Agenda y actividades de los Principes de Asturias
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Invitado
La Princesa de Asturias y Carla Royo-Villanova, ayer en una audiencia en el Palacio de la Zarzuela
Uniforme de invierno
Ayer fue día de trabajo en Zarzuela y Letizia se puso el uniforme de invierno. Afuera el tiempo era desapacible (lloviznaba) y los escaparates del centro lucían ropas tiritonas en contraste con las parcas y chubasqueros de los transeúntes. Dado que las princesas tienen mayor capacidad de reacción que el resto de los mortales, Letizia optó por repetir un conjunto que ya ha vestido al menos hasta en tres ocasiones este invierno, con casi idéntica coordinación: traje chaqueta-pantalón de grueso tweet en tono marrón chocolate, blusa naranja de seda con volantes, zapatos de ante marrón y manos libres.
Los Príncipes recibieron en audiencia primero a una representación de jóvenes participantes en la XII Sesión Nacional del Modelo de Parlamento Europeo y a continuación otra de la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias, acompañados por los galardonados en la XX Edición de los premios de dicha federación. Entre estos últimos se encontraban la directora general de ING Direct en España, Carina Szpilka y la presidenta del Banco Mundial de la Mujer en España, Inger Berggren Garnacho. También rostros populares como la periodista de la Sexta, Cristina Villanueva, y la empresaria Carla Royo Villanova. Todas ellas luciendo primaverales atuendos en contraste con el look invernal de Letizia. Demostrando que, por más que uno prepare con antelación el conjunto para ir a Zarzuela, la climatología no avisa.
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LOC
DOÑA LETIZIA
Accidentado
fin de semana
La princesa viajó a Jávea para estar con sus amigas cuando el rey regresaba de Botsuana con la cadera rota. Se alojaron en una villa que les cedieron y sólo salieron para cenar y comer en restaurantes del pueblo. Tuvo que volver de urgencia
CONSUELO FONT
El pasado sábado
14 de abril los españoles amanecieron con la impactante noticia de que el monarca se había fracturado la cadera a consecuencia de una caída mientras se encontraba en una cacería en Botsuana y había sido operado esa madrugada en la clínica madrileña de San José (ayer supimos que ha sido intervenido de nuevo).
La siguiente sorpresa fue la ausencia de la reina Sofía, que se había marchado a Grecia la víspera, viernes, a celebrar con sus hermanos la Pascua ortodoxa. Lejos de cancelar su viaje, no regresó hasta el lunes para visitar a don Juan Carlos. Pero a lo largo de esos días hubo otra ausencia que también llamó la atención: la de la princesa Letizia. En efecto, la tarde del sábado, el príncipe Felipe se acercó al hospital a ver al rey, pero lo hizo solo. Cuando los periodistas apostados en la puerta del hospital le preguntaron por la princesa y sus hijas, contestó que vendrían al día siguiente porque se había preferido dejar al monarca tranquilo en su postoperatorio.
En realidad, Letizia tampoco se encontraba en Madrid. Hacía tiempo que había programado pasar ese fin de semana en la localidad levantina de Jávea con unas amigas que forman parte de su grupo de escuderas, tal como se las apoda en su círculo íntimo. Entre ellas, están Sonsoles Ónega, hija del conocido periodista Fernando Ónega, Cristina Palacios Rubio, Mar Peiteado Mariscal, Ana Prieto, Inmaculada Nacher y Almudena Bermejo.
Como hace unos meses publicó LOC, todas ellas son periodistas de profesión, la mayoría compañeras de Letizia en su etapa en Canal Plus y su amistad con la princesa se estrechó en la época en que conoció al príncipe y les hizo partícipes de secretos y confidencias que ellas supieron guardar no sólo entonces, sino hasta la fecha, manteniendo sus labios sellados a cal y canto con incondicional lealtad. Si bien ahora el grupo de íntimas se ve con menos frecuencia, como es lógico dado el estatus alcanzado por Letizia, mantienen no obstante la costumbre de acudir a las celebraciones comunes (todas fueron invitadas a la boda de los príncipes e incluso Sonsoles, Cristina y Mar ejercieron de testigos durante la ceremonia). Hablan por teléfono a menudo, y se ven, por lo menos, una vez al mes, a comer o cenar, en función de lo que les permita la apretada agenda de la princesa.
Relajada en la intimidad
Habitualmente suelen citarse en restaurantes alejados de los circuitos de moda para evitar ser detectadas por los objetivos indiscretos. Otras veces la reunión se organiza en sus respectivas casas, plan que Letizia prefiere por sentirse más relajada en la intimidad sin estar al tanto del escrutinio público.
En esta ocasión la cena mensual se sustituyó por una escapada a la playa. Se escogió el fin de semana después de Semana Santa. La familia real acude a la misa del Domingo de Resurrección en Palma, lo cual constituye una cita prácticamente oficial o, al menos, de obligado cumplimiento para sus miembros que se encuentran en Marivent ese fin de semana de Pascua. Este año sólo han estado ausentes los duques de Palma, quienes se mantienen aislados en su jaula dorada de Washington ante el torbellino mediático del caso Nóos. Después, los miembros de la familia real aprovechan las fechas posteriores que les permite su agenda para hacer alguna escapada privada lejos de los objetivos de los paparazzi. Lo mismo sucede en el estío cuando finaliza la Copa del Rey de Vela y los miembros de la familia real pueden estar unos días lejos de las cámaras.
Éste es el motivo por el cual el rey programó su cacería a Botsuana y la reina, su viaje a Grecia. De ahí también que Letizia y sus amigas eligieran también esa fecha para su plan de playa de fin de semana, mientras el príncipe se quedaría al cuidado de las infantitas en Madrid.
Previamente a este fin de semana de asueto de la princesa, personal de Zarzuela se desplazó a la citada localidad levantina para supervisar cuestiones de seguridad y también valorar si se trataba de un enclave discreto, algo que para Letizia es fundamental en sus desplazamientos. En efecto, tras el aluvión turístico de Semana Santa, la localidad queda semidesierta. Tan sólo resiste algo de población foránea, compuesta en buena parte por jubilados ingleses y alemanes.
‘Souvenirs’ para las niñas
La princesa se marchó el viernes y se alojó junto a sus amigas en una villa que les cedieron y de la que tan sólo salieron para comer y cenar en restaurantes típicos del pueblo, que son los preferidos de la princesa. Aunque también aprovecharon el sábado para dar un paseo y entrar en una tienda de souvenirs donde Letizia compró unos regalos para sus hijas, las infantas Leonor y Sofía. Como anécdota a resaltar, la dependienta del citado establecimiento se quedó impactada cuando entró a su tienda el grupito de clientas y reconoció entre ellas a la princesa de Asturias.
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A pesar de lo plácido que estaba resultando el fin de semana, Letizia se vió obligada a cambiar sus planes iniciales y adelantar su regreso a Madrid para la mañana del domingo ante la inesperada intervención quirúrgica a que fue sometido el rey. Junto al heredero, el otro miembro de la familia real que se encontraba en Madrid, era la infanta Elena pero ella tenía sus propios asuntos que atender, ya que debía ocuparse de la recuperación de Froilán tras su disparo accidental en el pie.
Para solucionar rápidamente la emergencia, Letizia viajó en AVE en clase turista acompañada tan sólo por un escolta. La princesa se mantuvo en todo momento en contacto con el príncipe y con Zarzuela. La decisión que se tomó fue que el sábado, dado que el monarca estaba recién operado y recuperándose de la anestesia de la operación, fuera a visitarle su hijo solo, y ya al día siguiente se acercara con la familia al completo.
Gesto de seriedad
En efecto, a las 4 de la tarde de ese domingo, 15 de abril, los príncipes con las infantas Leonor y Sofía de la mano, llegaban al hospital San José para visitar al monarca y animarle con su recuperación. La mayor parte de los medios de comunicación allí congregados se hicieron eco de la expresión seria y adusta que exhibía Letizia: sin duda, algo le ocurría a la princesa... ¿Tendría que ver con el obligado cambio de planes que truncó su escapada con amigas? ¿O habría algo de verdad en la información aparecida en la revista alemana Bunte el pasado 12 de abril, en la que especulaban sobre una posible crisis en el matrimonio de los príncipes de Asturias?
En sus páginas el semanario teutón destacaba la actitud de Letizia «fría y distanciada del príncipe» en la tradicional Misa del Domingo de Resurrección en Palma. Además, se preguntaba «si los escándalos de la monarquía española y las consecuencias de estos en su vida familiar son demasiado para la sensible Letizia, lo cual se refleja en la actitud con su marido». Misterio.
Nada de esto ha trascendido ni se ha comentado en nuestro país. Otros hechos niegan esta información e invitan a pensar que los príncipes están más unidos que nunca. Lo que sí es cierto es que por vez primera en España la gran mayoría de los medios de comunicación airearon esos días abiertamente la amistad de don Juan Carlos con la princesa germana Corinna Zu Sayn Wittgenstein (la mujer de quien ya había escrito LOC en el pasado), relacionándola con la decisión de doña Sofía de no adelantar su viaje a Madrid, pese a la importante intervención quirúrgica sufrida por el monarca.
Según asegura a este sumplemento un miembro íntimo del círculo de doña Letizia, «la princesa tiene mucho cariño y respeto por la reina Sofía y, además, como mujer, siente gran solidaridad hacia ella en este durísimo trance que ha tenido que sobrellevar al salir a la luz terceras personas en su matrimonio con don Juan Carlos».
EL MUNDO SÁBADO 28 ABRIL 2012
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LOC
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[/b][/imageleft]↑ FELIPE DE BORBÓN
Desde hace un tiempo los miembros de la Primera Familia se han convertido en protagonistas de noticias que nada tienen que ver con sus tareas y que no benefician a la institución que representan. El primero en entrar en caminos procelosos fue Urdangarin, después vino la polémica foto de la reina con el imputado, más tarde Froilán y su escopeta y el rey y sus safaris. Una suerte de desajustes que han servido para fijar la vista en el príncipe y su consorte. Sobre todo en el heredero, que se ha mantenido al margen de los desafueros familiares sin involucrarse innecesariamente y ofreciendo una imagen de responsabilidad. Cuando se cobra de los presupuestos hay que ser cuidadoso. A Letizia sólo le falta sonreír un poco.
EL MUNDO LA OTRA CRÓNICA SÁBADO 28 ABRIL 2012
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LOC
LA VOZ DE LA DUQUESA DE ALBA IMPRESIONA A PORTUGAL
Hoy va de libros ¡no huyan todos a uña de caballo, por favor, que creo que esto puede ser divertido! Miren cómo empiezo: «¡La voz! ¡La voz!». Me lo cuentan todavía estremecidos los periodistas portugueses que fueron a la presentación del libro de memorias de Cayetana en Estoril. «¡Nos quedamos impresionados con ese tono tan extraño! ¡Pensamos que alguien nos estaba tomando el pelo!». La editorial tuvo que repartir a toda prisa unas notas para subtitular a Cayetana porque no la entendía ni su padre, dicho sea con todos los respetos hacia aquel gran duque que en Gloria esté. Pregunto por Alfonso Díez y mis colegas ríen enternecidos: «muy elegante y amable, se detuvo para hablar con una periodista y la duquesa le gritó inmediatamente: '¡Alfonso, vámonos! ¡Se hace tarde!'. ¡Estaba furiosa! ¡Echaba lumbre por los ojos!». Pregunto si tal vez se trataba de celos y me contestan:«Coitadinha! Desta apaixonada!».
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Comparto almuerzo el día de Sant Jordi con mis ya ex compañeras pero amigas para siempre de La Esfera de los libros Merche Pacheco, Berenice Galáz, Teresa Mazario y María Borrás, a la que conozco desde que era (ella) pequeña. Estoy a punto de emprender nuevas aventuras profesionales y después de nueve años juntas no pudo evitar llorar y una cierta sensación de pánico, aunque sé que el nuevo grupo editorial al que voy a entregarme cuenta con excelentes profesionales y también con cálidos amigos que no me van a dejar sentirme sola. ¡Pero, caray, lo desconocido siempre da miedo! Marius Carol distiende el ambiente contándonos un viaje de los príncipes de Asturias a tierras de Girona: «Se reunieron con jóvenes profesionales, alguno intentó hacer reverencia pero Letizia lo evitó estrechándoles la mano con mucha fuerza. Plantearon cuestiones duras, ¡y a todo contestaron!». Un chico les reprochó que no hablaran las lenguas del estado, y don Felipe protestó: «Hombre, yo el catalán lo hablo un poco y el gallego lo entiendo todo». Claro que al referirse al idioma del País Vasco, dudó: «¿Creéis que también debería hablar euskera? ¡Es bastante difícil!». Su mujer guardaba silencio, pero aquí tomó la palabra con gesto resuelto y dijo: «Para trabajar por España creo que no hace falta hablar todas sus lenguas», lo que mereció una mirada agradecida de su marido. Dicho esto, Letizia se puso a conversar de corrido en un perfecto catalán que dejó a todos boquiabiertos. Cuando le preguntaron que dónde lo había estudiado, se echó a reír: «¡En los campings! Cuando mi hermana estudiaba en Barcelona, en verano nos recorríamos en autostop todos los campings que hay entre Blanes y Cadaqués ¡la mejor escuela de idiomas del mundo!». A pesar de las reticencias iniciales, a los príncipes los despidió una ovación y un grito espontáneo «¡sou collonuts!».
En la mesa, todos conocen a la princesa de Asturias. Pregunto qué opinión tienen de ella. Ricardo Mateos, uno de los mayores expertos en monarquía de nuestro país, me dice: «Es culta de verdad, íntegra, curiosa, está dispuesta a aportar y si logra equilibrar humildad y dignidad regia será una buena reina consorte». María, que estuvo la semana pasada en un acto junto a Letizia, me da su visión femenina: «Me sorprendió lo delgada y curvilínea que es, lo bien maquillada que va y la voz tan sexy que tiene»; y Berenice añade «si fuera más alta podría pasar por modelo». Marius, que ha tenido contacto asiduo con toda la familia real, remata: «Es seria, trabajadora y, sobre todo, ¡es consciente de su papel! ¡Se lo cree!».
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Aquí donde me ven ustedes podría ser muy mala si quisiera. Podría contar lo que venden en realidad los escritores que alardean de lo que triunfan en Sant Jordi. Como decíamos en mi viejo Interviú: ¡Tenemos las pruebas! Pero me dejo llevar por esta infinita benevolencia que el Señor me ha dado para ir a lo positivo: Sólo hay un autor que cuando detalla en twitter la cifra de ventas de su El primer naufragio, se atiene a la verdad: Pedro J. Ramírez (ah ¿es mi director? ¡Pues que conste que no es peloteo porque ni me acordaba!). Y quiero enviar toda mi simpatía a Mario Vaquerizo que, pese a explicar con humildad urbi et orbe que no se considera escritor ni por el forro, ha conseguido quedar sexto en no ficción el día del libro en Catalunya. El primero es Ferran Adrià, el segundo Eduard Punset y si no doy el/la tercero/a es porque Dios, además de hacerme bondadosa, me ha hecho repugnantemente modesta.
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[/i][/b][/left]AL CIELO...ADOLFO SUÁREZ
Lo entrevisté en Málaga en 1982, cuando ya no era presidente. Iba vestido de beige, con mocasines negros y un cinturón Gucci. A la hora de las fotos se resistió: «Oiga, no me hagan posar que no estoy yo para posturitas». Le pregunté si se veía como un hombre capaz de enamorar y se ruborizó debajo de su intenso bronceado: «Pues vaya preguntitas me hace usted, señorita, mi físico no despierta pasiones, pero quizás puedo ser un hombre carismático, como Fraga Iribarne». Yo me eche a reír y él con su voz grave y varonil en la que había una punta de humor me pidió: «¡Ande! ¡no me meta usted en líos!». Al final retuvo mi mano en la suya mucho rato y me miró a los ojos. No he olvidado nunca aquella mirada.
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[/imageleft]AL LIMBO...ARANTXA SÁNCHEZ VICARIO
Me cuentan que para llegar a ti hay que pasar por varios filtros y que el resultado final es: «no puede ponerse». No se sabe dónde estás ni porque has emprendido esta guerra contra tu familia. Desconozco todo sobre tu marido actual, pero si sé que el primero, Joan Vehils, es una joya y no se entiende cómo pudiste dejarlo escapar, aunque yo me alegro porque así ha podido casarse con Helena García Melero. Te vi hace dos días, Arantxa, sonreías pero con los ojos tristes. Niña, no dejes que nadie coja la raqueta por ti y, aunque la imagen no me ha quedado muy afortunada, creo que se entiende la intención con que la digo: ¡Ni tú ni nadie tiene derecho a ensuciar el recuerdo que tenemos todos de nuestra gran campeona!
EL MUNDO / LA OTRA CRÓNICA / SÁBADO 28 ABRIL 2012
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periodistas no
eh? escribió:lo de Carmen Rigalt debe ser una ironía porque la única de las visitas que ayer vestía de primavera a pesar de la lluvia era Carla Royo, como se ve en las fotos. Seleccionar así la foto o es por ironía contra el facherío o peor, es por verdadera mala fe.
Todas ivan como Letizia salvo Carla.llevas razón.Estos periodistas dan pena
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Invitado
periodistas no escribió:eh? escribió:lo de Carmen Rigalt debe ser una ironía porque la única de las visitas que ayer vestía de primavera a pesar de la lluvia era Carla Royo, como se ve en las fotos. Seleccionar así la foto o es por ironía contra el facherío o peor, es por verdadera mala fe.
Todas ivan como Letizia salvo Carla.llevas razón.Estos periodistas dan pena
Periodistas SÍ.... siempre... mentiras NO.
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audiencias
Audiencia a una representación de la Fundación César Egido Serrano y del Museo de la Palabra. Audiencia a una representación del Grupo Siena y ganadores de los Premios Magisterio a los Protagonistas de la Educación. Audiencia a una representación de la Red Estatal de Mujeres con Discapacidad (REDM)
Palacio de La Zarzuela. Madrid, 3 de mayo de 2012
