Mensaje por Invitado » Sab 14 Mar, 2020 2:55 am
35.3 k La murciana abrió el pasado noviembre su perfil de Instagram, donde da profusa cuenta de sus actividades y publicita marcas y clínicas estéticas. Esta es la última foto de su muro.MAR TORRESUNA ‘INFLUENCER’ EN MURCIALa novia de Froilán ha pasado una temporada en su tierra natal haciendo unas prácticas en la universidad con plantas y trufas del desierto. Quiere dirimir su futuro, aunque su carrera de ‘influencer’ sigue imparable. CONSUELO FONTPESE A QUE MAR TORRES (21) DESPEDÍA el año en su Instagram con una romántica dedicatoria a Froilán Marichalar, “sin duda, lo mejor de mi 2019, te quiero”, publicando una inédita foto de ambos, no se ha vuelto a ver junta a la pareja. Crisis aparte en su intermitente noviazgo, existe una razón, y es que la flamante influencer puso poco después tierra de por medio y tras unas vacaciones en las Islas Vírgenes, se marchó a Murcia.
De allí es originaria su familia, dueña del grupo El Pozo, un imperio que incluye desde embutidos a hoteles, bodegas e inmobiliarias, cuya fortuna supera los 1.000 millones de euros. Mar se matriculó en un cursillo de prácticas en el Área Científica y Técnica de Investigación del campus de Espinardo, la universidad pública murciana donde su abuelo paterno, Juan, fue catedrático de Historia. El curso ha consistido en algo bastante exótico, como trabajar con trufas del desierto en un laboratorio de plantas, algo que seguramente se relaciona con alguna innovación cosmética.
En Murcia reside su padre, Juan Torres-Fontes Suárez, un promotor inmobiliario descendiente de los marqueses de Ordoño, quien se separó de Mar Fuertes Quintanilla, madre de la
influencer, hace más de una década. Ella se marchó a vivir a Madrid con sus dos hijas, Mar y Marta, y él contrajo nuevo matrimonio, del que tiene dos hijos más. Mar se lleva muy bien con su padre, tanto que incluso ha acudido en alguna ocasión con Froilán a la casa de veraneo que éste tiene en la Dehesa de Campoamor. Aunque en Murcia ha hecho vida de familia y se ha dedicado a estudiar y al deporte, no ha olvidado su faceta de
influencer. El 27 de febrero fue la estrella de la inauguración del casino Odiseo, donde lució un sugestivo vestido de lentejuelas plateadas de la firma murciana Laura Bernal.
Tras la estancia murciana Mar ha anunciado esta semana en las redes que se ha instalado de nuevo en Madrid para continuar con sus estudios de márketing. Le quedan dos años para terminar su carrera y según ella misma ha indicado, las prácticas en Murcia se deben a que está viendo diversos sectores donde enfocar su futuro, aparte del mundo de la moda, su gran pasión.
Mar es alumna del The College for International Studies (CIS), el exclusivo centro en el barrio de Salamanca donde Froilán cursa también administración de empresas, por tanto, a partir de ahora, se comprobará si vuelven a aparecer juntos o están afrontando un nuevo bache en su noviazgo. Una relación que iniciaron de adolescentes, cuando ambos estaban internos en el SAFA de Sigüenza y oficializaron en verano de 2017, tras regresar el primogénito de la infanta Elena de otro internado, el Blue Ridge de Virginia, en Estados Unidos.
En noviembre pasado su novia, hasta entonces muy modosita y poco amiga de los flashes, sorprendió a propios y extraños convirtiéndose en
influencer y abriendo al público su cuenta de Instagram donde cuenta con 35.300 seguidores. Totalmente profesionalizada, tiene un representante, Víctor Ogalla, de la agencia Rimmeo, que le gestiona sus comparecencias en eventos y medios de comunicación. Asimismo tiene asociada su cuenta a 21 Buttons, una red social que comparte sus posados con ropa y complementos de firma, y añade las paginas webs de cada marca a los looks que exhibe, logrando así jugosas comisiones de las ventas. No se corta tampoco en publicitar las intervenciones estéticas que, pese a su juventud, se ha practicado, como hizo cuando se hizo una bichectomía para marcar pómulos, publicitando el nombre de la clínica, Ceme, y del cirujano, José Francisco Ochoa. Ahora ha anunciado a sus
followers una sorpresa. ¿Sera un nuevo retoque?
LA OTRA CRÓNICA EL MUNDO SÁBADO 14 DE MARZO DE 2020
[img]https://i.imgur.com/zQJYBke.jpg[/img]
[color=#ff151e][b]35.3 k[/b][/color] [f]La murciana abrió el pasado noviembre su perfil de Instagram, donde da profusa cuenta de sus actividades y publicita marcas y clínicas estéticas. Esta es la última foto de su muro.[/f]
[t1=180][color=#ff151e]MAR TORRES[/color][/t1]
[t1=200]UNA ‘INFLUENCER’ EN MURCIA[/t1]
[t1=130]La novia de Froilán ha pasado una temporada en su tierra natal haciendo unas prácticas en la universidad con plantas y trufas del desierto. Quiere dirimir su futuro, aunque su carrera de ‘influencer’ sigue imparable.[/t1]
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[size=85][color=#ff151e][s]P[/s][/color][/size]ESE A QUE MAR TORRES (21) DESPEDÍA el año en su Instagram con una romántica dedicatoria a Froilán Marichalar, “sin duda, lo mejor de mi 2019, te quiero”, publicando una inédita foto de ambos, no se ha vuelto a ver junta a la pareja. Crisis aparte en su intermitente noviazgo, existe una razón, y es que la flamante influencer puso poco después tierra de por medio y tras unas vacaciones en las Islas Vírgenes, se marchó a Murcia.
De allí es originaria su familia, dueña del grupo El Pozo, un imperio que incluye desde embutidos a hoteles, bodegas e inmobiliarias, cuya fortuna supera los 1.000 millones de euros. Mar se matriculó en un cursillo de prácticas en el Área Científica y Técnica de Investigación del campus de Espinardo, la universidad pública murciana donde su abuelo paterno, Juan, fue catedrático de Historia. El curso ha consistido en algo bastante exótico, como trabajar con trufas del desierto en un laboratorio de plantas, algo que seguramente se relaciona con alguna innovación cosmética.
En Murcia reside su padre, Juan Torres-Fontes Suárez, un promotor inmobiliario descendiente de los marqueses de Ordoño, quien se separó de Mar Fuertes Quintanilla, madre de la [i]influencer[/i], hace más de una década. Ella se marchó a vivir a Madrid con sus dos hijas, Mar y Marta, y él contrajo nuevo matrimonio, del que tiene dos hijos más. Mar se lleva muy bien con su padre, tanto que incluso ha acudido en alguna ocasión con Froilán a la casa de veraneo que éste tiene en la Dehesa de Campoamor. Aunque en Murcia ha hecho vida de familia y se ha dedicado a estudiar y al deporte, no ha olvidado su faceta de [i]influencer[/i]. El 27 de febrero fue la estrella de la inauguración del casino Odiseo, donde lució un sugestivo vestido de lentejuelas plateadas de la firma murciana Laura Bernal.
Tras la estancia murciana Mar ha anunciado esta semana en las redes que se ha instalado de nuevo en Madrid para continuar con sus estudios de márketing. Le quedan dos años para terminar su carrera y según ella misma ha indicado, las prácticas en Murcia se deben a que está viendo diversos sectores donde enfocar su futuro, aparte del mundo de la moda, su gran pasión.
Mar es alumna del The College for International Studies (CIS), el exclusivo centro en el barrio de Salamanca donde Froilán cursa también administración de empresas, por tanto, a partir de ahora, se comprobará si vuelven a aparecer juntos o están afrontando un nuevo bache en su noviazgo. Una relación que iniciaron de adolescentes, cuando ambos estaban internos en el SAFA de Sigüenza y oficializaron en verano de 2017, tras regresar el primogénito de la infanta Elena de otro internado, el Blue Ridge de Virginia, en Estados Unidos.
En noviembre pasado su novia, hasta entonces muy modosita y poco amiga de los flashes, sorprendió a propios y extraños convirtiéndose en [i]influencer[/i] y abriendo al público su cuenta de Instagram donde cuenta con 35.300 seguidores. Totalmente profesionalizada, tiene un representante, Víctor Ogalla, de la agencia Rimmeo, que le gestiona sus comparecencias en eventos y medios de comunicación. Asimismo tiene asociada su cuenta a 21 Buttons, una red social que comparte sus posados con ropa y complementos de firma, y añade las paginas webs de cada marca a los looks que exhibe, logrando así jugosas comisiones de las ventas. No se corta tampoco en publicitar las intervenciones estéticas que, pese a su juventud, se ha practicado, como hizo cuando se hizo una bichectomía para marcar pómulos, publicitando el nombre de la clínica, Ceme, y del cirujano, José Francisco Ochoa. Ahora ha anunciado a sus [i]followers[/i] una sorpresa. ¿Sera un nuevo retoque?
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