MONARQUIA INGLESA - Noticias sobre los Winsor

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FAMILIA REAL BRITÁNICA

La última decisión de la Casa Real británica invisibiliza a Beatriz y Eugenia de York dentro de la institución

Las hijas de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés iban a ser las anfitrionas de la ‘Big Lunch’ celebrada en Windsor, pero han sido sustituidas por los príncipes de Gales

07/05/2023 - 16:36

El último movimiento silencioso tomado por la Casa Real británica ha reabierto heridas del pasado, desencadenando así numerosos titulares. De manera completamente inesperada, hace escasos minutos los príncipes de Gales, Kate y Guillermo, aparecían en la ciudad de Windsor para convertirse en los anfitriones de la ‘Big Lunch’, gran almuerzo en castellano, celebrado en el día de hoy en dicha ciudad histórica. Sin embargo, tal evento, definido por el Palacio de Buckingham como "un acto de celebración y amistad a nivel nacional", no figuraba en su apretada agenda, sino en la de las hermanas York.

Según publicó la institución el pasado 4 de mayo, el monarca de Inglaterra había decidido dar un importante rol a sus sobrinas dentro del marco oficial de la agenda de su coronación, convirtiéndolas en las anfitrionas de este encuentro, símbolo de celebración de su proclamación como rey. A pesar de que Eugenia y Beatriz no forman parte del núcleo más cerrado de la Corona ni ejercen labores de representación, se quiso tener un gesto con las hijas del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, que ahora parece haberse vuelto en su contra.

Cuando los vecinos de la ciudad de Windsor y los numerosos reporteros y cámaras de los medios de comunicación las esperaban charlando alrededor de las mesas ubicadas en el castillo real, donde esta misma noche se celebrará el concierto de cierre del acontecimiento histórico, se veían sorprendidos al ver bajar del coche oficial a los príncipes de Gales. La locura se desataba al instante. Aunque, es cierto, el matrimonio heredero al trono cuenta con mayores índices de popularidad que las York, nadie ha pasado por alto esta decisión y las teorías conspiratorias se han disparado.


Las primeras, en parte las consideradas más lógicas correlacionalmente hablando, han apuntado a su buena relación con el príncipe Harry, a pesar de su discurso negativo en contra de la institución propagado a través de sus múltiples apariciones en la televisión, su libro de memorias, ‘Spare’, o su documental de Netflix ‘Harry & Meghan’. Precisamente, esta defensa a los duques de Sussex es la que, según numerosos expertos, costó a Sarah Ferguson, madre de las hermanas, la no invitación a la coronación de Carlos III.

Completamente ajenas a todo este tipo de rumores, Beatriz y Eugenia se convirtieron en el día de ayer en los principales apoyos del pelirrojo en su regreso exprés al Reino Unido. Las mujeres, de 34 y 33 años respectivamente, ocuparon su asiento en tercera fila, junto a su primo y también sus maridos, y no se separaron ni un instante de él. Precisamente, dicho gesto fue el único que les llevó a adquirir cierto protagonismo del evento celebrado en la abadía de Westminster.

Sus looks fueron prácticamente obviados, a pesar de sus aciertos. Mientras la mayor apostó por un vestido midi rosa de la Beulah London, destacado por sus mangas cortas abullonadas y su ancho cinturón que potenciaba el vuelo de su falda, la pequeña posó con una figura de embarazo muy avanzada bajo un modelo midi recto y fluido en tonalidad azul eléctrico y tejido satinado de Fendi.

Por otro lado, algunos expertos del sector royal han querido apuntar que quizás el polémico movimiento de última hora de la institución ha tenido algo que ver con los abucheos recibidos por el príncipe Andrés, padre de las York, durante su aparición en el acto. De esta manera, aunque con daños colaterales, la Corona se estaría desligando por completo de la imagen del hermano de Carlos III, algo similar a lo que Felipe VI realizó en un pasado con su padre el rey Juan Carlos y sus hermanas la infanta Elena y la infanta Cristina.

Sin embargo, más allá de las teorías, si algo ha quedado patente con esta decisión es que el perfil de Beatriz y Eugenia está condenado a irse desvaneciendo, al menos desde el punto de vista más formal de la institución.


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[Maritxu]

Un detalle lo de los pendientes de Diana, ahora bien la diadema/tiara no me acaba de gustar. No le veo el vestido así que no puedo opinar. El vestido de Camila una obra de artesanía, qué pena que no lo luce porque la figura no le acompaña. Me gustó Pippa Midleton. Charlene esta vez, no.

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CORONACIÓN DE CARLOS III: los looks de los invitados

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Rania de Jordania, Matilde de Bélgica y Akshata Murthy, impresionantes en Westminster: el desfile de invitados

Dos horas antes de que empezara la ceremonia, comenzaron a llegar los primeros invitados a la abadía de Westminster. Todos cumpliendo el protocolo de vestimenta.

Este sábado 6 de mayo es un día histórico para Inglaterra. Las calles engalanadas y máxima expectación para la ceremonia de coronación del Carlos III (74 años) y Camila (75). Sobre las nueve y media de la mañana (hora española) llegaban a la Abadía de Westminster los primeros invitados. La actriz británica Emma Thompson (64) era de las primeras en entrar en el templo, sonriente, acompañada de su marido y luciendo su medalla de Dama del Imperio británico. Las personalidades políticas también fueron muy puntuales, ocupando sus asientos ordenadamente.

Hay que tener en cuenta que son más de 2.000 personas las que estaban citadas para asistir a la ceremonia, por lo que resultaba necesario hacer acto de presencia con antelación para que todo fluyera. Mientras todo esto sucedía, los Reyes británicos llegaban en coche al Palacio de Buckingham, saludando a los británicos apostados en las inmediaciones. Una hora más tarde saldrían desde allí en carruaje para hacer el recorrido hasta la abadía.

Los invitados a la ceremonia debían vestir de cóctel, ellas con tocado y ellos con frac de día y sombrero si así lo deseaban. Todos cumplieron, desde Letizia (50), muy guapa de rosa, hasta Olena Zelenska (45) o Jill Biden (71).

Rania y Abdalá de Jordania
Ella nunca decepciona y esta vez, tampoco. La Reina jordana deslumbró con un vestido amarillo pastel, con escote y mangas de tejido transparente y salones blancos. El pelo suelto y un elegante tocado a tono eran la guinda de un estilismo soberbio. Abdalá, elegante, con traje de chaqueta y corbata granate.




Jill Biden y Finnegan
La esposa del presidente de Estados Unidos, cumpliendo el protocolo, iba vestida de cóctel con un dos piezas en azul, formado por una chaqueta con escote cerrado y una falda tubo.

También incluía unos guantes largos y tocado a juego. Los accesorios, en blanco roto. Estaba acompañada por su nieta, Finnegan, muy elegante con vestido capa amarillo.




Felipe y Matilde de Bélgica
Otra de las royals que destacó por su elegancia fue Matilde de Bélgica, con un precioso vestido capa en rosa chicle y complementos a tono. El Rey también lucía una banda en fucsia, por lo que iban conjuntados. La noche anterior, durante la recepción en Buckingham, Felipe fue acompañado de su hija Elisabeth.




Rishi Sunak y Akshata Murthy
El Primer Ministro, con frac como marcaba el código de vestimenta, y su esposa, muy elegante con un vestido estilo años 50 en color azul claro de largo midi y manga francesa de la firma británica Claire Mischevsni. Akshata Murthy se decantó por un tocado de flores negras, con salones y clutch rígido en el mismo tono.




Alberto y Charlène de Mónaco
El soberano monegasco y su esposa llegaron a Westminster cogidos del brazo. Alberto, con uniforme militar, y Charlène, con un total look blanco, de chaqueta y falda lápiz con botonadura, zapatos de tacón y un discreto tocado. El detalle diferencial de la parte de arriba era un fular que salía de uno de los lados a modo de capa.




Andrés de York
El príncipe Andrés llegaba con una de sus hijas y entraba solo, una imagen que escenifica claramente el papel secundario que tendría en la ceremonia. Se le permitió llevar una capa real y se sentó en la tercera fila del templo, la misma que ocupada su sobrino, el príncipe Harry; ambos son considerados las ovejas negras de la familia.




Guillermo y Máxima de Holanda
La reina Máxima, de blanco, sorprendió por la originalidad de su vestido, con detalles troquelados en forma de flores en la zona del escote. Es de uno de sus diseñadores perferidos, Jan Taminiau. Lo combinó con pamela y guantes blancos y una cartera de mano nacarada. El Rey lució sus medallas y galones en la solapa de su chaqué.




Ana María de Grecia, Pablo de Grecia y Marie Chantal Miller
La Reina, acompañada de su hijo mayor y la esposa de éste, que la arropan desde que murió su marido, Constantino de Grecia, el pasado mes de enero. Ana María y Marie Chantal se decantaron por el azul para la ceremonia, aunque en dos variedades. La esposa de Pablo de Grecia, con vestido pastel, añadió un accesorio original: un bolso libro de Olympia Le-Tan.




Felipe VI y Letizia
La Reina, una de las más elegantes con un dos piezas rosa con volante peplum de la firma Carolina Herrera, y una vistosa pamela de la marca española Balel, que crea piezas únicas como ésta. Letizia hizo el paseíllo hasta la abadía sonriente y sin soltar el brazo del Rey, con uniforme militar.




Victoria de Suecia y el rey Carlos Gustavo
La heredera al trono sueco eligió el color azul eléctrico que la noche anterior había lucido Kate Middleton para la ceremonia. Un sobrio vestido de largo midi y manga tres cuartos, con cinturón combinado para marcar talle y accesorios en la misma tonalidad. Junto a ella, su padre, el rey Carlos Gustavo, con su uniforme militar de gala.




Haakon de Noruega y Mette-Marit
Los príncipes herederos de Noruega aparecieron cariñosamente cogidos de la mano y muy sonrientes. El color rosa fue uno de los grandes triunfadores de la ceremonia y Mette-Marit recurrió a él: su vestido con lazada en la solapa y su tocado con red fueron un acierto total. También lucía guantes, como la mayoría de las invitadas.




Pippa y James Middleton
Los hermanos de la Princesa de Gales eligieron estilismos a juego: Pippa con un vestido-abrigo en amarillo vainilla de Claire Mischevani Alais y James con chaleco en la misma tonalidad. Ella eligió una de las pamelas más vistosas entre las invitadas.




Federico y Mary de Dinamarca
De morado, el color feminista por excelencia, de pies a cabeza. La princesa Mary lucía un abrigo de Soren Le Schmidt, con accesorios en el mismo tono. Muy acertado el tocado en forma de diadema con una sutil red. Sólo rompía la monocromía unos broches en la solapa. El príncipe heredero, como la mayoría de los royals, vestido de militar.




El príncipe Harry y Beatriz de York
Era la llegada más esperada. El hijo pequeño del rey Carlos hacía acto de presencia en soledad, acompañado a una discreta distancia por sus primas y los maridos de éstas y tratando de mostrarse relajado. Aunque se esperaba que se sentara en las filas traseras del templo, finalmente, ocupó la tercera, junto a otros familiares. Vestía traje, con varias medallas militares. Beatriz de York lucía un vestido fucsia de mangas abullonadas de Beulah London y diadema dorada.




Emma Thompson
La actriz británica fue de las primeras en llegar, feliz por asisir a un acontecimiento tan histórico. Llegó acompañada de su marido, Greg Wise, y llevaba un vistoso abrigo rojo con flores y unos llamativos zapatos con el tacón cuajado de pedrería y una hebilla brillante en el empeine.




Olena Zelenska
La esposa del presidente Zelenski, muy guapa con un vestido verde menta, con cinturón fino, y una abrigo a juego. Olena prescindió de tocado y llevaba el pelo suelto, ligeramente ondulado, y unos elegantes pendientes de perlas. El look se completaba con unos salones blancos.




Justin Trudeau y Sophie
El Primer Ministro canadiense, junto a su esposa, con un discreto vestido de satén rosa, con mangas abullonadas en tejido transparente, salones y bolso de mano. Como accesorio: una pamela que colocó de manera lateral dejando ver los adornos que salían de ella.




Fumihito y Kiko
El príncipe heredero de Japón y su mujer, vestida con un kimono en tonalidades empolvadas, fueron, sin duda, los más exóticos entre la lista de invitados. La sobriedad de Fumihito, con frac, contrastaba con la tradicionalidad de la princesa Kiko.




El príncipe Eduardo, Sophie y lady Louise
Los nuevos duques de Edimburgo, con su hija, a su llegada a la abadía de Westminster poco antes de que diera comienzo la ceremonia. Sophie con el mantón que llevaban las mujeres de la Familia Real y Louise, con vestido de flores y pamela azul.




Emmanuele y Brigitte Macron
La esposa del Presidente de la República francesa fue muy fiel a su estilo: con un discreto vestido a ras de rodilla con abrigo a juego de aire sesentero y doble botonadura. Caminó solemnemente por el pasillo central de la abadía del brazo de Emmanuel Macron.




Maha Vajiralongkorn y Suthida
El Rey de Tailandia, con su vistoso uniforme, junto a su esposa, con cuerpo de cuello alzado y manga larga y falda pareo con estampado tradicional. Sorprendió la profusión de joyas que llevaba y su original bolso de madera con asas doradas.

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