EL JUEZ Y LA VERDAD DEL CASO DEL DOCTOR MONTES

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EL JUEZ Y LA VERDAD DEL CASO DEL DOCTOR MONTES

Mensaje por Invitado » Vie 21 Feb, 2020 7:19 pm

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El Gobierno quiere que la ley de eutanasia incluya a pacientes de Alzheimer y demencia

El potente lobby tras la legalización del suicidio asistido organiza un multitudinario acto en el Congreso para lograr que la legalización de la eutanasia incluya también a pacientes con enfermedades neurodegenerativas

La primera ley de la eutanasia de Europa la aprobó la Alemania nazi de Adolf Hitler


La sala Ernest Lluch del Congreso fue escenario ayer de un evento organizado por siete asociaciones con el objeto de que influir en el debate que tendrá lugar en la Cámara Baja sobre la regularización del suicidio asistido en el sentido de que se incluya en su articulado a pacientes con Alzheimer y demencia. El primer ponente de la mesa redonda fue el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que se mostró favorable a que la nueva ley incluya bajo su paraguas a pacientes en fase de deterioro cognitivo leve o de demencia leve. «Se trata de un debate necesario y oportuno», afirmó Illa, que lamentó que se haya aprobado la toma en consideración de la ley de la eutanasia hasta en tres ocasiones en los últimos 2 años sin que se haya avanzado en este controvertido asunto que, sin embargo, a Illa le parece que está «ampliamente respaldado por la mayoría de la sociedad». El ministro socialista se mostró partidario de que la legislación de cuidados paliativos pueda tramitarse «en paralelo» con la de la eutanasia porque no son contradictorias. Sobre el tema que centró la mesa redonda bajo el título «Eutanasia, una ley inaplazable. Alzheimer y demencias, una realidad insoslayable», Illa admitió que los pacientes con enfermedades neurodegenerativas tienen unas características «particularmente complejas» pero que, en cualquier caso «es fundamental que la norma que va debatirse en el Congreso ofrezca una solución a estos pacientes». La ley se ejecutará «con todos los derechos y garantías» y se adaptará a las particularidades de todos los pacientes «entre ellos las que presentan los enfermos de Alzheimer».

El planteamiento de fondo de las asociaciones organizadoras de la mesa redonda –entre ella la Fundación Pasqual Maragall– es que pacientes que se encuentren en fase de deterioro cognitivo leve o de demencia leve tienen capacidad para tomar decisiones relevantes respecto a su salud y su persona. Como suele ser habitual en este tipo de actos hubo testimonios de alto contenido emocional en la línea de los casos extremos de Ramón Sampedro pero se soslayaron los peligros que puede suponer para la relación médico paciente la introducción de la eutanasia entre los servicios aportados por el sistema de sanidad pública, especialmente en el caso de pacientes de avanzada edad con situaciones familiares a veces complejas.

En ningún momento del acto se hizo referencia a un punto fuertemente criticado por los que alertan sobre los peligros que puede traer la ley de suicidio asistido que pretende aprobar el Gobierno del PSOE y de Unidos Podemos. Según la argumentación de la izquierda se trata de un derecho civil que leva a una persona a decidir sobre el final de su vida pero, si este es el nivel de autonomía que tiene la persona, ¿por que se le niega el derecho a las personas de sanas de 18 que quiere acabar con su vida?

Durante el debate en el Congreso sobre la toma en consideración de la ley de la eutanasia PP y Vox hicieron frente común.El portavoz del PP, José Ignacio Echániz, intervino para acusar al PSOE de «eludir toda la información y hurtar el debate a la sociedad española sobre una norma grave que cambiará para siempre la idiosincrasia de nuestros servicios sociales y nuestra sociedad». «Lo progresista es no dar los unos a los otros. Lo reaccionario es no dar esperanza a con nuestros enfermos», concluyó el portavoz popular. Por su parte, Lourdes Méndez Monasterio de Vox cargó contra los «argumentos necios» de la izquierda que «utiliza casos extremos para regularizar el derecho a matar». «No solo quiere convertir al Estado en una máquina obligada a matar sino que se aspira además a moralizar esa actitud como con el aborto» dijo Méndez Monasterio, que no se olvidó de subrayar que la primera ley de la eutanasia de Europa la aprobó la Alemania nazi de Adolf Hitler.

El problema del «deslizamiento» en los criterios para reglar el suicido asistido

· Para los lobistas que organizaron la mesa redonda a la que asistió el ministro de Sanidad en el Conrgeso los pacientes que se encuentran en fase de deterioro cognitivo «leve» o de demencia «leve» tienen capacidad para tomar decisiones relativas a su salud. «Las personas con demencia leve tienen derecho a morir cuando ellas decidan», se dijo ayer.

· Los críticos sostienen que operativamente es muy difícil, por no decir imposible, evitar que con el paso de los años se vaya normalizando esta práctica y que se produzca un «deslizamiento» hacia pacientes con trastornos neurodejenerativos no tan «leves». De hecho ayer mismo uno de los participantes en la mesa redonda ya hablaba ya de pacientes con Alzheimer «leve y moderado»

EL JUEZ Y LA VERDAD DEL CASO DEL DOCTOR MONTES

Mensaje por Invitado » Jue 27 Jul, 2017 2:51 am

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Luis Montes, en la sede de la asociación DMD en Madrid.


Luis Montes: “Morir bien en España sigue dependiendo del médico que te toque”

El excoordinador de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés reflexiona sobre el debate de la muerte digna once años después del linchamiento al que fue sometido: “Aún se confunde sedación con eutanasia”.


Esta entrevista está incluida en el dossier sobre muerte digna de #LaMarea39

Luis Montes, 67 años, se convirtió en un personaje público sin pretenderlo. De la noche a la mañana, el excoordinador de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), fue acusado de 400 homicidios por sedaciones paliativas. La Justicia limpió su nombre. Y hoy, once años después del inicio de aquel calvario sustentado por el Gobierno de la entonces presidenta regional Esperanza Aguirre y su consejero de Sanidad Manuel Lamela, continúa luchando por el derecho a morir dignamente. “Hay médicos que se sensibilizaron, se conoce más la muerte digna, pero morir bien o mal en España sigue dependiendo del médico que te toque”, reflexiona en la sede de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD). Jubilado hace dos años, cree que Leganés fue un hito que ayudó a abrir el debate y sostiene, confiado, que la próxima legislatura será definitiva para hablar de eutanasia sin tapujos. Aquel episodio, sin embargo, todavía arrastra daños colaterales: profesionales que perdieron sus puestos y hoy siguen con depresión.


¿Usted se ha recuperado de aquel linchamiento?

Sí, bueno. Ganamos la batalla. Pero a mí lo que más me costó fue convertirme en un hombre público. Yo era un médico en un hospital con mi historia de militancia política, pero nada más. Y eso de hacerte hombre público en 48 horas fue como si te hubieran dado con un palo de béisbol en la cabeza, es un mazazo, no estás preparado. Tuve que saltar a primera página y lo pasé muy mal. Yo entraba en los platós o en las radios casi vomitando. Y todo el mundo, cuando entraba por ejemplo a un bar a comprar tabaco, me paraba: Doctor Montes, doctor Montes… Y se levantaban a aplaudirme. Eso me costó. Aquella época también conllevó muchos daños colaterales: el sufrimiento de la gente que trabajaba en aquel equipo. Se cesó a muchas personas, algunas aún no se han recuperado. Tengo amigos íntimos que están fastidiados todavía con depresión por haberles quitado la jefatura de servicio, que era su vida profesional. O compañeros que están trabajando en otra comunidad, a los que les dijeron que mientras estuviera el PP, en Madrid no volvían a trabajar. Lleva mucho sufrimiento, pero me han hecho un líder del movimiento por el derecho a morir dignamente. Eso sí, sigo siendo una persona humilde, que no me lo he creído.


¿Aprendió la sociedad del caso Leganés? ¿En qué momento está el debate sobre la muerte digna en España once años después?

El Severo Ochoa fue uno de los puntos importantes para abrir el debate. Aunque primero lo abrió [Ramón] Sampedro con su lucha ejemplar. Tras la acusación de más de 400 homicidios hubo una campaña que fue una cortina de humo para desprestigiar la sanidad pública con la apertura de ocho hospitales en manos privadas, la cesión de suelo… La ciudadanía ni nos enteramos con el impacto de aquella noticia de las sedaciones, una práctica que era habitual, el tratamiento de los síntomas en la agonía. Retuvo mucho. La gente siempre ha usado la política del miedo. Hubo una segunda etapa después de terminar el conflicto, que fue la de analizar claramente lo que había pasado con el surgimiento a su vez de las leyes de muerte digna. Estas leyes autonómicas han servido para poco. Lo que hicieron fue meternos en un túnel del tiempo para no hablar de lo que teníamos que hablar: de la disponibilidad de la propia vida. No obstante, es obvio que se produjeron avances, como que el protocolo de la sedación paliativa terminal esté publicado en la página de la Organización Médica Colegial. Por mi experiencia de activista por la muerte digna y también por la sanidad pública, hay más público en la muerte digna que en la sanidad pública. El interés por ese derecho emergente que hay en la sociedad de procurarnos una buena muerte es un clamor popular. Leganés fue un hito por haber iniciado el debate. Y ahora creo que estamos en plena apertura del debate de una ley de disponibilidad de la propia vida.


¿Cómo se trabaja ahora en Leganés?

Leganés ha pasado página porque se merecía y era necesario pasar página. No puedes estar en una amargura permanente.


Sin embargo, después de todo lo vivido, tres personas se enfrentan a un juicio acusadas de haber auxiliado en su muerte a dos enfermos [las partes han llegado a un acuerdo con la Fiscalía con el que evitan la cárcel]. Se ha registrado la sede de la DMD y vuelve a ponerse en cuestión la sedación paliativa.

Eso es increíble. Se vuelve a confundir la sedación paliativa con eutanasia. Por Dios. Y se confunde lo que es un suicidio con un suicidio asistido.


Prácticamente todos los partidos mencionan la muerte digna en sus programas, algunos incluso la despenalización del artículo 143. ¿Es eso suficiente para comenzar a debatir sobre la eutanasia? ¿Cumplirán los partidos? ¿O pasará de nuevo como con la promesa de Zapatero en 2004?

En este país no hemos debatido de nada. Se nos instauró el bipartidismo, con el ahora tú y ahora yo, con una ‘España va bien y vamos mejorando’. Y aquí no hemos discutido nada. Lo primero fue la OTAN, por los pelos. Y después no se nos ha preguntado si queremos monarquía parlamentaria o República, o por qué no un estatuto laico, y mucho menos por una ley de disponibilidad de la propia vida. A nivel político, la crisis ha producido un cambio, y la legislatura va a consolidar el cambio. No sé quién terminará gobernando, pero hay que cambiar la democracia bipartidista a una profundización de la democracia, y esa profundización lleva a la participación, a la discusión de los programas. Si ocurre lo contrario, yo me voy a mi pueblo a plantar flores. Pero va a salir un nuevo gobierno, que incluso puede ser primera fuerza política [en referencia a Podemos-IU] y me consta que esta vez se abrirá el debate.


Hay parlamentos autonómicos que están elaborando proposiciones no de ley (PNL) para exigir al Gobierno la despenalización de la eutanasia, como ha hecho el PSOE en el País Vasco. ¿Son eficaces estas medidas?

A mí no me parecen buenas, porque las comunidades no tienen competencias para cambiar el ordenamiento jurídico. Hace falta que un grupo legisle, que haga una propuesta y la presente en el Parlamento. En ese sentido, las comunidades están más preparadas que nosotros si de verdad quieren hacer una ley, tienen mejores servicios jurídicos frente a nuestro voluntarismo. Es voluntad política.


¿Sigue siendo entonces una lotería morir bien?

Sí, dependiendo del equipo asistencial que te toque así será tu muerte. Si te toca uno sensible, te irá bien. Si no, es terrible. Este es el panorama. Intentamos que la etapa del duelo sea lo más rápida posible y luego el muerto al hoyo y el vivo al bollo, y no nos lo volvemos a plantear. Todo el mundo quiere morir cuanto más tarde mejor, pero no quiere vivir una vida de no autonomía y no competencias, quiere que el tránsito sea lo más rápido posible, que el sufrimiento sea evitable y que la agonía no se prolongue.


¿No cree que la ley andaluza sí supuso un antes y un después?

La ley andaluza no ha mejorado nada el proceso de morir, sobre todo por las peticiones de ayuda que vienen desde Andalucía.


¿Son muchas?

Como de las demás comunidades. Tampoco hay un gran lanzamiento de testamentos vitales en Andalucía. No han hecho pedagogía. Fue una ley de María Jesús Montero que ha quedado en el cajón. Es cierto que en los primeros momentos sí hizo bastante activismo y se movió para explicarla y desarrollarla. Pero luego cambió de consejería [pasó de Salud a Hacienda] y nadie habla de ley de muerte digna en Andalucía.


¿Cómo ve la situación en Madrid?

Cuando ocurrió lo de Leganés había una unidad en el Gregorio Marañón. Después se han reducido las camas públicas, se crearon unidades en dos hospitales que están a 50 kilómetros de Madrid, y el resto se dio a instituciones religiosas.


¿Qué piden las personas que acuden a la asociación?

Vienen por información del testamento vital o plantean alternativas al diagnóstico… Piden consejos y también vienen o llaman diciendo que quieren morirse. También, como en todas las asociaciones, está el palizas que quiere hablar con alguien porque se siente muy solo. Cuando se comprueba que una persona tiene una enfermedad irreversible, pasa al equipo médico, que es el que le dice que tiene que renunciar al tratamiento y comunicárselo a su médico. Todas nuestras actuaciones se refieren a casos del sistema público.


¿Y si el sistema público falla? ¿Si el equipo asistencial no considera que el paciente reciba en ese momento una sedación?

Pues ocurre lo que hizo este hombre acusado, que llamó a otro amigo médico [también acusado] para que le consiguiera la medicación para sedar a su hermano. Si tienes suficientes amistades para que un médico le produzca al paciente la muerte sin ningún problema, se soluciona bien. Pero estamos hablando de situaciones de privilegio. Yo sé que yo, Luis Montes, voy a morir mejor que tú. Y eso es una situación de una injusticia social total, que sólo se puede corregir con una ley de muerte voluntaria.


¿Eso implica aumentar los cuidados paliativos también?

Cuando Holanda aprueba la ley de eutanasia, el soporte que tenían los ciudadanos cuando fracasaba la medicina activa no llegaba al 15%. Si tú haces una ley de muerte voluntaria tienes que poner inmediatamente en marcha todas las alternativas al tratamiento, y eso conlleva la universalización de los cuidados paliativos. Después de la ley de autonomía del paciente, en España habría que haberlos puesto en la cartera de servicios. No hay que legislar. Hay que implementarlos económicamente. Porque si no, puede pasar lo que ha pasado con la ley de dependencia, que la gente se muere sin disfrutar de su derecho.

EL JUEZ Y LA VERDAD DEL CASO DEL DOCTOR MONTES

Mensaje por Invitado » Lun 01 May, 2017 4:49 pm

¿Tendrán entonces los gobernantes el cuajo de resolver el problema ejecutando a quienes peinen canas? Si son capaces de autorizar el holocausto de niños, ¿por qué van a tener escrúpulos a la hora de aplicar a los abuelos lo que Hitler, mirando a los judíos, llamaba solución final? Yo no lo veré. Los jóvenes quizá sí.
otro ...... este si que es gelipollas al cuadrado. (vamosss mas que el pantuflo)
pena de país ... y esto son los pensadores de cabecera de cierta gente .... vamossss .... que prefiero al fedeguico .... al menos es mas despierto.

EL JUEZ Y LA VERDAD DEL CASO DEL DOCTOR MONTES

Mensaje por Invitado » Lun 01 May, 2017 1:42 am

EL LOBO FEROZ
La solución final

FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ

Quedan aún en el mundo minúsculas etnias cuyos miembros practican la antropofagia, pero nadie, fuera de ellas, se atrevería hoy a defender los sacrificios humanos. Siendo así, cualquier homo sapiens cuyas tragaderas morales no hayan sido anestesiadas por el tósigo de la corrección política se hace cruces ante el contradiós de que el aborto haya pasado a formar parte del acervo de los derechos humanos sin que tamaña muestra de irracionalidad e inmoralidad suscite el horror que merece. Cierto es que las asociaciones antiabortistas van a más pese al clamor sectario de quienes llaman fachas a cuantos no reconocemos ese derecho, que media América, al elegir a Trump, ha condenado la interrupción voluntaria del embarazo (eufemismo cínico) y que dos de cada tres ginecólogos italianos se niegan a colaborar en infanticidios, pero la práctica totalidad de los gobiernos democráticos no sólo permiten, sino que incluso aconsejan el recurso a esa salvajada, cuyo ya lejano origen debe buscarse en las convicciones malthusianas de la ONU y de quienes la crearon. Conste que yo también lo soy, malthusiano a ultranza y, por ello, decidido valedor de la imperiosa necesidad de poner coto al crecimiento demográfico, pero no al precio de asesinar a los nascituros. Existen métodos menos sanguinarios y todos, incluyendo a los políticos, a las feministas y a los pijoprogres, los conocemos. Hace ya medio siglo se estrenó la película Soylent Green, que en España se llamó Cuando el futuro nos alcance. Es del género utópico y transcurre en un planeta exhausto, el nuestro, en el que debido al deterioro del ecosistema y al invierno nuclear ya sólo cabe alimentarse recurriendo a los cadáveres. Con ellos se elabora un producto, el soylent green, que se distribuye a una población ignara de lo que contiene. Para que tan suculento chute de proteínas no falte es necesario dar piadosa muerte a quienes alcanzan la edad provecta. No es inimaginable, siguiendo la ilógica lógica de la permisividad abortista, que esa situación deje de ser utópica. La población va a seguir creciendo y más pronto que tarde la hambruna se generalizará. ¿Tendrán entonces los gobernantes el cuajo de resolver el problema ejecutando a quienes peinen canas? Si son capaces de autorizar el holocausto de niños, ¿por qué van a tener escrúpulos a la hora de aplicar a los abuelos lo que Hitler, mirando a los judíos, llamaba solución final? Yo no lo veré. Los jóvenes quizá sí.

El suicidio clandestino de José Antonio

Mensaje por Invitado » Jue 06 Abr, 2017 4:06 pm



Ley de eutanasia
El suicidio clandestino de José Antonio: "Si ves este vídeo es que conseguí ser libre"

La muerte de este enfermo de ELA reabre el debate sobre una ley de eutanasia. "Le he dicho a mi familia que tarden en volver, así nadie podrá acusarles de colaboración con el suicidio", asegura en un vídeo póstumo de denuncia.

El suicidio de un enfermo de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), conocido hoy, ha reabierto el debate sobre la necesidad de aprobar una ley de suicidio asistido y eutanasia que despenalice la "colaboración necesaria" para que una persona pueda poner fin a su vida por decisión propia.

José Antonio Arrabal, diagnosticado desde 2015 de esta enfermedad degenerativa e incurable, se suicidó delante de una cámara de vídeo "indignado" por "tener que morir en la clandestinidad", según sus propias palabras, para reclamar el suicidio asistido y la eutanasia, ha informado El País.

Este paciente llevaba meses planeando su suicidio, que llevó a cabo el pasado 2 de abril a través de la ingesta mediante una pajita de dos frascos de medicamentos adquiridos por internet, aprovechando que su familia no estaba en casa.


Este paciente llevaba meses planeando su suicidio, que llevó a cabo el pasado 2 de abril"


A partir de este momento, al igual que ocurre en cualquier suicidio, intervendrá un juez al considerarse una muerte violenta para descartar que se haya cometido un delito, explica Fernando Marín, doctor y presidente de la Asociación Derecho a Morir Dignamente.

También el jurista Ignacio Fernández Vega, portavoz de Jueces para la Democracia, confirma que, tras conocerse la muerte de Arrabal, "se abren unas diligencias penales para investigar si los hechos pueden ser constitutivos de delito, es decir, si alguien ha podido colaborar o cooperar en el suicidio de esta persona".

En concreto, el Código Penal, en el artículo 143.4 establece que "el que causare o cooperare activamente con actos necesarios y directos a la muerte de otro por la petición expresa, seria e inequívoca de éste, en el caso de que la víctima sufra una enfermedad grave que condujera necesariamente a su muerte o que produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar" será castigado con pena de prisión.

En este caso, Arrabal "conservaba cierto grado de autonomía, la suficiente como para proveerse de los medios y llevar a cabo su decisión de morir de forma autónoma", por lo que, "no hay ninguna duda sobre la participación de un tercero" que pueda suponer un delito y el caso será sobreseído, opina Marín.

Distinto fue el caso del gallego José Luis Sampedro, que estaba tetrapléjico, y en el que "quedaba claro" que no podía haber llevado a cabo su suicidio sin la "cooperación necesaria".

Murió solo, sin su familia

El responsable de Derecho a Morir Dignamente ha lamentado que la falta de regulación ha provocado que el paciente de ELA se haya visto privado de pasar sus últimos momentos de vida acompañado de su familia y de un profesional sanitario que garantizara que el procedimiento "iba a ir bien, de una forma rápida e indolora".

"Regular el suicidio asistido es necesario y Arrabal, con su muerte trágica, ha querido llamar la atención sobre un tema que debe abordarse de una vez por todas", destaca a Efe el magistrado, quien ha opinado que es necesaria una ley, que "más allá de la muerte digna regule el suicidio asistido".

Muerte digna

Mensaje por Invitado » Jue 13 Oct, 2016 7:15 pm

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Holanda planea permitir la ayuda a morir a mayores con “cansancio vital”

La propuesta del Gobierno contempla el suicidio asistido para quienes consideren que ya han vivido lo suficiente, pero no están enfermos ni padecen sufrimientos físicos insoportables

El Gobierno holandés ha elevado al Parlamento una propuesta para regular la ayuda a morir de las personas mayores que consideren que ya han vivido lo suficiente, pero no están enfermas ni padecen sufrimientos físicos insoportables. Se trata de evitar que se quiten la vida por su cuenta. Este nuevo supuesto de suicidio asistido, al que se opone el Colegio de Médicos, no está contemplado en la vigente Ley de Eutanasia (2002, el primer país en legalizarla), que excluye a los extranjeros y que sólo la permite —siempre aplicada por un facultativo que ha debido consultar antes con otro colega— para pacientes desahuciados y con dolores insoportables y sin alivio, que lo hayan solicitado de forma voluntaria y meditada. La propuesta del Gobierno no detalla desde qué edad se podría acceder a esta nueva fórmula.


Leyes sobre muerte digna

M. R. SAHUQUILLO

Los países que han legislado para permitir una muerte digna normalmente hacen una distinción entre lo que consideran suicidio médicamente asistido o eutanasia. La diferencia en estas normas es quién administra los fármacos que ponen fin a la vida.

Suicidio médicamente asistido. Consiste en suministrar o prescribir al paciente los fármacos para que este muera. Bajo determinadas circunstancias, es legal en Suiza, por ejemplo, pero a una persona enferma que debe ser, además, quien personalmente se administre estos medicamentos. Esta una fórmula que también se permite legalmente en algunos Estados de Estados Unidos, como en Oregón, donde el paciente –enfermo y tras la autorización y la prescripción de los sanitarios— es quien se autoadministra los fármacos.

Eutanasia. Etimológicamente significa “bien morir” (del griego), pero consiste en que un profesional sanitario suministre a un paciente capaz con una enfermedad terminal o irreversible, que experimenta un sufrimiento no mitigable por otros medios, una medicación para poner fin a su vida porque lo pide de forma voluntaria, expresa, clara, reiterada e informada. Es legal en Holanda, Bélgica y Colombia, por ejemplo.

En España ambas fórmulas son ilegales.

“No hay salida para los que ya no deseen vivir porque estiman completo su ciclo. Han perdido a sus seres queridos y a sus amigos, y caen en la apatía y el cansancio vitales. El Gobierno piensa que su búsqueda de ayuda para acabar con todo es legítima”, indica la propuesta. Si bien los ministerios de Justicia y Sanidad se comprometen “a defender la vida”, “cuando a la falta de perspectivas se añade un deseo persistente, libre y activo, es posible actuar”, señalan ambos departamentos. Antes, será necesario “que un asistente cualificado mantenga una serie de conversaciones con el afectado”. “Tras una segunda revisión del caso, efectuada por otro ayudante, este puede recetar el fármaco letal que será recogido en una farmacia", explica la nota remitida a la Cámara. La propuesta contempla la creación de una nueva disciplina dedicada exclusivamente a este tipo de ayuda y para la que habría que recibir formación de medicina, psicología y enfermería.

La propuesta, firmada por los ministerios de Sanidad y Justicia, indica que las conversaciones “con facultativos y otras instancias involucradas en esta clase de asistencia” darán comienzo de inmediato. Una vez consultados, el legislador deberá hacer una excepción en el apartado de ayuda al suicidio, regulado hasta la fecha solo con vistas a despenalizar, en condiciones estrictas, la eutanasia. Teniendo en cuenta que las próximas elecciones legislativas están previstas para 2017, lo más probable es que la aprobación de la nueva norma recaiga en un nuevo Ejecutivo.

El viraje oficial choca con las conclusiones de la comisión encargada el pasado febrero de examinar el concepto —y las consecuencias— de “una vida agotada”. Elaboradas bajo la supervisión del senador liberal de izquierda Paul Schnabel, señalaban que “la mayoría de los que se sienten así, y desean morir, sufren a la vez una enfermedad y encajan en los supuestos de la eutanasia”. Los médicos, por su parte, califican la eutanasia de “último recurso”, y no quieren que sea considerada un derecho por la población. Son los facultativos de cabecera quienes la practican y quieren evitar presiones familiares, o del propio afectado. En su momento, los liberales de derecha e izquierda, y el partido de los ecologistas, se mostraron partidarios de ampliar el radio de acción de la eutanasia. Los grupos confesionales, protestantes y calvinistas, apoyaron el informe Schnabel.

En 2014, las cinco comisiones que revisan la legalidad de las eutanasias practicadas en el país registraron 5.306 casos (un 10% más que el año anterior). Casi un 75% de los enfermos tenía cáncer. Cerca de un 41%, problemas psiquiátricos.

En 2013, la apertura de la Levenseindekliniek (Clínica para Morir), la primera de su clase de carácter privado, revolucionó la aplicación misma de la ley. En su primer año de actividad, recibió 714 ruegos, de los cuales practicó 104. Como las dolencias físicas acaparan las eutanasias de la sanidad pública, a la nueva clínica recurrieron los que habían sido rechazados por tener problemas psiquiátricos y diversos grados de demencia. La tendencia al alza en este grupo se ha mantenido en los años siguientes.

El pasado enero, Sanidad añadió un nuevo protocolo que suavizaba las exigencias en casos de demencia aguda. Esta ha sido siempre una de las denominadas zonas grises de la ley, porque excluía, según los críticos, a los aquejados de pérdida de facultades mentales, progresivas e irreversibles en la mayoría de los casos estudiados. Hasta ese momento, el legislador consideraba muy difícil saber si el paciente estaba seguro y comprendía las consecuencias de su deseo. Ahora, la eutanasia puede aplicarse en fases avanzadas del deterioro siempre que quien la reclame haya firmado, cuando estaba consciente, y en presencia de su médico, una declaración formal. De no tenerla, el castigo puede ser el contemplado por la norma desde 2002: hasta 12 años de cárcel.

Mensaje por Invitado » Mié 04 Feb, 2015 8:03 pm

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En la Comunidad de Madrid
El doctor Montes quiere "mejorar el proceso de morir" con Podemos

Miguel Urbán, que aspira a liderar el partido en la CAM, ha presentado, junto a Montes, su "plan de medidas en defensa de la Sanidad Pública".

Miguel Urbán, uno de los fundadores de Podemos que aspira a liderar el partido en la Comunidad de Madrid ha presentado, junto al doctor Montes, su "plan de medidas en defensa de la Sanidad Pública", para aplicar en la comunidad en sus primeros 20 días de Gobierno, en el caso de que lleguen al poder. Entre ellas, "mejorar el proceso de morir en la Comunidad de Madrid".

Además, desde la candidatura de Urbán, llamada "Podemos ganar Madrid". se han precisado medidas más concretas.

Ha sido el propio Luis Montes el que las ha anunciado este miércoles a las puertas del Hospital de La Paz. Entre ellas "mejorar el proceso de morir en la Comunidad de Madrid"." Vamos a garantizar los tratamientos que eviten el sufrimiento al final de la vida y garantizar que aquel ciudadano madrileño que solicite el morir dormido, lleve a cabo su determinación", ha explicado.

Mensaje por Invitado » Jue 08 Ene, 2015 7:56 pm

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Un enfermero alemán confiesa haber asesinado a 30 pacientes

El enfermero utilizó inyecciones con una sobredosis de un fármaco para el corazón

Cuando el enfermero Niels H. compareció ante un juez en Alemania, en septiembre de 2014, acusado de haber matado a tres personas y de dos intentos de asesinato, todo parecía indicar que el proceso sería breve y que el acusado sería encontrado culpable. Pero en el curso del juicio, la fiscalía, con la ayuda de testigos clave, llegó a la conclusión de que el acusado podría esconder un secreto que, de ser revelado, lo convertiría en el peor asesino en serie en la historia del país.

Parte de su terrible secreto quedó revelado este jueves, cuando se dio a conocer el contenido de un examen psiquiátrico que fue presentado a la Audiencia Territorial de Oldenburg. Según el documento, Niels H., de 38 años, confesó haber matado a unos 30 enfermos, además de reconocer su autoría en los cinco casos que le imputaba la fiscalía.

Las muertes de los enfermos tuvieron lugar en la clínica Delmenhorst, cercana a Oldenburg, entre 2003 y 2005. El enfermero utilizó inyecciones con una sobredosis de un fármaco para el corazón. Según el especialista que presentó el informe psiquiátrico, el hombre también confesó que unos sesenta pacientes habían logrado sobrevivir a su inyección.

Niels H. ya había sido condenado por la Audiencia Provincial de Oldenburg en 2008 a una pena de siete años y medio de cárcel por un asesinato frustrado en la unidad de cuidados intensivos de la clínica. El enfermero fue sorprendido por un colega cuando intentaba inyectar el fármaco.

Todo parecía haber concluido con el juicio y la condena, pero el enfermero se jactó, ante otros reos, de haber matado a más pacientes. "Después de haber matado a 50 pacientes dejé de contar", habría dicho. La revelación llegó a oídos de la fiscalía, que retomó la investigación para aclarar la muerte de 174 pacientes en la clínica, todas ocurridas entre los años 2003 y 2005. Después de descubrir que todas las muertes habían ocurrido en un turno en el que trabajaba Niels H., las autoridades decidieron llevar nuevamente al enfermero ante un juez.

Mensaje por alma compasiva » Mar 28 May, 2013 12:28 am



"Cuando ya las veía muertas, pensaba: mira qué bellas"

Comienza el juicio
El celador de Olot dice que en ningún momento pensó que cometía asesinatos

"Yo no podía ver sufrir a las personas; yo los quería", declara el acusado.

Está acusado de la muerte de 11 ancianos



El celador de Olot (Girona), Joan Vila, ha asegurado en su declaración durante el juicio oral que ha empezado este lunes en el Palacio de Justicia de Girona que en ningún momento pensó que provocando la muerte a once ancianos del geriátrico de La Caritat de Olot cometía asesinatos. "Yo no podía ver sufrir a las personas, me sabe mal cuando dicen que tenía intención de matarlos, yo los quería, eran mi vida estas personas; La Caritat era mi vida", ha manifestado el acusado a preguntas del fiscal. En su declaración ante el jurado popular, que ha empezado poco antes de las 17 horas y que ha durado más de tres horas, ha reconocido los crímenes y ha insistido en que él creía estar ayudando a los ancianos -que tenían la salud muy delicada- y que nunca pensó que era el causante de su sufrimiento, incluso en los casos en los cuales suministró lejía o productos similares a las víctimas.

"Nunca pensé que era yo la persona que las mataba, no tenía esta percepción. A las que les di productos cáusticos lo hice para aliviarlas, pero cuando veía que sufrían era como si yo no fuera el responsable de ese dolor. Si hubiera sido consciente hubiera parado", ha repetido continuamente el ex celador, quien ha insistido que no soportaba ver como los ancianos sufrían.

Y es que ha confesado que la muerte no le daba miedo, pero sí el sufrimiento; de hecho, ha explicado que cuando era joven vio sufrir mucho a una tía suya que tuvo cáncer y que eso le ha marcado: "El hecho del sufrimiento para no llegar a ningún sitio, para morir igual me da miedo", ha manifestado.

"Quería aliviarles el sufrimiento, no planifiqué nada, ni me escondía, la cosa quedaba entre las víctimas y yo. Yo les ayudaba a morir, me ha costado entender que cometía un asesinato", ha dicho.

A preguntas de uno de los abogados de la acusación particular, Vila ha expuesto que creía que moralmente estaba actuando bien y que si hubiera sabido que legalmente no era correcto lo que hacía, no lo hubiera hecho.

Incluso ha reconocido lo que sentía cuando veía a las víctimas muertas: "Pensaba que bien que están ya, que estaban mejor muertas que vivas, ya que sufrían mucho en vida".

El celador también ha contado que después de probar muchos trabajos -en fábricas, en las hostelería o como peluquero- cuando descubrió el mundo de la geriatría vio que trabajando en ello era feliz: "Para mi la tarea en La Caritat no ha sido un trabajo, me sentía muy a gusto, muy querido, ha sido la mejor etapa de mi vida".

Vila ha negado que el hecho de matar a los ancianos le hiciera sentir bien o cómo Dios, y ha concretado que los días de los últimos asesinatos -en octubre de 2010- estaba desequilibrado, ya que bebía y había dejado la medicación, lo que le hacía sentir eufórico y pletórico.

"Nunca los maté para conseguir euforia, ¡uy no!", ha contestado a respuestas de uno de los abogados de la acusación particular.

Finalmente, Vila ha admitido que ahora, después de un estricto tratamiento psiquiátrico, tiene mucho sentimiento de culpabilidad: "Me han hecho entender que estaba matando, que no podía hacerlo. No lo veía como un asesinato, si lo hubiera visto así, no lo hubiera hecho".

"Me siento muy culpable, sobre todo de las muerte de las tres últimas víctimas. Para mi estar en la cárcel no es sufrimiento, pero recordar a las víctimas sí me hace sufrir, ya que si hubiera pensado que las estaba matando no lo hubiera hecho", ha expuesto a preguntas de su abogado.

El juicio oral, que ha arrancado este lunes, se alargará hasta el 7 de junio, y el acusado se enfrenta a una pena de 194 años de cárcel, según la petición del fiscal, que le acusa de once asesinatos con alevosía y tres de estos once con ensañamiento, ya que dio productos cáusticos a sus víctimas.

Mensaje por Invitado » Mié 17 Abr, 2013 4:16 am


«Han secuestrado nuestra muerte. Mi vida es mía y me apeo cuando quiero»

    ■ «El debate sobre la eutanasia no se abre porque el moribundo no suele votar y porque con la Iglesia hemos topado»
    ■ Luis Montes Médico y presidente de Derecho a Morir Dignamente (DMD)


Lo llamaron «nazi» y «doctor muerte». Lo acusaron de haber cometido 400 homicidios por sedaciones ilegales. Y no pasó nada. El doctor Luis Montes Mieza (Villarino de los Aires, Salamanca, 1949) era jefe del servicio de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés cuando fue denunciado por mala praxis durante el denominado 'caso Lamela', pero la Justicia le declaró inocente. Hoy, el anestesista y presidente de la Asociación Derecho a Morir Dignamente interviene en el Curso de Extensión de la Universidad de Oviedo 'Vidas íntegras y muertes razonables'.

-¿Ya le ha pagado Miguel Ángel Rodríguez lo que le debía?

-La sentencia fue puramente testimonial. Y no solo por la cuantía después de las barbaridades que dijo. Además, porque quienes tuvieron que pagar al doctor Montes fueron los medios donde este señor salió. Se repartió entre 'La Noria', de Telecinco, y TVE, así que la mitad de la cuantía la pagó el erario público, la pagamos los españoles. A él le condenaron a pagar los gastos del juicio.

-¿Se considera víctima de una campaña de acoso y derribo?

-Fue público y notorio. Pero, cuando realmente me hicieron escrache, fue cuando fui a declarar. Los militantes del PP, que fueron convocados a la puerta de juzgado, casi me linchan. Y en presencia de mis hijos, además.

-¿Se ha recuperado?

-En mi vida profesional, acabaron con un proyecto muy bonito, en el que lo estábamos haciendo bien. Además, con bastante represión. Acabaron con 16 compañeros que trabajaban conmigo. Ahora, no trabajo nada más que yo en el Severo Ochoa. Y destituyeron a jefes de servicio, supervisores... Hicieron mucho daño personal. A nivel moral, me satisface bastante que se abriese el debate de la eutanasia y del suicidio asistido en este país. Me satisface que, gracias al 'caso Leganés', se pueda morir mejor en este país.

-Lamenta que nunca se le haya pedido perdón a los pacientes.

-Con la superioridad con la que el PP gobierna, siempre en posesión absoluta de la verdad, pedir perdón sería un acto de humildad impensable. Diríamos: «¡Nos los han cambiado! ¡Estos no son los que eran!». (Risas) ¿Pedir perdón? Ni se les ocurre.

-Nunca volvió a su anterior cargo.

-No. Me destituyeron «por cuestiones organizativas». Y no organizaron nada. Lo desorganizaron todo.

-Sostiene que todo aquello no fue más que una cortina de humo para ocultar la privatización de la sanidad madrileña.

-Fue una campaña mediática nacional tremenda. Todos los días, de marzo a agosto, primeras páginas y cientos de titulares: «400 homicidios, sedaciones irregulares, comisiones de investigación». No se hablaba de otra cosa y, mientras tanto, Madrid daba contratos a empresas privadas para la construcción de seis nuevos hospitales. Lo que querían era que los ciudadanos no debatieran sobre los planes del Gobierno. Y el tiempo nos ha dado la razón, porque parece que lo van a privatizar absolutamente todo.

-También para que la eutanasia no llegase a la agenda política. ¿Por qué el asunto sigue postergado?

-Según la última encuesta del CIS, más del 80% de los ciudadanos defienden la eutanasia pasiva. Y el porcentaje baja al 67% si se trata de que los médicos o de que el colaborador necesario procure los medios al enfermo para poner fin a su vida. Es un clamor y ellos conocen perfectamente esa encuesta. ¿Por qué, entonces, no se abre el debate habiendo tanta concordancia?

-Dígamelo usted.

-Por dos motivos. El primero: que los que nos morimos -y eso sí que es una verdad absoluta, que aquí no nos vamos a quedar- no somos candidatos a votantes. Y segundo: porque con la Iglesia hemos topado. La ley del matrimonio entre personas del mismo sexo suponía mucho más debate social, no había unas encuestas de opinión tan claras como con la eutanasia, pero ya con un enfrentamiento vale. Si encima los ciudadanos pueden decidir sobre su muerte, si la vida ya no es un don recibido, apaga y vámonos. Sería pasar de súbdito a ciudadano. Un ciudadano que intenta gestionar lo mejor que puede su vida -aunque con los recortes cada vez se puede gestionar peor- y su muerte. Pero no nos dejan. Nos la han secuestrado y siempre está en manos de terceros. Ellos nos quieren una sociedad potencialmente suicida, porque es ingobernable. Es un ejercicio de la libertad tan supremo que les da un miedo terrorífico.

-La ley de muerte digna del PSOE se quedó en papel mojado.

-Lo que pedimos ahora son tres. Una es la de rechazo al tratamiento. La segunda, de planificación de voluntades y de universalización de los cuidados paliativos, que son un derecho que pagamos todos. Y la tercera es una ley de muerte a petición o muerte voluntaria, que lo engloba todo. Ese es, por ejemplo, el marco jurídico holandés, pero en este país sólo tenemos una.

-La de autonomía del paciente, que data de 2002, de signo popular.

-Así es. Permite rechazar el tratamiento, aunque eso conlleve tu muerte.

-Asegura usted que piensa vivir muchos años, pero preparado.

-Tengo mi testamento vital hecho y soy médico. Y los médicos nos morimos mejor. Yo manejo mejor las drogas que cualquier otro profesional y, además, tengo amigos que las saben manejar. Yo me voy a morir mucho mejor que tú, aunque antes (Risas). Y eso me parece totalmente injusto. Que tú te mueras mejor que otro porque tienes un cuñado anestesista o una profesión concreta.

-¿Las veremos esta legislatura?

-No. Con el PP, jamás, porque no creen en la autonomía, pero quizá en la siguiente. Es una ley que nos beneficia a todos, con absoluto respecto para los que creen que la vida es sagrada, pero una minoría no puede decidir por los que somos mayoría. Mi vida es mía y me apeo de ella cuando yo quiero.

Mensaje por diligentes » Jue 31 Ene, 2013 4:12 pm

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Destaca su "diligencia" periodística
La Justicia ampara a Jiménez Losantos y César Vidal en sus críticas al doctor Montes

Los dos periodistas han sido absueltos de un delito de injurias contra el doctor José Luis Montes. El juez ampara su libertad de expresión.

El titular del juzgado de lo Penal número 11 de Madrid ha decidido absolver al presidente de LD y director de Es la Mañana..., Federico Jiménez Losantos, al escritor y director de Es la Noche..., César Vidal, así como a la periodista Cristina López Schilichting de un delito continuado de injurias contra Luis Montes. La sentencia, que llega tras la querella criminal que impuso Montes contra los tres periodistas, ampara a los acusados y enmarca todas sus críticas al médico en su libertad de información y opinión.

El juez, que se apoya en la jurisprudencia del Supremo y del Tribunal Constitucional, afirma que las expresiones de los periodistas se hicieron "en el ejercicio de la libertad de expresión e información" y que se encuadran "dentro de un derecho a la crítica ejercida en su condición de periodistas". Afirma que pese a que algunas de ellas pudieron ser "no muy afortunadas", "no tienen encaje en el delito de injurias" ya que los periodistas estaban emitiendo su opinión sobre los querellantes "en relación con un asunto de trascendencia social, ya que estaba en todos los medios", en alusión al escándalo de las sedaciones en el hospital de Leganés.


Lea la sentencia que absuelve a Losantos y Vidal tras la querella del doctor Montes

Mensaje por Montes ante el fascismo » Mar 20 Mar, 2012 2:38 am

Montes ante el fascismo escribió:
Qué canalla es la derecha que tenemos, nacida del culo de Franco, asesina y cruel, hasta con el doctor Montes, una figura de paliativos. Se joden: el juez no picó en sus calumnias.


:clap: :clap: :clap: :clap:

Mensaje por Panic!!! » Mar 20 Mar, 2012 12:45 am

Doctor M. escribió:Imagen


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Mensaje por Doctor M. » Mar 20 Mar, 2012 12:41 am

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Mensaje por Montes ante el fascismo » Mar 20 Mar, 2012 12:39 am

Qué canalla es la derecha que tenemos, nacida del culo de Franco, asesina y cruel, hasta con el doctor Montes, una figura de paliativos. Se joden: el juez no picó en sus calumnias.

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