Isabel se enamoró de Felipe siendo
casi una niña, causando un disgusto
a su padre el rey, a quien "el alemán"
no le parecía un buen partido.
LÍOS DE LOS WINDSOR
La pregunta más indiscreta hecha por la BBC a la reina Isabel
Angelika Knüppel
Isabel se enamoró de Felipe siendo casi una niña, causando un disgusto a su padre el rey, a quien "el alemán" no le parecía un buen partido.
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Los Windsor cerraron filas para cubrir de cariño el 80 cumpleaños de Isabel II, la soberano de hierro, impasible a la adversidad, y con una sonrisa que sólo heló la BBC.
22 de abril de 2006. La reina Isabel II de Inglaterra sólo expresó un deseo para su cumpleaños "creo que no hay nada que me gustaría que me regalaran... bueno, pediría un día soleado, eso sería bonito."
Y no ha tenido mala suerte la reina con el día, que ha sido fresquito pero bastante despejado.
El deseo lo manifestó durante su visita a la sede central de la BBC en vísperas de su cumpleaños. Los anfitriones mostraron a Isabel II diversos objetos que simbolizan tanto el pasado como el futuro de la emisora. Entre ellos, pudo examinar un ipod con descargas de vídeo y audio, la última tecnología digital, pero también el micrófono utilizado por su abuelo, el rey Jorge V, para sus mensajes navideños al país.
Momento de tensión
Pero durante el recorrido por las instalaciones de la BBC se produjo un momento de enorme tensión cuando uno de sus presentadores, John Humphrys, de Radio 4, le preguntó a la Reina por qué no está Fidel Castro en su lista de invitados. Todo el mundo contuvo el aliento.
El periodista que lleva el apodo de "el inquisidor" dice "le sugerí a la reina que era un poco malévolo por su parte no invitar a Fidel Castro a palacio, ya que también tiene ochenta años. Pero creo que no le pareció una buena idea", contó Humphrys después.
Cuentan que la Isabel II ignoró la pregunta y le echó una de sus famosas miradas gélidas al presentador. La reina había invitado el miércoles a 99 jubilados nacidos igual que ella el 21 de abril de 1926. Castro celebra su cumpleaños el 13 de agosto.
La reina y el amor
Claro que más grave hubiera resultado si a la reina le hubieran preguntado sobre su vida sentimental y sobre todo sus relaciones con su esposo, el duque de Edinburgo, Felipe de Dinamarca y Grecia, quien por cierto no fue visto con buenos ojos por Jorge V para casarse con su hija.
Entre todas las anécdotas e historias que han aparecido en la prensa británica e internacional durante esta semana de festejos cumpleañeros sobre la vida de Isabel II, también han salido de nuevo a la luz rumores de presuntas infidelidades no de él, sino de ella.
Como resume el corresponsal de Bild en Londres, Peter Michalski, "al principio el matrimonio fue un éxito, también en la cama. Pero después surgieron rumores sobre supuestos líos de la reina." Nunca se pudo demostrar si el barón Patrick Plunket o lord Porchester fueron "algo más que amigos" de Isabel II.
En cuanto a las quejas inciales y poco caballerescas puestas en boca del padre de Carlos, Ana, Andrés y Eduardo -niño que llegó por cierto para gran sorpresa de todos- de que "me quiere constantemente, no hay manera de sacarla de la cama", Felipe de Edinburgo pasó a quejarse de la falta de intimidad entre la reina y el diciendo "ya no soy más que una maldita ameba".
Carlos, conmovedor
Nada de esto fue tocado, por supuesto, en el conmovedor discurso que el príncipe Carlos dedicó a su "darling mama" en el día de su cumpleaños. "Una ocasión para celebrar, para dar gracias y para mirar hacia atrás," dijo el padre de los príncipes Guillermo y Enrique.
Con todo mimo y lujo de detalles organizó una fiesta con diez minutos de fuegos artificiales de sobremesa, para los más allegados en Kew Palace, en un suburbio de Londres, en la que se hizo patente que ya se ha superado la fase tan desagradable de hace algo más de un año cuando Carlos impuso a Camilla a su madre y a la vida en palacio.