LA EXPLOTACION SEXUAL INFANTIL

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Los demonios del eden

Mensajepor Los demonios del eden » Dom 30 Ago, 2009 3:36 am

DDHH | Fue amenazada de muerte al publicarse el libro
Lydia Cacho, exonerada de la demanda por publicar la historia de una niña violada

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  • Una citada en 'Los demonios de Edén' la demandó por daños y perjuicios
  • Las informaciones y fotos del libro son de interés público, según la juez
  • La periodista fue detenida en diciembre de 2005 en Cancún y llevada Puebla
  • Fue torturada psicológicamente y recibió amenazas de muerte

elmundo.es
desdeabajo
lydiacacho.net

http://www.jornada.unam.mx/2007/06/18/i ... e=005n1pol



LOS DEMONIOS DEL EDEN. DOCUMENTAL DE INVESTIGACION DE LYDIA CACHO SOBRE LOS PEDERASTAS EN MEXICO, INCRUSTADOS EN EL LOS GOBIERNOS FEDERAL Y ESTATAL, DEL PAN Y PRI, ASI COMO LA LCASE EMPRESARIAL.

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blogocampaña

Mensajepor blogocampaña » Mié 07 Oct, 2009 6:38 pm

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No creo que estas campañas golpeen la conciencia de ningún salido mental pero por ponerlo que no quede.



Blogocampaña 2009 contra la Pornografía Infantil

La huella digital


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3.096 días

Mensajepor 3.096 días » Sab 11 Sep, 2010 5:15 pm




    QUERÍA QUE FUERA SU SIRVIENTA ARIA

    Y por eso le tiñó el pelo de rubio. Wolfgang Priklopil la raptó cuando la vienesa tenía 10 años. Por primera vez habla de sus ocho años de secuestro y de las humillaciones a las que le sometió su perturbado captor

    JON RONSON / Viena

    Es una tarde heladora de finales de agosto en Viena. En la oficina de su agente, Natascha Kampusch (22 años) me estrecha la mano. Tiene la boca cerradísima, un labio apretado contra el otro.Me doy cuenta de que en su mano tiene una marca, una herida de una paliza que nunca cicatrizará del todo. «Gracias por recibirme», digo. Ella asiente, pero mantiene la boca cerrada.

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    1. CONTAR SU HISTORIA
    Hace 12 años, cuando Natascha tenía 10, iba de camino a la escuela (era la primera vez que su madre la dejaba ir sola) cuando vio a un hombre junto a una furgoneta. Parecía un hombre formal, conservador. Al pasar a su lado, la agarró y la metió dentro. Ocho años después, en agosto de 2006, Natascha apareció corriendo aterrorizada por los suburbios de Viena, pálida y demacrada, como una bella niña de una fábula de los hermanos Grimm tras escapar de un monstruo. La gente, conmovida, aguardaba sus primeras palabras. Al final, fueron unas palabras complicadas, inquietantes y en absoluto sacadas de un cuento de hadas. «Lloro su muerte», dijo sobre su secuestrador Wolfgang Priklopil, (que tenía 44 años cuando se suicidó). La admiración se convirtió en disgusto y comenzó a recibir cartas amenazadoras. Y ahora ha escrito un libro de memorias, 3.096 días, en el que lo explica todo. Es una brillante disección de sus años de cautiverio. Ha aceptado hablar conmigo sobre el tema, pero su boca sigue cerradísima. La miro ansioso. ¿He volado a Viena para encontrarme con una mujer psicológicamente incapaz de hablar? Y luego, para mi alivio, dice: «Hola». Le pregunto:

    —¿Le cuesta hacer todo esto?
    —Es difícil.
    —Entonces, ¿por qué lo hace?
    —Reclamo ser yo la que explique mi propia historia.


    Natascha Kampusch nació en un bloque de protección oficial a las afueras de Viena. «Estaba acostumbrada a lidiar con gente perturbada », dice. «Había alcohólicos y enfermos mentales. Les gustaba hablar de teorías de la conspiración. Habían fracasado en la vida».

    Sus padres, divorciados, la abofeteaban y la insultaban. A los 10 años ya era una comedora compulsiva, depresiva y solitaria. De hecho, pasó sus últimos momentos de libertad fantaseando con el suicidio. Se tiraría delante de un coche en marcha y su madre lloraría. En eso pensaba cuando se acercó al hombre de la furgoneta.

      —¿Qué opina sus padres sobre el libro? Habla abiertamente sobre su crueldad...
    Hay una pequeña pausa: «No lo han leído todavía», dice. De todas formas, añade, espera que 3.096 días despeje la impresión de que su madre «era una persona brutal y que lo pasé mejor en mi mazmorra ». No era nada comparada con Priklopil.

      2. LA PRIMERA NOCHE...
    Sus primeras palabras al secuestrador fueron: «¿Qué talla de zapatos usas? ¿Cuántos años tienes?», dice. «¿Estás casado? ¿Tienes hijos? ¿Por qué no tienes hijos?. Le disparé todas estas preguntas».

    —¿Por qué?
    —En Aktenzeichen XY... ungelöst [un programa de TV sobre crímenes] dicen que debes obtener toda la información que puedas sobre un criminal—, dice sonriendo al recordar con cariño su ingenuidad.

    Priklopil la condujo a su casa en el próspero barrio de Strasshof y la metió en una minúscula bodega que, claramente, llevaba preparada mucho tiempo. Era un lugar tan fortificado que se tardaba una hora en entrar. Medía cinco por cinco metros, estaba aislado acústicamente, no tenía ventanas y lo inundaba el ruido perpetuo de un irritante ventilador de plástico. Le hizo quitarse la mochila. Cuando le pidió si podía quedarse con ella, la respuesta de Priklopil fue desconcertante: «Igual has escondido un transmisor y puedes usarlo para pedir ayuda». Era una afirmación paranoica: los niños de 10 años no suelen esconder transmisores en sus mochilas. Pero, dice, «estaba acostumbrada a que los mayores hicieran y dijeran cosas extrañas».

    Le pidió que la acostara, le leyera un cuento y le diera un beso de buenas noches. Y él lo hizo alegremente. Al principio, su relación era relativamente sencilla. O tan sencilla como puede ser cuando una mitad del dúo está encerrado en una mazmorra y la otra tiene que ocultar esta alambicada situación a todo el mundo, incluida su madre y su mejor amigo, que visitaban regularmente la casa. Le traía croissants pijos y juguetes caros. Para soportar la situación, Natascha regresó psicológicamente al estado de un bebé dependiente.

      3. ÉL ME DIJO QUE ERA UN DIOS...
    Luego, las cosas se volvieron más extrañas. Sus juguetes eran cada vez menos cuidadosos. «Me regalaba cosas como rollos de celo o enjuague bucal. De todas formas, me ponía muy contenta. Me valía con cualquier regalo, aunque fuera zumo de naranja».

    Él le dijo que era un dios egipcio y ella decidió que lo más fácil era seguirle la corriente. «Cuando me daba un baño, me imaginaba que estaba en un balneario», dice. «Cuando me daba de comer, me le imaginaba como un caballero que trataba de comportarse como un gentleman, que me estaba sirviendo ». Hace una pausa. «Era muy humillante encontrarse en esa situación». En su adolescencia, le costó más aceptar sus delirios psicóticos, así que empezó a enfrentarse a él con pequeños gestos rebeldes. Por ejemplo, se negó a llamarle maestro. Era una rareza excesiva. «Me parecía tonto y ridículo », dice. «Pero reconocí una conducta parecida de mis años de guardería. Algún niño decía: ‘Soy el jefe, soy el rey’. O: ‘Soy una princesa, tenéis que escucharme, haced lo que os diga’. Era una megalomanía muy parecida».

    Así que entonces le tocó a Priklopil adaptarse a la nueva situación. Su cautiva ya no era un juguete dócil. Desafortunadamente, decidió que tenía que romperla y rehacerla por completo. «Quería demostrar que tenía que obedecerle sin rechistar».

      4. TORTURAS Y PALIZAS

    Empezó a pegarle palizas, a quitarle la comida, a mantenerla a oscuras y así sucesivamente. Construyó un interfono para poder pasarse las noches insultándola desde su dormitorio. Era un antiguo empleado de Siemens, así que tenía los conocimientos técnicos necesarios. «Cuando comíamos, se servía raciones mucho más grandes», dice. «Vi que no tenía derechos. Además, se dio cuenta de que podía encargarme tareas físicas arduas». Empezó a subirla al piso a limpiar. Tenía que hacerlo medio desnuda y con la mirada gacha. Sólo podía hablar si le hablaba primero o le pegaba una paliza. De lo único de lo que no ha escrito es de los abusos sexuales, pero dice que fueron leves. Cuando empezó a acostarla en su cama, lo único que quería era acurrucarse a su lado.

      5. SU SIRVIENTA ARIA

    Ella achaca su supervivencia a algo que sucedió cuando tenía 12 años. Ya que no había adultos cuerdos en su vida, decidió convertirse en su propia adulta. Tuvo una vívida visión de ella misma a los 18 años. Le dijo: «Te sacaré de aquí, te lo prometo. Ahora mismo eres muy pequeña. Pero cuando tenga 18 años, me impondré al secuestrador y te sacaré de tu prisión». Las palizas continuaron durante seis años. A veces, la única forma de evitarlas era que ella se pegara puñetazos en su propia cara hasta que él le rogaba que parase. También hubo intentos de suicidio. Trató de cortarse las venas con una aguja de hacer punto a los 14 años. Pero también hubo momentos cálidos. A veces le pedía perdón, le compraba regalos, le contaba sus sueños sobre su vida juntos. «Creo que confiaba en mi», dice. «Era capaz de comunicarse conmigo, de expresar su enfermedad. Creo que quería crear un pequeño mundo perfecto junto a una persona que estaría ahí cuando él lo necesitaba».

    Su visión era que ella fuese una compañera que le idolatrase y una especie de bella sirviente aria. Le dijo que los judíos tenían la culpa del 11-S, le tiñó el pelo de rubio y, tras convencerla de que cualquier intento de fugarse significaría la muerte de ella, de él y de montones de inocentes, la llevó a esquiar. Una niña aria esquiando por las colinas con él a su lado, «como si Leni Riefenstahl fuese la directora de la película», se ríe.

      6. ÉL DESEABAQUE ESCAPARA...

    En realidad, hicieron 13 viajes: a la farmacia, a una tienda de bricolaje, pero sobre todo a pisos de alquiler que estaba renovando para su amigo Ernst Holzapfel. La obligaba a hacer el trabajo físico. Tenía demasiado miedo para intentar huir, para decir algo a los extraños con los que se topaba: el farmacéutico, el policía que paró el coche en un control.

    Entonces cuando cumplió 18 años, reunió el valor para enfrentarse a su captor. Le dijo: «Sólo uno de nosotros puede salir vivo de esta situación. Te agradezco que no me hayas matado y que me hayas cuidado tan bien, pero no me puedes obligar a quedarme contigo. Soy una persona independiente y tengo que vivir mi vida». Cerró los ojos, esperando una paliza, pero Priklopil sólo la miró con tristeza. Natascha supo entonces que le había derrotado. «Creo que entendió que estaba al límite y que ya no aguantaba más. Él ya no podía arrebatarme nada. Eso me hacía tener fuerza». Y algunas semanas más tarde, Priklopil la dejó sola en el jardín. Cuando se levantó a coger el teléfono, Natascha aprovechó para saltar la verja. Comenzó a correr, desesperada, rogando ayuda a las personas que se cruzaban con ella Por fin una de ellas no la ignoró y llamó a la policía.

      —¿Cree que la dejó escapar?, le pregunto.
      —Es posible que lo intuyese. Incluso puede que lo deseara.
    Natascha se había convertido en una carga demasiado pesada. Tener una esclava es un secreto difícil de preservar. Priklopil se fue a ver a su amigo Ernst Holzapfel y condujeron por Viena durante tres horas. Le confesó: «Soy un violador y un secuestrador».

    Cuando salió del coche de Holzapfel, se colocó sobre unas vías hasta que un tren le aplastó la cabeza. Al principio, Natascha recibió cientos de cartas en las que ciudadanos anónimos le ofrecían ayuda. Algunas eran extrañas: «Puedes vivir conmigo y ayudarme en casa. Estoy casado pero puede arreglarse», decía una.

      7. NINGÚN SÍNDROME

    Pero los ofreciemientos cesaron cuando, según ella, renunció a mostrarse como una víctima —como una niña frágil necesitada de ayuda— y comenzó a explicar a los periodistas los sutiles matices de su convivencia con Priklopil. Esa no era la historia que la gente quería oír. Así que empezaron a decir que sufría de síndrome de Estocolmo: «Creo que es muy natural acabar identificándose con el secuestrador. Especialmente si pasas casi todo el tiempo con él. Es algo empático. Buscar la normalidad aunque se sea la víctima de un delito es una forma de supervivencia». Una pausa. «Pero la gente se molestaba cuando me oía hablar así. Incluso algunos decían que deberían volver a encerrarme si tanto me había gustado».

    Natascha compró la casa de Strasshof para evitar que se convirtiera en un lugar de pereginación para perturbados y morbosos. Dice que su extraña fama le molesta. «En la mazmorra sabía que mi historia me haría famosa. Pero que no sería como ganar una medalla en unos Juegos Olímpicos. Nunca pensé que conocería a tanta gente desagradable, que no me respetaba y que me asaltaba con preguntas de mala educación. Por otro lado, la fama sólo acentúa todos los complejos que tengo».

      —¿Qué tipo de complejos?
      —Inseguridades. ¿Por qué me miran de una forma tan extraña? ¿Por qué me tratan así? Y luego recuerdo que la gente me reconoce.

    Después se convirtió en presentadora de TV. «Cuando estaba prisionera, admiraba a los periodistas que entrevistaban». Hace una pausa y sonríe: «Tengo práctica con el tú a tú. Cuando estaba con él, estaba obligada a escucharle y fue positivo porque la gente de mi edad no sabe escuchar».

      —Debe ser una buena forma de aprender de la naturaleza humana. ¿Quiere ser periodista?
      —Quiero ser psicóloga y también aprender dos oficios: zapatera y orfebre.
    Entonces, interviene su agente: «Lo que quiere cualquier niña». Le pregunto si le asaltan recuerdos del pasado. Ella encoge los hombros: «No puedo olvidar, pero el pasado no me importa demasiado. Quiero vivir mi presente. Pero claro que me acuerdo de las cosas que pasé...»

      —¿En qué situaciones?
      —Cuando alguien me trata como él. He conocido a hombres que trataban de forma dominante a las mujeres. También cuando me obligan a comer y no tengo hambre. En la mazmorra, me quitaba la comida. Por eso cuando hacen lo contrario, me da la sensación que socavan mi dignidad.
      —¿Les dice que les recuerda a su secuestrado?
      —A veces.
      —¿Y reaccionan?
      —Sí, sonríe.
      Luego está la memoria. ¿Le está ayudando la terapia psicológica?
      —Me ha gustado hacerla. De hecho, me parece que demasiado, por eso creo que seré psicóloga. Me gusta ponerme en el lugar de otra persona. Por ejemplo, si estoy enamorada de alguien, pienso: «¿Por qué me ha dicho esto así? ¿Qué intenta decirme? ¿Qué pasó en su infancia? ¿Y por qué se comporta de esta forma?».
      —Pero en el caso de su secuestrador, intenta meterse en una cabeza que está totalmente revuelta y desordenada, digo.
      —Pero él confiaba en mí. Era capaz de abrirse y mostrarme sus ideas y visiones, aunque fuesen ideas y visiones enfermas—, hace una pausa— No quiero hacer psicología de talk-show, pero creo que todo ocurrió porque era demasiado conservador por fuera, demasiado conformista. Tenía esta frontera entre lo que permitía la sociedad y sus deseos personales y era incapaz de conciliar las dos cosas.
Y luego, cansada de hablar de todo esto, pone una canción en su iPhone para que la escuche todo el mundo y pulveriza un poco de su nuevo perfume en el aire.

______________________________




«LA MAZMORRA» donde Natascha Kampusch pasó ocho años prisionera estaba debajo de una trampilla del garaje, bajando unas escaleras, al otro lado de una pared de hormigón, tras una pequeña escotilla de metal escondida detrás de un armario.
Medía cinco por cinco metros, estaba aislado, no tenía ventanas y lo inundaba el ruido perpetuo de un irritante ventilador de plástico. A la derecha, el captor, Wolfgang Priklopil.



EL MUNDO. AÑO I. NÚMERO 85. LA OTRA CRÓNICA. SÁBADO 11. SEPTIEMBRE 2010

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RTL 2

encerronas a pedófilos triunfan en la televisión alemana

Mensajepor RTL 2 » Vie 08 Oct, 2010 5:09 pm

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PEDERASTIA | Debate sobre los contactos en internet
Las encerronas a pedófilos triunfan en la televisión alemana

'Lugar del crimen internet'. Ése el título de un documental elaborado por la cadena de televisión alemana RTL 2 y cuyo primer capítulo fue seguido la noche del jueves por 7 millones de espectadores que asistieron, atónitos, situaciones reales filmadas por las cámaras en las que hombres adultos captan a niñas de 13 años a través de la Red y posteriormente las encierran en habitaciones de hotel o las visitan en su propia casa para rasuraciones íntimas o directamente abusos sexuales.

El programa ha suscitado una gran polémica y responde a la fuerza que está cobrando el debate sobre la impunidad y falta de legislación sobre el consumo de pornografía infantil en internet.

Un equipo de periodistas de investigación, tras alquilar una casa y llenarla de cámaras ocultas, ha hecho que una actriz señuelo, representando niña de 13 años llamada Julia, suministre esa dirección en internet como si se tratase de su propio dominicio. Durante semanas, numerosos pedófilos han acudido allí con la intención de mantener con ella relaciones sexuales y con diferentes grados de sinceridad sobre sus intenciones.

El primer visitante fue un padre de familia, un hombre de 45 años, que previamente había contactado con la chica a través de internet. "¿Están tus padres en casa? ¿Dejarías que yo te rasurase el pubis?" es la toma de contacto con la menor anterior a la visita en la que, antes de que, segundos antes de que tenga lugar el abuso, interviene la policía, que no es de pega y que, tras comprobar su identidad, constata que ya tuvo una condena por abusos a menores en 2000.

El segundo caso es un profesor de instituto de 36 años, padre de una hija de corta edad que ha intercambiado con la menor varios mensajes electrónicos carentes de todo contenido sexual y que insiste en quedar con la chica en un lugar público. En lugar de la chica, y ante el peligro de una situación no controlada fuera de la vivienda, acude a la cita una representante del programa que graba la breve conversación.

"Nos aseguraremos de que todos los datos reunidos durante nuestra investigación lleguen a la Policía", garantizaba el ex senador de Interior de Hamburgo, que moderaba el programa en el estudio junto a la mujer del ministro de Defensa alemán, Stephanie zu Guttenberg, que acaba de publicar un libro sobre pornografía infantil titulado 'No mires hacia otro lado'.


Tatort Internet RTL 2 - 11-10-2010 - Fall 1 -



Tatort Internet: Leichtes Spiel für Phädophile - Welt der Wunder
Internet es la escena del crimen: un juego fácil para los pedófilos

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Hablando de pederastia

El hombre de los caramelos - Ferran Sáez Mateu

Mensajepor Hablando de pederastia » Mar 02 Nov, 2010 3:34 am

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    SE HABLA DE PEDERASTIA DE UNA MANERA deshonestamente PARCIAL
    El hombre de los caramelos

    Ferran Sáez Mateu Escritor y profesor en la URL
En 1978 una niña de 12 años protagonizó su primera película. Se llamaba Brooke Shields y hacía de prostituta en La petite, del director francés Louis Malle, icono cultural de la izquierda bienpensante europea. Aparecía desnuda, y figuraba que mantenía relaciones sexuales con adultos. A todo el mundo le parecía normal. En 1978 había que ser progre de todo trance. A los que osaron decir algo se les trató de reaccionarios y cavernícolas. Un año después, en 1979, la Orquesta Mondragón, liderada por Javier Gurruchaga, icono cultural de la televisión española en la era de Felipe González, editó su primer disco, Muñeca hinchable. Muchas de las letras eran de Eduardo Haro Ibars (icono cultural de la Movida Madrileña promovida por Tierno Galván), hijo de Eduardo Haro Tecglen, icono cultural del progresismo español. Una de las canciones se basaba en el estándar de jazz Satin chorro y llevaba por título El hombre de los caramelos. La letra de Haro Ibars, homosexual y politoxicómano que murió de sida el año 1988, decía literalmente:

    "El hombre de los caramelos (...)
    a la puerta del colegio
    espera para hacerte feliz.
    Y si deseas con él disfrutar
    no te debes, niño, asustar
    Él tiene siempre lo que te hará gozar
    ".

La pederastia se hacía así aún más glamurosa que cuando la glosó Gil de Biedma, icono cultural de la Gauche Divine barcelonesa, en sus recuerdos de las islas Filipinas.

EL AÑO 1984, PEDRO ALMODÓVAR, icono cultural del posmodernismo español de izquierdas, estrenaba ¿Qué he Hecho yo para merecer esto? Dicho Gurruchaga hacía el papel de un dentista pedófilo. En una escena hacia el final de la película, el odontólogo se ponía de acuerdo con un niño de unos 8 o 9 años y con su madre, interpretada por Carmen Maura, para consumar una especie de relación sexual estable con el menor. Según el retrato que hacía Almodóvar, todos eran felices y estaban de acuerdo. Al cabo de muchos años, el director manchego contrapuso aquella pederastia buena, que hacía tanta gracia a los progres de la época, con otra que ya no resultaba ideológicamente homologable, aunque era igual. La película se llamaba La mala educación (2004).

VOLVEMOS AL AÑO 1979. En aquellos días extraños se publicó una obrita que llevaba por título El libro rojo del cole (descargar en PDF). En la cubierta había una ilustración de Romeo donde se veía un grupo de niños con el puño cerrado, armados con horcas, guadañas y palos. El texto, anónimo, lo sacó a la calle la editorial Nuestra Cultura en una colección que llevaba por título Mano y Cerebro. La iniciativa estaba vinculada a Alfonso Guerra y Cristina Almeida; la edición propiamente dicha fue a cargo de Lluís Cabrera. Hubo una discreta distribución en las librerías, y otra mucho más amplia, de carácter informal, llevada a cabo por las juventudes del PSOE y otras organizaciones en institutos de bachillerato. Se trataba del catecismo progre de la década de 1970, adaptado al lenguaje y los referentes propios de la Transición española. Contenía una síntesis del Mayo del 68, la Revolución Cultural china y las diversas corrientes contraculturales de la época, todo aderezado con un líquido ideológico espeso a medio camino entre el marxismo ortodoxo, el anarquismo festivo, los movimientos pedagógicos tipo Summerhill, las apretadas viñetas del cómic trash y las letras del rock contestatario como las que hacía el citado Haro Ibars.

COMO TODO EN AQUELLA ÉPOCA, la sexualidad también se politizó y la pederastia quedó legitimada con curiosas coartadas ideológicas.

    "Si un profesor (hombre o mujer) se acuesta con uno o con una de sus alumnos, se le destituye inmediatamente. ¿Por qué? Porque la moral oficial es muy retrógrada: considera que es mucho más inmoral hacer el amor con un alumno que romperle la cara "
.

En este sentido, El libro rojo del cole va aún mucho más lejos, con afirmaciones como ésta:

    "A veces leemos en los diarios que un maníaco sexual, un sádico (casi siempre un hombre) ha agredido sexualmente a una criatura. Se dice y se repite , aún hoy, que estos obsesos sexuales son peligrosos. Es raro que sea así. No son criminales sexuales, sino hombres que han sido carentes de amor ".

TODO ESTO TIENE UNA HISTORIA, un origen. Sartre entendió que la revolución sexual era proporcionar a Simone de Beauvoir listados cuidadosamente comentados de muchachas dispuestas á s'engager y a cualquier otra cosa con tal de ganar algún cum laude. La mujer de los caramelos también existe. Estas cartas salieron a la luz pública hace unos años y tienen un extraordinario parecido a las que el vizconde de Valmont enviaba a la marquesa de Merteuil en Les liaisons dangereuses de Pierre Choderlos de Laclos (Las amistades peligrosas). ¿Creen que exagero? Lean esta frase de una carta de Sartre a Beauvoir (23-12-1939):

    "Me divertís, con su harén de mujeres. Os animo a amar mucho su pequeña Sorokine, que es bien encantadora. Diréis, sin embargo, que habrá sacrificarla cuando acabe la guerra "

    (" Vous m'amusez avec votre harén de femmes. Je vous Encourage fuerte à bien aimer votre petite Sorokine, que eres toute charmante. Mais direz-vous, y el faudra la sacrifier á la finca de la guerre ").

Últimamente parece que se habla mucho, de pederastia. En realidad se habla demasiado poco, y de una manera deshonestamente parcial. El hombre de los caramelos, el degenerado de siempre, la mala bestia ancestral, tiene muchos rostros. Más de los que algunos creen.


Texto original en català: L'home dels caramels - Avui




http://www.marxismo.org/files/ElLibroRojoDelCole.pdf



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chijetes

Mensajepor chijetes » Mié 03 Nov, 2010 12:07 am

"El hombre de los caramelos (...)
a la puerta del colegio
espera para hacerte feliz.
Y si deseas con él disfrutar
no te debes, niño, asustar
Él tiene siempre lo que te hará gozar".

si vendes drogas en la puertas de los colegios se te cae el pelo.

el yonki vendía caramelos ajajajajaj de costo seguro.

:shock: :shock: :shock:

ajajajajajajajajaj
confunden sexo y droga jajajajajaj
jajajajajajajajajajaja
como está la maría ... alucino y me rio solo ajajajajaj

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caramelo

Mensajepor caramelo » Mié 03 Nov, 2010 12:17 am

chijetes escribió:"El hombre de los caramelos (...)
a la puerta del colegio
espera para hacerte feliz.
Y si deseas con él disfrutar
no te debes, niño, asustar
Él tiene siempre lo que te hará gozar".

si vendes drogas en la puertas de los colegios se te cae el pelo.

el yonki vendía caramelos ajajajajaj de costo seguro.

:shock: :shock: :shock:

ajajajajajajajajaj
confunden sexo y droga jajajajajaj
jajajajajajajajajajaja
como está la maría ... alucino y me rio solo ajajajajaj


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caramelo caramelo caramelooo vendo caramelooo
para las niñas y los niñosssss .... carameloo vendoooo.
con sabor a fruta y a piñaaaaaa.
que linda rumbita de los lokos 80

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Invitado

Mensajepor Invitado » Mié 03 Nov, 2010 12:38 am

Mira, mira nenita yo traigo unos caramelos,
si tú los pruebas chiquita,
te comes hasta los dedos.

Caramelos, caramelos, caramelos,
llevo caramelos.
Caramelos, caramelos, caramelos,
llevo caramelos.

Los traigo de coco y piña,
de limón y menta nena,
de piña para las niñas,
y limón para las viejas.


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Mensajepor Invitado » Mié 03 Nov, 2010 12:51 am

"Si un profesor (hombre o mujer) se acuesta con uno o con una de sus alumnos, se le destituye inmediatamente. ¿Por qué? Porque la moral oficial es muy retrógrada: considera que es mucho más inmoral hacer el amor con un alumno que romperle la cara "


¿un alumno de 12 ...15 .... 18 ?¿?¿
y esa es la frase .... vamos como la de lolso caramelos.

:shock:

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Invitado

Mensajepor Invitado » Mié 03 Nov, 2010 1:08 am

http://www.goear.com/listen/76162de/Por ... -mondragon


en el mismo disco de el hombre de los caramelos.

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Mensajepor Invitado » Mié 03 Nov, 2010 1:09 am

Sería de agradecer que dejases de arrastrar esa asquerosa carcajada por todos lados, en según que hilos me dan arcadas (opinión personal nada más)

Ni la literatura, ni la pseudoliteratura, ni el cine, ni el teatro, ni el guiñol me escandalizan. La realidad es un escándalo y los que defienden su parroquia los peores proxenetas que conozco, sólo hay que leer los comentarios en prensa, blogs y foros para ver cómo cambian de postura según el color del carnet del "acusado".

Tiene razón el artículo, fíjate en como trata Almodóvar la pederastia en qué he hecho... y en La mala educación, la diferencia... un cura.

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Mensajepor Invitado » Mié 03 Nov, 2010 1:17 am

Sería de agradecer que dejases de arrastrar esa asquerosa carcajada por todos lados

cuando se confunde a un camello con u pedrastra ...
no me puede contener ....
y todo el rollo para decir que la izquierda es pedofila.
y ponen chorradas como prueba y para colmo al tarado de almodovar como el representante de ella.
y en realidad les importa un pijo la pedrastía
y sino
repasa el articulo.
:shock: :shock: :shock:
tienes razón es ce llorar
es basura lo escrito.

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ARCADAS

Mensajepor ARCADAS » Mié 03 Nov, 2010 1:23 am

hacer poilitica basura con los abusos de menores
eso si me dan arcadas
y para colmo con chorradas y mentiras y malas interpretaciones (es que solo piensan en eso)

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Mensajepor Invitado » Mié 03 Nov, 2010 1:32 am

La izquierda no puede ser pederasta porque carece de sexo y la derecha, por lo mismo, tampoco. Eres tú el que lee los artículos en clave de piedra arrojadiza y no te quedas con el meollo. Mira ese trozo de la petite, te escandaliza? a mí no. Almodóvar tampoco y Drago menos.

La pederastia no importa a nadie, ni a retros, ni a progres. Importa el ganar, el tener la última palabra, importa los míos son los buenos. Anda a chupar un caramelo.




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