Franco tenía un solo cojón.
Franco tenía un solo cojón.
POLÉMICA | EL LIBRO MÁS ESCANDALOSO SOBRE EL DICTADOR. EL MÁS ÍNTIMO SECRETO DE FRANCO. Sólo tenía un testículo. El otro lo perdió en la Guerra de África. La nieta del célebre urólogo Puigvert afirma que su abuelo se lo comentó en varias ocasiones. Es una de las revelaciones de un libro sobre la familia FrancoJOSÉ MARÍA ZAVALA«Francisco Franco era monórquido».
El comentario me pareció una perogrullada. «Sí, claro -asentí-. Alfonso XIII aceptó ser su padrino de boda y además le nombró gentilhombre de cámara... Pero ella enseguida me corrigió, silabeando:
-Te digo que era mo-nór-qui-do.
-¿Y eso qué significa? -pregunté desconcertado.
-Que sólo tenía un testículo.
-¡Uno solo! ¿Estás segura de lo que dices?
-Completamente, me lo dijo mi abuelo varias veces.
La reveladora conversación transcurrió en Barcelona, este enero. Días antes de viajar hasta allí, telefoneé a Ana Puigvert para quedar con ella. Le había explicado mi proyecto de biografía de Ramón Franco, en cuya fascinante vida se había cruzado por azar su abuelo al hacerse cargo de Engracia y Ángeles, viuda e hija del hermano del dictador.
Ana es la única nieta que ha seguido los pasos del célebre doctor Puigvert. Tras educarse en Francia, donde completó la enseñanza secundaria con matrícula de honor, acabó especializándose en andrología en la escuela de posgraduados de la Fundación Puigvert, para inaugurar años después una prestigiosa clínica en Barcelona, donde ejerce hoy la profesión con merecido reconocimiento. Nadie mejor que ella es consciente del listón tan alto que puso su abuelo, uno de los urólogos más eminentes del mundo. No en vano, a las expertas manos de don Antonio Puigvert se encomendaron presidentes de gobierno como Juan Domingo Perón (Argentina), Juscelino Kubitschek (Brasil), Rafael Leónidas Trujillo (República Dominicana), Enrique Jiménez (Panamá) y Fidel Castro (Cuba); generales como Agustín Muñoz Grandes; banqueros como Juan March e Ildefonso Fierro; pintores como Salvador Dalí y José María Sert; y hasta Su Santidad el Papa Pablo VI.
Puigvert fue quien operó también a Nicolás Franco, hermano mayor de Francisco, a un hijo de Pilar, y a la viuda e hija de Ramón. El propio doctor recordaba así al Caudillo, en sus memorias: «Me consideré siempre amigo suyo. Amigo personal, no en lo político».
En otro pasaje se mostraba enigmático, dando a entender que conocía numerosas interioridades del Generalísimo: «He tenido muchas conversaciones con el general Franco. Nos hemos visto en muchos sitios y en muy diversas coyunturas. He hablado con él de temas que nadie llegaría a sospechar...».
Recordé entonces la asombrosa revelación de su nieta Ana, de la cual me había hecho partícipe con toda naturalidad, como si fuese algo archisabido entre ella y su abuelo.
Ante mi insistencia, Ana Puigvert volvió a confirmarme el diagnóstico de su abuelo, añadiendo:
-El hecho de ser monórquido no está reñido con la fertilidad. La única forma de saber si Franco podía tener hijos era mediante un análisis de semen para comprobar que no tenía espermatozoides; pero dudo que eso se hiciera.
A continuación, Ana me explicó que la monorquidia podía ser innata o adquirida [A Napoleón I Bonaparte y a Adolf Hitler también les faltaba un testículo]. Y entonces, no me cupo duda de que si realmente Franco era monórquido, su origen se remontaba a la sangrienta guerra de África, donde el joven capitán cayó gravemente herido en el verano de 1916, durante la conquista de El Biutz, un pequeño poblado a ocho kilómetros de la capital ceutí que ponía en peligro las comunicaciones con Tetuán.
Fue la noche del 28 al 29 de junio. Franco, de 23 años, tomó el mando. Ante la amenaza de una maniobra envolvente, recogió el fusil de un soldado herido, caló la bayoneta y se lanzó aguerrido al ataque arrastrando al resto de sus hombres. Fue entonces cuando los disparos le alcanzaron en el bajo vientre. El joven capitán dobló la rodilla y cayó desplomado. Aquellos fueron días difíciles, en los que llegó incluso a temer por su vida, pues pidió confesión al capellán castrense Carlos Quirós Rodríguez. Pero Franco tenía baraka. «He visto pasar la muerte a mi lado muchas veces, pero, por fortuna, no me ha reconocido».
Todos sus biógrafos se hicieron eco de aquella jornada de heroísmo con más o menos detalle. Ni el historiador Luis Suárez ni Paul Preston llegan más allá de que el disparo le alcanzó el vientre. Quien sí va más lejos es Ramón Garriga, autor de varias biografías de los Franco, en su libro La Señora de El Pardo:
ALGO FALLABA EN SU SEMEN
«En el caso que nos interesa se hablaba de que la gravísima herida sufrida por el general en 1916, en el abdomen, lo había dejado incapacitado para procrear. Al parecer, todo era normal en el acto sexual, pero algo fallaba en el líquido seminal que impedía que la operación terminara con un feliz engendramiento; los expertos definen esos casos como esterilidad temporal».
Ese «algo» que, según Garriga, impedía a Franco procrear podía ser precisamente la ausencia de un testículo, lo cual, sin convertirle necesariamente en un hombre estéril, reducía su fertilidad hasta el punto de explicar por qué había sido padre de una sola criatura, cuando la mayoría de sus compañeros lo eran entonces de familias numerosas.
Resultaba también extraño que Francisco y Carmen tardasen casi tres años en traer al mundo a su primera y única hija, desde su boda celebrada en octubre de 1923.
LA PATERNIDAD DE CARMENCITA
Muerto Ramón Franco, la grave herida del Biutz desató todo tipo de comentarios sobre la verdadera paternidad de la única hija de Francisco, Carmen Franco Polo, nacida en Oviedo el 14 de septiembre de 1926. José Luis de Vilallonga, biógrafo del Rey Juan Carlos, fue el primero en atribuir a Ramón Franco la paternidad de Carmen, coincidiendo con la publicación de su libro El sable del Caudillo (1997). El hispanista Paul Preston apuntaba otro hecho extraño: la inexistencia de imágenes de Carmen Polo embarazada. Tampoco se conocen hoy fotografías de la madre y de la hija juntas durante la primera infancia de ésta; algo muy raro también.
Hasta que Carmencita no cumplió diez años, en 1936, no posó misteriosamente ante las cámaras.
Más explícito aún, si cabe, que el testimonio de Vilallonga es el del falangista Ángel Alcázar de Velasco, amigo de Ramón Franco y seguidor fiel de sus increíbles peripecias. Su asombrosa declaración al psicoanalista Francisco Martínez López, que éste registró en cinta magnetofónica y publicó en la revista FerrolAnálisis, dice así: «La hija de Francisco -aseguraba Alcázar de Velasco- era hija de Ramón y no de él. Esa hija era de Ramón y de La Gaviota. Esta chica (La Gaviota) era una gallega, sin padre conocido. Pobre mujer. A los 12 años se fue a La Coruña. Dormía en la calle. Fue a una casa de pvtas y, como tenía las piernas largas, la llamaban La Gaviota. La muchacha encontró un indiano viejo. Murió el indiano. Se pensó si la chica le daría alguna pócima. Se marchó a Algeciras. Entró en una casa de fulanas llamada La Inglesa. Como era alta, la llamaron La Garza. Ramón la encontró. Se lió con ella. Se la llevó a su casa. Como era muy celoso, la pegaba».
De Velasco relataba así el desenlace: «Entonces quedó embarazada La Garza. A los cinco días del parto, murió. Entonces Carmen se hizo cargo de la niña. No consta como embarazada en ningún sitio (...). Durante esa fecha se hace un cortometraje en el que se muestra que doña Carmen no está embarazada».
Pilar Franco salió una vez más en defensa de su hermano Francisco, asegurando que ella sí vio embarazada a su cuñada. Pero, al mismo tiempo dejó escrito en sus memorias que su sobrina había nacido... ¡en junio de 1928! Es decir, dos años después y en un mes también diferente. Resulta igualmente insólito que la propia Carmen Polo no recordase quiénes fueron los padrinos de su única hija, como aseguraba su cuñada. Para acabar de sembrar la confusión, Concepción Franco Iribarnegaray, cuyo padre, Carlos Franco, guardaba en un baúl libros y documentos sobre la historia de la familia, mostró al doctor Martínez López su perplejidad al reparar, durante la lectura del libro 2º, en que su padre no había anotado la fecha de nacimiento de Carmencita.
Siguiendo con el marasmo de fechas, añadiremos que otros dos conocidos biógrafos de Franco, el británico George Hills y el francés Philippe Nourry, coincidían con la hermana del Caudillo en que Carmencita había nacido en 1928. Nourry daba a entender también que Carmencita podría haber sido incluso adoptada por ser hija de Ramón.
El 29 de mayo de ese año, cuando la pequeña contaba poco más de veinte meses, Franco y Carmen Polo concedieron una reveladora entrevista a la revista Estampa. Preguntado sobre cuál había sido la mayor alegría que disfrutaron juntos, Franco respondió: «El día que desembarcó el Ejército español en Alhucemas, el instante de leer que Ramón había llegado a Pernambuco y la mañanita que nos casamos». Curiosamente, Franco olvidó mencionar el día que nació su única hija.
Hay más secretos que se esconden tras el héroe de la Operación Plus Ultra, Ramón Franco.
MUJERES PERSEGUIDAS DE LA FAMILIA FRANCO
-Aquel dossier fue una gran calumnia. Pretendieron arrebatar injustamente la dignidad a dos mujeres desamparadas. Muerto Ramón Franco, ellas no tenían ya a nadie que defendiese su honor. Fue una crueldad y una vileza...
A sus 87 años, Elena Salvador, nombre artístico de María Teresa Ramón Blanes, maldice aún el dossier encargado por Francisco Franco para denigrar a la viuda y a la hija de su propio hermano, el célebre aviador Ramón Franco. Muerto éste en acto de servicio en octubre de 1938, el Caudillo encargó un informe (29-12-1939) donde se afirma que Engracia Moreno, la viuda de su hermano, era una mujer de vida fácil y que Ángeles Franco no era hija de Ramón, sino de un ridículo tragasables circense. Verlo para creerlo.
Pero un hombre intransigente como Francisco Franco sólo podía considerar válido el primer matrimonio de su hermano con Carmen Díaz Guisasola, que jamás fue declarado nulo por un tribunal eclesiástico. De hecho, en cuanto se hizo con el poder, el Caudillo impulsó la Ley del 23 de septiembre de 1939 que derogaba el divorcio.
De modo que para él, tanto el divorcio, como el segundo matrimonio civil de su hermano Ramón, anulado también por la legislación franquista, eran papel mojado. Aquellas dos mujeres (viuda e hija) se convirtieron así en dos extrañas para el Régimen. Se intentó incluso arrebatar a Ángeles su legítimo apellido en el Registro Civil de Barcelona de modo ignominioso, aprovechando que Ramón Franco ya había fallecido.
Elena Salvador todavía es capaz de estremecerse al recordar cuando, hace ya más de treinta años, asió de la mano a Ángeles Franco Moreno, la única hija de Ramón Franco, mientras agonizaba en el lecho de muerte. Elena es la viuda del doctor Antonio Puigvert. Por el amor del afamado urólogo dejó su carrera artística. No fue la única esposa del doctor; éste contrajo primeras nupcias con Agustina Serés, madre de Antonio, cuya hija Ana Puigvert es hoy una eminente andróloga en Barcelona.
De un convento de la ciudad, situado en la avenida de la República Argentina, telefonearon al doctor una noche de 1942 para que atendiera una urgencia. En la cama yacía una bella mujer ataviada con un camisón de seda, claro indicio de que la enferma no era precisamente monja. A la mañana siguiente fue llevada a la clínica del urólogo para ser operada. Fue registrada como Engracia Moreno Casado. Era la viuda de Ramón Franco. Un buen día ella se fue a vivir con su hija Ángeles, de 14 años, a su nuevo domicilio, en la calle Balmes, pero siguió acudiendo a la consulta para someterse a curas y revisiones.
Puigvert se entrañó de que Engracia, aquella «mujer de vida fácil», según su cuñado Francisco Franco, hubiese vivido una temporada sola en un convento. Pero en 1942, en una España resacosa de la Guerra Civil, con exilios y persecuciones, cualquier situación anómala terminaba siendo natural.
José María Zavala, periodista e historiador, es el autor de «Franco, el Republicano. La vida secreta de Ramón Franco» (Ed. Áltera), que sale a la venta el 22 de mayo.
Suplemento Cronica, Periódico EL MUNDO
El comentario me pareció una perogrullada. «Sí, claro -asentí-. Alfonso XIII aceptó ser su padrino de boda y además le nombró gentilhombre de cámara... Pero ella enseguida me corrigió, silabeando:
-Te digo que era mo-nór-qui-do.
-¿Y eso qué significa? -pregunté desconcertado.
-Que sólo tenía un testículo.
-¡Uno solo! ¿Estás segura de lo que dices?
-Completamente, me lo dijo mi abuelo varias veces.
La reveladora conversación transcurrió en Barcelona, este enero. Días antes de viajar hasta allí, telefoneé a Ana Puigvert para quedar con ella. Le había explicado mi proyecto de biografía de Ramón Franco, en cuya fascinante vida se había cruzado por azar su abuelo al hacerse cargo de Engracia y Ángeles, viuda e hija del hermano del dictador.
Ana es la única nieta que ha seguido los pasos del célebre doctor Puigvert. Tras educarse en Francia, donde completó la enseñanza secundaria con matrícula de honor, acabó especializándose en andrología en la escuela de posgraduados de la Fundación Puigvert, para inaugurar años después una prestigiosa clínica en Barcelona, donde ejerce hoy la profesión con merecido reconocimiento. Nadie mejor que ella es consciente del listón tan alto que puso su abuelo, uno de los urólogos más eminentes del mundo. No en vano, a las expertas manos de don Antonio Puigvert se encomendaron presidentes de gobierno como Juan Domingo Perón (Argentina), Juscelino Kubitschek (Brasil), Rafael Leónidas Trujillo (República Dominicana), Enrique Jiménez (Panamá) y Fidel Castro (Cuba); generales como Agustín Muñoz Grandes; banqueros como Juan March e Ildefonso Fierro; pintores como Salvador Dalí y José María Sert; y hasta Su Santidad el Papa Pablo VI.
Puigvert fue quien operó también a Nicolás Franco, hermano mayor de Francisco, a un hijo de Pilar, y a la viuda e hija de Ramón. El propio doctor recordaba así al Caudillo, en sus memorias: «Me consideré siempre amigo suyo. Amigo personal, no en lo político».
En otro pasaje se mostraba enigmático, dando a entender que conocía numerosas interioridades del Generalísimo: «He tenido muchas conversaciones con el general Franco. Nos hemos visto en muchos sitios y en muy diversas coyunturas. He hablado con él de temas que nadie llegaría a sospechar...».
Recordé entonces la asombrosa revelación de su nieta Ana, de la cual me había hecho partícipe con toda naturalidad, como si fuese algo archisabido entre ella y su abuelo.
Ante mi insistencia, Ana Puigvert volvió a confirmarme el diagnóstico de su abuelo, añadiendo:
-El hecho de ser monórquido no está reñido con la fertilidad. La única forma de saber si Franco podía tener hijos era mediante un análisis de semen para comprobar que no tenía espermatozoides; pero dudo que eso se hiciera.
A continuación, Ana me explicó que la monorquidia podía ser innata o adquirida [A Napoleón I Bonaparte y a Adolf Hitler también les faltaba un testículo]. Y entonces, no me cupo duda de que si realmente Franco era monórquido, su origen se remontaba a la sangrienta guerra de África, donde el joven capitán cayó gravemente herido en el verano de 1916, durante la conquista de El Biutz, un pequeño poblado a ocho kilómetros de la capital ceutí que ponía en peligro las comunicaciones con Tetuán.
Fue la noche del 28 al 29 de junio. Franco, de 23 años, tomó el mando. Ante la amenaza de una maniobra envolvente, recogió el fusil de un soldado herido, caló la bayoneta y se lanzó aguerrido al ataque arrastrando al resto de sus hombres. Fue entonces cuando los disparos le alcanzaron en el bajo vientre. El joven capitán dobló la rodilla y cayó desplomado. Aquellos fueron días difíciles, en los que llegó incluso a temer por su vida, pues pidió confesión al capellán castrense Carlos Quirós Rodríguez. Pero Franco tenía baraka. «He visto pasar la muerte a mi lado muchas veces, pero, por fortuna, no me ha reconocido».
Todos sus biógrafos se hicieron eco de aquella jornada de heroísmo con más o menos detalle. Ni el historiador Luis Suárez ni Paul Preston llegan más allá de que el disparo le alcanzó el vientre. Quien sí va más lejos es Ramón Garriga, autor de varias biografías de los Franco, en su libro La Señora de El Pardo:
ALGO FALLABA EN SU SEMEN
«En el caso que nos interesa se hablaba de que la gravísima herida sufrida por el general en 1916, en el abdomen, lo había dejado incapacitado para procrear. Al parecer, todo era normal en el acto sexual, pero algo fallaba en el líquido seminal que impedía que la operación terminara con un feliz engendramiento; los expertos definen esos casos como esterilidad temporal».
Ese «algo» que, según Garriga, impedía a Franco procrear podía ser precisamente la ausencia de un testículo, lo cual, sin convertirle necesariamente en un hombre estéril, reducía su fertilidad hasta el punto de explicar por qué había sido padre de una sola criatura, cuando la mayoría de sus compañeros lo eran entonces de familias numerosas.
Resultaba también extraño que Francisco y Carmen tardasen casi tres años en traer al mundo a su primera y única hija, desde su boda celebrada en octubre de 1923.
LA PATERNIDAD DE CARMENCITA
Muerto Ramón Franco, la grave herida del Biutz desató todo tipo de comentarios sobre la verdadera paternidad de la única hija de Francisco, Carmen Franco Polo, nacida en Oviedo el 14 de septiembre de 1926. José Luis de Vilallonga, biógrafo del Rey Juan Carlos, fue el primero en atribuir a Ramón Franco la paternidad de Carmen, coincidiendo con la publicación de su libro El sable del Caudillo (1997). El hispanista Paul Preston apuntaba otro hecho extraño: la inexistencia de imágenes de Carmen Polo embarazada. Tampoco se conocen hoy fotografías de la madre y de la hija juntas durante la primera infancia de ésta; algo muy raro también.
Hasta que Carmencita no cumplió diez años, en 1936, no posó misteriosamente ante las cámaras.
Más explícito aún, si cabe, que el testimonio de Vilallonga es el del falangista Ángel Alcázar de Velasco, amigo de Ramón Franco y seguidor fiel de sus increíbles peripecias. Su asombrosa declaración al psicoanalista Francisco Martínez López, que éste registró en cinta magnetofónica y publicó en la revista FerrolAnálisis, dice así: «La hija de Francisco -aseguraba Alcázar de Velasco- era hija de Ramón y no de él. Esa hija era de Ramón y de La Gaviota. Esta chica (La Gaviota) era una gallega, sin padre conocido. Pobre mujer. A los 12 años se fue a La Coruña. Dormía en la calle. Fue a una casa de pvtas y, como tenía las piernas largas, la llamaban La Gaviota. La muchacha encontró un indiano viejo. Murió el indiano. Se pensó si la chica le daría alguna pócima. Se marchó a Algeciras. Entró en una casa de fulanas llamada La Inglesa. Como era alta, la llamaron La Garza. Ramón la encontró. Se lió con ella. Se la llevó a su casa. Como era muy celoso, la pegaba».
De Velasco relataba así el desenlace: «Entonces quedó embarazada La Garza. A los cinco días del parto, murió. Entonces Carmen se hizo cargo de la niña. No consta como embarazada en ningún sitio (...). Durante esa fecha se hace un cortometraje en el que se muestra que doña Carmen no está embarazada».
Pilar Franco salió una vez más en defensa de su hermano Francisco, asegurando que ella sí vio embarazada a su cuñada. Pero, al mismo tiempo dejó escrito en sus memorias que su sobrina había nacido... ¡en junio de 1928! Es decir, dos años después y en un mes también diferente. Resulta igualmente insólito que la propia Carmen Polo no recordase quiénes fueron los padrinos de su única hija, como aseguraba su cuñada. Para acabar de sembrar la confusión, Concepción Franco Iribarnegaray, cuyo padre, Carlos Franco, guardaba en un baúl libros y documentos sobre la historia de la familia, mostró al doctor Martínez López su perplejidad al reparar, durante la lectura del libro 2º, en que su padre no había anotado la fecha de nacimiento de Carmencita.
Siguiendo con el marasmo de fechas, añadiremos que otros dos conocidos biógrafos de Franco, el británico George Hills y el francés Philippe Nourry, coincidían con la hermana del Caudillo en que Carmencita había nacido en 1928. Nourry daba a entender también que Carmencita podría haber sido incluso adoptada por ser hija de Ramón.
El 29 de mayo de ese año, cuando la pequeña contaba poco más de veinte meses, Franco y Carmen Polo concedieron una reveladora entrevista a la revista Estampa. Preguntado sobre cuál había sido la mayor alegría que disfrutaron juntos, Franco respondió: «El día que desembarcó el Ejército español en Alhucemas, el instante de leer que Ramón había llegado a Pernambuco y la mañanita que nos casamos». Curiosamente, Franco olvidó mencionar el día que nació su única hija.
Hay más secretos que se esconden tras el héroe de la Operación Plus Ultra, Ramón Franco.
MUJERES PERSEGUIDAS DE LA FAMILIA FRANCO
-Aquel dossier fue una gran calumnia. Pretendieron arrebatar injustamente la dignidad a dos mujeres desamparadas. Muerto Ramón Franco, ellas no tenían ya a nadie que defendiese su honor. Fue una crueldad y una vileza...
A sus 87 años, Elena Salvador, nombre artístico de María Teresa Ramón Blanes, maldice aún el dossier encargado por Francisco Franco para denigrar a la viuda y a la hija de su propio hermano, el célebre aviador Ramón Franco. Muerto éste en acto de servicio en octubre de 1938, el Caudillo encargó un informe (29-12-1939) donde se afirma que Engracia Moreno, la viuda de su hermano, era una mujer de vida fácil y que Ángeles Franco no era hija de Ramón, sino de un ridículo tragasables circense. Verlo para creerlo.
Pero un hombre intransigente como Francisco Franco sólo podía considerar válido el primer matrimonio de su hermano con Carmen Díaz Guisasola, que jamás fue declarado nulo por un tribunal eclesiástico. De hecho, en cuanto se hizo con el poder, el Caudillo impulsó la Ley del 23 de septiembre de 1939 que derogaba el divorcio.
De modo que para él, tanto el divorcio, como el segundo matrimonio civil de su hermano Ramón, anulado también por la legislación franquista, eran papel mojado. Aquellas dos mujeres (viuda e hija) se convirtieron así en dos extrañas para el Régimen. Se intentó incluso arrebatar a Ángeles su legítimo apellido en el Registro Civil de Barcelona de modo ignominioso, aprovechando que Ramón Franco ya había fallecido.
Elena Salvador todavía es capaz de estremecerse al recordar cuando, hace ya más de treinta años, asió de la mano a Ángeles Franco Moreno, la única hija de Ramón Franco, mientras agonizaba en el lecho de muerte. Elena es la viuda del doctor Antonio Puigvert. Por el amor del afamado urólogo dejó su carrera artística. No fue la única esposa del doctor; éste contrajo primeras nupcias con Agustina Serés, madre de Antonio, cuya hija Ana Puigvert es hoy una eminente andróloga en Barcelona.
De un convento de la ciudad, situado en la avenida de la República Argentina, telefonearon al doctor una noche de 1942 para que atendiera una urgencia. En la cama yacía una bella mujer ataviada con un camisón de seda, claro indicio de que la enferma no era precisamente monja. A la mañana siguiente fue llevada a la clínica del urólogo para ser operada. Fue registrada como Engracia Moreno Casado. Era la viuda de Ramón Franco. Un buen día ella se fue a vivir con su hija Ángeles, de 14 años, a su nuevo domicilio, en la calle Balmes, pero siguió acudiendo a la consulta para someterse a curas y revisiones.
Puigvert se entrañó de que Engracia, aquella «mujer de vida fácil», según su cuñado Francisco Franco, hubiese vivido una temporada sola en un convento. Pero en 1942, en una España resacosa de la Guerra Civil, con exilios y persecuciones, cualquier situación anómala terminaba siendo natural.
José María Zavala, periodista e historiador, es el autor de «Franco, el Republicano. La vida secreta de Ramón Franco» (Ed. Áltera), que sale a la venta el 22 de mayo.
Suplemento Cronica, Periódico EL MUNDO
Pio Moa - Sobre la masturbación
Sobre la masturbación
18 de Mayo de 2009 - 07:30:39 - Pío Moa
(Diálogos pastoriles. Anterior, 11-V)
PATRICIO.- ¡Venga. Sulpicio, que está de broma el animal racional!
MAURICIO.- De broma nada, Patricio. La masturbación tiene una ventaja de entrada que incluso Sulpicio está en condiciones de entender: no compromete a nadie. Si tú te lías con una señora o señorita, siempre resultará que surgen discrepancias, diferencia de caracteres, formas de ser que chocan, etc., etc., y es inevitable que la fastidies o te fastidie ella. Fíjate en Salicio, cómo sufre el pobre desgraciado por su horrible Amartilis...Eso no ocurre con la masturbación, y si la naturaleza nos ha dado esa posibilidad es porque la naturaleza es sabia, que diría Moh Ul-sih. Tampoco tienes posibilidad de ocasionar embarazos no deseados ni de cargar con críos que, por mucho que los quieras, o te creas que los quieres, pueden ser un verdadero peñazo, y si no, fíjate en Castilla del Pino, que si se deja llevar por el sentimentalismo le estropean la carrera. O imagina los líos en que te puedes meter si te da por la opción sexual de la pederastia... La cosa no puede ser más conveniente, y sobre todo más racional...
PATRICIO.- Pero reconocerás, Mauricio, que es mucho menos satisfactoria.
MAURICIO.- Para nada, chaval, para nada. Con ayuda de la fantasía no resulta menos, y de paso desarrolla una facultad mental tan imprescindible como la imaginación. ¿Qué haríamos en la vida sin la imaginación?
PICIO.- Y de Mauricio en apoyo, aunque, la verdad, nada de lo que diciendo viene un pelo me gusta, hay que tener las muñecas inflables en cuenta. Hoy, con lo avanzada que está la ciencia, hacerse pueden muñecas con todas las ventajas de una mujer y ninguno de sus inconvenientes. En Internés lo vi tiempo ha.
FELICIO.- ¡Y a la inversa, Picio, muñecos inflables para ellas, o para los que practican con orgullo la opción homosexual! No seamos machistas...
SULPICIO.- Vamos a ver, mendrugo racional, ¿no te das cuenta de que así se acabaría la humanidad? ¿Te parece bien eso, tío loco?
MAURICIO.- Sostengo, arcaico sujeto, que con un poco más, muy poco más de tiempo y ciencia, los críos se harán en máquinas ad hoc, y nadie tendrá que cargar con ellos, bien sea que se ocupe el estado u oenegés de la tarea. Pero, objetarás, ante de que llegara ese feliz momento la humanidad se habría acabado. A lo cual yo y Bertrand Russell, que en paz descanse, replicamos: ¿y qué?, ¿qué nos puede importar? La tierra se ha pasado miles de millones de años sin seres humanos que la fastidiasen, y ha estado tan a gusto con sus virus, bacterias o diplodocus, o sin nada, así que dime, ¿qué falta hacía el hombre?, ¿no dicen los ecologistas que lo único que hacemos es fornicar el equilibrio natural? Además, antes o después se acabará la tierra, como han explicado los cosmólogos, de modo que, ¿importa mucho si es un poco antes o un poco después? En términos cosmológicos, eso no es nada. Las cosas hay que mirarlas sub specie aeternitatis, como hacemos los filósofos racionales.
FELICIO.- Voto a tal, que me horroriza lo que oigo. En otro tiempo la Inquisición te habría llevado directamente a la hoguera.
SALICIO.- Has de saber, absurdo Mauricio, que yo soy muy feliz con mis sufrimientos por Amartilis, y que no los cambiaría por todas tus satisfacciones en el paraíso de Onán.
MAURICIO.- ¡He ahí, Salicio, que has dado en el clavo sin quererlo! Sufres, pero te gusta, te muestras orgulloso de tus penas y nos las pasas por las narices, como diciendo: "Vosotros no conocéis este dulce tormento, esta deleitable servidumbre, no sabéis nada de la vida..." Esa es una de las razones por las que yo no soporto esas cosas: ¿a qué vienen?, ¿qué objeto tienen? Ni sabemos el por qué de ese impulso casi incontrolable por la supervivencia humana (menos incontrolable para quienes somos realmente racionales), ni tampoco por qué la supervivencia tiene que realizarse mediante esos actos sexuales, o por qué ellos van acompañados de placer. Y sin preocuparnos siquiera de aclarar esas cuestiones elementales para un ser racional, nos revolcamos en el fango de la irracionalidad. ¿Os parece lógico? ¿Os parece razonable? ¿O acaso vosotros sabéis el porqué de esas cosas y no me lo queréis contar?
muy buen hilo para colocarnos al Moa
“Nadie en su sano juicio ‘opta’ por la homosexualidad, como no opta por la cojera, o por la miopía o por una inteligencia escasa.
Admitamos que el problema no está completamente resuelto y debe seguir discutiéndose, pero, en todo caso, no me identifico como antiliberal por sostener que la homosexualidad y la sexualidad normal no son equiparables, y que el ‘matrimonio gay’ solo puede ser una parodia“
Pio Moa
La homsexualidad no es una opción sexual y por eso no se puede equiparar con la "sexualidad normal" ni por supuesto con la opción sexual de la pederastia.
Puto friki de los extremos, pasó de la extrema derecha a la extrema izquierda, de filoestalinista a filofranquista y a icono liberal manda eggs!!!.
Admitamos que el problema no está completamente resuelto y debe seguir discutiéndose, pero, en todo caso, no me identifico como antiliberal por sostener que la homosexualidad y la sexualidad normal no son equiparables, y que el ‘matrimonio gay’ solo puede ser una parodia“
Pio Moa
La homsexualidad no es una opción sexual y por eso no se puede equiparar con la "sexualidad normal" ni por supuesto con la opción sexual de la pederastia.
Puto friki de los extremos, pasó de la extrema derecha a la extrema izquierda, de filoestalinista a filofranquista y a icono liberal manda eggs!!!.
Breve historia de los mamporreros, ricos y siempre sobornables sindicatos españoles
Lamentable espectáculo de sumisión al gobierno que protagonizaron UGT y CC.OO. en la manifestación del 1º de mayo. Agreste y bochornoso comportamiento sindical, secundado por el partido socialista. Una y otra centrales sindicales han traicionado a aquellos que dicen representar, de igual manera que los socialistas de retroalimentación “histórica” han traicionado una vez más a España.
La larga crisis del sindicalismo de clase
Ya en el periodo de entreguerras mundiales se escribió no poco acerca de la crisis del sindicalismo de clase. Se hacía visible en los Estados Unidos su desviación hacia una suerte de grupos mafiosos de presión en connivencia con políticos, banqueros y grandes empresarios. También su creciente infiltración por las mafias siciliana, judía e irlandesa. De esta última obtendría no poco provecho el padre de los Kennedy, enriquecido con el contrabando de alcohol durante la prohibición. Las mafias sindicales influyeron no poco, conviene recordarlo, en el triunfo electoral de John F. Kennedy. Y pervive la sospecha de que, al sentirse defraudadas, fueron parte, al menos, de la conspiración que desembocó en su asesinato y más tarde en el de su hermano Robert, fiscal general del Estado.
El sindicalismo europeo siguió otro camino tras la segunda guerra mundial. Fiel a su origen marxista y a su condición de instrumento revolucionario de los partidos socialista y comunista, acentuó su dependencia de la estrategia expansiva soviética. Y hasta tal punto, también conviene recordarlo, que, siguiendo las consignas del PCF, no se rebelaron contra la ocupación alemana mientras subsistió el pacto suscrito entre el III Reich y la URSS, negociado y firmado por von Ribbentrop y Molotov.
Los países centroseptentrionales, siempre pragmáticos, adecuaron sus legislaciones en la materia para facilitar e incluso forzar acuerdos entre patronales y sindicatos sin que se llegara a la ruptura y a la huelga. Los convenios en Alemania, por ejemplo, están tan regulados que la racionalidad suele imponerse en las negociaciones. Y hasta el punto de que en tiempo de crisis económica como la actual no son infrecuentes pactos en virtud de los cuales los trabajadores aceptan recortes en los salarios y algunas otras restricciones a cambio de que sus empresas garanticen la estabilidad en el empleo, y los cuadros de dirección mermas en sus emolumentos. Y aunque parezca paradójico, la afiliación sindical, tampoco masiva, es la más alta en la Unión Europea. Ocurre asimismo en Alemania que los sindicatos con mayor asentamiento, he leído que seis, son sectoriales.
Situación distinta se produce en el sindicalismo de la Europa mediterránea. Perduran las tradicionales centrales sindicales de clase y ardorosamente reivindicativas, impregnadas todavía de ideologismo marxista, propicias a seguirle el juego político a los partidos de izquierda de cuyos vientres iluministas nacieron y de cuyas ubres se nutrieron. Y en la medida que en esos países los partidos nodriza han evolucionado, lo han hecho también, aunque en ocasiones para seguir en sus trece, armar jaleo y justificar ventajas.
El caso de Italia es muy particular, debido a la desaparición del partido socialista, el hundimiento de la democracia cristiana, la conversión del partido comunista en socialdemocracia, el desplazamiento hacia la democracia convencional de los misinos y el fenómeno triunfante del berlusconismo, de muy difícil comprensión para quienes no sean italianos.
Acaso los sindicalismos más agrestes y tópicos que todavía restan en Europa sean hoy el francés y el griego, aunque, como el nuestro, se muevan al compás electorero de la matriz socialista y opuestos a todo cambio que afecte a sus privilegios.
Del sindicalismo revolucionario al borreguil en España
Lo de España, como siempre, es un caso aparte. Siguen ancladas UGT y CC.OO. en efluvios nostálgicos de un lejano pasado, reactivado por Rodríguez. Y no en vano, pues se declaró “rojo” sin que nadie se lo pidiera y a eso propende en materia política y social, aunque en la económica favorezca con descaro los intereses del gran capitalismo, siguiendo los pasos de su admirado Obama, elegido por la plana mayor del Nuevo Orden Mundial para el cumplimiento de sus objetivos. Y más ahora, con España atrapada por una muy acusada recesión económica que su gobierno ha contribuido a agravar hasta el extremo. Y no por casualidad.
Unos mínimos datos sobre la historia del sindicalismo en España.
Durante el primer tercio del siglo pasado fue la autogestionaria CNT la más poderosa, combativa y radical organización sindical de España. UGT, brazo miliciano del partido socialista, le iba bastante a la zaga y desde un principio, y a diferencia de la CNT, le caracterizó la propensión a una estructura burocratizada y oportunista, muy vinculada, como el PSOE, a la masonería del Gran Oriente. Colaboró con la Dictadura de Primo de Rivera hasta que comenzó la conspiración para su derribo y el posterior de la monarquía. Entre los no pocos beneficios que obtuvo de aquella Dictadura fueron la mayoría de las Casas del Pueblo, un regalo inmobiliario que tras el transaccionismo democratizador reivindicó como propio y expoliado por el régimen de Franco, incluyendo en las presuntas reparaciones no poco de lo que incautaron en zona roja durante la guerra.
Fieles a su origen, acentuaron su dependencia de la URRSS, se convirtieron en instrumento del PCE, y con él y los “consejeros” soviéticos colaboraron en el descabezamiento y liquidación de la CNT y del POUM.
La raíz marxista del sindicalismo de clase no sólo se manifiesta en su incapacidad de adecuación a los profundos cambios que se han registrado en el mundo tras la segunda guerra mundial. Y en particular, los derivados del hundimiento de la Unión Soviética, el cual tampoco han asimilado. Me refiero al hecho de que el sindicalismo comunista y su primo hermano el socialista se convirtieron en una máquina disciplinada y fuertemente burocratizada al servicio del partido y de su poder totalitario. Incluso en policía social vinculada a la policía política.
Unos sindicatos manejados desde fuera y desde el poder interior
Ni socialistas ni ugetistas protagonizaron una oposición atendible durante el régimen de Franco, osea, ninguna. Comisiones Obreras comenzó a asomar la oreja a comienzos de los sesenta, parapetada tras otras agrupaciones sindicales, entre ellas las Hermandades Obreras de Acción Católica, el falangista Círculo Social Manuel Mateo o la protección que en Perkins le dispensaba su presidente del Consejo de Administración, a la sazón el ex ministro Joaquín Ruiz Jiménez, a cuyo amparo regresó a España el destacado agente comunista Marcelino Camacho, después sería su lider.
Más de uno ha conocido desde dentro las vicisitudes de los movimientos sindicales de toda índole, los apoyos financieros que determinadas organizaciones sindicales de izquierda recibían de la norteamericana AFL-CIO y de la CIA, amén del socialismo y los sindicatos europeos, en particular de IG-Metal, a las que Comisiones añadía las muy consistentes de la URSS. O como al producirse el transacionismo democratizador, y todavía moribunda la Organización Sindical, se buscaban desde ésta filiaciones para engrosar las filas de la casi inexistente UGT, cuya existencia como fuerza sindical precisaban los “democratizadores”(pura ironía) para respaldar al PSOE y proporcionar crédito obrero al “nuevo socialismo” nacido bajo el amparo del tardofranquismo, comprometido con el futuro monarca(todos ellos traidores a la inmensa mayoría de los españoles) y acorde con el deslizamiento del socialismo centroeuropeo hacia una aburguesada socialdemocracia. No obstante, ese neosocialismo se apresuró a enviar una comisión a la todavía Leningrado para firmar un convenio con el PCUS del que no tardaría mucho en desdecirse Felipe González. Por ejemplo, cambiar el “OTAN no” pactado con el PCUS al “OTAN sí” impuesto por el NOM. Una operación táctica aquélla destinada a atribuirse una aureola marxista de la que carecía para seducir a una parte del electorado.
Las centrales están atrapadas por quienes las compraron en el paso del transaccionismo partitocrático y quienes las siguen financiando con ilimitada generosidad. 30.000 millones de pesetas( ¿se acuerdan?) se repartieron las entonces existentes cuando todavía existía la Organización Sindical. UGT y Comisiones recibieron la parte del león. Y año tras año han engullido subvenciones millonarias con cargo a los Presupuestos Generales del Estado y de administraciones periféricas. Rodríguez, siempre agradecido por su colaboración, las ha recrecido no hace mucho con cientos y cientos de millones de euros. Pero la bolsa se las engordaron también apoyos financieros de origen oculto que pueden explicar sus sospechosas inhibiciones frente a determinados abusos empresariales. Es lógico que respondan a la voz del amo.
Los derechos laborales sustraídos a los trabajadores desde 1976 a 2006
Rodríguez había proclamado de manera incesante y en términos bravucones que se opondría al despido libre y mantendría a ultranza su política social frente a la supuesta política antisocial de la derecha. Y con esa consigna uniforme salieron a la calle el 1º de mayo Comisiones Obreras y UGT. ¿Pero quién puede negar la existencia real del despido libre cuando hemos superado ya la cota de los cuatro millones de parados? (aquí tenemos también un clarísimo ejemplo del papel de la prensa). Un alto porcentaje de los desempleados procede de los contratos temporales, con indemnizaciones irrisorias e incluso sin ellas. Pero desde ya, también incrementan las colas ante las oficinas del INEM y de Cáritas multitud de empleados y trabajadores con contratos fijos que se creían a cubierto.
El “Financial Times” publicó en fecha reciente un severo análisis sobre los virulentos efectos económicos y sociales que para España se han derivado de la ignominiosa gestión de Rodríguez y sus gobiernos. El autor manejaba incontestables datos coincidentes con los hechos públicos por el FMI, la Comisión Europea, la CEOE, el Banco de España y otros organismos, amén de un crecido número de economistas nacionales y extranjeros, varios de ellos socialistas. Pero “Financial Times” advertía que los trabajadores españoles gozaban de superior estabilidad en el empleo durante el régimen de Franco. Y no marraba.
El Pacto de la Moncloa abrió la puerta a una primera liberalización de la política de empleo del periodo franquista con el respaldo de UGT y Comisiones Obreras. Proceso pretendidamente reformista que ampliaron los Pactos de Toledo, de cuya iniciativa socialista se ha vanagloriado Rodríguez en más de una ocasión. También contaron con el beneplácito de las bien pagadas centrales sindicales. Un paso atrás en varios ámbitos sociales de los que acaso el más dañino fue el contrato temporal.
Lo que ahora reconoce “Financial Times” podemos extraer lo siguiente: Es triste, para quienes lucharon contra el sindicalismo de Franco, tener que reconocer que, en 1976, los derechos individuales de los trabajadores estaban definidos y asegurados aunque haya quienes se escandalicen con el recuerdo de la verdad.
- En 1976 había 600.000 parados y treinta años después, tres millones.
- En 1976 todos los contratos eran fijos, y treinta años después la mayoría eran temporales.
- En 1976 los derechos eran consolidados y treinta años después, en gran medida, de lo que se pactase en convenio colectivo, negociado siempre a partir de cero.
- En 1976 el plus de antigüedad, como reconocimiento de los años de servicio, estaba garantizado, legalmente, con una revisión automática de la retribución salarial, pero treinta años después ha ido desapareciendo o se mantiene, en precario, en cierto número de convenios colectivos.
- En 1976 se mantenía el derecho de participación en el beneficio, aplicado provisionalmente mediante una paga extraordinaria a expensas de su regulación definitiva. Treinta años después había desaparecido esa paga con carácter casi general o había cambiado de denominación.
- En 1976 aún estaba vigente el artículo 35 de la Ley de Relaciones Laborales por el que se impedía el despido arbitrario de un trabajador. Treinta años después, por causas objetivas o por necesidades técnicas, organizativas o de producción, se puede despedir, individual o colectivamente, a los trabajadores.
- En 1976, la Universidades Laborales promocionaban profesionalmente a miles de trabajadores jóvenes; las residencias de Educación y Descanso estaban abiertas a todos y no solo, casi en exclusiva, a los afiliados a Comisiones Obreras y UGT; muchas empresas tenían la obligación de construir viviendas para su personal y economatos para economizar los costos de la alimentación.
Desmantelamiento de España al servicio del nom
Es llamativo, cuando no esperpéntico, que Comisiones Obreras y otros sindicatos más o menos clandestinos, e incluso tolerados, lucharan en el tardo franquismo por mejorar aún más esas ventajosas condiciones, pero que, a partir de 1976, hicieran causa común( vendieran las ilusiones de los trabajadores que ellos creyeron) con los sectores políticos y empresariales que las consideran estructuralmente contrarias a una economía productiva moderna y de corte europeo. Resulta, sin embargo, que el índice de convergencia con Europa de entonces ha sufrido una intermitente regresión sin que las dos paniaguadas centrales sindicales se hayan revuelto contra sus negativos efectos social. Y cuando se estudian a fondo las tres huelgas generales que convocaron (dos en tiempos de Felipe González y una en los de Aznar), se descubre un sucio trasfondo político, relacionado con la estrategia dominadora del Nuevo Orden Mundial, el cual jugó un papel resolutivo en el magnicidio de 1973, en el armazón constitucional de la democracia parlamentaria, en la caída de Suárez, en el acceso al poder de Felipe González, en su aniquilación y en tantos otros acontecimientos. Y no cabe duda de que ningún personaje más apropiado para sus fines que quien durante varios lustros no había pasado de ser un tal Zapatero, enquistado en las redes burocráticas del partido.
Acertó Rajoy al acusar a Rodríguez de que su “medida social” relativa a la vivienda es un dardo mortal dirigido al corazón de la clase media. Pudo referirse también a otras. Los más de los cuatro millones de parados, y los que vendrán de manera inexorable, así como la brutal y sistemática destrucción de pequeñas y medianas empresa, amén de los cierres, quiebras, suspensiones de pago y ERE de otras de mayor tamaño, desembocan en unas proterva y masiva proletarización de la extensa clase media que se creó bajo el franquismo, fue la gran protagonista del famoso cambio pacífico de la dictadura a la democracia y sirvió, hasta ahora, de colchón estabilizador político y social, pese a los desmanes del totalitarismo partitocrático, llevado al extremo por Rodríguez, sus gobiernos, su ruinosa red clientelista y las dos centrales sindicales en el papel de mamporreros.
No solo se trata de desmontar por resentimiento sectario todo lo positivo que pudo legar el régimen de Franco. Hay mucho más y perverso en todo el proceso de sistemática descomposición a que asistimos. Se persigue destruir el Estado-Nación, pervertir las instituciones básicas, convertir la sociedad en un generalizado prostíbulo, fomentar la inseguridad y el miedo en todos los ámbitos, inhabilitar los más elementales supuestos de la defensa nacional, aniquilar el legítimo orgullo de ser españoles, incitar los enfrentamientos y, en definitiva, convertir a España en un conjunto de desleídas y contrapuestas granjas orwellianas, manejadas a su antojo por el Nuevo Orden Mundial. Pero eso sí, el ejercito con el Rey y no con los españoles.
Detrás de lo sucedido en España desde el tardofranquismo hasta hoy, en un permanente crescendo desmantelador, llevado por Rodríguez hasta el paroxismo, estuvieron y siguen estando los brazos operativos del gobierno mundial en ciernes.
Los hechos son los que importan, y no la farfolla retórica del debate del estado de una nación agónica y ya casi inexistente. España es la víctima.
Ismael Medina
Éramos pocos y parió la Falange. Anticapitalistas, anticomunistas y profascistas.
Lamentable espectáculo de sumisión al gobierno que protagonizaron UGT y CC.OO. en la manifestación del 1º de mayo. Agreste y bochornoso comportamiento sindical, secundado por el partido socialista. Una y otra centrales sindicales han traicionado a aquellos que dicen representar, de igual manera que los socialistas de retroalimentación “histórica” han traicionado una vez más a España.
La larga crisis del sindicalismo de clase
Ya en el periodo de entreguerras mundiales se escribió no poco acerca de la crisis del sindicalismo de clase. Se hacía visible en los Estados Unidos su desviación hacia una suerte de grupos mafiosos de presión en connivencia con políticos, banqueros y grandes empresarios. También su creciente infiltración por las mafias siciliana, judía e irlandesa. De esta última obtendría no poco provecho el padre de los Kennedy, enriquecido con el contrabando de alcohol durante la prohibición. Las mafias sindicales influyeron no poco, conviene recordarlo, en el triunfo electoral de John F. Kennedy. Y pervive la sospecha de que, al sentirse defraudadas, fueron parte, al menos, de la conspiración que desembocó en su asesinato y más tarde en el de su hermano Robert, fiscal general del Estado.
El sindicalismo europeo siguió otro camino tras la segunda guerra mundial. Fiel a su origen marxista y a su condición de instrumento revolucionario de los partidos socialista y comunista, acentuó su dependencia de la estrategia expansiva soviética. Y hasta tal punto, también conviene recordarlo, que, siguiendo las consignas del PCF, no se rebelaron contra la ocupación alemana mientras subsistió el pacto suscrito entre el III Reich y la URSS, negociado y firmado por von Ribbentrop y Molotov.
Los países centroseptentrionales, siempre pragmáticos, adecuaron sus legislaciones en la materia para facilitar e incluso forzar acuerdos entre patronales y sindicatos sin que se llegara a la ruptura y a la huelga. Los convenios en Alemania, por ejemplo, están tan regulados que la racionalidad suele imponerse en las negociaciones. Y hasta el punto de que en tiempo de crisis económica como la actual no son infrecuentes pactos en virtud de los cuales los trabajadores aceptan recortes en los salarios y algunas otras restricciones a cambio de que sus empresas garanticen la estabilidad en el empleo, y los cuadros de dirección mermas en sus emolumentos. Y aunque parezca paradójico, la afiliación sindical, tampoco masiva, es la más alta en la Unión Europea. Ocurre asimismo en Alemania que los sindicatos con mayor asentamiento, he leído que seis, son sectoriales.
Situación distinta se produce en el sindicalismo de la Europa mediterránea. Perduran las tradicionales centrales sindicales de clase y ardorosamente reivindicativas, impregnadas todavía de ideologismo marxista, propicias a seguirle el juego político a los partidos de izquierda de cuyos vientres iluministas nacieron y de cuyas ubres se nutrieron. Y en la medida que en esos países los partidos nodriza han evolucionado, lo han hecho también, aunque en ocasiones para seguir en sus trece, armar jaleo y justificar ventajas.
El caso de Italia es muy particular, debido a la desaparición del partido socialista, el hundimiento de la democracia cristiana, la conversión del partido comunista en socialdemocracia, el desplazamiento hacia la democracia convencional de los misinos y el fenómeno triunfante del berlusconismo, de muy difícil comprensión para quienes no sean italianos.
Acaso los sindicalismos más agrestes y tópicos que todavía restan en Europa sean hoy el francés y el griego, aunque, como el nuestro, se muevan al compás electorero de la matriz socialista y opuestos a todo cambio que afecte a sus privilegios.
Del sindicalismo revolucionario al borreguil en España
Lo de España, como siempre, es un caso aparte. Siguen ancladas UGT y CC.OO. en efluvios nostálgicos de un lejano pasado, reactivado por Rodríguez. Y no en vano, pues se declaró “rojo” sin que nadie se lo pidiera y a eso propende en materia política y social, aunque en la económica favorezca con descaro los intereses del gran capitalismo, siguiendo los pasos de su admirado Obama, elegido por la plana mayor del Nuevo Orden Mundial para el cumplimiento de sus objetivos. Y más ahora, con España atrapada por una muy acusada recesión económica que su gobierno ha contribuido a agravar hasta el extremo. Y no por casualidad.
Unos mínimos datos sobre la historia del sindicalismo en España.
Durante el primer tercio del siglo pasado fue la autogestionaria CNT la más poderosa, combativa y radical organización sindical de España. UGT, brazo miliciano del partido socialista, le iba bastante a la zaga y desde un principio, y a diferencia de la CNT, le caracterizó la propensión a una estructura burocratizada y oportunista, muy vinculada, como el PSOE, a la masonería del Gran Oriente. Colaboró con la Dictadura de Primo de Rivera hasta que comenzó la conspiración para su derribo y el posterior de la monarquía. Entre los no pocos beneficios que obtuvo de aquella Dictadura fueron la mayoría de las Casas del Pueblo, un regalo inmobiliario que tras el transaccionismo democratizador reivindicó como propio y expoliado por el régimen de Franco, incluyendo en las presuntas reparaciones no poco de lo que incautaron en zona roja durante la guerra.
Fieles a su origen, acentuaron su dependencia de la URRSS, se convirtieron en instrumento del PCE, y con él y los “consejeros” soviéticos colaboraron en el descabezamiento y liquidación de la CNT y del POUM.
La raíz marxista del sindicalismo de clase no sólo se manifiesta en su incapacidad de adecuación a los profundos cambios que se han registrado en el mundo tras la segunda guerra mundial. Y en particular, los derivados del hundimiento de la Unión Soviética, el cual tampoco han asimilado. Me refiero al hecho de que el sindicalismo comunista y su primo hermano el socialista se convirtieron en una máquina disciplinada y fuertemente burocratizada al servicio del partido y de su poder totalitario. Incluso en policía social vinculada a la policía política.
Unos sindicatos manejados desde fuera y desde el poder interior
Ni socialistas ni ugetistas protagonizaron una oposición atendible durante el régimen de Franco, osea, ninguna. Comisiones Obreras comenzó a asomar la oreja a comienzos de los sesenta, parapetada tras otras agrupaciones sindicales, entre ellas las Hermandades Obreras de Acción Católica, el falangista Círculo Social Manuel Mateo o la protección que en Perkins le dispensaba su presidente del Consejo de Administración, a la sazón el ex ministro Joaquín Ruiz Jiménez, a cuyo amparo regresó a España el destacado agente comunista Marcelino Camacho, después sería su lider.
Más de uno ha conocido desde dentro las vicisitudes de los movimientos sindicales de toda índole, los apoyos financieros que determinadas organizaciones sindicales de izquierda recibían de la norteamericana AFL-CIO y de la CIA, amén del socialismo y los sindicatos europeos, en particular de IG-Metal, a las que Comisiones añadía las muy consistentes de la URSS. O como al producirse el transacionismo democratizador, y todavía moribunda la Organización Sindical, se buscaban desde ésta filiaciones para engrosar las filas de la casi inexistente UGT, cuya existencia como fuerza sindical precisaban los “democratizadores”(pura ironía) para respaldar al PSOE y proporcionar crédito obrero al “nuevo socialismo” nacido bajo el amparo del tardofranquismo, comprometido con el futuro monarca(todos ellos traidores a la inmensa mayoría de los españoles) y acorde con el deslizamiento del socialismo centroeuropeo hacia una aburguesada socialdemocracia. No obstante, ese neosocialismo se apresuró a enviar una comisión a la todavía Leningrado para firmar un convenio con el PCUS del que no tardaría mucho en desdecirse Felipe González. Por ejemplo, cambiar el “OTAN no” pactado con el PCUS al “OTAN sí” impuesto por el NOM. Una operación táctica aquélla destinada a atribuirse una aureola marxista de la que carecía para seducir a una parte del electorado.
Las centrales están atrapadas por quienes las compraron en el paso del transaccionismo partitocrático y quienes las siguen financiando con ilimitada generosidad. 30.000 millones de pesetas( ¿se acuerdan?) se repartieron las entonces existentes cuando todavía existía la Organización Sindical. UGT y Comisiones recibieron la parte del león. Y año tras año han engullido subvenciones millonarias con cargo a los Presupuestos Generales del Estado y de administraciones periféricas. Rodríguez, siempre agradecido por su colaboración, las ha recrecido no hace mucho con cientos y cientos de millones de euros. Pero la bolsa se las engordaron también apoyos financieros de origen oculto que pueden explicar sus sospechosas inhibiciones frente a determinados abusos empresariales. Es lógico que respondan a la voz del amo.
Los derechos laborales sustraídos a los trabajadores desde 1976 a 2006
Rodríguez había proclamado de manera incesante y en términos bravucones que se opondría al despido libre y mantendría a ultranza su política social frente a la supuesta política antisocial de la derecha. Y con esa consigna uniforme salieron a la calle el 1º de mayo Comisiones Obreras y UGT. ¿Pero quién puede negar la existencia real del despido libre cuando hemos superado ya la cota de los cuatro millones de parados? (aquí tenemos también un clarísimo ejemplo del papel de la prensa). Un alto porcentaje de los desempleados procede de los contratos temporales, con indemnizaciones irrisorias e incluso sin ellas. Pero desde ya, también incrementan las colas ante las oficinas del INEM y de Cáritas multitud de empleados y trabajadores con contratos fijos que se creían a cubierto.
El “Financial Times” publicó en fecha reciente un severo análisis sobre los virulentos efectos económicos y sociales que para España se han derivado de la ignominiosa gestión de Rodríguez y sus gobiernos. El autor manejaba incontestables datos coincidentes con los hechos públicos por el FMI, la Comisión Europea, la CEOE, el Banco de España y otros organismos, amén de un crecido número de economistas nacionales y extranjeros, varios de ellos socialistas. Pero “Financial Times” advertía que los trabajadores españoles gozaban de superior estabilidad en el empleo durante el régimen de Franco. Y no marraba.
El Pacto de la Moncloa abrió la puerta a una primera liberalización de la política de empleo del periodo franquista con el respaldo de UGT y Comisiones Obreras. Proceso pretendidamente reformista que ampliaron los Pactos de Toledo, de cuya iniciativa socialista se ha vanagloriado Rodríguez en más de una ocasión. También contaron con el beneplácito de las bien pagadas centrales sindicales. Un paso atrás en varios ámbitos sociales de los que acaso el más dañino fue el contrato temporal.
Lo que ahora reconoce “Financial Times” podemos extraer lo siguiente: Es triste, para quienes lucharon contra el sindicalismo de Franco, tener que reconocer que, en 1976, los derechos individuales de los trabajadores estaban definidos y asegurados aunque haya quienes se escandalicen con el recuerdo de la verdad.
- En 1976 había 600.000 parados y treinta años después, tres millones.
- En 1976 todos los contratos eran fijos, y treinta años después la mayoría eran temporales.
- En 1976 los derechos eran consolidados y treinta años después, en gran medida, de lo que se pactase en convenio colectivo, negociado siempre a partir de cero.
- En 1976 el plus de antigüedad, como reconocimiento de los años de servicio, estaba garantizado, legalmente, con una revisión automática de la retribución salarial, pero treinta años después ha ido desapareciendo o se mantiene, en precario, en cierto número de convenios colectivos.
- En 1976 se mantenía el derecho de participación en el beneficio, aplicado provisionalmente mediante una paga extraordinaria a expensas de su regulación definitiva. Treinta años después había desaparecido esa paga con carácter casi general o había cambiado de denominación.
- En 1976 aún estaba vigente el artículo 35 de la Ley de Relaciones Laborales por el que se impedía el despido arbitrario de un trabajador. Treinta años después, por causas objetivas o por necesidades técnicas, organizativas o de producción, se puede despedir, individual o colectivamente, a los trabajadores.
- En 1976, la Universidades Laborales promocionaban profesionalmente a miles de trabajadores jóvenes; las residencias de Educación y Descanso estaban abiertas a todos y no solo, casi en exclusiva, a los afiliados a Comisiones Obreras y UGT; muchas empresas tenían la obligación de construir viviendas para su personal y economatos para economizar los costos de la alimentación.
Desmantelamiento de España al servicio del nom
Es llamativo, cuando no esperpéntico, que Comisiones Obreras y otros sindicatos más o menos clandestinos, e incluso tolerados, lucharan en el tardo franquismo por mejorar aún más esas ventajosas condiciones, pero que, a partir de 1976, hicieran causa común( vendieran las ilusiones de los trabajadores que ellos creyeron) con los sectores políticos y empresariales que las consideran estructuralmente contrarias a una economía productiva moderna y de corte europeo. Resulta, sin embargo, que el índice de convergencia con Europa de entonces ha sufrido una intermitente regresión sin que las dos paniaguadas centrales sindicales se hayan revuelto contra sus negativos efectos social. Y cuando se estudian a fondo las tres huelgas generales que convocaron (dos en tiempos de Felipe González y una en los de Aznar), se descubre un sucio trasfondo político, relacionado con la estrategia dominadora del Nuevo Orden Mundial, el cual jugó un papel resolutivo en el magnicidio de 1973, en el armazón constitucional de la democracia parlamentaria, en la caída de Suárez, en el acceso al poder de Felipe González, en su aniquilación y en tantos otros acontecimientos. Y no cabe duda de que ningún personaje más apropiado para sus fines que quien durante varios lustros no había pasado de ser un tal Zapatero, enquistado en las redes burocráticas del partido.
Acertó Rajoy al acusar a Rodríguez de que su “medida social” relativa a la vivienda es un dardo mortal dirigido al corazón de la clase media. Pudo referirse también a otras. Los más de los cuatro millones de parados, y los que vendrán de manera inexorable, así como la brutal y sistemática destrucción de pequeñas y medianas empresa, amén de los cierres, quiebras, suspensiones de pago y ERE de otras de mayor tamaño, desembocan en unas proterva y masiva proletarización de la extensa clase media que se creó bajo el franquismo, fue la gran protagonista del famoso cambio pacífico de la dictadura a la democracia y sirvió, hasta ahora, de colchón estabilizador político y social, pese a los desmanes del totalitarismo partitocrático, llevado al extremo por Rodríguez, sus gobiernos, su ruinosa red clientelista y las dos centrales sindicales en el papel de mamporreros.
No solo se trata de desmontar por resentimiento sectario todo lo positivo que pudo legar el régimen de Franco. Hay mucho más y perverso en todo el proceso de sistemática descomposición a que asistimos. Se persigue destruir el Estado-Nación, pervertir las instituciones básicas, convertir la sociedad en un generalizado prostíbulo, fomentar la inseguridad y el miedo en todos los ámbitos, inhabilitar los más elementales supuestos de la defensa nacional, aniquilar el legítimo orgullo de ser españoles, incitar los enfrentamientos y, en definitiva, convertir a España en un conjunto de desleídas y contrapuestas granjas orwellianas, manejadas a su antojo por el Nuevo Orden Mundial. Pero eso sí, el ejercito con el Rey y no con los españoles.
Detrás de lo sucedido en España desde el tardofranquismo hasta hoy, en un permanente crescendo desmantelador, llevado por Rodríguez hasta el paroxismo, estuvieron y siguen estando los brazos operativos del gobierno mundial en ciernes.
Los hechos son los que importan, y no la farfolla retórica del debate del estado de una nación agónica y ya casi inexistente. España es la víctima.
Ismael Medina
Éramos pocos y parió la Falange. Anticapitalistas, anticomunistas y profascistas.
a ver si así dejan de meterse a cura indeseables
Un informe revela miles de abusos en los asilos de la Iglesia católica en Irlanda
La Iglesia Católica de Irlanda se enfrenta a unas duras acusaciones tras una investigación según la cual miles de niños sufrieron abusos por parte de sacerdotes y monjas en sus instituciones. De momento, el cardenal de Irlanda ha reconocido que está "avergonzado".
Nuestro "querido filofranquista Moa" olvida que lo que considera "opción sexual" sólo lo es para la parte que tiene el poder... :pukeright:
La Iglesia Católica de Irlanda se enfrenta a unas duras acusaciones tras una investigación según la cual miles de niños sufrieron abusos por parte de sacerdotes y monjas en sus instituciones. De momento, el cardenal de Irlanda ha reconocido que está "avergonzado".
Nuestro "querido filofranquista Moa" olvida que lo que considera "opción sexual" sólo lo es para la parte que tiene el poder... :pukeright:
Franco, vicioso
15 de Agosto de 2009 - 08:56:49 - Pío Moa
Franco, vicioso
En Franco para antifranquistas:
Dice de Franco la señora historiadora Andrée Bachoud: "No tiene amantes ni parece habers sentido jamás el deseo de tenerlas; carece de vicios y de pasiones, y su cultura es escasa; ni siquiera le atraen los pequeños placeres; no bebe, no fuma, no parece apreciar la buena mesa ni el placer de la conversación, excepto tal vez en su primera juventud cuando asiste a las tertulias. Tampoco destaca por sus cualidades”
Doña Andrée, por su forma de expresarse, poniendo en un mismo plano las amantes, la cultura, etc., parece participar de eso que llaman “inversión de valores”. Por eso se equivoca en su diagnóstico: la fidelidad conyugal pasa a convertirse en vicio, y los vicios en general en virtudes. Desde ese punto de vista, Franco era notablemente vicioso. En cuanto a su cultura, parece que le bastó para sus objetivos, mientras que otros aparentemente más cultos no pasaban de ser unos asamantecas; y nunca en España habían aumentado tanto las escuelas, centros de segunda enseñanza, población universitaria, ni en el acceso de la mujer a ella, a todos los niveles. Otra gente que conoció a Franco mucho más directamente que la señora Bachoud da una impresión distinta de sus cualidades, ya veremos algunos casos.
Dos canciones para quienes van abandonando la primera juventud:
Por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con Pio. Franco era un viciosillo impenitente es la única explicación que le encuentro a dormir con Carmen a un lado y el brazo incorrupto de Santa Teresa al otro . Menuda filia por las carnes secas!!!
Anecdotario: En un viaje que su hija Carmencita hizo a Nueva York para asistir a un congreso católico, se lo llevo consigo para alegría y éxtasis místico de las beatonas que la acompañaban. El problema vino cuando en la aduana tuvieron que rellenar un formulario especificando que era aquel extraño objeto. Nadie acertaba a clasificarlo, hasta que algún avispado funcionario resolvió el asunto inscribiéndolo en el apartado de “Conservas y Salazones"
¿Cómo resistió Paco todos esos días sin su brazo en conserva???
Anecdotario: En un viaje que su hija Carmencita hizo a Nueva York para asistir a un congreso católico, se lo llevo consigo para alegría y éxtasis místico de las beatonas que la acompañaban. El problema vino cuando en la aduana tuvieron que rellenar un formulario especificando que era aquel extraño objeto. Nadie acertaba a clasificarlo, hasta que algún avispado funcionario resolvió el asunto inscribiéndolo en el apartado de “Conservas y Salazones"
¿Cómo resistió Paco todos esos días sin su brazo en conserva???
F de Franco - Joan Valls
F de Franco
Joan Valls
"Nadie nos puso una pistola en nuestras cabezotas para que compráramos pisos ratoneras a precios de Manhattan o nos comportáramos como nuevos ricos horteras. Pero no intentes cambiar el rumbo de la conversación. F de Franco, te digo."
Ella: Que no, que esto es franquismo. Si aquí no ha cambiado casi nada, por el amor de Dios. Aquí lo que prima es el miedo. Todos aterrorizados y, ahora, con el desempleo masivo, más.
La madre: Mira, no te lo tomes a mal, pero eres una facha. Decir eso a estas alturas te retrata como lo que eres, y no te vayas a enfadar, pero es así.
Ella: Bueno, mejor dicho, esto es franquismo con discurso antifranquista, pero los hechos son los mismos. Pero si no son más que oligarquías adaptadas a las exigencias del rollo de la Transición. Tampoco es que disimulen, porque tienen a sus hijos convenientemente situados por todo el espectro político y mediático, unos negándolo con torpeza y otros incluso mintiendo descaradamente sobre el pasado franquistas de sus padres. El sindicalismo vertical, el entierro en cal viva de Montesquieu, la impunidad, la cosa de la ETA, la política exterior y, sobre todo, el chollo para Cataluña y el País Vasco; franquismo descarado, lo de siempre, vamos. Esto es como la guerra de Afganistán, que no es guerra oficialmente. Repite conmigo: fran-quis-mo.
La madre: ¿Pero no ves que vivimos en un país libre desde hace tres décadas? Yo puedo expresarme libremente sin que nadie me amenace. Además, te desmonto el argumento con facilidad: si esto es franquismo con otras siglas, ¿cómo me explicas que se hayan cargado a la clase media? Tú siempre dices, de forma machacona, que Franco creó la clase media española.
Ella: Pero es que la clase media se ha suicidado ella solita. Nadie nos puso una pistola en nuestras cabezotas para que compráramos pisos ratoneras a precios de Manhattan o nos comportáramos como nuevos ricos horteras. Pero no intentes cambiar el rumbo de la conversación. F de Franco, te digo.
La madre: En fin, siempre es lo mismo. Bueno, vamos a hablar de otras cosas
Ella: Sí, claro. Por cierto, ¿has sabido algo de tu amiga Fernanda*?
La madre: (Silencio)
Ella: ¿Mamá? ¿Estás ahí?
La madre: ...sí.
Ella: Te preguntaba por Fernanda. Bueno, por su marido*. ¿Le siguen yendo bien los chanchullos de las recalificaciones*? Con esto de la crisis me imagino que habrá bajado la cosa...
La madre: ¡Te he dicho mil veces que no hables de estas cosas por teléfono!
Ella: Pero cómo te pones. No sé de qué tienes miedo, si vivimos en una democracia* y tal.
La madre: ¡Cómo te tengo que decir que no hables de estas cosas, que la policía escucha sin que quede rastro! ¿O es que no lees los periódicos? ¿Quieres que echen a tu primo del Partido*? ¡Nos vas a buscar la ruina, bocazas!
Ella: ¿Pero no necesitan una autorización del juez para estas cosas? Tenéis el miedo a la autoridad interiorizado hasta los huesos. F de Franquismo...
La madre: Ya seguiremos hablando otro día.
(*) Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia franquista. Todos los personajes que aquí aparecen son ficticios.
F de Franco
ANTONIO RAMIREZ EL FACHA, LA VISITA porno
Graban una película ‘porno’ en El Valle de los Caídos
Los amigos del dinero fácil no paran. Ahora, el protagonismo le ha tocado al Valle de los Caídos, y no por sus concentraciones del 20N o por el cierre que está a punto de ordenar Zapatero, sino por haber servido como escenario para el rodaje de una película porno. Eso sí, 100% española. El título ANTONIO RAMIREZ EL FACHA, “LA VISITA”, contiene escenas rodadas en la basílica, cuestión ésta que no habrá sentado nada bien a los católicos. Como siempre, a esta productora no se le ocurrió rodar alguna escena de la película en la mezquita de la M30 madrileña… no fuera que a alguno de los mahometanos que pululan por allí se le ocurriera rebanar el cuello de los protagonistas al más puro estilo irakí.
Los distribuidores de la ‘peli’ afirman que “En pocas ocasiones y además en cine porno amateur, se había reunido un elenco de actores y actrices tan extenso y variado como en “La Visita”. Durante los días de rodaje las situaciones divertidas y el buen humor reinante entre los actores y cuerpo técnico fue la nota habitual… y lo mejor, las repeticiones interminables de escenas y tomas muy picantes en plena vía pública. La película se rodó en 3 días, en localizaciones de Barcelona, Alella y Valle de los Caídos. Se cuidó como nunca la ambientación y la estética sesentera, si os fijáis podréis ver numerosos objetos de época, como posters, objetos decorativos y la gran estrella un SEAT 600 auténtico, con el cual se vivieron situaciones de lo más divertidas en Madrid, incluida la parada de una autentica pareja de la guardia civil de servicio… 78 minutos de auténticas aventuras sexuales “cañís
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