La Memoria Histórica: verdades y mentiras

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La Memoria Histórica: verdades y mentiras

Mensajepor Invitado » Lun 03 Abr, 2017 5:16 am

http://www.diariodemallorca.es/opinion/ ... 19369.html

A Cabra le faltó un Picasso

JOAN HUGUET ROTGER (*) Hoy día 7 de noviembre se cumple el 71 aniversario del bombardeo a la población civil de Cabra por las fuerzas áreas del Frente Popular. Las fuerzas republicanas fueron las primeras en bombardear ciudades una vez iniciada la Guerra Civil, tanto es así, que antes de finalizar el mes de junio de 1936 ya habían dejado caer sus bombas en ciudades como Zaragoza, Córdoba, Sevilla, entre otras. Según podemos comprobar en los partes de guerra republicanos.

La intención de este artículo es rendir tributo y recuerdo a los civiles asesinados en Cabra por las tropas aéreas republicanas y a los civiles asesinados en Guernica por los nacionales. La diferencia está en que al bombardeo de Cabra le faltó un Picasso que lo inmortalice tal como ocurrió en Guernica. Seguro son pocos los que conocen dicho hecho histórico, de ahí que por justicia y por memoria hoy me refiero al hecho ocurrido en Cabra en aquel fatídico 7 de noviembre de 1936 y evitar que las 108 víctimas mortales y más de 200 heridos graves como consecuencia de este bombardeo, queden en el olvido de la memoria histórica cuando esta se pasa por el filtro de la propaganda y el sectarismo. Para mí, tanto los asesinados en Cabra como los asesinados en Guernica merecen el mismo recuerdo, la misma consideración y el mismo reconocimiento y homenaje. En Guernica fueron 120 las víctimas, en Cabra 108 de los cuales 18 eran niños, 15 mujeres, 21 ancianos/as y 54 adultos, prácticamente el mismo porcentaje que en Guernica.

El relato de los hechos no deja lugar a duda. El bombardeo de Cabra fue un bombardeo indiscriminado, fue un bombardeo a una población civil indefensa que no estaba en contienda militar, ni era elemento clave ni estratégico de ninguno de los dos bandos para ganar la guerra, pues en aquella fecha se libraba la gran batalla, la Batalla del Ebro, a cientos de kilómetros de dicha localidad. A día de hoy nadie ha explicado porque de esta masacre y mucho menos el objetivo que se pretendía. Los hechos sucedieron en la mañana del 7 de noviembre de 1936 cuando tres bombardeos Tupovlev SB Katiuska de fabricación soviética sobrevolaron a las 7:30 horas de la mañana la población de Cabra y dejaron caer 2.000 kilogramos de bombas sobre sus habitantes causando dolor, sangre y muerte, convirtiendo a la ciudad en un autentico ir y venir de gente sin posibilidad de reacción ni protección.

Hoy 71 años después nos debemos preguntar: ¿Qué ocurrió en Cabra? O mejor, ¿qué motivaciones guían a que el bombardeo de Cabra sea ignorado, callado y no recordado, como si ocurre, no lo crítico ni muchos menos recrimino con el bombardeo de Guernica? ¿Será que el bombardeo de Cabra protagonizado por la aviación republicana se justifica en defensa de la libertad y contra el fascismo? No, no creo que nadie tenga capacidad ni argumentos para justificar tal barbarie. Pero la realidad es que en este afán de rescribir la historia lo que se pretende es acallar las atrocidades de un bando y poner altavoz a las atrocidades del otro bando volviendo a levantar el fantasma de las dos Españas. Hubiera sido interesante que la hija ilustre de dicha población, la ex ministra de Cultura Carmen Calvo, se hubiera ocupado y preocupado de que sus vecinos, parientes y conciudadanos no quedaran en el olvido y que hubiese puesto en plano de igualdad la atrocidad perpetrada en Cabra con la atrocidad perpetrada en Guernica.

Hoy más que nunca tienen sentido las palabras de don Claudio Sánchez Albornoz: "Paz, piedad y perdón", esperando se termine una vez por toda esta locura de rescribir la historia. No es admisible que hoy 71 años después se intente desvirtuar la historia bajo el objetivo de dibujar un panorama de buenos y malos, de hacerlo así la historia será; una historia mutilada y sesgada, una historia en minúsculas, una historia sectaria, una historia parcial, una historia interesada, una historia manipulada, una historia cuyo único interés es servir a la causa de seguir manteniendo viva la llama del bando al que se pertenecía, sea el republicano o el nacional, y esta no es la historia en mayúsculas.
Hoy el bombardeo de Cabra sigue siendo ajeno para la memoria histórica, pero no lo puede ser para la historia. Lo obsceno hoy no reside en que no se recuerde ni se tenga memoria de las víctimas de Cabra, lo obsceno hoy consiste en la organización de homenajes a quienes políticamente fueron responsables de dicha masacre, homenajes que en muchas ocasiones terminan por dedicarles calles y levantar monumentos. Ya lo he escrito en otras ocasiones, crimines y barbaridades hubo muchas y todas ellas igual de repudiables, ya se traten de las llevadas a cabo en el periodo republicano, durante la Guerra Civil y después de la Guerra Civil, de ahí, mal que le pese alguno, sigo manteniendo que no es de recibo querer acotar dichas barbaridades a uno de los dos bandos, el nacional o el republicano, como se pretende hacer por algunos responsables de aplicar la Ley de memoria histórica.

Para terminar cojo prestadas las palabras escritas por el nada sospechoso "de franquista" Arcadi Espada Enériz: "Pero no eran vascos, no tenían un Picasso que pintasen sus gritos, ni sus lágrimas conmovieron a nadie. Hoy que se pretende reescribir el pasado y volver a dibujar las fronteras, nadie se acordará de esta masacre y siempre nos quedará Guernica". Por todo ello al cuadro de Picasso le añadí la leyenda: "En homenaje a las víctimas de Guernica y de Cabra". Definitivamente a Cabra le faltó un Picasso.

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Mensajepor Invitado » Lun 03 Abr, 2017 10:54 am

bombardeo de almería.

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Hace unos días, releyendo una revista, recordé uno de los sucesos más lamentables y vergonzosos de los acaecidos durante la Guerra Civil Española (1936 - 1939). El 31 de mayo de 1937, el acorazado alemán Admiral Scheer junto con cuatro destructores de la misma nacionalidad bombardearon la indefensa ciudad costera de Almería. Aunque pueda parecer asombroso, la acción respondió a una orden directa de Adolf Hitler en venganza por el ataque, fruto de un error, al acorazado de bolsillo Deutschland en el puerto de Ibiza dos días antes.

Tupolev SB-2 "Katiuska" con los colores del ejército republicano
Y es que, efectivamente, aviones del ejército de la República habían estado persiguiendo a un flotilla del ejército nacional, donde se encontraba el crucero Canarias, uno de los más importantes del bando franquista. Con el objetivo de destruir esos buques que se movían por el Mediterráneo, se puso en marcha una operación de búsqueda y ataque. Dos bombarderos Tupolev SB-2 conocidos como "Katiuska" localizaron al Deutschland y lo confundieron con el Canarias, bombardeándolo mientras se encontraba fondeado y causando la muerte de 22 ó 31 marineros (según distintos autores) y 73 ó 110 heridos.

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Mensajepor Invitado » Lun 03 Abr, 2017 11:02 am

muertes por terrorismo cristiano en españa casi 1 000 y miles de heridos y mutilados.
muertes por terrorismo musulmán en españa 218 y cientos de heridos y mutilados.
pena de país

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Mensajepor Invitado » Lun 03 Abr, 2017 1:35 pm

Invitado escribió:bombardeo de almería.

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Esa foto es de Rusia no de Almeria. Os inventais la historia GOLFOS.

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Mensajepor Invitado » Lun 03 Abr, 2017 3:01 pm

la afoto la saqué de este reportaje en taringa.he seguido por la internet la afoto y dicen que es haití en el 37 ... 20 minutos dice que son las purgas de estalin.otros que son civiles españoles huyendo de málaga hacia almeria
Consulta más probable para esta imagen: matanza de haitianos trujillo
pero me resulta raro

Una inmisericorde sesión de horror

Había un gran trajín de buques de la Kriegsmarine alemana en el Mar Mediterráneo en misiones de apoyo de suministros al bando sublevado, por lo que no fue difícil reunir una fuerza naval apropiada para atacar a la ya debilitada república. A los citados buques se les ordenó dirigirse a su objetivo, para lo que se situaron ante Almería poco después del amanecer del 31 de mayo de 1937. Una sesión de horror aplicaría el Gran Lobo Feroz a la indefensa población andaluza.
Almería sería bombardeada indiscriminadamente hasta en 52 ocasiones por no haber secundado la sublevación franquista. La defensas soterradas, hoy restauradas, son un estremecedor recordatorio y una obra casi faraónica, excavada a una profundidad media de 10 metros, con 67 accesos, almacenes y un hospital perfectamente equipado, básicamente, una obra diseñada para espantar el horror. Su muñidor, el arquitecto Langle tomaría la decisión de llevar a cabo esta colosal construcción, tras rescatar de los escombros del primer bombardeo de la ciudad, los restos de una famélica madre embarazada de otra vida truncada, una niña que al parecer se iba a llamar Paz. Toda una ironía.
esos fueron los que bombardearon almería
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para evitar confusiones pongo guernika
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1 de abril de 1939

Mensajepor Invitado » Mié 05 Abr, 2017 2:18 pm



Entrada en Madrid el 1 de abril de 1939 de las tropas nacionales. Madrid libre del yugo comunista y el pueblo abarrotando las calles para aclamar a los libertadores.

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1 de abril de 1939

Mensajepor Invitado » Mié 05 Abr, 2017 9:55 pm

Lo que terminó y lo que empezó el 1 de abril de 1939


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Aquel día perdieron la guerra un conglomerado de separatistas, stalinistas, anarquistas, marxistas y jacobinos. Y la perdieron en la forma ¡tan reveladora! de furiosos choques armados entre ellos mismos. Lo que deja a cualquiera estupefacto es que aquella alianza de golpistas, totalitarios y racistas (pues los separatismos vasco y catalán se basaban en un racismo no por estrafalario menos dañino) haya querido pasar por democrático y engañado a tanta gente. Este absurdo distorsiona de principio la mayoría de los análisis de aquella contienda y de sus consecuencias, y distorsiona también la política actual.

Claro que los vencedores tampoco eran demócratas. Pero es que la democracia no jugó ningún papel en aquella guerra. Lo que tenía de democrática la caótica república fue herido por la insurrección izquierdista de octubre del 34, y rematado por las fraudulentas elecciones de febrero del 36 y el violento proceso revolucionario que siguió. Por esta razón, los nacionales que se alzaron contra dicho proceso no creían en una democracia liberal que había desembocado en el desastre y que estaba en crisis en toda Europa. Las razones de la guerra no fueron una democracia ya destrozada por izquierdas y separatistas, sino los valores más fundamentales de la supervivencia de la nación española y de la cultura cristiana, raíz también de la cultura europea.

Lo que terminó aquel día tan señalado fue un largo proceso de desintegración social y nacional comenzado con la crisis subsiguiente al “Desastre” del 98, marcada por un desatado terrorismo anarquista, agitaciones y huelgas revolucionarias y provocaciones secesionistas que derrumbaron el régimen liberal de la Restauración. La breve dictadura de Primo de Rivera contuvo tales derivas, pero a continuación la II República elevó a un nivel más alto el frenesí político. El mismo Azaña caracterizó a sus partidos como “incompetentes, de codicia y botín, sin ninguna idea alta”; otros eran simplemente totalitarios, hasta empujar a la mitad de la sociedad a someterse a un despotismo nunca visto, o rebelarse. Hubo rebelión y finalmente victoria en una difícil lucha.

Y lo que empezó ese 1 de abril fue la paz más larga que haya vivido España en varios siglos, hasta hoy mismo, aunque perturbada por el terrorismo comunista del maquis y el separatista de la ETA y otros, añorantes del aquel Frente Popular felizmente vencido.

No fue una paz estéril, pues con el nuevo régimen España se remozó de arriba abajo, superando las taras de la miseria, el analfabetismo y graves desigualdades sociales y regionales, características de la época anterior. España pudo eludir la guerra mundial, deseada por los vencidos y que habría multiplicado las víctimas y los destrozos. El régimen llamado franquismo supo vencer al intento comunista de volver a la guerra civil mediante el maquis. Supo derrotar el criminal intento de hambrear masivamente a los españoles propiciado por Moscú, Londres, Washington y otros por medio del aislamiento internacional. En Años de hierro he tratado con una óptica más objetiva los difíciles años de la posguerra.

En fin, los vencedores del 1 de abril supieron reconstruir el país sin ayudas como las que beneficiaron a Inglaterra, Francia o Alemania, y luego alcanzar una de las cotas de desarrollo más altas del mundo, poniendo en pie una economía próspera y sana con muy poca deuda y desempleo. Supieron defender la soberanía nacional contra viento y marea y dejar un país libre de los odios brutales de la república, políticamente moderado y más culto que nunca antes (o después, si vamos a eso). Supieron, en fin, crear condiciones para una democracia viable, no convulsa o caótica, y organizar el tránsito a ella sin graves traumas... Son verdaderas hazañas históricas que devolvieron a España la confianza en sí misma después de tantos años de autodenigración e ineptitud. No voy a extenderme, porque ya lo he hecho en el libro Los mitos del franquismo, que puede leer quien tenga interés.

Pues bien, hoy es el día en que unos políticos que se sienten herederos de los vencidos en la guerra o ajenos a los vencedores tratan de destruir todo lo construido, mintiendo, calumniando y amenazando a la nación; partidos cuyas señas de identidad son la corrupción, la demagogia, la hispanofobia, el terrorismo o la colaboración con él, y una violencia mal contenida por ahora. Con la misma desenvoltura que los del Frente Popular se proclaman demócratas, cuando en realidad son más bien parásitos de una democracia que no les debe nada. Este uno de abril debe ser la ocasión para reflexionar sobre el mal camino y la degradación a la que llevan tales partidos y políticos a la democracia y a la nación.

http://www.piomoa.es
http://gaceta.es/p%C3%ADo-moa

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Mensajepor Invitado » Mié 05 Abr, 2017 10:08 pm

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era como este ????

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14 abril: Viernes Santo

Mensajepor Invitado » Vie 14 Abr, 2017 7:28 pm

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14 abril: Viernes Santo (¡Entra España!)

«¡Entra España!», era grito con el que las tropas nacionales entraban en las ciudades que acababan de liberar de las hordas rojas.

Ese mismo grito es el que se escuchará en las ciudades españolas en manos de las hordas podemitas durante toda la Semana Santa, pero especialmente el Viernes Santo, que ―por una merced de la Divina Providencia―, será el próximo 14 de abril. El poderío celestial de ese viernes eclipsará y arrollará sin piedad el recuerdo malsano de la República luciferina, que llegó a prohibir las misas y las procesiones, en su descerebrado intento de convertir en realidad la mamarrachada del masón Azaña, cuando dijo que «España ha dejado de ser católica».

España insumisa, España en la calle, proclamando urbi et orbe que «¡Entra España!», y «¡Entra Dios!». Al son de espectaculares tamborradas que atronarán los oídos del progrerío rojo, los católicos alzaremos las banderas victoriosas de cofradías y hermandades, tomaremos sus ciudades con los carros blindados de nuestros pasos procesionales, desfilaremos marciales con nuestros nazarenos igual que con un ejército de liberación, asaltaremos los cielos podemitas con una performance triunfal de las huestes angélicas que hará temblar los mismos cimientos de sus infiernos.

Y al frente, acaudillando nuestro ejército de salvación, marcharán nuestras Vírgenes y nuestros Cristos, mecidos y acunados por entrañables y españolísimas marchas procesionales, entre vaharadas de incienso cuyo inefable aroma fumigará las ciudades infectadas por el virus podemita, mientras arrojamos nuestras encendidas saetas contra sus torres desmochadas, rompemos con nuestras salmodias las copas de sus madrugadas, y de nuestros templos salen incontenibles apoteósicos himnos litúrgicos que exorcizarán a las fuerzas infernales con su poderoso grito: «Vade retro, Satana».

Cada Semana Santa es la misma pesadilla para los luciferinos, cuyos acólitos rojos republikanos se remueven en sus tumbas; cuyos herederos podemitas se remueven inquietos en sus cavernas sulfurosas, mordiéndose las uñas de sus garras siniestras, tragando ingentes cantidades de su bilis roja, desmayados sus ridículos puños en alto, aullando lastimeramente ante la epopeya de nuestras madrugás, fracasados sus esperpénticos esfuerzos por poner a España al pie del Señor de las Moscas, porque nunca podrán prohibir nuestra Semana Santa; y porque sus séptimos de caballería ―formados por demoníacos gestapos, blasfemadoras femens y orcos arcoiris― son carne de cañón para nuestros invencibles nazarenos.

Odian la Semana Santa porque, además de ser la esencia de nuestro catolicismo, es una expresión arrebatadora de nuestra esencia nacional, de nuestra identidad como país, de nuestros más acendrados valores históricos, culturales y espirituales; porque durante nuestras festividades tienen que comulgar con hostias como ruedas de molino, mientras les damos procesiones como panes ―Macarena va, el Gran Poder viene―, y nuestros nazarenos ejecutan un gigantesco escrache a las mismísimas puertas del infierno, una majestuosa manifestación con la cual gritamos a las turbas anticatólicas y blasfemadoras que aquí estamos, que aquí estaremos y seguiremos por los siglos de los siglos… que nos moverán, que no pasarán, que España será la tumba del luciferanismo, que Madrid y todas las otras ciudades podemitas han sido tomadas y liberadas por nuestros victoriosos ejércitos de nazarenos, a la vez que cantamos a pleno pulmón «Vade retro, Podemos», y ―en una jubilosa Azaña― que «España ha dejado de ser atea».

Danzad, danzad, malditos, costaleros del Señor de las Moscas que no tenéis madrugá, sino pesadillas; que no tenéis amanecé, sino resaca de tamborradas celestiales en las puertas de vuestros antros; que no tenéis ni Triana ni Sevilla, sino una Babilonia hedionda de sulfuro y escoria; que no tenéis España, sino pantanos de Walpurgis donde íncubos y súcubos os han robado el alma y la eternidad.

Queríais asaltar nuestros cielos, pero, en vuestra ignorancia y en vuestra irresponsabilidad, allí os encontraréis con la Macarena, la Esperanza, el Jesús del Gran Poder, y tantas y tantos Vírgenes y Cristos, que convertirán vuestros descabellados sueños en la más horrenda de vuestras pesadillas.

14 de abril: Viernes Santo. Cautivas y desarmadas las tropas podemitas, los católicos tomaremos sus Bastillas, arrasaremos sus infiernos, desmocharemos sus altas torres, y les enviaremos a sus pudrideros, a sus malolientes madrigueras, a sus llameantes zugarramurdis, donde será el llanto y el crujir de dientes.

Pero, tras las madrugás, es necesario darles amanecés sin cuartel porque a nosotros, que fuimos un pueblo bizarro, ¿se nos irán de rositas estos lacayos del Averno? Darles amanecés donde un pueblo gallardo celoso de sus valores se conjura más allá de la Semana Santa para dar a estas huestes anticatólicas y antiespañolas una españolá como no vieron los siglos, una desbordante marea de patriotismo y catolicismo que arrolle sus barbacanas, que arrase para siempre sus infiernos.

Que anuncie ya al mundo que en España empieza a amanecer.

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Mensajepor Invitado » Sab 15 Abr, 2017 3:42 pm

si son tan valientes como se cagaron la patas para abajo por cuatro pijos del PP que hicieron ruidos en la procesión .... aparte de cagones son una mierda de gente ... no les importó nada pisotear a niños y viejos mientras corrían como locos ... cárcel para esa gentuza que no sabe comportarse y les importa un pijo los demás .. a un viejo le rompieron la cabeza y lo pisotearon está en el hospital.

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Mensajepor Invitado » Sab 15 Abr, 2017 10:50 pm

Una república de botarates: Azaña y los republicanos


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Cuando fracasó el golpe militar con que los republicanos pensaban imponer la república, en diciembre de 1930, Azaña se escondió, y así seguía después de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, hurtándose a cualquier actividad conspirativa.

Fue Maura, seguro de la quiebra moral de la monarquía, quien le buscó y le llevó, casi a rastras, a tomar el poder en el Ministerio de la Gobernación en la Puerta del Sol de Madrid, el día 14. No tuvo, por tanto, parte alguna en los sucesos que trajeron el nuevo régimen. Tampoco era un republicano, y menos un republicano activo, de larga trayectoria. Tras el golpe de Primo de Rivera había roto con la monarquía, pero pocos sabían de esa ruptura, y su actividad de oposición a la dictadura había sido mínima. A lo largo de 1930 había pronunciado algunos discursos que atrajeron una fugaz atención sobre su persona, pero políticamente seguía siendo un desconocido, y sus pocos conocedores le recordaban más bien por sus obras literarias y de crítica en revistas. Era sólo un escritor con pocos lectores, pese al indudable mérito de, por ejemplo, El jardín de los frailes, y a menudo se sentía fracasado.

Sin embargo, a partir del 14 de abril del 31, en muy poco tiempo se convertiría en el principal personaje del nuevo régimen, en “la revelación”, o la “encarnación de la república”. La raíz de esta súbita elevación no se encuentra en intrigas ni en conspiraciones, sino en el sorprendido reconocimiento que le tributaron sus correligionarios por su inteligencia y calidad razonadora, unidas a su resolución para llevar a la práctica sus medidas reformadoras. Casi todos vieron y, lo más asombroso, aceptaron un tanto admirados, su notable superioridad política e intelectual, pese a tacharle al mismo tiempo de hombre adusto y algo hiriente. Pero si en un sentido suena asombrosa esa admiración, en otro no tanto: la tradición de los republicanos españoles, en general, apenas si cabe calificarla de pintoresca. Una tradición de muy escasa sustancia intelectual, bravucona, sin apenas noción de la responsabilidad política y con proclividad a la violencia y a las divisiones reyertas entre sus partidos. No sólo políticos de derecha, como Cambó, manifiestan un convencido desprecio hacia ellos, los mismos socialistas los miraban como personas y partidos insolventes desde cualquier ángulo que se les considerase. En este sentido, pudieron estar encantados de hallar entre ellos a un personaje de mucha más talla.

Azaña, desde luego, percibía la calidad no muy alta de sus correligionarios, pero no se desanimó, debido a la extraordinaria autoconfianza adquirida en los primeros tiempos del nuevo régimen. Desde el primer momento miró con una mezcla de condescendencia e irritación a sus correligionarios. A los militares republicanos los trata en ocasiones de botarates, y no mejor a los partidos. Así describe un congreso del principal partido republicano, el Radical Socialista, que transcurría en medio de continuas trifulcas y amenazas de unos y otros políticos de destapar corruptelas y de escindirse (y se escindiría, en efecto): “Llevan tres días, mañana, tarde y noche, desgañitándose. Y lo grave del caso es que de allí puede salir una revolución que cambie la política de la república”. Se descubrió que los delegados de Murcia iban con representación de miles de votos inexistentes, pero después de mucho escándalo, se les admitió ante la amenaza de los murcianos de “destapar” otros asuntos de los escandalizados. Y por fin, “después de tan feroces discusiones, se han echado a llorar oyendo el discurso de Domingo; se han abrazado y besado, han gritado… Gente impresionable, ligera, sentimental y de poca chaveta. Están redactando una propuesta que podrán votar todos, y hasta otra”.

Calificativos semejantes, si bien con menos intensidad, podían aplicarse quizá a sus partidarios de Izquierda Republicana. Cuando Azaña pasó a la presidencia de la república, tras haber destituido a Alcalá-Zamora, los azañistas se resistían a que abandonase la jefatura del partido, como era obligado, al no percibir otro jefe de su talla. La resistencia fue vencida en una escena vista así por Azaña: “Llorera general… Explosión de entusiasmo, abrazos, promesas, juramentos cívicos… En fin, muy bien. Es posible que ahora lo destrocen todo”.

La concepción, por así decir, estratégica de Azaña con vistas a realizar sus proyectos políticos consistía en orientar la energía de “los gruesos batallones populares” —principalmente las grandes organizaciones sindicales— bajo el influjo de la “inteligencia republicana”. Pronto comprendería que esa inteligencia era todo menos abundante, y si su confianza inicial en sí mismo le llevó al principio a mencionarla con una especie de desdén amable, como cuando señala la incapacidad de los diputados para percibir un sarcasmo o una ironía algo finos, pronto acumuló una impaciencia y un fastidio próximos a la desesperación: “Veo muchas torpezas y mucha mezquindad, y ningunos hombres con capacidad y grandeza bastantes para poder confiar en ellos ¿Tendremos que resignarnos a que España caiga en una política tabernaria, incompetente, de amigachos, de codicia y botín, sin ninguna idea alta?” Cuando, en verano de 1933, suspendió las vacaciones de las Cortes a fin de aprobar unas leyes a su juicio muy importantes, suspensión muy mal llevada por los diputados, fulmina contra la “terquedad, suficiencia y palabrería” de los suyos: “No saben qué decir, no saben argumentar. No se ha visto más notable encarnación de la necedad. Lo que están haciendo me ha hecho pensar, por vez primera, desde que hay República, en la del 73. Así debieron de acabar con ella. El espectáculo era estomagante. Diríase que estaban llamando al general ignoto que emulando a Pavía restableciera el orden”.

Y son sobradamente conocidos sus comentarios mordaces sobre personajes diversos, como Domingo, Albornoz, Gordón Ordás, Companys, etc. donde reluce su poca estima hacia sus colaboradores, actitud identificada a menudo con la soberbia. Pero cabe la duda de si tales sarcasmos no estarían justificados.

En algunos momentos parece a punto de tirar la toalla: “¿Estoy obligado a acomodarme con la zafiedad, con la politiquería, con las ruines intenciones, con las gentes que conciben el presente y el porvenir de España según los dictan el interés personal y la preparación de caciques o la ambición de serlo? Obligado no estoy. Gusto, tampoco lo tengo. Entonces ¿qué hago yo aquí?”.

Expresiones semejantes abundan en su primera época de gobierno, de 1931 a 1933. Y sin embargo, una vez perdido el poder intentará recuperarlo, con sorprendente irresponsabilidad, mediante la alianza entre la casi inexistente “inteligencia republicana” y los “batallones populares”, en condiciones mucho peores que en el primer bienio. Sus discursos de 1935, origen del Frente Popular, revelan su conciencia de estar despertando un “torrente popular que se nos viene encima”. Pero, con incomprensible optimismo, asegura que para encauzarlo “nunca nos habrán de faltar hombres”. Pocos meses después, ya en el poder, volverá a su vieja lamentación: “No existe el centenar de personas que se necesita para los puestos de mando”. Peor aún, la talla moral e intelectual “ha bajado tanto que hombres muy modestos se ofenden si se les ofrece un Gobierno civil”. Nadie parecía contentarse con menos de un Ministerio.

Los diarios de Azaña alumbran una de las claves, casi siempre desestimada por los historiadores, del fracaso de la república: la escasez de hombres capaces y de miras elevadas, y la abundancia de demagogos ambiciosos e ineptos. No sin despecho llega el político que encarnó aquel régimen a atribuir al conjunto de los españoles una inteligencia escasa, o una aptitud limitada para utilizar el cerebro. Creo que se trata de una extrapolación ilegítima, a partir de su experiencia con sus correligionarios, no muy representativos del conjunto del pueblo.

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Mensajepor Invitado » Mié 19 Abr, 2017 3:52 pm



'La visión del mundo de Podemos es falsa'
Fernando Paz: 'La mentira mueve a Occidente'

El historiador y periodista de La Gaceta, Fernando Paz, ha asegurado que la "mentira mueve al mundo y a Occidente".

En una entrevista concedida a La Contra TV, dice que términos como "posverdad" o "populismo" los emplean aquellos que no creen la verdad. "Sirven para calificar aquellos discursos que impugnan la realidad en la que vivimos y que son contrarios a las élites y la oligarquía".

Asegura además que la "mentira antifranquista" es la legitimación discursiva del actual régimen y enumera los cuatro grandes méritos del franquismo: mantener a España fuera de la Segunda Guerra Mundial, la salvación de judíos en ese conflicto internacional, el desarrollo económico social y cultural , y la transición a la democracia. "Estos temas han sido vapuleados por una historiografía sectaria".

Asimismo, sobre los debates con dirigentes de Podemos, señala que Errejón es el que tiene mayor poso ideológico y claridad política. "El hecho de que no se haya impuesto en la formación es buena noticia para los que no quieren a la formación morada en las instituciones". En este sentido, declara que el objetivo es desnudar la base de la que parten y demostrar que es falsa. "Su antropología es falsa y su visión del mundo y de la historia también".

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Mensajepor Invitado » Sab 29 Abr, 2017 4:40 pm

Sí, ganamos la Guerra

Salvador Sostres


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Se dice como un insulto que tú eres hijo o nieto de los que ganaron la Guerra. Nuestra Guerra Civil, se entiende. ¿Por qué es un insulto ganar una guerra? En cualquier caso tendría que ser insultante haberla perdido, y de aquella manera, y con aquellas siniestras banderas.

Es preferible que no haya guerras, pero fue una suerte que la nuestra no la ganaran los que quemaban iglesias, los de las checas, los del tiro en la nunca en las cunetas, los que falsificaron las últimas elecciones republicanas para dar un golpe de Estado -del que nunca se habla- y ocupar ilegítimamente el poder.

¿Por qué se toma como un insulto que te digan que eres heredero de los que ganaron la Guerra? ¿Por qué es mejor ser familiar de los que por suerte la perdieron y por más suerte todavía no pudieron poner a España bajo la influencia del Pacto de Varsovia?

Ayer el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para defender a Lluís Lach de sus declaraciones sobre los funcionarios, le afeó al PP ser el partido de Rodolfo Martín Villa. ¿Quién hizo más por la democracia y por la libertad? ¿Llach o Martín Villa? Fueron los políticos de la Transición y no los cantantes los que nos aseguraron nuestro actual sistema de libertades. Fue el franquismo quien trajo la democracia a España, y no la Resistencia, articulada mayormente alrededor del Partido Comunista, mucho más totalitario que el Régimen.

Los políticos de la derecha tendrían que curarse del complejo antifranquista. La clase política del franquismo fue brillante y seguramente la más culta y preparada que hemos tenido en siglos. Nadie tiene que avergonzarse de haber sido ministro de Franco, o de que su padre o su abuelo lo fueran, todo lo contrario que aquellas deprimentes ministrillas de Zapatero, que parecían salidas de un anuncio de detergente.

Cualquier Estado y cualquier democracia y cualquier libertad está construida sobre una guerra que se ganó, y las victorias militares y la celebración de la Pascua son el gran vigor del mundo. Aquí en la Tierra no existe lo perfecto, pero sí existe lo peor, que es de lo que en el 36 nos libramos. Mejor que no haya guerras, pero si las hay, que nunca las ganen los comunistas.

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Mensajepor Invitado » Sab 29 Abr, 2017 5:09 pm

guarango ... porqué es de criados , de probes de analfabetos hablar español?
Se dice como un insulto que tú eres hijo o nieto de los que ganaron la Guerra. Nuestra Guerra Civil, se entiende. ¿Por qué es un insulto ganar una guerra? En cualquier caso tendría que ser insultante haberla perdido, y de aquella manera, y con aquellas siniestras banderas.
lo que es un insulto es que no es nuestra guerra civil........ aliarse con los nazis de alemania y los fascistas de italia y hacerle la guerra a españa.

En Barcelona queda muy hortera hablar en español, yo solo lo hablo con la criada y con algunos empleados. Es de pobres y de horteras, de analfabetos y de gente de poco nivel hablar un idioma que hace un ruido tan espantoso para pronunciar la jota. …Estos que no hablan catalán, a menudo tampoco saben inglés, ni francés,

lo tuyo es darle a la priva, tonto del culo .... que ya te conocemos.

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Invitado

La Memoria Histórica: verdades y mentiras

Mensajepor Invitado » Sab 29 Abr, 2017 5:25 pm

Invitado escribió:lo que es un insulto es que no es nuestra guerra civil........ aliarse con los nazis de alemania y los fascistas de italia y hacerle la guerra a españa.


Mejor aliarse con Stalin .... :pinocho:

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