UPyD UNION PROGRESO Y DEMOCRACIA
Caso Bankia: el juez rechaza que Rato entre en prisión y critica a UPyD
El juez Andreu ha rechazado dictar el ingreso en prisión incondicional y sin fianza del expresidente de Caja Madrid y Bankia Rodrigo Rato como solicitó el pasado viernes UPyD y critica a este partido por buscar "notoriedad"
UPyD, personado como acusación popular en la causa en la que el juez investiga la fusión y salida a Bolsa de Bankia, consideraba que la medida era procedente por el riesgo de huida y de destrucción de pruebas dado que Rato cuenta con "un importante patrimonio en el extranjero". No obstante, el juez precisa que la gravedad que los delitos que se imputan a Rato no puede amparar, por si sola, "la adopción de una medida tan excepcional como la de prisión preventiva". "Las alegaciones no pasan de ser meras hipótesis (...) contruidas sobre bases o fundamentos no acreditados de forma suficiente", agrega.
El magistrado también rechaza la petición de la formación de que impusiera una fianza solidaria de 4.112 millones de euros para todos los imputados en la causa. Andreu considera que tampoco es procedente estimar esta solicitud por cuanto, "como ya ha puesto de manifiesto en más de una ocasión" --dice-- UPyD, en su condición de acusación popular, al no ser perjudicada por la comisión de los hechos "carece de legitimación para solicitar esta medida".
En el escrito presentado ante el juez, UPyD destacaba que existe un "ingente acervo indiciario" acumulado contra el expresidente de Bankia y su participación en delitos sancionados con penas graves de prisión, en algunos casos superior a los seis años. Mencionaba, además, que "los sucesivos viajes de Rato a Suiza en las últimas fechas" hacen temer el difícil control e incautación judicial de su patrimonio en el extranjero. "En la tarde del miércoles 26 de noviembre, hace 15 días, se pudo ver al expresidente de Bankia esperar frente a la puerta número D21 del Aeropuerto de Ginebra", dice la formación.
Apuntaba que este viaje no es el primero que realizaba a Suiza desde que se encuentra imputado pues también fue sorprendido en un avión procedente de Ginebra el 23 de octubre de 2014, el día siguiente de que depositara un aval del banco Sabadell para hacer frente a la fianza de tres millones de euros impuesta por Andreu en la pieza en la que investiga el uso de tarjetas opacas al fisco por parte de 86 directivos y consejeros del banco.
Rosa Díez: C's es un partido catalán cuyo único proyecto para España es querer destruir UPyD
Rosa Díez: C's es un partido catalán cuyo único proyecto para España es querer destruir UPyD
Insiste en que no pactará "con nadie" que tenga imputados por corrupción y que no sea transparente
ESCANDINAVIA
DAVID GISTAU
Comprendo la frustración de Díez ante los españoles. Ella se ha entregado a nuestra educación, pero no tenemos remedio
Comprendo la frustración de Díez ante los españoles. Ella se ha entregado a nuestra educación, pero no tenemos remedio
SI una vez escribí una columna en francés, me planteé publicar otra en danés para que Rosa Díez se hiciera la ilusión de que por fin había aparecido un estrato sociológico digno de UPyD. Uno que la aliviara a ella de esa soledad por la cual podríamos adaptar la frase que John Kennedy Toole puso en boca de Ignatius J. Reilly: «A mí sólo me votan mis iguales y, como no tengo iguales, no me vota nadie». Mi barba roja y mi sólida constitución de remero en un «drakkar» habrían completado la simulación. De manera que ambos, Rosa Díez y éste su danés particular, podríamos habernos sentido ciudadanos de una democracia superior, llenos de decepciones paternalistas por el comportamiento de los meridionales, para los cuales España, en lugar de un dolor, sería el proyecto de una quincena al Sol con la que mitigar los rigores de nuestro invierno escandinavo. Pero no hubo forma.
El idioma danés se me hace impenetrable. Los desayunos a base de arenques se me antojan característicos de un estadio evolutivo más primario que el del jamón y el aceite. Y las novelas policiacas del norte me parece que contienen todas las oscuras fantasías homicidas con las que se desahogan sociedades demasiado aburridas de su propia perfección. Que no me sale ser danés, coño. Ni aunque me regañe Rosa Díez. Aunque sospecho que ella tampoco lo consigue, porque no relaciono el cliché del perfecto socialdemócrata escandinavo con un político tan falto de «finezza» como para equiparar corrientes críticas internas con amenazas terroristas. Probablemente esa observación haya representado el punto álgido de una deriva paranoica que desde hace algún tiempo tiene a UPyD vaciando los cargadores sobre cualquier arbusto que se mueva, justificando los errores con coartadas conspirativas que cualquier día incorporarán a los marcianos de Roswell y desacreditando las opiniones contrarias al ínfimo oficialismo incluso con falsas acusaciones de soborno. Esto no quita que también sea deplorable el espectáculo de los desertores que lo son en el minuto siguiente de un colapso electoral en el que, por añadidura, otro partido semejante, antaño menospreciado, se revela de pronto como el que está cargado de futuro. Entre unos y otros han consagrado la voluntad autodestructiva de un partido prometedor, que no ha sabido adaptarse a la mutación del discurso político, y que al final, lo mismo que los anarquistas de Chesterton, se apaña con poquísima gente para reproducir a escala los odios, las intrigas y las liquidaciones de los partidos de mayor envergadura.
Comprendo la frustración de Díez ante los españoles. Es la que tendría Rex Harrison si Audrey Hepburn no aprendiera ni a saludar sin acento «cockney» en «My Fair Lady». Ella se ha entregado a nuestra educación, pero no tenemos remedio. En nuestro descargo, hay que decir que la moda escandinava es reciente, que hasta ahora sólo nos habían pedido que tratáramos de ser el tercer español, eterno derrotado en el choque de las ideologías castizas.
ODIO Y MIEDO
DAVID GISTAU
DE creer a Rosa Díez, es posible que los daneses decidan su voto después de profundas conversaciones intelectuales que convierten incluso los vagones de metro en el ágora de Pericles. Pero aquí un candidato suelta una cita de Kant y aparece el National Geographic para estudiarlo. Aparte de la militancia –y toda militancia anula el juego de la inteligencia–, en el voto operan el instinto y la pulsión. Los votos decisivos son siempre los de castigo, los virulentos, los vengativos, los de sacarse a alguien de encima, no aquellos que confían en una fuerza creadora. La última vez que eso ocurrió debió de ser con el felipismo del 82, todavía bajo el impulso flamante de la Transición. Además, las pulsiones que nos guían son cada vez más primarias desde que ciertos actores políticos convirtieron los cauces electorales en aliviaderos del resentimiento que sólo se distinguen por el grado de la destrucción comprometida. Así las cosas, el ciclo electoral hasta las generales iba a quedar reducido a una pugna entre dos pulsiones primitivas, propias de la vida en la cueva: el odio y el miedo. El odio al PP y su compensación, el miedo a Podemos. O a esa supuesta horda de la izquierda, como de tribus galas confederadas, de la cual nos advierte Floriano graznando en la ciudadela capitolina.
Por suerte, la reducción a odio y miedo irá adquiriendo matices hasta las generales. Y no sólo por la irrupción de Siutadans, partido del que es gracioso comprobar cómo sus rivales potenciales pretenden acotarlo ideológicamente para que se confiese de derechas o de izquierdas en la bipolaridad tradicional. Con todo, lo más revelador ocurrirá durante las negociaciones para la investidura de Susana Díaz en Andalucía. Pablo Iglesias solapa a Teresa Rodríguez, la candidata andaluza de Podemos, y por añadidura evita que todas las proclamas revolucionarias acerca de la destrucción del sistema lampedusiano del 78 se conviertan en un impedimento para alcanzar un pacto de poder con la casta en la primera oportunidad surgida después de unas elecciones importantes. Para los extremistas del «tic-tac», los que de verdad soñaron con guillotinas alegóricas y con el triunfo definitivo de «los de abajo», el experimento andaluz puede resultar decepcionante e incluso hacer que se sientan estafados por un discurso disolvente que jamás hubo intención de ejecutar en la práctica. Pero para aquellos que tenían miedo a Podemos, y que estaban dispuestos a votar por ello al PP aun odiándolo, se trata de una revelación tranquilizadora: por debajo de la retórica inflamada, Iglesias es un pragmático y un profesional del poder que sólo aspira a integrarse en el sistema con el rango, antaño ocupado por Anguita, de tercer partido. Segundo, en el mejor de los casos, para hacerse con la hegemonía socialdemócrata que ya le ha traspasado Zetapé. La coleta es sólo atrezo. Iglesias remeda el peronismo incluso en esa convicción de que nada tiene sentido fuera del poder, y todo vale para alcanzarlo.
Rosi en cuadro
«Agrupaciones enteras» de UPyD han pedido afiliarse a Ciudadanos
La semana posterior a las elecciones andaluzas, el partido naranja registró mil instancias. Su lista de afiliados era al término de 2013 de 3.605. Hoy ya superan los veinte mil
«Agrupaciones enteras y multitud de afiliados de UPyD nos están contactando para venirse con nosotros. Pero estamos celebrando primarias... y hasta ahora no hemos tenido tiempo para dar cabida a todas las peticiones». Las palabras de Fran Hervía, secretario de Organización de Ciudadanos, dan cuenta del dulce salto a la política nacional que están experimentando los de Albert Rivera. Pero también de la descomposición de tintes irreversibles del partido de Rosa Díez, de cuya órbita ha ido saliendo rumbo a las rutilantes filas naranjas direcciones autonómicas prácticamente al completo -las de Murcia o la Comunidad Valenciana-, oleadas de votantes y, entre medias, un goteo de afiliados que amenaza con devenir en marea.
A fecha uno de marzo, Ciudadanos tenía certificados 14.995 inscritos (más 1.079 en impago), cuatro veces más de los 3.605 con que cerró diciembre de 2013, lo que representa en sí mismo un crecimiento explosivo. Los datos de la formación apuntan a que entre el 7 y el 8% del total de abonados –unos 1.200– procedía directamente de UPyD.
Pero es que, a lo largo de este último mes marcado por la campaña y las elecciones andaluzas, la web de CŽs ha registrado una avalancha de 4.651 solicitudes de afiliación más, una cantidad que representa un incremento súbito del 31% y que, –dan por hecho– se nutre en parte de más y más fieles a Rosa Díez, que están deseando dejar de serlo. Sintomático es que el lunes después de los comicios del 22-N se duplicará el número habitual de 150 instancias que CŽs recibe cada día hasta superar las 300 y a lo largo de la semana llegaran más de mil, batiendo récords.
Con la incorporación de todas las peticiones de marzo aún pendientes de validar, Cuidadanos se habrá situado en 20.725 afiliados contando impagados, lo que supone una lista un 574 mayor a la que tenían cuando empezó el año . En espera de conformidad están las de las agrupaciones de UPyD a la fuga, que el partido de Rivera rehusa detallar por el momento. «Son de la Comunidad Valencia, de Madrid, de Aragón, también de Castilla y León y de Castilla-La Mancha...», enumeran sin fin.
Rosa Díez: "He sido engañada por mis propios compañeros"
La líder y portavoz de UPyD, Rosa Díez, asegura en Más de uno que ha sido "engañada" por sus "propios compañeros", entre ellos el exdiputado en Asturias, que este jueves renunció a su escaño tras ser expulsado del partido, y el que era candidato en Aragón.
Sí, Rosa Díez, elegiste un mal día para volver a Twitter
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Rosa Díez pide al Gobierno vasco jubilarse tras dejar la política activa
La fundadora de UPyD, funcionaria en excedencia de la administración vasca desde 1983, renuncia a volver a su puesto de trabajo
La fundadora de UPyD, Rosa Díez, que abandonó la política activa hace solamente dos meses, ha solicitado al Gobierno vasco la jubilación como funcionaria de la administración vasca. Díez, que cumplirá 64 años el próximo mayo, está en situación de excedencia del Departamento de Industria desde 1983, año en el que arrancó su carrera política, primero en el PSOE y desde 2007 al frente de la formación magenta.
A mediados de este mes, Rosa Díez comunicó su decisión de renunciar a volver a su puesto de trabajo en el Gobierno vasco y solicitar "formalmente" la jubilación. Fuentes del Ejecutivo autónomo han confirmado la tramitación de dicha petición, que Díez transmitió recientemente por teléfono al consejero de Administración Pública y portavoz del gabinete, Josu Erkoreka. La expolítica ha declinado realizar declaraciones sobre este asunto.
Tras tres décadas alejada de su puesto como funcionaria vasca para desempeñar diversos puestos políticos e institucionales, Díez ha decidido así pasar casi de forma simultánea a la jubilación laboral y política. Durante estos años ha ocupado cargos en las Juntas Generales de Bizkaia, el Parlamento vasco, el Gobierno vasco, la Eurocámara y el Congreso de los Diputados, una trayectoria a la que puso fin a finales de octubre pasado.
Carta a Rosa
Por Eva María Sánchez, ex-portavoz de UPyD en Arganda del Rey y miembro del consejo político nacional de UPyD 2013-2015
Mira que estos últimos meses me he ganado enemigos por decir que, con todos mis fallos (que los tengo y no pocos), yo quería a UPyD, uno de los amores de mi vida. Me indignaba cómo, desde julio, han ido deteriorándolo poco a poco, haciendo cómplices a muchos, engañándolos, mientras les hacían creer que eran partícipes de “la segunda temporada”; pero servidora y una magnífica eurodiputada veíamos con estupor y sin poder hacer nada (por los insultos y reproches que nos ganábamos) que la disolución de UPyD iba a ser un hecho. Entonces, era mucho más fácil insultar a quien lo avisaba y descargar contra Irene, Toni, Teresa, Nacho, Rodrigo o Álvaro para desviar la atención de lo que en Cedaceros se estaba maquinando.
Un día triste para mí fue la constitución del nuevo congreso. Hoy también lo es. Podría decir “yo ya lo decía”, pero ni para eso tengo ánimo. Rosa, te di mil veces las gracias por crear UPyD, pero, en cuanto vi que tu definición “UPyD, herramienta al servicio de los ciudadanos”, era en realidad “UPyD, mi herramienta”, descubrí que de verdad solo mirabas por ti. Me hiciste mucho mucho daño.
Tú solita decidiste sentarte a negociar con Ciudadanos, hasta que barruntaste que tu liderazgo corría peligro. Y tú solita hiciste que los afiliados viésemos a Ciudadanos como enemigos. Renovadores… esa candidatura era la alternativa real a esta masacre, y nunca fusionados con Ciudadanos, sino caminar a su lado, para poder salvar los muebles. Pero, ¿cómo ibas tú a dejar el partido en unas manos que no fuesen las tuyas, para que otros viésemos los gastos en seguridad o no pocos de los gastos en viajes y alojamiento? Eso sí, el resto nos pagamos siempre lo nuestro. ¿Cómo ibas a dejar el partido en manos de otros que respetarían tu imagen pero que te sacarían de las decisiones de partido, alejándote del Consejo de Dirección y no manejando el cotarro desde fuera, como hasta ahora has hecho?
En marzo, en el Consejo Político Nacional, yo te dije: “Decide tú cuándo te marchas, pero hazlo con elegancia y por la puerta grande”. Sin embargo, has decidido irte de la peor forma posible. También te dije, Rosa, como deportista que he sido, que sé que “una retirada a tiempo es una victoria”. Tú me replicaste con chanza, y ahora, casi un año después, vemos que tu retirada se da habiendo destrozado ilusiones y partido corazones.
Querida Rosa, podrías aparecer en los libros de Historia como la mejor política del siglo XXI, pero no lo has querido así. Eso sí, esa imagen tuya que retengo desde que yo era chiquita y que me cautivó por tu fuerza en la lucha de los derechos de los demás, esa imagen tuya de constancia y trabajo para que todos los españoles seamos iguales y podamos vivir en un estado de derecho, seguirá viva en mí.
Yo sí te perdono, Rosa Díez González.
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Los podemitas van a resucitar hasta a Rosita Díez