
En la tienda de Roberto Diz, con vestido negro, ROBERTO DIZ y salones, JIMMY CHOO.
La Sevilla de
Lourdes Montes
Antes de salir de casa se pinta los labios de rojo y se hecha dos gotas de su perfume de Guerlain. Es lo único que necesita esta sevillana para enseñarnos algunos de sus rincones preferidos de Sevilla, a menos de un mes de casarse con Fran Rivera. Está tranquila “quizá cuando se acerque el momento me entrará el nervio”, afirma, pero lo cierto es que tiene todo bajo control, los detalles de su boda del 14 de septiembre, y el futuro con el hombre de su vida: “En cuanto Fran tenga la nulidad nos casaremos por la Iglesia”, asegura sin pestañear.
Escribe: ELISA ÁLVAREZ
Fotos: TOMÁS DE LA FUENTE
Realiza: INÉS DOMECQ
Son las 9.30 de la mañana cuando llamo al timbre de la casa de Lourdes Montes y Francisco Rivera frente a la universidad. Todavía no aprieta el calor en las calles de Sevilla. Me abre ella y a mis pies aparece su perro Tuco que, tras olisquearme brevemente, se retira. No le he gustado. Me ofrece algo de beber y con emoción me enseña su casa, un duplex luminoso y diáfano. "Nos la compramos hace un año. Era un bloque de oficinas que hemos reformado pero todavía quedan muchas cosas por rematar, ¡mira todas esas cajas!” me dice. En la planta de abajo está el salón, la cocina y el cuarto de Tana, como todos llaman a Cayetana, la hija que tuvo Fran con Eugenia Martínez de Irujo. Arriba está la habitación del futuro matrimonio y dos terrazas, la más pequeña con una fuente de piedra. Antes de bajar me enseña los zapatos que llevará en su boda: “me los compré ayer, ¿a que son bonitos?” Mucho. Son unos Stuart Weitzman ideales. Y sólo puedo decir que no son blancos.

Camisa blanca, ZARA y pantalón azul, JORGE VÁZQUEZ. Colgante, MÓNICA VINADER
Lourdes no es la típica sevillana, explosiva y extrovertida, sino más bien una mujer tranquila y discreta. Viajamos juntas a Ucrania para hacer el reportaje a la ONG ganadora del primer premio internacional de Solidaridad de TELVA, y tanto en nuestra aventura por la estepa ucraniana con el termómetro marcando bajo cero, como aquí en Sevilla, a casi 40 ºC, Lourdes se muestra educada, afable y más bien callada, pero tiene carácter. Sabe muy bien lo que le gusta y lo que no. Una chica normal con la que Fran Rivera se cruzó en la feria de Sevilla hace dos años y de la que se quedó prendado. Tanto, que según sus propias palabras la idea de casarse le hace vivir una ilusión que no había tenido antes.
Nos sentamos en el sofá de su salón. A mi espalda hay colgadas fotos de familia en blanco y negro. Paquirri vestido de luces junto a una espectacular Carmen Ordoñez; Carmina en un patio con palmeras, vestida con un espectacular Pertegaz, lanzando al aire a Fran cuando era bebé; Fran con pocos años con su padre en el ruedo; Cayetana de niña en una corrida goyesca de su padre...
Una familia de la que a partir del 14 de septiembre Lourdes Montes formará parte. Se casarán en Ronda, en la finca El Recreo de San Cayetano, donde nació Antonio Ordoñez, abuelo materno de Fran. Ahora esa finca es propiedad de los hermanos Rivera, Fran y Cayetano. “Allí hemos hecho fiestas después de la goyesca con amigos, y siempre vamos en verano y Navidad. Hay un rincón muy especial que es donde será la ceremonia”, dice Lourdes.
Ese rincón tan querido por ella tiene dos tilos centenarios junto a un pozo y se respira una paz que no se encuentra en ningún otro espacio de la finca. Allí están enterradas las cenizas del director de cine Orson Welles, íntimo de Antonio Ordoñez. “Cuando me siento allí a leer se me pasan las horas volando”, me cuenta Lourdes.
- ¿Qué es lo que más te impresiona de formar parte de una familia con tanta historia?
Que hayan convivido con personas interesantísimas. Su abuelo era amigo íntimo de Ernest Hemingway, Picasso, intelectuales, toreros... Fran me cuenta miles de anécdotas y vivencias como si fuese la cosa más normal. Para su madre y su tía Belén, por ejemplo, Orson Welles era sencillamente el tío Orson...
¿Tienes más trato con la familia paterna o materna de Fran?
Mucho más con la familia de su madre. Los tres hermanos: Fran, Cayetano y Julián están muy unidos. De la familia de su padre sólo conozco a su tío José y a Kiko.
¿Cómo recuerda Fran a su padre?
Lo admira muchísimo. Cuando murió, Fran tenía 11 años. Lo recuerda como una persona muy recta, organizado y perfeccionista en lo que hacía, y además un gran trabajador.

Lourdes en un coche de caballos con jersey con estampado de pata de gallo y pantalón blanco, ZARA. Collar y brazalete, ANGELO MARANI, sandalias, CH CAROLINA HERRERA y bolso, GIORGIO ARMANI.
Sobre la mesa está el taco de sobres con las invitaciones de boda. Lourdes me anima a que coja una. Letra inglesa y sobres de papel vegetal. Boda de día, se casan a las 12.30 h. Dress code: ellos, chaqué y chistera; ellas, traje corto y sombrero. “Fran se ha empeñado en lo de la chistera, no te imaginas la lata que me ha dado con esto”, me dice.
- Tu traje lo hace Pronovias, pero las pautas son tuyas, ¿estás contenta con el resultado?
Cuando se ofrecieron a hacerme el vestido les mandé un boceto de lo que quería, que no tiene nada que ver con su línea de novias, y aceptaron. Tanto el patronaje como los tejidos son una maravilla. La bordadora es la misma que bordó el vestido de la princesa Letizia.
¿Me puedes dar algún detalle de tu vestido?
Nada de transparencias. Como me caso por lo civil voy sin velo. Tampoco voy con tiara. Llevaré pendientes, pero ninguna otra joya importante.
Si la boda fuese por Iglesia, ¿habrías sido distinto?
Sí. Me hubiese gustado llevar un vestido con una cola enorme.
¿En qué momento está el proceso de nulidad de Fran?
Eugenia y Fran la pidieron de mutuo acuerdo hace año y medio, pero el proceso es lento. He querido casarme por lo civil porque me venía a vivir aquí con Fran y me parecía lo mejor.
Han invitado a 380 personas, “todos amigos, me he negado a invitar por compromiso”, dice decidida. “El almuerzo va a ser de pie, mucho más divertido. Que cada persona hable con quien quiera. El catering lo va a servir mi tío, Manolo Juliá”. Así es Lourdes, descomplicada y muy lista. Se va a ahorrar la mayor pesadilla de las novias: pensar la distribución de gente en las mesas.
El padrino de Lourdes será su hermano pequeño, Curro, de 25 años, que acaba de terminar Derecho y está viviendo en Escocia, y la madrina de Fran será su hija Tana, de 14.
Suena la puerta y llegan la maquilladora, las estilistas y el fotógrafo. Empieza el despliegue de ropa, pinceles, cremas, luces y cámaras.

La hermana pequeña de Lourdes, Sibi, con jersey, LEMONIEZ, sobre pantalón, NICOLAS VAUDELET. Cinturón, ANGELO MARANI y pendientes, ROCÍO PORRES.
Lourdes con top de piel, JORGE VÁZQUEZ, falda estampada, ZARA, cinturón, GIORGIO ARMANI, anillo en forma de flor, ROCÍO PORRES, y salones, JIMMY CHOO.
Tener a los paparazzi detrás, que todo el mundo opine de tí..., ¿supondrá un plus de nerviosismo el día de tu boda?
Ya estoy acostumbrada y me lo tomo con filosofía, pero al principio lo pasaba mal. Además, aquí en Sevilla no hay tanta prensa y vivo más traquila. Es mucho peor en Madrid. Fran y yo hemos tenido que dejar de ir a restaurantes porque llamaban a los paparazzi en cuanto poníamos el pie allí.
Hasta en eso Sevilla tiene un color especial...
Siempre he vivido aquí y me encanta el olor a azahar en primavera, poder ir en bici a trabajar, que todo esté cerca... A medio día me da tiempo incluso a ir al gimnasio antes de volver otra vez al despacho.
¿Te estás poniendo a punto para el 14 de septiembre?
Hacer deporte me sienta muy bien anímicamente, sólo lo hago por eso, no por adelgazar. No soy nada histérica en ese sentido. Intento ir tres días a la semana y corro en la cinta, hago pesas, abdominales, elíptica... me ayuda a desfogar.
Pero, ¿te harás algún tratamiento de belleza para ese día?
Me gusta un facial hidratante de Hedonai que me haré antes de la boda. Me deja la piel luminosa e hidratada, ¡una maravilla!
¿Cuidas tu piel de manera especial?
Mi obsesión es tenerla limpia. Por la mañana y por la noche utilizo el desmaquillante Mousse secret de pureté de Guerlain y su tónico de agua Loción super aqua.
¿Te maquillas todos los días?
No salgo de casa sin una crema con protección y color de Dior, máscara de pestañas, colorete líquido Benetint, de Benefit, fantástico porque dura todo el día, y los labios siempre pintados.
¿Barra de labios o gloss? Utilizo sobre todo barras. Las que más me gustan son las de Chanel y Guerlain, porque son súper hidratantes. Ahora uso una color buganvilla ideal de Guerlain, la Rouge automatique 166 Shalimar. También me gustan los lápices de labios chubby de Clinique, siempre en tonos fresas y rojos.
¿Cuáles con tus cremas de cabecera?
La hidratante de día Abeille Royale, de Guerlain y el contorno de ojos de aguacate, de Kiehl’s.
Cuando tienes una fiesta o evento importante, ¿cómo te maquillas?
Siempre destaco los ojos: eyeliner, mucha máscara, pestañas postizas... Eso sí, nada de sombras, no me gustan nada.
¿Te gustan los masajes y hacer escapadas a SPA’s de lujo?
Nada de nada, los masajes no me relajan, me ponen nerviosa, no los disfruto. En cambio a Fran le apasionan, así que si el plan es ese, el que más disfruta es él.
Ahora que se llevan las uñas flúor, ¿te animas? ¡Nunca!
En eso soy muy clásica. En las manos siempre tonos claros, el rojo me gusta pero Fran lo odia, le tiene una manía tremenda, así que prescindo. En los pies sí, me gustan los colores más intensos y vivos.
Una vez maquillada, peinada y con los estilismos pensados salimos a la calle. Hace calor pero los rincones de Sevilla que ha elegido Lourdes están a tiro de piedra, así que nos acercamos andando. La primera parada es la tienda del diseñador gallego afincado en Sevilla, Roberto Diz (Chicarreros, 2). Al entrar nos encontramos a la guapísima Rocío Peralta, que nos saluda encantadora. En la última fiesta de moda de TELVA llevó un Roberto Diz, al igual que sus hermanas Lola y Mercedes, y la periodista Mariló Montero. Diz puede decir que ha vestido a todas las niñas bien de Andalucía: Mercedes Bohorquez, Inés Domecq, las hermanas Ortiz, las Peralta... y cómo no, también a Lourdes Montes.
¿Cómo conociste a Roberto Diz?
Me lo presentó mi amiga Isa. Tenía una fiesta a la que me invitaron con pocos días de antelación y Roberto me hizo un vestido largo precioso. Me gusta tanto lo que hace que va a vestir a mis tías, a Sibi y a Tana el día de mi boda.
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EN EL TOCADOR
Cuando Lourdes se pone en manos de la maquilladora sólo le pide una cosa: “quiero algo muy natural”. Pocas pautas pero claras: ojos marcados, sensación de buena cara y labios rojos o color cereza. Arriba, polvos Blush Madame Rougit; crema Abeille Royale; el perfume La petite Robe noire; el Eau de Lingerie y la laca de uñas Champs Élysées 165. Delante, meteoritos. Todo, Guerlain.
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¿Por qué no ha sido él quien te ha hecho el vestido?
Mi traje es mucho más sencillo de los que suele hacer Roberto a las novias. No habría funcionado.
¿Te vas a cambiar de traje después de casarte, como hacen algunas novias?
Estoy dudando, todavía no lo sé. Me da pena disfrutar tan poco tiempo de mi vestido de novia. Creo que es de las cosas que decidiré en el último momento.
Dime alguna novia que te haya gustado especialmente por su estilo.
La número uno indiscutible, Laura Ponte. Con su traje estilo años 20 marcó un antes y un después y desde entonces muchas la han copiado.
La tienda de Roberto podría estar en la zona de Meatpacking de Nueva York. Merece la pena entrar sólo para ver cómo con elementos tan dispares como un andamio, columnas de hierro visto, calaveras alineadas en paredes y suelo, o la escultura de un caballo lleno de flores –como el perro Puppy del Guggenheim–, puedan coexistir la armonía. Tiene varias piezas hechas para Lourdes, dos vestidos cortos y un mono.
De la tienda de Roberto nos vamos a Puracepa (Plaza de San Francisco, 8) un bar de tapas que ha elegido Lourdes para comer. “Los vinos son buenísimos y se come fenomenal. Mi despacho está aquí cerca”, nos dice. Pedimos croquetas de jamón, y las tapas estrella: Flamenquín serrano de lomo, Jamón serrano y Queso Emmental, y la Ensaladilla de gambas, ¡buenísimas!
Mientras comemos aparece Sibi, la hermana pequeña de Lourdes, alta, delgada, rubia. Tiene 20 años y está estudiando Psicopedagogía. Aunque físicamente se parecen como un higo a una castaña, es igual de discreta que su hermana, no abre la boca a no ser que se le pregunte. Lourdes me habla de ella como una niña buena, independiente y con carácter. Se llevan muy bien a pesar de los nueve años que las separan.
Acabamos de comer y nos acercamos a la Catedral, otro sus rincones preferidos de Sevilla. A pesar del calor, los peseteros siempre tienen un piropo o una frase graciosa que te invita a subir a su coche de caballos. En Sevilla otra cosa no, pero simpatía a manos llenas.
Además del vestido, el viaje de novios es el secreto mejor guardado de Lourdes. No suelta prenda, pero me habla de una tienda de guías de viaje en la que seguramente ha pasado horas. “Se llama De Ultramar (Calle Zaragoza, 38. Sevilla). Es una librería pequeñita con mucho encanto. Si no tienen la guía que buscas, es que no existe. Yo buscaba una del Congo y sólo la encontré allí”. ¿Se irán de viaje de novios a hacer un safari?
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Ahora mismo quizá lo que más le ocupa la cabeza es la decoración de su casa de Sevilla.
- ¿Quieres dejarla lista antes de casarte?
Hay muchas cosas que faltan: el mueble de la entrada, un tapiz del salón, quiero cambiar las sillas del comedor... pero no, no quiero hacerlo deprisa y corriendo. Me apetece que sea poco a poco, me hace mucha ilusión.
¿Has puesto lista de bodas?
Hay una tienda de decoración que me chifla: Meridiana (Paseo de Cristóbal Colón, 18). De ahí es un tapiz maravilloso que he puesto en la lista, bordado de seda con hilo de oro. Tiene muebles preciosos y originales, todos traídos de fuera, entre rústicos y étnicos. También hay unas lámparas de mosaico ideales. Todo me gusta.
¿Fran colabora o te deja libertad creativa?
Solo opina en lo que le interesa y en la colocación de los cuadros. Lo que no le interesa me lo deja a mi, como es el caso de la cocina –él nunca entra–, y las telas. Esos son terrenos de mi propiedad.