El entorno del torero Juan Ortega apunta a una infidelidad de la novia como motivo para dejarla plantada en el altar- El diestro se habría enterado de la presunta deslealtad de su ex pareja unas horas antes de dar el "sí, quiero"
- El torero va asumir los casi 80.000 euros que ha costado el enlace en su totalidad
El torero sevillano Juan Ortega se ha convertido en protagonista indiscutible del fin de semana, y no precisamente por sus habilidades delante del toro. El hispalense, de 33 años, dejaba plantada en el altar de la iglesia de Santiago en Jerez de la Frontera a su novia, la cardióloga gaditana Carmen Otte, ante 500 invitados que quedaron cuando menos perplejos ante un final de fiesta que nunca pudieron haber imaginado.
Una auténtica pesadilla para la novia y su familia, que continúan refugiados en su casa intentando asimilar lo sucedido. Un cambio de parecer que el entorno del novio primero achacó a “circunstancias personales”, pero que parece que tendría un motivo de peso: una posible infidelidad por parte de su pareja.
Este es el motivo que ahora se baraja para que el diestro decidiese no casarse con su novia media hora antes de que comenzase la ceremonia. Según cuenta Miguel Vals en Espejo Público a través del entorno del torero, su cambio de parecer tras una década de relación habría venido tras enterarse de una información delicada unas horas antes de ir a la iglesia, sobre algo sucedido durante la despedida de soltera.
“Diez años juntos, conviviendo… Hay informaciones cruzadas por parte de los entornos. El de él dice que algo pudo ocurrir en la despedida de soltera de ella con alguien que le habría sentado muy mal. Apuntan a una posible infidelidad”, explica el periodista en Más Espejo, “Por parte de ella, evidentemente, solo salen insultos y reproches; que es lo peor que le podría pasar en la vida, que no se entiende”.
Por el momento, todo apuntaba a que algo había sucedido en las celebraciones anteriores al enlace por la iglesia, pero nada hizo sospechar a las familias de los contrayentes que hubiese algún problema en la pareja, que disfrutó, bailó y se divirtió como siempre durante ese festejo.
Ahora, se añade una nueva información a todo este asunto, y quizá él se enteró de una posible infidelidad por parte de su pareja horas antes de dar el “sí, quiero”.
Una boda que costó más de 70.000 euros que el novio ya ha asumido, tal y como esperaba la familia de su novia. El diestro, por el momento, se ha refugiado en su Sevilla natal, en el domicilio que aún comparte con Carmen Otte, sin pararse a aclarar ningún tipo de especulación ni hacer comentario alguno, blindando además sus redes sociales.
Carmen Otte, "destrozada y sin parar de llorar" tras el plantón de Juan Ortega en el altar"Se le han quitado las ganas de todo", cuentan a LA RAZÓN desde su entornoUn novio a la fuga y una mujer destrozada. Así se siente Carmen Otte Alba, a quien su pareja durante los últimos diez años, el torero Juan Ortega, ha dejado plantada en el altar.
Carmen es una cardióloga muy querida por sus compañeros del Hospital Universitario Virgen de Valle en el que trabaja. Y por sus antiguos colegas del centro sanitario Virgen del Rocío, en donde comenzó su trayectoria profesional. Todos se quedaron estupefactos al enterarse de que su novio suspendió la boda media hora antes de celebrarse. Al igual que ocurrió con la familia, amigos y resto de invitados a la ceremonia.
Una fuente cercana a Carmen nos desvela que "la pobre no deja de llorar, está destrozada, no le entra en la cabeza la actitud de Juan, no se esperaba una humillación tan grande el mismo día de su boda. Se le han quitado las ganas de todo, necesita unos días de reflexión antes de regresar al trabajo. Y su familia está destrozada…".
Invitados a la boda de Juan OrtegaLa cardióloga tiene treinta y tres años y proviene de una conocida familia jerezana. Es en la casa de sus padres, en Jerez, donde la novia despechada esconde su dolor en estos días de desasosiego y desaliento.
Es en Sevilla donde se refugia Ortega, recluido en la casa que compartió con su hasta ahora pareja los últimos dos años. Juan le notificó por teléfono a la que iba a ser su esposa que rompía la relación. La llamada la pilló poniéndose el vestido nupcial. Al principio, pensaba que era una broma, pero al darse cuenta de que era una realidad rompió a llorar desconsolada.
Los que la conocen bien, califican a la doctora como "muy trabajadora, atenta, cariñosa y aventurera. Es una apasionada de los viajes y una persona abierta a nuevas experiencias".
Parece ser que Ortega, consciente de que es el culpable de lo sucedido, se hará cargo de todos los gastos de la boda fallida. Unos setenta mil euros.