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Cajón de Sastre: Foro para temas variados

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Mensajepor Invitado » Lun 14 Sep, 2015 3:29 am


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Mensajepor Invitado » Mar 15 Sep, 2015 2:50 am

Anuncio de Burberry durante la Gran Guerra

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Mensajepor Invitado » Dom 27 Sep, 2015 2:00 am



La construcción del puente de Cádiz en cuatro minutos

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Mensajepor Invitado » Lun 12 Oct, 2015 3:42 am


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Frida Kahlo - una vida en fotografías

Mensajepor Invitado » Sab 05 Dic, 2015 6:18 pm

Frida Kahlo, hija de la Ciudad de México – una vida en fotografías

Frida Kahlo dejó su huella en la ciudad donde nació en 1907 y vivió con Diego Rivera hasta su muerte en 1954. Su hogar, La Casa Azul, es hoy un museo y sitio de peregrinaje para muchos quienes consideran a la pintora mexicana una iniciadora del feminismo

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    Frida Kahlo, a los cuatro años. Nació y creció en la casa de sus padres, La Casa Azul en Coyoacán, que en ese entonces era un pequeño pueblo a las faldas de la Ciudad de México
    Photograph: Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, Banco de México, Fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo


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    Un retrato de las hermanas Kahlo-Calderón: (desde la izquierda, en el sentido del reloj) Cristina, Adriana, Matilde y Frida (entonces de 10 años)
    Photograph: Guillermo Kahlo/Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, Banco de México, Fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo


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    De izquierda a derecha: Carlos Veraza el primo de Frida, Alfonso Rouiax, Frida, Consuelo Navarro y Cristina Kahlo, en La Casa Azul el 2 de noviembre 1926
    Photograph: Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, Banco de México, Fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo


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    Frida, fotografiada estando embarazada, en La Casa Azul
    Photograph: Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, Banco de México, Fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo


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    Frida y Diego Rivera en los escalones de La Casa Azul, donde ambos vivieron y trabajaron
    Photograph: Guillermo Zamora/Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, Banco de México, Fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo


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    Izquierda: Frida en 1943 con su pintura “Diego en mi mente”, que muestra un auto-retrato con vestido tradicional de Tehuana. Derecha: con su mono mascot en el jardín de La Casa Azul
    Photograph: Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, Banco de México, Fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo


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    Frida pintando “Retrato de mi padre Guillermo Kahlo” en 1951
    Photograph: Gisèle Freund/Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, Banco de México, Fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo


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    Frida y una amiga sonriendo, circa 1945
    Photograph: Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, Banco de México, Fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo


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    El jardín de La Casa Azul
    Photograph: Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, Banco de México, Fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo


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    Frida en La Casa Azul circa 1952. Murió dos años después, a los 47
    Photograph: Bernice Kolko/Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, Banco de México, Fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo


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    La estructura piramidal construida en el jardín de La Casa Azul, con una parte del la colección de figuras pre-hispánicas pertenecientes a Diego Rivera
    Photograph: Miguel Tovar/Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, Banco de México, Fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo


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Pelín cabrón

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Mensajepor Pelín cabrón » Mar 08 Dic, 2015 3:53 pm

Un pelín cabrón

Joaquín Reyes 13 OCT 2015 - 00:07 CEST


Lo reconozco, lo soy. Un ejemplo: el otro día vi como un hombre mayor y gordete corría para coger el autobús y pensé: ojalá no lo consiga. ¿Por qué? ¿Qué ganaba yo con eso? El señor se pegó una buena carrera y finalmente le dio alcance, entonces, resollando preguntó, "¿Es el que va a plaza Castilla?". "¡No!", dijo el autobusero (como solo ellos saben decirlo); se había equivocado. ¡Carrerita en balde! Me reí entre dientes.

Más ejemplos de lo mío: me reencontré hace poco con un antiguo compañero de clase, el que siempre salía elegido delegado ni más ni menos. Entonces era bien parecido, hercúleo, magro y flexible; tenía un pelazo rubio increíble, abundante, tornasolado, que movía de derecha a izquierda, mientras lanzaba miradas de condescendencia, o eso nos parecía a todos. Bien, ahora está gordo y se ha quedado completamente calvo (solo le queda ya un rodapié de pelo). Me alegré interiormente, a pesar de que con esto tampoco sacaba yo beneficio alguno.

¿Por qué soy así? Este pensamiento me sume en un profundo abatimiento, pero luego me digo: hay gente peor. Hay gente que merece morir, directamente. La gente que dice: "Me piro vampiro", "vaya toalla", "en fin Serafín", "como mola la gramola", "la caña de España"… ¿esa gente no merece morir? La gente que dice: "¿No es feo es… LO SIGUIENTE?". ¿Esa gente no merece morir? O los que dicen: "Como dijo Jack el destripador… vamos por partes". ¡Ay, qué rabia! O Los que cuando les dices que te duele algo, ya les dolía antes a ellos y siempre más que a ti. ¿Esa gente no merece morir? O los peores de todos: los que no te esperan en el ascensor. Pensar en esta gente me alivia.

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Mensajepor Invitado » Sab 19 Dic, 2015 10:32 pm

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Crinolina: la absurda moda que causó la muerte de miles de mujeres en el siglo XIX

Virginia Mendoza


Boston, 1858. Es viernes por la noche y ella está junto a la chimenea, como lo haría cualquiera en estos días en los que el invierno da sus últimos coletazos. El problema es que no tiene una noción muy exacta del espacio que ocupa ni de su cuerpo porque se ha extendido de tal manera (y no por haber engordado) que su falda, cuyo bajo alcanza unos siete pies de diámetro, podría albergar varias caderas como la suya.

Es una suerte haberse librado de aquellas insoportables enaguas almidonadas que, capa a capa, dejaban caer todo el peso sobre el cuerpo, privando de libertad a las piernas, casi paralizadas. ¡Hasta seis capas tuvo que llegar a usar para dar resaltar su cuerpo! La crinolina es más cómoda y más efectiva: da más volumen y realza el cuerpo femenino. ¡Qué belleza! ¡Y solo requiere una enagua!

Una chispa incendia su falda, las llamas avanzan por su vestido ante la mirada atónita de quienes no pueden ayudarla porque la jaula que envuelve sus piernas también aumenta las distancias.

No conocemos su nombre. Días después, el 16 de marzo de 1858, The New York Times dio noticia de la muerte de «una chica joven, hermana de un respetable residente de la calle Beacon». El mismo periódico aseguraba que las heridas fueron tan graves que no sobrevivió más que unas horas.

No fue casualidad ni mala suerte. La misma noticia de The New York Times (The perils of crinoline) acude a otra de Court Journal (Londres) del 20 de febrero de ese año, apenas un mes antes, «en la que encontramos catalogadas no menos de diecinueve muertes por esta causa, ocurridas en Inglaterra, entre el 1 de enero y mediados de febrero».

También en Boston, el vestido de la mujer del poeta Henry Wadsworth Longfellow prendió a causa de la crinolina cuando, estando ella sentada en su biblioteca, algo empezó a arder junto a su falda. Él tampoco pudo hacer nada por salvar a su mujer.

Otras nueve bailarinas murieron entre las llamas de sus propias faldas en el Teatro Continental de Philadelphia. En una década, la cifra ascendió a 3.000 mujeres incendiadas por su propio vestido.


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The New York Times estableció un promedio de tres muertes semanales a causa de la crinolina. No exageraba: solo Oscar Wilde perdió dos hermanas (por parte de padre) abrasadas a causa de sus enormes faldas. Emily y Mary fueron invitadas a un baile. La falda de una de ellas se incendió a causa de la crinolina mientras bailaba el último vals. El fuego alcanzó el vestido de su hermana, que se había acercado para intentar ayudarla. Aunque el anfitrión trató de cubrirlas con su capa y las hizo rodar escaleras abajo hasta la nieve, no pudo hacer nada por salvarlas. La muerte de Emily y Mary, en 1871, fue un hecho traumático para el poeta irlandés, que ya había visto morir a una hermana. Solo Northern Standard se hizo eco de la tragedia.



    Si quiere alguien que baje de puntillas por las escaleras de Barkley en crinolina y pregunte educadamente a dónde se fue el rebaño, busque a otra chica

    Barbara Stanwyck. Actriz


Las mujeres del siglo XIX dejaron de usar enaguas almidonadas para encerrar su cuerpo en jaulas. En gran parte porque las faldas se fueron ensanchando a lo largo del siglo, la crinolina, miriñaque o armador fue más que una moda: servía a las mujeres sureñas para esconder armas y mercancía de contrabando durante la Guerra de Secesión, burlando la prohibición de Lincoln de llevar bienes a los estados confederados. En Wonders & Marvels se habla de una mujer que logró esconder bajo su falda «un rollo de tela militar, varios pares de botas de caballería, un rollo de franela de color escarlata, paquetes que contenían trenza dorada y seda para coser, latas de carne en conserva y una bolsa de café».



A pesar de sus consecuencias mortales, la moda de la crinolina era objeto de bromas. La revista Punch se ensañó especialmente con esa absurda «crinolinemania», como llamaba a esta obsesión por ahuecar el cuerpo de cintura para abajo, publicando varias ilustraciones que ridiculizaban a las mujeres que envolvían la mitad de su cuerpo en una jaula y las comparaba con pavos reales.


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Tampoco exageraban: desde que surgieron empresas especializadas en crinolinas, algunas llegaban a fabricar hasta medio millón en una semana.

Las mujeres que no ardían, tropezaban y quedaban atrapadas entre las ruedas de los carruajes. «Además de las muertes por incendio, ha habido muchas por aplastamiento bajo las ruedas de los carruajes y maquinarias en espacios reducidos, donde una mujer razonablemente vestida no correría peligro. Se han dado casos de destripamiento producido por las heridas infligidas por la rotura de muelles y aros de acero», publicaba The Guardian el 16 de octubre de 1861.

La que tenía la suerte de salir ilesa, era víctima del escarnio público. Así fue como todos supieron que Consuelo Montagu, duquesa de Manchester, usaba bragas rojas. Y así fue como los pololos se convirtieron en una prenda necesaria, discreta y elegante.



La primera crinolina metálica la registró W. S. Thompson en Estados Unidos en 1856. La invención de la máquina de coser hizo que varias fábricas se especializaran en crinolina y las vendieran a destajo. En España, la crinolina era más conocida como miriñaque y vino a sustituir al tontillo, una pieza tan fea como su nombre, tan anhelada que también se popularizó en Francia.



¿Por qué triunfó tanto? Más allá de la estética, hubo más razones: por fin una moda era accesible por igual y a la vez a todas las clases sociales. Desde la aldea más recóndita de Estados Unidos o Inglaterra, la campesina más pobre podía conseguir la suya y lucir tan elegante como cualquier mujer de la nobleza. Que no tuviese la misma calidad era lo de menos.


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Para desencantar a las mujeres, se extendió la creencia de que usar crinolina era renegar del cristianismo y fue así como las que la usaban dejaron de hacerlo o fueron socialmente rechazadas. La doble enagua volvió a ponerse de moda y la importancia del volumen, con los años, fue bajando de la cadera a los pies.

Entre la crinolina de acero, el corsé y la melena hasta el suelo, hoy cuesta imaginar a una mujer cargando semejante peso sobre su cuerpo.

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IMPACT

Mensajepor Invitado » Vie 25 Dic, 2015 1:38 am

Impact

Lionel Franc, campeon mundial de salto de acantilados.

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Un Petit Tour Dans Paris

Mensajepor Invitado » Vie 25 Dic, 2015 3:07 am



Un Petit Tour Dans Paris
Corto realizado con dos cicloestáticas y 1.800 fotos de exposición larga.

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15 Peores Trabajos De La Historia

Mensajepor Invitado » Sab 02 Ene, 2016 3:28 pm

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Los 15 trabajos más asquerosos y horribles de la historia

Para los que se quejan de su trabajo.

  1. Catadores de olores. Son personas a las que les pagan por oler diferentes cosas. Desde una comida envasada nueva... hasta axilas peludas para valorar el «rico» olor de un nuevo desodorante.

  2. Enterrador. Tras la llegada de la Peste Negra, estos «trabajadores» se dedicaban a recolectar los cadáveres que habían fallecido por esta enfermedad, subirlos a un carro y, posteriormente, enterrarlos en un lugar apartado. Solían morir rápidamente.

  3. Limpiador de heces. Su trabajo era limpiar el trasero de los monarcas una vez que estos acudían al cuarto de baño para hacer aguas mayores. A su vez, se dedicaban a deshacerse de los excrementos sacándolos a mano del retrete.

  4. Ordeñador de serpiente. Su nombre ya indica cuál es su objetivo: hacer que una serpiente secrete su veneno en un frasco. Algo sumamente peligroso por causas obvias.

  5. «Resurreccionistas». A lo largo de los siglos, estos ladrones se han dedicado a excavar las tumbas de los muertos para robar sus cadáveres y, posteriormente, venderlos a universidades o centros de medicina para hacer pruebas. Así lo afirma, al menos, este vídeo de YouTube.

  6. Niños «rosticeros». Se encargaban de dar vueltas a la comida que estaba en la lumbre para que se hiciera por todos sus lados. Estaban durante horas frente al fuego respirando humo, lo que les dañaba severamente la salud.

  7. Recolector de vómito. Era un trabajo que se daba en la antigua Roma, donde -en los grandes banquetes- se comía hasta vomitar para poder seguir comiendo. Este esclavo se encargaba, como ya habréis deducido, de limpiar todo aquel desastre.

  8. «Comepecados». Hasta finales del S.XIX existía la figura del «comepecados», un hombre que, cuando alguien moría, se encargaba de comerse una serie de alimentos que se restregaban por el cadáver del difunto para absorber, presuntamente, sus pecados.

  9. Recolector de sanguijuelas. Este trabajo se generalizó en la época en la que las sangrías eran el método favorito de los médicos para sanar todos los males. Estos empleados se dedicaban a pasar horas bajo el sol recogiendo sanguijuelas por una miseria. Además, como se les pegaban a las piernas, solían perder mucha sangre y, muy habitualmente, enfermaban.

  10. Granjeros de oro. En un trabajo que comenzó -según este vídeo de YouTube- en 2007 en China. Su objetivo es estar 12 horas pegados al ordenador (a cambio de tres euros la jornada) para recolectar oro en el juego «World of Warcraft» y, posteriormente, venderlo en la vida real.

  11. Empujadores de tren. Son empleados que «apiñan» a los pasajeros del tren para que quepan. Se da sobre todo, en Japón.

  12. Azotador de perros. Este trabajo se generalizó entre los siglos XVI y XIX, época en la que era habitual acudir con los perros a la iglesia. En este contexto, un sacerdote se encargaba de azotar a los animales que se «portasen mal» durante la misa.

  13. Despertador humano. El trabajo comenzó en Inglaterra y consistía en golpear con un palo la ventana de aquel que te contratase hasta que te despertase.

  14. Fuller. Era un trabajo que solo podían hacer mujeres. Consistía en lavar la ropa de lana con una sustancia alcalina para eliminar todas sus impurezas. Con todo, el problema era que dicho «jabón» era... orina. Estas señoras se dedicaban por tanto a recolectar su propia orina y la de sus vecinos para, después, utilizarla en labores de limpieza.

  15. Punkawallah. Era un trabajo terriblemente tedioso que consistía en ser una especie de «ventilador humano». Su objetivo era mover un abanico durante horas y horas para dar «frescor» a sus conciudadanos. Además de ser una labor terriblemente aburrida, era remunerada con una miseria.



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Assia
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Re: cosas

Mensajepor Assia » Jue 14 Ene, 2016 10:42 am

No se si este Tema sera el apropiado para lo que a mi me parece 1 cosa de locura: Se estan vendiendo como en Mexico como churros la camisa identicas como la que llevaba EL CHAPA Guzman,cuando fue detenido. Que ingeniosos son los capitalistas para ganar millones
de $$$, Quizas, la cosa mas increible (por lo menos para mi) es que haya gente que quiera llevar puesta esa camisa. No puedo poner fotos de esa camisa porque no se subir fotos.
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nevada

Mensajepor Invitado » Mar 26 Ene, 2016 6:20 pm



Video acelerado (Time Lapse) de acumulación de nieve durante la gran nevada en la Costa Este de USA, 2016 (Purcellville, Virginia)

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Video 360 marciano

Mensajepor Invitado » Jue 11 Feb, 2016 1:08 am



Video 360 del explorador marciano 'Curiosity Mars Rover' junto a la Duna Namib
Las imágenes fueron tomadas el 18 de diciembre de 2015 por la cámara Mastcam del Curiosity Mars rover en el día marciano nº 1.197 de su misión.



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Duna Namib en Marte

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Curiosity Self-Portrait at Martian Sand Dune

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Duna marciana

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Mensajepor Invitado » Mié 04 May, 2016 12:18 am


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Mensajepor Invitado » Lun 09 May, 2016 2:02 pm

La calidad de las imagenes es impresionante, gracias por traerlo :up:




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