz” le “gusta”, por primera vez, ver las cosas “desde fuera”. Dice que “la cosa española” (la crisis) está “absolutamente mal”. Y filosofa: “Es algo del campo de la psiquiatría”, “de casi renunciar a ejercer el poder político en aras de un poder desconocido”. “No tiene explicación” que “la gente no pueda llevarse un salario a fin de mes”.

Se conoce que Garbancito (alias en la trama) tiene ganas de hablar. Sobre el partido, le comenta a Orozco que a él le “gustaba más Rubalcaba”, pero que la solución del PSOE “no pasa por ninguno”, sino por “una sociedad que madure, un aburrimiento”. Entonces “la gente votará a quien sea” salvo al Gobierno. Luego vuelve a su trance personal: planea quedarse en la Confederación, en la “pachurreira” oficina de Lugo. “Podíamos hacer una plaza en la Subdelegación”, añade, “pero ¿quién va allí teniendo algún espíritu laboral? No hay un papel que mover... No voy ni de subdelegado”.


“Rajoy está acojonado”

Volviendo a la crisis, Orozco, alcalde de la ciudad que describen los de Vendex como “la gallina de los huevos de oro”, comenta a Liñares que “la cosa está jodida”, que “dan ganas de escapar” del despacho. A lo que su amigo responde: “Me dijeron que Rajoy está acojonado”. “No me extraña”, sigue el regidor. La conversación se alarga, y recala de nuevo en el hacer político. Liñares pone como paradigma a Baltar padre, que acaba de abdicar a favor de su hijo. “En nuestro partido no hay muchas ganas de aprender”, pero “el profesor era Baltar”, “un fenómeno” que “merece mandar”. Y aprovecha para criticar a un rival de siempre, Besteiro, a “años luz” de Baltar, porque gobierna “a distancia” y se deja “chantajear” por el BNG. “El siglo pasado el caciquismo era un motivo de atraso, un abuso”, pero “la sociedad actual exige caciques modernos”. “Un cacique ahora sería un gestor de la cercanía”. Y los amigos se despiden:

Liñares. Vamos a gestionar la cercanía.

Orozco. Eso es, vale.

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Mensajepor Invitado » Mié 19 Feb, 2014 4:10 am

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Un mal chiste

Susana Díaz, después de haber llegado al poder (a dedo), se aburre en el Paraíso andaluz, ya que no tiene oposición. Dios, para animarla, promete concederle lo que le pida. Pero ella quiere seguir aburriéndose, y pide alguien en la oposición a su imagen y semejanza.


Mi memoria para los chistes no es mala: es peor. Si fuese mala, los olvidaría todos, lo que no dejaría de ser bueno. Pero lo que hace la tía es mantenerme unos pocos en la cabeza, los muy malos. Son chistes que me acompañan prácticamente desde que era niño, y que ya no se me van a quitar nunca. Uno de ellos es el que sigue.

Adán, después de haber sido creado, se aburre en el Paraíso. Dios, para animarlo, promete (¿o jura?) concederle lo que le pida. Adán sin pensarlo dice que una mujer. “¿Una mujer? ¿Y qué es eso?”, le pregunta Dios. Adán se la describe, con detalles anatómicos en los que ha de recrearse el contador del chiste pero en los que yo no me voy a recrear. Oídos los cuales, Dios, con gesto cómplice, le da con el dedo a Adán en la barriga: “¡Pillín!”. Por eso, concluye el chiste, es por lo que tenemos ombligo.

No hace falta reírse. Yo no me río. Ni río ni olvido. Pero teniendo ese chiste en la cabeza, y habiendo en él un hombre, una mujer y un dedo, ha sido inevitable que lo asociara a Juan Manuel Moreno Bonilla y Susana Díaz, que son justo eso: un hombre, una mujer y un dedo; bueno, dos dedos. (Ninguno de frente). Solo que, según se han sucedido los acontecimientos, el chiste habría que contarlo de otro modo.

Susana Díaz, después de haber llegado al poder (a dedo), se aburre en el Paraíso andaluz, ya que no tiene oposición (aunque es cierto que por ahí anda una serpiente, en forma de jueza). Dios, para animarla, promete (¿o jura?) concederle lo que le pida. Pero ella quiere seguir aburriéndose, y pide alguien en la oposición a su imagen y semejanza. Alguien que sea igual en todo y además con un pecado original idéntico al suyo, para que dicho pecado quede inutilizado electoralmente. Así que Dios se tiene que repartir los dedos. Con uno le hace el “¡pillina!” a Díaz, y con el otro empuja el de Rajoy (cuyo cordón umbilical también es con un dedo) para que nombre a Moreno Bonilla.

Me temo que sigue sin tener gracia.

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Mensajepor Invitado » Jue 20 Feb, 2014 1:54 pm



Fort Apache - Cine: Fábrica de ideologías
A la hora de producir imaginarios políticos, el cine comparte protagonismo con otras fuentes de la cultura audiovisual como la televisión o en los últimos quince años Internet. Sin embargo, la estética propia del lenguaje cinematográfico alcanza niveles de valor político muchos mayores.

Como espacio cultural específico que sirve de escenario de representación de las dinámicas de poder, en el cine se configuran imaginarios, se interpretan los conflictos y se forman consensos.

La ficcionalización y representación que el cine ha hecho de las historias nacionales, de las guerras, de las relaciones centro-periferia y de la evolución de las sociedades, es de una utilidad enorme para entender la política.

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Pokemon

Mensajepor Pokemon » Lun 24 Feb, 2014 2:00 am

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Los enchufes masivos del alcalde

■ La juez se incautó en la casa de Francisco Rodríguez de currículos y listas con decenas de recomendados
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La Operación Pokémon, además de presuntos sobornos y 253.000 euros sin justificar en las cuentas familiares del exalcalde socialista de Ourense, ha destapado listas con decenas de personas supuestamente enchufadas en contratas municipales. Los investigadores irrumpieron en el domicilio de Francisco Rodríguez con una orden de registro y volvieron a Lugo con documentos que ahora apuntalan la instrucción. Allí se incautaron de listas de enchufados con sus correspondientes recomendadores, trabajadores clasificados por filiación política, currículos o correos electrónicos enviados desde la concesionaria de la basura a la alcaldía con cuadros de contratación.

El exgerente de Ecourense, contrata de Copasa y FCC que gestiona el servicio de limpieza y residuos, envió un correo a la alcaldía informando de 38 contratos. El listado destapa quién fue la persona que recomendó a cada enchufado. En su declaración, Rodríguez aseguró a la juez que ese dato sirve para “identificar a alguien” porque “recibes cientos de solicitudes para buscar trabajo y luego mandas un lote de los que tienes, pero son ellos [LA CONTRATA]los que deciden finalmente”.

En la columna de recomendadores, junto a decenas de desconocidos, figuran Pablo López Vidal (exdiputado y actual secretario de organización de la agrupación municipal socialista), Abel Losada (diputado del PSdeG), “Chelis Vilardevós” (exalcalde socialista de Vilardevós), Marga Martín (teniente de alcalde de Ourense), “Mercedes UGT” o José González Balado (chófer del PSOE en campaña electoral). Incluso aparece un exconcejal del PP. También menciones a hijos o nietos de militantes socialistas. Incluso amigos: “Dos afiliados amigos de Rosa”, en referencia a Rosa Martínez, miembro de la ejecutiva local del PSdeG, a su vez contratada en el Ayuntamiento como personal de confianza. “¿Solicitaban la contratación de afiliados del PSOE?”, preguntó la juez. “No, no” respondió dubitativo el exregidor.

El padrino de uno de los enchufados es Agustín. “¿El actual alcalde?”, interrogó de Lara. “Puede ser”, respondió Rodríguez. Y es que los enchufes llegaron incluso a la familia del actual regidor. El exalcalde contrató en 2011 a la hija de Agustín Fernández (entonces edil de Hacienda) en el gabinete de comunicación. Cuando Fernández accedió a la alcaldía, recontrató a su propia hija por decreto.

En otro documento con el personal de Ecourense en 2010 aparecen más recomendadores con cargo público: Fernando Varela (exconcejal del BNG) o “Paco” entre otros. “¿Cuando ponen Paco se refieren a usted?”, preguntó la juez. “Supongo que sí. Me adjudican un montón”, respondió Rodríguez casi sorprendido, que negó conocer a varios de los padrinos. “Es difícil de explicar las presiones de la vida política cuando la gente te deja currículos. Puedes rechazarlos pero a veces los transmites a la empresa por si puede hacer algo” justificó cuando de Lara le preguntó si Copasa contrataba a los enchufados que él recomendaba.

En otra ocasión, Ecourense consultó a la alcaldía a quién contratar a través de un correo electrónico. Tenían varios candidatos pero no había plazas para todos. Y añadían: “Id pensando que el uno de junio tengo que tener 18 contratados más por cuatro meses que sumados a los 16 del plan de choque cubrirían a los 34 que se van. Hablamos del tema”. Cuando de Lara interpeló si “es normal” que pregunten al alcalde por los contratos, Rodríguez le explicó que “es bueno que el Ayuntamiento sepa a quién se contrata” porque “aunque están en una empresa son gente que luego se subroga en el futuro”.

En el piso del exalcalde también apareció un listado de empleados interinos de 2008 que destapa a 16 personas colocadas por el BNG y otras 41 del PSdeG. Rodríguez negó que la ideología influyese en la contratación. En su sótano se incautó otra carpeta que contenía un listado de enchufados y enchufadores para un programa de cooperación. “Poco puedo explicar” respondió sobre ese documento, aunque matizó que algunos de los señalados eran del PP. En esa lista de padrinos aparecen otros nombres públicos como María Devesa (edil socialista), Bienvenido Pérez (miembro de la ejecutiva local socialista y empleado interino del Ayuntamiento), Ana Garrido (edil socialista), Luis Bermúdez (secretario del Ayuntamiento) y de nuevo “Paco” en varias ocasiones.

Los supuestos enchufes en contratas municipales llegaron al entorno familiar de Francisco Rodríguez. Su pareja y su hijo fueron contratados en Aquagest. Mercedes Astorga, imputada en la Pokémon por blanqueo de capitales, aún trabaja en la concesionaria del agua. El exalcalde, presuntamente, devolvió el favor colocando en el servicio de aguas del Ayuntamiento a la esposa de Henry Laíño, exdelegado de Aquagest en Ourense y Galicia. La secretaria personal del exalcalde (todavía en nómina) es la pareja de su sobrino, que a su vez es funcionario. Además, el delegado ourensano de Vendex reconoció a la juez que enchufaron a media docena de personas.

La juez mostró varios currículos confiscados en su domicilio, entre ellos uno de “la hija de un amigo de toda la vida” que había dejado los datos “por si había un hueco”. Rodríguez se apresuró a justificar que no fue contratada. También fue incautado un correo en el que piden influir por un opositor a la Policía Local. “Seguro que no aprobó”, respondió. En otra carpeta con documentación de esas oposiciones está subrayado un candidato. “¿Por qué?” preguntó la juez. “No lo sé. Seguramente porque fue el único de Ourense que aprobó”, justificó el exalcalde.



“Si llega a ofrecer al perro, lo contratamos”

La juez del caso Pokémon, Pilar de Lara, empezó a tirar del hilo de los enchufes gracias a un correo electrónico de Juan Manuel Pérez, exgerente de la concesionaria de la basura. El correo relata a la alcaldía un proceso de contratación en Ecourense. “Te adjunto el listado con los contratados y resto. Hemos conseguido contratar a los que necesitábamos (…). Como sabes, ha sido una odisea”, se afirma en el mensaje. A continuación detalla problemas para localizar a los recomendados: “Uno estaba jubilado y ofreció al hijo y se lo cogimos. A estas alturas si llega a ofrecer al perro se lo contratamos también. Otro trabajaba pero tenía al hermano en paro. Para adentro. Otro dormía la siesta y su madre no sabía si despertarlo. Finalmente y muy a su pesar lo despertó”.

A continuación compara a los trabajadores españoles con inmigrantes: “Tenemos a dos senegaleses. Otro mundo. Uno estaba en Zamora y en cinco horas estaba aquí con los papeles. Se fue dando gracias hasta la mezquita y ahora debe estar llegando a La Meca”. Y además se encarga de dejar un recado para que lo transmita a los aspirantes a los empleos: “Como sugerencia diles que si buscan trabajo den un teléfono actualizado y si lo cambian que avisen. Hemos hablado con un lote de madres, abuelos, cuñados y primos en Pamplona. Hasta con un supermercado de Granollers”. El autor del correo, entonces gerente de la contrata, trabaja actualmente en el Ayuntamiento gracias a un contrato pagado con fondos europeos.

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Mensajepor Invitado » Dom 02 Mar, 2014 2:16 am

Lo que no es normal

J. de Mendizábal


No es normal que un ministro de fomento se "reúna" en una gasolinera con un presunto delincuente.

No es normal tener 25 años de director financiero -tesorero- a un señor con 50 millones de euros en Suiza, supuestamente no enterarte y, encima, mandarle un SMS diciéndole que sea fuerte.

No es normal rehacer un pabellón de caza a tu amante en El Pardo a 1 kilómetro de La Zarzuela.

No es normal que el expresidente de la CEOE esté en la cárcel y, en lista de espera se encuentren algunos de los otrora aspirantes a sucederle (ver patronal andaluza o madrileña).

No es normal que el abogado de la Infanta de España sea independentista catalán.

No es normal que la propia infanta se declare, a todos los efectos, anormal profunda.

No es normal que los sindicatos tengan montado un tinglado -a través de los cursos de formación- que les ha permitido forrarse a algunos y comprar miles de voluntades/votos para los partidos afines.

No es normal que los únicos políticos que se atreven a decir algo parecido a la verdad de lo que piensan, de lo que pasa en realidad, sean los jubilados; los que no ya esperan prebenda alguna.

No es normal que el actual presidente de la CEOE (última E de España) se muestre permanentemente equidistante entre los independentistas catalanes y los españoles.

No es normal que un tipo que ha ocultado en Suiza miles de millones de euros, dé clases de ética, moral y filosofía básica de sexto de bachillerato (gracias a Dios, sólo de vez en cuando) en el periódico de referencia de la izquierda española.

No es normal que jueces condenados e inhabilitados den clases de comportamiento a la sociedad.

No es normal que la Nación Catalana, con financiación española, tenga todo un entramado de embajadas, comunicadores, foros varios y consulados en todo el mundo ¡atacando a España!

No es normal que comunidades autónomas gobernadas por el PP recurran al Tribunal Constitucional decisiones o leyes del Estado Español, gobernado por el PP.

No es normal que el partido en el poder incumpla prácticamente todos los puntos de su programa electoral 2011 (impuestos, renovables, corrupción...) y esgrima el mismo para anunciar la reforma de la Ley del Aborto (cuestionada, además, por su propio partido).

No es normal que, 532 días después de declararle terminal, caso único en el mundo, Bolinaga esté tomando chatos y quieran que creamos que no hay pacto alguno. Dicho esto, Parot aparte, que ya es dejar aparte.

No es normal que las leyes estatales o sentencias firmes no se cumplan en buena parte del país.

No es normal que no se puedan defender las fronteras de España, elemento básico de lo que se supone que es un Estado: las fronteras.

No es normal que el Poder Judicial dependa, cada vez más, del Ejecutivo y de los pactos entre el PP y el PSOE (el Poder Legislativo se limita a apretar el botón, como confiesan algunos de los que se van).

No es normal que haya miles de casos de corrupción ligados a ayuntamientos, comunidades autónomas y organismos públicos (la lista es interminable y crece cada día).

No es normal que el ex-presidente de Bankia y responsable de su "exitosa" salida a bolsa esté presente en la última cena organizada para el príncipe Felipe en Barcelona.

Y no es normal que dicha cena se celebre en casa del Conde de Godó, cuyos medios llevan años alimentando el separatismo y traicionando a España.

En fin, cabrían miles de casos y cosas que no son normales en España pero que, a fuerza de repetirse, se nos han hecho cotidianas; normales, por tanto.

Pues no.

No lo son.

Son anormales y son la causa principal de nuestros males, de nuestras desgracias como nación. Hay que hacer algo; por lo menos, decirlo.

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Mensajepor Invitado » Mar 04 Mar, 2014 5:30 am

Sobredosis de ficciones

Josean Blanco


Decía Antonio Rivera hace unos días en este mismo periódico, en un artículo rebosante de ideas —y de cuyo cinismo de fondo no creo que sea consciente ni él mismo— que es urgente elaborar nuevos relatos, mitos o “mentiras” fundacionales que nos cohesionen socialmente como comunidad en un momento en el que el mito de la democracia se resquebraja. Construida sobre la falacia de que pueden ser iguales en derechos quienes no lo son en recursos, la democracia liberal sigue soportando grandes niveles de desigualdad y corrupción y permite que determinados estamentos mangoneen. Sostiene Rivera que el sistema se mantiene porque la ciudadanía es capaz de asumir sus mentiras siempre que disfrute de beneficios económicos, pero que si estos desaparecen, las mentiras se vuelven insoportables. El resultado es la desafección, el desprecio a los representantes y la quiebra del sistema democrático.

Como dijo Blas de Otero en un hermoso poema en prosa, “esto no es triste porque es verdad”. Las sociedades humanas no son sino agrupaciones de beneficiarios que conviven en armonía mientras el beneficio se reparta, aunque sea de manera desigual, pero que se vuelven hostiles cuando, en lugar de recibir, toca aportar. Sólo la promesa de un futuro venturoso hace la espera soportable. Sin esperanza, las crisis estallan.

Lo que ocurre es que este panorama no es exclusivo de la democracia liberal. La igualdad de derechos sigue siendo un objetivo pendiente de cualquier asociación humana y las que más presumen de igualitarias suelen ser, precisamente, las que establecen los más férreos controles jerárquicos y disciplinarios para que esa igualdad sea tan sólo aparente y siempre al precio de la anulación de las libertades, de la crítica y del individuo. En cuanto a la otra igualdad, la de los recursos, sí que entra en el territorio del mito y la utopía, palabra que, como todo el mundo sabe, significa tanto “un buen lugar” como “en ningún lugar”.

Es precisamente la democracia liberal el único sistema que, hasta la fecha, regula sus métodos de regeneración de forma pública. El único que permite que la desafección hacia el propio régimen tenga cauces legales para manifestarse. El único que admite que los desafectos puedan llegar al poder por el procedimiento de ser mayoría y ganar unas elecciones.

Por eso es absolutamente normal y hasta previsible que quienes fingían aceptar la monarquía por su labor diplomática y vagamente decorativa, se vuelvan republicanos al descubrirse el choriceo o la afición del monarca por disparar a Dumbo o al oso Yogi.

Como también es normal, aunque triste, que los defensores de la responsabilidad social y de la distribución solidaria de la riqueza tengan que amputarse a machetazos una cooperativa no viable, como ha tenido que hacer la Corporación Mondragón con Fagor Electrodomésticos. ¿Quiere esto decir que el cooperativismo está en crisis? Claro, como siempre. Pero sobre todo nos dice que es capaz de afrontar sus problemas, ofrecer soluciones y activar sus mecanismos de solidaridad para saber estar a las duras y a las maduras sin renunciar a su modelo.

Es en las situaciones de crisis cuando las grandes ideas que han dado forma al pensamiento humanista —comunidad, solidaridad o, ejem, sanidad— se ponen a prueba y en donde aparece lo mejor y lo peor de la especie y de sus organizaciones.

    ¿Necesitamos realmente nuevas mentiras? ¿Nuevos mitos fundacionales para sostener la ilusión de la democracia como comunidad de intereses? Lo dudo mucho. Creo más bien que de lo que estamos hartos es de ficciones y simulacros.
Es precisamente en estos momentos cuando el nacionalismo, es decir, la ideología de los propietarios autóctonos remisos a socializar los beneficios, florece. En época de vacas gordas participa en el paripé, aunque poniendo de vez en cuando cara de asquito, como si le olieran los dineros que recauda en el negocio de urinarios. Pero cuando toca estar a las duras, es decir, cuando toca hacer efectiva la solidaridad real con los no autóctonos, renunciando al beneficio y participando en las pérdidas, es cuando los hechos diferenciales entran en erección, digo erupción, y todas las soluciones pasan por soltar lastre. Se hablará de problemas entre naciones y países, pero se trata siempre de dinero, de money, de pasta, de guita, de la pela; el resto es simulacro. Los independentistas catalanes, vascos o escoceses, o esos euroescépticos británicos que tanta gracia hacen cuando eruptan “verdades” como puñetazos —como hacía aquel Gil y Gil, tan simpático— podrán cantar todas las milongas que quieran, pero en ultima instancia sabemos que en su proyecto ombligocéntrico sobran todos menos ellos.

En fin, ni siquiera organizaciones presuntamente solidarias como los sindicatos se dan por aludidas en momentos de crisis por propuestas audaces como el reparto del trabajo: trabajar menos para que trabajen más personas. Cuando fingen aceptarlas lo hacen con condiciones surrealistas, «vale, pero sin bajar los sueldos», que es como una reedición del milagro de los panes y los peces pero con vacaciones pagadas y cesta de navidad.

¿Necesitamos realmente nuevas mentiras? ¿Nuevos mitos fundacionales para sostener la ilusión de la democracia como comunidad de intereses? Lo dudo mucho. Creo más bien que de lo que estamos hartos es de ficciones y simulacros. La vida política parece haberse vaciado de grandes proyectos y de ideas nobles para convertirse en una representación, en una especie de juego de machos en donde los aspavientos y la exhibición de cornamentas ocupan el lugar de los debates para alcanzar acuerdos. Y no hay alternativa a la búsqueda de acuerdos entre diferentes posiciones que no sea la lucha y, en última instancia, la guerra.

No soy tan ingenuo como para no darme cuenta de que el comportamiento humano, como el del resto de predadores, se basa en relaciones de dominio. Que formamos sociedades jerarquizadas y que tendemos a elaborar concepciones agónicas de la realidad; que nuestras fantasías, incluidas las artísticas, están repletas de batallas, luchas, triunfos y derrotas. Por eso me parece tan lírico y edificante el intento de un sistema de convivencia basado en el acuerdo, en la idea de que todo el mundo, buscando su propio beneficio y el de su grupo, contribuye al bien general. Tan sólo se trata de regularlo con eficacia, honestidad y transparencia para evitar los comportamientos destructivos y depredadores. Por mucho que lo intento no se me ocurre un sueño más razonable y posible. Ni más utópico.




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