LOS NEGOCIOS DE JUAN CARLOS I: TREINTA AÑOS A CUERPO DE REY
LOS NEGOCIOS DE JUAN CARLOS I: TREINTA AÑOS A CUERPO DE REY
La Audiencia pide a Suiza datos de los supuestos testaferros del Rey
La Fiscalía de Ginebra investiga desde el año 2018 a Arturo Fasana y Dante Canónica
El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha librado una comisión rogatoria a Suiza con el fin de que envíe a España las pesquisas que mantiene abiertas sobre los presuntos testaferros del monarca emérito Juan Carlos I. La Fiscalía de Ginebra abrió en el verano de 2018 una investigación al bróker Arturo Fasana y el abogado Dante Canónica por presunto blanqueo de capitales para determinar si el Rey dispone de cuentas secretas en el citado paraíso fiscal.
Según informan fuentes jurídicas a EL MUNDO, este movimiento se produce después de que el fiscal suizo Yves Bertossa se reuniese el pasado mes de octubre en la sede de la Fiscalía Anticorrupción con el fiscal jefe Alejandro Luzón, los fiscales del caso Villarejo Ignacio Stampa y Miguel Serrano, el fiscal que investiga las comisiones del AVE a La Meca, Luis Pastor, y el propio García Castellón con el objetivo de intercambiar información sobre las pesquisas y ver cómo se podía activar un mecanismo de cooperación entre ambos países en el marco de este procedimiento.
El citado encuentro se produjo después de que, tal y como informó este periódico, la Fiscalía suiza se dirigiese al Juzgado Central Número 6 para reclamarle la documentación sobre la investigación abierta por el presunto pago de mordidas en las obras del conocido como AVE del desierto.
De momento, la Audiencia Nacional mantiene en un «limbo jurídico» a la pieza Carol, abierta a raíz de que saliesen a la luz pública una grabación del comisario José Manuel Villarejo con la empresaria alemana de Corinna zu Sayn-Wittgenstein que tuvo lugar en Londres en 2015. En aquella conversación, la que fuera amiga íntima del rey Juan Carlos se refería a la adquisición «de un terreno en Marruecos, al pago de unas comisiones referidas a la construcción del AVE La Meca-Medina» y a «cuentas bancarias de las que el Rey sería titular real en Suiza bien bajo nombres supuestos, bien bajo la titularidad formal de un familiar», en referencia a su primo Álvaro de Orleans.
Además, en las cintas, desveladas por Okdiario y El Español, Corinna nombraba a Fasana y Canónica como posibles testaferros de Juan Carlos I. «Han puesto algunas cosas a nombre de su primo, que es Álvaro Orléans Borbón...», explicó la princesa alemana sobre la fortuna del ex jefe del Estado. «Las cuentas de bancos en Suiza se han puesto a su nombre (…) Ahora están tratando de que yo pase esas cosas a Álvaro a través de Dante Canónica. Me están haciendo la guerra porque yo no quiero cometer un delito», desveló a Villarejo. El pasado día 15 de febrero, el diario británico The Telegraph desveló que el primo de Juan Carlos de Borbón cobró una comisión de casi 50 millones de euros por hacer de intermediario en la venta del Banco Zaragozano a la entidad Barclays en el año 2003. Según el rotativo británico, esa millonaria comisión acabó en una cuenta suiza a la que tenía acceso el Rey emérito.
Por su parte, la pieza separada Carol, donde se hallaban los audios de Sayn-Wittgenstein, fue archivada en la Audiencia por el anterior instructor del caso Tándem, el juez Diego de Egea, sin tomarle siquiera declaración a la alemana. Sin embargo, tras decretarse el citado sobreseimiento, Anticorrupción decidió en otoño de 2018 investigar por su cuenta el pago de estas presuntas mordidas en unas diligencias secretas, que fueron prorrogadas recientemente por el fiscal. El Ministerio Público deberá decidir próximamente si hay indicios suficientes de delito como para presentar una querella por cohecho internacional en la Audiencia por el pago de unas comisiones ilegales por valor de más de 80 millones de euros en las obras del AVE a La Meca.
Según contó la antaño amiga íntima del Rey Juan Carlos al comisario Villarejo, ese dinero se abonó a la mujer de un empresario saudí, quien a su vez habría entregado la mitad a un empresario español quien supuestamente se lo dio «todo o parte» al monarca emérito. El fiscal Luis Pastor se desplazó a Londres el pasado mes de septiembre para tomar precisamente declaración a la princesa Corinna en el marco de estas diligencias de investigación. La testigo dijo en la sede de la Serious Fraud Office, el organismo antifraude británico, que sólo conocía de aquella operación lo datos que le habían contado «terceras personas» a las que puso nombres y apellidos. Fuentes del caso consultadas sostienen que se trata de una investigación «extremadamente compleja» que cuenta con el hándicap de la nula cooperación por parte de Arabia Saudí. Sin embargo, es a su vez un asunto «extremadamente delicado» ya que podría acabar salpicando al ex jefe del Estado, aforado ante la Sala Segunda del Supremo. Juan Carlos I fue inviolable hasta su abdicación en el año 2014; ahora tan sólo goza de fuero.
LOS NEGOCIOS DE JUAN CARLOS I: TREINTA AÑOS A CUERPO DE REY
El Rey emérito Juan Carlos I junto a su primo, Alvaro de Orleans
El fiscal suizo descubre una cuenta de Juan Carlos I en Ginebra a nombre de su primo y otros testaferros
El fiscal suizo Yves Bertossa ha descubierto una cuenta bancaria en el Credit Suisse de Ginebra a nombre de la Fundación Zagatka y gestionada por los testaferros de Don Juan Carlos I: su primo Álvaro de Orleans y los intermediarios Arturo Fasana y Dante Canonica.
La cuenta, identificada con el número 0251-798208-9, fue abierta por Arturo Fasana, como mánager de la sociedad Rhône Gestion, el 28 de julio de 2009, en representación de Zagatka, según se puede comprobar en el documento que reproduce OKDIARIO.
En el contrato de apertura de la cuenta 0251-798208-9 del Credit Suisse aparece como titular la sociedad Rhône Gestion, en representación de la Fundación Zagatka.
Para la Fiscalía helvética, lat Fundación Zagaka, que fue constituida hace 17 años en Vaduz (la capital de Liechtenstein) por Álvaro de Orleans, habría servido todo ese tiempo como tapadera para ocultar el patrimonio en el extranjero del Rey Emérito. Los investigadores suizos están convencidos de que la cuenta de Ginebra es propiedad de Juan Carlos I.
En el contrato con el Credit Suisse figura la firma del fiduciario Fasana junto a la del representante del banco suizo. Este periódico ha podido cotejar la rúbrica del fiduciario de Ginebra con la de su documento de identidad, que aparece en el sumario de la operación Gürtel. En esa causa está imputado por blanquear el dinero de Francisco Correa a través de la conocida como “cuenta Soleado”. Por medio de ella, que también fue abierta en el Credit Suisse de Ginebra, Fasana ocultó grandes cantidades de dinero de altas personalidades e influyentes hombres de negocios de España.
La firma que aparece en el contrato de apertura de la cuenta 0251-798208-9 es la del testaferro Arturo Fasana, como se puede comprobar en su documento de identidad.
La mayor parte de los documentos en poder del fiscal Bertossa fueron incautados en el despacho de Rhône Gestión, en el número 2 de Boulevard Georges-Favon, junto al lago Leman de Ginebra. La investigación contra los testaferros de Don Juan Carlos fue abierta por la Fiscalía en agosto de 2018. El punto de partida fue la publicación en OKDIARIO de las confesiones de Corinna Say Wittgenstein, que habían sido grabadas subrepticiamente por el entonces comisario José Villarejo.
La cinta también forma parte de la pieza número 5, conocida como Carol, del sumario de la operación Tándem contra Villarejo. La investigación de la grabación fue archivada por el juez De Egea, el anterior magistrado de la causa, pero no se descarta que pueda ser reabierta por el actual titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón.
Todos los testaferros en un documento
Aunque Rhône Gestion, la sociedad de Fasana, aparece en la cuenta del Credit Suisse como “EAM”, el “gerente de activos externos”, en el documento en poder de OKDIARIO están recogidos los nombres de todos los testaferros del ex monarca. Sobresale la presencia del primo de SM, Álvaro de Orleans (en la cuenta como Álvaro-Jaime de Orleans-Borbón Parodi-Delfino) con la categoría de “beneficiario efectivo”.
El nombre del primero del Rey Juan Carlos, Álvaro de Orleans, también aparece como persona autorizada en la cuenta del Credit Suisse.
El documento destaca su condición de “español” pero con domicilio en Mónaco, en Quai Jean-Charles Rey. Como profesión: ingeniero electrónico por la Universidad de Roma. Y como actividad profesional: “Asalariado”, en calidad de “presidente” de la sociedad Torrebreva Inmobiliaria, en Andalucía.
Así mismo, figura como presidente de las empresas agropecuarias Torremesa SA, sociedad agroalimentaria dedicada a la producción de uva de mesa, y Torrebreva SA, a la producción hortofrutícola.
La sede central del Credit Suisse, en Zúrich.
Álvaro de Orleans también declara ser consejero de la sociedad Costa Ballena de Golf, propietaria de un campo de golf en Cádiz, y vicepresidente de Costa Ballena Resort, un complejo de apartamentos ubicados igualmente en Andalucía.
Finalmente, reconoce que su patrimonio procede de la herencia de su padre.
Como “ingresos anuales estimados” declara la cantidad de entre 1 y 2 millones de francos suizos (CHF), lo equivalente a 930.000 y 1.8 millones de euros. Y calcula una “fortuna total estimada” de más de 50 millones de CHF, unos 47 millones de euros.
A los ya conocidos testaferros helvéticos; Fasana y Canonica; en el documento de apertura se les une una nueva tapadera: el gerente de la sociedad gestora de Zagatka en Vaduz, Guido Meier, todo un experto en sociedades offshores.
El testaferro Guido Meirer aparece en el contrato como representante del consejo de la Fundación Zagatka.
Meier fue miembro del Consejo de la Fundación en nombre de la sociedad de Vaduz Allgemeines Treuumtermehmen (ATU), que gestiona los intereses de Zagatka.
Fondation Zagatka fue constituida en Vaduz en octubre de 2003 como “un fondo familiar”. La firma tiene su sede legal en el domicilio del trust Allgemeines Treuunternehmen (ATU), en Äulestrasse 5 de la capital del paraíso fiscal europeo.
Sede del trust Allgemeines Treuunternehmen (ATU), en Liechtenstein.
ATU es una firma internacional de consultoría y fideicomiso que, como ella misma se define en su página web, garantiza las inversiones tras una experiencia de 90 años. Su reclamo publicitario es: “Conectamos sus necesidades individuales con las múltiples posibilidades de estructuración de activos internacionales”. Y dice la verdad porque disfruta de delegaciones en paraísos fiscales como Hong Kong, Shanghai, Panamá e Islas Vírgenes, entre otros.
Según los datos registrales consultados por OKDIARIO, el gerente actual de la Fundación Zagatka es una sociedad alemana con sede en calle Dussedorfer 16 de Frankfurt: Herausgebergemeinschaft Wertpapier-Mitteilungen Keppler, Lehmann GmbH & Co.
La sede de la Fiscalía suiza, en la que se desarrollan las pesquisas
Primo y testaferro, según Corinna
En las confesiones de Corinna Sayn Wittgenstein, grabadas por Villarejo en la residencia londinense de la princesa alemana, ésta ya reconocía el protagonismo de Álvaro de Orleans en los negocios de su primo el Rey Emérito. Corinna llegaba a afirmar:
“Han puesto algunas cosas a nombre de su primo, que es Álvaro Orleans Borbón… Las cuentas de bancos en Suiza se han puesto a su nombre… Ahora están tratando que yo pase esas cosas a Álvaro a través de Dante (Canonica). Me están haciendo la guerra porque yo no quiero cometer un delito”.
Corinna posa durante un acto de la Clinton Global Initiative
Y concluía: “Es él (Álvaro de Orleans Borbón) quien paga hasta los vuelos (del Rey Juan Carlos) a Los Ángeles. Esos vuelos privados salen de Torrejón, de la zona militar, para no estar controlados…. Es él, Álvaro (De Orleans Borbón), quien los está pagando”.
Y la princesa alemana no mentía: Álvaro de Orleans contrataba los vuelos de Air Partner, que utilizaba el Rey Emérito para sus desplazamientos privados al extranjero, como pudo demostrar OKDIARIO. Y el primo de Don Juan Carlos también figura como “beneficiario efectivo” en la cuenta de Ginebra de la Fundación Zagatka.
LOS NEGOCIOS DE JUAN CARLOS I: TREINTA AÑOS A CUERPO DE REY
Un caso de regio cazo puesto
“Sinceramente, ¿alguien piensa que existe una veraz y continua libertad de expresión en relación con el rey y la familia real? Yo no.” (Iñaki Anasagasti, “Una monarquía protegida por la censura”, Ed. Foca, 2009).
La noticia la difundió el rotativo londinense The Sunday Telegraph el pasado 17 de febrero con la firma del periodista James Badcock. Periodismo de investigación frente a un periodismo español privado de tal menester, vasallo de la monarquía, en consonancia con la actitud del gobierno, el congreso y la judicatura de amparar la opacidad de la fortuna del emérito Borbón.
Según se relata en el citado periódico, Juan Carlos I se embolsaría 50 millones en francos suizos (47 millones de euros), por su “intermediación” en la venta del Banco Zaragozano a Barclays Bank. Los Albertos, apellidados Alcocer y Cortina, eran los socios mayoritarios del banco español. Un banco que atravesaba grandes dificultades económicas. Dificultades que ocultaban públicamente. Legalmente la venta no podía autorizarse, tanto el Banco de España, presidido por Angel Caruana, como el ministro de Economía, Rodrigo Rato, la llegaron a autorizar. Tenía que haber una intervención de un personaje con muy alto poder.
La venta se realizó en 2003 por un valor de 1.100 millones de euros, de los cuales fueron a parar a las manos de los Albertos, 457 millones de euros. Todo un pelotazo que encubría una estafa al banco comprador, que, al poco tiempo, descubre el agujero financiero, y calcula en 600 millones euros de pérdidas en la operación. Desde la fecha de compra hasta 2014, Barclays imputa unos 4.000 millones euros el coste real de la operación. Al final, acabará vendiendo (2015) a La Caixa por 820 millones euros.
Pero lo más doloroso es la pérdida social sufrida en su carne los trabajadores españoles. Se destruyeron 2.590 puestos de trabajo: 700 prejubilaciones en la delegación española, en compensación de pérdidas sufridas, en 2011; 890 despidos mediante un ERE en 2013; 1.000 despidos más en 2015 por la parte de La Caixa tras su compra. Frente a esas pérdidas sufridas en el ámbito socio laboral, el Borbón, a través del testaferro en cuentas bancarias suizas, su primo Alvaro de Orleans-Borbón, según la amante y socia del monarca emérito, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, ha ingresado en un banco suizo, por su intermediación, la no desdeñable cifra de 47 millones de euros. Añadir, que las famosas grabaciones de Corinna, que rechazaron investigar el gobierno, congreso y judicatura españolas, si han sido aceptadas por los ingleses.
No debemos olvidar que la fortuna acumulada, fiscalmente opaca, del Borbón emérito, la heredarán sus hijos. ¿La declararán tan pronto se la adjudiquen? Su padre no lo hizo con respecto del dinero en Suiza dejado por Juan de Borbón en un banco suizo. ¡Salud y República!
“Sinceramente, ¿alguien piensa que existe una veraz y continua libertad de expresión en relación con el rey y la familia real? Yo no.” (Iñaki Anasagasti, “Una monarquía protegida por la censura”, Ed. Foca, 2009).
La noticia la difundió el rotativo londinense The Sunday Telegraph el pasado 17 de febrero con la firma del periodista James Badcock. Periodismo de investigación frente a un periodismo español privado de tal menester, vasallo de la monarquía, en consonancia con la actitud del gobierno, el congreso y la judicatura de amparar la opacidad de la fortuna del emérito Borbón.
Según se relata en el citado periódico, Juan Carlos I se embolsaría 50 millones en francos suizos (47 millones de euros), por su “intermediación” en la venta del Banco Zaragozano a Barclays Bank. Los Albertos, apellidados Alcocer y Cortina, eran los socios mayoritarios del banco español. Un banco que atravesaba grandes dificultades económicas. Dificultades que ocultaban públicamente. Legalmente la venta no podía autorizarse, tanto el Banco de España, presidido por Angel Caruana, como el ministro de Economía, Rodrigo Rato, la llegaron a autorizar. Tenía que haber una intervención de un personaje con muy alto poder.
La venta se realizó en 2003 por un valor de 1.100 millones de euros, de los cuales fueron a parar a las manos de los Albertos, 457 millones de euros. Todo un pelotazo que encubría una estafa al banco comprador, que, al poco tiempo, descubre el agujero financiero, y calcula en 600 millones euros de pérdidas en la operación. Desde la fecha de compra hasta 2014, Barclays imputa unos 4.000 millones euros el coste real de la operación. Al final, acabará vendiendo (2015) a La Caixa por 820 millones euros.
Pero lo más doloroso es la pérdida social sufrida en su carne los trabajadores españoles. Se destruyeron 2.590 puestos de trabajo: 700 prejubilaciones en la delegación española, en compensación de pérdidas sufridas, en 2011; 890 despidos mediante un ERE en 2013; 1.000 despidos más en 2015 por la parte de La Caixa tras su compra. Frente a esas pérdidas sufridas en el ámbito socio laboral, el Borbón, a través del testaferro en cuentas bancarias suizas, su primo Alvaro de Orleans-Borbón, según la amante y socia del monarca emérito, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, ha ingresado en un banco suizo, por su intermediación, la no desdeñable cifra de 47 millones de euros. Añadir, que las famosas grabaciones de Corinna, que rechazaron investigar el gobierno, congreso y judicatura españolas, si han sido aceptadas por los ingleses.
No debemos olvidar que la fortuna acumulada, fiscalmente opaca, del Borbón emérito, la heredarán sus hijos. ¿La declararán tan pronto se la adjudiquen? Su padre no lo hizo con respecto del dinero en Suiza dejado por Juan de Borbón en un banco suizo. ¡Salud y República!
LOS NEGOCIOS DE JUAN CARLOS I: TREINTA AÑOS A CUERPO DE REY
Álvaro de Orleans-Borbón | Empresario
“Pagué muchos vuelos privados del rey emérito, pero no soy su testaferro”
El empresario y primo lejano de Juan Carlos I niega que sea su fiduciario
Álvaro de Orleans-Borbón, de 73 años, estuvo en el ojo del huracán en julio de 2018 cuando un juzgado de la Audiencia Nacional abrió, y posteriormente archivó, una investigación sobre una grabación de Corinna Larsen, antigua amiga de Juan Carlos I, realizada por el excomisario de policía José Manuel Villarejo (actualmente en prisión provisional por organización criminal, escuchas ilegales, cohecho y blanqueo de capitales), en la que esta le señala como testaferro del rey emérito. Las cuentas suizas de Orleans fueron embargadas temporalmente por un fiscal de Ginebra y su nombre cuestionado. Por primera vez, Álvaro de Orleans ha decidido hablar con un medio de comunicación. La entrevista con EL PAÍS se celebra en el despacho de su abogado en la calle Rhône, el pulmón ginebrino que congrega más tiendas de moda y lujo de la ciudad. Hoy, nieva copiosamente.
El ingeniero, empresario y piloto de vuelo sin motor italiano ha viajado seis horas en su coche desde Mónaco, su lugar de residencia, para acudir al encuentro. Viste una americana de tweed marrón, camisa azul, corbata con banderas de medio mundo, pantalón de sport y zapatos náuticos. Junto a él, sus abogados Philippe Cottier y Jean-Marc Carnicé escuchan atentos sus respuestas, sin intervenir, y muestran los movimientos de la cuenta suiza que durante 11 años pagó vuelos en jet privados de don Juan Carlos I.
Pregunta. ¿Es usted el testaferro del rey emérito?
Respuesta. No señor. Ni testaferro ni fiduciario de nadie. Soy el único dueño de mis propiedades.
P. ¿Cuál es su relación con Juan Carlos I? Ustedes son primos lejanos.
R. Cuando empecé a volar deportivamente y me nombraron presidente del Real Aéreo Club de España, en los años noventa, iba de Mónaco a Madrid y nos vimos un par de veces. Conocía mejor a la reina, porque mi padre era primo del rey Pablo de Grecia y mi abuelo, padrino de la infanta Elena. Les visitábamos con frecuencia en Corfú. Cuando iba a Madrid, me invitaban a comer a La Zarzuela. Fue una relación lenta, hasta que me di cuenta de nuestra afinidad por la tecnología. A través de varias iniciativas en ese campo lo pude conocer mejor. Y cuando me casé por segunda vez y tuve una hija me dijo: ¡necesitas un padrino! Y vino al bautizo a Sanlúcar de Barrameda. Hace ya 13 años.
P. Usted es propietario de la Fundación Zagatka en Vaduz. Las fundaciones en Liechtenstein son instrumentos opacos y una de sus características es ocultar a sus beneficiarios. ¿Cuándo y por qué creó esta fundación?
R. La creé en 2003 aquí, en Ginebra, para tener una gestión separada de mi patrimonio en Zúrich. Pregunté por el nombre de un buen gestor y me dieron el de Arturo Fasana y él me recomendó al abogado Dante Canónica. Cree la fundación para responder a un mandato de mi padre, quien me pidió que estuviera disponible para echar una mano a las familias reales, cuando lo necesitaran. Lo hizo mi abuelo, lo hizo mi padre y quise hacerlo yo. En cuanto a las fundaciones en Vaduz, es cierto que antes había opacidad, pero ahora Liechtenstein se abrió a la transparencia y tiene firmados convenios con muchos países.
P. ¿De quién son los fondos que administra esta fundación vinculada a una cuenta en Suiza?
R. Son estrictamente de la Fundación y el único beneficiario soy yo. Soy el único propietario indirecto de los fondos. Hay un director que es quién firma y administra, el señor Canónica. Y un asesor de inversiones, en este caso Arturo Fasana. Ha sido así desde el principio y no ha cambiado.
P. ¿A cuánto ascienden los fondos de Zagatka?
R. Ahora, 10 millones de euros. El 31 de octubre de 2003 se abrió con 9.235 euros y en 2014 tenía 14.386.785 euros.
P. ¿Ninguno de esos fondos pertenece al rey emérito?
R. De forma absoluta, la respuesta es no. En ningún momento, nunca. Ni formal, ni moralmente. Son míos y sólo míos.
P. La cuenta suiza vinculada a la fundación ha pagado vuelos de don Juan Carlos I en varias compañías aéreas de vuelos privados. ¿Por qué sufragaba usted estos gastos? ¿Se lo pidió su primo?
R. Es muy fácil de explicar. Un día me llama el Rey, que conoce mi relación con el mundo de la aviación, y me pregunta si puedo encontrarle una compañía privada para un vuelo. Llamé a mi asistente en Mónaco y se pusieron de acuerdo para encontrar una. Pagué yo... Distancia real... Y me olvidé del tema. Así fue el inicio, anecdótico.
P. Pero los vuelos continuaron.
R. Hubo un segundo y un tercero, un cuarto...Empezamos en 2007 y terminó en 2018. Al final hubo muchos vuelos.
P. Y mucho dinero.
R. La fundación se mantenía bien con las inversiones. No tuvo impacto.
P. ¿Le explicó don Juan Carlos porque necesitaba esos vuelos privados?
R. No me lo explicó la primera vez. Imagino que sería para no figurar en las listas de un vuelo oficial o comercial. Supongo que quería volar con discreción, por una cuestión de privacidad y de protección de su intimidad. Lo interpreté así.
P. ¿Utilizó la señora Larsen esos vuelos?
R. En varias ocasiones.
P. ¿Cuándo terminaron estos vuelos?
R. Un día el Rey me dijo: ya has pagado muchas cosas. Lo hice porque consideré que estaba dentro de esa tradición familiar que le expliqué antes. Nada más. No hay más secreto.
P. ¿Hubo otros pagos además de los vuelos a cargo de la fundación?
R. Algún regalo. Nada relevante.
P. El señor Fasana estuvo investigado en el caso Gürtel, en España, por gestionar el dinero de Francisco Correa, uno de los principales implicados. El abogado Dante Canónica prestó también declaración en la misma causa. ¿No le preocupó que su fundación estuviera en manos de personas con esa reputación?
R. Pregunté a Fasana y me explicó que había colaborado con la justicia española y que no hubo ninguna consecuencia contra él. Canónica me dijo lo mismo. Fasana es buen gestor y no es fácil encontrar uno bueno.
P. El fiscal suizo Bertossa abrió una investigación, cuyo sumario es secreto, por blanqueo de capitales en la que figuran usted y el señor Fasana.
R. Apareció publicado que Álvaro de Orleans era un testaferro. El fiscal leyó la noticia en el periódico Tribune de Genève e hizo lo que tenía que hacer: investigar de forma exhaustiva. Inicialmente, me embargaron todas mis cuentas en Suiza. Lo congelaron todo. Hicieron una radiografía económica total. Un día, en septiembre de 2018, quise hacer una transferencia y no pude. Fue una sorpresa extrema. En fin, al borde del infarto. En el banco me informaron que era por una causa abierta por el fiscal Bertossa.
P. ¿Cuál es ahora su situación procesal?
R. El 10 de octubre de 2018 fui a declarar a petición propia como testigo. A la declaración asistieron también Fasana y Canónica, por su relación con mi fundación. No hay situación procesal de ninguna clase. Al terminar mi declaración, el fiscal me comunicó que desbloqueaba mis cuentas, salvo 4 millones que se liberaron un mes después, y ya está.
P. La Fiscalía Anticorrupción española ha abierto unas diligencias de investigación para determinar si hubo un delito de corrupción en transacciones internacionales en la construcción del AVE a la Meca que llevo a cabo un consorcio de empresas españolas. ¿Conoce a la intermediaria y supuesta comisionista iraní Shahpari Zanganeh, a la que se ha tomado declaración?
R. Ni la conozco ni oí hablar de ella jamás.
P. El diario británico Sunday Telegraph publicó hace días que usted cobró 39 millones de libras por intermediar en la venta del Banco Zaragozano al Barclays Bank y que el dinero se ingresó en su cuenta del Credit Suisse.
R. Es totalmente falso. La fundación tiene una sola cuenta y aquí están sus movimientos desde su apertura. ¿Ve usted el ingreso de esa cantidad en algún sitio?
P. ¿Conoce o ha mantenido relación con Alberto Cortina y Alberto Alcocer, antiguos accionistas del Banco Zaragozano?
R. Conocí a uno de ellos en una comida hace años. No son mis amigos ni he tenido negocios con ellos.
P. Imagino que habrá hablado con el rey emérito sobre las grabaciones efectuadas a la señora Larsen.
R. Le pregunté: ¿tienes idea de dónde sale todo esto? Me respondió que no lo sabía