Gracias Invitado por la noticia. Creo que Goytisolo dejo dicho que no queria que su ataud fuera cubierto con ninguna bandera,ni que se cantara o tocara ningun Himno.
Saludis,
Assia
Obituario
Re: Obituario
El autor catalan Juan Goytisolo, ha sido enterrado junto al escritor frances: Jean Genet que murio en 1986. La ceremonia duro unos 15 minutos. No hubo simbolos religiosos como habia pedido el ecritor, pero leyeron algunaos fragmentos de sus obras.
Assia
Assia
Re: Obituario
Segun ABC.es, ha muerto Adnan Khashoggi a los 81 anos de edad. Era el hombre mas rico del mundo. Hizo su fortuna como mediador en venta de armamento entre los gobiernos occidentales y los gobierno de Orientr Medio.
Assia
Assia
Obituario
El surfero Jack O'Neill, precursor del neopreno, muere a los 94 años
Jack O'Neill perdió un ojo mientras surfeaba
JAVIER SÁNCHEZ 3 JUN. 2017 14:12
En 1959 el método para surfear en invierno en Santa Cruz, a 75 kilómetros de San Francisco, en California, era rudimentario: hacer una fogata bajo un acantilado, lanzarse al mar, disfrutar de las olas unos 20 minutos y salir temblando en busca del calor del fuego. Sólo unos pocos estaban dispuestos al sacrificio y, de hecho, la práctica era tan extraña que estaba prohibida. «O salís del agua u os dejo dentro a tiros», solía gritar a aquellos locos un agente de policía llamado Julius cuando se acercaba al lugar. Por eso, Jack O'Neill tenía muy claro que su invento sería un éxito. Siete años antes, en la propia San Francisco, en el garaje de su casa, había abierto una tienda de tablas, pero cuando se mudó a Santa Cruz su negocio ya estaba centrado en un producto más innovador: la ropa de neopreno. Para poder surfear todo el año, O'Neill se había pasado media vida experimentando con materiales de todo tipo y cuando, después de probar el plástico y la espuma de PVC, llegó a este caucho sintético, ¡eureka! Un estudio de la Universidad de Berkeley demostró que un físico, Hugh Bradner, ya había descubierto el avance años atrás. El propio O'Neill admitió que la idea se la concedió un amigo farmacéutico, Harry Hind, que probaba materiales para lentillas. Pero ambos datos no son tan importantes. Si hoy millones de surferos y nadadores de todo el mundo se visten de neopreno para poder practicar sus deportes cualquier día y en cualquier lugar es gracias a O'Neill. «Nos vas a vender a nosotros cinco trajes de ésos y luego vas a tener que cerrar tu negocio», le decían sus amigos cuando decidió abandonar la venta de tablas y centrarse en el textil aislante. Pero él no desistió. Ante el escepticismo de los usuarios habituales, O'Neill apostó fuerte para mostrar las bondades de la ropa: viajaba con alguno de sus seis hijos a una feria costera, llenaba de hielo un contenedor y metía al pobre niño en él vestido con un traje de neopreno. Si un padre confía así en un material, debe ser bueno, pensaron muchos, que más rápido de lo esperado fueron llenando su tienda. En pocos años, necesitó comprar un granero de 5.000 metros cuadrados para ampliar su almacén y en la década de los setenta empezó a exportar sus trajes a todo el mundo, especialmente a Europa y a Japón. Nacido en 1923 en Denver y graduado en Artes en la Universidad de San Francisco en 1949, entonces ya era una especie de mito local en Santa Cruz. Junto a su negocio, su escuela de surf había convertido el lugar en una meca del deporte y, cuando le sobrevinieron dos desgracias, sus vecinos se volcaron para apoyarle. En 1971 un accidente sobre la tabla le hizo perder el ojo izquierdo y dos años después, su esposa, Marjorie, falleció. Un tiempo después de ambas tragedias, en 1985, dejó a su primogénito Pat la dirección de su empresa ya multinacional y en 1996 se centró en un proyecto sin ánimo de lucro. A través del programa O'Neill Sea Odyssey, ofrecía de forma gratuita a los niños de la zona un viaje en su catamarán y aprovechaba para enseñarles sobre navegación, medio ambiente y biología marina. Alérgico a los actos públicos y a las entrevistas en medios de comunicación, pasó sus últimos años con muchos problemas de movilidad en su casa de Santa Cruz por culpa de la embolia que sufrió en 2005.
Jack O'Neill, deportista, nació el 27 de marzo de 1923 en Denver (Colorado, Estados Unidos) y murió el 2 de junio de 2017 en Santa Cruz (California, Estados Unidos).
Jack O'Neill perdió un ojo mientras surfeaba
JAVIER SÁNCHEZ 3 JUN. 2017 14:12
En 1959 el método para surfear en invierno en Santa Cruz, a 75 kilómetros de San Francisco, en California, era rudimentario: hacer una fogata bajo un acantilado, lanzarse al mar, disfrutar de las olas unos 20 minutos y salir temblando en busca del calor del fuego. Sólo unos pocos estaban dispuestos al sacrificio y, de hecho, la práctica era tan extraña que estaba prohibida. «O salís del agua u os dejo dentro a tiros», solía gritar a aquellos locos un agente de policía llamado Julius cuando se acercaba al lugar. Por eso, Jack O'Neill tenía muy claro que su invento sería un éxito. Siete años antes, en la propia San Francisco, en el garaje de su casa, había abierto una tienda de tablas, pero cuando se mudó a Santa Cruz su negocio ya estaba centrado en un producto más innovador: la ropa de neopreno. Para poder surfear todo el año, O'Neill se había pasado media vida experimentando con materiales de todo tipo y cuando, después de probar el plástico y la espuma de PVC, llegó a este caucho sintético, ¡eureka! Un estudio de la Universidad de Berkeley demostró que un físico, Hugh Bradner, ya había descubierto el avance años atrás. El propio O'Neill admitió que la idea se la concedió un amigo farmacéutico, Harry Hind, que probaba materiales para lentillas. Pero ambos datos no son tan importantes. Si hoy millones de surferos y nadadores de todo el mundo se visten de neopreno para poder practicar sus deportes cualquier día y en cualquier lugar es gracias a O'Neill. «Nos vas a vender a nosotros cinco trajes de ésos y luego vas a tener que cerrar tu negocio», le decían sus amigos cuando decidió abandonar la venta de tablas y centrarse en el textil aislante. Pero él no desistió. Ante el escepticismo de los usuarios habituales, O'Neill apostó fuerte para mostrar las bondades de la ropa: viajaba con alguno de sus seis hijos a una feria costera, llenaba de hielo un contenedor y metía al pobre niño en él vestido con un traje de neopreno. Si un padre confía así en un material, debe ser bueno, pensaron muchos, que más rápido de lo esperado fueron llenando su tienda. En pocos años, necesitó comprar un granero de 5.000 metros cuadrados para ampliar su almacén y en la década de los setenta empezó a exportar sus trajes a todo el mundo, especialmente a Europa y a Japón. Nacido en 1923 en Denver y graduado en Artes en la Universidad de San Francisco en 1949, entonces ya era una especie de mito local en Santa Cruz. Junto a su negocio, su escuela de surf había convertido el lugar en una meca del deporte y, cuando le sobrevinieron dos desgracias, sus vecinos se volcaron para apoyarle. En 1971 un accidente sobre la tabla le hizo perder el ojo izquierdo y dos años después, su esposa, Marjorie, falleció. Un tiempo después de ambas tragedias, en 1985, dejó a su primogénito Pat la dirección de su empresa ya multinacional y en 1996 se centró en un proyecto sin ánimo de lucro. A través del programa O'Neill Sea Odyssey, ofrecía de forma gratuita a los niños de la zona un viaje en su catamarán y aprovechaba para enseñarles sobre navegación, medio ambiente y biología marina. Alérgico a los actos públicos y a las entrevistas en medios de comunicación, pasó sus últimos años con muchos problemas de movilidad en su casa de Santa Cruz por culpa de la embolia que sufrió en 2005.
Jack O'Neill, deportista, nació el 27 de marzo de 1923 en Denver (Colorado, Estados Unidos) y murió el 2 de junio de 2017 en Santa Cruz (California, Estados Unidos).
Obituario
Un toro mata al torero Iván Fandiño en una corrida de toros en Francia
17 Junio, 2017 por Raúl Rodríguez 0
El torero Iván Fandiño ha muerto este sábado 17 de junio en la plaza de toros de Aire Sur L’Adour (Francia) tras recibir una fuerte cornada en el costado derecho cuando trataba de ejecutar un quite al toro. El matador, natural de Orduña (Vizcaya), que tenía 36 años de edad fue trasladado al hospital pero el equipo médico que lo ha intervenido de urgencia, finalmente no ha podido salvarle la vida.
La cornada mortal se ha producido hace apenas minutos en una corrida de toros en la plaza de toros Aire Sur L’Adour, en el sur del país galo.
Iván Fandiño se suma a la lista de toreros que han muerto en una plaza de toros: Francisco Rivera Paquirri, Pozoblanco (1983), Manolo Montoliu y Ramón Soto Vargas, ambos en 1992 y Víctor Barrio, que falleció el pasado verano de 2016 a la edad de 29 años en la plaza de toros de Teruel durante los festejos de La Vaquilla del Ángel.
17 Junio, 2017 por Raúl Rodríguez 0
El torero Iván Fandiño ha muerto este sábado 17 de junio en la plaza de toros de Aire Sur L’Adour (Francia) tras recibir una fuerte cornada en el costado derecho cuando trataba de ejecutar un quite al toro. El matador, natural de Orduña (Vizcaya), que tenía 36 años de edad fue trasladado al hospital pero el equipo médico que lo ha intervenido de urgencia, finalmente no ha podido salvarle la vida.
La cornada mortal se ha producido hace apenas minutos en una corrida de toros en la plaza de toros Aire Sur L’Adour, en el sur del país galo.
Iván Fandiño se suma a la lista de toreros que han muerto en una plaza de toros: Francisco Rivera Paquirri, Pozoblanco (1983), Manolo Montoliu y Ramón Soto Vargas, ambos en 1992 y Víctor Barrio, que falleció el pasado verano de 2016 a la edad de 29 años en la plaza de toros de Teruel durante los festejos de La Vaquilla del Ángel.
Re: Obituario
Hasta el canal 9 australiano ha comentado la muerte de Fandino. Repite el canal 9 traducido en ingles la ultima frase que dijo el vasco antes de morir: '' LLEVARME PRONTO AL HOSPITAL QUE ME MUERO.'' El valenciano Montoliu solo fue 1 buen banderillero. Ignoro porque por primera vez (hasta donde yo se) 1 banderillero como fuera Montoliu tiene 1 monumento en la plaza de toros de Valencia.
Saludos BOIRA_A
Assia
Saludos BOIRA_A
Assia
Muere Alberto Zerain en el Nanga Parbat
Alberto Zerain y Mariano Galván antes de iniciar la ascensión al Nanga PArbat.
El alpinista Alberto Zerain muere en el Nanga Parbat: la 'montaña asesina' le estaba esperando
Los equipos de búsqueda paquistaníes le da por desaparecido después de perder contacto con él y con el argentino Mariano Galván el pasado sábado 24 de junio. Ambos habían salvado la vida en 2011 en el mismo punto donde han desaparecido por una avalancha: la peligrosa arista Mazeno.
Alberto Zerain, recuerdos de la tragedia del K2 del 2008