Mensaje por LOC » Sab 06 Ago, 2011 9:46 pm
EVA SANNUM LA BRILLANTE CARRERA DE ‘LA CHICA NORUEGA’ Han pasado casi 10 años desde su foto con el Príncipe Felipe en la boda de Haakon y Mette Marit. Feliz junto a su marido y sus dos hijos, es una de las mejores publicistas del país nórdicoEMILIA LANDALUCE Hola, soy Eva». La voz sumamente femenina reverbera acaramelada y cadenciosa en el contestador automático de Try /Apt, la agencia de publicidad donde trabaja Eva Sannum, esa joven que a los 26 años se postuló a esposa de Felipe de Borbón (43 años) y por ende: a princesa de Asturias y reina de España.
Es sorprendente que tan nibelunga figura —185 centímetros de valquiria de pura raza— albergue un tono tan claro y melodioso. Dulce, muy dulce. Desafortunadamente, los españoles nunca pudieron escuchar la voz de Eva Sannum y puede que tan enconado mutismo hiciera que la amantísima madre patria tornase en cruel suegra cuando el 25 de agosto de 2001, durante la boda de Haakon y Mette Marit de Noruega, se oficializó el romance.
La reacción no pudo ser más airada y el escarnio fue feroz. Eva, lo olvidamos, tenía solo 26 años, y escogió un vestido azul de corte muy arriesgado. Juvenil. Había pasado cuatro años en silencio junto al heredero pero, tras la asonada mediática que la acosó en su propio hogar, apenas pudieron prolongar el noviazgo cuatro meses más.
Han pasado 10 años. Eva Sannum aún duda cuando La Otra Crónica (LOC) le advierte de que habla con un medio de comunicación español. No se fía. Lo normal, considerando que en este país se tradujo All About Eve (literalmente Todo sobre Eva), la genial película que en 1950 dirigió Joseph L. Mankiewicz, por Eva al desnudo.
«Déjeme pensarlo. Así tan de golpe, me aturde un poco. He tenido muy mala experiencia con la prensa», dice con la misma voz que embelesó a otros oídos mucho más regios.
No quiere hablar de aquello. Nunca lo hizo. Puede que hace 10 años, Eva Sannum fuera la novia del Príncipe pero, al contrario que otras candidatas, nunca quiso ser su ex novia, ni que un mérito tan frívolo y cuestionable apostillase para siempre su nombre y apellido.
Y, al menos en Noruega, lo ha conseguido. «Es una de las mejores creativas del país. Aquí se la reconoce por su trabajo y nadie se acuerda de que un día fue conocida por aquello», dice un amigo de la joven noruega a esta revista.
Kampanje, una de las principales publicaciones del sector, la coronaba el 15 de octubre de 2010 en una sesión fotográfica, junto a los 10 mejores copywriters, que pretendía emular a los protagonistas de Mad Men, una serie estadounidense ambientada en los años 60 que retrata el competitivo ambiente de una agencia de publicidad. El reportaje pretendía subrayar la importancia en el sector de las mujeres frente al machismo que entonces primaba en el mundo publicitario. Se titulaba Mad Women. «Mi personaje predilecto es Cooper», el presidente de la compañía, justo y conciliador. Pero eso no es todo sobre Eva.
MUJER BRILLANTE El pasado 25 de junio, Test Drive, un ingenioso anuncio de Volkswagen Passat ideado por ella y su equipo en Try / Apt, ganó uno de los premios principales en el Festival Internacional de Publicidad de Cannes. El planteamiento era brillante. Los usuarios de iPhone debían descargarse de forma gratuita una aplicación en la tienda de Apple. Al día siguiente, podrían utilizar el programa desde el teléfono para experimentar algunas de las novedades del nuevo vehículo de Volkswagen deslizando el dispositivo sobre los circuitos simulados en las páginas publicitarias que Try/Apt había comprado previamente en los periódicos del día. Un dato: el Passat ha sido uno de los vehículos más vendidos de Noruega.
Y Eva no solo destaca en su trabajo. «Vale muchísimo. Es inteligente y lo demuestra en los artículos que publica. Nada que ver con la imagen frívola que de ella se tiene en España», dice Carmen Villar Mir. La veterana corresponsal en Oslo atestiguó el terrible acoso al que fue sometida la joven. «Solo se pueden decir cosas buenas de ella. Es una muchacha muy sensata». Otro español que lleva muchos años residiendo en la capital noruega dice sentirse avergonzado del trato que se le dispensó a la creativa publicitaria: «Se dijo que era una modelo de tres al cuarto... Por supuesto que desfilaba y trabajaba como maniquí, pero lo hacía para costearse sus estudios, del mismo modo que otros muchos jóvenes trabajan de camareros o de dependientes. Para ella era algo ocasional. Se la trató de una forma injusta».
DISCRETA En 2007, Eva reveló en un documental titulado Cuando la información se paga algunos detalles de aquel calvario mediático, por supuesto, siempre evitando nombrar al Príncipe de Asturias. «Decidí no mirar a los paparazzi para que no pensaran que disfrutaba con aquello ». Después hacía una sutil crítica a los medios españoles. «La prensa noruega tiene un mayor grado de exigencia ética».
Paradójicamente, en la actualidad Eva forma parte del Pressens Faglige Utvalg (PFU), una institución que emite dictámenes sobre eventuales abusos de los medios. Ésa es otra de las cartas de presentación de su Twitter, además del consabido «escritora de textos publicitarios ». Una curiosidad: su anterior alias en la red era tante Sofie, tía Sofía.
Pero Eva es sobre todo una ciudadana. Y por lo tanto, libre para expresarse, sin encorsetamiento alguno. Una princesa es muda. «El abogado defensor de ABB [Anders Behring Breivik, el responsable de la matanza de Utoya que el pasado 22 de junio segó la vida de 76 personas] ha hecho un gran trabajo presentando de una forma objetiva y respetuosa la ideología de su cliente ». O: «Buen balance en los medios en el tratamiento de ABB. Al mismo tiempo que se da una extensa cobertura a su mensaje [xenófobo e hilarante], se le discute y cae por su propio peso». Otros no esconden cierta acidez con respecto al ejercicio del periodismo moderno: «Los reporteros preguntan demasiadas cosas absurdas a la policía».
La mayoría de los amigos que esta revista contactó para la redacción de este artículo, se negaron a dar detalles de su vida: «Es feliz. Y nunca va a hablar de lo que pasó. Es una mujer íntegra». Sin embargo, los españoles no han olvidado a esa mujer que se negaron a conocer. Quizás fueron los prejuicios o la frivolidad. Nora Farah, otra de las personas que LOC contactó para plasmar a la Eva proverbial, fue la responsable de la factura de aquel legendario traje azul, que tantos ríos de tinta hizo correr: «Me sentí muy orgullosa. Ella es una mujer increíble. Y no era un vestido atrevido. Ya no estamos en la Edad Media. Era lo apropiado para una joven de su edad».
Tiene razón. Sin embargo, aquel día de agosto de 2001, el espíritu inquisitorio y los monárquicos travestidos de torquemadas se cebaron con el vestido «azul Eva», como llama Farah a la tonalidad escogida por Sannum. «No he vuelto a hacer otro traje de ese color».
VIDA PRIVADA Anne Holt, ex ministra de Justicia noruega y escritora de novela negra, recordó recientemente los agravios a los que entonces fue sometida Sannum: «Creo que padeció cierto acoso mediático, se asaltó su intimidad. Eva Sannum vive mucho mejor ahora, desde luego». Pudo ser reina pero..., «¿le parece envidiable esa vida? ¡A mí no!», sentencia. Seguro que a otros personajes públicos tampoco. Eva vive feliz con su pareja, Torgeir Vierdal, dos años menor que ella, y padre de sus dos hijos, el menor de apenas tres meses. La pareja reside en una preciosa casa, en un elegante barrio de Oslo.
Noruega es un país particular, muy diferente a España. Los jóvenes trabajan para pagarse sus estudios; la ética es una exigencia periodística y el sueldo de los miembros de la familia real, como el de los ciudadanos, es público.
En 2009, Eva ganó 55.000 euros y pagó 22.000 euros de impuestos. Aún no había sido coronada como una de las mejores profesionales del sector.
«Solo voy a hablar de mi labor en el PFU y en un contexto donde no se nombre a la familia real española ». Así se hará, acuerda LOC. Por primera vez en español. Eva Sannum se presenta.
HACE 10 AÑOS...
El 25 de agosto de 2001 se hacía oficial el romance entre el Príncipe Felipe y Eva Sannum. Se les pudo ver juntos en la boda de Haakon de Noruega y Mette Marit. Era la primera vez que Eva se codeaba con las casas reales europeas... y la última. BRILLANTE. No fue fácil pasar desapercibidos ante los presentes. Eva deslumbraba con aquel vestido de un azul inusual, que ella misma eligió. La diseñadora de su atuendo fue Nora Farah, que denomina el color de su creación «azul Eva». ESCOTAZO. Aparte de su espectacular colorido, el vestido portaba un escote sin fin y la espalda descubierta. La polémica no tardó en llegar a España y, tras estas imágenes, la indiferencia ante esta relación se tornó en adversidad. Nora Farah defiende que era un vestido adecuado para su edad, en ese momento 26 años.
EVA SANNUM
Creativa publicitaria
«LA PRENSA ROSA ESPAÑOLA ES MUY DURA»
● Publicista de prestigio, vive en Oslo con su marido y sus dos hijos
● También elabora informes sobre ética periodística
● Entrevista exclusiva con LOC casi 10 años después de romper con el Príncipe Felipe
En el currículo que envía a LOC escribe con signos de interrogación que fue novia del Príncipe, que está casada y que es madre. También es miembro de una comisión que evalúa la ética en los medios
E. LANDALUCE
Es la primera vez que Eva Sannum habla para un medio español. Por eso LOC le pide que envíe un pequeño currículo como carta de presentación. «Eva Sannum, antigua novia del príncipe Felipe??—sic—tiene 36 años y trabaja como creativa en Try/Apt, una de las más importantes agencias de publicidad de Noruega. Estudió idiomas antes de graduarse en la escuela de Comunicación deWesterdals. Vive en Oslo con su marido y sus dos hijos». Además, Sannum es miembro de Pressens Faglige Utvalg (PFU) —cuya traducción podría ser Comisión de quejas sobre la prensa noruega—, una institución estatal que emite dictámenes no vinculantes legalmente sobre los eventuales abusos de los medios. Es evidente que ella no se lo toma como una burla del destino, sino como una consecuencia ¿paradójica? más de su carrera y de su vida.
Pregunta.—
En un documental de 2007, usted se quejaba de que la prensa española tenía menos en cuenta la ética periodística que la noruega. ¿Por qué? Respuesta.— Mi impresión es que la prensa rosa y las secciones de sociedad de los diarios tratan este tipo de informaciones de una forma sumamente dura. Las personas que son objeto de atención de estos medios carecen de protección alguna y no tienen a quién acudir salvo a los tribunales. España, al contrario que Noruega, no tiene una Comisión de quejas de la prensa, salvo con la excepción del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC).
P.—
¿Cuatro años después sigue manteniendo la misma opinión? R.— En España la gente suele creer que todas las personas que son famosas lo son por voluntad propia y que, después de lograr la atención de los medios, deben apechugar con el tratamiento poco respetuoso que se dé a las informaciones que les conciernen. Mi opinión personal es que todos los seres humanos merecen que se traten las informaciones sobre su vida con respeto y que si deciden retirarse de la vida pública, se les debe dar la oportunidad de hacerlo y dejarles en paz. Claro que también se debe dejar de hacer cosas que atraigan la atención pública. Pero quiero dejar claro, como he dicho, que hay personas que reciben atención de los medios porque así lo quieren.
[imageleft]
[/b][/imageleft]
P.—
En febrero de este año, el Tribunal Supremo de España desestimó un recurso contra una publicación rosa por considerar que este tipo de prensa «tiene un componente informativo en el que prima la finalidad de entretenimiento, por lo que no es exigible una precisión absoluta en su información». Opine. R.—Me parece una falta de respeto que la prensa rosa no esté sujeta a ningún código ético ni a criterio de veracidad alguno. Eso es dar potestad a los medios para jugar con las vidas y los destinos de las personas, como si no valieran nada.
P.—
Usted forma parte de la PFU. ¿Qué es exactamente? R.—El PFU fue establecido por la Asociación de la prensa noruega con la finalidad de promover e incentivar la ética y la profesionalidad en los medios noruegos (prensa escrita, publicaciones online, radio y televisión). Una de sus actuaciones consiste en valorar y publicar las protestas y quejas contra el comportamiento de los medios del país y hacer comunicados públicos sobre ética periodística. El comité también acepta quejas de instituciones, organizaciones, empresas y particulares.
P.—
¿Por qué la eligieron? R.—Se lo tendría que preguntar al secretario general y al comité que me eligió como representante de la ciudadanía. Pero estoy bastante convencida de que tuvieron en cuenta mi experiencia personal con la prensa, tanto nacional como internacional. Y el hechode que, años después de estas vivencias, haya luchado por mantener mi integridad. Mi motivación es clara. Quiero contribuir a crear un clima saludable dentro de los medios, uno de los poderes más importantes de nuestra sociedad. Y proteger así el derecho a la libertad de expresión en nuestra democracia, una responsabilidad que también es de la prensa y que debe cuidar.
P.—
Hable de su labor. R.—Cada mes recibimos un documento con aproximadamente 20 casos o quejas, que el PFU ha valorado previamente tras ponerse en contacto con el denunciante y el denunciado —por lo general, el director del medio—. Después, los miembros del PFU nos reunimos durante un día entero para valorar los casos y emitir un veredicto sobre si se ha violado o no el código ético postulado por la Comisión, que basa sus juicios en una serie de códigos éticos que valoran el papel de la prensa en la sociedad, su integridad y responsabilidad, así como los métodos periodísticos, las relaciones con las fuentes de información y los criterios de publicación.
P.—
¿Y no cree que es una forma de propiciar la censura? R.—La comisión no censura, sino que directamente emitimos nuestro veredicto sobre material ya publicado. El código deontológico que propugnamos es el mismo que ha adoptado la prensa noruega y con el que todos los trabajadores de los medios, desde el redactor hasta el director, han de estar familiarizados además de basar en él su trabajo. Nuestro cometido es evaluar si ese código ha sido tenido en cuenta.
P.—
¿Qué es la ética periodística? R.— Los estándares éticos y la autorregulación de la prensa tratan de proteger a los ciudadanos de informaciones dañinas e innecesariamente invasivas de su privacidad. La evaluación de los criterios de calidad y ética periodística no solo legitima la crítica al Gobierno y a las instituciones, sino que también a personajes, que por sus deberes oficiales, se consideran figuras públicas. Tener en cuenta la ética periodística ayuda a evitar daños innecesarios a particulares y a desarrollar una actitud responsable sobre lo que debe ser publicado y lo que no. Los comités, como el PFU, no deben confundirse con los procedimientos judiciales. Ambos son independientes y necesarios. El PFU, por ejemplo, no impone sanción económica alguna.
P.—
En otros países no se tienen en cuenta los métodos para conseguir informaciones. ¿Qué opinión le merece el caso Murdoch? R.—El uso de estos métodos [como escuchas ilegales] en los medios no ha sido una sorpresa. Y no solo en el Reino Unido. Pero el hecho de que los afectados pertenezcan a las clases más elevadas de la sociedad y que sean víctimas inocentes de crímenes ha provocado que la reacción del público sea más fuerte de lo habitual. Si estos métodos se hubieran utilizado para obtener información de personas famosas que buscan la popularidad, la gente no se habría mostrado tan indignada.
P.—
Como miembro del PFU, ¿podría valorar el tratamiento que la prensa ha dado a Anders Behring Breivik, responsable de la matanza del pasado 22 de julio? R.— Los medios han tratado con mucho respeto a las víctimas y a sus familiares. Pero como es lógico, hay una demanda de información constante ya que los medios necesitan producir material 24 horas diarias. Y esto hace que, a veces, se tomen decisiones demasiado precipitadas y erróneas como entrevistas a víctimas en estado de shock, o bien se presenta a los terroristas como personas fascinantes. En este caso creo que el seguimiento ha sido demasiado masivo, pero por otro lado es el resultado de la libre competencia de los medios. Respeto mucho a los periodistas que tratan este tipo de informaciones: hay que hacer pública la existencia de estos hombres perturbados (como Breivik) y criticar abiertamente sus planteamientos de forma. Cuando solo se les da cabida en lugares marginales de internet se vuelven más peligrosos.
LA OTRA CRONICA - EL MUNDO - SÁBADO 6 DE AGOSTO DE 2011
[center][b][img]http://img814.imageshack.us/img814/66/evasannum.jpg[/img][/b][/center]
[size=150]EVA SANNUM[/size]
[font=Microsoft Sans Serif][size=200]LA BRILLANTE CARRERA DE ‘LA CHICA NORUEGA’ [/size][/font]
[size=150]Han pasado casi 10 años desde su foto con el Príncipe Felipe en la boda de Haakon y Mette Marit. Feliz junto a su marido y sus dos hijos, es una de las mejores publicistas del país nórdico[/size]
[size=75]EMILIA LANDALUCE[/size]
[font=Georgia][size=200][s]H[/s][/size][/font]ola, soy Eva». La voz sumamente femenina reverbera acaramelada y cadenciosa en el contestador automático de Try /Apt, la agencia de publicidad donde trabaja Eva Sannum, esa joven que a los 26 años se postuló a esposa de Felipe de Borbón (43 años) y por ende: a princesa de Asturias y reina de España.
Es sorprendente que tan nibelunga figura —185 centímetros de valquiria de pura raza— albergue un tono tan claro y melodioso. Dulce, muy dulce. Desafortunadamente, los españoles nunca pudieron escuchar la voz de Eva Sannum y puede que tan enconado mutismo hiciera que la amantísima madre patria tornase en cruel suegra cuando el 25 de agosto de 2001, durante la boda de Haakon y Mette Marit de Noruega, se oficializó el romance.
[left][b][i][img]http://img4.imageshack.us/img4/7319/sannum06.jpg[/img][/i][/b][/left] La reacción no pudo ser más airada y el escarnio fue feroz. Eva, lo olvidamos, tenía solo 26 años, y escogió un vestido azul de corte muy arriesgado. Juvenil. Había pasado cuatro años en silencio junto al heredero pero, tras la asonada mediática que la acosó en su propio hogar, apenas pudieron prolongar el noviazgo cuatro meses más.
Han pasado 10 años. Eva Sannum aún duda cuando La Otra Crónica (LOC) le advierte de que habla con un medio de comunicación español. No se fía. Lo normal, considerando que en este país se tradujo All About Eve (literalmente Todo sobre Eva), la genial película que en 1950 dirigió Joseph L. Mankiewicz, por Eva al desnudo.
«Déjeme pensarlo. Así tan de golpe, me aturde un poco. He tenido muy mala experiencia con la prensa», dice con la misma voz que embelesó a otros oídos mucho más regios.
No quiere hablar de aquello. Nunca lo hizo. Puede que hace 10 años, Eva Sannum fuera la novia del Príncipe pero, al contrario que otras candidatas, nunca quiso ser su ex novia, ni que un mérito tan frívolo y cuestionable apostillase para siempre su nombre y apellido.
Y, al menos en Noruega, lo ha conseguido. «Es una de las mejores creativas del país. Aquí se la reconoce por su trabajo y nadie se acuerda de que un día fue conocida por aquello», dice un amigo de la joven noruega a esta revista.
Kampanje, una de las principales publicaciones del sector, la coronaba el 15 de octubre de 2010 en una sesión fotográfica, junto a los 10 mejores copywriters, que pretendía emular a los protagonistas de Mad Men, una serie estadounidense ambientada en los años 60 que retrata el competitivo ambiente de una agencia de publicidad. El reportaje pretendía subrayar la importancia en el sector de las mujeres frente al machismo que entonces primaba en el mundo publicitario. Se titulaba Mad Women. «Mi personaje predilecto es Cooper», el presidente de la compañía, justo y conciliador. Pero eso no es todo sobre Eva.
[b]MUJER BRILLANTE [/b]
El pasado 25 de junio, Test Drive, un ingenioso anuncio de Volkswagen Passat ideado por ella y su equipo en Try / Apt, ganó uno de los premios principales en el Festival Internacional de Publicidad de Cannes. El planteamiento era brillante. Los usuarios de iPhone debían descargarse de forma gratuita una aplicación en la tienda de Apple. Al día siguiente, podrían utilizar el programa desde el teléfono para experimentar algunas de las novedades del nuevo vehículo de Volkswagen deslizando el dispositivo sobre los circuitos simulados en las páginas publicitarias que Try/Apt había comprado previamente en los periódicos del día. Un dato: el Passat ha sido uno de los vehículos más vendidos de Noruega.
Y Eva no solo destaca en su trabajo. «Vale muchísimo. Es inteligente y lo demuestra en los artículos que publica. Nada que ver con la imagen frívola que de ella se tiene en España», dice Carmen Villar Mir. La veterana corresponsal en Oslo atestiguó el terrible acoso al que fue sometida la joven. «Solo se pueden decir cosas buenas de ella. Es una muchacha muy sensata». Otro español que lleva muchos años residiendo en la capital noruega dice sentirse avergonzado del trato que se le dispensó a la creativa publicitaria: «Se dijo que era una modelo de tres al cuarto... Por supuesto que desfilaba y trabajaba como maniquí, pero lo hacía para costearse sus estudios, del mismo modo que otros muchos jóvenes trabajan de camareros o de dependientes. Para ella era algo ocasional. Se la trató de una forma injusta».
[b]DISCRETA [/b]
En 2007, Eva reveló en un documental titulado Cuando la información se paga algunos detalles de aquel calvario mediático, por supuesto, siempre evitando nombrar al Príncipe de Asturias. «Decidí no mirar a los paparazzi para que no pensaran que disfrutaba con aquello ». Después hacía una sutil crítica a los medios españoles. «La prensa noruega tiene un mayor grado de exigencia ética».
Paradójicamente, en la actualidad Eva forma parte del Pressens Faglige Utvalg (PFU), una institución que emite dictámenes sobre eventuales abusos de los medios. Ésa es otra de las cartas de presentación de su Twitter, además del consabido «escritora de textos publicitarios ». Una curiosidad: su anterior alias en la red era tante Sofie, tía Sofía.
Pero Eva es sobre todo una ciudadana. Y por lo tanto, libre para expresarse, sin encorsetamiento alguno. Una princesa es muda. «El abogado defensor de ABB [Anders Behring Breivik, el responsable de la matanza de Utoya que el pasado 22 de junio segó la vida de 76 personas] ha hecho un gran trabajo presentando de una forma objetiva y respetuosa la ideología de su cliente ». O: «Buen balance en los medios en el tratamiento de ABB. Al mismo tiempo que se da una extensa cobertura a su mensaje [xenófobo e hilarante], se le discute y cae por su propio peso». Otros no esconden cierta acidez con respecto al ejercicio del periodismo moderno: «Los reporteros preguntan demasiadas cosas absurdas a la policía».
La mayoría de los amigos que esta revista contactó para la redacción de este artículo, se negaron a dar detalles de su vida: «Es feliz. Y nunca va a hablar de lo que pasó. Es una mujer íntegra». Sin embargo, los españoles no han olvidado a esa mujer que se negaron a conocer. Quizás fueron los prejuicios o la frivolidad. Nora Farah, otra de las personas que LOC contactó para plasmar a la Eva proverbial, fue la responsable de la factura de aquel legendario traje azul, que tantos ríos de tinta hizo correr: «Me sentí muy orgullosa. Ella es una mujer increíble. Y no era un vestido atrevido. Ya no estamos en la Edad Media. Era lo apropiado para una joven de su edad».
Tiene razón. Sin embargo, aquel día de agosto de 2001, el espíritu inquisitorio y los monárquicos travestidos de torquemadas se cebaron con el vestido «azul Eva», como llama Farah a la tonalidad escogida por Sannum. «No he vuelto a hacer otro traje de ese color».
[b]VIDA PRIVADA[/b]
Anne Holt, ex ministra de Justicia noruega y escritora de novela negra, recordó recientemente los agravios a los que entonces fue sometida Sannum: «Creo que padeció cierto acoso mediático, se asaltó su intimidad. Eva Sannum vive mucho mejor ahora, desde luego». Pudo ser reina pero..., «¿le parece envidiable esa vida? ¡A mí no!», sentencia. Seguro que a otros personajes públicos tampoco. Eva vive feliz con su pareja, Torgeir Vierdal, dos años menor que ella, y padre de sus dos hijos, el menor de apenas tres meses. La pareja reside en una preciosa casa, en un elegante barrio de Oslo.
Noruega es un país particular, muy diferente a España. Los jóvenes trabajan para pagarse sus estudios; la ética es una exigencia periodística y el sueldo de los miembros de la familia real, como el de los ciudadanos, es público.
En 2009, Eva ganó 55.000 euros y pagó 22.000 euros de impuestos. Aún no había sido coronada como una de las mejores profesionales del sector.
«Solo voy a hablar de mi labor en el PFU y en un contexto donde no se nombre a la familia real española ». Así se hará, acuerda LOC. Por primera vez en español. Eva Sannum se presenta.
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[size=150]HACE 10 AÑOS...[/size]
[size=100]El 25 de agosto de 2001 se hacía oficial el romance entre el Príncipe Felipe y Eva Sannum. Se les pudo ver juntos en la boda de Haakon de Noruega y Mette Marit. Era la primera vez que Eva se codeaba con las casas reales europeas... y la última. B[b]RILLANTE[/b]. No fue fácil pasar desapercibidos ante los presentes. Eva deslumbraba con aquel vestido de un azul inusual, que ella misma eligió. La diseñadora de su atuendo fue Nora Farah, que denomina el color de su creación «azul Eva». [b]ESCOTAZO[/b]. Aparte de su espectacular colorido, el vestido portaba un escote sin fin y la espalda descubierta. La polémica no tardó en llegar a España y, tras estas imágenes, la indiferencia ante esta relación se tornó en adversidad. Nora Farah defiende que era un vestido adecuado para su edad, en ese momento 26 años.[/size][/list]
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[font=Georgia][size=200]«LA PRENSA ROSA ESPAÑOLA ES MUY DURA»[/size]
[size=150]● Publicista de prestigio, vive en Oslo con su marido y sus dos hijos
● También elabora informes sobre ética periodística
● Entrevista exclusiva con LOC casi 10 años después de romper con el Príncipe Felipe [/size][/font]
[b]En el currículo que envía a LOC escribe con signos de interrogación que fue novia del Príncipe, que está casada y que es madre. También es miembro de una comisión que evalúa la ética en los medios[/b]
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[font=Georgia][size=200][s]E[/s][/size][/font]s la primera vez que Eva Sannum habla para un medio español. Por eso LOC le pide que envíe un pequeño currículo como carta de presentación. «Eva Sannum, antigua novia del príncipe Felipe??—sic—tiene 36 años y trabaja como creativa en Try/Apt, una de las más importantes agencias de publicidad de Noruega. Estudió idiomas antes de graduarse en la escuela de Comunicación deWesterdals. Vive en Oslo con su marido y sus dos hijos». Además, Sannum es miembro de Pressens Faglige Utvalg (PFU) —cuya traducción podría ser Comisión de quejas sobre la prensa noruega—, una institución estatal que emite dictámenes no vinculantes legalmente sobre los eventuales abusos de los medios. Es evidente que ella no se lo toma como una burla del destino, sino como una consecuencia ¿paradójica? más de su carrera y de su vida.
[b]Pregunta[/b].— [i]En un documental de 2007, usted se quejaba de que la prensa española tenía menos en cuenta la ética periodística que la noruega. ¿Por qué? [/i]
[b]Respuesta[/b].— Mi impresión es que la prensa rosa y las secciones de sociedad de los diarios tratan este tipo de informaciones de una forma sumamente dura. Las personas que son objeto de atención de estos medios carecen de protección alguna y no tienen a quién acudir salvo a los tribunales. España, al contrario que Noruega, no tiene una Comisión de quejas de la prensa, salvo con la excepción del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC).
[b]P[/b].— [i]¿Cuatro años después sigue manteniendo la misma opinión? [/i]
[b]R[/b].— En España la gente suele creer que todas las personas que son famosas lo son por voluntad propia y que, después de lograr la atención de los medios, deben apechugar con el tratamiento poco respetuoso que se dé a las informaciones que les conciernen. Mi opinión personal es que todos los seres humanos merecen que se traten las informaciones sobre su vida con respeto y que si deciden retirarse de la vida pública, se les debe dar la oportunidad de hacerlo y dejarles en paz. Claro que también se debe dejar de hacer cosas que atraigan la atención pública. Pero quiero dejar claro, como he dicho, que hay personas que reciben atención de los medios porque así lo quieren.
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[b]P[/b].— [i]En febrero de este año, el Tribunal Supremo de España desestimó un recurso contra una publicación rosa por considerar que este tipo de prensa «tiene un componente informativo en el que prima la finalidad de entretenimiento, por lo que no es exigible una precisión absoluta en su información». Opine. [/i]
[b]R[/b].—Me parece una falta de respeto que la prensa rosa no esté sujeta a ningún código ético ni a criterio de veracidad alguno. Eso es dar potestad a los medios para jugar con las vidas y los destinos de las personas, como si no valieran nada.
[b]P[/b].— [i]Usted forma parte de la PFU. ¿Qué es exactamente?[/i]
[b]R[/b].—El PFU fue establecido por la Asociación de la prensa noruega con la finalidad de promover e incentivar la ética y la profesionalidad en los medios noruegos (prensa escrita, publicaciones online, radio y televisión). Una de sus actuaciones consiste en valorar y publicar las protestas y quejas contra el comportamiento de los medios del país y hacer comunicados públicos sobre ética periodística. El comité también acepta quejas de instituciones, organizaciones, empresas y particulares.
[b]P[/b].— [i]¿Por qué la eligieron? [/i]
[b]R[/b].—Se lo tendría que preguntar al secretario general y al comité que me eligió como representante de la ciudadanía. Pero estoy bastante convencida de que tuvieron en cuenta mi experiencia personal con la prensa, tanto nacional como internacional. Y el hechode que, años después de estas vivencias, haya luchado por mantener mi integridad. Mi motivación es clara. Quiero contribuir a crear un clima saludable dentro de los medios, uno de los poderes más importantes de nuestra sociedad. Y proteger así el derecho a la libertad de expresión en nuestra democracia, una responsabilidad que también es de la prensa y que debe cuidar.
[b]P[/b].— [i]Hable de su labor. [/i]
[b]R[/b].—Cada mes recibimos un documento con aproximadamente 20 casos o quejas, que el PFU ha valorado previamente tras ponerse en contacto con el denunciante y el denunciado —por lo general, el director del medio—. Después, los miembros del PFU nos reunimos durante un día entero para valorar los casos y emitir un veredicto sobre si se ha violado o no el código ético postulado por la Comisión, que basa sus juicios en una serie de códigos éticos que valoran el papel de la prensa en la sociedad, su integridad y responsabilidad, así como los métodos periodísticos, las relaciones con las fuentes de información y los criterios de publicación.
[b]P[/b].— [i]¿Y no cree que es una forma de propiciar la censura? [/i]
[b]R[/b].—La comisión no censura, sino que directamente emitimos nuestro veredicto sobre material ya publicado. El código deontológico que propugnamos es el mismo que ha adoptado la prensa noruega y con el que todos los trabajadores de los medios, desde el redactor hasta el director, han de estar familiarizados además de basar en él su trabajo. Nuestro cometido es evaluar si ese código ha sido tenido en cuenta.
[b]P[/b].— [i]¿Qué es la ética periodística? [/i]
[right][i][b][img]http://img98.imageshack.us/img98/656/sannum2.jpg[/img][/b][/i][/right] [b]R[/b].— Los estándares éticos y la autorregulación de la prensa tratan de proteger a los ciudadanos de informaciones dañinas e innecesariamente invasivas de su privacidad. La evaluación de los criterios de calidad y ética periodística no solo legitima la crítica al Gobierno y a las instituciones, sino que también a personajes, que por sus deberes oficiales, se consideran figuras públicas. Tener en cuenta la ética periodística ayuda a evitar daños innecesarios a particulares y a desarrollar una actitud responsable sobre lo que debe ser publicado y lo que no. Los comités, como el PFU, no deben confundirse con los procedimientos judiciales. Ambos son independientes y necesarios. El PFU, por ejemplo, no impone sanción económica alguna.
[b]P[/b].— [i]En otros países no se tienen en cuenta los métodos para conseguir informaciones. ¿Qué opinión le merece el caso Murdoch? [/i]
[b]R[/b].—El uso de estos métodos [como escuchas ilegales] en los medios no ha sido una sorpresa. Y no solo en el Reino Unido. Pero el hecho de que los afectados pertenezcan a las clases más elevadas de la sociedad y que sean víctimas inocentes de crímenes ha provocado que la reacción del público sea más fuerte de lo habitual. Si estos métodos se hubieran utilizado para obtener información de personas famosas que buscan la popularidad, la gente no se habría mostrado tan indignada.
[b]P[/b].— [i]Como miembro del PFU, ¿podría valorar el tratamiento que la prensa ha dado a Anders Behring Breivik, responsable de la matanza del pasado 22 de julio? [/i]
[b]R[/b].— Los medios han tratado con mucho respeto a las víctimas y a sus familiares. Pero como es lógico, hay una demanda de información constante ya que los medios necesitan producir material 24 horas diarias. Y esto hace que, a veces, se tomen decisiones demasiado precipitadas y erróneas como entrevistas a víctimas en estado de shock, o bien se presenta a los terroristas como personas fascinantes. En este caso creo que el seguimiento ha sido demasiado masivo, pero por otro lado es el resultado de la libre competencia de los medios. Respeto mucho a los periodistas que tratan este tipo de informaciones: hay que hacer pública la existencia de estos hombres perturbados (como Breivik) y criticar abiertamente sus planteamientos de forma. Cuando solo se les da cabida en lugares marginales de internet se vuelven más peligrosos.
[center][color=#888888][i][size=92]LA OTRA CRONICA - EL MUNDO - SÁBADO 6 DE AGOSTO DE 2011[/size][/i][/color][/center]