Seminario de Piquiponología
BOFCI
(Boletín Oficial de la Facultad de Ciencias Inútiles)
BOFCI
(Boletín Oficial de la Facultad de Ciencias Inútiles)
[imageleft][/imageleft]Historia, estudio y clasificación de las piquiponianas. Llámanse piquiponianas a las frases de sentido cambiando, oblicuo, falsamente trascendente o simplemente disparatadas, originadas en el falso recuerdo de la palabra correcta para la ocasión y sus sustitución por otra formalmente parecida pero contrastante. En un sentido más general, también las incorrectas traducciones de una a otra lengua, aplicación de lugares comunes en momentos inoportunos, etc. Todas estas características las reunía el político Joan Pich i Pon, en quien se origina el nombre.
¿QUIÉN ERA JOAN PICH I PON?
Joan Pich i Pon (1878-1937) fue un político catalán ciertamente notorio en el primer tercio de este siglo. Personaje de humildes orígenes y nula cultura, ascendió sin embargo socialmente gracias a la fortuna que amasó como propietario de una empresa de electricidad. Consolidada su fortuna, se interesó por la política, y llegó a fundar, en defensa de sus intereses, el periódico bacelonés El Día Gráfico, incorporando acto seguido a su grupo otros dos ya existentes, La Noche y La Gaceta Deportiva.
Su trayectoria política fue una demostración de instinto supervivencial con sus continuos cambios de bando a tenor de donde soplaba el viento. Inevitablemente, estos vaivenes le hicieron sospechoso a los que fueron siendo sus compañeros de viaje, aunque su indudable influencia era buscada por todos. Varias veces concejal del Ayuntamiento de Barcelona y diputado provincial (1907), bajo el régimen de Primo de Rivera pasó al grupo conservador, y llegó a comisario regio en la Exposición Internacional de 1929, empresa de la que fue embrión, pues empezó como el proyecto de una simple exposición de la industria eléctrica hasta ser retomada a nuevas metas por Francesc Cambó.
Se hizo miembro del Partido Radical y seguidor de Alejandro Lerroux, aunque su lealtad fue siempre dudosa para éste, pues no vacilaba en adherirse de vez en cuando a escisiones del partido, al que volvía cuando fracasaban. A medida que se afianzaba su influencia política (en lo que paradójicamente sin duda tuvo que ver la popularidad que se ganó con sus piquiponianas), en 1934 fue designado subsecretario de la Marina Civil, y después, tras el terremoto político de octubre del mismo año, accedió por decreto del gobierno madrileño a la alcaldía de Barcelona, e incluso, en 1935, llegó a presidente de la Generalitat, cargo que simultaneó unos días nada menos que con el de alcalde y gobernador de Barcelona.
Fue presidente de la Cámara de la Propiedad Urbana, y en calidad de tal editó un libro ¡con su nombre como autor!, sobre los cambios y la reforma monetaria, lo que no engañó a nadie. Al parecer el "negro" correspondiente era el novelista Clovis Eimerich,.
Su implicación en el asunto del estraperlo motivó su dimisión y caída política en 1935. En 1936 se exilió nada más empezar la guerra civil, falleciendo poco después en París.
APARICIÓN DE LAS PIQUIPONIANAS
Seguir leyendo...