Mensaje por Un té en el Savoy » Jue 08 Mar, 2012 7:34 pm
"A la Reina él le pareció un príncipe un tanto gamberro y atolondrado"Don Juan Carlos le pidió la mano a la Reina lanzándole el anillo en una cajita
El Rey reconoció la importancia de doña Sofía en la educación de sus hijos
El monarca advirtió a Gorbachov en 1991 que le quedaban “dos telediarios”A Sofía, el apuesto príncipe español le pareció un joven encantador, amable y tremendamente simpático. Nada que ver con aquel muchacho atolondrado que había conocido a bordo del ‘Agamenón’, unos años antes”. Doña Sofía sintió aquella tarde “el tirón del atractivo” –según sus propias palabras– por don Juan Carlos y quiso alargar la sobremesa todo lo posible pidiendo otra taza de té. Este nuevo encuentro entre los dos en el hotel Savoy de Londres, donde se encontraban invitados por la boda entre lady Katherine Worsley y el príncipe Eduardo Windsor, duque de Kent, en junio de 1961, selló su compromiso. Cuando aún está muy reciente el escándalo de ‘La soledad de la Reina’, de Pilar Eyre, el periodista, escritor y columnista de La Vanguardia Màrius Carol dibuja en ‘Un té en el Savoy’ (La esfera de los libros) un retrato distinto, más amable pero muy rico en anécdotas del noviazgo, matrimonio y papel institucional de los Reyes de España, a punto de cumplir sus bodas de oro.
- ¿Es este libro una contestación bondadosa al de Pilar Eyre? No, porque seguramente ambos empezamos a escribir al mismo tiempo. La editorial me pidió hace cosa de un año un libro con ocasión de las bodas de oro de los Reyes [el 14 de mayo] y ya que durante diez años me he dedicado a seguir la monarquía por el mundo, les sugerí un relato de estos 50 años. Un relato de cómo la pareja Juan Carlos y Sofía ha sido clave en la resolución de buena parte de las apuestas de España. Su mérito no acaba en la Transición ni tras el 23F; aún hoy es un elemento de equilibrio y moderación en este país.
- Dices en el libro que los Reyes han formado un gran equipo. ¿Aún lo forman? Sigue formándolo. Más allá de la relación personal entre ellos, ambos representan a la Corona y siguen siendo un tándem en el que pedalean los dos al mismo tiempo.
- ¿Fue romántico su primer encuentro? El libro comienza a bordo del ‘Agamenón’, un crucero por el Mediterráneo que la reina Federica organiza en 1954 para los príncipes herederos europeos. Los Reyes tienen 16 años y aún no piensan en casarse, pero es importante que se conozcan. En aquel primer encuentro no hubo una química especial, de hecho, a la Reina él le pareció un príncipe un tanto gamberro y atolondrado y encima, le hizo una llave de judo. Ojo, ella a él.
- ¿En qué crees que chocan más el Rey y la Reina? Son dos personalidades muy distintas pero que han funcionado muy bien a lo largo del tiempo. Cuando se casan se encuentra un personaje fuerte, que ha vivido experiencias duras en su país y que serán útiles para enfrentar el futuro de la monarquía en España. En esos primeros años, la Reina es clave: cuando ella llega los falangistas llegaron a tirarles tomates. No lo tuvieron fácil. A ella le costó que la aceptara Franco y consiguió ganarse a toda la familia del Franco, pero también los españoles, que la consideraban una reina extranjera. Su papel no ha sido ni fácil ni baladí.
- Don Juan Carlos le compra a escondidas un precioso zafiro en Tailandia, tiempo después de que ella lo viese y se quedase prendada. Eran entonces muy jóvenes. ¿Cuál es el acto de amor más bonito en la madurez del Rey hacia doña Sofía?
El concepto de romanticismo del Rey es un tanto particular. La Reina ha declarado que no le llegó a pedir la mano, sino que le lanzó una cajita con un anillo desde un par de metros. ¡No sé si es la forma más romántica de pedirle a alguien en matrimonio! (Risas). Don Juan Carlos puede ser encantador pero es también muy espontáneo y directo. Pero te señalaré dos. Primero, el agradecimiento que el Rey formula ante los invitados en la boda de la infanta Elena, acerca de la dedicación que había mostrado a sus hijos; le cede a ella públicamente la preponderancia en el papel de la Reina en la formación de sus hijos. Segundo, cuando la Reina pudo volver a Grecia por fin en viaje oficial en 1998, don Juan Carlos dio un paso atrás para que el protagonismo fuese de ella.
Y yo recuerdo que estábamos en Salónica, tras visitar un museo, y el Rey nos dijo que este viaje había sido muy especial para ella, pues llevaba muchos años con nostalgia: la escuela donde estudió puericultura, la casa de sus padres en Tatoi, el bar donde iba con las amigas… Recuerdo que en este viaje el Rey estuvo especialmente cuidadoso en que, a pesar de ser oficial, fuese emotivo para su esposa.
- ¿Y de la Reina hacia el Rey? Hay un momento en que se les ve muy cercanos y es en la muerte de don Juan. En esos días los une el dolor mientras que en la boda de doña Elena fue la felicidad. Cuando en 1969 Franco determina que será rey don Juan Carlos y eso provoca una ruptura entre padre e hijo, no deja de ser un acto de amor cómo la Reina hizo todo lo posible porque padre e hijo volviesen a hablar.
- Decías antes que el Rey es muy espontáneo. Conocemos bien la anécdota del famoso “¿Por qué no te callas?” que le espetó a Hugo Chávez. ¿Alguna otra que recuerdes? En la conferencia de paz para Oriente Medio celebrada en Madrid en 1991, Felipe González vivió una muy de cerca. Bush padre le dijo: “Gorbachov tiene las horas contadas”. Y Felipe comentó con el Rey, con quien tenía muy buena relación, que la URSS, según los americanos, estaba a punto de claudicar. El Rey le contestó: “Pues deberíamos decírselo, ¿no?”. A Felipe no le pareció demasiada buena idea. Pero el Rey se sentó junto a Gorbachov y lo entretuvo toda la noche con chistes y bromas. Hasta que le dijo: “Seguramente no será verdad, pero Bush dice que te quedan dos telediarios”. Aunque se pudo crear un conflicto internacional, el Rey lo supo hacer tan bien, que, afortunadamente, Gorbachov musitó algo como “ya decía yo que no íbamos bien…” y pasó una muy mala noche, eso sí.
Y esta otra, que no sé si será o no cierta, pero así me la han contado, fue una vez en que visitando el Parlamento de Cataluña, le dijeron al Rey: “Y ahora, Su Majestad visitaremos ‘les golfes’”, palabra que significa buhardilla o ático en catalán. Y él contestó sonriendo: “¡Caramba, aquí tenéis de todo!”.
- Las regatas, la caza, el deporte, la gastronomía y los buenos vinos… Son bastante distintos los gustos del Rey de los de doña Sofía, ¿verdad? El Rey quizá es más amante de los placeres mundanos y la Reina es más moderada. Sin ir más lejos, ella es vegetariana y a él le encanta la carne y el picante. Mira, recuerdo cómo en un viaje a Hungría, tierra del gulash, que es un guiso bastante fuerte, él llevaba guindillas en un bolsillo por si se lo ponían demasiado suave por ser el Rey de España. La Reina es quizá más discreta y tiene una vida interior muy notable. Por ejemplo, le encanta reunirse en la Zarzuela con gente de la cultura y la ciencia.
- ¿Cómo crees que está cada uno de los dos sobrellevando la imputación de Iñaki Urdangarin en el caso Palma Arena? Este es un tema que a los dos les preocupa. Procuran que la actuación de uno de sus miembros no afecte a la institución. Pero también son una familia y les preocupa que una de sus hijas tenga problemas por la imputación del yerno. El Rey en su día fue raudo en advertir a Urdangarin y en cuanto se dan cuenta de que puede ser imputado, Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey, dijo que su comportamiento no era “ejemplar”. Por otra parte es lógico que doña Sofía viajase a Washington: es Reina pero también es madre y fue a ver a su hija, si bien en su día estuvo de acuerdo en apartar a Iñaki Urdangarin de los actos oficiales.
- ¿Crees que la monarquía sigue igual de valorada que siempre? Es una institución que ha estado sobreprotegida durante muchos años, estoy de acuerdo, pero también creo que hoy es de las más desprotegidas. Hoy se puede decir cualquier disparate del Rey, que como no irá al juzgado de guardia a interponer una querella… Sí hemos llevado todos entre algodones a la institución durante un tiempo porque necesitábamos que funcionase pero ahora mismo lo tienen muy complicado. Tienen las defensas bajas y se dicen cosas sin pruebas.
- ¿Crees que don Juan Carlos abdicará en el príncipe Felipe o morirá en el trono? Doña Sofía alguna vez ha dicho que los reyes no abdican y lo son hasta el último día. A mí me cuesta imaginar al Rey jubilado. Es verdad que tuvo un susto importante cuando le detectaron problemas en el pulmón, pero resuelto esto, está en buena forma para ejercer el cargo. Durante todo este tiempo los Príncipes es verdad que han estado dándose a conocer, en el caso que más conozco, el de Cataluña, han venido muchas veces y varias en visitas privadas donde se reúnen con personas, hablan y escuchan. Este tiempo de espera lo están haciendo muy bien, pero tal vez se haga largo.
- ¿Crees que, pese a todo lo que se ha publicado acerca de ellos, aún puede hablarse de una historia de amor entre los Reyes? Se lo preguntó a la Reina Pilar Urbano y ella contestó que el amor declina pero existe una relación resultado de muchos años compartiendo decisiones y en su caso, además responsabilidades como la jefatura del Estado. Es posible que su relación personal no sea lo fluida que fue, pero cuando aparecen ante los medios tienen el mismo aspecto de siempre: entienden la exigencia que supone la Corona y ellos saben cumplir con su condición de reyes.
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[size=134]Don Juan Carlos le pidió la mano a la Reina lanzándole el anillo en una cajita
El Rey reconoció la importancia de doña Sofía en la educación de sus hijos
El monarca advirtió a Gorbachov en 1991 que le quedaban “dos telediarios”[/size]
[font=Georgia][color=#bf0000][s]A[/s][/color][/font] Sofía, el apuesto príncipe español le pareció un joven encantador, amable y tremendamente simpático. Nada que ver con aquel muchacho atolondrado que había conocido a bordo del ‘Agamenón’, unos años antes”. Doña Sofía sintió aquella tarde “el tirón del atractivo” –según sus propias palabras– por don Juan Carlos y quiso alargar la sobremesa todo lo posible pidiendo otra taza de té. Este nuevo encuentro entre los dos en el hotel Savoy de Londres, donde se encontraban invitados por la boda entre lady Katherine Worsley y el príncipe Eduardo Windsor, duque de Kent, en junio de 1961, selló su compromiso. Cuando aún está muy reciente el escándalo de ‘La soledad de la Reina’, de Pilar Eyre, el periodista, escritor y columnista de La Vanguardia Màrius Carol dibuja en ‘Un té en el Savoy’ (La esfera de los libros) un retrato distinto, más amable pero muy rico en anécdotas del noviazgo, matrimonio y papel institucional de los Reyes de España, a punto de cumplir sus bodas de oro.
[b]- ¿Es este libro una contestación bondadosa al de Pilar Eyre?[/b]
No, porque seguramente ambos empezamos a escribir al mismo tiempo. La editorial me pidió hace cosa de un año un libro con ocasión de las bodas de oro de los Reyes [el 14 de mayo] y ya que durante diez años me he dedicado a seguir la monarquía por el mundo, les sugerí un relato de estos 50 años. Un relato de cómo la pareja Juan Carlos y Sofía ha sido clave en la resolución de buena parte de las apuestas de España. Su mérito no acaba en la Transición ni tras el 23F; aún hoy es un elemento de equilibrio y moderación en este país.
[b]- Dices en el libro que los Reyes han formado un gran equipo. ¿Aún lo forman?[/b]
Sigue formándolo. Más allá de la relación personal entre ellos, ambos representan a la Corona y siguen siendo un tándem en el que pedalean los dos al mismo tiempo.
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[b]- ¿Fue romántico su primer encuentro?[/b]
El libro comienza a bordo del ‘Agamenón’, un crucero por el Mediterráneo que la reina Federica organiza en 1954 para los príncipes herederos europeos. Los Reyes tienen 16 años y aún no piensan en casarse, pero es importante que se conozcan. En aquel primer encuentro no hubo una química especial, de hecho, a la Reina él le pareció un príncipe un tanto gamberro y atolondrado y encima, le hizo una llave de judo. Ojo, ella a él.
[b]- ¿En qué crees que chocan más el Rey y la Reina?[/b]
Son dos personalidades muy distintas pero que han funcionado muy bien a lo largo del tiempo. Cuando se casan se encuentra un personaje fuerte, que ha vivido experiencias duras en su país y que serán útiles para enfrentar el futuro de la monarquía en España. En esos primeros años, la Reina es clave: cuando ella llega los falangistas llegaron a tirarles tomates. No lo tuvieron fácil. A ella le costó que la aceptara Franco y consiguió ganarse a toda la familia del Franco, pero también los españoles, que la consideraban una reina extranjera. Su papel no ha sido ni fácil ni baladí.
[b]- Don Juan Carlos le compra a escondidas un precioso zafiro en Tailandia, tiempo después de que ella lo viese y se quedase prendada. Eran entonces muy jóvenes. ¿Cuál es el acto de amor más bonito en la madurez del Rey hacia doña Sofía?
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El concepto de romanticismo del Rey es un tanto particular. La Reina ha declarado que no le llegó a pedir la mano, sino que le lanzó una cajita con un anillo desde un par de metros. ¡No sé si es la forma más romántica de pedirle a alguien en matrimonio! (Risas). Don Juan Carlos puede ser encantador pero es también muy espontáneo y directo. Pero te señalaré dos. Primero, el agradecimiento que el Rey formula ante los invitados en la boda de la infanta Elena, acerca de la dedicación que había mostrado a sus hijos; le cede a ella públicamente la preponderancia en el papel de la Reina en la formación de sus hijos. Segundo, cuando la Reina pudo volver a Grecia por fin en viaje oficial en 1998, don Juan Carlos dio un paso atrás para que el protagonismo fuese de ella.
Y yo recuerdo que estábamos en Salónica, tras visitar un museo, y el Rey nos dijo que este viaje había sido muy especial para ella, pues llevaba muchos años con nostalgia: la escuela donde estudió puericultura, la casa de sus padres en Tatoi, el bar donde iba con las amigas… Recuerdo que en este viaje el Rey estuvo especialmente cuidadoso en que, a pesar de ser oficial, fuese emotivo para su esposa.
[imageleft]http://cdn.revistavanityfair.es/uploads/images/thumbs/201210/un_t___en_el_savoy__la_esfera_de_los_libros___9901_300x496.jpg[/imageleft][b]- ¿Y de la Reina hacia el Rey?[/b]
Hay un momento en que se les ve muy cercanos y es en la muerte de don Juan. En esos días los une el dolor mientras que en la boda de doña Elena fue la felicidad. Cuando en 1969 Franco determina que será rey don Juan Carlos y eso provoca una ruptura entre padre e hijo, no deja de ser un acto de amor cómo la Reina hizo todo lo posible porque padre e hijo volviesen a hablar.
[b]- Decías antes que el Rey es muy espontáneo. Conocemos bien la anécdota del famoso “¿Por qué no te callas?” que le espetó a Hugo Chávez. ¿Alguna otra que recuerdes?[/b]
En la conferencia de paz para Oriente Medio celebrada en Madrid en 1991, Felipe González vivió una muy de cerca. Bush padre le dijo: “Gorbachov tiene las horas contadas”. Y Felipe comentó con el Rey, con quien tenía muy buena relación, que la URSS, según los americanos, estaba a punto de claudicar. El Rey le contestó: “Pues deberíamos decírselo, ¿no?”. A Felipe no le pareció demasiada buena idea. Pero el Rey se sentó junto a Gorbachov y lo entretuvo toda la noche con chistes y bromas. Hasta que le dijo: “Seguramente no será verdad, pero Bush dice que te quedan dos telediarios”. Aunque se pudo crear un conflicto internacional, el Rey lo supo hacer tan bien, que, afortunadamente, Gorbachov musitó algo como “ya decía yo que no íbamos bien…” y pasó una muy mala noche, eso sí.
Y esta otra, que no sé si será o no cierta, pero así me la han contado, fue una vez en que visitando el Parlamento de Cataluña, le dijeron al Rey: “Y ahora, Su Majestad visitaremos ‘les golfes’”, palabra que significa buhardilla o ático en catalán. Y él contestó sonriendo: “¡Caramba, aquí tenéis de todo!”.
[b]- Las regatas, la caza, el deporte, la gastronomía y los buenos vinos… Son bastante distintos los gustos del Rey de los de doña Sofía, ¿verdad?[/b]
El Rey quizá es más amante de los placeres mundanos y la Reina es más moderada. Sin ir más lejos, ella es vegetariana y a él le encanta la carne y el picante. Mira, recuerdo cómo en un viaje a Hungría, tierra del gulash, que es un guiso bastante fuerte, él llevaba guindillas en un bolsillo por si se lo ponían demasiado suave por ser el Rey de España. La Reina es quizá más discreta y tiene una vida interior muy notable. Por ejemplo, le encanta reunirse en la Zarzuela con gente de la cultura y la ciencia.
[b]- ¿Cómo crees que está cada uno de los dos sobrellevando la imputación de Iñaki Urdangarin en el caso Palma Arena?[/b]
Este es un tema que a los dos les preocupa. Procuran que la actuación de uno de sus miembros no afecte a la institución. Pero también son una familia y les preocupa que una de sus hijas tenga problemas por la imputación del yerno. El Rey en su día fue raudo en advertir a Urdangarin y en cuanto se dan cuenta de que puede ser imputado, Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey, dijo que su comportamiento no era “ejemplar”. Por otra parte es lógico que doña Sofía viajase a Washington: es Reina pero también es madre y fue a ver a su hija, si bien en su día estuvo de acuerdo en apartar a Iñaki Urdangarin de los actos oficiales.
[b]- ¿Crees que la monarquía sigue igual de valorada que siempre?[/b]
Es una institución que ha estado sobreprotegida durante muchos años, estoy de acuerdo, pero también creo que hoy es de las más desprotegidas. Hoy se puede decir cualquier disparate del Rey, que como no irá al juzgado de guardia a interponer una querella… Sí hemos llevado todos entre algodones a la institución durante un tiempo porque necesitábamos que funcionase pero ahora mismo lo tienen muy complicado. Tienen las defensas bajas y se dicen cosas sin pruebas.
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[b]- ¿Crees que don Juan Carlos abdicará en el príncipe Felipe o morirá en el trono?[/b]
Doña Sofía alguna vez ha dicho que los reyes no abdican y lo son hasta el último día. A mí me cuesta imaginar al Rey jubilado. Es verdad que tuvo un susto importante cuando le detectaron problemas en el pulmón, pero resuelto esto, está en buena forma para ejercer el cargo. Durante todo este tiempo los Príncipes es verdad que han estado dándose a conocer, en el caso que más conozco, el de Cataluña, han venido muchas veces y varias en visitas privadas donde se reúnen con personas, hablan y escuchan. Este tiempo de espera lo están haciendo muy bien, pero tal vez se haga largo.
[b]- ¿Crees que, pese a todo lo que se ha publicado acerca de ellos, aún puede hablarse de una historia de amor entre los Reyes?[/b]
Se lo preguntó a la Reina Pilar Urbano y ella contestó que el amor declina pero existe una relación resultado de muchos años compartiendo decisiones y en su caso, además responsabilidades como la jefatura del Estado. Es posible que su relación personal no sea lo fluida que fue, pero cuando aparecen ante los medios tienen el mismo aspecto de siempre: entienden la exigencia que supone la Corona y ellos saben cumplir con su condición de reyes.