NO ES POR MALDAD / Pilar Eyre
Leonor está enamorada. Algunos dicen que es monstruoso que se comenten esas cosas de una niña. Pero, señores, tiene 16 años. ¡Lo monstruoso sería que no lo estuviera! El pollo en cuestión es un compañero de colegio y ha estado con ella estas vacaciones, que la princesa de Asturias ha pasado en Madrid junto a su familia. También su padre invitaba a compañeros de su colegio canadiense. Si entonces hubiera traído a una chica, todos hubiéramos escrito: "¡Felipe, enamorado!", aunque dudo mucho que la reina Sofía hubiese aceptado una presencia femenina al lado de su adorado hijo. Pero sabemos que Letizia es una mujer moderna. Recordemos que en una visita a Barcelona estuvo departiendo con una señora que le contó que a los pocos días casaba a su hija. Y la Reina le advirtió: "Espero que hayna convivido... Las relaciones prematrimoniales son necesarias para no equivocarte luego". Claro, que una cosa es la teoría y la otra es aplicarla a una hija casi adolescente.
Pocos datos conocemos del pretendiente, pero, tranquilos, que no va a ser rey de España; a la princesa le queda mucha vida por delante. Sabemos que es alto, moreno, va a una clase superior y en el colegio son inseparables. Como ocurre con los amores adolescentes, a la parejita le parece inconcebible estar alejados el uno del otro. Pero que Leonor pasara las vacaciones en casa de él era un plan imposible, por el aparato que la protege -hasta diez escoltas y dos coches policiales-, además de que en una casa de vecindario normal no se podría garantizar la seguridad de la heredera del trono. Así pues, se optó por la decisión más sensata: que el chico viniera aquí. Ni la madre ni el padre pusieron el grito en el cielo, porque ambos saben que no hay que prohibir, sino ceder, tolerar y ayudar cuando todo, inevitablemente, acabe por romperse. Felipe tenía su edad cuando se enamoró de Vicky Carvajal, y estuvieron juntos hasta los 18 años. La madre de Vicky declaró despues: "Cuando la Reina se enteró de que mi hija iba a estudiar Periodismo presionó al príncipe para que la dejara", lo cual no deja de resultarnos ahora bastante grotesco. Dicen que Felipe sufrió mucho hasta que apareció en su vida Isabel Sartorious. Letizia, por su parte, debería rondar sus años también cuando se enamoró de Alonso Guerrero. Los padres no se lo tomaron bien y, el día en que cumplió su mayoría de edad, abandonó el hogar familiar y se fue a vivir con Alonso. Después de muchas idas y venidas terminaron casándose y al cabo de un año se divorciaron.
■ ■ ■
La aparición de Leonor sin mascarilla nos ha dejado a todos boquiabiertos porque su rostro es de una belleza madura y deslumbrante. La princesita aniñada, de la que decíamos: "No será tan guapa como su hermana", es ahora una mezcla de Claudia Cardinale y Natalia Vodianova, con el cutis de porcelana de la madre, los pómulos de la abuela Paloma y una nariz ligeramente borbónica que le da un toque elegante. ¡Por Dios, desde aquí le pedimos que no se la opere! Que responda como hacía su tía abuela Pilar de Borbón cuando le sugerían que pasara por el quirófano: "¡Cómo voy a recortar esta nariz que lleva 17 generaciones en la familia!". Leonor, como le pasa a todas las chicas que van a colegios ingleses, ha ganado peso y también seguridad en sí misma. En el acto sobre ciberacoso sonreía, hablaba con las compañeras, daba la mano o dos besos (¡podemos constatar que las reverencias cortesanas han pasado a mejor vida!). Ahora se revela como un gran acierto la decisión de Letizia de enviarla unos años a un colegio extranjero, lejos de la complicada familia paterna.
■ ■ ■
Ante la provocación que fue la tan publicitada foto de Juan Carlos con sus hijas y sus nietos en Abu Dabi, la familia real ha optado por el silencio y la aparente indiferencia, a pesar del disgusto que se llevaron. No sabemos muy bien qué ha hecho la princesa de Asturias estos días en España, aparte de los dos actos en que ha participado y la visita a su abuela materna por su cumpleaños. Lo que sí conocemos es lo que no ha hecho. No se ha reunido con sus primos Borbón -con los que no se relaciona desde hace años pese a que tanto los hijos de Elena como Juan, el mayor de Cristina, viven en Madrid- ni parece que haya estado con su abuela, la emérita, que tampoco ha acortado su estancia en Mallorca para verla, ni la ha visitado nunca en su internado, a pesar de que viaja a menudo, tanto a Alemania como a Inglaterra o a Grecia. Sofía debería sentir curiosidad por saber cómo se desenvuelve su nieta, ya que ella estuvo cuatro años interna en un colegio de la misma línea pedagógica del Atlantic: el Kurt Hahn de Salem, que dirigía un tío suyo. Ella misma contó que, a pesar de que iba a una clase de edad inferior, le costaba seguir los estudios -"Solo era buena en griego"-, era una deportista muy torpe y se resistía a madrugar. Y destaca como lo más positivo de esos cuatro años que el dentista del pueblo le puso un aparato de ortodoncia para corregir su irregular dentadura. Cuando se le preguntó si se había echado algún novio, aunque en esa época los chicos estaban separados de las chicas, la Reina emérita confesó: "Claro que sí, alguna cosa pasó... Los típicos enamoramientos con algún compañero, las cartitas, nos intercambiamos fotos..., ¡aunque yo de quien estaba enamorada de verdad era de James Dean!".
■ ■ ■
Sofía participó en su último acto, la jura de bandera de civiles en el Pardo, con expresión seria y triste. Sus nietas van a casa de su tía Telma para ver a la abuela materna y su pareja, y a ella, que vive a 300 metros, no la visitan nunca. Hace unos años se supo que si quería estar con las niñas no podía hacerlo espontáneamente, debía avisar con tiempo. También resulta curioso constatar que su hija Cristina visita más a menudo a su padre, que reside en los Emiratos, que a ella. Incluso ve poco a su hija Elena, y Sofía se resiente de su soledad. ¿Para cuándo una foto con sus hijas y nietos como la célebre de Abu Dabi? ¡Hasta sería posible que posara con Juan Carlos! Porque su forma de pensar es un enigma para todos los españoles. Sería lógico deducir que se siente humillada por la actitud de su marido, que culmina en las acusaciones de acoso que le ha dirigido su amante Corinna, pero sigue llevando su anillo de prometida y pide a los periodistas que no lo llamen "emérito", que es una falta de respeto. Nos esperan grandes sorpresas aún por parte de esta familia que, para bien o para mal, no deja de proporcionar jugosos titulares.