CASA REAL DE NORUEGA
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Invitado
1ª aparición televisiva en un programa benéfico
La princesa Ingrid Alexandra y el príncipe Haakon en un programa especial de Navida de la tv noruega:
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LOC
MARTA LUISA DE NORUEGA / ARI BEHN
LA RELACIÓN ABIERTA DE LA PRINCESA
Lo ha confesado el propio Behn esta semana: «Flirteamos con otras personas». Se han mudado a Londres para huir del provincianismo noruego. Ella habla con los ángeles
PEDRO POZA / Copenhague
Seis meses hace que no se ve juntos en público a la princesa Marta Luisa de Noruega y a su marido, el escritor Ari Behn. Los rumores sobre problemas conyugales se han disparado. No importa. El qué dirán, los convencionalismos y demás zarandajas pequeñoburguesas les traen sin cuidado. Por algo son la pareja más atípica de la realeza europea que, visto el panorama, no es poco decir. Él, tan amante de la provocación, y ella, que habla con ángeles, caballos y hasta con los muertos.
Behn asegura que su matrimonio no está en crisis. Hombre agradecido acaba de declarárselo al diario VG, con el que colabora como columnista desde hace dos meses. Desvelando de paso una de las claves que permiten que su vida con la princesa vaya viento en popa: mantienen lo que suele conocerse como relación abierta, aunque el grado real de apertura sea una incógnita.
«Nuestro amor es más fuerte que nunca», afirma. «Pero nos permitimos flirtear con otras personas. En ese sentido somos muy libres. Si no, sería espantoso. Si sientes que tu pareja te limita, entonces tienes una relación enferma. La nuestra es abierta y respetuosa. Aunque también debemos trabajarla. No todo va siempre de maravilla. Hay altibajos, pero es importante conservar la libertad, el entusiasmo y la generosidad. Lo increíble de Marta es que siempre me ha dado libertad total, como artista y como personaje público».
Behn no dice si tanta generosidad tolera que se vaya más allá del mero flirteo, pero con sus palabras se entienden mejor ahora algunos de sus textos recientes, como la apasionada entrevista a la esquiadora de fondo Therese Johaug publicada el pasado noviembre en la revista Løype!. En ciertos pasajes, más que entrevista, parecía una oda a la rubísima Therese, dotada de un físico espectacular.
«CURIOSIDAD MALSANA»
«Es la chica con la que Noruega siempre soñó», escribe. «Amamos a Therese. Todos los hombres desearían casarse con una mujer así. Es como si Dios la hubiese creado: perfecta». Deslumbrado por tanta belleza, Behn se deshace también en elogios ante el almuerzo que la esquiadora le preparó en su granja: «La mejor comida que he probado. En toda mi vida».
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¿QUÉ ES UNA RELACIÓN ABIERTA?
Según Wikipedia: «Dícese de una relación, unión libre o matrimonio donde ambas partes acuerdan tener permiso para tener relaciones sexuales fuera de la pareja sin considerar esto como una infidelidad sexual. La idiosincrasia de cada relación abierta es definida por los individuos involucrados. No existe un conjunto de reglas o límites definidos para este tipo de relación»
[/table]En Noruega están acostumbrados a sus salidas de tono, pero las declaraciones sobre su matrimonio abierto han llevado a Jarle Aabø, reputado experto local en imagen y relaciones públicas, a llamarle «catástrofe ambulante». Según Aabø, «con todo esto da a entender que su mujer y él viven de modo mucho más liberal que la mayoría de los noruegos y alimenta la curiosidad malsana hacia su vida privada».
En general, Behn escribe desde Londres. Allí, al barrio de Islington, se mudaron el pasado otoño Marta Luisa y él. Oficialmente para que sus tres hijas (de nueve, siete y tres años) aprendan bien inglés y Ari acabe con calma su próxima novela: Skyt meg, elsk meg (Dispárame, ámame). Quizá también porque Noruega les resulte demasiado provinciana.
Poco antes de marcharse, Behn manifestó en términos más que elocuentes, también a VG, que no soportaba más su país: «Estoy harto de esa mentalidad que ensalza la mediocridad. Harto de personajes pequeños y de tener que andar siempre con cuidado. Relacionarse con enanos acaba quebrándote la espalda». Cuando se le criticó por ello, reaccionó con virulencia, esta vez en el diario Dagbladet: «Noruega se ha convertido en un país sin Dios. Los ángeles provocan mucho más que el sexo y la violencia».
Menos faltona, Marta Luisa prefiere recurrir al humor para afrontar el escepticismo de sus compatriotas -y de la Iglesia- hacia sus dones sobrenaturales, que incluyen la capacidad de hablar con ángeles, caballos y muertos. «Me alegro de no haber vivido hace 100 años porque entonces me habrían quemado», bromeó en una reciente conferencia sobre misticismo celebrada en Copenhague. Aunque ahora vive en Londres, la princesa, que en 2002 renunció al trato de alteza real y a la dotación económica que le correspondía como hija del rey Harald, sigue dirigiendo la academia Astarte Inspiration, en la que ayuda a sus clientes a liberar su «potencial espiritual» y entrar en contacto con los ángeles. Sin garantías de ningún tipo, eso sí.
EL MUNDO / LA OTRA CRÓNICA / SÁBADO 9 FEBRERO 2013
