PRINCESA DE ASTURIAS
La extrema delgadez de Doña Letizia llama la atención. Su afán por estar a la altura de su cargo sería el origen. El escrutinio de la prensa no la ayuda. Especialistas le aconsejan cómo ganar peso sin descuidar su línea. Los dátiles son sus aliados[table][col]
[col]
[col]
SU PERFECCIONISMO LE PASA FACTURACONSUELO FONT
Esta semana, hemos podido ver a Doña Letizia en una audiencia en Zarzuela a la Federación Española de asociaciones de Espina Bífida e Hidrocefalia. Imagen un tanto alarmante ya que la Princesa de Asturias, que ha ido perdiendo peso progresivamente desde su boda con el Heredero, aparecía casi en los huesos, con los pómulos de la cara muy marcados y la mirada menos expresiva.
¿Le ocurre algo a Letizia? Es una pregunta que se hacen los adictos a observar fotos y también algunos especialistas, como Manuel Escudero Daina, reconocido psicólogo clínico y director del Centro Manuel Escudero de Psicología y Psiquiatría. «Últimamente vengo observando las fotos que se publican de ella y me ha llamado la atención su extremada delgadez, y también una aparente mayor rigidez facial e hieratismo en su cuerpo. En mi opinión, denotan que padece un alto grado de ansiedad», apunta a LOC.
Analizando su trayectoria anterior como periodista televisiva, donde era, según sus compañeros, una persona tremendamente autoexigente, y el nivel de presión al que actualmente está sometida tanto por su condición de consorte de Don Felipe como por estar en el punto de mira permanente de las críticas de la prensa, la impresión del doctor Escudero es que su afán de convertirse en la «princesa perfecta» le está afectando por dentro. [/table]
El Príncipe estaba acostumbrado a la presión. Ella necesita palabras de aliento en su entorno
«El perfeccionismo indica claramente una personalidad con rasgos de tipo obsesivo. Este prototipo de personas, en contra de lo que se piensa, son seres humanos muy responsables y con muy buenos sentimientos, lo que popularmente se conoce como buenas personas». Su afán por agradar a los demás, cumplir con sus obligaciones a la perfección, y estar a la altura de lo que creen se espera de ellos, les puede pasar una factura personal muy alta, haciéndose daño a sí mismos. Tanto, que pueden caer en dolencias físicas, como una anemia por pérdida de peso o incluso en una depresión. No parece que éste sea el caso de doña Letizia.
Desde esta perspectiva, Escudero explica la razón de la extrema delgadez de la Princesa. «La ansiedad que produce ese afán permanente de controlar todo y el grado de perfección que se autoexige, se traducen en una hiperactividad del sistema nervioso, que provoca un consumo energético tan elevado que le impide coger peso. El resultado es que está cada día más delgada, se está consumiendo».
Este desmedido afán de perfeccionismo, según el psicólogo, ha conducido seguramente a la Princesa a tomar algunas decisiones polémicas, como practicarse la cirugía estética en agosto de 2008, algo de lo que Zarzuela salió al paso alegando que se trataba de una septorrinoplastia recomendada por los médicos para paliar sus problemas respiratorios. «Seguramente, alguien de su entorno hizo algún comentario desafortunado sobre que su apéndice nasal era un poco afilado o a ella misma no le gustó su perfil en las fotos y, por tanto, se operó. Yo creo que su nariz no requería una cirugía estética ». De hecho, la imagen de la Princesa, antes de operarse, era enjuiciada de manera muy positiva, casi tanto como la actual.
Algo que corrobora a LOC el prestigioso cirujano estético Nazario Yuste, discípulo del mítico brasileño Ivo Pitanguy, considerado uno de los mejores especialistas plásticos del mundo. «A mí la nariz que tenía antes Doña Letizia no me disgustaba en absoluto. A lo mejor, aunque ella hubiera querido, no se la hubiera operado. Jamás aconsejo cambiar lo que me parece que está bien. Es cierto que la estética de su nariz está muy bien realizada, ya que no se la han dejado recta sino quemantiene un pelín de convexidad, es su misma nariz con la formainicial minimizada».
«Jamás aconsejo cambiar lo que está bien. No le hubiera operado la nariz», asegura un prestigioso cirujano
¿Se retocó Letizia algo más que la nariz? El doctor Yuste reconoce que su mentón sí era bastante prominente, aunque descarta que se le haya practicado una cirugía agresiva». Es una intervención maxilofacial muy compleja, que requiere una convalecencia de un mes o más sin aparecer públicamente, cosa que no ha ocurrido. Lo habitual es limar un poco el hueso, para lograr así esa ligera retracción que parece apreciarse en la foto. Se trata de una intervención leve cuya consecuencia es sólo un pequeño cardenal por unos días».
Tampoco cree que se haya retocado párpados. «Puede haberse aplicado algo de bótox, o bien se depila mucho las cejas. No se le forma pliegue alguno pero tampoco ella suele aparecer en fotos riendo, sólo con media sonrisa».
Y como especialista en estética, ¿qué Letizia prefería, la de antes de la intervención o la actual? «Pienso que ahora está también muy guapa, y es cierto que en las fotos sale mucho mejor con su nuevo perfil. Pero el problema es su delgadez. A mí me gustan las mujeres muy estilizadas, pero la Princesa está actualmente excesivamente delgada ».
Algo que corroboran expertos en nutrición consultados por LOC. «Comparando fotos suyas de su etapa como periodista y las actuales, se observa una considerable pérdida de peso , que con su 1, 65 de estatura no debe llegar ni a 52 kilos. Cuando llega uno de estos casos de extrema delgadez a la consulta de un especialista, suele ser por tres motivos: anorexia, que no es el caso; problemas de hipertiroidismo, que seguramente tampoco, y personas hiperactivas y por tanto con excesivo consumo calórico, que presumiblemente es su situación».
¿Qué tratamiento prescribe en estos supuestos de extrema delgadez un afamado especialista como el doctor José Manuel Ortiz Urdaín? «Engordar no es difícil, pero sí bastante más lento que adelgazar, un resultado de entre uno y dos kilos al mes es más que bueno», asegura este médico, que indica que «en estos casos, recomendaría una dieta compuesta por alimentos engordantes, especialmente los que contienen grasas y azúcares en una misma comida, ya que al tomarlos juntos uno de estos energéticos no se va a utilizar, generalmente la grasa, y se va a acumular. Por ejemplo, almorzar lentejas con chorizo, y panceta, un segundo plato, y de postre una tarta de chocolate. No importa tanto la cantidad como la mezcla. A eso añadiría 3 ó 4 dátiles en cada comida y cena, que es el alimento que más engorda».
Además, para garantizar los resultados, Ortiz Urdaín recomienda reposo. «Esta dieta funciona mucho mejor con una buena siesta, ya que cuanto menos ejercicio y consumo calórico se realiza, más se engorda. En algún caso es positivo que se prescriba además un tranquilizante suave para relajar el ritmo».
Aunque nada de esto daría resultado en la Princesa sin un cambio radical en la forma de tomarse la vida y también en la respuesta de su entorno, tal como corrobora el doctor Manuel Escudero. «Al Príncipe se le ve muy relajado porque mamó ese ambiente desde niño, pero su esposa ha tenido que dar un salto brutal para adaptarse a esta nueva vida».
«Recomendaría a doña Letizia que se buscara un coaching que la enseñara a conducir mas relajadamente su vida y no tomarse las cosas tan a pecho. También sería importante que en su entorno laboral y familiar se la estimulase, diciéndole cuánto se aprecia su esfuerzo. Y, por supuesto, que la prensa la atosigara menos. Ya se exige bastante a sí misma. Tiene que levantar el pie del acelerador y dejar de machacarse, sobre todo por su salud».
[table][col]
Bollos o pan con mantequilla,
mermelada y café con azúcar.
La grasa de la mantequilla
unida al azúcar permite que
una de las dos sustancias,
habitualmente la grasa, se
almacene por falta de uso,
permitiendo ganar peso.[col]
[col]
Fabada, callos o lentejas
con un derivado del cerdo,
como chorizo o morcilla.
Vital combinar con un postre
dulce. Si queda apetito, una
carne o un pescado de segundo
con guarnición de patatas fritas.[col]
[col]
Tarta o fruta dulce (chirimoya,
papaya o uvas) y, mejor, flan,
tocino de cielo, helado (con
manteca y azúcar ya juntos) o
tiramisú. De broche, una copita
de licor, baileys o avellanas, pues
el dulce con el alcohol engorda más.[/table]
[table][col]
Al finalizar el almuerzo, una
buena siesta después de
la comida ayuda siempre a
aumentar peso, también el
reposo, ya que, cuanto
menos ejercicio se hace o
menor es el consumo calórico,
mayores la tendencia a engordar.[col]
[col]
Indispensable añadir a la
dieta de engorde 3 ó 4
dátiles en comida y cena,
pues es el alimento que
más engorda.Los tuaregs del
desierto sobreviven largas
temporadas a base de ingerir
exclusivamente dátiles y agua.[col]
[col]
La ensaladilla rusa, con
buena porción de mahonesa
o salsa rosa (es decir, grasa)
puede ser una opción para la
cena, o para sustituir al guiso
del almuerzo, sobre todo en verano.
No hay que olvidar ingerir algo
dulce de postre.[/table]
EL MUNDO / AÑO II, NÚMERO 75 / LA OTRA CRÓNICA / SÁBADO 3 DE JULIO DE 2010