Palacio de Cibeles. Madrid, 19.11.2020
Institucional
Su Majestad el Rey presidió el acto de entrega de la XXVI edición del Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio a Tomás de la Quadra-Salcedo, por su larga y fructífera trayectoria en el ámbito jurídico y su contribución a la sociedad española.
Su Majestad el Rey recibe el saludo de la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet

Su Majestad el Rey recibe el saludo del presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas y del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes

Su Majestad el Rey recibe el saludo del premiado Tomás de la Quadra-Salcedo

Su Majestad el Rey a su llegada al acto acompañado por el galardonado y las autoridades asistentes

Su Majestad el Rey en primera fila de asientos al inicio del acto

Su Majestad el Rey entrega el Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio a Tomás de la Quadra-Salcedo

Su Majestad el Rey tras hacer entrega el Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio a Tomás de la Quadra-Salcedo

Su Majestad el Rey acompañado por el presidente del Consejo de Administración del Grupo Pelayo, José Boada, tras hacer entrega del Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio a Tomás de la Quadra-Salcedo

Fotografía de grupo de Su Majestad el Rey con el galardonado y las autoridades asistentes

Su Majestad el Rey durante su intervención en la entrega del Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio



Fotografía de grupo de Su Majestad el Rey con el galardonado y las autoridades asistentes

Don Felipe entregó a Tomás de la Quadra-Salcedo el Premio Pelayo, reconocimiento a Juristas de Reconocido Prestigio por sus aportaciones y dedicación a la Justicia, en un acto en el que felicitó Tomas de la Quadra-Salcedo por el galardón recibido y destacó “la labor de los grandes juristas en nuestra sociedad tiene un profundo significado porque España es un Estado de Derecho pleno y moderno. El respeto efectivo al Derecho es y debe ser siempre insignia, emblema y distintivo de nuestra democracia. Se trata de un elemento que se constituye en esencial constitutivo esencial de nuestra convivencia como pueblo”.
También, Don Felipe subrayó que “el Estado de Derecho no puede ser para nosotros algo rutinario, neutro y mecánico; tampoco ajeno a los valores, ni insensible ante las necesidades sociales. Nuestro Estado de Derecho es social y democrático, según la formulación constitucional. Por ello, debe alcanzar los altos ideales de libertad, justicia, igualdad y pluralismo político inherentes a la dignidad de la persona”.
Estado de Derecho que “para su cabal funcionamiento resulta indispensable un sistema judicial independiente fruto, de la separación de poderes. Estos poderes conviven y actúan sin interferencias, respetando la órbita de los demás. Desde este punto de vista, la garantía jurisdiccional por los jueces y tribunales de los derechos de cada uno y del cumplimiento de sus deberes viene a ser la coronación del Estado de Derecho, que alcanza su más alta expresión institucional en el Tribunal Constitucional y en el Tribunal Supremo”.
Su Majestad el Rey se refirió durante su intervención al premiado subrayando tres rasgos que van más allá del hecho de ser un hombre de leyes