TODO SOBRE LOS DUQUES DE PALMA

Las últimas noticias de la Realeza. Monarquía vs. República
¿Cuánto reinarán Felipe VI y Letizia?


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Assia
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Re: TODO SOBRE LOS DUQUES DE PALMA

Mensajepor Assia » Sab 13 Jul, 2019 4:00 am

Ni la austriaca fue tan ''pvta'' como algunos ''novelistas decadentes'' no las quieren retratar ni la austriaca dijo NUNCA: ''SI LOS POBRES NO TIENEN QUE COMER TIRARLES LAS SOBRAS DE LOS PASTELES'' Todo eso fue invetando para que odiaran a la austriaca, ya que los franceses nunca le perdonaron que hablara el frances (la lengua de los aristocratas de la epoca) con 1 fuerte acento aleman. Siempre fue tratada muy mal la reina Maria Antoneta. Cuando los franceses veian a los reyes gritaban: '' VIVA EL REY A ABAJO LA AUSTRIACA'' Algunos biografos hablan sin asegurar que quizas Maria Antoneta fuera amante de 1 Embajador sueco que fue el unico que la quiso librar de la guillotina. Pero biografos buenos, NO lo aseguran se limitan a la posibilidad de que ese Embajador sueco es muy posible que fuera amante de Maria Antoneta.

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TODO SOBRE LOS DUQUES DE PALMA

Mensajepor Invitado » Dom 22 Sep, 2019 3:05 am

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Padre e hijo, en acción.


De tal palo... tal Urdangarin

Mientras Iñaki escribe compulsivamente en la cárcel, el mediano de la familia -zurdo, 18 años, 1,88 m de estatura- lucha en Nantes por su primera ficha de profesional. Si alcanza el primer equipo, que entrena el español Entrerríos, no ganaría menos de 6.000 euros al mes

MARTÍN MUCHA


Es el zurdo de los más jóvenes de la Casa Real. Desde muy chico, su posición natural es extremo. Incluso cuando era el más pequeñín del club Handball Esplugues iba adelante, agazapado y listo, inusualmente rápido. Un ratonero. Le observaba su padre, Iñaki, su ídolo; de él y de los hijos y los padres que acudían a ver al equipo. A pesar de que un año antes, Crónica había publicado Anatomía de un Pelotazo (25 de septiembre de 2011), la exclusiva que desvelaba los detalles del caso Noos, la mala fama de Urdangarin padre aún no había vencido al atleta que tiene su camiseta colgada en el Palau Blaugrana.

Pablo Urdangarin, en 2012, era ya el que apuntaba maneras de deportista de élite entre todos los nietos de Juan Carlos I. Y el único que podía heredar el legado -en balonmano- de su progenitor. Siete años más tarde, el pequeño Pablo ha crecido -está cerca del metro noventa- y entrena en Nantes. Ha arribado -que rima con escapado- a un equipo top, en una de las ligas más competitivas del mundo, el tercero en discordia en Francia, campeón de Copa en 2017 y finalista de la Champions en 2018. Allí entrena y vive, en una ciudad bella y discreta. Lo ideal para él. Está cerca de un enorme jugador, hoy entrenador del primer equipo, el asturiano Alberto Entrerríos. Sin tratar de llamar la atención, huyendo de la sombra de papá y, a la vez, echándolo de menos.

Mucho ha cambiado su vida desde entonces. Cada vez que puede se escapa para ver a su padre a la prisión de Brieva (Ávila). Su madre, la infanta Cristina, intenta protegerle, a él y a sus hermanos, del flash de las cámaras. «Ellos no tienen que pagar ni sufrir por los pecados de los padres», es el comentario general en su entorno. Pero es solo un deseo. Desde que en junio de 2018, Ignacio Urdangarin Liebaert ingresó en prisión -tras ser condenado a cinco años y 10 meses de prisión por los delitos de prevaricación continuada y malversación, tráfico de influencias, fraude a la Administración más dos delitos fiscales-todo ha ido cuesta arriba para ellos. Fue un golpe tremendo especialmente para Pablo, muy apegado a su padre, su mejor amigo.

El domingo 8 de julio de 2018 se registró su visita a la cárcel en un coche con las lunas tintadas. Aún tenía 17 años y acompañaba a mamá. Es la única visita de la que hay fotografía. Se le ve de perfil, con gafas de pasta. Algunos de los suyos dicen que él es como Clark Kent -el alterego de Superman-. Cuando se quita las gafas lucen sus grandes ojos azules y se aprecia más su extraordinario cambio físico tras cumplir la mayoría de edad en diciembre del año pasado. Pasados los 18, se ha vuelto más resolutivo. Es consciente que ahora decide él. Ha practicado tenis, esquí... pero, desde muy chico sabe que quiere dedicarse profesionalmente al balonmano. Y ya va en pos de su sueño. Sin importarle los recurrentes comentarios maledicentes.

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De izquierda a derecha, Pablo, Iñaki y Juan Urdangarin asistiendo, en enero de 2013, a la final del Mundial de Balonmano en Barcelona.

«Recuerdo cuando jugaba con nosotros. Era calmado, y su padre, a diferencia de otros, no hacía aspavientos, sólo lo observaba y no le presionaba en absoluto», comenta Sergio Sanz Cantalejo, su entrenador en el Handball Esplugues. «No era nada presumido. Se comportaba como cualquier otro chaval». Era esencial en un equipo donde iban -y van- chicos de todas las clases sociales, desde hijos de obreros hasta directivos de multinacionales. No trataba de destacar más que por su buen espíritu. En una foto de 2013 del equipo completo, está en en tercera fila, sonriente, con el dorsal 12. «Su puesto desde entonces era extremo. Lo pequeño que era, lo compensaba con su inteligencia y rápidez». Raudo de mente e irónico, siempre ha evadido las elucubraciones sobre su padre usando esa arma.

¿Por qué Nantes? ¿Por qué Francia si había elegido antes la Bundesliga -pasó en ella el año pasado-, la liga más competitiva actualmente? Hay varias razones. Habla el idioma como nativo -mientras en Alemania tenía que tomar clases- tras haber estudiado en los liceos franceses de Washington y Barcelona, y haberse graduado en la espléndida escuela Ecolint de Ginebra.

El TSV Hannover Burgdorf fue una grata experiencia para él e incluso tuvo la alegría de que, una de las pocas veces en que le visitó su madre, justo anotó cuatro goles. Sin embargo, es ahora en Francia donde más crece este deporte. Mandan el PSG y el Montpellier, pero la jerarquía del Nantes aumenta año a año, moviliza miles de personas a su pabellón -él no vive lejos- y su presupuesto ya alcanza casi los ocho millones de euros, prácticamente lo mismo que el Barcelona en España.

Pero no es únicamente eso. Alberto Entrerríos ha sido capital para su llegada al Nantes. Amigo de Iñaki desde sus tiempos en la selección, ha pasado de jugador a asistente y ahora ya es el entrenador principal. «Me he cruzado con él y nos saludamos amablemente. La ciudad es maravillosa y este equipo es ideal para un chico que se está formando», refiere a este suplemento. Y hay futuro si llega al primer equipo.

El salario medio de los jugadores profesionales en España es mileurista si no se juega en el Barça. En el Nantes supera largamente los 6.000 euros al mes. Y, aunque no tiene ficha profesional -juega en el equipo B aún-, sueña en conseguirlo muy pronto. Tras el último estirón, ya casi está en los 190 centímetros de estatura: 188. No llegará a los 196 de Iñaki, zurdo como él. Se desempeña como un extremo clásico, con mucho salto.Le falta ganar músculo, pero sus preparadores posponen esa parte a la espera de que deje de crecer. En su primer partido le tocó alentar a sus compañeros -victoria frente al Rezéens por 40 a 30- desde el banquillo. Nadie de la nobleza española fue a darle aliento. Era lo mejor. Ayer, sábado, fue su segundo encuentro, ante Saintes. La familia real podría ir a verle, si ya está asentado en el equipo, a finales de noviembre, cuando se enfrente a sus iguales del PSG.

Mientras Pablo, octavo en la línea de sucesión de la corona, crece deportivamente, su padre se pierde cada uno de sus partidos por su condena. Quisiera estar con él, como cuando gritaban juntos eufóricos alentando a España. Iñaki está escribiendo compulsivamente en la cárcel. ¿Habrá una carta de consejos para su amado Pablo? Nadie de su entorno lo duda.

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Mensajepor Invitado » Sab 05 Oct, 2019 2:55 am

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URDANGARIN
SU HIJO, ARRAIGO PARA LA LIBERTAD

Juan vive en Madrid desde septiembre. Se reunirá con su padre en sus permisos.

M. PINA


DESPUÉS DE DOS AÑOS DE futuro incierto, Juan Urdangarin (20) ha fijado su residencia en Madrid. El hijo mayor de la Infanta Cristina e Iñaki se instaló en la capital el pasado mes de septiembre y comenzó sus estudios en una prestigiosa universidad privada situada en el elitista barrio de El Viso, como ha confirmado LOC. La discreta vuelta a España del joven responde más a las exigencias de Instituciones Penitenciarias para ofrecer permisos que a las ganas de la familia de establecerse en la capital.

Juan se erigió como cabeza de familia ante la sentencia del Caso Nóos. De hecho, después de terminar el colegio en 2017 decidió tomarse un año sabático para estar junto a sus padres. Uno de los planes que hizo ese año fue viajar de nuevo hasta la localidad camboyana de Battambang para hacer un voluntariado durante unos meses. La familia está muy vinculada a la fundación que el padre Figaredo tiene en la ciudad, de hecho, todos lucen en sus apariciones públicas las pulseras del voluntariado.

En junio de 2018, Urdangarin ingresó en prisión y después del verano su hijo inició la universidad en Essex, como contó LOC en exclusiva. Sin embargo, lejos de instalarse en Inglaterra para estudiar los cuatro años de carrera, este año Juan Valentín ha hecho las maletas de nuevo para mudarse a Madrid. Tras un verano con amigos en Portugal, en septiembre se instaló en Madrid. Aquí se está sacando el carné de conducir y ha comenzado el curso en la citada universidad. Juan está muy integrado con sus amigos y pasea con tranquilidad por el Barrio Salamanca, como se vio en unas instantáneas publicadas por ¡Hola!. Tal y como ha confirmado LOC, el joven es el nuevo objetivo de los fotógrafos y el pasado jueves acudió a comer con unos amigos de la universidad al restaurante La Raimunda, situado en el Palacio de Linares. “Después pasaron la tarde en una casa muy cercana, a la que llegaron caminando”, explican.

Ese mismo día, su padre también fue fotografiado entrando en el Hogar Don Orione, donde realiza su voluntariado. La llegada a Madrid de Juan responde a la situación carcelaria de su progenitor. Iñaki, condenado a cinco años y diez meses de cárcel, podría pedir su primer permiso penitenciario cuando cumpla un cuarto de su condena, situación que llegará el próximo diciembre. Para que le concedan una salida de fin de semana, Urdangarin debe cumplir varios requisitos, el que atañe a su hijo Juan es el arraigo.

Instituciones Penitenciarias podría negar el permiso si el preso no tiene un familiar de primer grado al que visitar. La familia era consciente de esta situación, por eso decidieron que la matriculación de Juan en Madrid, bajo el ala protectora de toda la familia Borbón, en especial de su abuela Doña Sofía y de la Infanta Elena, era lo idóneo.


ELLA, EN SUIZA

Aunque Doña Cristina lleva un año tratando de reconciliarse con la opinión pública, la opción de trasladarse ella a la capital estaba descartada. Sus hijos pequeños, Miguel e Irene, continúan sus estudios en Ginebra, donde están muy integrados en la vida local y en el colegio, en el que llevan seis años estudiando. Pablo, el segundo hijo de la familia, está instalado en Nantes, donde juega en el equipo de balonmano de la localidad.

Si finalmente Instituciones Penitenciarias otorga el primer permiso a Iñaki para salir un fin de semana en diciembre, la familia se reunirá en torno a Juan, quien por su familia se ha instalado en Madrid, donde todos volverán a estar juntos después de año y medio separados.


LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO SÁBADO 5 DE OCTUBRE DE 2019

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Mensajepor Invitado » Sab 01 Feb, 2020 3:14 am

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Los Reyes de España Felipe VI y Letizia junto a la Familia Real en el Funeral de la Infanta Pilar en El Escorial.


INFANTA CRISTINA
CADA VEZ MÁS TIEMPO EN MADRID E I ÑAKI PELEA POR EL TERCER GRADO

Aún no ha llegado a ningún acuerdo con La Caixa para cerrar su salida. Sin embargo, ella y su familia pasan más tiempo en Madrid. Iñaki necesita arraigo para salir antes de prisión.

BENEFICIOS DE SER ALTEZA REAL, AUNQUE VENIDA A MENOS

EDUARDO ÁLVAREZ

PESE A LAS MUCHAS PRESIONES que recibió, Doña Cristina no ha renunciado nunca a sus derechos dinásticos. Nadie puede despojarla de su dignidad de Infanta ni de ciertos honores y tratamientos, regulados en un Real Decreto de 1987, que sólo podrían modificar las Cortes. Y, sin embargo, la tensión entre la hija menor de los Eméritos y los actuales Reyes se ha vuelto a reflejar en el funeral solemne por Doña Pilar de Borbón, en el que los servicios de Protocolo de Zarzuela recurrieron a una triquiñuela llamativa para restar protagonismo a la esposa de Urdangarin, y con ello a su hermana, la Infanta Elena, siempre víctima colateral. Así, saltándose el orden de prelación de personalidades previsto para actos de Estado u oficiales en España, que regula otro Real Decreto de 1983, las dos Infantas no ocuparon los primeros puestos en la bancada del Escorial, justo por detrás de Don Juan Carlos y Doña Sofía, tal como les correspondía, sino que se situó en lugar preeminente a Beatriz de los Países Bajos, quien ya no es reina. Un modo de alejar a Doña Cristina de Don Felipe y Doña Letizia en su recorrido en el interior del templo, que acentuó la tensión familiar. O un intento de seguir marcando las distancias de cara a la opinión pública que genera más ruido del que le conviene a la Corona.

PRIVILEGIOS LABORALES

Por ser vos quien sos, como diría aquél, esto es, por el hecho de ser Su Alteza Real Doña Cristina de Borbón, Infanta de España, la benjamina de Juan Carlos I ha tenido unos indiscutibles privilegios durante su prolongada etapa profesional vinculada a La Caixa, más allá de sus méritos y valía profesional, destacada por compañeros que admiten el tesón de la Infanta y lo volcada que ha estado en proyectos que le entusiasmaban.

Doña Cristina se licenció en Ciencias Políticas por la UCM en 1981 y completó sus estudios con un Máster en Relaciones Internacionales en Nueva York. En 1991 inició prácticas en la sede de la Unesco en París. A esta organización de la ONU para la educación y la cultura quedó ligada a través de un puesto honorífico como colaboradora, algo muy habitual entre miembros de la realeza a quienes Naciones Unidas recurre para sus organismos y agencias.

En 1993, la Infanta comenzó su andadura profesional en La Caixa, encargada al principio de la organización de exposiciones en el departamento de programas culturales de la fundación de la entidad financiera. No fue ningún secreto que el propio Rey intervino para que Cristina firmara aquel contrato. En Zarzuela, a diferencia de lo que entonces y aun ahora ocurre en varias Monarquías europeas, se consideró que el único que no podía tener un trabajo privado era el heredero, y se vio conveniente que Doña Elena y Doña Cristina se ligaran a la empresa privada, algo que durante años compatibilizaron sin problema con sus tareas de representación de la Corona. Ya les habría gustado a Harry y Meghan.

La carrera de Doña Cristina en La Caixa fue meteórica. Y cinco años después de su ingreso, tras pasar por diversos puestos, alcanzó el de responsable de los programas de Cooperación Internacional de la Fundación. Todo fue bien... hasta el estallido del caso Nóos. Ahí comenzaron los problemas para la Infanta y su marido, pero también para la propia caja.

En junio de 2009, cuando Zarzuela creía que aún se podía controlar la onda expansiva del escándalo por el que hoy cumple condena Urdangarin, se obligó a los entonces Duques de Palma a trasladarse a EEUU. La Infanta mantuvo su trabajo en La Caixa. Pero durante varios años sus visitas a Barcelona fueron escasas y en la entidad eran conscientes de que Doña Cristina no afrontaba sus responsabilidades con normalidad. Pero la entidad decidió mantenerle el puesto, y el gran sueldo, incluso cuando todo el asunto de Nóos ya estaba judicializado, los duques apartados de la Familia Real, condenados por la opinión pública y exiliados en Suiza.

La imputación de Doña Cristina –finalmente absuelta– fue un mazazo para La Caixa y se llegó a publicar que Isidre Fainé consideraba perjudicial para la imagen de la entidad mantener en nómina a la Infanta. Al final, el asunto, que generó gran tensión, se solventó de un modo salomónico: la Infanta pidió una especie de excedencia, sin empleo ni sueldo, en 2016, mientras tuvo que afrontar el juicio.

En 2019, en una junta de accionistas, una representante sindical pidió explicaciones de por qué se mantenía el contrato a Doña Cristina. La dirección explicó que la Infanta no estaba ligada a la entidad, ya bancaria, sino a la Fundación, separadas desde 2016. Una forma de esquivar tanto malestar larvado.


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ESTE MIÉRCOLES, LA INFANTA CRISTINA acudía en la basílica El Escorial al funeral por su tía Doña Pilar y de nuevo protagonizó un tenso momento con la Reina Letizia. La Infanta ha sido noticia esta semana tras publicar Vanitatis que está negociando su salida de la fundación La Caixa, donde trabaja desde hace 26 años y en la que ejerce como directora del área internacional en Ginebra, ciudad donde reside desde 2013. Una negociación que no ha culminado en ningún acuerdo, sostienen a LOC fuentes de la entidad bancaria.

Este puesto en La Caixa la ex duquesa de Palma lo ha compatibilizado hasta ahora con el de coordinadora interagencias de la Aga Khan Trust Fundation, a la que en adelante se dedicará en exclusiva, dedicada a la ayuda humanitaria, y que desde 2016 tiene también sede en Lisboa, ciudad con bastantes papeletas para convertirse en futuro hogar de los Borbón Urdangarin.

A nadie se le escapa que este inesperado movimiento de ficha de la Infanta Cristina está relacionado con la situación penitenciaria de su marido, que desde el 18 de junio de 2018 cumple condena de 5 años y diez meses en la prisión de mujeres de Brieva. Urdangarín, tras cumplir la cuarta parte de su condena en noviembre, disfrutó de su primer permiso de cuatro días estas Navidades, que pasó en casa de su madre en Vitoria con la Infanta y sus cuatro hijos y donde la pareja se exhibió en actitud muy cariñosa, dando a entender que la cárcel no ha hecho mella en su unión.

Actualmente, la meta del cuñado del Rey es lograr el tercer grado penitenciario, lo que le permitiría únicamente pernoctar en prisión y disfrutar los fines de semana libres. Urdangarin comenzó en septiembre a ejercer tareas de voluntariado en el hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcon como monitor deportivo de discapacitados. Inicialmente, acudía dos días en semana, pero solicitó uno más que el juez de vigilancia penitenciaria le concedió pese a la oposición de la fiscalía, por lo que ahora lunes, miércoles y viernes recorre en coche los 103 kilómetros que separan Brieva de Pozuelo.

En teoría, no podría optar al tercer grado hasta que no cumpla la mitad de su condena en 2021, pero dada su buena conducta, que no tiene delitos violentos y ha satisfecho la multa por responsabilidad civil, podría acogerse al artículo 1000.2 del reglamento de prisiones que permite a los presos de segundo grado como él disfrutar de régimen abierto.

Por el momento, según la agencia Efe, la junta de tratamiento de Brieva que se reúne cada seis meses (lo hizo el 23 de enero pasado), no le ha otorgado la semilibertad, pues ha decidido mantenerle en segundo grado. Pero quizá Iñaki no tenga que esperar hasta julio, pues podría recurrir ante el juez y obtener el régimen abierto de forma inminente.

Aquí entra en juego su familia, ya que un requisito indispensable, además de un trabajo, es tener un arraigo, esto es, un domicilio de un pariente en primer grado como mujer, hijos o padres. Fuentes cercanas a Urdangarin no creen que la infanta Cristina vaya a abandonar Ginebra inmediatamente. “Sus dos hijos pequeños, Miguel e Irene, están a mitad de curso en Ecolin. Además, Miguel acaba este año el bachiller y entra en la universidad. Probablemente, se planteará un cambio de escenario el curso que viene”.

De momento, la solución ha sido su primogénito, Juan Valentín (20), que pese a haberse matriculado el año pasado en económicas en la universidad inglesa de Essex pasa mucho tiempo en Madrid para estar cerca de su padre. Se le ha visto visitarle con frecuencia en Brieva, pero también en un concierto con su abuela, Doña Sofía, en el cumpleaños de su prima Victoria Federica, con amigos por el Barrio de Salamanca, visitando en agosto a Don Juan Carlos en la clínica Quirón y en la capilla ardiente de Doña Pilar. Incluso se ha publicado que se ha sacado el carné de conducir en una autoescuela de Móstoles. Según la fuente citada, “Juan Valentín haría cualquier cosa por su padre. Me han comentado que se ha empadronado en Madrid, algo que no le exige residir pero sí pasar bastante tiempo aquí y a Urdangarin le bastaría para demostrar un arraigo de cara a obtener el régimen abierto”.

De lograrlo, el ex duque de Palma no estaría obligado a pernoctar en una cárcel, como Brieva; podría hacerlo en un Centro de Inserción, más llevadero y dotados con habitaciones en vez de celdas. En Madrid existe el CIS Victoria Kent, en el que cumplió su ultimo tramo de condena Mario Conde, y también hay uno cerca de Portugal, el CIS Dulce Chacón, en Cáceres, ubicado a 300 kilómetros de Lisboa.

Una ciudad que tiene bastantes posibilidades de acoger a la familia Urdangarin Borbón, dado que regresar a España no parece aconsejable, y además el ex-duque puede optar a la libertad condicional en mayo de 2022 cumplidos dos tercios de su condena.

Tratándose de un país de la Unión Europea, podría solicitar residir alli si lo permiten las autoridades penitenciarias siempre que tenga un arraigo familiar y trabajo. A tiro de piedra de España, Portugal acogió a los Borbones en su exilio, por lo que aún mantienen buenas amistades e incluso la infanta Margarita tiene un apartamento en Estoril, cerca de Lisboa, que es una ciudad tranquila y acogedora para vivir. Además, allí Cristina de Borbón puede desarrollar su trabajo en la Aga Khan Trust Fundation, que estableció en Lisboa una de sus sedes al adquirir el Aga Khan, íntimo del Rey Juan Carlos, el palacio Henrique de Mendoza por 12 millones de euros en 2016.


LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO SÁBADO 1 DE FEBRERO DE 2020

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Mensajepor Invitado » Jue 20 Feb, 2020 5:15 pm

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Paseos, misas y comidas familiares: así ha sido el segundo permiso de Iñaki Urdangarin

Este jueves, 20 de febrero, Iñaki Urdangarin tendrá que regresar a la prisión de Brieva tras agotar los seis días de libertad que ha disfrutado en su segundo permiso penitenciario, que de nuevo ha trascurrido en casa de su madre en Vitoria con la Infanta Cristina y sus dos hijos pequeños, Miguel e Irene, quienes han aprovechado su "semana blanca" en Ginebra para reunirse con su padre. El viernes 14, día de San Valentín, la Infanta recogió a su marido en el hogar Don Orione, el centro donde tres días a la semana ejerce como monitor de personas con discapacidad y al volante de un monovolumen, viajaron a Vitoria. El fin de semana, los Urdangarin-Borbón permanecieron prácticamente recluidos en el domicilio familiar, que solo el domingo abandonaron para acudir a misa al santuario de Nuestra Señora de Oro, ubicado a 22 kilómetros de Vitoria, un enclave románico desde cuyo mirador se contempla el valle de Zuia.

Sin embargo, seguramente para apurar sus últimas horas de libertad, martes y miércoles los ex duques de Palma, en todo momento acompañados por Claire Liebaert, la madre de Urdangarin, han salido a comer en familia e incluso ha hecho una excursión a Tudela, localidad navarra a 190 kilómetros de la capital alavesa.

Según publica El diario de Navarra, el martes se les vio paseando por el centro de la villa y, posteriormente, fueron a comer a uno de los restaurantes más famosos de Tudela, Iruña, cuyo precio medio es de 40 euros el cubierto y su especialidad son las verduras de la comarca. No eligieron un reservado, almorzaron en el comedor principal y comieron a la carta.

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Y este miércoles, como despedida, Iñaki y la Infanta, acompañados por Irene, su hija menor, la madre y algunos hermanos y sobrinos de Urdangarin almorzaron en The Bost, en Vitoria, un restaurante de decoración moderna, especializado en productos naturales y de temporada, como el ciervo en su jugo o la merluza de anzuelo.

Pese a que en la recta final de su segundo permiso, Urdangarin y la Infanta se han dejado ver públicamente, su presencia esta vez en Vitoria ha sido mucho más discreta que las pasadas navidades, en el primer permiso carcelario que el ex duque disfrutó tras cumplir un cuarto de su condena de cinco años y 10 meses. Entonces, la pareja se prodigó bastante por las calles de Vitoria cogidos de la mano y en actitud muy cariñosa, lo que seguramente encerraba el mensaje de que la cárcel no había hecho mella en su unión. Una exhibición mediática que no gustó en Zarzuela, motivo por el cual en esta ocasión seguramente han sido más esquivos con los medios de comunicación, que se las han visto y deseado para sortear a sus cinco escoltas. Sin embargo, el hecho de que este segundo permiso del ex duque haya coincidido con el día de los enamorados es bastante significativo.

Tras sus cuatro días de permiso por Navidad y los seis que ha disfrutado ahora en febrero, a Urdangarin todavía le quedan 26 días de los 36 de libertad a los que tiene derecho, algo que seguramente hará más llevadera su estancia en prisión. Además actualmente en vez de dos sale tres días de Brieva para acudir al centro Don Orione, en Pozuelo, una petición suya que atendió el juez de vigilancia penitenciaria de Valladolid, el mismo que ahora está valorando si el ex duque podrá acogerse en adelante al régimen abierto. El pasado 23 de enero, la junta de tratamiento de Brieva le denegó el tercer grado que había solicitado, pero el abogado de Iñaki, Mario Pascual, ha recurrido. Aunque Urdangarin permanezca en segundo grado, tiene también posibilidad de poder acogerse al artículo 100.2 del reglamento de prisiones, ya que su conducta es buena, no tiene delitos de sangre y ha pagado su multa. Algo que supondría en la práctica una situación de semilibertad, ya que solo tendría que ir a dormir a prisión.

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Mensajepor Invitado » Sab 06 Jun, 2020 3:34 am

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Iñaki Urdangarin, de paseo por Vitoria de la mano de su mujer, la infanta Cristina, estas navidades durante un permiso penitenciario.


INFANTA CRISTINA
CINCO AÑOS SIN TÍTULO Y MESES SIN VER A IÑAKI

En una semana cumple 55, coincidiendo con el segundo aniversario de la retirada del ducado de Palma. La hermana del Rey sigue en Suiza con sus hijos sin poder venir a España a ver a su marido.

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EL 55 CUMPLEAÑOS DE LA INFANTA Cristina el próximo sábado 13 de junio coincide con otro aniversario difícil de olvidar, ya que la víspera se cumple un lustro de una de las decisiones más dolorosas que ha afrontado el Rey Felipe: despojar a su hermana favorita del ducado de Palma que le concedió Don Juan Carlos por su boda con Iñaki Urdangarin. Sólo equiparable, por lo dura, a la de repudiar a su padre el pasado marzo renunciando a su herencia y retirándole su asignación, tras salir a la luz las supuestas comisiones millonarias cobradas de la monarquía saudí.

La actitud prepotente de la infanta, que pese a tener que sentarse en el banquillo por el caso Nóos, se negó a hacer gesto alguno como renunciar a sus derechos al trono, originó una situación insostenible para el monarca, que se vio obligado a darle un escarmiento según su promesa de regenerar la Corona. Algo que le partió el corazón, pues desde pequeños fueron uña y carne y compartieron grupo de amigos, afición por la vela, confidencias y hasta ella y Urdangarin ejercieron de ángeles guardianes de su noviazgo con Doña Letizia, ocultándoles en su casa de Barcelona.

La ruptura definitiva se produjo por la traición de la infanta Cristina a su hermano tras ser despojada del título, pues por boca de su abogado Miguel Roca declaró públicamente que fue ella quien renunció voluntariamente en una carta a Don Felipe, algo que Zarzuela se apresuró a desmentir.

Cinco años después, la tensión ha dado paso a la frialdad, ya que la relación no se ha recompuesto con su hermano y menos aún con Doña Letizia, como se demostró en el funeral por la infanta Pilar en enero, cuando la Reina saludó con dos cariñosos besos a Beatriz de Holanda, pero pasó de largo ante su cuñada, sentada junto a la ex soberana. Lo que no quita para que Cristina de Borbón, tras ser absuelta en el juicio de Nóos y una vez que Urdangarin, condenado a 5 años y diez meses de prisión, ingresó en la cárcel de Brieva el 18 de junio de 2018, esté siendo rehabilitada en su familia.

Se demostró en el 80 cumpleaños de Doña Sofía, cuando los Reyes y sus hijas compartieron posado para la foto familiar con la Infanta Cristina y sus cuatro hijos. Ademas, últimamente, la infanta viajaba con frecuencia a España para visitar a su marido en Brieva, si bien entraba en coche hasta el parking, por lo que no existe testimonio gráfico. Pasó también sus primeras navidades sin Iñaki en Zarzuela, donde asimismo se ha alojado en sus visitas a Madrid, aunque los dos permisos penitenciarios que ha disfrutado Urdangarin las pasadas navidades y por San Valentín el 14 de febrero, los pasaron en Vitoria con los Urdangarin. Una presencia creciente que la pandemia de coronavirus ha trastocado, ya que desde febrero ni la infanta ni sus hijos han pisado España ni tampoco han podido visitar a Urdangarin en Brieva por el cierre de fronteras. Permanecen confinados al completo en su hogar de Ginebra, donde Cristina reside con sus hijos pequeños, Miguel (18) e Irene, que ayer 5 de junio cumplió 15 años y aún estudian en el Ecolin suizo último curso de bachillerato y el equivalente a cuarto de ESO.

Las autoridades helvéticas ya permiten con limitaciones clases presenciales que los pequeños Urdangarin combinan con trabajos telemáticos desde casa. A ellos se han unido Pablo Nicolás, jugador del Nantes de balonmano, al haberse suspendido la liga en Francia, y Juan Valentín, estudiante en una universidad británica, que ha parado sus clases. La infanta, que según se publicó en febrero estaba negociando su salida de la fundación La Caixa, está teletrabajando también desde su hogar para la Aga Khan Trust Foundation, su otro puesto, donde ejerce como coordinadora interagencias.

El que dicha fundación tenga sede en Lisboa abría la posibilidad de que Cristina se mudara este año con sus hijos a Lisboa para estar más cerca de Iñaki, que en 2021 podrá optar al tercer grado al cumplir la mitad de su condena.

Pero la pandemia ha trastocado todos sus planes y ha afectado especialmente a Urdangarin, obligado a confinarse dentro del “confinamiento” que supone estar preso y aislado como único recluso del ala femenina de Brieva. Coincidiendo con el inicio del estado de alarma, recibió la mala noticia de que la audiencia de Palma había revocado el beneficio que el juez le concedió de salir dos fines de semana al mes. Hubiera dado igual, pues se paralizaron los permisos y aunque ya hay luz verde, Urdangarin, a quien le quedan 30 días de los 36 a que tiene derecho este año, ni puede viajar de momento a Vitoria con su familia, ni la infanta y sus hijos venir a España. Una inmovilidad que le impide también recibir en Brieva visitas de allegados, la última de las cuales fue la infanta Elena.Ni siquiera puede acudir al hogar de discapacitados Don Leone, donde ejercía de monitor deportivo, y le permitía respirar cierta libertad al alejarse de la cárcel lunes, miércoles y viernes, para recorrer los 103 kilómetros a Pozuelo, pues la institución ha cancelado la labor de los voluntarios hasta el final de la desescalada.


LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO VIERNES 6 DE JUNIO DE 2020

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Mensajepor Invitado » Sab 06 Jun, 2020 3:00 pm

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Miradas cargadas de mala leche que convergen en un punto, atuendos color sobaco de grillo. Yo diría que el estilo es intermedio entre las pinturas negras de Goya y las composiciones de Rembrandt. A lo mejor la bruja, que es experta en pintura flamenca nos saca de dudas.

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Maritxu
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Re: TODO SOBRE LOS DUQUES DE PALMA

Mensajepor Maritxu » Sab 06 Jun, 2020 4:26 pm

Pero deja de insultar a los foreros, anda y céntrate en el tema del hilo o los temas.

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TODO SOBRE LOS DUQUES DE PALMA

Mensajepor Invitado » Sab 13 Jun, 2020 9:35 pm


La Infanta Cristina cumple 55 "en el destierro" de Suiza

Doña Cristina, la hija mediana del rey Juan Carlos y Sofía, hermana del rey Felipe VI, cumple 55 años en Ginebra, lejos de su marido Iñaki Urdangarín al que no visita desde febrero, un mes antes del cierre de fronteras por la crisis sanitaria mundial

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Mensajepor Invitado » Sab 25 Jul, 2020 3:21 am


La Infanta doña Cristina (Seúl 1988): "Fue un orgullo indescriptible"

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Mensajepor Invitado » Dom 26 Jul, 2020 2:56 am

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Mensajepor Invitado » Mié 09 Sep, 2020 9:21 pm


¿La infanta Cristina e Iñaki Urdangarín vivirán en Dubai como el rey Juan Carlos?

El rey Juan Carlos reside ahora en Emiratos Árabes en Dubái, adonde podrían terminar viviendo la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín cuando el yerno del rey emérito quede libre.

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Mensajepor Invitado » Sab 19 Sep, 2020 2:47 am

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Doña Cristina lleva siete años instalada en Ginebra, donde planea estar al menos tres años más, hasta los 18 de su hija Irene.


INFANTA CRISTINA
REFORZADA TRAS LA RUPTURA FAMILIAR

No parece que su futuro peligre. Con trabajo fijo en la Fundación La Caixa, la futura fusión con Bankia no afecta a su puesto de trabajo. Ella, además, continúa con Aga Khan, puesto que le consiguió su padre en tiempos de bonanza.

MARINA PINA


SI EL REY PADRE DEJÓ ESPAÑA preocupado por la situación en la que quedaba la Infanta Elena, el futuro de su otra hija, Cristina (55), no le provoca tantos dolores de cabeza. La segunda hija de Don Juan Carlos y Doña Sofía vive tranquila en Ginebra, sin planes de cambios a la vista e intentando no llamar mucho la atención.

Doña Cristina se exilió con su familia en Ginebra en agosto de 2013. Allí buscó una casa, un colegio para sus cuatro hijos y la protección necesaria para pasar los años de instrucción del caso Nóos y el posterior juicio.

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La Infanta en un viaje de trabajo a Mozambique.


VOLCADA CON LOS DESFAVORECIDOS

La Infanta Cristina estudió Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid. Completó su formación con un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Nueva York e hizo prácticas en la sede de la Unesco en París. Desde entonces su labor profesional se ha desarrollado en ayudar a través de fundaciones a elaborar proyectos para mejorar la vida laboral en países desfavorecidos a mujeres y jóvenes.

En Ginebra la Infanta comenzó a trabajar en la Aga Khan Development Network a media jornada. Un puesto que le encontró su padre y donde lleva siete años como coordinadora del programa interagencias entre la Fundación Aga Khan y el Aga Khan Trust for Culture. El resto del tiempo lo dedica a sus labores como directora del Área Internacional de la Fundación La Caixa. No ha dejado su trabajo, al contrario de lo que publicó Vanitatis, ni está sobre la mesa que su puesto se vea afectado ante la fusión del catalán y Bankia, una integración oficial desde ayer.

“La Fundación se quedará como accionista mayoritario del nuevo banco y, de hecho, es una de las claves de la negociación. CriteriaCaixa, controlada al 100% por la fundación, se quedará con en torno al 30% de participación para evitar perder su estructura comercial y las ventajas fiscales que le supone ser una fundación”, explican a LOC fuentes conocedoras de la fusión. Las mismas que aclaran: “No es que La Caixa y Bankia hablen sobre qué pasará con la Fundación, es que es la propia Fundación la que está negociando con Bankia”. Por lo tanto, el trabajo de Doña Cristina parece estar protegido hasta que ella misma decida dejarlo.

En la Fundación La Caixa Doña Cristina ha llevado adelante el proyecto Work4progress que busca ofrecer la creación de puestos de trabajo a mujeres y jóvenes en situación de vulnerabilidad en Mozambique, India y Perú. Desde la fundación Aga Khan, la hermana de Felipe VI se ha centrado en proyectos para fortalecer la sociedad civil en África y el Sur de Asia así como en temas de desarrollo social en áreas urbanas de El Cairo y Dheli.

Antes de la pandemia, parte del trabajo de Doña Cristina incluía algunos viajes durante el año a la zona en la que llevan a cabo los proyectos. Ahora esos viajes se han parado y la Infanta se limita a coger aviones para venir a España. Así lo hizo en verano, cuando pasó unos días con sus cuatro hijos en Bidart junto a la familia Urdangarin. Y en agosto, cuando estuvo en Zarzuela con su padre antes de que se marchara a Abu Dhabi. En ese viaje aprovechó para visitar a Urdangarin en prisión. En casi todas sus escapadas a España se encuentra con la Infanta Elena. Menos cuando viaja a Barcelona para mantener reuniones de la Fundación. Esos viajes son exprés en el día y ahora de momento se han parado por la pandemia y el teletrabajo.

Aunque está tranquila a nivel laboral, Doña Cristina se siente más sola que nunca en Ginebra, donde planea estar al menos tres años más. Es decir, hasta que su hija Irene cumpla los 18, termine el colegio y empiece la formación universitaria. Ahora viven ellas dos solas en Suiza. El hijo mayor, Juan, se instaló en Madrid el año pasado para ser el motivo de arraigo que Iñaki Urdangarin alegara para solicitar el tercer grado. En España ha comenzado una nueva vida después de terminar el colegio en Suiza, pasar un año de voluntariado en Vietnam y estar matriculado otro año en la universidad de Essex, como reveló LOC. En Madrid estudia en un centro privado en el que está muy integrado.

Pablo también espera volver pronto a España. Jugador de balonmano, Vanitatis desveló que está en conversaciones con el Esplugues para volver a jugar en el equipo donde se formó de niño. Por último, Miguel, que acaba de cumplir 18 años, ha comenzado sus estudios universitarios.

Los jóvenes han heredado de sus padres la vocación social. Además del trabajo de Doña Cristina por intentar mejorar la situación de personas desfavorecidas, Iñaki hace un voluntariado en el hogar social Don Orione desde que le concedieron el segundo grado. El ex duque de Palma está pendiente ahora de la resolución de su petición de tercer grado, lo que supondría un régimen de semilibertad.

Condenado a cinco años y diez meses de prisión, la lleva dos años y tres meses de condena cumplida. Los planes de la familia pasan por que cuando Urdangarin obtenga la libertad plena, el matrimonio comience una vida nueva sin hijos, pues coincidirá con el momento en el que Irene empiece la universidad.

Por todo ello, doña Cristina vive con tranquilidad los cambios de la familia. Tiene el trabajo asegurado y tres años más de estabilidad en Ginebra.


LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO SÁBADO 19 DE SEPTIEMBRE DE 2020

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Mensajepor Invitado » Sab 03 Oct, 2020 2:43 am

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La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, 23 años después: el príncipe blaugrana que se convirtió en rana ejemplar

Se enfrentó por amor al mundo y también a su padre, el Rey Juan Carlos. Hoy la Infanta Cristina está volcada a reunificar a su familia. Su esposo en la cárcel y sus hijos dispersos.

CONSUELO FONT

Este domingo, 4 de octubre de 2020, se cumplen 23 años de la boda de la Infanta Cristina (55) con el entonces jugador de balonmano del Barça Iñaki Urdangarin (52). Más que una boda de cuentos de hadas, a día de hoy parece una película de ficción si la comparamos con la dura realidad de familia rota, con Urdangarin en la cárcel, la Infanta Cristina "exiliada" en Ginebra con su hija Irene, y sus tres hijos varones dispersos por el mundo.

Aquel 4 de octubre de 1997 Barcelona amaneció con un sol radiante, como si hasta la meteorología se conjugara para convertirlo en un día histórico: tras el enlace en la catedral de Barcelona, donde se dieron cita más de 1.500 invitados con representantes de más de 300 casas reales, los recién casados -Iñaki, luciendo en su chaqué como un auténtico "príncipe blaugrana" y la Infanta ataviada con un elegante modelo nupcial de Lorenzo Caprile- recorrieron las calles con el Rolls Royce descubierto, algo que no estaba previsto. Probablemente, se cambió de planes ante el entusiasmo que desató en Barcelona el enlace de la que consideraban "la nostra Infanta", pues residía en la Ciudad Condal desde 1992. Más de 200.000 personas se echaron a la calle para aclamar a los Reyes Juan Carlos y Sofía y al nuevo matrimonio, que llegó al palacio de Pedralbes, lugar del banquete nupcial, bajo una lluvia ciudadana de pétalos de rosa. Algo impensable en la actual Cataluña caída en brazos del independentismo antimonárquico más furibundo.

Hoy, aquella Infanta que desafió por amor al mundo y también a su padre, el Rey Juan Carlos, parece marcada por un maleficio que tuvo su punto de partida en la imputación de Urdangarin por el caso Nóos en 2011, que abrió la espita para la abdicación del monarca en 2014 y la ruptura de Cristina con Don Felipe. Su condena a 5 años y diez meses de prisión, por ese fraude de 6,2 millones de euros a las arcas públicas como telón de fondo, le llevó a la cárcel de Brieva en junio de 2018, y desde entonces el mayor anhelo de Cristina de Borbón ha sido volver a reunificar a su familia. Algo que se acaba de frustrar nuevamente ante la decisión de la Audiencia de Palma este 23 de septiembre de denegar a Urdangarin la libertad condicional que le otorgó el juez de vigilancia penitenciaria de Castilla y León, aduciendo que podría provocar "alarma social". Decisión inexplicable, dado su intachable comportamiento, que su abogado, Mario Pascual, califica de agravio comparativo, pues el socio de Urdangarin, Diego Torres, condenado también por Nóos, la obtuvo este septiembre pese a no haber cumplido tampoco la mitad de la condena.

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Por no citar muchos otros casos, por ejemplo el del ex presidente balear Jaume Matas, también condenado en Nóos u Oriol Pujol, que logró la semilibertad en dos meses. Sin embargo, el cuñado del Rey Felipe, que tras el confinamiento se reincorporó a sus tareas de voluntariado en el centro Don Orione, tendrá que esperar hasta diciembre una nueva oportunidad para lograr su semilibertad. Lo que está conduciendo a su familia a una situación insostenible, ya que la Infanta Cristina permanece a la espera sola en Ginebra con su hija Irene, de 15 años, que aún estudia la Educación Obligatoria en el Ecolin. Antes del verano se mudó de su dúplex de la rue de Granjes, en el centro histórico, donde se afincó en 2013, a otro piso cuya ubicación mantiene en secreto por privacidad.

Sigue trabajando en la fundacion Aga Khan, que compagina con su labor a media jornada como Directora del Área internacional de la Fundación La Caixa, donde trabaja desde 1993 y cuyo puesto no está en peligro pese a la fusión con bankia, ya que la Fundación es el socio mayoritario de la unión de los dos bancos. Sus hijos mayores, Juan Valentín (21), Pablo Nicolás (19) y Miguel (18) andan también dispersos. Juan, que este 29 de septiembre cumplió 21 años, estudia relaciones internacionales, aunque este verano ha estado trabajando en Madrid para una ONG vinculada a la Compañía de Jesús, Entreculturas, que ayuda a implantar una enseñanza de calidad en los países del Tercer Mundo. Tras realizar un curso en la universidad inglesa de Essex, se instaló en la capital, para justificar un arraigo si su padre obtenía la condicional. Pablo Nicolás, jugador de balonmano, tras su paso por el CSV Eindoven alemán y el Nantes francés, se ha afincado en Barcelona, donde ha estado entrenando con el Barça, aunque aseguran que está negociando su fichaje por un equipo catalán, el Esplugues, donde de niño jugó en los infantiles . Y Miguel , el pequeño de los chicos, tras acabar el bachiller en el Ecolin, se ha marchado a Londres para estudiar Ciencias del Mar.

A la espera de que se aclare la situación penitenciaria de Urdangarin, a la Infanta se le abre un abanico de posibilidades futuras para establecerse con su marido si al fin logra la semilibertad. Se barajaba Lisboa, cercana a España, donde se encuentra la sede de la fundación Aga Khan, pero ahora no se descarta que su destino sea Cataluña, donde los ex duques de Palma tuvieron su hogar, y también en Barcelona reside su hermana, Ana Urdangarin. De hecho se ha publicado que han disfrutado el último permiso penitenciario de Iñaki en Mataró, ya que en Vitoria la prensa anda siempre al acecho.

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Mensajepor Invitado » Sab 27 Feb, 2021 1:14 am

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IÑAKI URDANGARIN
EL EX DUQUE OLVIDARÁ LA CÁRCEL ANTES DE LO QUE ESPERABA

El marido de Doña Cristina comienza este lunes el tercer grado en la cárcel alavesa de Zaballa. Pero, en realidad, por las medidas de prevención anti-Covid se da por seguro que ni siquiera dormirá en la prisión.

EDUARDO ÁLVAREZ


O ERES TOTALMENTE libre o no lo eres. En esta frase que se atribuye al gran periodista Walter Cronkite habrá pensado Iñaki Urdangarin desde que hace un mes el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León le concedió el tercer grado penitenciario. Esa importante decisión le acerca mucho desde luego a la ansiada libertad.

Por lo pronto, desde este fin de semana comienza una nueva etapa en Vitoria tras ser autorizado por Instituciones Penitenciarias para cumplir el régimen de semilibertad en la sección abierta de la prisión alavesa de Zaballa. El marido de la Infanta Cristina sólo tendría que acudir a la cárcel para dormir cinco noches a la semana, de domingo a jueves. En función de su lugar de residencia y de las características de su jornada laboral, a cada preso se le impone un horario de llegada entre las nueve y las diez de la noche y de salida al alba, entre las cinco y las siete de la madrugada. Los fines de semana disfrutaría de todo el tiempo de permiso fuera del penal.

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LA EXHIBICIÓN QUE MOLESTÓ EN ZARZUELA

El día de Navidad de 2020 fue uno de los más emocionantes para Urdangarin. Disfrutaba de su primer permiso penitenciario y se pudo reencontrar con casi toda su familia en Vitoria. El ex duque y la Infanta Cristina decidieron que ya estaba bien de esconderse y acudieron a misa en la Capilla del Prado, cerca del barrio residencial de Claire Liebaert. Amigos de la familia mostraron todo su apoyo a la salida del templo al ex deportista. En Zarzuela molestó tanta exhibición con mucha condena de prisión aún por delante y que opacaran así las reacciones al Discurso navideño del Rey.


Pero, en realidad, según ha podido saber LOC de fuentes conocedoras de la situación en la prisión, lo más probable es que el ex duque de Palma pueda olvidarse de la cárcel prácticamente desde ya. Eso sí le permitiría saborear de verdad la recobrada sensación de libertad. La razón no es otra que la pandemia. Desde hace meses, en Zaballa prácticamente no ha pernoctado ninguno de los presos que gozan del tercer grado. La dirección de la prisión ha intensificado las medidas de prevención para tratar de evitar que el coronavirus entre en esta cárcel, una de las primeras de toda España que en primavera reforzaron el sistema de pulseras telemáticas y de control mediante llamadas para evitar que los reclusos en esta situación fueran sólo a dormir, ya que ello en realidad resultaba inviable. No se trataría por tanto de ningún privilegio ni de una medida excepcional para el cuñado del Rey. Tampoco tendrá que acudir a Zaballa para los cursos de reeducación para delincuentes económicos que debe realizar, ya que éstos también se impartirían en centros de Vitoria.

Iñaki Urdangarin se despidió ayer del Centro Don Orione, en Pozuelo de Alarcón, donde realizaba labores de voluntariado como auxiliar en atención a personas con discapacidad. En Vitoria, vivirá en el domicilio de su madre Claire Liebaert. El hecho de contar con su entorno familiar –allí viven cuatro de sus seis hermanos y muchos sobrinos– y de haber sido contratado por el prestigioso bufete de abogados Imaz & Asociados como consultor le han facilitado el traslado

El ex duque de Palma tiene cerradas a cal y canto las puertas de La Zarzuela. En cambio, en la capital vasca, además del apoyo de su familia, que desde que ingresó en junio de 2018 en la prisión de Brieva también ha sido un respaldo fundamental para Doña Cristina, cuenta con personas muy cercanas que no han dudado en mostrarle su afecto en las visitas que ha realizado en los permisos penitenciarios.

Iñaki Urdangarin fue condenado a cinco años y 10 meses de cárcel por el caso Nóos por delitos de corrupción. Las relaciones del ex duque y su mujer con Don Felipe y Doña Letizia son prácticamente nulas. Y, durante un tiempo, también se produjo un distanciamiento con el hoy Rey emérito.

La familia de Iñaki, pese a la discreción que les caracteriza, no pudo disimular la rabia por la saña con la que creían que fue tratado el ex jugador de balonmano, a modo de chivo expiatorio. En 2014, se escuchó a Ana, la hermana mayor de Iñaki, gritar durante una conversación: “Si mi padre viviera, ya habría ardido La Zarzuela”. Tiempo después, en 2019, se escenificó la reconciliación de Claire Liebaert con sus consuegros don Juan Carlos y doña Sofía, con quienes acudió a Hannover para animar en un partido a su nieto Pablo Nicolás, con Urdangarin ya en Brieva. Quienes siempre han tenido los brazos abiertos de la madre del ex duque y de sus hermanos han sido las Infantas Cristina y Elena. Esta última se ha desplazado muchas veces a Vitoria para pasar parte de las fiestas navideñas con todos ellos.

Urdangarin espera que su presencia en Vitoria deje de causar expectación en poco tiempo. Si lo desea, podrá acudir andando a su nuevo trabajo desde la casa de su madre, ya que tiene apenas un agradable paseo de 10 minutos. Y no hay mayor bendición que respirar el aire de la calle cuando durante tanto tiempo no se ha podido.


LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO SÁBADO 27 DE FEBRERO DE 2021




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