¿Por qué no ha asistido el conde de Spencer a la boda de su hija Amelia?
El hermano de Diana de Gales se quedó en Inglaterra, al igual que en la boda de Kitty Spencer, celebrada en Roma.
POR ROBERTA MERCURI
TRADUCIDO Y ADAPTADO POR DARÍO GAEL BLANCO
23 DE MARZO DE 2023
ómo es que no ha habido ni rastro del conde de Spencer en boda de su hija Amelia con Greg Mallet? La ceremonia se celebró en Sudáfrica, país de adopción de Amelia y donde pasó gran parte de su infancia tras el divorcio de sus padres, Charles Spencer y Victoria Lockwood. De hecho, Amelia, así como su hermana gemela Eliza, su hermana mayor Kitty y el pequeño, Louis, creció en Ciudad del Cabo y siempre soñó con celebrar la boda en el país que durante tantos años fue su hogar. Y así ha sido. Pero los tabloides británicos no han pasado por alto la gran ausencia de su padre, el hermano de Diana de Gales. Mientras se celebraba el enlace a miles de kilómetros, el conde de Spencer se encontraba en Althorp House, la finca inglesa de los Spencer en la que reside, al igual que en la boda de su hija mayor, Kitty, celebrada en julio de 2021 en Roma. En su momento se dijo que el periodista y escritor no pudo acceder al país por la normativa anti-Covid.
Una vez más, el motivo oficial (según un portavoz del conde) sería una reciente caída cuyas consecuencias habrían impedido a Charles Spencer viajar a Sudáfrica. No obstante, los tabloides británicos tienen otra explicación: al parecer, las relaciones entre Charles, de 58 años, y sus tres hijas se habrían deteriorado desde 2011, cuando el conde se casó con su tercera y actual esposa, Karen Villeneuve, con quien ha tenido a su hija menor, Charlotte Diana Spencer.
Antes de conocer a su actual pareja, el conde se casó con Caroline Freud, con quien tuvo dos hijos más. Antes, en 1989, estuvo casado con Victoria Lockwood, una modelo con la que llevaba saliendo apenas seis semanas. Un año después nació Kitty, la primera de los cuatro hijos de la pareja, a la que siguieron las gemelas Amelia y Eliza y Louis Spencer. Sin embargo, para cuando nació Kitty, al parecer ya habían comenzado los problemas conyugales. Años después se supo que había engañado a su esposa llevando apenas seis meses casado. Victoria, por su parte, padecía anorexia y luchaba por superar una adicción a la heroína que comenzó durante su etapa como modelo en Nueva York. En 1995, los dos trataron de alejarse de los focos mudándose a Sudáfrica con sus cuatro hijos, pero sus problemas no desaparecieron. Finalmente, se divorciaron en diciembre de 1997.
Tras la ausencia del conde en la boda de Kitty, los tabloides británicos se han propuesto indagar la relación con sus primogénitos. Y al hacerlo, han descubierto que, tras su tercera boda se habría distanciado de sus hijas (no así con su hijo Louis). Sea cierto o no, lo que sí es un hecho es que en su día no asistió a la boda de Kitty ni ahora a la de Amelia. Y tampoco hay imágenes de los enlaces en su perfil de Instagram. Pero desde hace un par de horas tenemos constancia de que se encuentra en su casa, a juzgar por su última publicación en Instagram, en la que presume de los narcisos de los jardines de Althorp House.
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