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BEATRICE BORROMEOES UNA ‘IT GIRL’...[col]

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...CARLOTA CASIRAGHINO TIENE ‘ALLURE’[/table]
Sus nombres son los más buscados en Google, los estilismos que lucen inundan el cuché, las marcas las idolatran porque todo lo convierten en oro y el mundo las admira e imita. ¿Qué tienen las it girls? ¿Por qué algunas mujeres tienen ese allure que fascina?l CRISTINA GALAFATEUn
je ne sais quoi las hace únicas. Su forma de vida –muchas veces ligada a la cuna–, un gusto impecable en el vestir y un punto de rebeldía convierte a estas mujeres en iconos que marcan tendencia. Sin embargo, el fenómeno
it girl no es nuevo. Según Vicente Gallart, periodista especializado y autor de
Irresistibles. 100 años de it girls en la moda (Ed. Grijalbo), el concepto está tan manido que, incluso, ha llegado a “prostituirse”, pero se remonta nada menos que a los locos años 20, con la estrella de cine mudo Clara Bow, quien protagonizó el filme It, basado en el libro homónimo de la inglesa Elinor Glyn. “Mostró al público por primera vez las cualidades de una chica que, gracias a su belleza e intelecto, conseguía seducir a hombres y mujeres por igual. Ellos caían rendidos de amor ante su figura, ellas quedaban fascinadas por su estilo y, al instante, la imitaban”. ¿Por qué sólo unas pocas son las elegidas? ¿Son
Irresistibles las
it girls, como titula el citado libro? “Un día me desperté con Estefanía de Mónaco en la cabeza cantando Irresistible y me di cuenta de que ésa era la palabra que mejor las describía”. Precisamente, la princesa que probó suerte en el mundo de la canción es una de las elegidas por el escritor, pero no su hermana Carolina, a quien acusa de exceso de corrección, a pesar de casarse con el
Playboy Philippe Junot y vivir intensamente la noche parisina. “Sus aires de superioridad fueron, y creo que siguen siendo, un obstáculo para que su imagen resultara fresca”. Estefanía, sin embargo, fue una rebelde desde niña –su madre le llamaba cariñosamente
wild child–. “En los años ochenta, se convirtió en la aristócrata díscola que su hermana Carolina jamás se atrevió a abanderar frente a los medios de comunicación”. Su azarosa vida sentimental con chicos it como Paul Belmondo, Anthony Delon, Jean Yves Le Fur o Rob Lowe, hasta su gran idilio con Mario Oliver, le convirtieron en carne de
paparazzi. La velocidad de un estilo de vida cien por cien ochentero pudo con ella y le lanzó a los brazos de su guardaespaldas Daniel Ducret, con el que tuvo dos hijos. Pero entonces llegó la bochornosa fiesta subida de tono con una bailarina erótica, recogida en la prensa mundial. Esos finales desgraciados acompañan a muchas
it girls y son parte de su atractivo, opina Gallart, que acude de nuevo al Principado de Mónaco para afirmar que Carlota, hija de Carolina, “puede ser muy guapa, pero no es una
it girl”. Y eso que la catalogan como una digna heredera de la elegancia de Grace Kelly... “Es fría y distante, y una
it girl jamás es así, porque enamora a todos y a todas. No está por la labor, se le nota. No le interesa, está en otra onda, y es demasiado correcta para ser
it”.
Sólo una de las chicas relacionadas con la familia real de Mónaco en la actualidad es una auténtica
it: Beatrice Borromeo. “El buen gusto y la elegancia le vienen de familia, no de haberse casado con Pierre Casiraghi. Su abuela es la condesa Marta Marzotto, una reputada aristócrata que ha trabajado de estilista y es propietaria de los grandes almacenes italianos La Rinascente, así como para firmas como Valentino”. Borromeo estudió periodismo y colabora con medios como
Newsweek o
Il Fatto Quotidiano. “Una imagen cándida detrás de la que se esconde una incisiva periodista”.
¿NACEN O SE HACEN?Eso que fascina y atrae todas las miradas es una capacidad innata para Gallart. “En el caso de Margaux Hemingway, la actriz y
supermodelo, su hermana Mariel también se dedicaba a lo mismo y no causaba ese magnetismo. Una hacía girar todas las cabezas. La otra no conseguía fascinar”. Porque una chica
it tiene que arriesgarse, como hace Olivia Palermo: “Ella no es tan perfecta como se dice, prueba mucho con sus estilismos, aunque eso le lleve a meter la pata en algunas ocasiones. Digamos que le va la vida en ello y, en ese sentido, hay que aplaudirle”.
A muchas it actuales se les acusa de estar monitorizadas y no salirse del guión. Posa en este
photocall, saluda a esta persona… “La mayoría no tienen problema y se dejan guiar, pero estoy seguro de que les gustaría tener libertad para expresarse como mujeres y dejar de ser tratadas como objetos”.
Gallart no es duro con ellas porque cree que el marketing es parte de la maquinaria de la moda. Sólo hay un ejemplo que llame la atención de este especialista en el fenómeno, la modelo Cara Delevingne, que muchos han comparado con la
top más
it de todos los tiempos: Kate Moss. “Está luchando por ser ella misma [no ha tenido problema en reconocer públicamente que le gustan las mujeres], se expresa con sus defectos y sus virtudes”. Al fin y al cabo, una
it girl enamora, pero es humana. La blogosfera también ha marcado un antes y un después. Este nuevo perfil cotiza al alza con mucho éxito. “En cada década, desde mediados del siglo XX, han surgido
it girls que iban en consonancia con lo que estaba ocurriendo. Las considero un reflejo de la sociedad. Es curioso cómo han sabido captar el estilo de cada época, y algunas de ellas, incluso en varias, para representarlo de la mejor manera posible. Las blogueras ahora conectan con una generación tecnológica. Vienen a sumarse. Bienvenidas sean”. Encabezan el
ranking mundial, según
Le Guide Noir, Zoe Sugg, Chiara Ferragni, Lauren Conrad y Leandra Medine. En España, Alexandra Pereira, Gala González y Paula Echevarría. Pero la burbuja está pinchando y no todas van a subsistir. “La famosa criba ya se está produciendo. En el ámbito de la moda es así de cruel, de pronto te sube como te baja, pero no creo que desaparezcan. Los blogs, como internet, han venido para quedarse”. Su éxito tiene que ver con la identificación, opina Gallart. “A las blogueras, de repente, las sientes más cercanas. Sería un error para ellas si se alejaran. Muchas se han convertido en
celebrities, y este concepto es muy fagotizador. Es decir, de alguna manera, engulle todo, y eso es peligroso. Han llegado a la moda para ser consideradas profesionales. Que no se dejen obnubilar por eventos, invitaciones, regalos, viajes… Que disfruten de esa parte hedonista de la moda, pero luchen por hacerse oír y ser respetadas”.
Ha habido un monetarismo ligado al término que, en palabras del experto, “ha hecho mucho daño a las que verdaderamente tienen inquietud y talento, que las hay”. Esa falta de autenticidad es la diferencia que señala entre las it de hoy y de ayer. “En el pasado no sabían que lo eran, no se machacaba tanto con el tema, y no estaba tan trillado. Ahora son muy conscientes”.