Los Reyes de Jordania

Las últimas noticias de la Realeza. Monarquía vs. República
¿Cuánto reinarán Felipe VI y Letizia?


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bat
Pequeño saltamontes
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Registrado: Vie 30 Mar, 2012 11:13 am

Mensajepor bat » Jue 17 May, 2012 11:04 am

ya les gustaria a muchos trabajadores que despues de toda una vida de dedicación reciben una modesta jubilación encontrarse con un exilio dorado a razón de 12.000 dólares mensuales, qué solo es una cifra visible, porque tienen en fuertes paraisos cuentas de hasta cuarenta mil millones, es más, lo primero que hacen estos dictadores es asegurarse "por si acaso".

El matriarcado de la mujer árabe no es cuestión de presente, ya en la antigüedad los sultanes estaban completamente mediatizados por el harén, eran ellas las que decidían a quién ponían, y asesinaban a los hijos de otras mujeres para dar prioridad a su favorito.
Algunos sultanes ordenaban traer eunucos negros para distinguir sus hijos de los del servicio.
Rania es una reputada manipuladora aprovechando además un esposo con escasas luces, dominado por su madre y su esposa oficial, que valiéndose de su vogue internacional ha empeñado todo su poder en sus ambiciones personales.

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OECD Forum 2012 in Paris

Mensajepor Invitado » Jue 24 May, 2012 6:51 am

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La Familia Real jordana celebra el día de la Independencia

Mensajepor Invitado » Dom 27 May, 2012 4:26 am

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Mensajepor Invitado » Mar 29 May, 2012 4:15 am


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La Familia Real jordana celebra el día de la Independencia

Mensajepor Invitado » Mar 29 May, 2012 5:24 am

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Rania en la inauguración del OECD Forum 2012 in Paris

Mensajepor Invitado » Mar 29 May, 2012 5:30 am

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Mensajepor Invitado » Lun 11 Jun, 2012 11:39 pm

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Mensajepor Invitado » Mar 12 Jun, 2012 12:45 am

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Queen Rania attends the IAA graduation ceremony

Mensajepor Invitado » Mié 13 Jun, 2012 11:50 pm

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Mensajepor Invitado » Mié 20 Jun, 2012 3:37 am

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Rania en la reunion Clinton Global Initiative

Mensajepor Invitado » Jue 27 Sep, 2012 12:25 am

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yt

Mensajepor yt » Jue 27 Sep, 2012 3:06 am



Queen Rania speaks at IAA Graduation Ceremony 2012




Queen Rania speaks at the Clinton Global Initiative 2012 Plenary Session

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turbo

Mensajepor turbo » Sab 24 Nov, 2012 6:58 pm




Jordania rompe el tabú y reclama a gritos la llegada de la república

Una nueva oleada revolucionaria pide por primera vez la caída del rey Abdalá

JAVIER ESPINOSA / Amán



Decenas de vecinos se habían asomado a las ventanas en el centro de Amán para asistir atónitos a los gritos que coreaban cientos de manifestantes. Unas proclamas que multiplicaban su simbolismo al expresarse a escasa distancia del palacio real y en plena Avenida de los Hachemíes, la saga real que regenta esta nación desde que se independizó en 1946.

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La ‘primavera’ perdida de Bahrein

Represión. En el primer aniversario de un histórico informe independiente que halló responsable al Gobierno de Bahrein de graves violaciones de los derechos humanos durante las protestas de 2011, continúa la represión.

Informe. La organización Amnistía Internacional (AI) ha denunciado, en un informe que publica hoy, que Bahrein no sólo no ha emprendido ninguna reforma real, sino que ha consolidado las medidas para impedir que la oposición exprese sus reivindicaciones.

Inestabilidad. «Bahrein corre el peligro de caer por una prolongada pendiente de disturbios e inestabilidad y se encuentra en una encrucijada», afirma AI. «El proceso de reforma es una farsa», dice la organización.


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«¡Queremos la república!», se escuchó gritar a los cientos de congregados. «¡Gadafi, Mubarak, Ben Ali se han ido... Abdalá, ¡haz las maletas!», clamaban otros. Pero sobre todo repetían el cántico que ha dominado esta región -desde Túnez a Bahrain, Yemen o Siria- durante los últimos dos años: «¡El pueblo quiere la caída del régimen!». Todavía más inédito en la escenografía habitual del reino hachemí era que los opositores despotricaban contra el soberano frente a decenas de policías antidisturbios, que en ningún instante intentaron reprimir las protestas.

Las manifestaciones nocturnas del barrio capitalino de Taifalah en las que se exige el derrocamiento del rey se han convertido en el ejemplo más preclaro de la efervescencia de una segunda Primavera Árabe.

El país asiste a movilizaciones cotidianas y huelgas desde que el día 13 el Ejecutivo decidió suprimir los subsidios para el combustible y el gas butano. Un movimiento que todavía no congrega a multitudes -como pasó en Egipto por ejemplo- pero que, como dice el abogado Mohamed al Harasis, «ha roto el muro del miedo» y por primera vez se atreve a criticar directamente al soberano.

Al Harasis es uno de los animadores de las protestas en Tafilah, enclave vinculado por lazos familiares a la ciudad sureña del mismo nombre, uno de los principales centros de la oposición. Apaleado el viernes -aún tiene cicatrices en una pierna-, incide en que los gritos contra Abdalá son «algo inédito aquí porque son delito; cuestionar al soberano es un crimen recogido en la Constitución».

La técnica habitual del rey para reconducir el descontento popular -cesar al primer ministro o disolver el Parlamento- no parece ya efectiva. «El jefe de la banda de ladrones es él. El truco de culpar al primer ministro ya no funciona. Es cuestión de tiempo que lo echemos», asegura Ahmed al Bijad. Ex coronel retirado de la policía, la presencia de Bijad en las filas de la oposición frontal al monarca resume el riesgo que enfrenta el clan hachemí. Porque personajes como Bijad han constituido hasta ahora el eje central del régimen, que se apoyaba en las fuerzas de seguridad y las tribus leales. «Nosotros en Tafilah fuimos los primeros en apoyar la monarquía hachemí. Pero bajo un contrato: que el gobernante se comportara con justicia», añade Bijad. Ahora, entre los oponentes no sólo se cuentan los miembros de los Hermanos Musulmanes sino también otros disidentes como el ex responsable de los servicios secretos Ahmad Obeidat, asociaciones de ex uniformados como la del antaño general Ali Habashneh y toda una plétora de agrupaciones tribales.

El Ayuntamiento de Kufar Assad, un poblado al norte de Amán, todavía guarda las señales de la furia popular que lo arrasó el miércoles pasado. Coches calcinados y muros ennegrecidos por las llamas. Las paredes recuerdan el nombre del primer muerto que se ha cobrado la algarada popular en 2012: Qais al Omari. «El mártir de la subida de precios», asegura una pintada.

A sus 27 años, Qais personificaba el incierto futuro que enfrenta la juventud local. Desempleado, solía trabajar en la construcción o de agricultor eventual. «En lo que fuera. Podía ganar siete dinares al día y el nuevo precio de la bombona de butano es de 10. ¿Cómo pretenden que sobrevivamos? ¡El Gobierno quiere humillarnos!», afirma su hermano Majdi.

Los Omari participaron el día 14 en las protestas del pueblo. Majdi dice que la policía insultó a las mujeres parientes de los que protestaron, un gesto grave en la sociedad jordana. Un grupo de jóvenes se dirigió a la comisaría y comenzó a lanzar piedras, como admite Omar al Omari, primo del difunto.

«Los policías dispararon primero al aire y después nos ametrallaron. Parecía que estábamos en Siria. A Qais le entró una bala por la espalda y le salió por el pecho», rememora Majdi. Las fuerzas de seguridad dijeron que Qais formaba parte de un grupo armado que intentó asaltar el cuartel, algo que niega la familia.

Los muertos siempre han sido el factor que ha acelerado las revueltas en la región. Pero los Omari siguen defendiendo al monarca. «Para nosotros es una línea roja», apunta Majdi. Otro signo quizá del estado incipiente de esta revuelta, donde ni los mismos protagonistas coinciden en sus objetivos. «Queremos una monarquía constitucional, como en España, pero no queremos que el rey sea el jefe del Estado», opina Harasi algo confuso. Sin embargo, los Hermanos Musulmanes difundieron el domingo un comunicado en el que alertaban sobre una inminente «explosión social» y dijeron que las medidas del Ejecutivo eran «una declaración de guerra». Los islamistas exigen el boicot de las legislativas, que Abdalá pretendía exhibir como referente de su esfuerzo reformista.


EL MUNDO. MIÉRCOLES 21 DE NOVIEMBRE DE 2012

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LOC

Mensajepor LOC » Sab 24 Nov, 2012 7:27 pm




RANIA DE JORDANIA
UNA REINA CON LAS PROTESTAS AL CUELLO

Se ha recluido en palacio y ha cancelado casi todos sus viajes internacionales para evitar la ira de los indignados jordanos. Hay quien la considera modelo estético de la princesa Letizia


ROSA MENESES


Cuando el rey Husein de Jordania murió en 1999, Abdulá no era el favorito para sucederle. Así que es conocido que el rey nunca ha sido demasiado popular entre los jordanos. Aunque todavía lo es menos su esposa, la reina Rania. La más bella de las monarcas árabes, el ejemplo estético de doña Letizia, la mujer admirada en Europa por su estilo elegante y occidental, la royal que tiene el perfil más internacional y activo abanderando causas tan nobles como la lucha contra el analfabetismo es, en realidad, despreciada en su tierra. La clave está en sus orígenes palestinos, pero también en el mundo de derroche y glamour con el que siempre se le ha identificado.

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¿VIDAS PARALELAS?

ASMA ASAD era, como Rania de Jordania , amada por el papel couché . Modelos de elegancia y de discreción y ejemplo de pretendidas monarquías de su tiempo en medio de un mar de regímenes con estándares de otro siglo. Sus distintivos: los vestidos de Dior, las joyas de Cartier, los zapatos de Louboutin. Eran perfectas copias de Lady Di versión arabesca, volcadas en su papel de madres, esposas y abanderadas de causas sociales. Pero el mundo ideal en el que se encuadró a Asma Asad, la esposa del presidente sirio, Bashar Asad , se desmoronó cuando estalló la revolución contra el régimen de Damasco, en marzo de 2011. Siria se tornó en un país en guerra con más de 40.000 muertos. Y el exquisito gusto de Asma resultó ser una macabra actitud. Mientras miles de niños morían en las calles de su país, la primera dama siria encargó muebles de lujo en el barrio londinense de Chelsea para su palacio de Latakia por valor de casi 25.000 euros. Los rumores dicen que Asma y sus tres hijos están ya fuera de Siria. Probablemente en Londres, donde ella nació y se educó antes de casarse con Bashar. Entonces la llamaban la Rosa del Desierto . Ahora es la encarnación de María Antonieta. Su pueblo hace tiempo que la desahució, como a las cleptómanas Leila Trabelsi (esposa del dictador tunecino) y Suzanne Mubarak (mujer del rais egipcio). Demasiado lujo y ambición. ¿Seguirá Rania su senda?



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Durante la época de máximo furor de las Primaveras Árabes -en 2011, cuando cayeron los regímenes del tunecino Ben Ali, el egipcio Mubarak y el libio Gadafi-, Jordania fue un remanso de paz. Pero es en las últimas semanas, a medida que el descontento se está desvelando en una ola de protestas que reclama la caída del rey, cuando Abdulá ve amenazado su cetro. La reina, por su parte, lleva semanas sin aparecer en público, consciente de que los ánimos no están para lucirse demasiado. Su imagen frívola podría provocar un estallido de violencia social incontrolable.

Porque los ánimos en Jordania se están caldeando y la ira contra la monarquía y las grandes cantidades de dinero que gasta, mientras el pueblo pasa necesidad, ha hecho virar las miradas hacia la glamurosa Rania y su esposo. Esta semana, miles de manifestantes expresaron en Amán una sorprendente demanda: por primera vez no pedían reformas, sino la caída de Abdulá y su reina.

«¡Rania y Abdulá roban a los jordanos!», se escuchó gritar en lo que se ha convertido en uno de los eslóganes más populares de las protestas. El otro es el estribillo de las revoluciones de Túnez y Egipto: «¡El pueblo quiere la caída del régimen!». Y no precisamente se refiere al Gobierno. El viernes 30 de noviembre hay convocadas más protestas.

En particular, es el estilo de vida lujoso que trasluce la extremada pasión por la moda de Rania -que marca tendencia en las bodas reales de medio mundo- lo que trae de cabeza a los jordanos. Ellos, una sociedad eminentemente beduina que acaba de ver recortados los subsidios al carburante y la electricidad este octubre. Y que el pasado 14 de noviembre, cuando en España había una huelga general, salieron a protestar por todo el país por la subida del gas para cocinar en un 14%.


FASTOS DE CUMPLEAÑOS

Muchos en Jordania todavía recuerdan las fastuosas celebraciones del 40 cumpleaños de la soberana, hace dos años, cuando organizó una fiesta en el impresionante cañón de Wadi Rum para 600 invitados de todo el mundo. Los muros de granito rosa fueron iluminados con un gigantesco número 40 en forma de tarta. Este año ha sido más discreta al conmemorar su aniversario, a finales de agosto.

«El rey es visto por los diplomáticos occidentales como fuera de alcance», afirma un periodista jordano consultado por LOC que prefiere ampararse en el anonimato. «Suele gastar dinero público en sus viajes personales, incluyendo el uso de aviones Airbus 320 en sus viajes a África sólo para conducir sus motocicletas», añade.

No se sabe cuál es el salario anual del rey. Aunque sí se conoce el presupuesto de la corte hachemí, que en 2011 ascendía a los 35 millones de dinares (38,3 millones de euros). La monarquía se ha bajado el presupuesto: en 2010 era de 37 millones de dinares (40,5 millones de euros) y en 2009, de 44,5 millones (48,5 millones de euros). El presupuesto de la casa real jordana es parte de los presupuestos del Gobierno, que alcanzan los 1.200 millones de dinares jordanos (1.300 millones de euros).

Por ejemplo, la partida para la casa real marroquí en los presupuestos del Estado es de 232 millones de euros. Mohamed VI sí que publica su salario anual, que en 2013 será de cerca de 541.000 euros. El rey don Juan Carlos gana, por su parte, 292.752 euros, después de bajarse el sueldo bruto este año en un 7,1%. El presupuesto de la Casa Real española para 2013 se ha fijado en 7,9 millones de euros, mientras que el presupuesto del Estado español es de 162.000 millones de euros.

Aunque una parte de la sociedad y la política jordana -liberales y reformistas- no ve corrupción en las actividades de la reina Rania, la bella esposa de Abdulá es especialmente demonizada por el ala ultraconservadora, que ve con malos ojos el creciente influjo de los palestinos en Jordania.

Del total de seis millones de habitantes que tiene Jordania, la mitad son de origen palestino. Los menores de 30 años constituyen el 70% de la población. El desempleo afecta a un 14% de los jordanos, aunque según las cifras no oficiales que maneja la CIA se eleva hasta el 30%. Un 25% de la población vive en la pobreza y el salario mínimo sobrepasa en poco los 160 euros al mes.

Desde que estalló el Despertar Árabe, Jordania ha vivido en la inestabilidad, con gobiernos que son nombrados por el rey para caer sucesivamente. Aunque las protestas no son masivas, el monarca mantiene un pulso con la oposición, los poderosos Hermanos Musulmanes. Abdulá ha convocado elecciones para el próximo enero, boicoteadas por los islamistas. Y mientras, la guerra en la vecina Siria, a menos de 100 kilómetros, añade más inestabilidad al país, desbordado por los 200.000 refugiados sirios que han traspasado la frontera.

Viéndole las orejas al lobo, la reina ha optado por un perfil bajo y se ha retirado cuanto ha podido del alcance de las garras de la política local, dispuesta a despedazarla. «Desde hace más de un año ha cancelado casi todos sus viajes internacionales con el fin de evitar las críticas. Se ha volcado en su labor de lobby contra la pobreza y en favor de la educación infantil», explica un observador jordano bajo la condición del anonimato.

Sobre este tema giró la entrevista que le concedió a esta periodista, en 2010, para hablar exclusivamente de los 72 millones de niños que no pueden ir a la escuela en el mundo. Entonces argumentó que los líderes mundiales «no prestan la atención necesaria a la educación». Rania se mostró amabilísima durante la entrevista, pero su Gabinete de prensa quiso luego controlar el contenido de la misma, exigiéndome que le mostrara un borrador, a lo que por supuesto me negué. Amabilísima, sí, pero Rania es también muy controladora. Fue una de las únicas entrevistas que ha concedido a un medio español, condicionada a no hablar de su vida privada. Las revoluciones árabes aún no habían estallado, pero las críticas a su figura demasiado expuesta internacionalmente estaban a la orden del día en Jordania.

Rania se ha recluido en palacio desde la conmemoración del día de la Independencia, en mayo, y su asistencia al Jubileo de la reina Isabel II en Londres. Su última aparición pública data de septiembre, cuando participó en la Clinton Global Initiative, un foro que reúne a líderes internacionales, políticos y empresarios, junto con ejecutivos del Banco Mundial y de la ONU, auspiciados por Bill Clinton, para tratar sobre los desafíos sociales en el mundo. Desafiante, Rania habló de revolución. «Necesitamos otra revolución en el Mundo Árabe. Necesitamos una revolución de la educación», dijo Rania, que presidió un panel dedicado a abogar en favor de la formación técnica y vocacional en la región como un medio de atajar el desempleo rampante.

«Si hay algo en lo que debemos centrarnos es en rediseñar nuestros sistemas educativos», dijo la reina. «Estamos enseñando habilidades de ayer», añadió Rania, que recibió una educación elitista y estudió Empresariales en la Universidad Americana de El Cairo.

Rania, que en 2011 era la número uno en el top five de tuiteros árabes más seguidos elaborado por la revista Arabian Business, ha tornado su frenética actividad en la red en un misterioso silencio. Su último tuit data del 26 de octubre, cuando felicitó la fiesta del Eid a los musulmanes. Rania tiene más de 2,4 millones de seguidores, y es una de las líderes mundiales más seguidas, después de Barack Obama y Hugo Chávez. Pero, al contrario que los frenéticos blogueros y activistas, cuando Mubarak cayó no se mostró muy entusiasmada en las redes sociales. «Egipto, donde pasé mis años de universidad. Que seas bendecido con seguridad y prosperidad en esta nueva era». Igual de diplomática había sido con Túnez: «Observando de cerca los acontecimientos en #Túnez y rezando por la calma y la estabilidad para su pueblo».

Rania se describe en su perfil de Twitter como «una madre y una esposa con un trabajo diario muy guay...». En los últimos meses, se ha centrado en ese papel de madre y esposa y ha cesado de hablar de política en sus tuits. Porque Rania solía tuitear sobre las reformas prometidas por su marido. Por ejemplo, en marzo de 2011 citó al soberano: «Su Majestad: No tememos las reformas y respetaremos las recomendaciones del Comité de Diálogo sobre las enmiendas parlamentarias». Y también: «Su Majestad: Rechazamos el vandalismo y el caos, son una línea roja». Pero ni un comentario sobre las manifestaciones exigiendo a Abdulá II más transparencia y cambios reales para convertir el país en una monarquía constitucional.

Los jordanos están tan descontentos con sus soberanos y tan nostálgicos de Husein que están surgiendo con fuerza voces reclamando que el príncipe Hamzah suceda a Abdulá. El primogénito de la reina Noor -que estaba destinado, en un principio, a reinar- aviva ahora la antigua rivalidad entre Rania y la última esposa de Husein. Otro problema que se suma a la ruina de Rania.


EL MUNDO / LA OTRA CRÓNICA / SÁBADO 24 NOVIEMBRE 2012

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Mensajepor Invitado » Mié 28 Nov, 2012 1:26 am

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La Primavera Árabe está reñida con el glamur de Rania

● La reina de Jordania adopta un perfil bajo por consejo de los servicios secretos
● No se deja ver en reuniones de la 'jet set'
● Tiene abandonado su Twitter, donde cuenta con más de dos millones de seguidores



La Primavera Árabe ha resultado fatal para el glamur y las revistas del corazón. Primero perdieron a Asma, la esposa del presidente sirio Bachar el Asad, cuya modernidad y elegancia alababa un inoportuno reportaje de Vanity Fair justo en el momento en que su marido reprimía con puño de hierro a los manifestantes que pedían democracia. Ahora, empieza a notarse la ausencia de Rania de Jordania en el papel cuché. Hace semanas que apenas se tienen noticias de la antes superactiva esposa del rey Abdalá. No ha vuelto a tuitear desde que el pasado 26 de octubre deseó felicidades con motivo de la fiesta islámica del Cordero.

La última vez que la elegante consorte jordana abrió la boca en público fue el pasado septiembre durante la reunión anual de la Iniciativa Global Clinton. “Necesitamos otra revolución en el Mundo Árabe. Necesitamos una revolución de la educación”, dijo Rania que desde hace algún tiempo centra sus esfuerzos en ese ámbito. Pero la subida de los precios de los combustibles y la falta de resultados de las reformas anunciadas por el rey Abdalá, parecen haber convencido a los jordanos de que la única forma de conseguir cambios es echarse a la calle como ya han hecho algunos de sus vecinos.

A sus 42 años, Rania es toda una personalidad en Twitter (@QueenRania) con 2,4 millones de seguidores. También fue una pionera en YouTube, donde ya en 2008 lanzó su propio canal. Con anterioridad esta mujer moderna y atractiva había conquistado a los medios de comunicación. Licenciada en administración de empresas, había trabajado en varias multinacionales antes de casarse con Abdalá en 1993, cuando nadie esperaba que seis años más tarde el rey Husein iba a nombrarle heredero al trono en sustitución del tío Hasan. La joven reina se convirtió a partir de entonces en su mejor embajadora.

Su buen inglés, su soltura en los actos públicos y su fotogenia influyeron sin duda en que fuera votada la tercera mujer más guapa del mundo en una encuesta de la revista Harpers & Queen en 2005. Ese mismo año, la popular comunicadora estadounidense Oprah Winfrey la calificó en uno de sus programas de “icono de la moda internacional”. Además, defendía los derechos de la mujer en una región del mundo donde prevalecen los valores patriarcales.

Sin embargo, su éxito en Occidente no tuvo parangón dentro de Jordania, donde su tren de vida contrastaba con el conservadurismo y la pobreza de la mayoría de la población. Aunque la vigilada prensa local siempre ha evitado cualquier cotilleo sobre la reina, el malestar por sus gustos caros se evidenció a raíz de la fiesta que organizó en agosto de 2010 para celebrar su 40º cumpleaños y a la que invitó a 600 personas.

Estos son tiempos delicados para Jordania, un país de seis millones de habitantes, un millón y medio de refugiados palestinos e iraquíes, y escasos recursos naturales. En Amman se rumorea que los servicios secretos le han pedido que se muestre más discreta por el bien de la monarquía. Rania ya había reducido su visibilidad a partir de las críticas que causó su implicación en los asuntos de Estado que revelaron los cables del Departamento de Estado norteamericanos filtrados por Wikileaks a finales de 2010. Los más críticos, miembros de tribus que nunca aceptaron su origen palestino, llegaron a pedir al rey que la repudiara.

Desde entonces se ha consagrado a promover la educación de los jóvenes jordanos y a promover proyectos de desarrollo para las familias más desfavorecidas, a la vez que limitaba su aparición en galas y foros internacionales. También se han aparcado los planes para crear una fundación con su nombre al estilo de la que dirige la jequesa Mozah de Qatar.

A Rania no le preocupa sólo su imagen. Está en juego el futuro de sus hijos. El mayor de los cuatro, Husein, que tiene 17 años, es también el heredero del trono. Pero en las calles de Ammán, algunos de los descontentos están pidiendo que se reinstaure a Hamza, el medio hermano de Abdalá que el rey Husein tuvo con su última esposa, Noor.



    Queen Rania Speaking at Teacher's Award Ceremony




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