La factura fiscal de la Infanta en Panamá: 6.100 euros en 40 años
La empresa panameña de Pilar de Borbón ha pagado apenas una tasa media anual en ese país de 150 euros durante cuatro décadas, según consta en el Registro del país
Al que fuera veterano director financiero del bufete Gómez-Acebo & Pombo, Conrado García Calleja, le provocaría risa cuando le mostraban cada año el impuesto que había que pagar por la entonces discretísima empresa de Pilar de Borbón y familia en Panamá. Como representante legal durante décadas en esa sociedad asumida en 1974 por Luis Gómez-Acebo, marido de la Infanta, era el que tenía que retratarse ante la Dirección General de Ingresos del Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá y ordenar el pago de la durísima tasa anual a las sociedades anónimas, de nada menos que 300 balboas, 260 euros al cambio actual. Y eso desde 2005, porque el Gobierno panameño decidió aquel año endurecer la tasa y elevarla desde los 175 que, como media, había venido cobrando en las últimas décadas.
Eso era todo amigos, porque, como explica la consultora multinacional Deloitte a su clientes "Panamá opera un sistema fiscal con principio de territorialidad, en el que residentes y no residentes tributan sólo sobre ingresos obtenidos en Panamá. Los ingresos que no se generan o no se derivan de Panamá, no están sujetos a tributación". Impuesto cero de sociedades para todo no residente y, encima, en secreto, salvo que bufetes como Mossack Buenaventura pierdan el control y estalle el escándalo de los llamados papeles de Panamá gracias al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y revelado en España por El Confidencial y La Sexta.
Los factores personales
La salida de César Alierta de la Presidencia de Telefónica -pero no de la empresa- coincide con el primer aniversario de la muerte de su esposa, Ana Cristina Placer. Un presidente del Ibex, amigo de Alierta, asegura que no hay que elucubrar mucho sobre las razones de su marcha, porque la clave está precisamente en esa pérdida personal. En su opinión, Alierta ya no era el mismo en la recta final de la enfermedad de su esposa y menos aún cuando enviudó. Florentino Pérez y otros del Ibex le animaron a llenar el vacío con más actividad en el cargo y Alierta siguió el consejo, pero el aragonés vio meses después que ni tenía la energía de antes, ni Telefónica podía permitirse un presidente a medias. Sus amigos dicen que echará de menos sus 16 años en el cargo, pero jamás tanto como los 50 con su esposa.
Con esta mezcla de mini tributación y opacidad, no es de extrañar que Christie George Peters y Kathyn B. Delis se acercaran al notario el 20 de mayo de 1969 a montar Delantera Financiera. El objeto social era amplísimo: "En general, cualquier actividad comercial y/o industrial (...) e inversiones y fondos de inversión en cualquier parte del mundo". Ambos han montado cientos de empresas offshore así en Panamá y en esta ocasión lo hacían para Alexander Papamarkou, un millonario griego dueño de un fondo de inversión para grandes fortunas. Pilar de Borbón aseguró en su tardío comunicado del pasado miércoles que Papamarkou era amigo personal de su esposo y que le cedió la propiedad de Delantera Financiera en 1974.
Alecko no sólo era amigo de Luis Gómez-Acebo, también del Rey Juan Carlos, porque concedió al griego la Orden de Isabel la Católica, según presumía éste en su currículum. Una distinción que se concede en España para "premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional". ¿Qué hizo Papamarkou?
Volviendo a Pilar de Borbón, dice que ella y su esposo asumieron Delantera Financiera, porque Gómez-Acebo había sufrido un intento de secuestro de ETA y quería desarrollar "actividades profesionales alejadas de España". Cierto que la banda terrorista ha sido una tragedia, pero para irse fuera no hace falta ir a un país con tributación cero que todavía hoy el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, califica de "último gran bastión" de la opacidad. Un miembro del Gobierno ZP admite que grandes empresas españolas presionaron para que Panamá -que amenzaba con retorsión- fuera retirada de la lista de paraísos fiscales y así se hizo, increíblemente, en 2011.
En ese año, la familia de Pilar de Borbón no sólo mantenía la sociedad, sino que uno de los hijos, Bruno Alejandro Gómez-Acebo y Borbón, administrador de empresas inmobiliarias en España y socio de una Sicav, se implicara desde 2006 en la gestión. Impresiona también ver en el Registro de Panamá cómo Bruno, García Calleja y Francisco Peña -nuevo jefe de Gómez-Acebo & Pombo en Lisboa tras larga carrera en Madrid- se reunían el 2 de junio de 2014 a las 12.00 horas para disolver la empresa panameña. Apenas 90 minutitos después de que Rajoy anunciara la abdicación del Rey. Su hermana asegura que cualquier vinculación de ambos hechos es "sencillamente errónea", pero sucede como con los mini impuestos de Panamá, que cuesta creerlo.