El Terror Rojo en España

Un lugar con buen talante y pluralidad democrática donde se debate lo más relevante de la política y la actualidad nacional e internacional.

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El Terror Rojo en España

Mensajepor Invitado » Mié 18 Ene, 2017 8:03 pm

¡No podemos continuar bajo un poder totalitario!


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Imaginen que en el seno de la policía (que son unas fuerzas armadas), se formara una asociación o sindicato especial con el nombe de Cristianopol, dedicado a luchar contra el odio al cristianismo y a la Iglesia y contra las agresiones que sufren, etc. ¿Sería permitido? ¿Tendría algún sentido, excepto como manifestación de descomposición de la policía y del estado de derecho? Pues bien, se ha montado una pandilla de policías y guardias civiles que se firman como LGTBIpol dedicada, dicen a combatir “el odio” y a asegurar que la gente “viva en paz con sus sentimientos”, con consignas como “stop” homofobia, y similares. Es decir, la policía al servicio de un determinado colectivo y contra la libertad de expresión y de conciencia de la gente. Solo puede interpretarse como un avance más en la destrucción de la democracia y del estado de derecho, como lo es la impunidad del quebrantamiento de la ley por los separatistas –por tanto también por el gobierno—la ley de memoria histórica, la recompensa a los asesinatos de la ETA, etc.

En un país donde la ley y la Constitución significaran algo, la dicha asociación policial sería inmediatamente prohibida y encausados o despedidos del cuerpo sus promotores. Por el contrario, veo en tuíter que policía nacional y guardia civil, es decir, los jefecillos que representan publicitariamente a dichos cuerpos, felicitan efusivamente a la pandilla mencionada. Y el gobierno del PP, por supuesto, estará de acuerdo., si es que no viene de él la idea, como las medidas represivas y totalitarias de Cifuentes. Insensiblemente estamos volviendo a los privilegios (leyes privadas) por los cuales determinados colectivos tienen derechos especiales y para imponerlos pueden utilizar a su favor a la policía, teóricamente al servicio de todos y pagada por todos. Y el colmo del totalitarismo es que pretenden hacer delito el sentimiento del odio o la expresión del mismo. Como expuse en otro artículo, pocos colectivos más cargados de odio, contra la familia, la Iglesia, el cristianismo en general, que ese colectivo LGTBI, que usurpa fraudulentamente la representación de los homosexuales, entre otras cosas. Discrepar de él significa sufrir un alud de insultos, descalificaciones, obscenidades (una obscenidad extrema es uno de sus rasgos), amenazas y deseos de muerte, etc. ¿Cómo es posible? ¿Hacia dónde dirigen la sociedad la mezcla de perturbados totalitarios y pervertidos que se han encaramado al poder? He dicho muchas veces que no tengo inconveniente en que esa gente exponga sus llamémosles ideas, siempre que no intenten imponérnoslas a los demás –empezando por los niños--, costeándolas además con dinero público --como, por cierto, hace ahora la ETA en sus terminales políticas-- e impidiéndonos expresarnos a quienes no compartimos sus evidentes sandeces.

Señoras y señores: esto no puede continuar. La sociedad no puede disolverse en una cloaca, y eso depende de ustedes. Ha de haber una reacción. Y enérgica.

Blog II: El liberalismo como ideología (III) El problema de la religión: http://www.piomoa.es

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Re: El Terror Rojo en España

Mensajepor Assia » Mié 18 Ene, 2017 8:54 pm

Pues ya sabes lo que tienes que hacer: en vez de piar,piar, pio,pio, coge 1 martillo y acaba con todos los ''rojos en Espana,.'' No era ese tu metodo Pio,Pio,? No partiste la cabeza a 1 policia con 1 martillo,Pio,Pio,?
RECTIFICACIO: Aunque no he tenido tiempo de buscar en WIKI, en mi mensaje de ayer, cometi 1 error (pagina anterior) Los Nazi invadieron Francia y el gobierno pro-nazi se llamo o se formo en Vichy con la bendicion del viejo Petain que como dije despues de la II Guerra Mundial, fue juzgado, condenado y sentenciado a muerte. Por ser muy anciano,a Petain, no lo ejecutaron. Cuando tenga tiempo buscare mas esa historia.
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Re: El Terror Rojo en España

Mensajepor Assia » Jue 19 Ene, 2017 8:01 am

He ojeado en WIKI y Vichy fue el regimen que se llamo implantado por el Mariscal Petain y el Primer Ministro frances Laval. Ambos colaboradores con la invasion nazi en Francia. Como dije en 1 de mis mensajes anteriores, tanto Petain como el Primer Ministro frances fueron juzgados, condenados y sentenciados a muerte. El Primer Ministro frances, Laval, despues de 1 intento de suicidio, fue ejecutado. Pero como dije, Petain fue perdonado por su avanzada edad.
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El Terror Rojo en España

Mensajepor Invitado » Mié 15 Feb, 2017 4:09 pm

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Denuncia de Abogados Cristianos
Indignación en La Coruña por el cartel podemita del Entroido 2017

La asociación Abogados Cristianos ha emplazado al Ayuntamiento de La Coruña a retirar el cartel del #Entroido2017 (los carnavales coruñeses) por su “mal gusto” y por constituir “un insulto deliberado” que ofende a los católicos. “Los católicos estamos pagando impuestos para que se nos insulte”, denuncia la presidenta de la asociación, Polonia Castellanos, en declaraciones a Adiante Galicia. Castellanos, que ha adelantado acciones judiciales, tiene la “esperanza” de que el gobierno del podemita Xulio Ferreiro (En Marea) ordene la retirada del polémico cartel, que supone una mofa del Papa.

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“Habrá que responder ante todo esto” señala Castellanos, que entiende que el ayuntamiento “tendrá que tener alguna responsabilidad” ante este ofensivo acto. Un cartel que recurre “al insulto, la injuria y el escarnio” en lo que enmarca como “una escalada de violencia ya sea verbal o física contra los católicos” a lo largo de todo el estado español.

Debe haber reacción

“Los católicos cuando se nos ofende, se nos blasfema y se insulta a nuestras creencias tenemos que reaccionar por medio pacíficos y legales, pero no nos podemos quedar parados durante más tiempo”.

Para la asociación de Abogados Católicos “es un riesgo que se permitan estas actitudes intolerantes, en este caso contra los católicos pero cuando entramos en un clima de intolerancia después será contra la mujeres o…”.

Desde el Partido Popular se ha denunciado también la última ocurrencia de los podemitas, obra de Alberto Rodríguez Guitián, uno de los firmantes del manifiesto de apoyo a la Marea Atlántica. "El carnaval no justifica todo, a mí como católico me molesta tremendamente este cartel pagado por una administración pública con el dinero público” afirma el diputado Miguel Lorenzo (Partido Popular).

La viceportavoz del Partido Popular en O Hórreo, Paula Prado, ha pedido la retirada del cartel que supone “una falta de respeto a muchos ciudadanos con una burla clara hacia el Papa” además de una muestra de “nula imaginación” por parte del ejecutivo que preside Xulio Ferreiro. ¿Se atreverían a hacer una burla con la religión musulmana? se pregunta Prado.

A través de la Plataforma Citizengo se ha iniciado una campaña de recogida de firmas (accede desde aquí) en la que se pide la retirada del cartel y una disculpa pública por parte del edil de culturas, José Manuel Sande.

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El Terror Gay en España

Mensajepor Invitado » Mar 28 Feb, 2017 1:28 pm



El carnaval de Las Palmas corona a una provocadora virgen Drag

El certamen llega a su 20 aniversario con referencias religiosas a la Virgen y a la crucifixión de Cristo


Drag Sethlas se ha proclamado esta noche nuevo Drag Queen de Las Palmas de Gran Canaria con un número transgresor que encendió al público del certamen en su 20 aniversario y que no va dejar indiferente a nadie, por sus referencias religiosas a la Virgen y a la crucifixión de Cristo.

Llegó literalmente como una virgen -vestido como una imagen de María y a ritmo de "Like a prayer" de Madonna-, pero no fue ningún milagro que Sethlas se coronase Drag Queen del carnaval de la capital grancanaria, dedicado este año a "La eterna primavera".

Habitual en el podio en ediciones anteriores, Sethlas logró por fin la banda de "reinona" de las fiestas de la ciudad con un repertorio de acrobacias imposibles sobre unas plataformas infinitas, pero sobre todo, con la estética rompedora de un drag crucificado, con su corona de espinas y su lanzada en el costado.



La reacción de las más de 6.000 personas que presenciaron en directo su actuación en el parque de Santa Catalina ya hacía presagiar dos cosas: el segundo puesto que obtuvo en 2016 podía quedársele corto y era muy probable que su provocación trajera cola.

De hecho, de inmediato pudieron leerse todo tipo de mensajes al respecto en Twitter -donde la gala drag fue tendencia mundial-, desde quienes proclamaban que Sethlas acababa de regalar al público el mejor número en dos décadas de certamen, hasta quien se preguntaba si se hubiera atrevido a lo mismo con el Islam o quien se tomaba su 'performance' como una suerte de contestación a la doctrina de la Iglesia católica sobre la homosexualidad.

Le acompañaron en un ajustado podio de las "reinonas" Drag La Tullida, en segundo lugar; Drag Orión, en tercero y Drag Íkaro y Drag Vulcano, como finalistas.

Como salida de un cuento, La "Bella" Tullida bailó con una bestia muy peculiar, que incluyó todo el 'atrezzo' de la tradicional historia de Beaumont. La Tullida se dejó elevar por su equipo de baile, que abandonó pronto sus personajes para lanzar a la protagonista al palmarés de las drag, en medio de volteretas de vértigo, que culminaron con un beso de película.

Por su parte, Drag Orión presentó una España diferente en su sátira-espectáculo por el que desfilaron Beyoncé, Whitney Houston, Belén Esteban y Julio Iglesias. Las pezoneras de su comitiva de acompañantes tampoco pasaron desapercibidas y dejaron para el balance de la gala el baile más atrevido de la noche.

Con un lleno a rebosar, el parque de Santa Catalina volvió a vibrar con la ceremonia más esperada de la fiesta de las máscaras.

Ni el frío ni la amenaza de lluvia pudieron reprimir los ánimos del público que abarrotaba el recinto, en un evento que arrancó con una obertura de más de 300 personas. Música, color, energía y el ritmo de una multitudinaria coreografía sirvieron de inauguración a una de las noches más esperadas del Carnaval.

El gran espectáculo musical encendía la mecha de una velada mágica, que recibió a las comparsas ganadoras, la Reina del Carnaval, Esther Pérez, y a Grimassira Maeva, "reinona" saliente.

Como un auténtico huracán, Grimassira -ganadora del certamen en 2014 y 2016- se volvió a hacer con el escenario del parque Santa Catalina con "Competissira", la versión más bailonga y canalla del personaje que ha creado Rayco Santana.

Su exhibición de baile arrasó con todos los estilos e hizo volver a pisar fuerte a las plataformas rosas más famosas de las redes sociales, donde los seguidores de Grimassira son legión.

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Terror Rojo Feminista en Argentina

Mensajepor Invitado » Sab 11 Mar, 2017 3:40 pm



Ataques cristianófobos en Argentina
Feministas radicales agreden a un joven con una bandera del Vaticano

El pasado 8 de marzo, diversas ciudades de Argentina fueron escenario de ataques cristianófobos. En Buenos Aires, un grupo de feministas radicales aprovechó el Día de la Mujer para atacar la catedral al finalizar la jornada.

Con el rostro tapado, estas feministas protagonizaron un auténtica demostración de la cristianofobia más radical. Al grito de "Iglesia, basura, vos sos la dictadura", arrojaron todo tipo de elementos contra la catedral y golpearon las vallas.



Botellas, piedras y otros elementos contundentes fueron arrojados contra la catedral, según informa el diario argentino Clarín. Asimismo, las activistas prendieron fuego frente a las vallas que rodean el edificio.

Uno de los momentos más tensos de la noche se produjo cuando un joven intentó interponerse entre las feministas y la catedral. Enarbolando una bandera del Vaticano, el joven se colocó ante las activistas, que respondieron abalanzándose sobre él para agredirle.


Feministas atacan a Joven que defiende la Catedral en Argentina. Marcha día de la mujer 8-03-2017

El diario Clarín destaca que también fueron agredidos los periodistas que cubrían la noticia. Estos actos violentos culminaron con varias detenciones.

Los alrededores de la argentina catedral de Tucuman también fueron escenario de la intolerancia del feminismo radical en la celebración del 8 de marzo. Una mujer vestida como si fuera la Virgen María simuló un aborto frente a la Catedral.




A través de las redes sociales, grupos feministas han celebrado el ataque y la burla a la figura de la Virgen y a las vidas de los niños asesinados antes de nacer.

Por su parte, el arzobispo de Tucumán, Mons. Alfredo Zecca, ha repudiado este lamentable suceso a través de un comunicado. Mons. Zecca denuncia que este acto cometido frente a la catedral agravia profundamente la imagen de la Santísima Virgen y la fe de los católicos.

"Los hechos agraviantes no solo son agresivos para todos los creyentes, sino también, para la dignidad de la mujer", señala en el comunicado, en el que se convoca a los fieles a asistir a un acto de desagravio.

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Re: El Terror Rojo en España

Mensajepor Assia » Sab 11 Mar, 2017 9:56 pm

Creo que mas que ataque a religion critiana catolica es 1 grave ataque a la democracia y la libertad religiosa o politica de cualquier pais.
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El Terror Rojo en España

Mensajepor Invitado » Mar 21 Mar, 2017 10:43 pm



Amenazas de muerte a HazteOir.org
La asociación HazteOir.org recibe decenas de insultos y amenazas a través de su contestador automático tras la puesta en marcha de una campaña en la que un autobús iba decorado con las siguiente frase: "Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen".

fascistas


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El Terror Rojo en España

Mensajepor Invitado » Mar 21 Mar, 2017 11:58 pm

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HazteOir recoge firmas contra la “expropiación de la catedral de Zaragoza”

El Ayuntamiento de Zaragoza tratará de quitar en los tribunales la titularidad pública de la catedral de La Seo y la iglesia de La Magdalena

HazteOir asegura que “Podemos-Zaragoza en Común, PSOE y CHA son partidarios de que los creyentes desaparezcan de la faz de la tierra y vuelvan a las catacumbas”


El próximo viernes, el Gobierno de Zaragoza aprobará acudir a los tribunales para tratar de apropiarse la titularidad pública de la catedral de La Seo y la iglesia de La Magdalena y la respuesta no se ha hecho esperar: HazteOir recoge firmas contra lo que consideran la “expropiación de la catedral de Zaragoza”.



Se inicia el proceso judicial para intentar quitarle a los cristianos otra catedral.
No a la expropiación de la Catedral de Zaragoza

http://citizengo.org/hazteoir/sc/42463- ... d=33970599

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El Terror Rojo en España

Mensajepor burbujeando » Mar 21 Mar, 2017 11:59 pm

http://www.elmundo.es/cronica/2017/03/1 ... b457d.html

CRÓNICA
El 'pucherazo' del 36


Acta manipulada a lápiz para atribuir más votos al FP. Aparece en el libro 1936 Fraude y violencia. Procede del archivo de la Diputación de Jaén

Así fue el fraude en las elecciones del Frente Popular, con falsificaciones en el recuento
Hubo un 'baile' de 50 escaños a favor de las izquierdas
Dos historiadores, tras cinco años de investigación, aportan las cifras y las pruebas del desvío de votos

AVIER REDONDO
12/03/2017 03:14

Actas con raspaduras y dígitos cambiados para añadir más votos que los reales a los candidatos del Frente Popular en Jaén, donde hubo urnas con más votos que votantes; recuento adulterado gravemente en La Coruña; fraude en Cáceres, Valencia -con escrutinios a puerta cerrada sin testigos- o Santa Cruz de Tenerife, donde "la victoria oficiosa del centro-derecha se convirtió en un corto triunfo del FP, que se anotó los cuatro escaños de las mayorías; desvíos de votos en Berlanga, Don Benito y Llerena para perjudicar a la CEDA... Al menos el 10% del total de los escaños repartidos (lo que supone más de 50) no fue fruto de una competencia electoral en libertad, sostienen Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García, los autores de '1936: Fraude y Violencia'. El libro supone, según el historiador Stanley G. Payne, "el fin del último de los grandes mitos políticos del siglo XX". "España se ha vuelto Coruña", dejó escrito Niceto Alcalá-Zamora para referir cómo se generalizó lo ocurrido en La Coruña, que para el ex presidente de la República ejemplificaba "esas póstumas y vergonzosas rectificaciones" acontecidas con las actas electorales. Si a los 240 asientos conseguidos por el Frente Popular se le restan los que fueron fruto del fraude, las izquierdas solas no habrían llegado al Gobierno.


Ilustración realizada a partir de un cartel del PCE, obra de Josep Renau, de 1938

Tras un meticuloso empeño detectivesco, consultar y desempolvar los archivos y actas, una a una, de cada provincia, además de otras fuentes primarias -memorias y prensa-, los prestigiosos historiadores Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García han reconstruido, casi minuto a minuto, el relato del recuento de las últimas elecciones generales anteriores a la Guerra Civil. Y publican, por primera vez, tras consultar todas las actas, los resultados oficiales de las elecciones del 16 de febrero de 1936, que pasaron a la historia como las de la gran victoria del Frente Popular y situaron a Manuel Azaña al frente del Gobierno de la II República. No sólo confirman que la derecha se impuso por 700.000 votos en el conjunto de España, sino que explican los casos más escandalosos de fraude.

Vuelcos increíbles y recuentos de papeletas interrumpidas. Papeletas que aparecen a última hora, en bloque y a veces en sobres abiertos, para decantar el resultado en una mesa. Otras con tachaduras, borrones y raspaduras... En La Coruña, Orense, Cáceres, Málaga, Jaén, Santa Cruz de Tenerife, Granada o Cuenca ocurrieron cosas muy raras. Todas influidas por una circunstancia sabida pero que ha pasado relativamente desapercibida: en mitad del recuento -que ocupaba varios días- dimitió el Gobierno de Portela -a quien los autores responsabilizan en gran parte del desaguisado-. El nuevo Gobierno, "sólo de Azaña", como diría el presidente de la República, Alcalá Zamora, para subrayar que lo integraban figuras secundarias de la Izquierda Republicana y Unión Republicana, condicionó las horas decisivas del escrutinio.

Las elecciones de febrero de 1936 fueron limpias; la campaña, muy sucia. Se cerró, precisan los autores, con 41 muertos y 80 heridos de gravedad. La violencia se instaló en las calles y los comicios adquirieron un carácter plebiscitario en un ambiente viciado, radicalizado, polarizado y caníbal. Fueron unos comicios en pie de guerra en los que parecía ventilarse el futuro de la República.

Ahora el libro de los historiadores y expertos en el periodo Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García, que recogen en la obra 1936. Fraude y Violencia en las elecciones del Frente Popular (Espasa), descubre la verdad de lo ocurrido. Se trata de una mastodóntica y absolutamente novedosa investigación que, como subraya el hispanista Stanley Payne, pone fin a uno de los "grandes mitos políticos del siglo XX».

Porque los profesores de la Universidad Rey Juan Carlos (Álvarez imparte allí Historia del Pensamiento Político y Villa, Historia Política) desmontan leyendas construidas en torno a la victoria de las izquierdas. Lo que sucedió durante los días posteriores a la votación no fueron manifestaciones de entusiasmo, celebración y alborozo de simpatizantes del Frente Popular, sino prácticas coactivas y de intimidación organizadas e instigadas por las autoridades interinas provinciales, que aprovecharon el cambio repentino de Gobierno el día 19. Se extendieron por todo el país, generaron un clima de inseguridad jurídica en torno al recuento e influyeron en los resultados finalmente admitidos.

Los autores, además de publicar por vez primera los resultados oficiales de aquellas elecciones, identifican los casos de fraude, falseamiento y manipulación. Detallan caso a caso, vuelcos inexplicables y recuentos interrumpidos; papeletas que aparecen a última hora, en bloque, para decantar el resultado en una mesa y otras con tachaduras, borrones y raspaduras. Demuestran que algo más del 10% del total de escaños de esas nuevas Cortes, más de 50, no fue fruto de una libre competencia electoral.

Nunca hubo un acta única con los resultados oficiales. Las Juntas Provinciales informaban del recuento a la Central, que lo trasladaba al Congreso. El cómputo final debía aparecer en los anuarios estadísticos del año siguiente. No fue así. Hasta el momento, los historiadores hacían proyecciones sobre la base de la relación entre las cifras publicadas en prensa y la asignación final de escaños.

El fraude fue directamente promovido o pasivamente respaldado por las autoridades provinciales interinas del Frente Popular, que obraron con total impunidad y pudieron hacerse con la documentación electoral tras el cambio de Ejecutivo, hecho que propició la dimisión de los gobernadores civiles y presidentes de Diputación o simplemente su expulsión o detención -en algunos casos para preservar "su seguridad"-. Por supuesto, la ola de violencia desatada entre los días 16 y 19 precipitó los acontecimientos. En algunos lugares los alborotadores obligaron a las autoridades de un hospital de leprosos a dejar marchar a los enfermos.

Las elecciones se falsearon fundamentalmente en mesas de Málaga y Santa Cruz de Tenerife, donde hubo de repetirse la votación. Aunque sin la fiscalización y presencia de apoderados de centristas y representantes de las derechas. Fueron, según se desprende del nuevo libro, una auténtica farsa.

El día 20 debían abrirse de nuevo 57 colegios de la capital malacitana. Se disputaban nada menos que 29.000 votos. Los resultados del día 16 favorecieron con holgura al FP. Por eso resulta un misterio que la coalición cambiara de candidato (práctica legal), el socialista Luis Dorado, que tenía que sacar 13.000 votos de diferencia respecto del cedista para asegurar su escaño. Militantes del FP ocuparon en la víspera la sede del Gobierno Civil y sustituyeron al gobernador por un concejal afín. Lo mismo hicieron en el Ayuntamiento y la Diputación. El nuevo gobernador clausuró las sedes de la CEDA y Falange y detuvo a varios afiliados. Finalmente, el cedista Emilio Hermida retiró su candidatura (lo que no impedía que fuera votado). Hubo disturbios y tiroteos, pero votó todo el mundo: unos 29.000 censados. Casi 28.000, al socialista Dorado.

En Santa Cruz de Tenerife el triunfo parecía asegurado para el representante de centro-derecha, que llevaba, según el Gobierno Civil y a falta de abrir los últimos colegios, una ventaja de 11.000 votos. El centrista Félix Benítez de Lugo, dándose por vencedor, pidió el voto por las candidaturas republicanas para frenar a socialistas y comunistas (el sistema electoral era de lista y mayoritario en circunscripciones plurinominales).

El día 19 se produjo un giro inesperado: candidatos del FP invitaron al gobernador a dejar su puesto. La razón era sencilla: no tenía sentido que siguiera en él si su Gobierno había dimitido. Ugetistas, cenetistas y miembros del FP exigieron a Azaña en varias ciudades la apertura de cárceles para liberar a los "presos sociales" y la entrega a las izquierdas de los ayuntamientos, esto último para impedir que la derecha alterase los resultados. El día 20 se declaró el estado de guerra en la ciudad. El candidato radical se retiró. Proclamada una huelga general, las elecciones no se celebraron. No obstante, en ocho de nueve colegios aparecieron las papeletas del FP: 3.700 votos fantasma que contribuyeron, junto con otras manipulaciones de las actas, a dar un vuelco al resultado de la provincia.

También tenían que votar el día 20 los electores del pueblo jienense de Alcaudete. Acudieron a las urnas mientras la Junta Provincial procedía al escrutinio. Total, que las izquierdas se impusieron en ese feudo de tradición conservadora por 599 a 0. En Linares aparecieron urnas sin precintar y en cinco de la provincia había más votos que votantes censados. Asimismo, en Valencia, La Coruña o Cáceres se rompieron o interceptaron urnas.

En Valencia las fuerzas estaban igualadas. El cambio de Gobierno precipitó un aparatoso recuento de 21 municipios: las izquierdas ganaron por 400 votos, los suficientes. La Junta Provincial se negó a un recuento oficial, porque "ya se había hecho a puerta cerrada".

En La Coruña el cómputo se prolongó hasta el día 24: los resultados de 188 actas no se correspondían con las certificaciones de las mesas. "España se ha vuelto Coruña", escribió Alcalá Zamora. Allí las autoridades interinas exigieron la presentación inmediata de las actas de 56 colegios y amenazaron con una huelga general si no se encontraba una solución "satisfactoria para las izquierdas". Los candidatos de las derechas fueron arrestados por un día acusados de fraude.

Y en siete municipios de Cáceres la documentación llegó a la Junta Provincial con el lacrado roto y los sobres abiertos. En cinco mesas desapareció el acta de la votación. Los investigadores ilustran con muchos ejemplos de maniobras similares que el cambio de autoridades modificó el reparto final de escaños. Interrumpieron el recuento donde la contienda estaba más ajustada.

El día 20, cuando se reunían las Juntas Provinciales, el procedimiento para introducir confusión fue parecido en muchos sitios: las izquierdas denunciaban a las derechas por manipulación y fraude, impugnaban los resultados e incluso detenían a sus representantes. Hasta ese momento, la mayoría del FP sólo se daba "por supuesta".

El propio Portela, cuyo escaño por Pontevedra estaba en el aire, rehusó avanzar resultados antes del día 20. Algunas embajadas adelantaban el día 18 un empate, lo cual convertía en decisiva la segunda vuelta, que a la postre fue irrelevante, a pesar de tener que realizarse en un buen número de provincias. Las izquierdas pusieron en marcha su aparato propagandístico: el FP "no se dejaría arrebatar la victoria"; "¿Tienen el mismo valor, políticamente, el medio millón de sufragios logrados en Madrid y Barcelona que los 50.000 arrancados a los campesinos palentinos por el caciquismo?". Las consignas del PCE iban dirigidas al nuevo Gobierno, cuyo deber era ajustar las Cortes, "desembarazadas de impurezas", a las preferencias electorales, que nada tenían que ver con las de "un capitán de industria como March".

Las izquierdas no estaban dispuestas a admitir un escrutinio que no les otorgara la victoria. Según el estado de opinión que se creó, partiendo con la ventaja adquirida, cualquier vuelco durante el escrutinio era fraudulento. El FP se impondría en número de escaños, pero estaba en juego la mayoría parlamentaria suficiente: 240 asientos.

¡Bingo!, obtuvieron más de 50 escaños de manera dudosa. Los números salieron tras el cambio de Gobierno, pues antes de esa fecha y en los dos primeros días de recuento, los datos de Alcalá Zamora, Azaña y el embajador británico coincidían: entre 216 y 217 diputados para el FP. Si a los 240 asientos conseguidos por el Frente Popular se le restan los que fueron fruto del fraude, las izquierdas solas no habrían llegado al Gobierno. En total había 473 escaños en liza.

El Gobierno de Azaña era legal y legítimo, pues correspondía al presidente disolver y nombrar otro, pero su "inteligencia política" no sale bien parada. Este libro precisa todo lo que ocurre en esos cuatro días. El 19 lo cambió todo. Tras la "huida" de Portela, el FP se hizo con el poder local, hecho decisivo para condicionar el recuento y crear una atmósfera intimidatoria. Los desórdenes no se produjeron como reacción a los rumores de golpe sino para asegurar una mayoría parlamentaria al FP. El Estado de Derecho quedó de facto suspendido.

La tarea que han hecho Tardío y Villa es prodigiosa. Para demostrar el fraude han seguido un escrupuloso método de verificación de los aspectos legales y formales de las elecciones. Después han comparado votos escrutados en las mesas y los resultados proclamados por las juntas -aquí está la madre del cordero del falseamiento-. Y por último, han analizado la justificación de las impugnaciones.

Han sido más de cinco años de investigación. No recurren a documentos secretos. Todos son públicos. Había que expurgarlos, ordenarlos y construir el puzle. La mayoría de los papeles no habían sido consultados antes. Los autores han recorrido España y han escudriñados los archivos del Foreign Office, el Quai d'Orsay y el archivo del Vaticano para contar desde distintos ángulos seis meses decisivos en la historia de España, desde diciembre de 1935 hasta la primavera del 36.

Los autores testan la calidad democrática de la República y sostienen que la CEDA resistió electoralmente. Demuestran que había una sólida base sociológica para construir una República inclusiva. Por desgracia, sostienen en conversación con Crónica, "la estrategia del Frente Popular en la discusión de las actas en el Congreso y el hecho de que la izquierda republicana, con Azaña a la cabeza, no se plantara ante el radicalismo socialista, fue lo que una vez más dinamitó los puentes de diálogo con la oposición conservadora. Eso constituyó un duro golpe para la consolidación de la joven democracia republicana". En todo caso, no dan pábulo a las tesis revisionistas que proyectan determinados acontecimientos sobre el Golpe del 36. Cuentan hechos desnudos, con máximo rigor y sin prejuicios. Muy pocas veces se puede decir de un libro que es definitivo. 1936. Fraude y Violencia lo es.

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El Terror Rojo en España

Mensajepor Invitado » Sab 01 Abr, 2017 8:34 am

‘El tren de la muerte’, un viaje al primer fusilamiento masivo de la Guerra Civil, según el historiador Santiago Mata




Más episodios de la Guerra Civil. Y el tren como involuntario protagonista. Lejos de lo que algunos piensan, conviene recordar la Historia para no repetir los mismos errores. El periodista e historiador Santiago Mata (Valladolid, 1965) ha investigado en su último libro, ‘El tren de la muerte’ (La Esfera de los Libros) lo que él mismo califica como “el mayor fusilamiento público de la Guerra Civil”, una masacre que tuvo lugar el 12 de agosto de 1936 cuando un tren procedente de Jaén era inmovilizado por grupos de milicianos en un apeadero cercano a Vallecas. De las 240 personas que viajaban en él, 191 fueron fusiladas.

‘El tren de la muerte’ pone en evidencia cómo las dos partes implicadas en la Guerra Civil estuvieron interesadas, aunque por causas distintas, en ocultar las dimensiones reales de la estructura de poder y del cambio social que se produjo en la retaguardia republicana.

Los pasajeros de este tren fueron detenidos en la provincia andaluza por su filiación política de derechas o su catolicismo; en el convoy viajaba el obispo de Jaén junto a su hermana. Todos ellos eran conducidos a la cárcel de Alcalá de Henares pero ante la presión de los milicianos, el Gobierno accedió a que los presos fueran fusilados. Sólo lograron escapar unos pocos, entre ellos Leocadio Moreno, un joven de 19 años que Santiago Mata ha conseguido localizar y que a sus 94 años recuerda vívidamente lo que ocurrió, aunque confiesa no haberlo contado más que “tres o cuatro veces” en su vida y nunca a sus padres, señala Mata.

El autor ha dedicado dos años a reconstruir estos hechos y para ello ha ahondado en los documentos que dan cuenta de lo ocurrido, si bien apenas existen datos poco más allá de los nombres de las víctimas y la identificación de los verdugos sobre los que hubo una escueta investigación policial. Curiosamente, y por diferentes motivos que expone en el libro, ni el bando republicano ni, sobre todo, el franquista quisieron profundizar en lo sucedido.

Para Santiago Mata esta investigación empezó inicialmente “por curiosidad” pues le “chocaba” que apenas se explicara lo ocurrido. En el libro, el historiador descubre el lugar exacto donde fueron fusilados los 191 presos que llegaban a Madrid procedentes de Jaén.

‘El tren de la muerte’ está dividido en tres partes. En la primera se reconstruyen, a la luz de los documentos, los sucesos de los días 11 y 12 de agosto de 1936: las matanzas de cientos de presos que llegaban a Madrid procedentes de las provincias de Jaén y Córdoba (ese día 11 el intento no tuvo el éxito esperado pues viajaban más de 300 personas de las que fusilaron a 11, pero en la jornada siguiente sí se logró el objetivo).

La principal evidencia obtenida al respecto es que estas matanzas, según sostiene Mata, fueron autorizadas por el Gobierno de la República con el consentimiento muy probablemente del presidente del Gobierno (José Giral), casi con certeza del ministro de Gobernación (Sebastián Pozas) y sin ningún género de dudas del director general de Seguridad (Manuel Muñoz).

Según explica, el anuncio del envío de los presos en trenes, hecho desde Jaén por diputados socialistas, llevó al asalto en Atocha del primero de los trenes, y tras el fracaso parcial de este asalto, a la preparación concienzuda de la segunda y más mortífera matanza. En esta preparación intervinieron fuerzas militares comunistas, socialistas y anarquistas.

En la segunda parte, Mata narra las “consecuencias internacionales” de esta acción. La documentación diplomática ha revelado que, al día siguiente de producirse la masacre, los embajadores extranjeros comunicaron al Gobierno republicano que admitirían en sus sedes diplomáticas a ciudadanos españoles. “Todos los Gobiernos, excepto México, Turquía y Argentina, autorizaron a sus embajadores a marcharse de España, si bien finalmente no lo hicieron pensando en la protección que debían a sus súbditos”, explica.

Así, en su opinión, los otros países dejaban claro que consideraban que La República había dejado de ser un Estado de Derecho que pudiera reclamar la solidaridad de las democracias occidentales.

Por último, en la tercera parte, Santiago Mata analiza los motivos por los que especialmente el régimen franquista no dio a la masacre la relevancia que tenía. Su teoría es que estos sucesos podían “poner en entredicho” algunos mitos del franquismo. Por ejemplo, el papel heroico que en la posguerra se asignó a la Guardia Civil (invocando para ello la gesta del Santuario de Santa María de la Cabeza) podía quedar en duda si se conocía la conducta de dudosa adhesión al alzamiento, o abierta cobardía, de algunos mandos del instituto armado en Jaén.

Tampoco salían bien paradas muchas familias adineradas de la provincia, que habían evitado la cárcel, la deportación y la muerte pagando un rescate. El autor apunta que, en realidad, la colaboración con las autoridades revolucionarias había sido mucho más habitual de lo que pudiera pensarse a primera vista.

A la vista de todo esto, Santiago Mata señala que las personas que viajaban en ese tren “fueron las víctimas más olvidadas”. Todas ellas, perfectamente identificadas, fueron enterradas inicialmente en el cementerio de Vallecas pero en los años 40 se les trasladó a la cripta de la catedral de Jaén.

El libro también incluye el testimonio de Leocadio Moreno, que tenía 19 años en el momento de la masacre y que es el último superviviente. En su opinión, “las más de 200 víctimas de los trenes de Jaén han sido las grandes perdedoras de aquella tragedia”.

Las peripecias tremendas que sufrió Moreno, quien logró escapar de aquellos fusilamientos mostrando un carnet de estudiante y alegando que pertenecía a los socialistas universitarios, le han dado al autor el “impulso decisivo” para escribir este libro. “Paradójicamente Leocadio Moreno logró, diez días después de aquellos hechos, volver a burlar a la muerte durante su estancia en la cárcel Modelo haciéndose pasar por un preso común para no ser ajusticiado. Y, durante la guerra, a pesar de ser de derechas, le tocó defender el bando republicano y también sobrevivió”, narra Mata.

Santiago Mata se licenció en Historia en 1988 y en Periodismo dos años más tarde. Entre 1996 y 2004, vivió en Eslovaquia y Austria, trabajando para diversos medios de comunicación. Es redactor de cultura y sociedad en ‘La Gaceta’. Entre sus publicaciones de divulgación histórica destacan ‘U-Boote. Submarinos alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Mito y realidad de un trágico destino’, el especial sobre ‘Bombardeo estratégico en la Segunda Guerra Mundial’ y la biografía ‘El hombre que demostró el cristianismo. Ramon Llull’.

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El Terror Rojo en Almería

Mensajepor Invitado » Sab 01 Abr, 2017 1:47 pm

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Almería: sacas y campos de concentración en una represión organizada por el Gobierno


Almería fue uno de las ciudades que pasó toda la Guerra Civil en manos de las autoridades republicanas del Frente Popular. Tras el fracaso del levantamiento que se produjo el 21 de julio, con tres días de retraso sobre el resto del territorio, lo que permitió a los milicianos de los partidos de izquierdas organizar una defensa que consiguiera derrotar a los alzados. De inmediato, el Comité Central, órgano de dirección de la ciudad y coordinador de la provincia que estaba controlado por los partidos del Frente Popular, comenzó la labor de represión.

Durante los primeros días se detuvo a centenares de personas relacionados con los partidos de la derecha: CEDA, agrario, Falange, Carlista,.. y a todos los religiosos que pudieran ser localizados en los pueblos y en la capital de la provincia. Frente a la idea de que la represión fue espontánea y no organizada, lo que ocurrió en Almería demuestra lo contrario: las sacas que se cometieron durante eran supervisadas directamente por el socialista Eustaquio Cañas Espinosa, Gobernador Civil de la provincia, quien, según los testigos, asistía a estos actos previos a los asesinatos con “visibles muestras de regocijo”. Desde todos los municipios y desde los centros políticos, todos los prisioneros fueron trasladados a la Prisión Provincial que, en pocos días quedó saturada. Para seguir recibiendo presos se habilitó como cárcel el convento de las Adoratrices, incautado por los republicanos al comienzo de la guerra.

Esta nueva cárcel también quedó saturada y se habilitaron dos barcos mercantes, el Capitán Segarra y el Astoy Mendi, que habían estado destinados al transporte de mineral y cuyas bodegas -habilitadas como celda para los presos- contenía restos tóxicos y pólvo de mineral. Es espacio seguía siendo insuficiente y se habilitó la cárcel del Ingeni, en la fábrica de azúcar abandonada del barrio de Los Molinos.

Más adelante se construirían algunos campos de concentración en municipios de la provincia para albergar a los presos que se seguían deteniendo en los distintos municipios. Se conoce la existencia de dos de estos campos, uno en el municipio de Turón y otro en el de Murtas.

La causa general recoge un listado en Almería de 691 asesinatos cometidos por la represión en la retaguardia a manos de las milicias de los partidos del Frente Popular, armadas por el Gobierno republicano.

De toda la represión en Almería, solamente el 2,5% de los casos fueron personas condenadas a muerte por un tribunal popular. El resto obedecía a la actuación de individuos al margen del sistema judicial, por muy manipulado que este estuviera.

Durante el primer mes de guerra los asesinatos se realizaron de manera aislada. Eran generalmente cometidos por pequeños grupos de milicianos que aprovechaban el traslado de algún preso desde un pueblo de la provincia hasta la capital para asesinarlo en algún lugar del camino y dejar allí su cuerpo abandonado. Pero a partir del 14 de agosto comenzaron las sacas y los asesinatos sistemáticos. En la noche de aquel día, un grupo de milicianos accedió, con permiso de los funcionarios y mostrando autorizaciones de diversas autoridades, al buque prisión Capitán Segarra. Allí recogieron a 28 presos de una lista que llevaban elaborada y fueron trasladados a la playa de la Garrofa, donde fueron fusilados. En lugar de dar el tiro de gracia a sus víctimas, optaron por atarlas a barcas de pescadores y adentrar los cuerpos mar adentro donde cortaban las cuerdas que les sujetaban y allí los abandonaban. Muchos de los cuerpos eran encontrados días después cuando llegaban a la costa, en la zona conocida como el Zapillo. Aquella noche fueron asesinados solamente políticos: eran los dirigentes locales de Falange, tradicionalistas y de Acción Popular.

Las sacas se sucedieron en los días siguientes. El siguiente turno le toca a los presos del otro buque prisión, el Astoy Mendi, y el lugar elegido para su asesinato es el barranco del Chisme, en Vícar. En este caso las víctimas son los obispos de Almería y Guadix, diez sacerdotes y dos civiles.

En esta saca uno de los civiles era el picador de toros Juan Colomina que, mientras están asesinando a los sacerdotes consigue escapar, con las manos atadas con alambre, y esconderse de sus perseguidores. Dos días después es visto por una mujer que, en lugar de socorrerle decide denunciarle ante el comité revolucionario de la barriada de Casablanca que le apresa y acaba fusilándolo.

El 31 de agosto otros 23 sacerdotes son sacados del Astoy Mendi y llevados a los Pozos de Tabernas, a un lugar llamado La Lagarta. Allí son fusilados junto al brocal del pozo donde un indiviudo con un palo largo los empuja para que caigan, todavía vivos. Después, sin haber recibido el tiro de gracia, les lanzan palas de tierras para cubrir los cuerpos.

En el Pozo de La Lagarta seguirían llevando víctimas de sacas hasta colmar el hueco. Momento en el que se dejó de utilizar e intentó sellarse el acceso. Tenía una profundidad de 28 metros.

Como la zona en la que estaba ese pozo era útil por su situación, buscaron otros pozos en la zona y repitieron las sacas hasta llenar los de La Contraviesa y Cantavieja.

Los mayores tormentos se produjeron en los campos de concentración de Turón y Murtas. Construídos con la guerra muy avanzada, empezaron a recibir presos a finales de 1937, pero la llegada de grandes contingentes se produjo en mayo de 1938 con desplazados desde las cárceles de la capital. Para conmemorar la fiesta del 1º de mayo de aquel año, el Gobernador Civil Eustaquio Cañas Espinosa le envió 300 presos al responsable del campo de Turón, que era un tal Galán, perteneciente al 23 cuerpo del Ejército Rojo. Junto a los presos, el Gobernador Civil enviaba una nota: “Ahí te mando trescientos fascistas, cuando se te acaben, pide más”.

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El Terror Rojo en España

Mensajepor Invitado » Sab 01 Abr, 2017 1:58 pm

Masacre de la carretera Málaga-Almería

La masacre de la carretera Málaga-Almería, conocida popularmente como la Desbandá, fue un ataque a civiles ocurrido durante la Guerra Civil Española, el 8 de febrero de 1937, tras la entrada en Málaga de las tropas franquistas. Una multitud de refugiados que abarrotaban la carretera huyendo hacia Almería (ciudad bajo control del Ejército Popular Republicano) fue atacada por mar y aire causando la muerte a entre 3000 y 5000 civiles.
Masacre de la carretera Málaga-Almería

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El Terror Rojo en España

Mensajepor Invitado » Sab 01 Abr, 2017 3:30 pm

Historiadores profesionales... del fraude


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Hace ya bastantes años que vengo, no diciendo, sino documentando y demostrando, que las elecciones del Frente Popular fueron un fraude. Y que en ese fraude se apoyan la gran mayoría de las versiones circuladas a partir de la universidad sobre la guerra civil y el franquismo, así como gran parte de las políticas actuales y, por supuesto, la infame ley de memoria histórica. Puede admitirse que en un primer momento muchos de esos historiadores creyesen de buena fe lo que decían, pero hace bastante tiempo que no es así. Sus historias, contengan más o menos datos reales, están desenfocadas y en lo esencial son tan fraudulentas como las bases de que parten, y ellos lo saben perfectamente. Viven en el fraude y del fraude.

En diversos libros, en particular Los orígenes de la Guerra Civil y El derrumbe de la república, he tratado todo lo referente al significado de la revolución de octubre del 34 y su repercusión en las elecciones del Frente Popular; a la conducta golpista o guerracivilista de la izquierda en general, también de Azaña; a la utilización electoral de una campaña falsaria sobre la represión de Asturias, campaña que he analizado y cuya transcendencia histórica nadie había señalado; al tono de violencia y amenaza de guerra civil en que se desarrollaron las elecciones, con avisos de Azaña, Largo Caballero y otros de recurrir a “otros medios” si ganaban las derechas; a la ausencia de garantías en el escrutinio y las falsificaciones evidentes en varias provincias; a la continuación de un proceso de ilegalidades hasta la destitución de Alcalá-Zamora; a la ausencia de investigación sobre la supuesta represión de Asturias, pese a haberlo prometido las izquierdas como eje de su campaña electoral; al estallido inmediato, desde el 16 de febrero, de una violencia extrema con cientos de muertos y de incendios de iglesias, registros, periódicos y sedes de la derecha; al significado político y muy probable autoría intelectual del asesinato de Calvo Sotelo... Conjunto de hechos tiránicos y totalitarios que hicieron inevitable la guerra civil. Estas y otras cuestiones decisivas las he adelantado en mis trabajos hace ya bastante tiempo.

Por supuesto, no he sido el único, pues unos u otros aspectos han sido tratados por Ricardo de la Cierva, Tusell y otros historiadores; pero creo que sí he sido quien más ha documentado esa historia en conjunto y más ha insistido en ella, contra la marea de distorsiones que nos ha abrumado durante tanto tiempo. Pues bien, el reciente libro Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular recoge gran parte de mi trabajo anterior --sin citarme-- y lo completa en un aspecto: el examen de muchas de las actas que fueron falsificadas. Esto realmente no era imprescindible para decidir sobre el carácter, ya aclarado, de aquellas elecciones, pero es importante porque pone el último clavo en el ataúd de las versiones que han circulado durante tantos años de manera imperiosa y a menudo amenazante.

Me pregunto qué dirán los historiadores, intelectuales y políticos que han cultivado el fraude desde hace tanto tiempo, hasta hacerlo una seña de identidad profesional. Sospecho que pasará como cuando cayó el muro de Berlín (y el fraude de aquellas elecciones ha elevado un verdadero muro contra la verdad histórica en España): seguirán como si nada pasara, sin el menor debate de alguna enjundia. Y, por supuesto, los autores de este último libro, procuran desde el principio contentar a los falsarios advirtiendo que no ponen en cuestión la legitimidad del Frente Popular. Son cómicos en su falta de honestidad intelectual y de valor moral.

Uno de los “argumentos” de los historiadores de este género, sean de derechas o de izquierdas, es que ellos son profesionales y yo no puedo serlo porque no he recibido sus sabias lecciones en la universidad. Y no cabe duda de que son profesionales... del fraude. Y en una universidad degradada que produce cosas como Podemos. Su pedantería solo tiene comparación con su ineptitud y majadería. En Nueva historia de España he señalado cómo el Siglo de Oro de España tiene relación con una enseñanza superior más nutrida que en otras naciones europeas, y de una calidad a menudo muy elevada. Hoy, la cantidad es mucho mayor, pero la calidad ha descendido a niveles pedestres. A ver si denunciándolo logramos ir demoliendo este muro de Berlín y abriendo vías a la verdad que, según el dicho, "nos hace libres".

http://www.piomoa.es
http://gaceta.es/p%C3%ADo-moa

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El Terror Rojo en España

Mensajepor Invitado » Sab 01 Abr, 2017 3:32 pm

todavía tienes el martillo de rematar policías ??????




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