A VER SI LOS QUE ENTENDEIS DE ORDENADORES ME PODEIS AYUDAR. ============================================= La habitacion que tengo mi ordenador (no lo puedo cambiar a otro cuarto) tiene 1 ventana muy grande a mi izquierda y estos dias de calor pegajosa mis teclas estan muy dura y casi nunca salen letras que tecleo. Me lleva tiempo escribir 1 mensaje y nunca sale bien. Gracias por anticipado a la persona que pueda ayudarme o explicarme si la calor safecta a mis teclas. Assia
A VER SI LOS QUE ENTENDEIS DE ORDENADORES ME PODEIS AYUDAR. ============================================= La habitacion que tengo mi ordenador (no lo puedo cambiar a otro cuarto) tiene 1 ventana muy grande a mi izquierda y estos dias de calor pegajosa mis teclas estan muy dura y casi nunca salen letras que tecleo. Me lleva tiempo escribir 1 mensaje y nunca sale bien. Gracias por anticipado a la persona que pueda ayudarme o explicarme si la calor safecta a mis teclas. Assia
Desde que la Red empezó a cobrar vida propia para comerse la nuestra, empezaron a salir de los algoritmos algunos gurús arrepentidos. En charlas, libros y performances, los precursores digitales hicieron penitencia pública por el aspecto que presentaba la bestia que crearon en Silicon Valley. Uno de los primeros arrepentidos, Jaron Lanier, dejó testimonio en el libro Contra el rebaño digital, publicado en 2011. Nos rogaba a todos, casi de rodillas, que volviéramos al contacto humano y abandonáramos el mundo de los trolls donde somos atrapados por el odio ritual colectivo, la imbecilidad universal, las frivolidades, las noticias ridículas y los chats sobre caniches.
En los siete años transcurridos desde que Lanier escribió su manifiesto contra el "maoísmo digital", el alien que más ha crecido dentro del monstruo son las redes sociales. El último gurú arrepentido responde al nombre de Chamath Palihapitiya, fue ejecutivo de Facebook y ha dado la voz de alarma. Las redes sociales "están destrozando las relaciones humanas y la sociedad". Si se me permite una minúscula referencia corporativa, añado que el señor de la nube y los chicos de Facebook -como los llama Lanier- también están matando al periodismo y a los medios de comunicación. Con la inestimable colaboración de los periodistas de a pie y de las empresas editoras de los medios. El crimen perfecto.El arrepentido se siente culpable por haber disparado a lo bestia y a escala universal la segregación de dopamina -hormona del placer y de las adicciones- a base de respuestas inmediatas, likes, me gusta, y otros elementos visuales que alimentan una zona frágil del cerebro humano. Su colega Sean Parker, ex presidente de Facebook, ha confesado que cuando diseñaron el invento sabían que estaban explotando "una vulnerabilidad de la psicología humana" proclive a las adicciones. Quien dice Facebook, dice Twitter, Instagram, Tinder, o lo que surja. Todas las redes sociales disparan la dopamina, convirtiéndonos en adictos al placer o al dolor de ser queridos, odiados, insultados, seguidos, difamados, alabados, calumniados, enaltecidos, denigrados, aclamados, ultrajados o aplaudidos.Por citar sólo un ejemplo, el rey de la dopamina política en España se llama Gabriel Rufián. Vive en las entrañas de la bestia digital. Lo de menos es que sea diputado e independentista. Es un tuitero. Habla en tuits y sueña en tuits. Estimula la euforia de muchos catalanes y el odio de muchos españoles. Los columnistas rivalizan a ver quién le insulta con más gracia. Así segregan su propia dopamina que se une a la de Rufián.
La dopamina de las redes
LUCÍA MÉNDEZ 16 DIC. 2017 03:08
Desde que la Red empezó a cobrar vida propia para comerse la nuestra, empezaron a salir de los algoritmos algunos gurús arrepentidos. En charlas, libros y performances, los precursores digitales hicieron penitencia pública por el aspecto que presentaba la bestia que crearon en Silicon Valley. Uno de los primeros arrepentidos, Jaron Lanier, dejó testimonio en el libro Contra el rebaño digital, publicado en 2011. Nos rogaba a todos, casi de rodillas, que volviéramos al contacto humano y abandonáramos el mundo de los trolls donde somos atrapados por el odio ritual colectivo, la imbecilidad universal, las frivolidades, las noticias ridículas y los chats sobre caniches.
En los siete años transcurridos desde que Lanier escribió su manifiesto contra el "maoísmo digital", el alien que más ha crecido dentro del monstruo son las redes sociales. El último gurú arrepentido responde al nombre de Chamath Palihapitiya, fue ejecutivo de Facebook y ha dado la voz de alarma. Las redes sociales "están destrozando las relaciones humanas y la sociedad". Si se me permite una minúscula referencia corporativa, añado que el señor de la nube y los chicos de Facebook -como los llama Lanier- también están matando al periodismo y a los medios de comunicación. Con la inestimable colaboración de los periodistas de a pie y de las empresas editoras de los medios. El crimen perfecto.El arrepentido se siente culpable por haber disparado a lo bestia y a escala universal la segregación de dopamina -hormona del placer y de las adicciones- a base de respuestas inmediatas, likes, me gusta, y otros elementos visuales que alimentan una zona frágil del cerebro humano. Su colega Sean Parker, ex presidente de Facebook, ha confesado que cuando diseñaron el invento sabían que estaban explotando "una vulnerabilidad de la psicología humana" proclive a las adicciones. Quien dice Facebook, dice Twitter, Instagram, Tinder, o lo que surja. Todas las redes sociales disparan la dopamina, convirtiéndonos en adictos al placer o al dolor de ser queridos, odiados, insultados, seguidos, difamados, alabados, calumniados, enaltecidos, denigrados, aclamados, ultrajados o aplaudidos.Por citar sólo un ejemplo, el rey de la dopamina política en España se llama Gabriel Rufián. Vive en las entrañas de la bestia digital. Lo de menos es que sea diputado e independentista. Es un tuitero. Habla en tuits y sueña en tuits. Estimula la euforia de muchos catalanes y el odio de muchos españoles. Los columnistas rivalizan a ver quién le insulta con más gracia. Así segregan su propia dopamina que se une a la de Rufián.
Tics teocráticos de Facebook Facebook ha inventado un modo nuevo de comunicarse. Y ha elegido en ese modo nuevo una política conservadora, a veces ultra, en la que no tienen cabida los pezones, las nalgas
[url=http://cadenaser.com/programa/2016/03/07/hoy_por_hoy/1457336848_724899.html][b]Tics teocráticos de Facebook[/b][/url] Facebook ha inventado un modo nuevo de comunicarse. Y ha elegido en ese modo nuevo una política conservadora, a veces ultra, en la que no tienen cabida los pezones, las nalgas
Ayer Instagram, ya lo comenté aquí a primera hora, censuró una foto de mi cuenta en esta red social. A pesar de lo que acabo de leer, nada más lejos de mi intención que hablar de mí, sino del hecho concreto que deber servir para reflexionar sobre el absurdo que casi siempre supone la censura. Para los que no sepáis de lo que hablo, os lo cuento, el domingo publiqué en Instagram una foto de la sombra de mi silueta en la que se veía el contorno de uno de mis pechos… Simplemente eso, no era una foto explícita -que podría haberlo sido, faltaría más- pero era simplemente una sombra.
Al parecer, algún usuario de esta red denunció la foto e Instagram la censuró por considerar que no cumplía sus normas. Normas de decencia, supongo, de corrección, de un comportamiento correcto, como Dios manda, en el que no entra la inmoralidad de publicar la silueta de un pecho… De un pecho de mujer, naturalmente, pues la red está llena de hombres mostrando su torso desnudo sin que nadie lo considere hiriente, o incluso cuentas dedicadas exclusivamente al tema en concreto donde el nombre “Las_mejores_tetas” no dejan espacio a la duda y las fotos que publican tampoco…
En realidad, da igual que me censuren una foto, como es fácil suponer, pero como decía estas líneas no son para hablar de mí, sino de las mentes calenturientas que suelen tener los censores, en Instagram y en todas partes… Porque la verdadera indecencia parte de la mente que ve algo ofensivo en la sombra de un pecho femenino… Ver algo pornográfico en esa foto es completamente ridículo. Y no sirve justificar la censura por el hecho de que alguien haya denunciado la foto, pues la responsabilidad de este ridículo recae en los censores de esta red social…
La foto es una expresión artística, que puede o no puede gustar, que puede parecer bella o de poco gusto, pero censurar algo semejante es propio de gente que no ha pisado un museo en su vida. Serian incluso capaces de censurar la Venus de Milo si les dejas sueltos y se quedarían tan anchos. En el fondo es un problema de educación, ese absurdo que identifica la decencia con aquello que se aleja del sexo. Hay gente a la que ofende más la imagen de la sombra de un pezón que la imagen de una pistola, que considera más peligrosa la silueta de un cuerpo desnudo que un niño asesinado…. Cuánto retrógrado, cuanto “amargao”, cuando por educar, cuanto por avanzar.
[url=http://lostaconesdeolivia.es/?p=10130][font=Arial]“La sombra y la teta”[/font][/url]
[size=75]NURIA ROCA[/size]
Ayer Instagram, ya lo comenté aquí a primera hora, censuró una foto de mi cuenta en esta red social. A pesar de lo que acabo de leer, nada más lejos de mi intención que hablar de mí, sino del hecho concreto que deber servir para reflexionar sobre el absurdo que casi siempre supone la censura. Para los que no sepáis de lo que hablo, os lo cuento, el domingo publiqué en Instagram una foto de la sombra de mi silueta en la que se veía el contorno de uno de mis pechos… Simplemente eso, no era una foto explícita -que podría haberlo sido, faltaría más- pero era simplemente una sombra.
Al parecer, algún usuario de esta red denunció la foto e Instagram la censuró por considerar que no cumplía sus normas. Normas de decencia, supongo, de corrección, de un comportamiento correcto, como Dios manda, en el que no entra la inmoralidad de publicar la silueta de un pecho… De un pecho de mujer, naturalmente, pues la red está llena de hombres mostrando su torso desnudo sin que nadie lo considere hiriente, o incluso cuentas dedicadas exclusivamente al tema en concreto donde el nombre “Las_mejores_tetas” no dejan espacio a la duda y las fotos que publican tampoco…
En realidad, da igual que me censuren una foto, como es fácil suponer, pero como decía estas líneas no son para hablar de mí, sino de las mentes calenturientas que suelen tener los censores, en Instagram y en todas partes… Porque la verdadera indecencia parte de la mente que ve algo ofensivo en la sombra de un pecho femenino… Ver algo pornográfico en esa foto es completamente ridículo. Y no sirve justificar la censura por el hecho de que alguien haya denunciado la foto, pues la responsabilidad de este ridículo recae en los censores de esta red social…
La foto es una expresión artística, que puede o no puede gustar, que puede parecer bella o de poco gusto, pero censurar algo semejante es propio de gente que no ha pisado un museo en su vida. Serian incluso capaces de censurar la Venus de Milo si les dejas sueltos y se quedarían tan anchos. En el fondo es un problema de educación, ese absurdo que identifica la decencia con aquello que se aleja del sexo. Hay gente a la que ofende más la imagen de la sombra de un pezón que la imagen de una pistola, que considera más peligrosa la silueta de un cuerpo desnudo que un niño asesinado…. Cuánto retrógrado, cuanto “amargao”, cuando por educar, cuanto por avanzar.
Tele pública y los todólogos se hacen la picha un lío
¿¿Linux es buscador?? WTF Los tertulianos que asisten a programas de televisión saben de todo, o eso creemos. Ciencia, política, tecnología, de todo opinan y de todo sientan cátedra. A veces con meteduras de pata tan importantes como esta, en la que un tertuliano afirma que Linux es un buscador como alternativa a Google.
Tele pública y los todólogos se hacen la picha un lío
[b]¿¿Linux es buscador?? WTF [/b] Los tertulianos que asisten a programas de televisión saben de todo, o eso creemos. Ciencia, política, tecnología, de todo opinan y de todo sientan cátedra. A veces con meteduras de pata tan importantes como esta, en la que un tertuliano afirma que Linux es un buscador como alternativa a Google.
Los periódicos españoles no saben por dónde les viene el aire. Basta mencionar la lúcida creación de El Mundo de la Tarde, la punta de lanza de "una nueva época dorada del periodismo", Pedro J. dixit, para comprender que los prebostes de la comunicación, apurando el 2014, siguen tratando de acoplar sus obsoletos razonamientos en una realidad, la digital, que no alcanzan a entender. Instalados en la atalaya de los creadores de opinión, antaño majestuosa, hoy derruida, no han reparado en que en internet manda Google.
El vodevil que hemos vivido con la imposición de una tasa a Google por enlazar a los medios de comunicación ha terminado de la única forma posible: con un cerrojazo. A Google esta decisión no solo no le despeina, sino que le sirve como puñetazo en la mesa a la hora de negociar en semejantes términos con nuestros vecinos continentales. Son lentejas, especialmente cuando hablamos de Google News, una de las funciones con más vocación de servicio público del buscador, que no se financia con publicidad y le es deficitario a la compañía. ¿Y encima querían hacerle pagar por cada noticia?
[url=http://blogs.elconfidencial.com/tecnologia/loading/2014-12-12/no-lo-habeis-entendido-aqui-manda-google_589299/][size=200][b]No lo habéis entendido: aquí manda Google[/b][/size][/url]
Los periódicos españoles no saben por dónde les viene el aire. Basta mencionar [url=http://www.elconfidencialdigital.com/medios/Casimiro-Garcia-Abadillo-cierra-Mundo-tarde_0_2345165464.html][b]la lúcida creación de [i]El Mundo de la Tarde[/i][/b][/url], la punta de lanza de "una nueva época dorada del periodismo", Pedro J. dixit, para comprender que los prebostes de la comunicación, apurando el 2014, siguen tratando de acoplar sus obsoletos razonamientos en una realidad, la digital, que no alcanzan a entender. Instalados en la atalaya de los creadores de opinión, antaño majestuosa, hoy derruida, no han reparado en que en internet manda Google.
El vodevil que hemos vivido con la imposición de una tasa a Google por enlazar a los medios de comunicación ha terminado de la única forma posible: con un cerrojazo. A Google esta decisión no solo no le despeina, sino que le sirve como puñetazo en la mesa a la hora de negociar en semejantes términos con nuestros vecinos continentales. Son lentejas, especialmente cuando hablamos de Google News, una de las funciones con más vocación de servicio público del buscador, que no se financia con publicidad y le es deficitario a la compañía. ¿Y encima querían hacerle pagar por cada noticia?
[url=http://www.elconfidencial.com/comunicacion/2014-12-12/cumbre-urgente-de-los-editores-para-apelar-al-gobierno-tras-el-cerrojazo-de-google_589316/][b]Cumbre urgente de los editores por el cierre de Google News[/b][/url]
[list][b]Leer más: No lo habéis entendido: aquí manda Google - Blogs de Loading http://bit.ly/134X0I3[/b][/list]
Cada vez que subía a sus redes sociales una 'review' de un videojuego recibía cientos de comentarios. Una parte, pequeña pero real, con contenido amenazador y de carácter sexista. Pero cuando Alanah Pearce descubrió que algunos de sus acosadores no eran precisamente 'hombres adultos' decidió acabar con el problema de un modo particular
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[size=134]Cada vez que subía a sus redes sociales una 'review' de un videojuego recibía cientos de comentarios. Una parte, pequeña pero real, con contenido amenazador y de carácter sexista. Pero cuando Alanah Pearce descubrió que algunos de sus acosadores no eran precisamente 'hombres adultos' decidió acabar con el problema de un modo particular[/size]