CÉSAR ALIERTA / ISABEL SARTORIUSHISTORIA DE UNA ILUSIÓNLa que fuera novia del Príncipe Felipe y el ex presidente de Telefónica “se están conociendo”, según desvela LOC en exclusiva. Coincidieron a finales de mayo durante un viaje con la Fundación Profuturo a Nigeria. Todavía es pronto para hablar de “noviazgo”, pero fuentes cercanas hablan de la buena química entre ambos. EDUARDO VERBOISABEL SARTORIUS (52) Y CÉSAR ALIERTA(72), histórico ex presidente de Telefónica, han forjado durante los últimos meses una “estrecha amistad”. Así lo ha podido confirmar este suplemento con fuentes solventes y muy cercanas a ambos. Éstas matizan que, a pesar de los visos de que la relación pueda consolidarse, todavía es pronto para hablar de “noviazgo”. “Se están conociendo. Salen mucho a cenar y no tienen intención de esconderse. La verdad es que han congeniado a la perfección y se tienen mucho cariño”, relata a LOC una persona que forma parte de su círculo más próximo.
“Isabel admira profundamente la inteligencia de César y sus ganas de cambiar el mundo. Se siente muy protegida por él y tiene ganas de que su historia prospere”, prosigue. La buena sintonía entre los dos se tornó evidente desde el primer momento en el que les presentaron durante el fin de semana del 27 y 28 de mayo.
Unos 20 días antes de ese primer encuentro, concretamente el 5 de mayo, el mismo día que cumplía 72 años, Alierta abandonaba el Consejo de Administración de la operadora, del que había formado parte desde 1997. “Ahora me voy a centrar en proyectos sociales”, afirmó en su despedida. Y fue, precisamente, ese altruismo y su preocupación por los demás lo que unió a Isabel y a César en un avión con destino a Abuya, capital de Nigeria, en los mencionados últimos días de mayo.
Los dos se desplazaron hasta el país africano como integrantes de la Fundación Profuturo, junto a un pequeño grupo de personas del mismo equipo. Él, en calidad de presidente y ella, como ayudante en África y Líbano de su directora, Sofía Fernández de Mesa, puesto que desarrolla desde abril de este año y que compagina con su gabinete online de coaching emocional. El objetivo del viaje: la firma de un importante acuerdo con varios mandatarios estatales con el fin de implantar un proyecto de educación digital en 120 escuelas nigerianas. Una escapada por motivos de trabajo que les cambió la vida y que les ha devuelto la ilusión. “Isabel ha contribuido mucho para que César recupere un poco de la alegría que había perdido”, comenta la ya citada fuente anónima.
Durante los últimos dos años y medio, César Alierta ha pasado por la etapa más sombría de su vida. En 2015, se tuvo que enfrentar a la muerte de la que fue su esposa durante cerca de 50 años, Ana Cristina Placer Peralta, a consecuencia de una enfermedad pulmonar. César y Ana Cristina formaban una pareja estable desde que se casaran en los años 60 cuando eran veinteañeros. El hecho de no tener hijos hizo que su matrimonio se volviera más profundo e intenso y, por ende, el vacío de su mujer, más complicado de asumir.

Un proceso muy duro que sumió a Alierta en la tristeza más absoluta y que, poco a poco, gracias a la ayuda de sus hermanos y sobrinos –y ahora de Isabel–, va dejando atrás. “César es un hombre muy respetuoso y quiere hacer las cosas bien”, desliza otra fuente consultada por este suplemento. “Eso sí, ya conocen a algunos de sus respectivos amigos y las impresiones son muy positivas por ambas partes”. Puestos en contacto con Sartorius, ha declinado hacer declaraciones al respecto.
Por su parte, la vida personal de Isabel ha sido más irregular que la del ex presidente de Telefónica. Como es sabido, la hija de los marqueses de Mariño saltó a la prensa en 1989 por su relación sentimental con el actual Rey Felipe VI. Desde entonces, ha sido vigilada con lupa por sus diferentes noviazgos con otros nombres de la sociedad empresarial y financiera del país. Tal es el caso de Javier Fitz-James Stuart Soto, conde de Montalvo, con el que estuvo a punto de casarse y con el que tuvo a su única hija, Mencía (20), quien se encuentra actualmente estudiando en Estados Unidos, o Fernando Ballvé, el fallecido accionista de Campofrío y Telepizza con el que salió durante un breve período de tiempo.
VOLCADOS EN SU TRABAJODe prosperar su relación, el único escollo a salvar no será la diferencia de 20 años entre ambos –“a Isabel no le preocupa”, apostillan desde su entorno– sino la distancia. “No se ven mucho, porque él viaja con mucha frecuencia, pero hablan a diario. La cosa marcha muy bien de momento”, finaliza la citada fuente, que prefiere mantenerse en el anonimato.
Tras dejar sus funciones ejecutivas en Telefónica, César Alierta se ha entregado en cuerpo y alma a la filantropía. Personas cercanas al zaragozano sostienen que una de las mejores cosas que le han ocurrido en la vida es descubrir, al final de su carrera profesional, la capacidad de obra social de la Fundación Telefónica, en la que ejerce el cargo de presidente.
En Profuturo –una alianza de las fundaciones de Telefónica y de La Caixa y que también preside– cuenta con varios socios de excepción. Lo acompañan en la vicepresidencia Isidre Fainé, presidente de la Fundación La Caixa y de Gas Natural Fenosa, y Julio Rimoldi, mano derecha del Papa Francisco. Alierta informa puntualmente al Pontífice de los avances que va consiguiendo con su gran proyecto de educación digital para reducir la brecha educativa en 23 países de Asia, África y Latinoamérica. El último encuentro que ha trascendido entre ambos tuvo lugar a principios de septiembre en Colombia, donde hablaron de
Aulas en paz, una iniciativa que ya ha beneficiado a 345.495 personas en el país, entre niños, profesores y padres, y que tiene el objetivo de promover la convivencia pacífica dentro y fuera de clase entre los niños de Educación Primaria.
El mantra de César Alierta es “hacer un mundo mejor”. Y esa es una de las cosas que han seducido a Isabel Sartorius, quien desde joven ha colaborado con diversas organizaciones altruistas y quien ahora ha vuelto al trabajo de campo en el continente africano y Líbano de la mano de la fundación de Alierta. Isabel entró en Profuturo un mes antes de conocer al presidente. Y lo hizo por méritos propios: habla perfectamente francés, ya que estudió en el Liceo y es licenciada en Ciencias Políticas y diplomada en Relaciones Internacionales. Además ha visitado el continente africano en numerosas ocasiones. Hace un tiempo colaboró con la congregación de la madre Teresa de Calcuta en Etiopía (también estuvo en India) y su hija pasó un año académico en Senegal, país al que viajó a menudo para visitarla.
Ahora sólo falta saber cuánto tiempo habrá que esperar para que evolucione esta “estrecha amistad” que Isabel Sartorius y César Alierta disfrutan con discreción y que, finalmente, se conviertan en la pareja revelación del año.
LA NOVIA “PERFECTA” A LA QUE TODAVÍA PERSIGUEN LOS ‘PAPARAZZI’

La relación de Isabel Sartorius con Don Felipe ha ocupado miles de páginas en periódicos y revistas. Para muchos, Isabel era la “perfecta” candidata para el actual Rey por su mezcla de fragilidad y fortaleza. “Yo no hubiera sido una buena reina”, ha asegurado ella, por el contrario, en alguna ocasión. Lo cierto es que aquel noviazgo de juventud situó a la joven en el punto de mira de periodistas y ‘paparazzi’ que, 30 años después, todavía siguen sus pasos por las calles de la capital. Una exposición que la hija de los marqueses de Mariño siempre ha llevado de la mejor manera posible, por insostenible que fuera. “La situación fue dura, pero los periodistas no tienen ninguna culpa. Al final te adaptas, aunque tuvo una gran presión en mi sistema nervioso”, dijo en una entrevista en Punto Radio con motivo de la presentación de su libro ‘Por ti lo haría mil veces’ (Ed. Martínez Roca). Ahora, tres décadas después de su inmersión por la puerta grande en los medios de comunicación, Isabel disfruta de una vida tranquila y resposada que reparte entre su trabajo en la fundación Profuturo y su labor en un gabinete de ‘coaching’ emocional ‘online’ con el que ayuda a la gente “a conseguir sus logros en el sentido más personal: qué les limita, qué les da poder, qué les da y quita energía”. A pesar del tiempo transcurrido, Isabel mantiene una buena relación tanto con Don Felipe como con Doña Letizia, quien lo hace “de matrícula de honor”, según apuntó ella en una entrevista con LOC.
ALIERTA, UN “BUEN HOMBRE” CON GANAS DE CAMBIAR EL MUNDO
César Alierta es un hombre serio y muy discreto. De hecho, cuesta encontrar imágenes suyas sonriendo. Pero hay alguna. Como esta de marzo de este año en la que el poderoso zaragozano aparece riendo cómplice con algunos de los niños que se benefician en Líbano de la formación digital que ofrece en el país la Fundación Profuturo, de la que es presidente. “Es un hombre muy bueno y está regalando educación para intentar reducir la brecha educativa que hay en el mundo”,
declaran desde su entorno más próximo. Además de Líbano, donde su máxima preocupación son los refugiados sirios y los niños libaneses, Alierta ha viajado a África y, más recientemente, a Latinoamérica para seguir implantando su proyecto “para cambiar el mundo”. Una iniciativa que tiene como objetivo favorecer a diez millones de niños y adolescentes de todo el mundo en los próximos cinco años. Esta fundación, en la que Alierta se ha volcado durante los últimos meses y en la que está muy implicado,se ha visto inspirada desde su concepción por el papa Francisco. A principios de 2017, junto a Isidre Fainé, vicepresidente de Profuturo, Alierta viajó hasta El Vaticano para hablar del nacimiento de la misma con el Pontífice. Días antes, Alierta, que estuvo al frente de Telefónica durante 16 años, había sido nombrado asesor global para la educación digital y el desarrollo sostenible de la ONU.
LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO SÁBADO 28 DE OCTUBRE DE 2017